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Llegó una nueva sembradora para Agricultura de Conservación al Valle del Évora

Una nueva sembradora especializada en Agricultura de Conservación (AC) llegó a la central de maquinaria de la Junta Local de Sanidad Vegetal del Valle del Évora (JLSVVE). El presidente de esta organización, Mario Urías Cuadras, detalló que esta máquina se obtuvo por medio de la vinculación con la empresa Sembradoras del Bajío y gracias a los esfuerzos del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), la Secretaría de Agricultura y Ganadería de Sinaloa y la Fundación Produce Sinaloa.

Urías Cuadras declaró que la sembradora tiene el objetivo de apoyar principalmente a los productores de temporal, los cuales regularmente se encuentran en una situación económica vulnerable, pues no cuentan con esta clase de equipos y no disponen de créditos o seguro agrícola. Y enfatizó que “es importante que los productores acepten las asesorías, y les aseguramos que tendrán resultados positivos”. Al adoptar la AC, los productores pueden tener importantes ahorros.

El presidente de la JLSVVE destacó que más de 100 productores que participaron en una jornada de capacitación realizada con el apoyo del CIMMYT cooperarán con esta institución y sus colaboradores para implementar la Agricultura de Conservación en sus parcelas, fungiendo como ejemplo para que las prácticas sustentables de ese sistema de producción se repliquen en la región.

Entre otros beneficios, la AC permite aprovechar y cuidar el agua en los cultivos. Esto es particularmente útil si se considera que en las zonas de temporal del Évora se establecen más de 40,000 hectáreas de sorgo, 7,000 de ajonjolí y 8,000 de cacahuate. Para mejorar los rendimientos de estos cultivos, la Junta promueve el aprovechamiento de los implementos especializados, el laboratorio de insectos benéficos y la biofábrica de microorganismos y lixiviados de lombriz que tiene disponibles para los productores.

En una región donde los productores han mostrado disponibilidad para adoptar innovaciones sustentables (como los miembros del Club de Agricultores de Conservación de la Región del Évora), esta nueva máquina especializada es un ejemplo de cómo —mediante la generación de alianzas, la transferencia de tecnología y el desarrollo de capacidades— la Agricultura Sustentable puede beneficiar a amplios colectivos de productores.

El movimiento #AgriculturaConCiencia, coordinado por el Hub Pacífico Norte –del CIMMYT– y la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (Caades), promueve acciones como esta con la finalidad de articular los esfuerzos de los productores y los diversos actores estratégicos que promueven en el norte del país una Agricultura Sustentable y de alta productividad, fundamentada en el conocimiento científico.

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La rotación de cultivos, clave para lograr parcelas más rentables

En el municipio de la Barca, Jalisco, el predominio del monocultivo en la superficie agrícola de temporal es notorio. De acuerdo con estadísticas recientes, de un total de 154,758 hectáreas sembradas durante 2018, 90% de la superficie correspondió a maíz; 8.8%, a sorgo; y sólo 1.2%, a cultivos alternativos como garbanzo, frijol, tomate verde y cebolla (SIAP, 2019). El problema del monocultivo es que a largo plazo propicia la pérdida de biodiversidad y de fertilidad del suelo; una mayor susceptibilidad de los cultivos a plagas, enfermedades y malezas; y —como consecuencia— un consumo mayor de agroquímicos, con efectos negativos en la salud y el ambiente.

Por lo anterior, en la plataforma de investigación Ocotlán —en la que colaboran Xochicentli y el Hub Bajío, del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— se realizan estudios sobre rotación de cultivos. La importancia de estos estudios radica en que la diversificación de las especies cultivadas aporta múltiples beneficios a los productores: mejora el balance de nutrientes, la materia orgánica en los suelos y el aprovechamiento del agua; tiene un efecto regulador sobre las poblaciones de plagas, malezas y enfermedades; y, además, diversifica los ingresos y brinda mayores oportunidades para acceder a mercados.

Durante el ciclo otoño-invierno 2018-19 se realizó rotación de avena con maíz (el maíz fue el cultivo precedente). Con el uso de biofertilizantes se obtuvieron rendimientos de entre 25.3 y 31.6 t/ha de avena en verde. Estos resultados estuvieron por encima de los reportados para el municipio de la Barca por el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) en 2018.

La inclusión de la avena en la rotación fue por su aptitud forrajera y porque permite tener una cosecha adelantada con respecto al trigo. Además de su aprovechamiento para la alimentación animal, la avena aporta a la calidad del suelo, pues sus raíces penetran las capas más profundas, dejando una estructura porosa que permite que el agua se infiltre en el suelo y quede disponible para cultivos futuros. Este es un ejemplo de los diversos beneficios de rotar cultivos.

Debido a que las leguminosas y las oleaginosas —de las cuales se obtiene aceite— son buenas opciones para la rotación de cultivos, actualmente en la plataforma de Ocotlán se evalúa el cultivo de girasol para rotaciones en condiciones de temporal, pues ofrece ventajas como un ciclo de cultivo corto, una buena respuesta a condiciones de lluvias limitadas y una mayor tolerancia a la sequía (en comparación con los cultivos básicos).

Otros de los beneficios del girasol es que su semilla tiene un alto contenido de aceite (entre 35 y 45%) y posee una calidad nutricional alta, por lo que es muy apreciada por la industria aceitera. Con la pasta sobrante de la extracción pueden elaborarse concentrados para la alimentación animal y las cabezas sin semillas son una fuente rica en proteínas y pueden usarse molidas para aves o ganado. Y en verde se puede ensilar para forraje. A pesar de esto, la producción nacional sigue siendo pequeña.

Rotar cultivos ofrece varios beneficios. Además de los expuestos, ayuda a regular plagas y malezas; beneficia la fertilidad del suelo; y —en la parte económica— minimiza los riesgos de mercado, ya que al tener diferentes cultivos los productores no están limitados por el precio de un solo producto.

Esta nota es parte de la campaña #CultivosSustentablesBajío, la cual promueve una agricultura diferente, social y ambientalmente responsable. La campaña contempla diversos eventos demostrativos y recorridos en campo para mostrar las prácticas e innovaciones sustentables que promueven el Hub Bajío —del CIMMYT— y sus colaboradores en los estados de Michoacán, Jalisco y Querétaro. ¡Súmate!

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Agricultura Sustentable: una red de innovación y amistad

El productor Arturo López Sandoval, de Sonora, comparte su experiencia con la Agricultura de Conservación, la cual realiza de la mano del Hub Pacífico Norte —del CIMMYT— desde 2010.
Por: ingeniero Ernesto Páez Corrales, técnico certificado en Agricultura Sustentable, despacho PAEMURI.
3 de septiembre de 2019.

Villa Juárez, Son.- “Nunca ha pasado por mi mente dejar de trabajar con Agricultura de Conservación. Soy consciente de que se necesita una mejor manera de trabajar el campo y sólo predicando con el ejemplo se puede lograr”, afirma Arturo López Sandoval, productor de Sonora que ha dedicado toda su vida a la agricultura y —desde hace 10 años— practica la Agricultura de Conservación de la mano del Hub Pacífico Norte, del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

Arturo viene de una familia de productores: su padre y abuelo lo fueron. Por circunstancias de la vida tuvo que abandonar la carrera de ingeniería en Agronomía, que estudiaba en la Universidad Autónoma de Sinaloa. Cuando regresó a su lugar de origen comenzó a trabajar las mismas tierras que su abuelo cultivó.

Para este productor, la agricultura no sólo es la actividad económica con la que sostiene a su familia, sino también un modo de vida. Por eso participa activamente en las organizaciones agrícolas de su zona: desde 1986 es socio de la Unión de Sociedades de Producción Rural del Sur de Sonora (Uspruss) y desde 1994 se desempeña como presidente de la Sociedad Colonos de Villa Juárez. No obstante, ante los cambios en el mercado y el clima, optó por buscar alternativas que le permitieran hacer más rentable su actividad agrícola.

Así, en 2009 Arturo incursionó en la práctica de la Agricultura de Conservación por cuenta propia, con los conocimientos que él tenía sobre el tema. Y en 2010 empezó a trabajar de la mano del Hub Pacífico Norte, del CIMMYT. Además de maíz y trigo, sembró cártamo, soya, sorgo, tomatillo, frijol y garbanzo. No sólo logró diversificar su producción, sino que también tuvo ahorros de hasta $2,600 por hectárea.

Para compartir los beneficios de la Agricultura de Conservación con otros productores, Arturo decidió cooperar con el Hub Pacífico Norte para establecer en sus terrenos un módulo de innovación, es decir, parcelas demostrativas donde se implementan y exhiben los resultados de las prácticas sustentables que han sido validadas previamente en las plataformas de investigación.

A la fecha, este productor ha implementado diversas prácticas sustentables —como el uso de biofertilizantes, que le ha ayudado a lograr rendimientos estables en trigo— e introducido maquinaria especializada —adquirida con créditos que otorga FIRA— para sembrar bajo los principios de la Agricultura de Conservación, la cual se suma a las dos sembradoras que él mismo modificó —como dice él— “con lo que tenía a la mano”, adaptándolas para la siembra sobre la paja de cultivos anteriores.

Con Agricultura de Conservación Arturo logró sembrar 200 hectáreas de soya en 2016 y, en el ciclo otoño-invierno 2017-18, 120 hectáreas de garbanzo; de estas, varias fueron propias y algunas de otros productores que —después de conocer su predio— optaron por implementar las mismas innovaciones sustentables que él. Así, sin habérselo propuesto, Arturo López se convirtió en un pionero de la Agricultura Sustentable en su zona.

Por su experiencia, conocimientos y actitud solidaria, Arturo López forma parte de la red de innovación del CIMMYT, en la cual —más que investigadores, técnicos y otros productores— ha encontrado seres humanos con los que ha forjado una sólida amistad. Contemplando lo que ha logrado, manifiesta que todavía hay mucho trabajo por hacer, pues las prácticas convencionales siguen arraigadas en la cultura, por lo que enfatiza: “sembrar con Agricultura de Conservación me ha traído muchos beneficios, como el ahorro de agua —gracias a que la paja sobre el terreno preserva la humedad— y, sobre todo, la reducción de costos simplemente por dejar de laborear el suelo”.

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Rotación de cultivos: beneficios directos a la economía de los productores

Uno de los tres componentes de la Agricultura de Conservación es la rotación de cultivos. Esta práctica evita problemas con enfermedades, plagas y malezas, e implica la diversificación del ingreso y la reducción de los riesgos de producción y comercialización, ya que los cambios en los precios de venta y los desastres naturales no impactan a todos los cultivos de la misma manera.

Se ha demostrado que la rotación de cultivos genera mayores rendimientos, por lo que es uno de los componentes clave de la Agricultura Sustentable. Sin embargo, en muchas regiones hay un cultivo que —por su rentabilidad— prevalece, y resulta difícil encontrar otros que se puedan incorporar a la rotación. Hallar las especies complementarias adecuadas es fundamental, ya que no todos los cultivos generarán beneficios en una rotación; incluso es posible que algunos tengan efectos negativos en el cultivo subsecuente, pues los cultivos tienen diferentes tipos de raíces y, en consecuencia, distintas necesidades de nutrientes.

Se requieren entonces cultivos que sean productivos, tengan una cadena de valor establecida y sean complementarios con el cultivo principal. Por lo anterior, y para encontrar los mejores cultivos complementarios, es necesario evaluar los efectos de la rotación en cada región. En este sentido, en la plataforma de investigación Cajeme I, en Sonora, investigadores del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) actualmente estudian los efectos de la rotación en parcelas cultivadas con el sistema de Agricultura de Conservación.

Como en el Valle del Yaqui —región a la que pertenece el municipio de Cajeme— el trigo es el cultivo principal, los científicos del CIMMYT investigan cuáles cultivos de rotación tienen más beneficios para el trigo producido con Agricultura de Conservación. En uno de los experimentos que conforman el ensayo, se evaluaron parcelas tratadas con camas permanentes (porciones del suelo que quedan elevadas al formar los surcos, facilitando el drenado del agua) y retención total de los residuos agrícolas.

Los resultados demuestran que la rotación de cultivos no solamente tiene beneficios para el manejo y la sustentabilidad del sistema productivo, sino que también aumenta los rendimientos (ver tabla 1 y gráfica 1). De hecho, las rotaciones más diversas generaron los mayores rendimientos. En promedio, el trigo con maíz o sorgo los aumentó en 397-718 kg/ha, y el cártamo, en 978 kg/ha; en la rotación con garbanzo —una especie de leguminosa— los incrementó en 1,207 kg/ha.

Los aumentos en el rendimiento gracias a la rotación de cultivos se han mantenido relativamente estables a través de los años, de manera que este hecho puede ser un factor que considerar a la hora de seleccionar los cultivos de rotación, además de la rentabilidad. Estas evidencias obtenidas por los investigadores del CIMMYT en la plataforma de investigación demuestran los beneficios de la rotación de cultivos y son un ejemplo de cómo una #AgriculturaConCiencia puede beneficiar a los productores.

Trigo-Trigo Trigo-Cártamo Trigo/sorgo-Trigo/sorgo Trigo/maíz-Trigo/maíz Trigo-Maíz/sorgo Trigo-Garbanzo
6,464 7,443 7,182 6,861 7,095 7,671
Diferencia con el monocultivo 978 718 397 631 1,207

Tabla 1. Rendimientos promedio de trigo (kg/ha) con diversas rotaciones desde 2013, cuando se incorpopró la rotación trigo-garbanzo en el ensayo. El cultivo después de “/” fue producido en el ciclo primavera-verano.

Gráfica 1. Rendimientos de trigo en camas permanentes con retención de rastrojo, con diferentes rotaciones, en la plataforma de investigación Cajeme I, en Sonora. El cultivo después de “/” fue producido en el ciclo primavera-verano.

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El CIMMYT, presente en la Agroalimentaria Zacatecas para lograr sistemas integrales y prosperidad

La estrategia de innovación de los sistemas agroalimentarios del CIMMYT se implementa en Zacatecas con suelos mejorados, mecanización inteligente y girasol y sorgo para rotar cultivos y generar ingresos.
Por: Edith Flores Romo, formadora MasAgro en Zacatecas.
26 de agosto de 2019.

Zacatecas, Zac.- El Gobierno del estado convocó a la segunda edición de la Agroalimentaria Zacatecas 2019 Food Show, evento con el que se fortalece el potencial de los negocios agropecuarios del país y se fomenta el conocimiento y el comercio entre los diferentes actores de las cadenas productivas. Participaron cerca de 250 expositores, productores agropecuarios y empresas de las cadenas agroalimentarias de todo el país; además, se contó con la presencia de conferencistas de más de 10 países diferentes.

En este importante evento el doctor Bram Govaerts, director del Programa de Desarrollo Estratégico del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), ofreció la conferencia magistral Desde Semillas para la Paz hacia Sistemas Integrales para la Prosperidad ante estudiantes, productores, empresarios, investigadores y funcionarios públicos y representantes de instituciones públicas y privadas.

La conferencia planteó interrogantes en torno al impacto de la agricultura en el planeta: ¿qué tan estables son nuestros sistemas alimentarios?, ¿cuánto crecimiento más pueden ofrecer sin colapsar?, ¿aumentamos los ingresos de los productores si incrementamos el rendimiento? Con estas preguntas se abre la visión para identificar los retos que enfrenta el estado de Zacatecas, el país y el mundo. Este panorama expone la urgente necesidad de cambiar de enfoque: de productos básicos a sistemas agroalimentarios.

La estrategia que el CIMMYT impulsa en México y el mundo tiene como metas producir más con menos, aumentar el valor agregado de la producción de grano e incrementar la resiliencia de los sistemas productivos, para aumentar la eficiencia y efectividad mediante procesos incluyentes y no lineales y hacer frente a cinco retos fundamentales que existen también en el estado: altos costos de producción; monocultivo de frijol y maíz sembrado con labranza excesiva, que reduce la presencia de materia orgánica; suelos semiáridos y ácidos; escasez y manejo ineficiente del agua; y libre pastoreo.

El doctor Bram expuso que la innovación y la ciencia pueden dar soluciones para remediar los suelos ácidos en el estado, como la aplicación de cal agrícola y cal dolomítica en diversos módulos demostrativos que fueron instalados por el CIMMYT y sus colaboradores en parcelas de productores en Zacatecas (en La Lobera, Palo Alto, Teúl y Atolinga) desde 2014, empezando con 2 hectáreas y tres productores. Se beneficiaron 986 hectáreas en el ciclo primavera–verano (PV) 2018, con la participación de 159 productores. Antes de utilizar los mejoradores de suelos, los productores aplicaban 500 kilos de fertilizante; hoy sólo usan 350 kilos o menos. En 2014 el rendimiento en grano de maíz fue de 2 t/ha; en cambio, en el ciclo PV 2018 fue de 8 t/ha.

Govaerts mencionó también que en Guadalupe y Sombrerete, dos municipios donde existen puntos de maquinaria hecha a medida, el CIMMYT ha desarrollado en equipo con herreros del Taller Brasa dos máquinas para siembra de tres cuerpos, con nueve líneas de frijol y maíz, que llevan 1,200 horas trabajadas en los ciclos PV 2018 y PV 2019.

Una innovación tecnológica que también se ha difundido es la rotación de cultivos. El girasol y el sorgo forrajero son cultivos rentables tanto ambiental como económicamente para los productores de la región, ya que son una excelente alternativa comercial al frijol, aportan materia orgánica al suelo, reducen la erosión causada por el viento y requieren mano de obra mínima para su producción. Govaerts enfatizó la importancia de la participación de 237 productores que cultivan 42 áreas de impacto con girasol (aproximadamente 3,000 hectáreas), cuyo rendimiento es de 1,050 kg/ha, con un costo de $7,250/ha, generando una ganancia para el productor de $3,740/ha.

Hacer frente a estos retos es posible con una estrategia en la que participen el sector público y privado y pequeños, medianos y grandes productores trabajando estrechamente con investigadores que difundan la ciencia para promover el desarrollo y la vinculación a mercados, además de la adopción de prácticas sustentables como la Agricultura de Conservación, la reconversión a maíz híbrido de comercializadoras locales, el Manejo Agroecológico de Plagas, la mecanización inteligente y la diversificación de cultivos. Estas son un conjunto de acciones para lograr la seguridad nacional, la conservación del ambiente y la buena nutrición de la población.

“Trabajemos para lograr que el campo sea el primer motor de desarrollo de los pueblos y vencer el hambre y la pobreza mediante sistemas de innovación agroalimentaria desde lo local”, enfatizó el doctor Govaerts durante su conferencia, y convocó a la suma de esfuerzos.

En el marco de las actividades, Govaerts sostuvo varias reuniones de trabajo, con Grupo Agrocime, la red de formadores del Hub Intermedio Grano Pequeño, técnicos certificados en Agricultura Sustentable del CIMMYT, productores de frijol orgánico de diversas localidades del estado, el Sistema Producto Maíz de Aguascalientes, representantes de la Subsecretaría de Suelo y Agua —de la Secretaría del Campo de Zacatecas (Secampo)— y representantes de la SADER en Zacatecas. En cada reunión se reiteró el compromiso para colaborar con el proyecto MasAgro e impulsar la estrategia que el CIMMYT ha desarrollado a lo largo de su historia, en beneficio de miles de productores y de sus familias.

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Agricultura de Conservación, una oportunidad para los productores de temporal de Sinaloa

  • En un esfuerzo conjunto, el CIMMYT, la Junta Local de Sanidad Vegetal del Valle del Évora y algunos otros organismos locales capacitaron a productores de temporal de Sinaloa, uno de los sectores agrícolas más vulnerables.
  • A través de prácticas sustentables derivadas de la Agricultura de Conservación, se busca que los productores de temporal establezcan su ciclo agrícola con menor dependencia a las precipitaciones pluviales.

Por: Marco Díaz, Divulgación-CIMMYT.

Junio de 2019.


Mocorito, Sin.- Alrededor de cien productores de temporal de los municipios de Angostura, Salvador Alvarado y Mocorito participaron en las jornadas de capacitación en prácticas sustentables —orientadas a la agricultura de temporal—, desarrolladas por el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) en colaboración con la Junta Local de Sanidad Vegetal del Valle del Évora y algunos organismos de productores de la zona en el marco del programa MasAgro, de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y el CIMMYT.

Durante la temporada de lluvias, los productores de temporal de esa región cultivan alrededor de 70,000 hectáreas, en las que producen cártamo, sandía, garbanzo, ajonjolí, sorgo y cacahuate. Sin embargo, la dependencia a las precipitaciones pluviales los convierte en un sector vulnerable, pues “no todos los años tienen la oportunidad de establecer el ciclo agrícola, ya que su actividad depende directamente de las lluvias”, señaló Mario Urías Cuadras, dirigente de la Junta Local de Sanidad Vegetal, durante el desarrollo de las jornadas de capacitación.

Para Mario Urías, la colaboración de los investigadores y técnicos del CIMMYT es una oportunidad para mejorar las condiciones de los productores de temporal, pues a través de estas jornadas se ponen a su alcance innovaciones agrícolas que les permiten recuperar los suelos, aprovechar la humedad y establecer su ciclo agrícola. Y enfatizó que la Agricultura de Conservación, que se promueve en las jornadas, permite a los productores tener ahorros significativos en sus costos de producción.

Entre las prácticas sustentables promovidas durante las jornadas están el uso de microorganismos benéficos, la dosificación de herbicidas, la rotación de cultivos y la conservación del rastrojo. Sobre este último, los colaboradores de MasAgro señalaron que mantener el rastrojo o paja no está peleado con la ganadería, ya que es posible desarrollar Agricultura de Conservación manteniendo 50% de la paja en el suelo, y también cosechar agua y lograr mejores rendimientos, es decir, ser más productivos a un menor costo.

Finalmente, los colaboradores de MasAgro manifestaron que se busca implementar estas prácticas en alrededor de 1,500 hectáreas de temporal de la región. Para lograr esta meta, se aprovecharán los equipos disponibles en la central de maquinaria de la Junta Local de Sanidad Vegetal del Valle del Évora, establecida por la Secretaría de Agricultura y Ganadería de Sinaloa, en colaboración con la Fundación Produce. Se contará con el apoyo de los comités municipales campesinos de la zona y la asesoría científica del CIMMYT.

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Se premian trabajos innovadores en seguridad alimentaria y sustentabilidad

  • Cargill México y el CIMMYT realizaron la cuarta premiación de los proyectos más innovadores en beneficio de la producción agrícola sustentable en México. Los premios fomentan la generación de iniciativas de producción de alimentos seguros, nutritivos y asequibles para la población.
  • Los ganadores fueron el doctor Ernesto Solís, del INIFAP, por el desarrollo de nuevas variedades de trigo; Paul García, de MasAgro Guanajuato, por la estrategia #RetoRastrojoGTO; y el productor Carmen Martínez, por la cadena de valor de girasol en Zacatecas.

Por: Comunicaciones corporativas-CIMMYT.

3 de julio de 2019.


Texcoco, Edo. Méx.- En las instalaciones del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) se realizó la entrega de los Premios Cargill-CIMMYT a la Seguridad Alimentaria y la Sustentabilidad, los cuales se otorgan a quienes han logrado un impacto positivo demostrado en producción, rentabilidad, sustentabilidad, innovación, nivel de adopción, visibilidad y aplicación o extensión de prácticas, innovaciones, tecnologías o actividades en beneficio de la producción agrícola sostenible en México.

A los premios se postulan proyectos de todo el país, los cuales son evaluados por un comité integrado por representantes de Cargill México e investigadores del CIMMYT. Posteriormente, un consejo de expertos dictamina cuáles proyectos son los ganadores. En esta edición, a la convocatoria aplicaron 34 proyectos de diferentes estados.

Este año, en la categoría Investigador —donde concursan científicos e investigadores en agronomía; genética; mejoramiento de maíz, trigo, cebada o sorgo; y tecnologías de la información y la telecomunicación aplicadas al sector agroalimentario— ganó el doctor Ernesto Solís Maya, del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), por el proyecto ‘Variedades de trigo’.

En la categoría Líder de Opinión —dirigida a líderes de asociaciones de productores, técnicos y profesionales de la comunicación que trabajan en el sector agroalimentario— el ganador fue Paul García Meza, de MasAgro Guanajuato, por la estrategia #RetoRastrojoGTO. Y, finalmente, en la categoría Productor —dirigida a productores de granos básicos, como maíz, trigo, cebada y sorgo— el premio fue para el señor Carmen Martínez García, por ‘La cadena de valor de girasol en Zacatecas’.

Para el doctor Solís Maya, “el premio es el reconocimiento a la labor en el desarrollo de variedades que han logrado incrementar el rendimiento de trigo en Guanajuato”. De acuerdo con el investigador, son las alianzas entre instituciones —como el INIFAP, el CIMMYT y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural— las que pueden acortar el tiempo de obtención de semillas con características adecuadas para el cambio climático; por esto el premio es importante, pues permite potenciar estas alianzas para que los productores, ante las nuevas condiciones ambientales, puedan mantener o incrementar sus rendimientos en beneficio de la seguridad alimentaria mundial.

Por su parte, Paul García Meza, de MasAgro Guanajuato, manifestó que “la estrategia por la que nos premian tiene por objetivo que las prácticas sustentables lleguen al productor. Promovemos principalmente la Agricultura de Conservación porque le permite (al productor) tener ahorros significativos que se reflejan en mejoras en su calidad de vida. La estrategia es replicable; en Jalisco y Michoacán ya se está haciendo. En Guanajuato hemos realizado 56 eventos donde se capacita al productor, desde la siembra, el manejo de rastrojo, la fertilización y el manejo de plagas y enfermedades, y con esto hemos llegamos a un público de más de 2,000 personas en tan solo unos meses de operación de la estrategia”.

Para finalizar, el doctor Martin Kropff, director general del CIMMYT, declaró que “con este premio, el CIMMYT y sus aliados buscan identificar y reconocer las actividades, prácticas, tecnologías y conductas de liderazgo que fortalecen la seguridad alimentaria y la sustentabilidad de México”.

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De la siembra a la cosecha, el agua se aprovecha: conoce #CosechandoAguaGTO

De la estrategia Reto Rastrojo nace, de manera alineada, Cosechando Agua. Sus ejes fundamentales son la conservación del suelo y el mejor aprovechamiento del agua de lluvia con el uso de técnicas sustentables para la producción de granos y leguminosas en las zonas de temporal de Guanajuato.

La agricultura de temporal depende de la lluvia del ciclo primavera-verano, las condiciones del suelo y los cultivos óptimos, entre otros factores. Tomando en cuenta esto, es fundamental realizar una planeación del ciclo con base en propuestas sustentables que los productores implementen.

De manera paralela, es necesario aplicar técnicas que permitan la conservación del suelo para realizar procesos de acondicionamiento que hagan posible la suplementación de humedad y nutrientes. Además, se requiere comprender a qué clima y suelos están adaptados los distintos cultivos y cómo reacciona la planta a condiciones asociadas a estos. Entre las limitantes se encuentran:

  • Precipitación irregular.
  • Temperaturas extremas.
  • Periodos cortos para el desarrollo óptimo de especies agrícolas.
  • Suelos con restricciones físicas y químicas.
  • Baja inversión en los procesos productivos.
  • Tecnología, manejo y especies, con baja productividad.

Los objetivos de las técnicas sustentables propuestas son la reducción de costos en 25%, el aumento de la rentabilidad en 35% y la reducción del trabajo en 60%.

Los pilares para el aprovechamiento sustentable del agua y la conservación del suelo son:

  • Curvas de nivel.
  • Rotura vertical (corrección de la compactación).
  • Agricultura de Conservación (residuos sobre la superficie, rotación de cultivos y mínimo movimiento de suelo).
  • Labranza en banda (movimiento vertical de suelo sobre la línea de siembra).

Las siguientes son propuestas de intervención que complementan a estos pilares.

I. Manejo Agroecológico de Plagas

  • Feromonas para el control de plagas.
  • Monitoreo de plagas en campo (determinación del umbral económico).
  • Tratamientos de semillas (uso de micorrizas y Azospirillum en maíz y sorgo, y de Trichoderma en frijol y garbanzo).
  • Uso de la biodiversidad funcional (enemigos naturales).

II. Manejo Integrado de Malezas

  • Uso de herbicidas preemergentes.
  • Identificación y monitoreo de malezas en campo.
  • Control mecánico.
  • Control químico (calibración de equipo de aspersión, boquilla apropiada, acondicionamiento del agua, dosis correcta y etapa adecuada del cultivo, entre otros aspectos).

III. Fertilidad de suelos (física, química y biológica)

  • Recomendación de mezclas y fuentes con base en análisis de suelo y meta de rendimiento.
  • Abonos orgánicos como fuente de nutrientes (compostas, estiércoles, lixiviados y abonos orgánicos fermentados).
  • Aplicación del fertilizante en momentos adecuados (con uso de las curvas de demanda de los cultivos).
  • Biofertilizantes como fuente de nutrientes.
  • Enmiendas de suelo.
  • Forma de aplicación del fertilizante para optimizar su efectividad: foliar y enterrado manual, mecánico y con yunta.

IV. Semillas mejoradas

  • Mejoramiento de criollos.
  • Variedades adecuadas mejoradas (incluye maíz de polinización abierta [OPV]).

V. Manejo poscosecha

  • Almacenamiento hermético (bolsas, silos o contenedores plásticos).
  • Desgranadora eficiente.
  • Secado del grano.
  • Polvos inertes: cal micronizada, tierras diatomeas y silicio.
  • Uso de feromonas sexuales (control en campo y en almacenamiento).

VI. Obras de conservación de suelo y agua

  • Presas filtrantes.
  • Barreras vivas.
  • Diques, contreo o pileteo.

 

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CIMMYT-INIFAP, una colaboración permanente para lograr el bienestar de los productores mexicanos

En la investigación para el sector agroalimentario los esfuerzos y desafíos son permanentes, por eso se intenta lograr objetivos de enorme alcance en beneficio del campo mexicano y sus agricultores, para asegurar la productividad y la sustentabilidad de los sistemas agroalimentarios hacia el 2030. Para el CIMMYT, el INIFAP es un gran aliado para lograr este cometido.
Por: Hugo Castellano y Francisco Alarcón, Divulgación CIMMYT.

Texcoco, Edo. Méx.- Lograr una Agricultura Sustentable que genere beneficios para los productores y el campo mexicano a través de la investigación y de una labor científica de excelencia, incluyente y con la visión para innovar los sistemas agroalimentarios es un esfuerzo que difícilmente puede realizarse de manera aislada.

Para lograr esta tarea, las alianzas estratégicas son esenciales. Tal es el caso de la colaboración extendida y consolidada a lo largo de más de 40 años entre el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), que con diversas acciones han logrado fortalecer e impulsar el desarrollo y la difusión de prácticas agrícolas sustentables en distintas regiones de México, para aumentar la productividad y contribuir a la conservación del ambiente.

La capacitación y el soporte de conocimiento están disponibles y son accesibles para técnicos y productores a través de las plataformas de investigación y los sitios experimentales ubicados en estados como Oaxaca, Chiapas, Guanajuato, Morelos, Estado de México, Guerrero y San Luis Potosí, entre otros. Estos espacios promueven la vinculación de los productores con la ciencia a través de más de 250 convenios firmados, donde las misiones del CIMMYT y el INIFAP convergen y han sido el sello de una tarea orientada a generar bienestar para miles de productores agrícolas.

Desde el inicio de MasAgro, el INIFAP es la institución que mayor colaboración ha brindado, convirtiéndose en un genuino aliado para llevar la ciencia y la innovación a manos de los productores como un apoyo fundamental para el establecimiento de parcelas demostrativas y áreas de extensión, que se sustentan en una infraestructura sólida de investigación y tecnología.

El INIFAP ha desarrollado una amplia oferta tecnológica y una infraestructura de investigación en maíz, trigo, frijol, soya, sorgo y otros cultivos que, gracias a la red de mas de 150 instituciones y organizaciones que colaboran en MasAgro, llegan a manos de los productores directamente en campo. En el Bajío esta colaboración ha permitido impulsar el trabajo con variedades de frijol para promover la rotación de cultivos. En Valles Altos se impulsa el intercambio de materiales de producción, conservación de suelos y biodiversidad; por ejemplo, algunos proyectos en esta última área, realizados a través del Centro Nacional de Recursos Genéticos del INIFAP, han incluido colectas de maíz, trigo y otras especies de interés para impulsar los impactos de MasAgro.

Esta colaboración ha desarrollado en los últimos años 15 nuevas variedades mejoradas de trigo y 64 nuevos híbridos de maíz adaptados a los ambientes de producción en México. También se han generado 64 nuevas variedades de maíz híbrido: 31 para las regiones tropicales, 15 para las subtropicales y 18 para los Valles Altos, así como 15 nuevas variedades comerciales de trigo adaptadas a las condiciones del Bajío y el noroeste de México, liberadas por el INIFAP.

Un claro ejemplo del impacto que esta colaboración ha tenido a través de la capacitación del programa MasAgro en miles de productores son las actividades de investigación participativa que impulsan el desarrollo de capacidades en técnicos y productores por medio del Curso-Taller de Especialización en el Manejo Agroecológico de Plagas, desarrollado en conjunto por especialistas de ambas instituciones para lograr sistemas de producción más sustentables reduciendo la aplicación de plaguicidas.

La colaboración entre el CIMMYT y el INIFAP permitirá impulsar la participación de más productores de maíz, trigo y cultivos asociados en la adopción de prácticas orientadas al incremento de los rendimientos de forma sustentable y con semillas de maíz y de trigo generadas a partir de métodos de selección convencional en una red de ensayos en los que han participado pequeñas y medianas compañías mexicanas.

Se puede considerar a esta alianza como una visión común, con un aporte de gran significación para el rescate del campo mexicano con ciencia e innovación. La labor del CIMMYT en los más de 50 países donde trabaja genera impactos que no serían posibles sin el aporte en investigación de los colaboradores locales y nacionales, para la mejora en productividad e innovación sustentable que da soluciones a temas sensibles, como el cambio climático y sus impactos en la agricultura. El resultado de esta colaboración son datos e información que empoderan al productor para que pueda tomar las mejores decisiones, adoptar prácticas que le permitirán hacer frente a los retos del sector agroalimentario y contribuir a cultivar la agricultura del futuro.

Esta colaboración interinstitucional ha marcado un camino y es un ejemplo sostenido en el tiempo, con los productores agrícolas como testigos centrales, de los beneficios e impactos que permitirán a México asegurar la productividad, la innovación de los sistemas agroalimentarios y la seguridad alimentaria hacia el 2030 y 2050.

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Información e innovación para fortalecer las organizaciones agrícolas, desde el almacenamiento hasta la comercialización

El proyecto representa una oportunidad para fortalecer las organizaciones agrícolas y generar un mayor beneficio para los socios y los actores vinculados a la cadena de valor, principalmente en la comercialización.
Por: Hugo Castellano, Divulgación CIMMYT.

Tepexco, Pue.– Para lograr el bienestar de los productores mexicanos, es necesario realizar acciones orientadas a fortalecer sus capacidades, para brindar herramientas que les permitan hacer frente a los retos del sector agroalimentario. Estas acciones las realizan el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), el Banco Mundial y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), quienes impulsan el proyecto Almacenamiento de Granos y Servicios de Información para la Competitividad Agrícola.

Este proyecto favorece el desarrollo de capacidades en pequeños productores, para que logren el diseño y la implementación de modelos de negocio que les permitan instalar, operar y gestionar centros de acopio. Esto representa un valor agregado para la producción maíz, con prácticas poscosecha que aseguran la conservación de la calidad en los granos almacenados y mejores precios de venta.

Amado Lozano Morales es colaborador del CIMMYT en el proyecto, y su labor se desarrolla con dos organizaciones de productores: Rancho Viejo de Tepexco SPR, ubicada en el municipio de Tepexco Puebla y la Asociación Agrícola Local de Productores de Hortalizas del Municipio de Pánuco A.C., ubicada Reventadero, Pánuco, Veracruz. “Encontramos que los agricultores se preocupan mucho por la producción de grano y un poco menos por el aspecto de la comercialización, las organizaciones involucradas en estos proyectos, han dado ese paso, involucrarse en la comercialización para generar mayores ingresos. El programa que desarrolla el CIMMYT —junto con la SADER, el Banco Mundial, el IICA y la FAO— busca fortalecer a los productores en un esquema que los ayude a desarrollar capacidades para mejorar sus procesos durante la etapa comercial. El proyecto representa una oportunidad para fortalecer las organizaciones agrícolas y generar un mayor beneficio para los socios y los actores vinculados a la cadena de valor, principalmente en la comercialización”, destaca el asesor técnico.

Gracias al acompañamiento técnico recibido a lo largo de cuatro meses, las organizaciones detectaron algunas deficiencias en infraestructura —de orden organizativo, comercial y legal—, por lo cual integraron acciones para diseñar e implementar un plan de negocios para convertir estas deficiencias en oportunidades.

“La organización ubicada en Puebla, Rancho Viejo de Tepexco SPR de RI enfrenta un gran problema: no hay un centro de acopio en la región. Mientras que la organización de Veracruz (Asociación Agrícola Local de Productores de Hortalizas Chiles Cebolla y Tomate, Granos Básicos Sorgo, Frijol y Maíz, y Oleaginosas Soya, Algodón del Municipio de Pánuco Estado de Veracruz A.C.), sí cuenta con infraestructura para comercializar, pero la infraestructura y equipo presenta algunas deficiencias para el proceso de almacenamiento del grano demeritando la calidad del mismo y generando pérdidas”, explica Lozano.

La venta de la producción a granel plantea un problema para muchas de las  organizaciones de productores, pues se encuentran en la misma situación que la de Puebla, que no cuenta con un centro de acopio en la localidad, lo que representa incremento de gastos en fletes. En ese sentido, la implementación de un modelo de negocios innovador, como el que se ha logrado a través del acompañamiento del proyecto, permite una reducción de costos e, incluso, el acceso a nuevos mercados que generan una mejora económica integral, tanto para los socios como para los productores que están en la región. Y, sobre todo, impulsa el valor de las prácticas sustentables para la conservación de granos, como las innovaciones poscosecha que el CIMMYT promueve.

En el caso concreto de Veracruz, gracias a la vinculación de los miembros de la organización con el proyecto, han logrado mejorar las deficiencias existentes en su infraestructura para evitar pérdidas durante el almacenamiento de granos con prácticas sustentables. Esto deriva en mejorar los canales de comercialización, ya que, al conservar la calidad del grano, se incrementa su valor.

Conocer las demandas del mercado es otro aspecto valioso para productores, socios y organizaciones, pues logran una visión integral de la producción agrícola. Un buen almacenamiento mejora los procesos de comercialización y el precio, porque se cuida la calidad del producto cosechado.

En los casos de Rancho Viejo de Tepexco SPR de RI y Asociación Agrícola de Pánuco A.C., Lozano Morales comenta que hay una disposición abierta al cambio por parte de las organizaciones, porque esto representa una mejora en las instalaciones y en los canales para poder comercializar. Con una labor ordenada se pueden detonar mejoras integrales de productividad y mercantilización que generan un impacto positivo económico en productores, socios y otros actores vinculados a la comercialización.

Es un esquema de vinculación a mercados, una oportunidad de hacer sinergia con la ciencia, el conocimiento y la información para lograr beneficios concretos que impacten a todos los actores involucrados y para conseguir el fortalecimiento de los productores y de la economía de sus familias, lo que se proyecta también en el desarrollo de sus comunidades.

Lozano Morales no es sólo un colaborador con experiencia, sino un profesional motivado que busca contribuir al desarrollo de productores y organizaciones en el campo mexicano para lograr beneficios integrales. Su historia y la de las organizaciones que han trabajado con él dentro del proyecto Almacenamiento de Granos y Servicios de Información para la Competitividad Agrícola inspiran a otros a trabajar en conjunto y beneficiar a los productores, mejorando sus capacidades comerciales integrales. Así se crea un círculo virtuoso de esfuerzos, ciencia, innovación y labor permanente.