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La evolución del maíz continúa

Texcoco, Edo. Méx.- Entre los mexicas, la selección de las mejores semillas de maíz era la base de un proceso de mejoramiento continuo. Este proceso se realizaba mediante un ritual, el ritual de la selección de la mazorca donde se apartaban las cualli huecintli, es decir, las mejores mazorcas de la cosecha anterior. Se desgranaban los extremos, quedando solo los granos más grandes del centro. Estos eran la xinaxtli, la semilla seleccionada para la siembra. 

Hoy, más de seis siglos después, en varias comunidades de México esta forma de seleccionar las semillas sigue vigente, aunque —lamentablemente— en muchas otras ya no se realiza ningún tipo de selección. Este hecho, sumado a factores como la degradación de los suelos, el monocultivo y el abandono del campo, ha contribuido a que los maíces nativos tengan bajos rendimientos.

Además de ser importantes para la seguridad alimentaria de muchas comunidades, los maíces nativos o criollos —palabra popularizada durante la Colonia para referirse a “los nacidos en América” y, por extensión a las especies animales y vegetales originarias de este continente (aunque, con frecuencia, en un sentido peyorativo)— tienen un gran potencial para brindar información para enfrentar el cambio climático. Así, para fortalecer el cultivo de maíces nativos, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), junto con diversos colaboradores, promueve el mejoramiento participativo de maíces nativos en diversas zonas de México. 

La selección masal estratificada es la técnica que se emplea en estos esfuerzos de mejoramiento participativo. Mediante esta técnica la milpa se divide en parcelas pequeñas a fin de escoger con mayor rigurosidad la semilla progenitora de la siguiente generación de selección. Al estratificar así la milpa se incrementa la probabilidad de que las características que se busca que las plantas hereden efectivamente sean parte de la información genética de las plantas y no se deba solo a la influencia del medioambiente o las prácticas agronómicas.

Las mazorcas con las características deseadas se seleccionan directamente en la milpa de entre las plantas con competencia directa —es decir, aquellas que tienen otras plantas tanto a los lados del mismo surco como entre los surcos de junto—. Cuando estas mazorcas previamente seleccionadas finalmente se cosechan, se hace una segunda selección a la manera acostumbrada: se seleccionan mazorcas sanas y grandes que luego se desgranan, usando para semilla solo los granos de la parte central de la mazorca —tal y como lo hacían los mexicas siglos atrás—.

Desde luego, el mejoramiento de los maíces nativos es un proceso que implica varios ciclos de selección y que requiere un acompañamiento técnico adecuado, pero, en el mediano plazo, este método permite mejorar las variedades locales y mantener a la vez la diversidad genética. Por esta razón, el CIMMYT y sus colaboradores imparten talleres donde los productores aprenden los procedimientos específicos en cada etapa del desarrollo del cultivo, como la eliminación de la flor masculina de los ejemplares no deseados y la selección de mazorcas de las plantas marcadas —las que tienen las características deseadas, como grosor del tallo, sanidad de la planta, precocidad, porte, altura y tamaño regular de mazorca, vigorosidad, resistencia a factores internos y externos, e incluso la competencia de nutrientes y la resistencia a plagas y enfermedades—. 

Al mejorar las características genéticas de los materiales nativos de cada región es posible obtener rendimientos más favorables, pero también fortalecer la cultura.  Así, por ejemplo, el mejoramiento participativo ha contribuido a preservar la herencia de cultivo de la comunidad otomí y de la comunidad maya —te recomendamos leer los artículos Mejoramiento participativo de maíces nativos, un camino para preservar la diversidad biocultural y Los productores mayas y el mejoramiento participativo de maíz nativo—, ayudándoles a preservar su patrimonio biológico y cultural. 

El mejoramiento participativo permite hacer más rentable la milpa, pero solo afianzando prácticas sustentables se podrá asegurar la preservación funcional de la biodiversidad de los maíces nativos. En este sentido, la iniciativa MasAgro-Cultivos para México —que impulsa la Secretaría de Agricultura y el CIMMYT— es relevante, pues a través de ella se ha estudiado la diversidad de más de 15 mil variedades nativas de maíz y se han ingresado más de 100 millones de nuevos datos al Atlas Molecular de Maíz —una de las contribuciones científicas más relevantes de México al mundo en la actualidad—, lo cual deriva en maíces con mayor tolerancia al calor y la sequía y resistentes a enfermedades. 

Además de promover la conservación y el uso de la biodiversidad de las variedades nativas en favor de la seguridad alimentaria —te recomendamos leer Maíz nativo de Yucatán regresa a su localidad de origen— también se trabaja en la identificación de maíces nativos con alto potencial productivo para comercialización —te puede interesar Maíz azul de alto potencial productivo—. Esto, sin duda, confirma que los caminos de adaptación y evolución del maíz son un proceso que inició hace siglos y que continúa hasta nuestros días. En el caso del mejoramiento participativo, esto es posible gracias a la colaboración entre agricultores y científicos. 

Fuentes:

  • Campos, C. F. (2017). Los criollos novohispanos frente a la teoría de la degeneración: de la apologética a la reivindicación. En-Claves del pensamiento11(21), 15-40.
  • Espinoza, J. A. G. (2018). Maíz, axis mundi: maíz y sustentabilidad. Universidad Autónoma del Estado de Morelos.
  • González Torres, Y. (2007). Etnografía del maíz: variedades, tipos de suelo, y rituales en treinta monografías. Etnografía de los confines. Andanzas de Anne Chapma, 179-220.
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Con la vinculación AGROSAVIA-CIMMYT, se capacita a jóvenes investigadores colombianos

Colombia.- El segundo año del convenio (que fue renovado) entre la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (AGROSAVIA) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) arrancó con la impartición del Curso de Fieldbook Aplicado, que es una herramienta y metodología útil para realizar ensayos agronómicos, desde su diseño en campo hasta la cosecha y el posterior análisis (para seleccionar las plantas que cuenten con las mejores características). Con este curso —que se realizó del 11 a 13 de febrero en la Oficina Regional para las Américas de la Alianza de Bioversity International y el CIAT, ubicada en Palmira, Colombia— se fortalecieron las capacidades de 10 jóvenes investigadores de AGROSAVIA.

El convenio AGROSAVIA-CIMMYT tomó un nuevo aliento en 2019 para reactivar el programa de maíz en Colombia. Esto se realizó con miras a mejorar la producción mediante el uso de semilla mejorada, la práctica de una Agricultura Sustentable resiliente a los efectos del cambio climático y dar valor a la cadena de maíz en Colombia en cada zona productora. La firma de este convenio, cuya duración es de cinco años, significó un primer paso para hacer realidad el plan estratégico Maíz para Colombia (MpCol).

Mediante este convenio, el CIMMYT proporciona a AGROSAVIA tanto el material genético como líneas de maíz liberadas, líneas en proceso de desarrollo y variedades sintéticas e híbridos con potencialidad de uso en los diferentes ambientes productivos de este cereal en Colombia. Asimismo, contribuye a la formación de profesionales. “Es por esto que este curso de Fieldbook fue de gran importancia. Qué mejor ocasión que esta para estrechar lazos de colaboración con un centro al que reconocemos por sus fortalezas de capacitación y de acompañamiento técnico y científico, lo que lo hace tan relevante para Colombia”, destacó Sergio Mejía, investigador doctoral de AGROSAVIA.

Sergio participó en este curso junto con otros jóvenes investigadores provenientes de los centros de investigación (CI) de AGROSAVIA que están ubicados en distintos puntos de Colombia: Motilonia (Cesar), Turipaná (Córdoba), La Selva (Antioquia), Tibaitatá (Bogotá) y Nataima (Tolima). Liliana Atencio, investigadora de AGROSAVIA, puntualizó que “este curso resulta fundamental para afianzar y conocer todos los procedimientos y conceptos que facilitarán el análisis de la información agronómica”.

“Sin duda son pasos concretos hacia un futuro más productivo y sostenible del maíz en Colombia, en el marco de la vinculación AGROSAVIA‑CIMMYT, que tiene sólidas bases en el intercambio de conocimientos puestos al servicio de los maiceros colombianos mediante el desarrollo y la liberación de nuevos híbridos y variedades”, resaltó Luis Narro, consultor científico del CIMMYT en Colombia.

Para Alba Lucía Arcos, asociada de investigación del CIMMYT en Colombia, estos pasos se complementan con “el aporte a la formación de jóvenes investigadores que comienzan a tomar la batuta del relevo generacional, al tiempo que contribuyen a dar continuidad a este convenio en el marco de la paulatina implementación de Maíz para Colombia”.

Cabe señalar que en las próximas semanas Manuel Guzmán —doctor en fisiología vegetal e investigador de AGROSAVIA— visitará la sede del CIMMYT en México para aprender técnicas de genotipado y fenotipado (herramientas de vanguardia en el mejoramiento de maíz, a través de las cuales se analiza la interacción entre la composición genética de una planta y el medioambiente), con la intención de evaluar las accesiones criollas de Colombia y aprovechar sus características. Además, para finales de febrero de 2020, en Valledupar (Cesar) —CI Motilonia— y en Montería (Córdoba) —CI Turipaná— se realizarán ensayos para seleccionar líneas resistentes a sequía e inundación, con el fin de desarrollar variedades e híbridos productivos aun en esas condiciones de estrés.

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Ganador del Premio Borlaug de Campo 2014 hace un llamado a estudiantes a especializarse en investigación agrícola

El CIMMYT ha adoptado la metodología del pensamiento sistémico para fomentar la colaboración e integración de los diferentes eslabones de las cadenas de valor del maíz y del trigo en México.
Por: Ricardo Curiel, gerente de Comunicación en México–CIMMYT.
24 de octubre de 2017.

Texcoco, Edo. Mex.- En el marco del Simposio Internacional del Diálogo Borlaug 2017 celebrado entre el 18 y 20 de octubre pasados, Bram Govaerts, ganador del Premio Norman Borlaug 2014 a la Investigación de Campo y su Aplicación —auspiciado por la Fundación Rockefeller—, ofreció dos conferencias magistrales: una a estudiantes de preparatoria del Campus Central de las Escuelas Públicas de Des Moines y la otra a estudiantes de licenciatura del Colegio Universitario Comunitario de Hawkeye. Ambas instituciones educativas se localizan en Iowa, Estados Unidos, de donde era originario el doctor Norman E. Borlaug, ganador del Premio Nobel de la Paz en 1970 y fundador del Premio Mundial de Alimentación, entregado la semana pasada.

Microbiología de suelos; generación, análisis, procesamiento y administración de grandes datos; análisis y prospectiva; administración de riesgos; ingeniería agrícola y mecanización, son algunas de las disciplinas que ofrecen más oportunidades de desarrollo a estudiantes de ciencias agrícolas, de acuerdo con Govaerts, quien es representante del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) en América Latina. El Centro es un organismo internacional de investigación para el desarrollo agrícola, sin fines de lucro, que fundó el propio Borlaug hace más de 50 años con el apoyo de la Fundación Rockefeller y el Gobierno de México.

“Las películas de superhéroes eran sobre las aventuras de Batman o Superman, cada quien por su lado, pero ahora los enfrentan y los combinan con la Mujer Maravilla porque se necesita más de un superhéroe para enfrentar los problemas de hoy”, señaló Govaerts, a modo de comparación, para explicar por qué los científicos tienen que adoptar un enfoque interdisciplinario y trabajar juntos para “salvar al mundo”.

El representante del CIMMYT consideró, además, que la mejor forma de desarrollar este enfoque interdisciplinario es a través del pensamiento sistémico o systems thinking, metodología que ha adoptado el organismo internacional para fomentar la colaboración e integración de los diferentes eslabones de las cadenas de valor del maíz y del trigo en México. El CIMMYT ha desarrollado esta estrategia para promover la adopción de tecnologías y prácticas intensivas sustentables del Programa Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional (MasAgro), iniciativa financiada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).

“Cultivar semillas mejoradas sin agronomía ni asesoría técnica es como correr un auto deportivo en terracería y prestárselo a un niño”, aseguró Govaerts. En este sentido, no basta con desarrollar semillas mejoradas o fertilizantes para incrementar la productividad. Es necesario comprender las interconexiones entre los sistemas de producción y las cadenas de valor para innovar y fortalecer la productividad, capacidad de adaptación y sustentabilidad de los productores, explicó el experto.

Ambas conferencias fueron un llamado a las nuevas generaciones a escoger la agricultura como campo de desarrollo profesional para aprovechar las nuevas oportunidades del sector. En el futuro, se espera que más gente trabaje en actividades relacionadas con la agricultura por el desarrollo de nuevas tecnologías y servicios adaptados a las necesidades de los diferentes actores en las cadenas de valor. “Es tiempo de ‘hacer sexy’ a la agricultura para que más estudiantes practiquen, innoven y se especialicen en el sector”, concluyó Govaerts.


Acerca de MasAgro

MasAgro (http://masagro.mx) es un proyecto que fortalece la productividad agrícola en todos los eslabones de la cadena de valor del maíz y del trigo de México. MasAgro desarrolla los atlas moleculares del maíz y del trigo para ayudar a los investigadores a identificar los rasgos genéticos que determinan el rendimiento del grano y su capacidad de adaptación para transferir estos rasgos a las variedades que requieren productores y consumidores. MasAgro ha formado redes de innovación con instituciones de investigación públicas y compañías semilleras mexicanas que evalúan e intercambian semillas pre-comerciales no transgénicas de variedades e híbridos de maíz adaptadas a las regiones productoras del trópico, subtrópico y Valles Altos de México. MasAgro es financiado por el Gobierno de México y coordinado por el CIMMYT.

En MasAgro participan más de 300,000 productores que cultivan prácticas sustentables en más de un millón de hectáreas de maíz, trigo y cultivos asociados con variedades adecuadas que desarrolla el Programa y prácticas sustentables de Agricultura de Conservación; 21% son mujeres. Los productores de maíz, trigo y cultivos asociados reciben entrenamiento y asesoría de MasAgro en técnicas de Agricultura de Conservación y precisión para aprovechar las semillas mejoradas, reducir costos e incrementar su productividad e ingreso en forma sostenible.

Acerca de CIMMYT

CIMMYT (https://staging.cimmyt.org/es/) – El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo es el líder mundial en investigación de maíz, trigo y sistemas agrícolas asociados financiada con fondos públicos. Con sede cerca de la Ciudad de México, el CIMMYT trabaja con cientos de colaboradores en todo el mundo para aumentar de manera sostenible la productividad de los sistemas de maíz y trigo para fortalecer la seguridad alimentaria global y reducir la pobreza. El CIMMYT es miembro del Sistema CGIAR y dirige sus Programas de Investigación sobre Maíz, Trigo y la Plataforma de Excelencia en Mejoramiento. El Centro cuenta con el respaldo de gobiernos nacionales, fundaciones, bancos de desarrollo y otros organismos públicos y privados.

Contacto para prensa

Ricardo Curiel

Gerente de Comunicación

CIMMYT

T. 5804-7544

r.curiel@cgiar.org

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Mapa genético de la diversidad le permitirá al maíz adaptarse al cambio climático

Por: Comunicación corporativa del CIMMYT
7 de febrero de 2017.

Edo. de México.- Los científicos han descubierto algunos de los secretos de la evolución de los maíces criollos gracias a un estudio sin precedentes de la diversidad alélica que revela la base genética de la etapa de floración y cómo el maíz se adapta a los distintos ambientes, según un nuevo estudio publicado en la revista Nature Genetics. Este descubrimiento abre nuevas posibilidades de explorar y utilizar la diversidad de los maíces criollos de nuevas maneras para ayudar a los mejoradores a adaptar los cultivos al cambio climático y a otros problemas que están surgiendo en la agricultura.

Durante miles de años, los agricultores han adaptado de manera ingeniosa las variedades criollas de maíz a sus condiciones locales. En este histórico estudio, se analizaron más de 4,000 maíces criollos del continente americano y se caracterizó su ADN utilizando lo más avanzado de la genómica.

Investigadores de la iniciativa MasAgro/Seeds of Discovery (SeeD) crearon una estrategia experimental única para estudiar y aprender más sobre los genes que influyen en la adaptación del maíz.

Cabe destacar que de los 40,000 genes que contiene el genoma del maíz, en el estudio se identificaron 100 genes que influyen en la adaptación del maíz a la latitud, altitud y al ciclo de cultivo y que, además, determinan el punto en que el maíz florece en el campo.

La época de floración ayuda a las plantas a adaptarse a diferentes ambientes y se define como el periodo entre la siembra y la emergencia de las flores. Es un mecanismo básico mediante el cual las plantas integran información del medio ambiente que les indica cuándo formar semillas en lugar de más hojas. Como la semilla forma la próxima generación, el tiempo de floración es una característica crucial en el ciclo de vida de las plantas.

En el próximo siglo, patrones climáticos cada vez más erráticos y los cambios ambientales que según pronósticos resultarán del cambio climático, significan que cultivos como el maíz tendrán que adaptarse a un ritmo sin precedentes para que la producción a escala mundial se mantenga estable.

“Este estudio nos enseña cómo evaluar rápidamente los recursos genéticos de especies sumamente variables como el maíz e identificar, en los maíces criollos, aquellos elementos del genoma del maíz que podrían ser útiles para los mejoradores y los agricultores”, dice Sarah Hearne, genetista molecular que coordina la investigación de maíz de MasAgro/SeeD, una iniciativa liderada por el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) en colaboración con científicos del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN) en México y la Universidad de Cornell en Estados Unidos.

“Este es el estudio más extenso, en cuanto a la diversidad, que se ha realizado sobre la floración del maíz”, enfatiza Martha Willcox, coordinadora del mejoramiento de maíz criollo del CIMMYT. “Logramos este resultado utilizando maíces criollos, cuya evaluación es extremadamente difícil y compleja”. Este revolucionario estudio fue patrocinado por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) de México por conducto de la iniciativa Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional (MasAgro). El financiamiento adicional del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, el Servicio de Investigación Agrícola, la Universidad de Cornell y la Fundación Nacional de Ciencia hicieron posible el desarrollo de grandes cantidades de análisis de datos.

“Los conocimientos que hemos adquirido de este trabajo nos han dado algo parecido a un manual que nos indica ‘cómo buscar y encontrar un tesoro’ dentro de la extensa diversidad genética que existe en el maíz. Este conocimiento puede acelerar y ampliar el trabajo que realizamos para generar variedades resilientes, basándonos en miles de años de selección natural y de selección de maíces criollos por parte de los agricultores”, añade Hearne.

Referencias

Romero-Navarro, J. A., Willcox, M., Burgueño, J., Romay, M., Swarts, K., Trachsel, S., Preciado, E., Terron, A., Vallejo Delgado, H., Vidal, V., Ortega, A., Espinoza Banda, A., Gómez Montiel, N. O., Ortiz-Monasterio, I., San Vicente, F., Guadarrama Espinoza, A., Atlin, G., Wenzl, P., Hearne, S.*, Buckler, E*. A study of allelic diversity underlying flowering time adaptation in maize landraces. Nature Genetics.http://www.nature.com/ng/journal/vaop/ncurrent/full/ng.3784.html

Para obtener más información, acceso de los medios al estudio y entrevistas, póngase en contacto con la unidad de comunicaciones del CIMMYT:

Julie Mollins
Correo electrónico: j.mollins@cgiar.org
Twitter: @jmollins
Skype: juliemollins
Cel.: +1-647-966-1208
Genevieve Renard
Correo electrónico: g.renard@cgiar.org
Twitter: @genevrenard
+52-595-952-1900 ext. 2019

CIMMYT es el organismo líder, a nivel mundial, en la investigación de maíz y trigo y de los sistemas donde éstos se producen. Sus actividades son financiadas con fondos públicos. Desde su sede cerca de la Ciudad de México, colabora con cientos de aliados en el mundo en desarrollo con el fin de incrementar de manera sustentable la productividad de los sistemas de producción de maíz y trigo, y así mejorar la seguridad alimentaria global y reducir la pobreza. El CIMMYT es miembro del Consorcio del CGIAR y coordina los Programas de Investigación Maíz y Trigo del CGIAR. Para sus actividades, el CIMMYT recibe fondos de gobiernos nacionales, fundaciones, bancos de desarrollo y otras instituciones de los sectores público y privado.

Acerca de MasAgro/Seeds of Discovery: La iniciativa MasAgro/SeeD se ocupa de descubrir y utilizar la nueva diversidad genética que se conserva en los bancos de germpolasma para acelerar la generación de variedades de maíz y de trigo que satisfagan la demanda de alimentos de una creciente población ante un clima cambiante. Mediante la caracterización de la configuración genética de las colecciones de maíz y de trigo, SeeD obtuvo “huellas genéticas” que describen la diversidad de dos de los principales cultivos alimentarios de la humanidad. Para multiplicar los impactos de estos resultados, SeeD estableció una “plataforma de uso de recursos genéticos” para mejoradores e investigadores y puso a disposición del público datos y herramientas informáticas.

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La variedad mejorada: alternativa para disminuir los daños de la mancha de asfalto

La mancha de asfalto es una enfermedad común en la región Meseta Comiteca del estado de Chiapas.
Por: Luis Antonio Maldonado Maldonado, técnico PIMAF
Noviembre de 2016.

Chiapas.- Demostrar, difundir y lograr la adopción en los productores del uso de semillas mejoradas tolerantes a enfermedades, así como promover la Agricultura de Conservación para lograr una producción sustentable y rentable, son los objetivos del técnico PIMAF, Luis Antonio Maldonado Maldonado, quien trabaja día a día en la región Meseta Comiteca del estado de Chiapas.

En la región Meseta Comiteca se cultiva principalmente maíz, frijol y hortalizas, siendo el maíz de mayor importancia para el sustento alimenticio de la población. En todas las localidades de esta región, conformada por los municipios de Comitán de Domínguez, La Trinitaria, La Independencia y Las Margaritas, llevan a cabo la siembra del maíz criollo, generalmente 70% de maíz amarrillo comiteco y 30% de maíz blanco, de acuerdo con la información de los productores Manuel López Alfonzo (Ejido Michoacán, La Trinitaria), Telesforo Tapia Acevedo (Ejido Nuevo Progreso, La Trinitaria), Javier Maldonado (Rancho San Agustín, La Trinitaria), José Antonio Martínez Aguilar (Ejido Miguel hidalgo, La Trinitaria) y Natividad Santiago López (Ranchería Chenton, La Independencia).

En estas comunidades, la siembra de maíz criollo se lleva a cabo bajo un sistema muy tradicional, donde distribuyen la semilla variando entre 80 a 100 cm entre surcos y 80 a 100 entre puntos, y depositan de 3 a 4 semillas por punto con una densidad de siembra aproximada de 49,284 semillas; sin embargo, al final de la producción pueden tener una densidad de población aproximada de 33,500 plantas productivas con rendimientos de entre 0.7 a 2.5 toneladas por hectárea, debido a la mala distribución de la semilla y por las condiciones climáticas que han afectado considerablemente al cultivo de maíz, obteniendo bajos rendimientos.

Además, los productores de estas zonas están cultutralmente arraigados en conservar, de generación en generación, la semilla de maíz criollo. La insuficiencia de acompañamiento técnico para la mayoría de los productores y la falta de recursos económicos afectan directamente el desarrollo en la agricultura. Aunado a esto, los productores enfrentan otros problemas como la presencia de la enfermedad «mancha de asfalto» y el «gusano cogollero», así como el acame de las plantas, lo que decrece aún más los rendimientos del productor.

Por todo lo anterior es importante considerar proyectos con materiales resistentes a enfermedades con un manejo de distribución de la semilla y adecuado manejo del cultivo para lograr una mayor y mejor rentabilidad en el rendimiento de grano.

Luis Antonio Maldonado Maldonado, técnico PIMAF, trabaja día a día en la Meseta Comiteca para convencer y capacitar a los productores de esa región en el uso de semillas mejoradas con adopción de la Agricultura de Conservación, con el fin de lograr un mejor rendimiento en esta región chiapaneca.

Su objetivo es establecer áreas con semillas mejoradas y cambiar su sistema de distribución de semillas para obtener mejores resultados en la producción de granos. Tal es el caso de agricultores que en este ciclo de primavera-verano 2016 ya comenzaron a adaptar y adoptar variedades mejoradas con acompañamiento técnico y esperan un rendimiento de hasta 5 t/ha.

Trabajando de la mano con los productores cooperantes Natividad Santiago López y Javier Maldonado, el técnico Luis Antonio Maldonado ha podido ya incursionar con estas nuevas prácticas y tecnologías en las localidades de Ranchería Chenton, La Independencia, San Agustín, La Trinitaria y Ejido Venustiano Carranza, donde los productores tienen el interés de cultivar el maíz para incrementar la producción con la implementación de la Agricultura de Conservación.

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Triticale: opción forrajera para la ganadería en México

Por ser más barato, más ahorrador de agua y con calidad forrajera competitiva bajo algunas condiciones, el triticale es una excelente opción para fortalecer la viabilidad económica del sector ganadero en México.
Por: Carolina Domínguez, Intensificación Sustentable para América Latina del CIMMYT, con información de la Fundación Produce Tlaxcala y del Programa Global de Trigo del CIMMYT.
9 de septiembre de 2016.

Ixtacuixtla, Tlaxcala.- Promover al triticale como una fuente de forraje a bajo costo e introducirla en el sector pecuario para sustituir o complementar a otras especies forrajeras y elevar la rentabilidad de la producción ganadera en el país fue el objetivo del Primer Taller Nacional de Triticale que se llevó a cabo el 8 y 9 de septiembre en el Centro Nacional de Innovación en Agricultura del Altiplano y Especies Menores (Ceniaaem) en Ixtacuixtla, Tlaxcala, en el que participaron productores, investigadores, líderes de agronegocios, asociaciones, así como dependencias federales y estatales.

El triticale es un cereal resultado de la cruza entre el trigo y el centeno, el cual fue mejorado en México desde los años sesenta. Algunas de sus bondades son: mayor potencial de producción de forraje (compite con la alfalfa, la cebada, la avena y el rye-grass en muchos ambientes), valor nutritivo igual o superior a los cultivos tradicionales cuando se utiliza de manera adecuada, mayor tolerancia a bajas temperaturas en etapa vegetativa, mayor eficiencia en el uso del agua, menor requerimiento de pesticidas y mayor eficiencia en el uso de fertilizantes, mayor preferencia del ganado y la fauna silvestre en comparación con la avena, entre otras.

En el marco de este taller, los investigadores participantes apuestan por el forraje de triticale como una opción viable y de bajo costo para producir leche, pues es un cereal que tiene gran potencial para reemplazar la alfalfa como fuente de proteína y fibra en la ración cuando se corta temprano, mientras que en etapa de embuche (antes de espigar) tiene menor demanda relativa de agua. Según el profesor Jesús Olmos, de la Universidad de Guadalajara, campus Altos de Jalisco, el triticale cortado en etapa de embuche requiere menos agua que la alfalfa (un metro cúbico de agua produce 1.58 kg de materia seca de alfalfa y 2.58 kg de triticale). El profesor Olmos también estableció que en la región de los Altos de Jalisco se puede producir el triticale con un gasto de $1.94 el kilogramo, mientras que la alfalfa cuesta $3.64 el kilogramo, lo cual favorecería la economía de productores lecheros de todo el país si se puede generalizar este esquema de producción.

Algunos de los retos que actualmente enfrenta la promoción de este cereal en el mercado y que busca subsanar este taller, expresó Karim Ammar, jefe de Mejoramiento de Trigo Duro y Triticale del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y uno de los organizadores del taller, son asegurar la disponibilidad de la semilla, difundir este cereal aún desconocido entre muchos productores, ampliar el uso del grano al sector ganadero de engorda y concientizar a los asistentes sobre la necesidad de lograr un mercado organizado y reconocido.

La inauguración de este primer taller la llevó a cabo el gobernador de Tlaxcala, Mariano González Zarur, quien enfatizó que su administración trabaja arduamente en la consolidación de la autosuficiencia alimentaria, por lo que el Ceniaaem abona a este compromiso de manera cabal.

En este acto inaugural, el presidente de la Fundación Produce en Tlaxcala, Guillermo Bretón Díaz, puntualizó que el triticale es una variedad de cereal que se está introduciendo de manera positiva en la entidad, pues actualmente se siembran alrededor de 3,000 hectáreas en el estado. Por su parte, Luis Ortega Reyes, director general adjunto de la Comisión Técnica Consultiva de Coeficientes de Agostadero de la Sagarpa, en representación del doctor Francisco Gurría Treviño, coordinador general de Ganadería de la Sagarpa, sostuvo que entre 2014 y 2015, el apoyo a investigación y transferencia de tecnología fue importante para el triticale, de ahí que se convirtiera en una opción forrajera competitiva y útil para fortalecer la viabilidad económica de la ganadería en México.

Algunos de los ponentes de este taller fueron Javier Lozano, de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN); Moisés Béjar, del Centro de Investigación para los Recursos Naturales (Cirena); José Guadalupe Terrazas, del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP); Jesús Olmos, del Centro Universitario de los Altos de la Universidad de Guadalajara; Emmanuel Santoyo, del Instituto de Investigación y Capacitación Agropecuaria, Acuícola y Forestal del Estado de México (Icamex); Karim Ammar, jefe de Mejoramiento de Trigo Duro y Triticale del CIMMYT; Guillermo Bretón, Fundación Produce Tlaxcala; Manuel Valenzuela Gallegos, Patronato para la Investigación y Experimentación Agrícola del Estado de Sonora A. C.; Fernando Delgado Ramos, CIMMYT-Toluca; José Luis Velasco, Universidad Autónoma de Baja California (UABC); Jesús Santana, Consultora Agrícola La Laguna; Gaspar Estrada, Universidad Autónoma del Estado de México; Julio Huerta Espino, INIFAP; e Israel García, Syngenta.

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México, región estratégica para el desarrollo de variedades mejoradas de trigo

México es una región estratégica para el desarrollo de variedades mejoradas de trigo, ya que debido a su ubicación geográfica y condiciones climatológicas, nuestro país puede desarrollar una nueva variedad más rápido que en otras partes del mundo al contar con dos ciclos de cultivo por año: el de primavera-verano y el de otoño-invierno. En Toluca, Estado de México (primavera-verano), y en el Valle del Yaqui, Sonora (otoño-invierno), el CIMMYT cuenta con dos de sus sedes más importantes para la investigación de trigo. Al tener dos ciclos por año, el proceso de cruza natural de variedades mejoradas es más rápido y el proceso de desarrollo de una nueva variedad mejorada concluye hasta en 6 años y no en 12, como regularmente sería.

En febrero y agosto comienza la polinización en el Valle del Yaqui y el Estado de México, respectivamente, siendo la etapa que representa el inicio del mejoramiento genético natural de una variedad. Durante este mes, científicos y expertos del CIMMYT llevan a cabo el proceso de emasculación, el cual consiste en remover las anteras (parte masculina de la planta) de la espiga para que ésta funja como madre de la nueva variedad. La emasculación es una meticulosa tarea que por más de 36 años ha llevado a cabo José Luis Coss, quien además tuvo la oportunidad de conocer en persona al doctor Norman Borlaug, precursor del CIMMYT y Premio Nobel de la Paz en 1970.

Es así que durante agosto y a muy temprana hora del día, José Luis selecciona algunos cientos de espigas de trigo situadas en la parcela E5 del CIMMYT para llevar a cabo el minucioso proceso de emasculación. En cada una hace cuidadosamente varios cortes para eliminar por completo las anteras y no lastimar el ovario de la planta. Concluidas las cisuras, coloca un pequeño envoltorio de papel con su apellido y fecha de emasculación. Habrá que esperar cinco días más para que se desarrollen los ovarios de la planta y José Luis polinice manualmente el cultivo, al sacudir las anteras de la espiga masculina sobre el estigma (parte femenina de la planta).

Registradas y etiquetadas correctamente, pasarán 40 días más para que la planta sea cosechada y enviada a Obregón, Sonora, donde iniciará un segundo ciclo de cultivo. Harán falta 10 ciclos más para que las nuevas líneas de trigo se estabilicen y se puedan liberar como nuevas variedades, que serán repartidas y utilizadas en todo el mundo.

Es importante mencionar que el CIMMYT lleva a cabo el desarrollo de estas nuevas líneas de trigo mejoradas gracias a la colaboración con centros de investigación e instituciones nacionales; tal es el caso de las 11 líneas que se obtuvieron en México este año, que son el resultado de más de cinco años de investigación en estrecha colaboración con el INIFAP, Cofupro y la SAGARPA donde en los últimos años MasAgro ha ayudado a reforzar las investigaciones de trigo. Estas nuevas 11 líneas de trigo responden a las necesidades de productores, molineros y la industria panificadora del país.

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Semillas mejoradas para pequeños productores, un impulso a la agricultura mexicana

Ciudad de México.- “Buscar un modelo en el que las semillas mejoradas lleguen al productor es fundamental para impulsar la agricultura en México”, así lo expresó Sanjaya Rajaram, Premio Mundial de Alimentación 2014, en su intervención durante la cuarta edición de Foros Milenio.

Entre los retos que México debe enfrentar en cuestión de seguridad alimentaria, el doctor Rajaram enumeró dos importantes aspectos: el incremento de población (de 113 millones de habitantes en la actualidad a 150 millones en 2050) y el cambio climático.

Sanjaya Rajaram, quien fuera director del Programa Global de Trigo del CIMMYT de 1996 a 2002, expresó que “algunos de los aspectos por analizar en el sector agrícola son la biodiversidad, la deforestación, la salud de suelo y cómo integrar a los pequeños agricultores”, y agregó que el escenario ideal sería que “México, en corto, mediano y largo plazo, sea autosuficiente en producción de maíz”.

Rajaram informó que actualmente México importa entre 10 y 11 millones de toneladas de maíz que provienen de Estados Unidos. Para lograr la autosuficiencia en este cultivo, tiene que incrementar las tres toneladas promedio que se producen por hectárea y lograr cinco toneladas. “Esto fácilmente podemos hacerlo, pero necesitamos cambios en estrategias y en políticas (…) y que los pequeños productores participen en este logro con tecnología de semilla mejorada, especialmente híbridos, y con buenas prácticas. Hay varios modelos (…) como el de MasAgro, con el que podemos llegar a los pequeños agricultores”, expresó.

El segundo punto que mencionó es el manejo de agua. “Yo creo que el uso de agua no es muy eficiente hoy en día, tanto en condición de riego como también en temporal. No hay mucha aplicación de goteos para eficiencia”. Para el científico naturalizado mexicano, la difusión y aplicación de híbridos en los pequeños productores es fundamental para el avance del campo mexicano. “Adentro tenemos tecnologías nuevas. El concepto de aplicación de híbridos en muchos cultivos no está muy difundido, especialmente en agricultores pequeños, entonces necesitamos buscar la manera o el modelo (para saber) de qué forma esta semilla mejorada, que no es modificada, podría llegar a ellos”.

Otros actores clave que participaron en este foro fueron José Eduardo Calzada Rovirosa, secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA); Mónica López García, CEO de Granja La Noria; Miguel Gutiérrez Mendoza, director general de Grupo Gusi; Eduardo Orihuela, presidente de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales; Guadalupe Latapí, fundadora de Aires del Campo, S. A. de C. V.; y Rodrigo Aguilera, analista para la Unidad de Inteligencia de The Economist.