CIMMYT en colaboración con la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) cuenta con una plataforma de transferencia de tecnología, en el desarrollo y mejoras de la producción agropecuaria.
Lee la historia completa aquí.
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México, con su rica tradición agrícola, se enfrenta a desafíos apremiantes en la actualidad. De acuerdo con datos de la Encuesta Nacional Agropecuaria del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), alrededor del 30% de los hogares en el país dependen directamente de la agricultura para su subsistencia. Sin embargo, la producción agrícola a menudo se ve afectada por factores como la variabilidad climática y la falta de acceso a tecnologías avanzadas.
Es en este contexto donde obras como «Transición Digital en la Agricultura: Nuevas Tecnologías y Políticas Públicas» cobran importancia. Este libro no solo proporciona un análisis exhaustivo de cómo las nuevas tecnologías digitales pueden impulsar profundas y positivas transformaciones en la agricultura, sino que también ofrece un enfoque en políticas públicas que pueden impulsar este cambio de manera sostenible.
“La finalidad de esta obra es contribuir a la generación de material académico sobre las políticas de digitalización, vinculando estudios de políticas con experiencias concretas y promoviendo un debate enriquecedor sobre las vías para una transición digital que impulse la construcción de un sistema alimentario más sostenible en América Latina y el Caribe”, mencionó el equipo del comité editorial de la Red de Políticas Publicas y Desarrollo Rural en América Latina y el Caribe (PP-AL) durante el seminario de lanzamiento del libro realizado el pasado 30 y 31 de agosto, mismo que contó con la participación de más de 55 investigadores de toda la región.
El comité editorial —conformado por especialistas del Centro de Cooperación Internacional en Investigación Agronómica para el Desarrollo (CIRAD, por sus siglas en francés), la Alianza de Bioversity International y el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), y otras organizaciones—, precisó que se recibieron 30 propuestas de capítulos con diferentes enfoques, escalas y tecnologías consideradas, desde casos transnacionales hasta regionales, nacionales y subnacionales.
Así, el libro abordará temas como la integración de la digitalización en las políticas públicas agrícolas, alimentarias, de desarrollo rural y gestión de recursos; el papel de la digitalización en los procesos de formulación de políticas públicas; los resultados de las políticas públicas orientadas a la transición digital a partir del análisis de trayectorias de territorios y cadenas; y las limitaciones de las políticas públicas con relación a la transición digital para la mejora de los sistemas alimentarios y los desafíos que esto implica.
“Se espera que los capítulos del libro estén listos para junio de 2024 y que la publicación se realice a finales del mismo año. Esta obra aspira a ser una herramienta valiosa tanto para académicos como para profesionales y tomadores de decisiones, y a inspirar nuevas investigaciones y acciones concretas”, enfatizaron los integrantes del comité editorial
*Con información de la Red de Políticas Publicas y Desarrollo Rural en América Latina y el Caribe.
Montevideo, Uruguay.- Bajo la temática ‘Comunidades Rurales Inteligentes-Innovación en las TIC y la producción agrícola responsable y sostenible’, del 5 al 9 de agosto se desarrolló la Semana de la Innovación en América 2019, realizada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). El evento congregó a investigadores, empresarios y representantes de Gobiernos de América Latina y el Caribe para que intercambiaran experiencias, identificaran necesidades y analizaran los desafíos de las tecnologías digitales en el ámbito rural y la producción agrícola rumbo al año 2030.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que en ese año los efectos del cambio climático y el incremento de la población mundial generarán una grave crisis ambiental y de disponibilidad de alimentos; por eso es necesario lograr la sustentabilidad de los sistemas de producción agrícola y fomentar el desarrollo de las comunidades rurales. La Semana de la Innovación en América 2019 promovió, precisamente, el diálogo entre actores clave que han incorporado las tecnologías digitales en diversas estrategias de innovación social, ambiental y económica.
Tecnologías como la red de internet 5G, los drones, los nuevos esquemas económicos basados en monedas virtuales y la inteligencia artificial son potencialmente útiles para el sector agrícola. Sin embargo, la mayoría de los productores —que son pequeños agricultores familiares— carece de educación digital. Por lo anterior, cómo aminorar la brecha entre los ámbitos rural y urbano y cómo acercar tecnologías a los productores de la región fueron los ejes del diálogo de este foro regional, realizado para propiciar el diseño de políticas públicas y el establecimiento de compromisos de trabajo entre instituciones y países.
El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) contribuyó a este foro regional con la exposición ‘Gestión del conocimiento y uso de TIC en sistemas agroalimentarios sustentables’, realizada por Andrea Gardeazabal, responsable de la Unidad de Monitoreo, Evaluación y Aprendizaje de Proyectos. La experiencia del CIMMYT se sumó así a la de instituciones como la FAO, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), universidades de la región, otros centros de investigación y empresas de telecomunicaciones y soluciones digitales (como Microsoft y Huawei).
Se espera que esta suma de aprendizajes y el aprovechamiento de las nuevas tecnologías digitales y de telecomunicaciones permitan trazar mejores caminos para avanzar en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y —sobre todo— impactar positivamente en las comunidades rurales (ya que para 2030 se proyecta que seis de cada 10 personas en el mundo vivirán en áreas rurales, donde la pobreza seguirá concentrándose), y romper así el denominado círculo de declive, en el que la escasez de empleo y servicios en el ámbito rural fomenta la migración hacia zonas urbanas y la incorporación a otros sectores.