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México, el maíz y África

Cultivo de maíz con agricultura de conservación, en el norte de México. (Foto: CIMMYT)
Cultivo de maíz con agricultura de conservación, en el norte de México. (Foto: CIMMYT)

El 24 de enero de cada año, el Día Mundial de la Cultura Africana y de los Afrodescendientes es un recordatorio de las numerosas e importantes aportaciones del continente africano en todo el mundo. Para la Organización de las Naciones Unidas, este reconocimiento busca contribuir al desarrollo sostenible, el diálogo y la paz global. 

En México, la cultura africana es conocida como la tercera raíz cultural. Por todo el territorio nacional, y no solo en las costas, la herencia africana se mantiene viva. Además, los vínculos con el continente africano van más allá y también en sentido opuesto: el maíz, de origen mexicano, hoy juega un papel decisivo para la seguridad alimentaria de millones de personas en África y, también, tiene un papel central en las perspectivas de desarrollo económico de varios países en ese continente. 

En un contexto donde la humanidad atraviesa por una crisis sin precedentes en la que al menos 339 millones de personas, gran parte de ellas en África,  requerirán ayuda humanitaria este año —un 19 % más que el año pasado—, entonces los aprendizajes sobre el cultivo del maíz que se han generado en México tienen el potencial de brindar soluciones globales para enfrentar esta crisis.

El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), cuya sede global se encuentra en Texcoco, Estado de México, tiene presencia en África y trabaja desde hace tiempo en distintas iniciativas y con diversos colaboradores en aquel continente. Recientemente, por ejemplo, ha estado impulsando la mecanización climáticamente inteligente con investigadores de Madagascar, Etiopía, Zimbabue y Kenia; y también se ha anunciado que dirigirá un proyecto para el mejoramiento de variedades y distribución de semillas. 

Otro ejemplo de las contribuciones de México para la seguridad alimentaria global es Cultivos para México. Esta iniciativa de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y el CIMMYT ha impactado positivamente en más de un millón de hectáreas y ha beneficiado a 300 mil productores de maíz, trigo y frijol mexicanos. 

Por sus resultados, la metodología de Cultivos para México ha despertado interés y está siendo replicada, a través de diversos proyectos y con diversos colaboradores, en varios países de Latinoamérica —como Guatemala y Honduras, donde además el modelo de innovación agrícola busca contribuir a la mitigación del fenómeno migratorio— y, recientemente, el CIMMYT anunció de que este sistema de innovación agrícola desarrollado en México será llevado a África, donde se encuentran varios de los países a los que más ha golpeado la actual crisis.

“Gracias al apoyo del Gobierno de los Estados Unidos, la metodología de Cultivos para México estará siendo difundida e implementada en Malaui, Tanzania y Zambia, en el sur de África; y también en Sudán. El objetivo de los proyectos que liderará el CIMMYT en ese continente es acelerar, de forma inclusiva, la innovación y fortalecer los sistemas de semillas para generar maíz tolerante a la sequía y leguminosas mejoradas”, señaló Bram Govaerts, director general del CIMMYT.

Con la Iniciativa de Entrega de Innovación Acelerada (AID-I) en el sur de África, y el Enfoque de Sistemas Agroalimentarios Sostenibles para Sudán (SASAS) —los dos proyectos con los que se llevará el sistema de innovación agrícola desarrollado en México al continente africano—, México, a través del CIMMYT, confirma que ocupa una posición estratégica para la seguridad alimentaria global, afianzándose como un agente de cambio para la resiliencia climática, la sostenibilidad y el desarrollo agrícola inclusivo para un futuro con seguridad alimentaria y nutricional. 

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Productoras agropecuarias de la Mixteca adoptan la agricultura de conservación

Maribel Landero, productora de la Mixteca de Oaxaca, México, dando de comer una mezcla forrajera a su ganado. (Foto: Hub Pacífico Sur-CIMMYT)
Maribel Landero, productora de la Mixteca de Oaxaca, México, dando de comer una mezcla forrajera a su ganado. (Foto: Hub Pacífico Sur-CIMMYT)

Maribel Landero Taltempan es una productora del estado mexicano de Oaxaca, tiene 37 años y está casada con Raúl quien, por su trabajo, está fuera de su comunidad de lunes a viernes. Sin presunción, cuenta Maribel, la adopción de la agricultura de conservación, sobre todo de la “matraca”, le ha permitido no depender de la presencia de un hombre para hacer producir su parcela y así obtener alimento para el autoconsumo y sus seis chivos. 

La matraca es una sembradora manual que para mí es algo innovador. Solo los primeros días se me dificultó la sincronización porque la pinza que tiene en la parte inferior se cierra cuando se hunde en la tierra y se abre al sacarla. Es práctica, solo hay que escuchar que el grano caiga a una distancia de 15 centímetros”, explica la agricultora que vive en San Marcos Monte de León, agencia del municipio mixteco de Villa Chilapa de Díaz.

Desde que Maribel aprendió a manejar la sembradora manual, cuenta, solo necesita dos mozos para encargarse de las labores en su parcela. Además, al no disponer de tiempo para llevar a pastar a sus animales, les construyó un corral con características que le facilitan limpiarlo, así como dar de beber y comer a sus chivos una mezcla de zacate, triticale, alfalfa y canola, “vitaminas o las fibras que necesitan”, relata. 

Junto con otras 321 productoras, Maribel participa en el proyecto CLCA —impulsado por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) e implementado por el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y diversos colaboradores—, el cual promueve el uso de la agricultura de conservación en sistemas agropecuarios en zonas áridas para mejorar la eficiencia en el uso de agua, la fertilidad del suelo y la productividad.

En Oaxaca, el proyecto ha propiciado la implementación de 62 módulos de innovación, áreas de extensión y de impacto con presencia de mujeres. Este énfasis en el tema de género es porque a la carga de labores que tienen por sus roles tradicionales de responsables de las labores de la casa y la familia, muchas productoras de la Mixteca deben agregar a sus tareas el cultivo de maíz o el pastoreo de animales en un contexto de sequía que complejiza la rentabilidad de las actividad agrícola y pecuaria.

La avena que producen con agricultura de conservación María Martínez Cruz y su esposo Isidro Reyes Cruz en el municipio de Vicente Nuñú les permite “en tiempo de sequedad” tener alimento para sus animales que no se mantendrían con la pastura que encuentran en esos montes.

“Si no suben los animales, si no logran subir, se mantienen por lo menos, porque ahorita en los campos, pos (sic) como no ha querido llover, todo está seco, pero ya con lo verde de la avena, ya nos ayuda a mantener a los animales”, expresa María,satisfecha de incorporar una alternativa de alimento para su ganado.

Sara Cruz Ramos, productora de San Andrés Sinaxtla, resiente también la sequía en la Mixteca y por eso ha implementado algunas innovaciones como hacer con cinceles un subsoleo —una técnica que permite aflojar el suelo, pero sin removerlo— en su parcela y dejar de hacer el barbecho tradicional.

“Con las pocas lluvias que se han presentado en estos años se hizo un subsoleo para poder captar agua”, además de dejar el residuo de la cosecha anterior “para que haya más materia orgánica y podamos tener un suelo con más nutrientes”.

Reducir gastos es el logro en que Felicitas Velasco Soriano, originaria San Bartolo Soyaltepec, ve al implementar las prácticas que el CIMMYT y sus colaboradores promueven a través del proyecto de CLCA, con el que inició a sembrar otros cultivos como ebo, trébol y girasol que intercalado con maíz le garantiza la alimentación en su familia, pero también de sus animales.

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Informes Anuales

CIMMYT presenta su Informe Anual 2021

Hoy, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) se complace en compartir con ustedes el Informe Anual 2021:

Read the CIMMYT Annual Report 2021Lea la versión web del Informe Anual 2021 (en inglés)

Descargue el Informe Anual 2021 en formato PDF (en inglés)

Descargue los estados financieros 2021 (en inglés)

Nuestro último Informe Anual refleja las tres formas en que la ciencia del CIMMYT marca la diferencia:

  1. El camino científico desde el descubrimiento hasta la validación: En 2021, nos embarcamos en una ambiciosa iniciativa para aplicar métodos de asociación ambiental de todo el genoma para predecir cómo se comportarán en el futuro las variedades actuales de maíz, arroz, sorgo, yuca, cacahuete y frijol en escenarios climáticos y ayudarlas a tener éxito dentro de tres o cuatro décadas.
  2. Traduciendo la ciencia en innovación: El año pasado logramos importantes avances en el aumento de la resiliencia del maíz y el trigo a un mundo más caluroso y seco, y a las amenazas de plagas y enfermedades invasivas en constante evolución.
  3. Escalando la innovación para los agricultores y la sociedad: En colaboración con docenas de socios del sector público y privado en los países en los que trabajamos, en 2021 ampliamos las tecnologías y prácticas agrícolas sostenibles para cientos de miles de agricultores.

Estas historias, que destacan nuestro trabajo en América Latina, también están disponibles en español:

El director general del CIMMYT, Bram Govaerts, presentó los retos actuales: «Una crisis alimentaria mundial alimentada por los conflictos, las interrupciones del comercio, el aumento de los precios de los productos básicos y el cambio climático». También expresó que el CIMMYT está preparado para responder a las amenazas inmediatas y a largo plazo a las que se enfrenta la humanidad. «Tenemos soluciones sólidas, basadas en la ciencia, recomendaciones políticas y metodologías probadas que ayudarán a evitar la crisis mundial de seguridad alimentaria que se avecina», dijo.

Queremos agradecer a todos nuestros donantes y socios su colaboración y apoyo, año tras año.

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Reportajes

La Fundación Bill & Melinda Gates elogia el maíz tolerante a la sequía y el uso de la previsión en la agricultura

El trabajo de los científicos del maíz y el trigo del CGIAR y del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) ha sido presentado en el último informe Goalkeepers de la Fundación Bill & Melinda Gates, que se lanza con los Global Goals Awards el 20 de septiembre y un evento abierto a todo el mundo transmitido en vivo el 21 de septiembre.

En el análisis de por qué la crisis ucraniana está afectando fuertemente a África, la introducción del informe de Bill Gates profundiza en las razones de la dependencia de las importaciones de cultivos. La mayoría de los agricultores de África son pequeños agricultores con pequeñas parcelas y tienen una capacidad limitada para utilizar fertilizantes o tener acceso a la irrigación. Esto significa que cualquier choque en el sistema alimentario, como la interrupción de la cadena de suministro mundial causada por el conflicto de Ucrania, afecta enormemente a los niveles de rendimiento, amenazando la seguridad alimentaria y nutricional.

El conflicto no es el único riesgo para los sistemas alimentarios en África. El cambio climático es el reto más destacado al que siguen enfrentándose los pequeños agricultores del continente.

Desarrollado gracias al apoyo de la Fundación Bill & Melinda Gates, DroughtTego, un maíz híbrido derivado del CIMMYT con mayor resistencia a climas más cálidos y secos, produce una media del 66% más de grano por acre en Kenia. A través de asociaciones público-privadas, las semillas DroughtTego pueden aumentar los ingresos de los agricultores, ya que proporcionan más que suficiente para alimentar a una familia de seis personas durante todo un año, lo que les permite invertir el dinero adicional en enviar a sus hijos a la escuela o construir nuevas casas.

Los científicos del CIMMYT y del CGIAR también han utilizado modelos predictivos para acelerar el cultivo de plantas y desarrollar nuevas variedades que puedan rendir bien incluso en entornos africanos propensos a la sequía. La inteligencia artificial ayuda a procesar la información genómica de los cultivos junto con los datos ambientales, como las muestras de suelo y las imágenes por satélite. Los resultados crean una visión de cómo deberán ser las granjas agrícolas en el futuro, lo que permite a los científicos determinar qué tipo de variedades de cultivos pueden tener más éxito en lugares específicos.

La modelización epidemiológica predictiva puede poner de manifiesto dónde pueden propagarse las enfermedades de las plantas, como la roya del trigo. Un sistema de alerta temprana, desarrollado por una asociación entre el CIMMYT, la Universidad de Cambridge, la Oficina Meteorológica del Reino Unido, el Instituto de Investigación Agrícola de Etiopía (EIAR), el Instituto de Transformación Agrícola (ATI) y el Ministerio de Agricultura Etíope, alertó con éxito a los agricultores de Etiopía de un brote de la enfermedad para que pudieran tomar medidas preventivas. El resultado fue la mayor cosecha de trigo jamás registrada en el país, en lugar de una devastadora epidemia de roya.

Un post en LinkedIn de Bill Gates también hizo hincapié en la investigación del CIMMYT, preguntando qué cultivo representa alrededor del 30% de la ingesta calórica de la población del África subsahariana: la respuesta es «el maíz».

La inclusión en este informe pone de manifiesto el impacto global del trabajo del CIMMYT en los agricultores y en los sistemas alimentarios mundiales, que sólo es posible gracias a asociaciones exitosas con organizaciones como la Fundación Bill & Melinda Gates.

Foto de portada: Un agricultor del distrito de Zaka (Zimbabue) sufre una sequía que podría afectar al rendimiento de los cultivos. (Foto: Johnson Siamachira/CIMMYT)

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Otorgan premio internacional a científicos mexicanos por sus contribuciones al mejoramiento de trigo

Julio Huerta en parcelas experimentales del CIMMYT, en Texcoco, Estado de México. (Foto: Francisco Alarcón/CIMMYT)
Julio Huerta en parcelas experimentales del CIMMYT, en Texcoco, Estado de México. (Foto: Francisco Alarcón/CIMMYT)

Un equipo de especialistas del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) liderado por Julio Huerta Espino, especialista en trigo y recursos genéticos, recibió este 9 de septiembre el premio Gene Stewardship 2022, otorgado por la Borlaug Global Rust Iniciative (BGRI) como reconocimiento a las contribuciones de equipos de investigadores a la seguridad alimentaria mediante el mejoramiento de trigo. 

El comité dictaminador, integrado por especialistas de diversas universidades e institutos alrededor del mundo, refirió que el equipo liderado por el doctor Huerta se hizo acreedor a la distinción por su contribución a largo plazo al cultivo de trigo mexicano y sus esfuerzos para expandir los impactos en todo el mundo al mejorar la resistencia a la roya. El hecho de que, desde 1994 en México, el gen de resistencia a la roya con el que ha trabajado el equipo galardonado no ha presentado fallas, constituye un logro notable que ha beneficiado a millones de productores.

El trabajo de Julio Huerta y el equipo que encabeza se ha centrado en la investigación y el mejoramiento de la resistencia a la roya de la hoja y ha conducido a la liberación de muchas variedades resistentes que han propiciado la estabilización de esta enfermedad en el trigo harinero, contribuyendo además a los ingresos de los productores y al cuidado del medioambiente, ya que estas variedades no requieren aplicaciones de fungicidas.

Además, el trabajo que el equipo del INIFAP y el CIMMYT ha desarrollado por décadas ha facilitado el despliegue de variedades de trigo resistentes para frenar la propagación de la enfermedad en Asia y evitar grandes epidemias de roya del tallo en Kenia y Etiopía —mediante las alianzas con la Organización para la Agricultura y la Ganadería de Kenia (KALRO) y el Instituto Etíope de Investigación Agrícola (EIAR)—. 

Julio Huerta, patólogo experto en royas del INIFAP, ha sido hospedado como científico adjunto por el CIMMYT desde finales de la década de los noventa. Al recibir el premio, el especialista extendió el reconocimiento a todo el equipo de ambas instituciones con el que ha trabajado: “Este es un reconocimiento a la labor de muchos años y, por supuesto, es muy importante recalcar que es el trabajo conjunto de INIFAP-CIMMYT. Siempre ha habido una relación muy estrecha entre estas instituciones y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural. Eso le ha dado la fortaleza al programa de trigo mexicano”. 

“Las variedades resistentes son el producto final de un proceso científico que termina en manos de los productores. Este premio se otorga precisamente por mantener alejadas de los campos de los agricultores enfermedades como la roya. Desde 1960 a la fecha no se ha reportado roya del tallo en México y eso es muy importante porque hemos estado a la vanguardia en el estudio tanto el patógeno como de los genes de resistencia que se han incorporado en esas variedades. Entonces es un reconocimiento a la parte científica que es el mejoramiento, y a la parte práctica que es la liberación de las variedades y su cultivo entre los agricultores”.  

Julio Huerta reconoció que, aunque se han logrado controlar las royas o chahuistles en México, han surgido nuevos retos para los mejoradores de trigo: “Cada vez existen nuevos retos. No solo hay otros lugares en el mundo en donde debemos prestar atención, ahora vienen los retos de liberar variedades con tolerancia a sequía, con tolerancia al calor. Un reto importante es la falta de agua en distintas regiones, así que debemos seguir pensando en producir más trigo con menos agua. Y si el cambio climático propicia un aumento de la temperatura, debemos buscar trigo que se desarrolle bien bajo las nuevas condiciones”. 

El investigador recalcó que también existen otros retos relacionados con la producción del trigo y que, aunque los científicos están considerando distintas vías para obtener variedades que requieran una menor cantidad de fertilizante nitrogenado o que sean más eficientes en su aprovechamiento, “hay que pensar en trigo más sustentable, eso requiere de un mejor manejo del agua y los fertilizantes”, señaló. 

En ediciones anteriores el galardón se ha otorgado a equipos de científicos de Canadá, Estados Unidos, India, Kenia, Etiopía, Australia y Nepal. En este sentido, el premio otorgado al equipo mexicano es también un reconocimiento a la excelencia en ciencia y a la investigación colaborativa desarrollada en el país, la cual brinda esperanzas sobre la posibilidad de que el mejoramiento de la resistencia a una roya conduzca al mismo resultado para todas las royas del trigo. Por ahora, los genes de resistencia a la roya identificados durante décadas por el equipo galardonado brindan confianza a los principales laboratorios de genética molecular del trigo en todo el mundo. 

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Cultivos diversos, grandes beneficios

Cultivos de girasol y frijol mungo en la parcela del productor Germán Cruz Ibarra, en Oaxaca, México. (Foto: Desarrollo Agropecuario Integral Camino Real)
Cultivos de girasol y frijol mungo en la parcela del productor Germán Cruz Ibarra, en Oaxaca, México. (Foto: Desarrollo Agropecuario Integral Camino Real)

Oaxaca es uno de los estados más vulnerables al cambio climático en México. De acuerdo con el Atlas Nacional de Vulnerabilidad al Cambio Climático, de los 83 municipios más afectados por este fenómeno a nivel nacional, 30 se encuentran en Oaxaca. Sequías, inundaciones, deslaves, aumento de la temperatura y del nivel del mar son algunos de los efectos que ya se registran en este estado. 

“El cambio climático ya nos alcanzó y sus efectos son evidentes en algunas variables como la distribución de la lluvia y la temperatura. Esto trae como consecuencia movimientos en las fechas de siembras y condiciones más favorables para la propagación de plagas y enfermedades”, comentan técnicos de Desarrollo Agropecuario Integral Camino Real (DAICR), organización que colabora con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) para difundir prácticas sustentables en Oaxaca. 

Recientemente, el equipo técnico de DAICR realizó muestreos en cultivos de maíz para determinar la presencia de insectos plaga en el cultivo. “Monitorear es muy importante para el manejo agroecológico de plagas, ya que al hacerlo no solamente determinamos cómo se están comportando las poblaciones de plagas, sino también el comportamiento de poblaciones de insectos benéficos”, menciona Clara Santos Rodríguez, de DAICR. 

El muestreo es determinante para tomar decisiones de manejo o de control, “por eso se recomienda realizarlos cada semana, porque los ciclos de las plagas son cortos y no son las mismas condiciones de la plaga en la primera semana que en la segunda o tercera. Las condiciones cambian y por lo tanto su manejo también”, comenta Clara. 

“Hay un método que consiste en muestrear al azar 10 sitios de 10 plantas, o bien, cinco sitios de 20 plantas, de tal forma que se tomen 100 muestras por hectárea. Esto se puede hacer caminando sobre un surco y elegir al azar plantas. Una vez tomada la muestra, se cambia de sitio o de dirección. Será el grado de daño o infestación lo que determine el tipo de control más conveniente, por ejemplo, si es menor a 5 %,  es injustificado querer controlar la plaga; si es de entre 5 y 10 %, se pueden usar extractos vegetales; y si hay un 15 % de daño o infestación se pueden usar productos de bajo impacto”. 

Resultado de los monitoreos, el equipo técnico de DAICR y los agricultores del municipio Ciénega de Zimatlán han instalado trampas con feromonas para el control del gusano cogollero (Spodoptera frugiperda), una de las plagas que más afecta al maíz y que más se ha propagado debido a la variabilidad climática. 

El uso de trampas con feromonas ha disminuido las aplicaciones de insecticidas químicos que impactan negativamente al ambiente y aumentan los costos de producción. “Si antes el productor realizaba de dos a tres aplicaciones, en los ciclos recientes ya no se ha realizado ninguna aplicación con insecticidas químicos. Esto contribuye a hacer más sustentable el control de la plaga, pero también se evita matar a los insectos benéficos o enemigos naturales de las plagas que pudiera haber en la parcela”, menciona Clara. 

Otra de las prácticas que se han promovido —en el marco de Cultivos para México, iniciativa de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y el CIMMYT— para ayudar a controlar las plagas ha sido la diversificación de cultivos, la cual “promueve una mayor diversidad biológica, mejora el uso de los recursos naturales, disminuye el riesgo de pérdida total de la cosecha y proporciona protección contra daños por plagas y enfermedades”. 

En los municipios oaxaqueños de Trinidad Zaachila y San Juan Cotzocón, por ejemplo, se ha promovido el cultivo de girasol, soya, canavalia, frijol mungo, chícharo gandul, canola, crotalaria, jamaica, entre otros. Allí, se ha observado que, en comparación con los monocultivos, en las parcelas diversificadas “las producciones son siempre mayores y los problemas de plagas y enfermedades son menos, en gran medida porque los insectos benéficos que controlan las plagas son más abundantes cuando hay diversidad de cultivos que les brindan refugio para su reproducción o su alimentación”, puntualiza Clara. 

En las parcelas donde se diversifican los cultivos es posible hacer un mejor uso del agua y del espacio. En estos espacios diversificados “se regulan mejor las malezas y algunas especies en rotación o asociación se benefician mutuamente. En general, las parcelas son más rentables, pues tienen dos cultivos en un mismo terreno, por lo tanto, las familias productoras no solo diversifican sus ingresos, sino también aprovechan los beneficios que los cultivos como las leguminosas le aportan al suelo y a la restauración de la diversidad funcional para el manejo agroecológico de las plagas”, concluye Clara. 

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El amaranto más allá de la alegría

Cultivo de amaranto en Guatemala. Foto: CIMMYT
Cultivo de amaranto en Guatemala. Foto: CIMMYT

Considerado uno de los mejores alimentos de origen vegetal para consumo humano debido a su alto contenido y calidad de proteína, el amaranto o huautli (Amaranthus spp.) es uno de los cultivos más antiguos de Mesoamérica y, de hecho, para las antiguas civilizaciones de esta región llegó a ser tan importante como el maíz y el frijol. 

Luego de haber sido un cultivo de gran importancia alimenticia y ritual, el amaranto dejó de cultivarse en México a partir de la época colonial. Pese a ello, el cultivo persistió en pequeñas regiones —principalmente con presencia de comunidades indígenas— y, desde hace algunos años, el interés por el amaranto ha resurgido debido a sus amplios aportes nutricionales, sus características de adaptación climática y beneficios agronómicos. 

Desde el punto de vista nutricional, el amaranto está muy cerca de lo que se considera la proteína ideal para el consumo humano tanto por su calidad como por su alto contenido proteínico (del 15 al 17%).  La planta, además, tiene un importante contenido de lisina, un aminoácido esencial para la alimentación que comúnmente es limitado en otros cereales —en sentido estricto el amaranto no es un cereal, sino un pseudocereal, es decir, que a pesar de no ser una gramínea su uso es igual o muy similar al de los auténticos cereales―. 

El amaranto también tiene propiedades que ayudan a la prevención de la diabetes y la regulación de la presión arterial y, desde el punto de vista gastronómico, se puede consumir como verdura cuando está tierno y como cereal cuando alcanza su madurez. Esta dualidad le confiere una gran vérsatil en cuanto a modos de preparación. 

Las hojas del amaranto se conocen como quintoniles —una clase de quelites— y se consumen frescas durante la estación de lluvias; las semillas, por su parte, pueden ser reventadas sometiéndolas a temperaturas de alrededor de 220 grados Celsius para elaborar las tradicionales alegrías —dulce típico mexicano—, cereal de desayuno, harina, atoles, tamales, pinole, galletas, mazapanes, botanas, entre otros muy diversos productos. 

La planta del amaranto llega a medir hasta tres metros de altura y se puede aprovechar íntegramente: además de la alimentación humana es una buena opción de forraje, una fuente de colorantes (amarantina y betalaina) y también una planta de ornato.

En México hay al menos 11 especies de amaranto, tanto en zonas templadas como cálido húmedas y cálido secas. Su resistencia a la sequía y al calor, y el hecho de que requiere menos cantidad de agua, representa una gran ventaja porque puede prosperar en regiones con pocas lluvias donde los cultivos básicos suelen tener poco éxito —de ahí que haya sido nombrado amaranto, que en griego hace referencia a algo eterno o que no se marchita—.

Por sus ventajas agronómicas y sus aportes nutricionales, el amaranto es una de las especies promovidas para diversificar cultivos en el marco del proyecto ´Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche´, impulsado por Walmart Foundation y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

Amaranto (ficha técnica), en Cultivos alternativos. Intensificación y diversificación sustentable. CIMMYT (2021).
Amaranto (ficha técnica), en Cultivos alternativos. Intensificación y diversificación sustentable. CIMMYT (2021).
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El maíz frente al costo de los insumos

El año pasado el precio internacional del maíz alcanzó cifras históricas debido, entre otros factores, a los reducidos inventarios del grano en Estados Unidos, los efectos de los fenómenos climatológicos como La Niña en Sudamérica y, sobre todo, el incremento exponencial de las importaciones de maíz por parte de China para alimentar a su ganado.

2022 plantea un escenario complejo para los granos básicos. De acuerdo con estimaciones más recientes de la FAO (publicadas el 3 de febrero), se prevé que Argentina y Brasil siembren una superficie récord de maíz precisamente por los elevados precios de los cereales. También se prevé un incremento de las existencias de maíz en Estados Unidos y una nueva acumulación de reservas en China, país que estaría disminuyendo su demanda de maíz debido a un aumento de las importaciones de otros cereales forrajeros.

En México “la cadena alimentaria está transitando por retos de transformación después de la pandemia. No queremos que se genere una pandemia de hambruna, por lo cual tendremos que afrontar las alzas en los costos de producción. Vemos que han aumentado notablemente los costos de los combustibles, lo cual va a aumentar los costos de producción y transporte, pero particularmente los costos de los fertilizantes”, señaló el doctor Bram Govaerts, Director General del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), durante la presentación de las “Perspectivas Agroalimentarias 2022”, foro organizado por el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA). 

Adicionalmente, “también se avecina una situación compleja por potenciales sequías derivadas del fenómeno de la Niña que hacia la primavera podría repercutir tanto en los productores de temporal como los de riego, quienes tendrán que ahorrar agua para producir más grano por gota”, señaló el doctor Bram Govaerts. 

De acuerdo con el director general del CIMMYT, este entorno complejo también representa oportunidades: “Tenemos prácticas probadas en México que pueden reducir el consumo de agua hasta en 50%, prácticas validadas científicamente para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y para reducir los costos de producción. Tenemos la oportunidad de ser un ejemplo de cómo la producción sustentable puede dar un valor agregado a la industria y a los consumidores”. 

Como ejemplo de la utilidad de implementar prácticas sustentables está el uso del rastrojo como cobertura del suelo. Mientras que al quemar el rastrojo se desaprovechan nutrientes que después es necesario incorporar como fertilizantes (que se tienen que comprar), al mantener el suelo cubierto con estos residuos agrícolas los productores pueden tener ahorros significativos mientras reducen la dependencia hacia algunos insumos. Si deseas saber cuánto valen los rastrojos te invitamos a ver este video, cortesía del Hub Chiapas del CIMMYT, sobre la importancia y manejo de los rastrojos. 

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El cultivo de maíz frente a la sequía en México

Sinaloa.- Durante este 2021 y con el verano ya iniciado, México ha vivido bajo una gran incertidumbre a causa de la escasez de agua en lagos, presas, ríos y pozos profundos. Esto ha afectado directa e indirectamente a la agroindustria y a la población en general, particularmente del Noroeste de México. 

En la región Noroeste de México (Sinaloa), la mayor parte de la superficie dedicada a la agricultura es destinada al cultivo de maíz híbrido de alto rendimiento, que requiere de un gran volumen de agua proveniente de alguna de las 12 presas localizadas en el norte y centro-sur del estado —cabe mencionar que el ciclo otoño-invierno 2020-2021 en la entidad se desarrolló de una forma relativamente normal, salvo algunas excepciones donde hubo registro de limitaciones de agua para el campo—.

En Sinaloa, por lo general, se hacen de cuatro a cinco riegos para obtener una buena cosecha de maíz —el promedio estatal de rendimiento es de 11.5 toneladas por hectárea (t/ha)— y esto está determinado por el tipo de clima, suelo, época del año y forma de irrigación —predomina el riego por gravedad—. Hay algunas excepciones donde se hacen de 6 a 8 aplicaciones de agua en terrenos de textura más arenosa, permitiendo que haya productores que obtienen de 16 a 17 toneladas por hectárea, o más, en promedio.

El problema de la escasez de agua en el Noroeste de México es cíclico. Si las lluvias anuales no son abundantes como para recuperar los niveles de las presas al mínimo requerido, se limitaría la superficie de maíz, aunque se podrían establecer otros cultivos de menor demanda hídrica como el garbanzo, frijol, sorgo, entre otros.

Otro efecto podría ser que solo se autoricen dos o tres riegos de auxilio en las superficies establecidas. Esto afecta el rendimiento de la cosecha y más en algunas zonas con suelos arenosos, poco profundos o con poca capacidad de retener la humedad de forma adecuada para el cultivo, especialmente si se considera que las etapas más críticas en el cultivo de maíz —y cuando se requiere una buena humedad en el suelo— son: al momento de la germinación y emergencia de las plantas, durante la floración y en la etapa de llenado de las mazorcas. No tener los niveles óptimos de humedad en estas etapas va en detrimento del rendimiento, que puede ser muy considerable.

En un panorama así, los productores tienen como opción seleccionar variedades que cumplan su ciclo más rápidamente o que tengan características de tolerancia a estas condiciones —aquellos agricultores que deseen asesoría en este sentido pueden contactar a Semillas Ceres, donde los orientarán—. Además, la Agricultura de Conservación les permitirá obtener mejores resultados, en buena medida porque al mantener el rastrojo como cobertura, se retiene mayor humedad en el suelo.  

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Los beneficios del riego por goteo en tiempos se sequía

Querétaro.- Al igual que gran parte del país, en el Estado de Querétaro este año se presentó una fuerte sequía que agotó el agua de presas y bordos, así como los mantos freáticos —cuyo nivel disminuyó en proporciones drásticas—. Esta situación generó que la superficie sembrada se redujera considerablemente y motivó a que muchos productores buscaran alternativas para hacer un uso más eficiente de la poca agua disponible. 

El riego por goteo es una tecnología que permite un gran ahorro de agua. En muchas ocasiones, este sistema se considera parte de la infraestructura del cultivo de hortalizas; sin embargo, la necesidad de ahorrar agua ha propiciado que ahora se esté instalando en sistemas de granos básicos y granos finos, abriendo la posibilidad de elaborar mejores planeaciones de cultivo y estrategias de manejo que puedan brindar mayores rendimientos.

Dentro del proyecto Cultivando un México Mejor, impulsado por HEINEKEN México y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), se busca mejorar la eficiencia en el uso de agua a través de la Agricultura de Conservación y otras prácticas sustentables asociadas y que contribuyen al cuidado del agua, tan escasa actualmente.

Mediante la Agricultura de Conservación es posible disminuir la erosión del suelo, conservar la humedad y reducir la emisión de gases de efecto invernadero asociados al cambio climático. Este sistema de producción, sumado al riego por goteo, ha permitido que el cultivo de cebada sea más sustentable y viable, incluso en tiempos de sequía como los que se han presentado en ciclos recientes. 

Como parte del proyecto, en el ciclo otoño-invierno 2020-2021 se dio seguimiento a una parcela donde se tiene riego por goteo y camas anchas —arreglo del suelo que permite hacer un mejor uso del agua—. Al inicio, el dueño de la parcela se encontraba indeciso de si las innovaciones propuestas funcionarían adecuadamente o no, pero el hecho de saber que contaría con un acompañamiento técnico permanente le dio más confianza y ya ha tenido grandes aprendizajes sobre prácticas sustentables.  

De entre los beneficios que el productor ha visto con la adopción de prácticas sustentables es que ya no ha tenido que aplicar herbicidas para controlar malezas. Además, al suministrar solo la cantidad de agua que va necesitando la cebada, la presencia de enfermedades es poca o nula, caso contrario en donde se aplica riego rodado —el cual requiere una pendiente para distribuir el agua por efecto de la gravedad y tiene una eficacia baja en el uso del agua—, ya que la parcela se inunda y, si no tiene buen drenaje, se propicia una mayor incidencia de enfermedades.

Con la implementación de estas prácticas el rendimiento en esta parcela fue de 6.5 toneladas por hectárea —el cual está por arriba del promedio de la zona— y con grandes ahorros de agua que le permitirán al productor sembrar en el ciclo primavera-verano 2021, ya que, a diferencia de quienes aplicaron riego rodado, el aún cuenta con agua para aplicar riegos. 

Con ejemplos como este, el proyecto Cultivando un México Mejor busca que más productores adopten estas tecnologías, se beneficien ellos y se beneficie a la sociedad en general, ya que al ahorrar agua y disminuir labores no solo se impacta positivamente en el rendimiento y en la economía, si no que se contribuye a la conservación del medioambiente.