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El CIMMYT y la SADER colaboran en el mejoramiento de variedades de maíz con mayor resistencia al clima, plagas y enfermedades

Mazorcas de maíz de la colección del Banco de Germoplasma del CIMMYT. (Foto: Xochiquetzal Fonseca/CIMMYT)

Impulsado por el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de México (SADER), el Atlas Molecular del Maíz es una plataforma de información pública diseñada para estudiar las diferentes razas y variedades de maíz a nivel genético.

Este proyecto aprovecha la colección del Banco de Germoplasma del CIMMYT y permite avanzar en la identificación de características para mejorar el rendimiento, la calidad nutricional, la resistencia a enfermedades y la tolerancia a factores climáticos adversos.

El Atlas Molecular del Maíz es uno de los trabajos científicos más relevantes de la actualidad con el cual se han caracterizado más de 42,000 muestras de maíz — incluyendo 24,000 muestras de maíces nativos — y generado más de 50 billones de datos útiles para encontrar variedades resistentes al calor, la sequía, las plagas y las enfermedades.

En algunos maíces nativos se ha identificado resistencia al complejo de la mancha de asfalto, una enfermedad que afecta a más de 800,000 hectáreas en 11 estados del país y puede reducir hasta el 100% del rendimiento. El trabajo realizado se orienta al resguardo, conservación y aprovechamiento de la biodiversidad del maíz a través del mejoramiento participativo realizado con productores en diversas regiones de México.

Gracias a estos avances se han podido desarrollar nuevas variedades de semillas para apoyar directamente a los productores e impulsar el desarrollo de 70 semilleras mexicanas en las que se incluyen asociaciones con productores a través del proyecto MasAgro.

La identificación de genes asociados a ciertas características es sólo la punta del iceberg de un complejo proceso de interacción entre la semilla, el ambiente en el que crece y los cuidados que se le brindan. Después de todo, de nada serviría tener la mejor semilla si las prácticas agronómicas no son las más adecuadas.

Un mundo de maíz

Por lo anterior, los datos provenientes de las plataformas de investigación, módulos demostrativos y áreas de extensión de la amplia red de innovación que impulsa el CIMMYT y sus colaboradores son fundamentales para lograr la mejor expresión de las semillas de maíz.

Al ser el centro de origen y diversificación del maíz, México cuenta con una amplia variedad de maíces que se han adaptado a las más adversas condiciones climáticas. Su estudio, conservación y mejoramiento es clave para responder a las nuevas circunstancias y mantener su productividad. No obstante, se estima que sólo se ha explorado alrededor del 8% de la diversidad genética del maíz.

Debido a los efectos del cambio climático, los fenómenos naturales ahora son más severos y prolongados. Esto representa riesgos adicionales para la seguridad alimentaria porque no sólo se trata de sequías y huracanes, sino que, debido al aumento de la temperatura global, ahora las plagas y las enfermedades de los cultivos son más frecuentes y resistentes, además de que están en continua evolución.

En algunas zonas de África, donde se practica una rotación de variedades muy lenta, se siguen sembrando variedades que originalmente no fueron cultivadas para el clima actual — la edad promedio de las variedades es mayor a 14 años — provocando que los rendimientos se estancaran por décadas y, que actualmente, sean limitados.

Mantener variedades de maíz adecuadas para las nuevas condiciones climáticas permite disminuir la vulnerabilidad ante fenómenos naturales y avanzar en la seguridad alimentaria.

Esta nota se publicó originalmente en el sitio web de la Secretaria de Agricultura y Desarrollo Rural de México (SADER).

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Ofrecerá MasAgro “seguro genético” a productores de maíz y trigo

Los investigadores provenían de 16 organizaciones que colaboran con
la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) y el Centro Internacional
de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), en la ejecución del programa MasAgro y, específicamente, en su componente Seeds of Discovery (SeeD).

“Seeds of Discovery aplica herramientas modernas de la genética para desarrollar nuevas variedades de maíz y trigo, que sean más rendidoras y que estén mejor adaptadas a las condiciones de producción de México… Además el proyecto es como un seguro genético contra el cambio climático, ya que introduce diversidad genética para mejorar caracteres como los de tolerancia a la sequía y al calor.”, comentó Peter Wenzl, científico del CIMMYT y líder de SeeD.

Una de las metas de Seed es impulsar
el desarrollo de capacidades de alta especialidad en genética y mejoramiento de cultivos. Para cumplir con este objetivo, se ha lanzado una convocatoria a instituciones de enseñanza superior, centros de investigación, instancias gubernamentales y otros actores relevantes para diseñar un posgrado en recursos genéticos que coloque a México a la vanguardia de la investigación en la materia a nivel internacional.

Se presentaron también los resultados
de una investigación que identificó los factores genéticos que controlan el tiempo de floración de maíces criollos de México. Los maíces precoces son menos vulnerables a heladas tempranas que pueden impedir la producción de grano al interrumpir
la floración, explicó Alberto Romero, investigador mexicano de la Universidad de Cornell, universidad que colabora directamente con SeeD en la caracterización molecular de miles de variedades de maíz.

La reunión incluyó una visita al Centro Nacional de Recursos Genéticos (CNRG) del INIFAP en Tepatitlán, Jalisco, donde se conservan los recursos genéticos más importantes de México, incluido
el maíz y el trigo. En su mensaje de bienvenida, Fernando de la Torre, Director del CNRG, destacó que en el Centro ya se conservan 9 mil muestras de maíz, pero también de otros cultivos fundamentales para la dieta mexicana, entre los que destacan el frijol, trigo, tomate y los chiles.

CIMMYT e INIFAP, en colaboración con Diversity Arrays Technology (DArT), instalaron el Servicio de Análisis Genético para la Agricultura (SAGA) que permitirá a científicos mexicanos estudiar la composición genética de
las especies animales y vegetales
más importantes para la seguridad alimentaria. SAGA inició operaciones en diciembre de 2012 y hasta el momento, ha procesado más de 11 mil muestras de distintas variedades de maíz y de trigo.