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Maíces nativos: preservación de tradición, sabor y color

El maíz —desde el punto de vista alimentario, económico, cultural y social— es el cultivo más importante de México y también un recurso genético invaluable que en muchos lugares se ha ido deteriorando o perdiendo. De entre los maíces nativos, por ejemplo, el de color blanco es el que predomina entre los productores de pequeña escala.

Desde 2017, la organización Productores Agrícolas y Pecuarios de la Mazateca Baja que colabora con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)ha realizado una serie de actividades para rescatar maíces nativos de colores. Esta misión comenzó con un recorrido en diversas comunidades de la región para buscar maíces azules, rojos y amarillos.

Los integrantes de esta organización comentaron que encontrar maíz rojo y azul fue lo más complicado, porque estas variedades son las más escasas. Por esta razón, desde entonces se han establecido módulos de innovación y vitrinas para reproducir semilla e incrementar así la disponibilidad de los maíces de colores.

El color del maíz se debe, principalmente, a la concentración de antocianinas, que son unos pigmentos vegetales inocuos. Los maíces de colores tienen mayor cantidad de antocianinas, las cuales están asociadas a diversas propiedades fitoquímicas que les confieren un mayor valor nutricional. Además, los pigmentos de los maíces de colores poseen importantes propiedades antioxidantes, antimutagénicas y anticancerígenas, por lo que recientemente han despertado el interés de las industrias alimenticia, farmacéutica y cosmética.

Para preservar la diversidad de maíces nativos de colores, la organización Productores Agrícolas y Pecuarios de la Mazateca Baja realiza capacitaciones para concientizar y resaltar las propiedades proteicas de estos maíces con la finalidad de que los productores los rescaten y —con el tiempo— estos puedan escalar a un mercado de mayor valor económico, ya que por el momento la producción obtenida se destina solo a la venta local.

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La competitividad del maíz colombiano empieza con semillas de calidad y visión comercial

El curso sobre formación de empresas de semillas y comercialización de semilla de maíz fue impartido por el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) del 11 al 13 de diciembre en la sede del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), en Palmira, Colombia. Contó con la participación del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR); la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya (Fenalce); AGROSAVIA; la alianza Bioversity International-CIAT; HarvestPlus; Agritech Seeds SAS; Maxi Semillas SAS; Semillas Valle SA; Semillas Guerrero Asociados (SGA); y la Fundación Agropecuaria para la Investigación y el Desarrollo (AGRID).

Este curso, que contó con la presencia de 40 participantes, forma parte del proceso de implementación del plan estratégico Maíz para Colombia —gestionado por el CIMMYT y el CIAT—, el cual involucra a diferentes niveles de Gobierno, centros de investigación nacionales e internacionales, la sociedad civil, gremios de productores y el sector privado para diseñar un mejor futuro del maíz en Colombia con base en un objetivo común: aumentar la productividad y rentabilidad del maíz de manera sustentable, preservando su biodiversidad y mejorando el uso de recursos.

Específicamente, en lo que se refiere a la adopción de semilla mejorada (que forma parte de uno de los motores del plan estratégico), se han firmado varios convenios, uno de ellos entre el CIAT y el MADR para fomentar el uso de semilla mejorada. Allí Fenalce y el CIMMYT se articulan como socios de este convenio con miras a fortalecer las capacidades técnicas que permitan no solo apoyar la multiplicación de semillas que serán entregadas a los productores de maíz, sino también acompañar a estos con asesoramiento técnico que les facilite apreciar por sí mismos las ventajas de estas semillas y la manera de cultivarlas con prácticas que posibiliten sacarles el mejor provecho. “Se trata de acciones concretas que reiteran el interés por dar continuidad a la puesta en marcha y el avance del plan táctico Maíz para Colombia”, puntualizó Jeimar Tapasco, economista agrícola sénior del CIAT.

Arturo Silva, líder de sistemas de semillas para América Latina y África del CIMMYT, indicó que “es clave contar con datos duros confiables, la participación de productores líderes que les dan la oportunidad y se interesan en semillas mejoradas y el acompañamiento técnico oportuno. Todo esto articulado para hacer una planeación correcta de la producción de dichas semillas; cumplir la demanda del mercado; y planear junto con la cadena de valor otras fases clave —como acopiar y comercializar el grano—, cerrando así el círculo virtuoso. Esa es la importancia del diálogo abierto y constructivo que ha tenido lugar en este curso, donde ha quedado clara la relevancia de contar con investigación, innovación, segmentación de mercados, análisis del costo de oportunidad y planeación como pilares para enriquecer la toma de decisiones en la producción y comercialización de semillas”.

Los investigadores del CIAT Leonardo Ordóñez, asistente de investigación en el Programa de Modelación de Cultivos, y Julián Ramírez, científico de Impactos del Clima, compartieron con los participantes del curso la plataforma digital http://www.aclimatecolombia.org/, la cual está en funcionamiento y es un apoyo de importancia en momentos clave, como la determinación de la fecha de siembra. Herramientas como esta plataforma, el uso de los pronósticos agroclimáticos y el conocimiento vivencial local de quienes están en las localidades y los municipios resultan fundamentales para generar estrategias que aseguren una decisión oportuna al momento de la siembra y la identificación de la semilla más adecuada, disminuyendo así riesgos y evitando pérdidas cuantiosas, mientras enfrentan de manera estratégica los efectos de la variabilidad climática.

Sandra Tobar y Alexandra Mañunga, profesionales del Departamento de Semillas de AGROSAVIA, compartieron el Plan Nacional de Semilla, que durante los próximos cinco años estará trabajando en el fortalecimiento del sistema de semillas mediante la integración de los diferentes actores de la cadena en torno a generar estrategias para dinamizar los sistemas locales de producción de semillas y a conocer cómo se comporta el mercado para incrementar el uso, la producción y la comercialización de semilla de calidad. “Estamos convencidos de la importancia fundamental de la semilla de calidad como insumo para garantizar procesos de producción exitosos”, reiteró Sandra Tobar.

De ahí la importancia de vincular a todos los productores a este empeño de usar semillas mejoradas de calidad. Esto es algo “que en ningún momento va en contra de las semillas nativas o criollas, pues se trata de reconocer la importancia y el valor de los sistemas tradicional y tecnificado al momento de contribuir y beneficiarse de un sistema de semillas más robusto, apoyado con investigación, innovación y tecnologías enfocadas en semillas de calidad”, indicó Alexandra Mañunga.

Los participantes del curso reconocieron la importancia de generar estrategias para la planeación y comercialización de semillas y fomentar más espacios de sano debate donde se aborden los cuellos de botella que se presentan alrededor de la producción y el uso de semillas mejoradas de calidad, mientras promueven la articulación de la institucionalidad para lograr generar en el productor la inquietud de dimensionar la importancia de la calidad de la semilla para su producción. Y comprendieron que es fundamental contar con políticas públicas en torno a la semilla de calidad.

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Guasave late por una #AgriculturaConCiencia

Guasave es conocido como el corazón agrícola de México debido a su alta productividad. Cuenta con cerca de 200,000 hectáreas bajo riego, por lo que es el municipio con la mayor superficie de siembra en este sistema a nivel nacional. No obstante, el cambio climático y la variabilidad de los precios internacionales son un riesgo constante para la agricultura de este lugar.

Para evitar un “paro cardiaco”, la Asociación de Agricultores del Río Sinaloa Poniente (AARSP) cuenta con una plataforma de investigación que ha implementado desde hace 10 años el sistema de Agricultura de Conservación en diversos cultivos, como trigo, soya, cártamo y maíz. En esta se han realizado diversos ensayos con maíces de diferentes semilleras comerciales (en baja, normal y alta densidad) y otras pruebas para optimizar la fertilización nitrogenada.

Fernando Urías Preciado, responsable de la plataforma, comentó que esta se ha convertido en un referente para los productores de la región, pues con las diversas innovaciones que se promueven —como el uso del sensor GreenSeeker® y un mejor arreglo del suelo para la distribución y el cuidado de las plantas— han logrado disminuir hasta $4,000 por hectárea el costo de la preparación del suelo y reducir el uso de fertilizante nitrogenado (de 350 a 250 unidades).

Fernando Urías mencionó que —gracias al trabajo de la AARSP y al apoyo de organizaciones como el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y otras de los sectores público y privado— se ha logrado aumentar la superficie cultivada con Agricultura de Conservación, la cual pasó de 150 a más de 1,200 hectáreas en la región de Guasave.

Con la Agricultura de Conservación no solo es posible disminuir los costos de producción, sino también cuidar los recursos naturales. “Queremos que los productores adopten estas innovaciones y lleven lo que hemos logrado en la plataforma a las parcelas”, manifestó Urías.

También destacó que la articulación de esfuerzos para un fin común (lograr la rentabilidad y la sustentabilidad agrícolas) ha hecho posible la conformación del Club de Agricultura de Conservación de la AARSP; el establecimiento de un punto de maquinaria en la propia plataforma; y la consolidación de la Expo Agricultura de Conservación, que desde hace siete años sirve como foro para dar a conocer entre los productores los resultados de la plataforma.

Con respecto a la vinculación con el CIMMYT, Urías Preciado comentó que, juntos, “hemos evolucionado hacia el desarrollo de las tecnologías que los productores requieren; hemos tenido una relación fraternal, trabajando en conjunto para dar solución a cualquier problemática que se presente”.

Finalmente, resaltó la importancia de la articulación de esfuerzos en torno a iniciativas como #AgriculturaConCiencia, que promueve una agricultura responsable y climáticamente inteligente.

Con este ejemplo de colaboración, agradecemos a todas las instituciones, organizaciones y personas que hicieron posible el desarrollo del movimiento #AgriculturaConCiencia durante este año que concluye. A todos les deseamos felices fiestas y esperamos contar nuevamente con su entusiasmo y compromiso en 2020 para hacer de la Agricultura Sustentable el motor del crecimiento económico y sociocultural de nuestras comunidades y nuestro país. ¡Enhorabuena!

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La ciencia, el campo y los jóvenes

Bajo el lema “Por la vida submarina y los ecosistemas terrestres sostenibles”, el Primer Congreso Regional Centro de Investigación Agropecuaria y Ciencias del Mar —realizado en San Andrés Calpan, Puebla— convocó a productores y a la comunidad académica de 50 planteles de Estado de México, Hidalgo, Morelos, Tlaxcala y Puebla, pertenecientes a la Unidad de Educación Media Superior Tecnológica Agropecuaria y Ciencias del Mar.

De acuerdo con las autoridades de la Subsecretaría de Educación Media Superior que organizaron el congreso, este tuvo la finalidad de generar en los jóvenes interés por la investigación científica, al considerarla una vía para recomponer el tejido social. Por esta razón, fueron convocadas diversas instituciones relacionadas con la biotecnología, la producción de alimentos, los recursos naturales y los sistemas de producción agrícola y pecuaria.

El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) participó con una conferencia sobre tecnologías para la reducción de las pérdidas poscosecha. El tema fue de interés para los asistentes, pues se calcula que cada año un tercio de todos los alimentos producidos en el mundo termina pudriéndose en los contenedores de los consumidores y minoristas o se estropea debido a las malas prácticas de transporte y cosecha.

El ingeniero Isaac Ramírez Castillo, colaborador del CIMMYT, presentó el contexto y las problemáticas de las unidades de producción, así como las alternativas para conservar la calidad y cantidad del grano. También mostró opciones de manejo agronómico con base en Agricultura de Conservación, las cuales fortalecen la seguridad alimentaria de los pequeños productores.

En México se estima que las pérdidas poscosecha pueden alcanzar 40% de la producción. Por esta razón, la participación del CIMMYT en congresos académicos como el de Puebla es importante, pues con una matrícula de más de 200,000 alumnos y con más de 13,000 profesores en todo el país, la Unidad de Educación Media Superior Tecnológica Agropecuaria y Ciencias del Mar no solo forma a potenciales nuevos agrónomos, sino que además atiende directamente a un importante núcleo de productores.

La participación de la Unidad de Poscosecha del CIMMYT, en este sentido, fue oportuna para transmitir el mensaje de la existencia de innovaciones que pueden contribuir a que las comunidades logren su seguridad alimentaria, particularmente en estas fechas que —para muchas regiones— ya son #TiempoDePoscosecha.

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Hacia el rescate de las semillas nativas de Yucatán

La sandía amarilla, el makal de guía (una especie de tubérculo), el palbox (fruta parecida a la guanábana) y veinte especies vegetales más que antes se sembraban en la Península de Yucatán ahora ya no se cultivan (además de otras especies que se siembran en poca superficie o por muy pocas personas).

Ante esta realidad que pone en riesgo la nutrición y la seguridad alimentaria de muchas comunidades, en el marco del proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán, el Instituto Tecnológico de Tizimín (ITT) y el Hub Península de Yucatán —del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— llevaron a cabo el conversatorio ‘Diversidad y resguardo de semillas criollas en el oriente del estado de Yucatán’.

El objetivo de este fue propiciar el intercambio de ideas y experiencias sobre estrategias para la conservación de semillas y para asegurar la diversificación de cultivos en la milpa maya, con productores, estudiantes, investigadores e instituciones educativas en la zona oriente de Yucatán.

Procedentes de diversas localidades de los municipios de Chichimilá, Espita, Mérida, Panabá, Sucilá, Temozón y Tizimín, los 49 participantes —entre estudiantes, productores, docentes y algunos funcionarios locales— identificaron tanto los cultivos de hace veinte años, como los actuales, incluyendo sus tendencias y amenazas.

Considerando la superficie en la que se siembran y el número de personas que lo hacen, los asistentes al conversatorio identificaron 47 cultivos que se siembran actualmente aunque 35 de ellos son cultivados por pocas personas o en poca superficie y 23 más que ya no se siembran.

Entre las causas de la pérdida de la biodiversidad identificadas están el cambio climático —principalmente por sequías prolongadas, fenómenos naturales más devastadores y la aparición de nuevas plagas y enfermedades—, la prevalencia del monocultivo y otras prácticas agrícolas inadecuadas, la ganadería extensiva, el abandono del campo, los problemas asociados a la rentabilidad de la milpa y la pérdida de las semillas nativas, entre otros.

Del mismo modo, se generaron diversas propuestas para preservar y conservar las semillas. Algunas de ellas fueron aprovechar el banco de germoplasma del ITT y crear otros, fortalecer el intercambio de semillas, establecer parcelas de conservación y reinserción, fomentar cadenas de valor justas y mercados para la diversidad de cultivos y —principalmente— crear espacios intergeneracionales para aumentar la participación de los jóvenes en temas del campo.

Como destacó Eduardo Tovar, gerente del Hub Península de Yucatán —del CIMMYT—, el conversatorio fue producto de la suma de esfuerzos de muchas instituciones y personas que trabajan motivadas por un fin común: lograr la seguridad alimentaria y la rentabilidad de los sistemas productivos de la población mediante la preservación de sus recursos naturales y de la biodiversidad.

Así, con la participación de instituciones como el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) —que se comprometió a fomentar la realización de ferias de semillas con productores de la zona— y el Instituto Tecnológico de Tizimín —cuyo director, José Antonio Canto, refrendó el compromiso de la institución para hacer un buen resguardo de las semillas de las comunidades—, el proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán se enriquece. Este proyecto es de la Fundación Haciendas del Mundo Maya (FHMM), Fomento Social Banamex (FSB) y el CIMMYT. Y a través de él se desarrollan diversas acciones para impulsar la resiliencia de la milpa maya, como los conversatorios, los cuales no son solo debates públicos, sino foros para generar soluciones colectivas.

Conversar no es simplemente hablar, sino compartir ideas y escuchar al otro. Por eso los conversatorios son herramientas de encuentro que permiten focalizar la reflexión de un tema prioritario en una región determinada. Producto de este que se realizó, por ejemplo, se logró identificar actores y sitios (productores locales e instituciones) que aún conservan semillas susceptibles de rescatarse o reinsertarse en las comunidades.

Con este ejemplo de colaboración, agradecemos a todas las instituciones, organizaciones y personas que hicieron posible la operación de Milpa Sustentable en la Península de Yucatán durante el año que concluye. A todos les deseamos felices fiestas y esperamos contar nuevamente con su entusiasmo y compromiso en 2020 para hacer de la Agricultura Sustentable el motor del crecimiento económico y sociocultural de nuestras comunidades y nuestro país. ¡Enhorabuena!

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Dos por uno: los beneficios de diversificar cultivos

Carmelo Sánchez Caraveo vive en la localidad Paraíso Nuevo, en el municipio de Candelaria, Campeche. Como la mayoría de sus vecinos productores, siembra maíz para mantener a su familia.

En esta zona de Campeche predomina el monocultivo de maíz (aunque eventualmente se incorpora calabaza, la diversificación de cultivos no es común). Debido a esta práctica, la biodiversidad se ha reducido y la incidencia de plagas ha aumentado, afectando ―en consecuencia‒ la rentabilidad de las parcelas de los productores de la zona.

Ante esto, el señor Carmelo consideró que era momento de buscar soluciones. Aunque tenía dudas, decidió implementar las innovaciones agrícolas promovidas por el proyecto Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche, que es impulsado por Walmart Foundation y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

En julio se reunió con los técnicos del proyecto para hacer la planeación correspondiente; acordaron dividir en dos su parcela de una hectárea. En una mitad se sembraron maíz y diversas variedades de leguminosas con prácticas agronómicas sustentables (a este espacio se le llamó área de innovación); en la otra mitad, se sembró únicamente maíz, de la misma forma en que convencionalmente se hace en la región (por lo que se le llamó área testigo).

Sobre los resultados, don Carmelo comenta: “nos apoyaron con semillas de girasol, frijol mungo, frijol gandul, cacahuate y garbanzo. Ahorita estamos evaluando cómo se van desarrollando el frijol y el maíz juntos. Yo tenía mis dudas porque pensé que el maíz le iba a hacer sombra al frijol, pero con el diseño de la siembra le da el sol todo el día y ahí están los resultados. Es la misma variedad de maíz, solo que se han hecho cosas diferentes. Las plantas tienen más mazorcas y son más grandes”.

Aunque en este momento en la parcela de don Carmelo no se han implementado todas las innovaciones planeadas (debido a que en ella solían hacerse quemas agrícolas, podría decirse que se está recuperando el terreno), el productor ya nota las diferencias y se alegra porque su parcela será más rentable, pues tendrá dos cultivos en un mismo terreno: dos por uno, como se dice.

Don Carmelo no es el único beneficiado con estos aprendizajes sobre rotación de cultivos. Hay otros 61 productores, vecinos suyos, que han estado pendientes de la parcela de este productor innovador. Participaron en la siembra de las leguminosas y constantemente visitan el terreno. Muchos de ellos también han establecido nuevos cultivos y, recientemente, están aprendiendo a realizar Manejo Agroecológico de Plagas para controlar de una manera más eficiente, sustentable y económica el gusano cogollero, que causa severos daños en la zona.

Si deseas conocer más sobre la diversificación de cultivos y el proyecto, suscríbete a este boletín o síguenos a través de nuestras redes sociales usando el hashtag #DiversificaNutreVincula.

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MasAgro genera impacto científico en el mundo

México está generando un impacto científico en el mundo. A través de la investigación colaborativa que promueve MasAgro —programa de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—, científicos del CIMMYT y el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) desarrollaron un estudio sobre Agricultura de Conservación en San Luis Potosí. Por su relevancia, la revista científica internacional Agronomy publicó este mes los resultados de ese estudio.

En el artículo, los investigadores del CIMMYT y el INIFAP describen cómo los rendimientos aumentaron con Agricultura de Conservación (bajo condiciones de riego) en la plataforma Soledad de Graciano Sánchez, en San Luis Potosí (una de las plataformas de investigación de MasAgro). Entre los aspectos destacados del estudio está que, incluso en suelos de mala calidad, la Agricultura de Conservación puede mejorar la calidad del suelo, tanto que —aún bajo condiciones de riego— se observó un incremento de 3 toneladas por hectárea en el rendimiento.

Simon Fonteyne, Miguel Ángel Martínez, Abel Saldivia y Nele Verhulst son los científicos que realizaron la investigación de la cual se deriva el artículo “La Agricultura de Conservación mejora el rendimiento a largo plazo y la calidad del suelo en la rotación de avena y maíz con irrigación”. En él se detalla que la Agricultura de Conservación —sistema basado en la mínima labranza, la cobertura del suelo y la rotación de cultivos— se ha implementado (y estudiado) principalmente en condiciones de temporal, donde ayuda a capturar y retener la humedad, por lo que se consideraba improbable que en condiciones de riego mejorara los rendimientos.

La investigación es doblemente relevante porque sus resultados no solo benefician al ámbito agrícola nacional, sino que tienen un impacto científico en el mundo. Las condiciones en las tierras altas mexicanas —como las de San Luis Potosí, en donde se desarrolló el estudio— son representativas de las tierras altas tropicales de todo el mundo (las cuales también están densamente pobladas e intensamente cultivadas), lo cual significa que la Agricultura de Conservación —que fomenta MasAgro— podría ayudar a reducir la degradación y los problemas de fertilidad del suelo en amplias regiones del planeta.

Con Agricultura de Conservación, variedades de maíz adecuadas y camas elevadas permanentes —arreglo del suelo que permite un mejor aprovechamiento del agua— no solo se obtuvieron mayores rendimientos y ganancias (poco más de $18,000 por hectárea en promedio), sino que además se aumentó el carbono orgánico del suelo en un promedio de 63%.

Estos y otros detalles pueden ser consultados directamente en la revista Agronomy mediante el siguiente enlace: https://www.mdpi.com/2073-4395/9/12/845/htm

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Girasol, el cultivo que va bien y promete

Ocotlán, Jal.- En la región Ciénega de Jalisco alrededor de 90% de la superficie agrícola de temporal se siembra con maíz; 8%, con sorgo; y el resto, con otros cultivos (SIAP, 2019). Si bien las condiciones agroecológicas son propicias para la producción de cereales, las grandes extensiones dedicadas al monocultivo pueden presentar (y representar) problemas a largo plazo: pérdida de la biodiversidad y la fertilidad de suelo; mayor susceptibilidad de los cultivos a las plagas, enfermedades y malezas; y, por lo tanto, mayor consumo de agroquímicos con efectos negativos en la salud y el ambiente.

Una medida para prevenir estas consecuencias negativas es la rotación de cultivos, práctica sustentable que, por sus amplios beneficios, constituye uno de los principios de la Agricultura de Conservación. La rotación de cultivos mejora el balance de nutrientes y permite aumentar la materia orgánica en los suelos; ayuda a aprovechar mejor el agua; y tiene un efecto regulatorio sobre las poblaciones de plagas, malezas y enfermedades.

El girasol (Helianthus annuus) representa una buena opción para la rotación. Al ser un cultivo de ciclo corto, tiene buena respuesta a condiciones limitadas de lluvias y mayor tolerancia a la sequía que los cultivos básicos. Además de que puede usarse como forraje en la alimentación animal, es muy apreciado por la industria aceitera y tiene gran potencial, ya que actualmente la producción nacional solo satisface alrededor de 15% de los requerimientos del país (Gómez et al., 2013).

Durante el ciclo primavera-verano 2019, en la plataforma de investigación Ocotlán —donde colaboran Xochicentli y el Hub Bajío, del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—, se evalúo el girasol como cultivo alternativo para rotación en condiciones de temporal, obteniendo buenos resultados. El rendimiento promedio fue de 3.4 toneladas por hectárea (con un costo de producción de $9,000 por hectárea), alcanzando una relación beneficio-costo de 1.22. En otras palabras, se trata de un cultivo rentable.

Si bien estos son los resultados de un primer ciclo (debiéndose evaluar aún durante más ciclos agrícolas), el girasol se perfila como una buena opción para la región Ciénega de Jalisco. Esta especie, además de los beneficios para la rentabilidad de las parcelas, ayuda también a mantener la biodiversidad: al producir grandes cantidades de néctar, atrae a numerosos polinizadores, como las abejas.

Este estudio es parte de la campaña #CultivosSustentablesBajío, la cual promueve una agricultura diferente, social y ambientalmente responsable. La campaña contempla diversos eventos demostrativos y recorridos en campo para mostrar las prácticas e innovaciones sustentables que promueven el Hub Bajío —del CIMMYT— y sus colaboradores en los estados de Michoacán, Jalisco y Querétaro. ¡Súmate!

 

Referencias:

Gómez, R., Hernández, M., Gómez, R., Martínez, E., Zarazúa, M. A. y Ramos, F. (2013). Tecnología para la producción de girasol en el estado de Hidalgo. Folleto Técnico, 5. INIFAP.

SAGARPA. Oleaginosas (canola, cártamo, girasol y soya) mexicanas. Planeación agrícola nacional 2017-2030.

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Cuernavaca busca conservar sus maíces nativos a través de su Feria del Maíz

La producción de maíz en el estado de Morelos es de 110,000 toneladas, y la demanda es de 210,000 (con una superficie de siembra de 35,000 hectáreas trabajadas por 16,000 productores), por lo cual no se satisface el mercado interno. Sin embargo, el reto para la entidad es doble, pues no solo se requiere elevar la productividad, sino que es necesario conservar y preservar el maíz nativo morelense, del cual hay identificadas 14 variedades en 18 municipios.

En la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) se realizó la Feria del Maíz 2019, la cual fue un esfuerzo conjunto de esta institución educativa, el Ayuntamiento de Cuernavaca y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) —a través del Hub Pacífico Centro— para apoyar a los agricultores de la zona, elevar la productividad del maíz en la entidad y conservar y preservar el maíz nativo de Morelos.

La feria se realiza desde el año 2008 por iniciativa del pueblo morelense para vincular a los productores, las autoridades y la academia, y así fortalecer la producción de maíz en el estado. El programa de este año incluyó diversas conferencias relacionadas con la producción y conservación de grano, impartidas por especialistas de la universidad y del CIMMYT, para dar a conocer diferentes variedades de maíz con potencial para la zona, productos derivados y prácticas adecuadas para su almacenamiento y conservación.

A los estudiantes de la UAEM —no solo los de Ciencias Agropecuarias y Ciencias Naturales, sino la comunidad académica en general—, la feria les permitió fortalecer su formación y, a través de la participación de los investigadores, conocer diversos ejemplos de cómo la ciencia básica y aplicada puede orientarse a la solución de problemas reales y específicos tanto de la sociedad como del sector productivo.

Además de los alumnos de la UAEM, en la feria participaron técnicos locales y 565 productores de granos básicos del municipio de Cuernavaca (de los ejidos de Buenavista del Monte, San Antonio y Santa María Ahuacatitlán, Ahuatepec, Chipitlán y Chamilpa). Por parte del Gobierno de Cuernavaca, estuvieron presentes el alcalde Antonio Villalobos Adán; Andrés Antonio Remis Martínez, secretario de Desarrollo Económico y Turismo; y Omar Maldonado Pineda, director de Fomento Agropecuario. También destaca la asistencia de Esmeralda González —secretaria de Extensión de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la UAEM— y representantes del Sistema Producto Maíz en la entidad.

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Higuerilla intercalada en la milpa, una opción sustentable y rentable

Con el resurgimiento del mercado de higuerilla (Ricinus communis) —proceso en el que ha contribuido la empresa Ricinomex—, los productores de la región Valles Centrales de Oaxaca que han implementado este cultivo intercalado con el sistema milpa (maíz, frijol y calabaza) han logrado aumentar sus ingresos y ahora buscan incrementar sus rendimientos con la adopción de variedades híbridas.

Según los datos registrados, en la comunidad de Ayoquezco de Aldama se han producido —en promedio— 6.3 toneladas de semilla (cantidad obtenida de 13 productores entre los años 2018 y 2019). Durante el presente año, en colaboración con Ricinomex, en esta localidad se comenzaron a implementar algunas innovaciones agrícolas, facilitándoles semilla híbrida a los productores interesados.

Las principales ventajas de las variedades híbridas son su precocidad —es decir, su maduración temprana— y que permiten utilizar densidades de siembra (número de plantas por hectárea) mayores, obteniendo así más rendimientos en menos tiempo.

Se estima que con estas variedades se podrán producir aproximadamente 3 toneladas de higuerilla por hectárea, generando un ingreso estimado de $20,000 directos por productor y obteniendo el doble de rendimiento en comparación con la variedad que hasta el momento se ha empleado en la zona. Además, la empresa Ricinomex se ha comprometido a comprar la totalidad de la cosecha, lo que permite al productor tener una venta segura a un precio justo, ya que la semilla no pasa por intermediarios.

Para evitar que se reduzca la biodiversidad en la zona y que los suelos se degraden por cultivar únicamente higuerilla, la empresa Ricinomex, el Hub Pacífico Sur —del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo— y otras organizaciones colaboradoras en la entidad promueven prácticas sustentables como la diversificación de cultivos.

Al intercalar la higuerilla en la milpa hay beneficios significativos para el productor, principalmente por la resistencia de esta especie a sequías que puedan presentarse en el temporal, en contraste con los otros cultivos cuyo rendimiento se reduce drásticamente por el estrés hídrico.

Por otra parte, la planta de higuerilla —especialmente las hojas impide el impacto directo de la gota de lluvia sobre el suelo, reduciendo así la velocidad de escurrimiento superficial del agua y evitando la erosión. Además, cuando las hojas se secan y caen a la superficie, generan un acolchado natural, favoreciendo la implementación de la Agricultura de Conservación.

Cabe señalar que de la higuerilla no se comercializa únicamente la semilla —de la que se extrae el aceite de ricino—; los tallos procesados son utilizados como madera, esto hace que la higuerilla se considere como cultivo principal y se obtengan ingresos económicos que reintegren los gastos generados en las labores de preparación del terreno.

Con los resultados que se obtengan de las diversas evaluaciones de semilla híbrida que actualmente se desarrollan, se prevé que nuevos productores de la localidad se integren a la siembra de higuerilla como alternativa económica de la región y —posteriormente— destinar mayores superficies a la siembra de higuerilla híbrida, ya que tiene un mayor potencial de rendimiento en menor tiempo.

Por: Ricinomex.