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La inversión en el maíz para África da frutos

Musa Hasani Mtambo y su familia en su parcela de agricultura de conservación en Hai, Tanzania. (Foto: Peter Lowe/CIMMYT)
Musa Hasani Mtambo y su familia en su parcela de agricultura de conservación en Hai, Tanzania. (Foto: Peter Lowe/CIMMYT)

Entre 1995 y 2015, casi el 60% de todas las variedades de maíz liberadas en 18 países africanos estaban relacionadas con el CGIAR. Al final de este período, en 2015, casi la mitad del área de maíz en estos países cultivaba variedades de maíz relacionadas con el CGIAR. Todo eso se logró mediante una inversión anual modesta y máxima de alrededor de 30 millones de dólares, que arrojó altos rendimientos: en 2015, los beneficios económicos anuales agregados por el uso de variedades de maíz relacionadas con el CGIAR lanzadas después de 1994 se estimaron entre 660 millones y 1050 millones de dólares.

Estas son algunas de las principales conclusiones de Impacts of CGIAR Maize Improvement in sub-Saharan Africa, 1995-2015, un nuevo y exhaustivo informe sobre las dos décadas de trabajo liderado por el CGIAR para mejorar el maíz en África.

Una preocupación básica

Desde su introducción en África en el siglo XVI, el maíz se ha convertido en uno de los cultivos alimentarios más importantes del continente.

Representa casi un tercio de las calorías consumidas en África subsahariana. Y se cultiva en más de 38 millones de hectáreas en la región, principalmente por pequeños agricultores que dependen de las lluvias.

El cambio climático representa una amenaza existencial para los millones que dependen de la cosecha para su sustento o para su próxima comida. Ya que el 65% de las áreas de cultivo de maíz en África subsahariana enfrentan algún nivel de estrés por sequía.

Compromiso a largo plazo

A través del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y el Instituto Internacional de Agricultura Tropical (IITA), el CGIAR ha trabajado junto con innumerables socios regionales desde la década de 1980 para desarrollar y desplegar variedades de maíz climáticamente inteligentes en África.

Este trabajo se basa en varias inversiones que incluyen a Maíz Tolerante a la Sequía para África (DTMA) y Maíz Tolerante al Estrés para África (STMA). El apoyo a este trabajo revolucionario ha generado impactos masivos para los pequeños agricultores, los consumidores de maíz y los mercados de semillas de la región. En todo momento, la determinación de fortalecer la resiliencia climática de los sistemas agroalimentarios de maíz en África ha permanecido igual.

Para comprender el impacto de su trabajo, y cómo aprovecharlo en los próximos años, los investigadores del CIMMYT y del IITA se sumergieron en profundidad en dos décadas de este trabajo en 18 países de África subsahariana. Estos hallazgos se suman a nuestra comprensión del impacto del trabajo que hoy beneficia a aproximadamente 8.6 millones de agricultores en la región.

Aún quedan grandes desafíos. Pero con las asociaciones, los conocimientos y los recursos adecuados, podemos tener un impacto enorme en el cumplimiento de esos desafíos.

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Platiquemos de semillas

México.- Las semillas constituyen una de las innovaciones más importantes de las plantas en el curso de la evolución. Gracias a ellas la humanidad pudo llevar consigo la base de su alimentación en sus múltiples rutas migratorias. La historia, además, ha demostrado que resguardar semillas es un acto de enorme utilidad social en caso de un desastre natural de grandes dimensiones (como incendios, terremotos o inundaciones) o de naturaleza social (como las guerras).

Para abordar el tema y compartir con el público ejemplos específicos que ilustran la importancia de la conservación de semillas, la segunda sesión de la jornada Platiquemos de Maíz reunió de forma virtual a la doctora Denise Costich —científica que por ocho años fue la responsable del Banco de Germoplasma del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—, a la ingeniera María de los Ángeles Mérida —coordinadora de recursos genéticos del Instituto de Ciencia y Tecnología Agrícolas (ICTA) de Guatemala— y al doctor Filippo Guzzon —del Banco de Germoplasma del CIMMYT—.

Las semillas forman parte de los recursos fitogenéticos que son la base biológica de la seguridad alimentaria. En el mundo hay más de 1,750 bancos de semillas y el de maíz y trigo de México (resguardado por el CIMMYT en Texcoco, Estado de México) es uno de los más importantes a nivel global por su diversidad y número de colecciones.

Además del flujo de semillas e información que va desde una reserva familiar hasta un banco de semillas como el de Svalbard, cerca del Polo Norte, los especialistas invitados abordaron temas como las condiciones óptimas para la conservación de semillas, su longevidad, tecnologías de secado (como las perlas secadoras de zeolite), repatriación de semillas, reservas comunitarias, germinación, monitoreo de la humedad, calidad del grano, entre otros.



La jornada de conversatorios Platiquemos de Maíz es un esfuerzo conjunto de la Fundación Tortilla y el CIMMYT para acercar el conocimiento científico con la sociedad. Las sesiones se transmiten todos los martes (hasta el 1 de diciembre) a las 6 pm a través de la página de Facebook de Fundación Tortilla y el canal de YouTube de ACCIMMYT.

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Inoculación de semilla para obtener mejores cosechas

La inoculación es una práctica que busca que bacterias fijadoras de nitrógeno se adhieran a la superficie de las semillas, a fin de que las plantas desarrollen un sistema de raíces más eficiente, capaz de fijar el nitrógeno que requieren. Esta práctica permite incluso lograr un incremento de los rendimientos, pero por diversas circunstancias no es una práctica generalizada entre los productores.

El pasado 15 de junio se realizó la siembra de dos áreas de extensión en el municipio de Zautla, Puebla (en las localidades de Tlamanca y Contla). En ambas parcelas se desarrollaron acciones de fertilización integral mediante la inoculación de semilla de maíz con microorganismos benéficos (Trichoderma asperellum) y el fraccionamiento de la fertilización edáfica (que se hace mediante aplicaciones al suelo).

Normalmente, los productores de la localidad solo realizan una fertilización durante la primera labor, por lo que una fertilización de fondo (es decir, al momento de la siembra) es una innovación a la que no están acostumbrados. No obstante, Eliel Martínez González y Jacinto Hernández Martínez decidieron probar esta nueva práctica de la mano del equipo técnico del Hub Valles Altos, del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

En ambos casos, la siembra se realizó con una sembradora de tiro animal. Debido a que este implemento solo posee un contenedor para la semilla, una persona fue depositando el fertilizante granulado al fondo del surco. Los fertilizantes que se utilizaron fueron DAP (fosfato diamónico) y cloruro de potasio, la inoculación de la semilla de maíz se hizo con micorrizas y se realizó fertilización fragmentada durante la siembra (también se hará durante el desarrollo del cultivo, sobre todo para el caso de los macronutrientes, como nitrógeno [N], fósforo [P] y potasio [K]).

Cabe mencionar que al realizar la siembra asistieron otros productores. No hubo un gran número de personas debido a las restricciones sanitarias, pero quienes asistieron para ver cómo se inocula la semilla y de qué forma se realizó la fertilización de fondo sin la utilización de maquinaria lo hicieron siguiendo las medidas correspondientes. Los productores que acudieron a la actividad de las siembras comentaron que nunca habían utilizado microrganismos benéficos para inocular la semilla y que tampoco fertilizan a la siembra; sin embargo, dado que cuentan con insumos como fertilizantes, micorrizas, foliares y herbicidas, entre otros, implementarán en sus parcelas las innovaciones que presenciaron. Con esto, los insumos de apoyo que reciben los productores serán utilizados de una manera más eficaz.

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Al rescate de semillas nativas en peligro de extinción

A través del proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán —de la Fundación Haciendas del Mundo Maya (FHMM), Fomento Social Banamex (FSB) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— y en colaboración con diversas organizaciones, se ha trabajado para mantener la diversidad genética de las principales razas de maíz nativo de esa región (algunas de ellas consideradas vulnerables o en peligro de extinción) mediante una estrategia de resguardo de semillas.

La estrategia ha trabajado en la reintroducción de diversas razas nativas a través de la conservación in situ y ex situ ―es decir, tanto en su área natural como fuera de ella―, buscando incrementar la mayor diversidad posible de razas. En la Península de Yucatán se han identificado por lo menos tres razas principales: ‘Nal Tel’, ‘Dzit Bacal’ y ‘Xnu’uk Naal’ (‘Tuxpeño’), las cuales están consideradas dentro de esta estrategia de conservación.

Las razas ‘Dzit Bacal’ y ‘Nal Tel’ presentan una menor distribución geográfica que la raza ‘Xnu’uk Naal’, por lo que se considera que están en una posición de vulnerabilidad que amenaza su diversidad. De hecho, varias instituciones han documentado que la raza ‘Nal Tel’ se encuentra en claro peligro de extinción en amplias zonas de la Península de Yucatán, y señalan que al momento de realizar colectas solo fue posible encontrar esta raza —no sin dificultad— con productores de muy avanzada edad (Aguilar et al., 2015).

Estrategias como la que impulsa el proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán son fundamentales no solo para esa región o para el país, sino para la humanidad en general, ya que a partir en los maíces nativos podría haber pistas importantes para generar variedades más resistentes a las nuevas condiciones climáticas.

Para esta estrategia de resguardo de semillas nativas ha sido fundamental la articulación de esfuerzos de organizaciones de la sociedad civil, como la Red de Productores de Servicios Ambientales Ya’ax Sot’ Ot’ Yook’ol Kaab (Repseram); instituciones académicas, como la Universidad Tecnológica del Mayab (UT del Mayab); y organismos internacionales, como el CIMMYT, que —además de brindar soporte científico— ha facilitado semillas a través del Banco de Germoplasma que resguarda en sus instalaciones en Texcoco, Estado de México.

En conjunto con los técnicos y productores que participan en el proyecto, se ha avanzado en la reinserción de maíces nativos, en la implementación de prácticas sustentables (como el Manejo Agroecológico de Plagas, el arreglo topológico, la fertilidad integral, entre otras) y en la identificación de variedades de interés para los productores (algunas que, por ejemplo, permiten que en un solo ciclo productivo sea posible realizar siembras escalonadas y obtener al menos dos cosechas).

La preservación de las semillas nativas es uno de los aprendizajes del proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán y también una de las acciones que a mediano y largo plazo permitirán a las comunidades hacer más rentable la milpa y afianzar prácticas sustentables que aseguren la preservación funcional de la biodiversidad. Por esta razón, es importante apoyar y dar continuidad a los esfuerzos de todos los que hacen posible este proyecto.

Con información del Hub Península de Yucatán.

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Se lanzan diez nuevas variedades de maíz desarrolladas por el CIMMYT en Pakistán

Early Maturing Short Duration High Yielding White Maize open-pollinated variety. (Photo: MMRI)
Variedad de maíz blanco de polinización abierta, alto rendimiento y maduración temprana. (Foto: MMRI)

El sector del maíz de Pakistán logró un hito notable en 2019 al lanzar diez nuevas variedades de maíz desarrolladas por el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) para cultivo comercial. Las nuevas variedades fueron lanzadas por dos institutos de investigación del sector público.

El Instituto de Investigación de Maíz y Mijo (MMRI en inglés) en Yousafwala, uno de los principales y más antiguos institutos de investigación de maíz en Pakistán, lanzó cuatro variedades de polinización abierta (OPV) procedentes del CIMMYT. Las variedades, llamadas Gohar-19, CIMMYT-PAK, Sahiwal Gold y Pop-1 son las nuevas incorporaciones a la lista de variedades de maíz de Pakistán. Todas las variedades son de corta duración, lo que significa que se pueden cosechar rápidamente para rotar la tierra para el próximo cultivo. También se pueden cultivar en la temporada principal y fuera de temporada, lo que las hace adecuadas para muchos sistemas de cultivo diferentes.

El Instituto de Investigación Agrícola (ARI en inglés) en Quetta recibió la aprobación de seis OPV de grano blanco del CIMMYT del Consejo Provincial de Semillas (PSC en inglés), un organismo gubernamental responsable del registro de variedades en Baluchistán. Las variedades se denominan MERAJ-2019, MAHZAIB-2019, NOOR-2019, PAGHUNDA-2019, SILVER-2019 y SAR-SUBZ-2019. Estas variedades están madurando temprano con un alto potencial de rendimiento y tolerancia a la sequía. El estrés por sequía es un gran desafío para los agricultores en la provincia de Baluchistán, que cubre el 45 % del territorio de Pakistán.

A group of maize experts visits maize research and seed production fields at the Maize and Millets Research Institute (MMRI) in Yousafwala, Pakistan. (Photo: CIMMYT)
Un grupo de expertos en maíz visita campos de investigación de maíz y producción de semillas en el Instituto de Investigación de Maíz y Mijo (MMRI) en Yousafwala, Pakistán. (Foto: CIMMYT)

Muhammad Arshad, Director del MMRI, reconoció los esfuerzos del CIMMYT para desplegar la amplia gama de germoplasma de maíz en el país. Arshad agregó que el Instituto está trabajando con socios para distribuir ampliamente estas semillas a los pequeños agricultores a un precio razonable. «Podemos cosechar los rendimientos de maíz de estas variedades de maduración temprana mediante la aplicación de 4 a 6 riegos, a diferencia de otras variedades que requieren un mínimo de 10 riegos por ciclo de cultivo», dijo Syed Asmatullah Taran, director de cultivos de cereales en el Instituto de Investigación Agrícola en Quetta, Baluchistán. «Estas son las primeras variedades de maíz lanzadas en nuestra provincia», agregó, aplaudiendo al CIMMYT por este logro.

Muhammad Imtiaz, representante nacional del CIMMYT para Pakistán y líder del Programa de Innovación Agrícola (AIP), agradeció al MMRI y ARI por su dedicación y sus esfuerzos impactantes para fortalecer el sistema local de semillas de maíz. Imtiaz explicó que estas nuevas variedades ayudarán a los pequeños agricultores de escasos recursos a mejorar sus medios de vida.

A través del proyecto AIP, el CIMMYT y sus socios están ayudando a que nuevas semillas lleguen a los agricultores. «Esperamos ver más lanzamientos en 2020, ya que muchas variedades están en proceso», dijo AbduRahman Beshir, especialista en sistemas de semillas del CIMMYT para el sur de Asia. “Lo importante es aumentar la producción y distribución de semillas de estas variedades para que los agricultores puedan obtener su parte de las intervenciones. Las variedades de maíz con uso eficiente del agua no solo contribuirán a la estrategia de adaptación al cambio climático, sino que también respaldarán el sustento de los agricultores marginales”. Beshir enfatizó la importancia de la participación del sector privado para la entrega de semillas.

A maize field is prepared manually for planting in Balochistan province, Pakistan. (Photo: CIMMYT)
Un campo de maíz se prepara manualmente para plantación en la provincia de Baluchistán, Pakistán. (Foto: CIMMYT)

El maíz es el tercer cereal más importante de Pakistán después del trigo y el arroz, y abarca un área de 1.3 millones de hectáreas. La productividad del maíz también se encuentra entre las más altas del sur de Asia, con rendimientos nacionales que alcanzan casi 5 toneladas por hectárea.

A pesar de su creciente demanda, la producción de maíz en Pakistán enfrenta varios desafíos, como la falta de diversos genotipos adecuados para diversos usos y ecologías, un sistema de entrega de semillas débil que no puede llegar a los agricultores marginales, el alto precio minorista de las semillas y las condiciones climáticas impredecibles debido a los cambios climáticos.

Para mejorar la disponibilidad, accesibilidad y asequibilidad de semillas de maíz de calidad, el Programa de Innovación Agrícola (AIP), dirigido por el CIMMYT y financiado por la USAID, está trabajando con socios para beneficiar a los pequeños agricultores de todo el país. El proyecto se enfoca en el desarrollo y despliegue de productos de maíz listos para el mercado provenientes de diferentes centros de mejoramiento y probando sistemáticamente su adaptación para acelerar el reemplazo de semillas y variedades en Pakistán. En los últimos seis años, los socios públicos y privados de AIP pudieron acceder a más de 60 productos de maíz terminados y más de 150 líneas parentales del CIMMYT e IITA para realizar más pruebas, registro de variedades, demostración y ampliación de semillas.

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Nuevos aprendizajes para cultivar cebada

Como parte de las actividades del proyecto Cultivando un México Mejor —que impulsan HEINEKEN México y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—, se realizaron cursos de capacitación para productores de cebada de Guanajuato y Querétaro con la temática ‘Acondicionamiento de parcelas para la producción de cebada en Agricultura de Conservación y variedades de cebada’.

Este proyecto promueve el valor de la producción sostenible de cebada y el uso eficiente del agua. Para cumplir el objetivo, es determinante que los productores que siembran el grano y abastecen a esta compañía cervecera estén capacitados en técnicas innovadoras que contribuyan a generar sistemas de producción más sostenibles y rentables, teniendo como base la adopción de la Agricultura de Conservación, que garantiza el uso eficiente del agua.

El pasado 22 de noviembre iniciaron los cursos de capacitación en el ejido de Casas Blancas, en la parcela de la productora María Eugenia Rico. Ahí los productores participantes aprendieron sobre manejo de rastrojos para implementar Agricultura de Conservación en cebada, acondicionamiento de parcela, alternativas de control de rebrote de sorgo, acondicionamiento de agua (tratamiento para que tenga la calidad adecuada para el riego) y reformación de camas.

Este curso se replicó el 27 de noviembre en la comunidad Finca Valle de San Juan, Querétaro, en la parcela del productor Víctor David Gervacio. Y se abordaron temas como arreglos de siembra, variedades de cebada, densidad de siembra, inoculación de semilla y arreglos topológicos, entre otros.

El equipo técnico de HEINEKEN México, representado por Federico Chavarín y Zeferino Fernández, explicó a los productores el portafolio de variedades de cebada que se promueven para la zona del Bajío (como brennus, meztli, esperanza y prunella). Estas variedades permiten cumplir con los parámetros de calidad maltera, tienen mayor resistencia a condiciones de sequía prolongada y —en general— permiten obtener mayores rendimientos.

Otra de las innovaciones que el proyecto promueve es la siembra de cebada en doble y triple hilera, ya que este arreglo permite usar menos agua, semillas y agroquímicos, y presenta menor susceptibilidad al acame (doblez o inclinación que sufren los tallos de la cebada), menos incidencia de enfermedades, grano de mejor calidad (tamaño y peso) y una mayor rentabilidad económica. Cabe mencionar que los productores que realizan estas prácticas son mejor calificados como proveedores de cebada.

El 28 de noviembre la capacitación se realizó en la comunidad de Cerro Gordo, del municipio de Valle de Santiago, en la parcela del productor Manuel Lara, y el 29 de noviembre se impartió en la parcela del productor Lorenzo Raya, en el municipio de Abasolo.

Las capacitaciones estuvieron a cargo del equipo técnico del CIMMYT, integrado por Sinué Pérez Castillo, Bartolo González Torres, Fernando Fernández Duarte y Alonso Torres, quienes agradecen a todas las organizaciones y personas que hacen posible el proyecto Cultivando un México Mejor, que —ante el panorama hacia el año 2030, donde el agua será un recurso aún más limitado— brinda esperanzas para lograr, en este nuevo año y en los subsecuentes, importantes avances en la materia.

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La competitividad del maíz colombiano empieza con semillas de calidad y visión comercial

El curso sobre formación de empresas de semillas y comercialización de semilla de maíz fue impartido por el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) del 11 al 13 de diciembre en la sede del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), en Palmira, Colombia. Contó con la participación del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR); la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales, Leguminosas y Soya (Fenalce); AGROSAVIA; la alianza Bioversity International-CIAT; HarvestPlus; Agritech Seeds SAS; Maxi Semillas SAS; Semillas Valle SA; Semillas Guerrero Asociados (SGA); y la Fundación Agropecuaria para la Investigación y el Desarrollo (AGRID).

Este curso, que contó con la presencia de 40 participantes, forma parte del proceso de implementación del plan estratégico Maíz para Colombia —gestionado por el CIMMYT y el CIAT—, el cual involucra a diferentes niveles de Gobierno, centros de investigación nacionales e internacionales, la sociedad civil, gremios de productores y el sector privado para diseñar un mejor futuro del maíz en Colombia con base en un objetivo común: aumentar la productividad y rentabilidad del maíz de manera sustentable, preservando su biodiversidad y mejorando el uso de recursos.

Específicamente, en lo que se refiere a la adopción de semilla mejorada (que forma parte de uno de los motores del plan estratégico), se han firmado varios convenios, uno de ellos entre el CIAT y el MADR para fomentar el uso de semilla mejorada. Allí Fenalce y el CIMMYT se articulan como socios de este convenio con miras a fortalecer las capacidades técnicas que permitan no solo apoyar la multiplicación de semillas que serán entregadas a los productores de maíz, sino también acompañar a estos con asesoramiento técnico que les facilite apreciar por sí mismos las ventajas de estas semillas y la manera de cultivarlas con prácticas que posibiliten sacarles el mejor provecho. “Se trata de acciones concretas que reiteran el interés por dar continuidad a la puesta en marcha y el avance del plan táctico Maíz para Colombia”, puntualizó Jeimar Tapasco, economista agrícola sénior del CIAT.

Arturo Silva, líder de sistemas de semillas para América Latina y África del CIMMYT, indicó que “es clave contar con datos duros confiables, la participación de productores líderes que les dan la oportunidad y se interesan en semillas mejoradas y el acompañamiento técnico oportuno. Todo esto articulado para hacer una planeación correcta de la producción de dichas semillas; cumplir la demanda del mercado; y planear junto con la cadena de valor otras fases clave —como acopiar y comercializar el grano—, cerrando así el círculo virtuoso. Esa es la importancia del diálogo abierto y constructivo que ha tenido lugar en este curso, donde ha quedado clara la relevancia de contar con investigación, innovación, segmentación de mercados, análisis del costo de oportunidad y planeación como pilares para enriquecer la toma de decisiones en la producción y comercialización de semillas”.

Los investigadores del CIAT Leonardo Ordóñez, asistente de investigación en el Programa de Modelación de Cultivos, y Julián Ramírez, científico de Impactos del Clima, compartieron con los participantes del curso la plataforma digital http://www.aclimatecolombia.org/, la cual está en funcionamiento y es un apoyo de importancia en momentos clave, como la determinación de la fecha de siembra. Herramientas como esta plataforma, el uso de los pronósticos agroclimáticos y el conocimiento vivencial local de quienes están en las localidades y los municipios resultan fundamentales para generar estrategias que aseguren una decisión oportuna al momento de la siembra y la identificación de la semilla más adecuada, disminuyendo así riesgos y evitando pérdidas cuantiosas, mientras enfrentan de manera estratégica los efectos de la variabilidad climática.

Sandra Tobar y Alexandra Mañunga, profesionales del Departamento de Semillas de AGROSAVIA, compartieron el Plan Nacional de Semilla, que durante los próximos cinco años estará trabajando en el fortalecimiento del sistema de semillas mediante la integración de los diferentes actores de la cadena en torno a generar estrategias para dinamizar los sistemas locales de producción de semillas y a conocer cómo se comporta el mercado para incrementar el uso, la producción y la comercialización de semilla de calidad. “Estamos convencidos de la importancia fundamental de la semilla de calidad como insumo para garantizar procesos de producción exitosos”, reiteró Sandra Tobar.

De ahí la importancia de vincular a todos los productores a este empeño de usar semillas mejoradas de calidad. Esto es algo “que en ningún momento va en contra de las semillas nativas o criollas, pues se trata de reconocer la importancia y el valor de los sistemas tradicional y tecnificado al momento de contribuir y beneficiarse de un sistema de semillas más robusto, apoyado con investigación, innovación y tecnologías enfocadas en semillas de calidad”, indicó Alexandra Mañunga.

Los participantes del curso reconocieron la importancia de generar estrategias para la planeación y comercialización de semillas y fomentar más espacios de sano debate donde se aborden los cuellos de botella que se presentan alrededor de la producción y el uso de semillas mejoradas de calidad, mientras promueven la articulación de la institucionalidad para lograr generar en el productor la inquietud de dimensionar la importancia de la calidad de la semilla para su producción. Y comprendieron que es fundamental contar con políticas públicas en torno a la semilla de calidad.

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Hacia el rescate de las semillas nativas de Yucatán

La sandía amarilla, el makal de guía (una especie de tubérculo), el palbox (fruta parecida a la guanábana) y veinte especies vegetales más que antes se sembraban en la Península de Yucatán ahora ya no se cultivan (además de otras especies que se siembran en poca superficie o por muy pocas personas).

Ante esta realidad que pone en riesgo la nutrición y la seguridad alimentaria de muchas comunidades, en el marco del proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán, el Instituto Tecnológico de Tizimín (ITT) y el Hub Península de Yucatán —del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— llevaron a cabo el conversatorio ‘Diversidad y resguardo de semillas criollas en el oriente del estado de Yucatán’.

El objetivo de este fue propiciar el intercambio de ideas y experiencias sobre estrategias para la conservación de semillas y para asegurar la diversificación de cultivos en la milpa maya, con productores, estudiantes, investigadores e instituciones educativas en la zona oriente de Yucatán.

Procedentes de diversas localidades de los municipios de Chichimilá, Espita, Mérida, Panabá, Sucilá, Temozón y Tizimín, los 49 participantes —entre estudiantes, productores, docentes y algunos funcionarios locales— identificaron tanto los cultivos de hace veinte años, como los actuales, incluyendo sus tendencias y amenazas.

Considerando la superficie en la que se siembran y el número de personas que lo hacen, los asistentes al conversatorio identificaron 47 cultivos que se siembran actualmente aunque 35 de ellos son cultivados por pocas personas o en poca superficie y 23 más que ya no se siembran.

Entre las causas de la pérdida de la biodiversidad identificadas están el cambio climático —principalmente por sequías prolongadas, fenómenos naturales más devastadores y la aparición de nuevas plagas y enfermedades—, la prevalencia del monocultivo y otras prácticas agrícolas inadecuadas, la ganadería extensiva, el abandono del campo, los problemas asociados a la rentabilidad de la milpa y la pérdida de las semillas nativas, entre otros.

Del mismo modo, se generaron diversas propuestas para preservar y conservar las semillas. Algunas de ellas fueron aprovechar el banco de germoplasma del ITT y crear otros, fortalecer el intercambio de semillas, establecer parcelas de conservación y reinserción, fomentar cadenas de valor justas y mercados para la diversidad de cultivos y —principalmente— crear espacios intergeneracionales para aumentar la participación de los jóvenes en temas del campo.

Como destacó Eduardo Tovar, gerente del Hub Península de Yucatán —del CIMMYT—, el conversatorio fue producto de la suma de esfuerzos de muchas instituciones y personas que trabajan motivadas por un fin común: lograr la seguridad alimentaria y la rentabilidad de los sistemas productivos de la población mediante la preservación de sus recursos naturales y de la biodiversidad.

Así, con la participación de instituciones como el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) —que se comprometió a fomentar la realización de ferias de semillas con productores de la zona— y el Instituto Tecnológico de Tizimín —cuyo director, José Antonio Canto, refrendó el compromiso de la institución para hacer un buen resguardo de las semillas de las comunidades—, el proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán se enriquece. Este proyecto es de la Fundación Haciendas del Mundo Maya (FHMM), Fomento Social Banamex (FSB) y el CIMMYT. Y a través de él se desarrollan diversas acciones para impulsar la resiliencia de la milpa maya, como los conversatorios, los cuales no son solo debates públicos, sino foros para generar soluciones colectivas.

Conversar no es simplemente hablar, sino compartir ideas y escuchar al otro. Por eso los conversatorios son herramientas de encuentro que permiten focalizar la reflexión de un tema prioritario en una región determinada. Producto de este que se realizó, por ejemplo, se logró identificar actores y sitios (productores locales e instituciones) que aún conservan semillas susceptibles de rescatarse o reinsertarse en las comunidades.

Con este ejemplo de colaboración, agradecemos a todas las instituciones, organizaciones y personas que hicieron posible la operación de Milpa Sustentable en la Península de Yucatán durante el año que concluye. A todos les deseamos felices fiestas y esperamos contar nuevamente con su entusiasmo y compromiso en 2020 para hacer de la Agricultura Sustentable el motor del crecimiento económico y sociocultural de nuestras comunidades y nuestro país. ¡Enhorabuena!

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Dos por uno: los beneficios de diversificar cultivos

Carmelo Sánchez Caraveo vive en la localidad Paraíso Nuevo, en el municipio de Candelaria, Campeche. Como la mayoría de sus vecinos productores, siembra maíz para mantener a su familia.

En esta zona de Campeche predomina el monocultivo de maíz (aunque eventualmente se incorpora calabaza, la diversificación de cultivos no es común). Debido a esta práctica, la biodiversidad se ha reducido y la incidencia de plagas ha aumentado, afectando ―en consecuencia‒ la rentabilidad de las parcelas de los productores de la zona.

Ante esto, el señor Carmelo consideró que era momento de buscar soluciones. Aunque tenía dudas, decidió implementar las innovaciones agrícolas promovidas por el proyecto Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche, que es impulsado por Walmart Foundation y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

En julio se reunió con los técnicos del proyecto para hacer la planeación correspondiente; acordaron dividir en dos su parcela de una hectárea. En una mitad se sembraron maíz y diversas variedades de leguminosas con prácticas agronómicas sustentables (a este espacio se le llamó área de innovación); en la otra mitad, se sembró únicamente maíz, de la misma forma en que convencionalmente se hace en la región (por lo que se le llamó área testigo).

Sobre los resultados, don Carmelo comenta: “nos apoyaron con semillas de girasol, frijol mungo, frijol gandul, cacahuate y garbanzo. Ahorita estamos evaluando cómo se van desarrollando el frijol y el maíz juntos. Yo tenía mis dudas porque pensé que el maíz le iba a hacer sombra al frijol, pero con el diseño de la siembra le da el sol todo el día y ahí están los resultados. Es la misma variedad de maíz, solo que se han hecho cosas diferentes. Las plantas tienen más mazorcas y son más grandes”.

Aunque en este momento en la parcela de don Carmelo no se han implementado todas las innovaciones planeadas (debido a que en ella solían hacerse quemas agrícolas, podría decirse que se está recuperando el terreno), el productor ya nota las diferencias y se alegra porque su parcela será más rentable, pues tendrá dos cultivos en un mismo terreno: dos por uno, como se dice.

Don Carmelo no es el único beneficiado con estos aprendizajes sobre rotación de cultivos. Hay otros 61 productores, vecinos suyos, que han estado pendientes de la parcela de este productor innovador. Participaron en la siembra de las leguminosas y constantemente visitan el terreno. Muchos de ellos también han establecido nuevos cultivos y, recientemente, están aprendiendo a realizar Manejo Agroecológico de Plagas para controlar de una manera más eficiente, sustentable y económica el gusano cogollero, que causa severos daños en la zona.

Si deseas conocer más sobre la diversificación de cultivos y el proyecto, suscríbete a este boletín o síguenos a través de nuestras redes sociales usando el hashtag #DiversificaNutreVincula.

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Alumnos de bachillerato buscan elevar la productividad del campo

En un contexto en el que se necesita producir más con menos recursos, “todos somos un solo equipo: alumnos, productores, profesores, instituciones y autoridades de Gobierno”, declaró Flor de María Rubio —directora del Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario (CBTA) no. 137— durante el 3er Foro de Agricultura Sustentable, realizado en Tepechitlán, Zacatecas.

Durante el foro se presentaron los avances de una vitrina de maíces híbridos (13 materiales disponibles en el mercado) bajo condiciones de temporal y cultivos de mijo, sorgo y girasol que alumnos del CBTA no. 137 ayudaron a establecer para brindar a los productores de la zona opciones para elevar la productividad y la sustentabilidad de sus parcelas.

La elección de las variedades de maíz adecuadas es importante porque las semillas no tienen el mismo desarrollo y rendimiento en todos los lugares. Las condiciones agroclimáticas influyen mucho en este aspecto. Por esta razón, el establecimiento de vitrinas agronómicas o parcelas demostrativas es fundamental, pues permite obtener información relevante sobre los materiales sembrados (además de hacer posible observarlos directamente).

Los cultivos alternativos se establecieron porque, además de la elección del material (semillas) adecuado según los objetivos de cada productor, es fundamental que se realice rotación de cultivos. Esta práctica no solo brinda beneficios a la ganadería (por ampliar el menú de forrajes) e incrementa las posibilidades de comercialización, sino que mejora la calidad de los suelos y disminuye la incidencia de plagas.

Será en enero del siguiente año cuando se presenten los resultados completos de las vitrinas (con la información sobre aspectos de la pizca, el almacenamiento y el molido, que aún no se realizan). Se sabrá entonces cuál fue el rendimiento de cada una de las variedades sembradas (P3057W, SBA-470, Canguro, SBA-404, Winner 16 y 02, Winner Golden Max, MS154Y, B2402, SB-309, B-3650, ST10W, B3706 y Puma).

Como enfatizó la directora Flor de María Rubio, la participación conjunta multiplica los esfuerzos; por eso es relevante la asistencia de representantes de diversas organizaciones que suman esfuerzos a través del programa MasAgro —de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—, como Guillermo Libreros, de la SADER; Ricardo Sánchez, del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP); Julio César González, del CIMMYT; y representantes de la Secretaría del Campo (Secampo) de Zacatecas, del Gobierno local y de algunas empresas de insumos y equipos.