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La agricultura de conservación en Sonora

Cultivo de trigo establecido con agricultura de conservación,  en donde se aprovechan los residuos de cosecha del cultivo anterior. (Foto: CIMMYT)
Cultivo de trigo establecido con agricultura de conservación, en donde se aprovechan los residuos de cosecha del cultivo anterior. (Foto: CIMMYT)

Sonora es un estado estratégico para la agricultura de México. Su aportación al valor de la producción lo posiciona en el cuarto lugar en el ranking nacional (SIAP, 2023), destacando por su producción de uva, espárrago y, sobre todo, de trigo, cultivo del que cosechó un poco más de dos millones de toneladas en 2023.

Con una agricultura de alta productividad, donde casi la totalidad de los cultivos se desarrollan mediante riego, Sonora enfrenta desafíos notables: cerca del 74% de las unidades de producción, por ejemplo, manifiesta que su principal problema son los costos de insumos y servicios.

Para brindar alternativas que permitan a los productores sonorenses disminuir sus costos de producción siendo además sustentables, el Hub Pacífico Norte de CIMMYT integró y publicó recientemente un Menú Tecnológico Sustentable para Sonora, mismo que recopila las prácticas y tecnologías validadas luego de varios años de investigación. Para Sonora, la agricultura de conservación destaca por sus notables beneficios.

“La agricultura de conservación es un sistema de producción sustentable basado en tres componentes: la mínima labranza, la cobertura permanente del suelo y la diversificación de cultivos. En la plataforma estos tres componentes se implementaron con camas permanentes, cobertura permanente del suelo usando el rastrojo del cultivo anterior y con la rotación trigo-cártamo”, señalan los responsables de la plataforma de investigación Navojoa.

“Comparando los resultados desde 2011 hasta 2019, tanto de la agricultura de conservación como del sistema convencional de labranza local —incorporar el rastrojo y monocultivo de trigo—, se observó que el sistema convencional tiene un rendimiento promedio de trigo de 6.2 toneladas por hectárea (t/ha), mientras que con agricultura de conservación este es de 7 t/ha, lo que representa un incremento promedio de 0.8 t/ha con el sistema sustentable”, enfatizan los responsables de la plataforma de Navojoa.

Esta misma comparación se hizo en la plataforma Cajeme II, utilizando datos desde 2014 y hasta 2021. “La agricultura de conservación —combinación de rotación trigo-cártamo, camas permanentes, dejar todos los residuos— rindió en promedio 1.3 t/ha más que el sistema convencional, que consiste en monocultivo de trigo, camas con labranza convencional, y remover residuos”, mencionaron los investigadores de esta plataforma.

La experiencia en Sonora con la agricultura de conservación subraya la importancia de adoptar enfoques innovadores y sostenibles en la producción agrícola. Al combinar tecnología, investigación y prácticas responsables, los agricultores de la región pueden no solo enfrentar los desafíos actuales, como los altos costos de producción, sino también establecer bases sólidas para un desarrollo agrícola más equitativo y resiliente en el largo plazo.

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La diversificación de cultivos en Sonora

Cultivo de cártamo. (Ilustración: FMG-Kukbalam / OpenIA)
Cultivo de cártamo. (Ilustración: FMG / OpenAI)

Diversificar cultivos es una práctica agrícola que contribuye a una agricultura sustentable, a la vez que rentable. En este sentido, es importante identificar qué cultivos y qué tipo de prácticas para diversificar —rotaciones, relevos, asociaciones, etcétera— son más pertinentes para cada zona agroecológica.

Tras varios años de investigación en las plataformas Cajeme I, Cajeme II y Navojoa —en algunos casos de más de una década—, CIMMYT y sus colaboradores han integrado y actualizado un #MenúTecnológicoSustentable para Sonora. Con respecto a la diversificación de cultivos, las rotaciones con cártamo son una práctica que destaca por diversos beneficios.

Con respecto al efecto de la rotación en trigo, por ejemplo, en la plataforma Cajeme I —ciclos otoño-invierno (OI) 2018-19 a 2022-23— el rendimiento de trigo en monocultivo fue de 7.5 toneladas por hectárea (t/ha) en promedio, incrementándose 1.3 t/ha al hacer rotación anual con cártamo y/o garbanzo. Por su parte, la rotación de tres años (trigo-garbanzo-maíz) con descanso en verano reportó un rendimiento de 9.2 t/ha en promedio.

En la plataforma Cajeme II —ciclos OI 2014-15 a 2022-23—, por su parte, los rendimientos de trigo más elevados fueron los sembrados después de cártamo; la rentabilidad fue mayor con rotación con dos años de trigo que con rotación anual, debido a la baja rentabilidad de cártamo.

En el cultivo de trigo en la plataforma de Navojoa —ciclos OI 2011-12 a 2018-19— no hubo ningún efecto de la rotación en los primeros tres años; sin embargo, desde el cuarto año la rotación trigo-cártamo presentó los mejores rendimientos para el trigo y fue, en promedio, 0.6 t/ha mayor en rotación con cártamo que en el tratamiento donde solo se cultiva trigo cada año.

En el caso del cártamo, desde el primer año este obtuvo un rendimiento mayor en rotación que en monocultivo. En promedio, en los últimos ocho años el rendimiento de cártamo fue de 0.7 t/ha (o 34 %) mayor en rotación que en monocultivo.

En esta misma plataforma, en el caso del maíz —ciclos OI 2014-15 a 2018-19—, el rendimiento de este fue de 8.7 t/ha después de haber cultivado cártamo, mientras que en monocultivo obtuvo 8.8 t/ha de rendimiento promedio. Por su parte, después de haber cultivado trigo, el rendimiento del maíz fue, en promedio, mayor —con 10.4 t/ha—.

Esta tecnología validada forma parte del Menú de tecnologías validadas – Trigo de riego en Sonora. Te invitamos a consultarlo completo y a seguir el hashtag #MenúTecnológicoSustentable en nuestras redes sociales para más información sobre tecnologías validadas.

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Tecnologías agrícolas validadas para el norte y sur de México

Plantas de trigo cultivadas con agricultura de conservación. (Foto: CIMMYT)
Plantas de trigo cultivadas con agricultura de conservación. (Foto: CIMMYT)

Para lograr una agricultura sustentable es fundamental transitar de enfoques basados en la “receta” o prescripción de prácticas genéricas —que muchas veces no han sido validadas o adecuadas para cada tipo de agricultor— a uno que ofrezca a los productores opciones para tomar las mejores decisiones en sus parcelas, adoptando solo aquellas tecnologías validadas y que en su zona pueden mejorar la producción de una manera sustentable.

Este enfoque culturalmente pertinente para impulsar la transición a una agricultura sustentable es promovido por CIMMYT y sus colaboradores como menús tecnológicos, que son el resultado de los trabajos de investigación desarrollados en plataformas, módulos de innovación y áreas de extensión —como parte de una metodología para gestionar la innovación llamada hub—. Esto significa que, a través de los distintos proyectos que CIMMYT y sus colaboradores impulsan, solo se promueven tecnologías que cuentan con evidencia sólida para ser recomendadas.

Recientemente, investigadores de CIMMYT —centro de investigación científica internacional que busca consolidar sistemas agroalimentarios sustentables, productivos y resilientes basados en maíz, trigo y cultivos asociados— integraron menús actualizados de tecnologías validadas para dos regiones y sistemas de producción: trigo de riego para Sonora y maíz para Oaxaca, respectivamente.

Ambos menús son relevantes en el contexto agrícola actual: el estado de Sonora es la principal región de producción de trigo en el país, con un sistema de altos rendimientos que depende, igualmente, de un alto uso de insumos. Oaxaca, por su parte, presenta una gran variedad de zonas agroecológicas definidas por la combinación de diferentes climas y suelos, los cuales determinan el nivel de expresión de la capacidad productiva de variedades nativas —locales e introducidas— y mejoradas de maíz en cada zona.

En el caso de Sonora, el menú tecnológico ha sido desarrollado por el Hub Pacífico Norte de CIMMYT que, junto con sus colaboradores en la región han instalado tres plataformas de investigación: Cajeme I y II en la estación de CIMMYT en Ciudad Obregón, y Navojoa en las instalaciones del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) en Navojoa.

Entre las prácticas y tecnologías estudiadas en estas plataformas destacan las camas permanentes, rotaciones diversas, cobertura del suelo con residuos de cosecha —prácticas asociadas con la agricultura de conservación, un sistema que en esta región reporta rendimientos promedio de 1,3 toneladas por hectárea más que el sistema convencional—, fertilización enterrada, control de plagas con productos de bajo impacto ambiental, uso eficiente de agua, entre otras.

Para el caso de Oaxaca, las plataformas de investigación fueron instaladas por el Hub Pacífico Sur del CIMMYT y colaboradores en dicho estado. Estas son: San Francisco Lachigoló en Valles Centrales, Santo Domingo Yanhuitlán en la región de la Mixteca, San Miguel Tlacamama en la Costa, San Juan Cotzocón en el Papaloapan, Santa María Teopoxco en la Cañada, y Tamazulapam del Espíritu en la Sierra Norte, respectivamente.

Aquí, las prácticas y tecnologías investigadas han sido la labranza mínima con retención de residuos, la milpa intercalada con árboles frutales en combinación con agricultura de conservación, distintos arreglos topológicos y densidades de siembra, diversificación de cultivos, entre otras.

Estos menús tecnológicos desarrollados por CIMMYT y sus colaboradores contribuyen además a dos grandes iniciativas de CGIAR —consorcio de centros de investigación internacionales del que forma parte CIMMYT—: Excelencia en Agronomía y AgriLac Resiliente. Te invitamos a conocer más de estas iniciativas y los detalles de estos menús tecnológicos a través del Boletín EnlACe de CIMMYT, y en redes sociales a través de @ACCIMMYT y el hashtag #MenúTecnológicoSostenible.