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Una parcela innovadora, una vida de aprendizajes

“La escuela no era para las niñas, solo los hombres estudiaban, los que podían. Pero yo siempre fui feliz en la parcela, allá me siento tranquila, feliz, en paz”, relató la señora María Estela Zúñiga —productora de Loma de Ancón, en Salamanca, Guanajuato— durante una visita a su parcela por parte de la doctora Sieglinde Snapp —directora del Programa de Sistemas Agroalimentarios (SAS, por sus siglas en inglés) del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— y diversos representantes de organizaciones del sector agrícola de Guanajuato. 

Doña Estela creció acompañando a su padre a la parcela, de él aprendió mucho y, apenas pudo, ayudó con diversas actividades, incluyendo arriar la yunta. “Cuando mi papá murió, me dejó los derechos de la parcela a mí y no a mis hermanos porque yo siempre lo acompañé en las actividades del campo”, continuó relatando la agricultora al pie de su parcela. 

Actualmente la parcela de doña Estela es una de las áreas de extensión de MasAgro Guanajuato —programa de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—, es decir, una parcela donde gracias a un acompañamiento técnico permanente que reciben los productores por parte de los técnicos de MasAgro Guanajuato se han implementado prácticas sustentables previamente validadas por investigadores. 

“Cuando vino el ingeniero de MasAgro y me propuso hacer curvas a nivel en mi parcela para mejorar el suelo y retener el agua de lluvia, la verdad sí me dio miedo porque eso no se había visto por acá y mi parcela está a lado del camino donde todos pasan, así que si salía mal pues todos se burlarían de mí, pero me animé y le hice caso. Hicimos las curvas a nivel, dejamos el rastrojo sobre el suelo y metimos el cincel en los fondos de los surcos, Cosechando agua le dicen los ingenieros,  y mi sorgo fue una chulada desde un principio, parecía de riego”, comenta doña Estela. 

Antes yo producía seis toneladas y este año logré nueve toneladas. Al ver tan chula mi parcela yo iba a verla hasta dos veces al día, no me importaba caminar con tal de llenarme los ojos con ella.  También aprendí a eliminar el estrés de mis cultivos mediante la recolección de agua, y eso también es un `desestrés´ para mí pues me da mucho gusto cada vez que visito mi parcela y como ahora mucha gente está visitándola, me hace sentir muy contenta”. 

“Antes yo le preguntaba a mi vecino que cómo le hacía para producir mucho y nunca me quiso decir. Ahora es a mí a quien me preguntan «¿pues qué hiciste en tu parcela?» y yo sí les digo: curvas a nivel para que el agua de lluvia no se vaya de mi parcela. Me siento muy contenta con los resultados que hemos logrado y más contenta porque mi vecino, el que no me decía cómo hacerle, me dijo que mi parcela y mi rendimiento había sido mejor que el de él”. 

De este modo, y directamente de la voz de sus protagonistas, la doctora Sieglinde Snapp y los representantes de organizaciones públicas y privadas que le acompañaron atestiguaron cómo a través de los proyectos que impulsa el CIMMYT en la entidad y a nivel global —como con la iniciativa Excelencia en Agronomía (Excellence in Agronomy) del CGIAR, del que la señora María Estela es un caso de éxito—, y a través del Hub Bajío y sus colaboradores, cada día se abren más puertas para trabajar de forma conjunta por un campo más sustentable que impacte positivamente entre las agricultoras y los agricultores. #ExcellenceInAgronomy #ExcelenciaEnAgronomía

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Guanajuato, hacia un campo sustentable y de alta productividad

Guanajuato.- Guanajuato es un estado estratégico para el sector agrícola nacional: es el principal productor de cebada —con 32.5% del total nacional—, el segundo principal productor de trigo y sorgo, y también destaca en la producción de agave, fresa, diversas hortalizas, garbanzo y maíz —Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), 2020—

A pesar de su relevancia en el panorama agropecuario nacional, el campo guanajuatense tiene muchos retos en la actualidad. Entre los principales problemas que los productores de Guanajuato —y del país en general— enfrentan están los altos costos de insumos y servicios, la dificultad para comercialización debido a precios bajos, la falta de capacitación y asistencia técnica, así como la pérdida de fertilidad del suelo —Encuesta Nacional Agropecuaria 2019 (ENA, 2019)—.

La Agricultura de Conservación es un sistema de producción sustentable que permite reducir costos de producción y mejorar la calidad y fertilidad del suelo, por lo que su difusión e implementación, señalan organizaciones como la FAO, es una vía para construir sistemas agroalimentarios más sólidos, ambientalmente sustentables y rentables. Es decir, que la amplia adopción de este sistema puede contribuir a solucionar diversas problemáticas del campo en Guanajuato. 

El programa MasAgro Guanajuato se encamina precisamente en esa vía y promueve la Agricultura de Conservación y el desarrollo de capacidades para un campo sustentable y rentable en la entidad. Es impulsado por la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR), cuenta con el soporte científico del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT). A la fecha, articula los esfuerzos de más de 110 actores de los sectores público —incluyendo la participación de 21 gobiernos municipales—, privado, social y académico. 

Desde 2013 que el programa inició operaciones ha ido ampliando tanto su red de colaboradores como la superficie impactada con prácticas de Agricultura Sustentable —mismas que son validadas en siete plataformas de investigación en todo el estado  y difundidas a los productores a través de diversos mecanismos—, contribuyendo así a que actualmente en el estado se realice Agricultura de Conservación en 19% de la superficie dedicada a la agricultura a cielo abierto —ubicándose por arriba del promedio nacional que es de 16% (ENA 2019)—. 

Gracias a la articulación de esfuerzos que hace posible MasAgro Guanajuato, alrededor de 145 mil hectáreas en el estado implementaron alguna innovación sustentable durante 2020. De entre las innovaciones sustentables destacan las que constituyen la estrategia de fertilidad integral que ha permitido mapear más de 100 mil hectáreas agrícolas para ayudar a mejorar la eficiencia en el uso de fertilizantes, disminuir costos de producción e incrementar los rendimientos. 

También destaca la vinculación con la agroindustria con la que se han implementado diversos proyectos de abastecimiento responsable y Agricultura Sustentable. Estas iniciativas abren las opciones de venta de los productores guanajuatenses, dándole valor a la producción sustentable y, además de abrir nuevas oportunidades comerciales, han permitido disminuir significativamente las quemas agrícolas, así como el volumen de agua aplicado en las parcelas de los productores participantes. 

La red de innovación de MasAgro Guanajuato es amplia. El esfuerzo de cada integrante es por sí mismo una historia de éxito que merece ser reconocida y contada. Le invitamos a conocer estas historias a través de @masagro.guanajuato.

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Sorgo, una buena opción para forraje

Loreto, Zac.- Las condiciones climáticas en 2019 fueron bastante adversas para Zacatecas, registrándose apenas 214.7 milímetros de lluvia en el ciclo agrícola primavera-verano. En comparación con otros años, se registró un déficit de lluvia de 83% en el periodo en que se esperaba la mayor precipitación (Conagua, 2019).

Frente a esta situación que lamentablemente se volverá más recurrente debido a los efectos del cambio climático, los productores buscan alternativas para continuar con sus actividades. En la comunidad La Victoria, municipio de Loreto, Zacatecas, la producción de forraje es de particular interés para los agricultores, debido a la importancia económica de la ganadería en la entidad.

El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y sus colaboradores en la entidad buscan soluciones a las situaciones más apremiantes para los productores, por lo que se estableció un módulo o parcela demostrativa (en el sitio denominado “el Cuije”), donde se evaluaron algunas opciones forrajeras para temporal, específicamente sorgo dulce (las variedades pampa karamelo y caña dulce) y maíz (la variedad B2402).

El sorgo es un cultivo que requiere menos agua que el maíz (pertenece a la familia de las gramíneas y se adapta bien a zonas áridas o semiáridas), por eso tiene potencial como una planta forrajera que se puede cultivar en la región del altiplano semiárido de Zacatecas. Además, su valor nutricional es igual o ligeramente superior al del maíz, y tiene una respuesta productiva superior (Osuna y Martínez, 2017).

Los resultados indican que —para las condiciones específicas del módulo— el sorgo tuvo un rendimiento 4.3 veces mayor que el maíz, y dentro del sorgo hubo diferencias notables entre las variedades: pampa karamelo fue 2.5 veces superior a caña dulce. También, el sorgo presentó mayor eficiencia que el maíz en el uso de agua de lluvia, por lo que se puede concluir que las condiciones climáticas en Valle de Loreto son apropiadas para su desarrollo y cultivo con fines forrajeros.

 

Fuentes:

  • Conagua. (2019). Sistema hidrometeorológico. Guadalupe, Zacatecas.
  • Osuna-Ceja, E. S. y Martínez-Gamiño, M. A. (2017). Rendimiento y calidad de forraje de maíz y sorgo de temporal a cuatro y seis hileras en Aguascalientes, México. Revista Mexicana de Ciencias Agrícolas, 8(6), 1259-1272.
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Plataformas de investigación, fundamentales para la agricultura en el norte de México

La plataforma de investigación Salvador Alvarado, en Sinaloa, tiene como finalidad generar conocimientos en cultivos de maíz, sorgo y ajonjolí (particularmente para el sistema de temporal) y está abierta para que los productores se acerquen a conocer técnicas de siembra y manejo agronómico viables, recomendables y ya evaluadas.

Durante un recorrido a esta plataforma, al que acudieron productores de la región del Évora y autoridades fitosanitarias locales, Benjamín López —analista de agronegocios del Hub Pacífico Norte, del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— explicó que se han realizado ensayos importantes para evaluar tanto prácticas convencionales como innovaciones sustentables (camas permanentes con Agricultura de Conservación) y un sistema flexible, aplicando microorganismos benéficos.

El analista comentó que —de la mano del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP)— se han evaluado algunas variedades de garbanzo, además de variedades de maíz que pudieran ser aptas para establecerse en condiciones de temporal.

Por su parte, Jorge Luis Arredondo Sandoval —secretario y asesor técnico del Club de Agricultores de Conservación de la Región del Évora— pidió a los dirigentes campesinos invitar a los productores de la zona para que aprovechen el conocimiento generado en la plataforma de investigación y adopten prácticas sustentables que, además de disminuir el impacto en el medioambiente, les permitan aumentar la rentabilidad de su actividad agrícola.

Al respecto, el dirigente de la Junta Local de Sanidad Vegetal del Valle del Évora, Mario Urías, dijo que “con la tecnología y el protocolo que maneja el CIMMYT, que ha dado resultados muy serios, el productor sabrá tomar decisiones; también hay que aprovechar las semillas mejoradas”. Invitó a los asistentes a aprovechar las herramientas y maquinarias que el Gobierno de Sinaloa y la Fundación Produce Sinaloa han puesto a disposición de los productores a través de puntos de maquinaria.

Finalmente, Urías indicó que gracias al cambio de paradigma de los productores y el trabajo conjunto para impulsar una Agricultura Sustentable se ha logrado impactar positivamente en alrededor de 30,000 hectáreas en la zona, teniendo potencial para impactar ―con plataformas de investigación como la de Salvador Alvarado― en 100,000 hectáreas de riego y 70,000 de temporal.

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Nuevos aprendizajes para cultivar cebada

Como parte de las actividades del proyecto Cultivando un México Mejor —que impulsan HEINEKEN México y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—, se realizaron cursos de capacitación para productores de cebada de Guanajuato y Querétaro con la temática ‘Acondicionamiento de parcelas para la producción de cebada en Agricultura de Conservación y variedades de cebada’.

Este proyecto promueve el valor de la producción sostenible de cebada y el uso eficiente del agua. Para cumplir el objetivo, es determinante que los productores que siembran el grano y abastecen a esta compañía cervecera estén capacitados en técnicas innovadoras que contribuyan a generar sistemas de producción más sostenibles y rentables, teniendo como base la adopción de la Agricultura de Conservación, que garantiza el uso eficiente del agua.

El pasado 22 de noviembre iniciaron los cursos de capacitación en el ejido de Casas Blancas, en la parcela de la productora María Eugenia Rico. Ahí los productores participantes aprendieron sobre manejo de rastrojos para implementar Agricultura de Conservación en cebada, acondicionamiento de parcela, alternativas de control de rebrote de sorgo, acondicionamiento de agua (tratamiento para que tenga la calidad adecuada para el riego) y reformación de camas.

Este curso se replicó el 27 de noviembre en la comunidad Finca Valle de San Juan, Querétaro, en la parcela del productor Víctor David Gervacio. Y se abordaron temas como arreglos de siembra, variedades de cebada, densidad de siembra, inoculación de semilla y arreglos topológicos, entre otros.

El equipo técnico de HEINEKEN México, representado por Federico Chavarín y Zeferino Fernández, explicó a los productores el portafolio de variedades de cebada que se promueven para la zona del Bajío (como brennus, meztli, esperanza y prunella). Estas variedades permiten cumplir con los parámetros de calidad maltera, tienen mayor resistencia a condiciones de sequía prolongada y —en general— permiten obtener mayores rendimientos.

Otra de las innovaciones que el proyecto promueve es la siembra de cebada en doble y triple hilera, ya que este arreglo permite usar menos agua, semillas y agroquímicos, y presenta menor susceptibilidad al acame (doblez o inclinación que sufren los tallos de la cebada), menos incidencia de enfermedades, grano de mejor calidad (tamaño y peso) y una mayor rentabilidad económica. Cabe mencionar que los productores que realizan estas prácticas son mejor calificados como proveedores de cebada.

El 28 de noviembre la capacitación se realizó en la comunidad de Cerro Gordo, del municipio de Valle de Santiago, en la parcela del productor Manuel Lara, y el 29 de noviembre se impartió en la parcela del productor Lorenzo Raya, en el municipio de Abasolo.

Las capacitaciones estuvieron a cargo del equipo técnico del CIMMYT, integrado por Sinué Pérez Castillo, Bartolo González Torres, Fernando Fernández Duarte y Alonso Torres, quienes agradecen a todas las organizaciones y personas que hacen posible el proyecto Cultivando un México Mejor, que —ante el panorama hacia el año 2030, donde el agua será un recurso aún más limitado— brinda esperanzas para lograr, en este nuevo año y en los subsecuentes, importantes avances en la materia.

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Girasol, el cultivo que va bien y promete

Ocotlán, Jal.- En la región Ciénega de Jalisco alrededor de 90% de la superficie agrícola de temporal se siembra con maíz; 8%, con sorgo; y el resto, con otros cultivos (SIAP, 2019). Si bien las condiciones agroecológicas son propicias para la producción de cereales, las grandes extensiones dedicadas al monocultivo pueden presentar (y representar) problemas a largo plazo: pérdida de la biodiversidad y la fertilidad de suelo; mayor susceptibilidad de los cultivos a las plagas, enfermedades y malezas; y, por lo tanto, mayor consumo de agroquímicos con efectos negativos en la salud y el ambiente.

Una medida para prevenir estas consecuencias negativas es la rotación de cultivos, práctica sustentable que, por sus amplios beneficios, constituye uno de los principios de la Agricultura de Conservación. La rotación de cultivos mejora el balance de nutrientes y permite aumentar la materia orgánica en los suelos; ayuda a aprovechar mejor el agua; y tiene un efecto regulatorio sobre las poblaciones de plagas, malezas y enfermedades.

El girasol (Helianthus annuus) representa una buena opción para la rotación. Al ser un cultivo de ciclo corto, tiene buena respuesta a condiciones limitadas de lluvias y mayor tolerancia a la sequía que los cultivos básicos. Además de que puede usarse como forraje en la alimentación animal, es muy apreciado por la industria aceitera y tiene gran potencial, ya que actualmente la producción nacional solo satisface alrededor de 15% de los requerimientos del país (Gómez et al., 2013).

Durante el ciclo primavera-verano 2019, en la plataforma de investigación Ocotlán —donde colaboran Xochicentli y el Hub Bajío, del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—, se evalúo el girasol como cultivo alternativo para rotación en condiciones de temporal, obteniendo buenos resultados. El rendimiento promedio fue de 3.4 toneladas por hectárea (con un costo de producción de $9,000 por hectárea), alcanzando una relación beneficio-costo de 1.22. En otras palabras, se trata de un cultivo rentable.

Si bien estos son los resultados de un primer ciclo (debiéndose evaluar aún durante más ciclos agrícolas), el girasol se perfila como una buena opción para la región Ciénega de Jalisco. Esta especie, además de los beneficios para la rentabilidad de las parcelas, ayuda también a mantener la biodiversidad: al producir grandes cantidades de néctar, atrae a numerosos polinizadores, como las abejas.

Este estudio es parte de la campaña #CultivosSustentablesBajío, la cual promueve una agricultura diferente, social y ambientalmente responsable. La campaña contempla diversos eventos demostrativos y recorridos en campo para mostrar las prácticas e innovaciones sustentables que promueven el Hub Bajío —del CIMMYT— y sus colaboradores en los estados de Michoacán, Jalisco y Querétaro. ¡Súmate!

 

Referencias:

Gómez, R., Hernández, M., Gómez, R., Martínez, E., Zarazúa, M. A. y Ramos, F. (2013). Tecnología para la producción de girasol en el estado de Hidalgo. Folleto Técnico, 5. INIFAP.

SAGARPA. Oleaginosas (canola, cártamo, girasol y soya) mexicanas. Planeación agrícola nacional 2017-2030.

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Alumnos de bachillerato buscan elevar la productividad del campo

En un contexto en el que se necesita producir más con menos recursos, “todos somos un solo equipo: alumnos, productores, profesores, instituciones y autoridades de Gobierno”, declaró Flor de María Rubio —directora del Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario (CBTA) no. 137— durante el 3er Foro de Agricultura Sustentable, realizado en Tepechitlán, Zacatecas.

Durante el foro se presentaron los avances de una vitrina de maíces híbridos (13 materiales disponibles en el mercado) bajo condiciones de temporal y cultivos de mijo, sorgo y girasol que alumnos del CBTA no. 137 ayudaron a establecer para brindar a los productores de la zona opciones para elevar la productividad y la sustentabilidad de sus parcelas.

La elección de las variedades de maíz adecuadas es importante porque las semillas no tienen el mismo desarrollo y rendimiento en todos los lugares. Las condiciones agroclimáticas influyen mucho en este aspecto. Por esta razón, el establecimiento de vitrinas agronómicas o parcelas demostrativas es fundamental, pues permite obtener información relevante sobre los materiales sembrados (además de hacer posible observarlos directamente).

Los cultivos alternativos se establecieron porque, además de la elección del material (semillas) adecuado según los objetivos de cada productor, es fundamental que se realice rotación de cultivos. Esta práctica no solo brinda beneficios a la ganadería (por ampliar el menú de forrajes) e incrementa las posibilidades de comercialización, sino que mejora la calidad de los suelos y disminuye la incidencia de plagas.

Será en enero del siguiente año cuando se presenten los resultados completos de las vitrinas (con la información sobre aspectos de la pizca, el almacenamiento y el molido, que aún no se realizan). Se sabrá entonces cuál fue el rendimiento de cada una de las variedades sembradas (P3057W, SBA-470, Canguro, SBA-404, Winner 16 y 02, Winner Golden Max, MS154Y, B2402, SB-309, B-3650, ST10W, B3706 y Puma).

Como enfatizó la directora Flor de María Rubio, la participación conjunta multiplica los esfuerzos; por eso es relevante la asistencia de representantes de diversas organizaciones que suman esfuerzos a través del programa MasAgro —de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—, como Guillermo Libreros, de la SADER; Ricardo Sánchez, del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP); Julio César González, del CIMMYT; y representantes de la Secretaría del Campo (Secampo) de Zacatecas, del Gobierno local y de algunas empresas de insumos y equipos.

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Un amplio menú de forrajes

En el marco de la vinculación entre el Ayuntamiento de Tulancingo, el Centro de Innovación y Desarrollo Tecnológico (CIDT) —de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario (Sedagroh) de Hidalgo— y el programa MasAgro —de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—, se realizó un evento demostrativo para presentar a los productores locales cultivos alternativos y prácticas sustentables de utilidad para ellos.

En la zona el maíz es el cultivo predominante y se destina para la alimentación del ganado bovino productor de leche, aunque ha tenido bajos rendimientos debido al mal temporal, la insuficiente asesoría técnica y la prevalencia de prácticas convencionales inadecuadas. Por esto, se presentaron los resultados de tres cultivos establecidos previamente: triticale, cebada y sorgo, que son alternativas para la alimentación del ganado.

El triticale es un cereal híbrido producto de la cruza entre el trigo y el centeno, y su nombre es una mezcla de los géneros de los que procede: Triticum (trigo) y Secale (centeno). Su calidad nutritiva es similar a la del trigo y se desarrolla bien en suelos pobres. Además, es tolerante a las bajas temperaturas y, por su capacidad de rebrote luego del pastoreo, es una excelente opción para los animales.

A la cebada se le conoce principalmente por ser un insumo básico en la elaboración de cerveza, pero también es una buena alternativa como forraje, pues su cáscara es un producto que induce la lactancia debido a sus altos niveles de proteína y fibra (por lo que se recomienda suministrarlo solo cuando el ganado tiene deficiencias proteicas).

Por su parte, el sorgo es una especie de rápido crecimiento tolerante a la sequía. En México prácticamente la totalidad de su producción es destinada al consumo animal. De hecho, existe una confusión cuando se habla de «sorgo forrajero» y «sorgo grano». Se trata de la misma planta, y el «sorgo grano» es considerado también un producto forrajero. La diferencia radica en que el «sorgo forrajero» hace referencia a que se utiliza toda la planta en la alimentación del ganado.

Estas tres plantas amplían el menú de forrajes en la región. Además, su cultivo bajo el sistema de Agricultura de Conservación permite tener mayores rendimientos y reducir los costos de producción. Durante el evento demostrativo se expusieron las ventajas de implementar innovaciones agrícolas (como el diseño de siembra a doble hilera) para hacer más rentables los sistemas de producción.

Los productores que asistieron (provenientes de las localidades de San Rafael, Santa Rosa, Santa Ana Hueytlalpan, Ejido Tulancingo, San Nicolás Cebolletas y Zapotlán de Allende) —junto con autoridades locales, técnicos y proveedores de maquinaria e insumos— recorrieron las parcelas demostrativas y, mediante la explicación de los ingenieros María Antonieta Morgado y Jaime Ortega —colaboradora de MasAgro y responsable del CIDT, respectivamente—, conocieron los detalles de los cultivos establecidos.

Cabe destacar que, a pesar de las condiciones climáticas desfavorables (falta de lluvias) que impidieron que los cultivos tuvieran el desarrollo óptimo esperado, las parcelas de triticale, cebada y sorgo establecidas con Agricultura de Conservación tuvieron mejores rendimientos que las cultivadas con labranza convencional.

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Mijo, una perla de las zonas áridas

Se domesticó hace 4,500 años en los valles de lo que hoy es la República de Malí, África, y puede crecer en zonas áridas donde no prosperan otros cultivos; por su potencial de rendimiento en condiciones de sequía y calor, su cultivo se ha extendido a varias zonas del mundo. Se trata del mijo perla (Pennisetum glaucum), una gramínea que en México aún es poco conocida. Las experiencias que se tienen son —como en otras partes del mundo— en la producción de forrajes, sobre todo en zonas con limitada retención de agua, pues se adapta bien a condiciones extremas de temperatura y a suelos ácidos y poco fértiles con escasa retención de agua.

En general, las estadísticas internacionales que existen sobre el mijo son escasas. En México son pocos los estudios sobre este cultivo (por ejemplo, los de Hernández et al., 2006, y Flores et al., 2018). Por esto, y porque muchos productores en el norte de Guanajuato realizan tanto actividades ganaderas como agrícolas, se desarrolló un experimento para buscar opciones de cultivo que permitan ampliar la oferta de especies forrajeras y dar a conocer entre los productores el potencial de rendimiento del mijo perla.

En el rancho El Morquecho, en el municipio de Ocampo, Guanajuato, se encuentra la plataforma de investigación Ocampo, en la que colaboran el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT). Allí, recientemente se evaluó maíz (dos variedades), mijo perla y avena de la variedad turquesa (el cultivo más común en la zona).

Para realizar el análisis se observaron y registraron diversos aspectos, desde la siembra hasta la cosecha (humedad, tipo de siembra, cobertura del suelo, arreglo de las parcelas, densidad de la siembra, etapa del grano al momento de la cosecha, etcétera). Se tomaron 10 muestras representativas de cada cultivo y se midieron variables como rendimiento, altura de planta, altura de mazorca y altura de panícula.

Los resultados indican que las dos variedades de maíz (en materia verde y peso seco) tuvieron un rendimiento superior al del mijo perla (en 23.35% y 50.94%, respectivamente) (gráfica 1). Sin embargo, el mijo perla se perfila como una buena alternativa para la producción de forraje verde, superando en 20.53% el rendimiento de la avena turquesa y en 39.01% el de la avena en la región Mesa Central (Altiplano Central), que en los últimos cinco años fue de 9.21 t/ha, de acuerdo con el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).

En suma, los resultados del experimento muestran que tanto el maíz como el mijo perla obtienen mayores rendimientos que la avena turquesa. El mijo perla, al usar eficientemente el agua, ser tolerante a la sequía y la salinidad y tener un ciclo más corto que el maíz, es una opción viable para la producción de forraje en la región. Además, el grano y el forraje tienen un valor nutritivo similar al del maíz, que es adecuado para elaborar tortillas y tamales o como componente de alimentos concentrados para aves y otros animales de corral.

Gráfica 1. Rendimiento de forraje en verde y en materia seca de diferentes especies forrajeras. Plataforma de investigación Ocampo, PV 2017.
Gráfica 1. Rendimiento de forraje en verde y en materia seca de diferentes especies forrajeras. Plataforma de investigación Ocampo, PV 2017.

 

Fuentes:

Flores, H., Santana, S., Rosales, R., Jiménez, R. y Domínguez, P. A. (2018). Alternativa de producción de forraje en Durango: uso del mijo perla (Pennisetum glaucum). Desplegable para productores, 113. Durango, México: Centro de Investigación Regional Norte Centro-Campo Experimental Valle del Guadiana.

Hernández, J. A., Zavala, F., Martínez, M. A., Jasso, C., Ventura, E. y Duran, K. (2006). Potencial de producción del mijo perla en San Luis Potosí. Desplegable para productores, 29. SAGARPA-INIFAP-Cirne. Campo Experimental San Luis.

Olivares, H. S. (1994). Estudio químico y anatómico de dos variedades de mijo perla (Pennisetum americanum L.) en tres etapas de desarrollo bajo dos condiciones de fertilización y riego (Tesis de maestría). Universidad Autónoma de Nuevo León. Facultad de ciencias biológicas. Monterrey, Nuevo León. Eprints.uanl.mx/7317/1/1020091381.

Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). (1997). La economía del sorgo y del mijo en el mundo: hechos, tendencias y perspectivas. Recuperado el 9 de julio de 2019, de http://www.fao.org/3/w1808s0c.htm

Paredes, R. y Mandujano, A. Características del estado de Guanajuato. Guía para la producción de maíz, frijol, trigo y sorgo en Guanajuato. Libro técnico, 4, p. x-xviii.

Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP). (2019). Recuperado en junio de 2019, de http:IIwww.siap.gob.mx/

Por: Juan José García Rodríguez, investigador del INIFAP (garcia.juanjose@inifap.gob.mx).

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¿Cómo ayuda la rotación de cultivos cuando las lluvias son escasas?

En Querétaro y otras entidades de la región del Bajío las lluvias han sido escasas (de menos de 70 mm de precipitación en lo que va del ciclo). La sequía ha provocado pérdidas cuantiosas en las zonas agrícolas de temporal, y los pronósticos son desfavorables. Por esta razón, el Hub Bajío —del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— presentó a productoras y productores de la región alternativas sustentables que les permitan hacer frente a esta situación. La rotación de cultivos —uno de los principios de la Agricultura de Conservación— fue la práctica que se abordó con mayor amplitud, pues es de particular utilidad en contextos de poca disponibilidad de agua.

Para mostrar de manera tangible los beneficios de la rotación de cultivos, se visitó el área de extensión (parcelas de productores que han implementado innovaciones sustentables de la Agricultura de Conservación) denominada El Puente, en la localidad de Santa Rosa Xajay (donde la sequía ha afectado 95% de la superficie cultivable). El área de extensión pertenece al señor Erick Sanjuanero Nieves, uno de los 30 productores de la zona que —a través del despacho Sustentabilidad Agropecuaria de Querétaro y el Hub Bajío— han adoptado la Agricultura de Conservación como sistema de producción con resultados favorables, por lo cual cooperan con el CIMMYT y sus colaboradores para promover prácticas sustentables.

Entre los beneficios de la rotación de cultivos están la reducción de labores, el mejoramiento y la ampliación de la porosidad del suelo, el aumento en la infiltración de agua de lluvia y el crecimiento adecuado de las raíces de cada cultivo. También se rompe el ciclo de las plagas, malezas y enfermedades y, ya que los requerimientos nutricionales de cada cultivo cambian, se favorece un mejor balance en el suelo. Además, cuando se rota con leguminosas, se agrega el beneficio de la captura del nitrógeno del aire en el suelo, mejorando la fertilidad del sistema.

Entre los cultivos que son una buena opción para la zona y el temporal escaso están el girasol (el cual puede ser utilizado para la alimentación del ganado), el garbanzo (que puede ser consumido por personas y animales; además, se tiene el historial de que tres productores lo sembraron el año pasado), la avena forrajera, el sorgo forrajero y el frijol ayocote.

Para los productores que están interesados en conocer qué cultivos se pueden establecer como opción para la alimentación del ganado, los ingenieros Miguel Ángel Uribe y Humberto Hernández comentaron que la cebada capuchona es una opción para forraje en temporal. Para ayudar a mitigar la falta de forraje para el ganado cuando hay pérdida total del cultivo de maíz, se recomendó que si se presentan lluvias, se siembre garbanzo, avena, grass pea, ajonjolí, sorgo forrajero o frijol ayocote. Adicionalmente, estos cultivos permiten mantener una cubierta vegetal en el suelo, y así tener sistemas más sustentables.

La rotación de cultivos, en combinación con otras prácticas sustentables, permite además mejorar los rendimientos. En la zona, por ejemplo, el rendimiento convencional es de 300 kg/ha en el caso del maíz y 600 kg/ha en el del frijol; con innovaciones sustentables —como el Manejo Agroecológico de Plagas, la fertilización adecuada, las curvas a nivel y la introducción de variedades adecuadas—, el rendimiento se ha incrementado a 1.8 t/ha en maíz y 1.2 t/ha en frijol.

Después de ver de forma directa los beneficios de estas innovaciones, los productores participantes se interesaron en implementar —para el próximo ciclo— algunos cultivos forrajeros (como avena y sorgo forrajero) y sembrar en las terrazas algo de frijol ayocote y cebada capuchona. Además, se acordó con el grupo de productores que se conseguirán algunas semillas de pastos que puedan ser opción para esta zona con lluvias muy escasas.

Esta nota es parte de la campaña #CultivosSustentablesBajío, la cual promueve una agricultura diferente, social y ambientalmente responsable. La campaña contempla diversos eventos demostrativos y recorridos en campo para mostrar las prácticas e innovaciones sustentables que promueven el Hub Bajío —del CIMMYT— y sus colaboradores en los estados de Michoacán, Jalisco y Querétaro. ¡Súmate!

Te invitamos a ver un mini documental sobre esta situación. Da click al video.