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La Universidad de Columbia Británica otorga el título honoris causa al doctor Sanjaya Rajaram

El también ganador del Premio Mundial de la Alimentación en 2014 obtuvo este reconocimiento por sus más de cuatro décadas dedicadas a la investigación y desarrollo de variedades de trigo más resistentes.
Por Carolina Domínguez, Intensificación Sustentable para América Latina del CIMMYT.
Fotografía: CIMMYT.
30 de mayo de 2016.

Vancouver, Canadá.- Este año, la prestigiosa Universidad de Columbia Británica (UBC) cumplirá su primer centenario y, para un año tan conmemorativo, ha nombrado al dr. Sanjaya Rajaram con el título Honoris Causa por su contribución al mundo al desarrollar variedades de trigo más resistentes y colaborar así en la seguridad mundial de países en desarrollo.

Honoris Causa (H. C.) es una locución latina cuyo significado es «por causa de honor». Se otorga como un honor para reconocer el mérito de una persona. Algunas otras personalidades importantes que poseen este nombramiento por la Universidad de Columbia Británica son el violinista James Ehnes, la periodista Chantal Hébert y el Premio Nobel de Física en 2015, Arthur B. MacDonald.

La carrera del doctor Rajaram en el Centro para el Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) comenzó como investigador de posdoctorado en mejoramiento de trigo junto al doctor Norman E. Borlaug, ganador del Premio Nobel de la Paz en 1970, con quien desarrolló investigaciones en campos experimentales de trigo en Sonora y Estado de México. A los 29 años, Rajaram fue nombrado jefe del Programa de Mejoramiento de Trigo de CIMMYT y, eventualmente, se convirtió en director del Programa Global de Trigo del Centro.

En el transcurso de casi cuatro décadas en CIMMYT, Rajaram entrenó a más de 400 científicos de trigo y desarrolló 480 variedades mejoradas de trigo. También desarrolló estas nuevas variedades al cruzar trigos de primavera y verano. Su investigación produjo variedades de trigo de alto rendimiento que pueden crecer en diferentes climas y tipos de suelos alrededor del mundo.

Gracias a su importante investigación, en 2014 el doctor Sanjaya Rajaram obtuvo el Premio Mundial de la Alimentación, el cual fue instituido en 1996 por Norman E. Borlaug con el objetivo de reconocer a aquéllos que con su labor han causado el avance del desarrollo humano a través del mejoramiento en la calidad, cantidad y disponibilidad mundial de los alimentos.

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El CIMMYT y la SAGARPA reafirman su compromiso con la investigación y la transferencia de conocimientos

14 de abril de 2015.

En el marco de la clausura de los festejos por el centenario del nacimiento del científico agrícola y Premio Nobel de la Paz, Norman Borlaug, el pasado 9 de abril el titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), Enrique Martínez y Martínez, y el director general del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), Thomas Lumpkin, reafirmaron su compromiso con la investigación y la transferencia de conocimientos hacia el sector agrícola.

En el encuentro realizado en las instalaciones del CIMMYT, Martínez y Martínez subrayó que la innovación y la transferencia de tecnología son factores fundamentales para satisfacer la demanda creciente de alimentos, ya que con base en la investigación es posible desarrollar la productividad ante los retos globales.

Más adelante reiteró su reconocimiento al doctor Sanjaya Rajaram, ganador del Premio Mundial de la Alimentación 2014, por sus aportaciones en el desarrollo de nuevas variedades de trigo y al doctor Bram Govaerts, quien recibió el Premio Norman Borlaug a la Investigación de Campo en 2014 por sus aportaciones para hacer el sector agrícola más productivo.

Por su parte, Lumpkin puntualizó que las innovaciones e investigaciones que realiza el CIMMYT tienen notables aplicaciones para el ámbito primario de México y en el de otros países. Ejemplificó con el trabajo de la estrategia Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional, MasAgro, iniciativa que ha implementado prácticas sustentables en diferentes áreas agroecológicas del país con pequeños productores, y busca replicar el modelo en países de Centroamérica y el Caribe.

Para finalizar, explicó que todas las investigaciones que se hacen para generar desarrollo e innovación se verán reflejadas en la meta de alimentar a la creciente población para 2050.

Durante su participación, Rajaram citó al doctor Norman Borlaug y recordó sus palabras: “la alimentación es un derecho humano por el que todos los aquí presentes debemos seguir luchando, sin importar nuestra nacionalidad, ocupación o lugar de trabajo”. Aseguró que actualmente existe la tecnología para superar los retos como el cambio climático, la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible, por lo que la labor es transferirla a los productores, a escala internacional.

El director asociado del Programa Global de Agricultura de Conservación del CIMMYT, Bram Govaerts, aseveró que la memoria y la visión de Norman Borlaug continúan en las parcelas de investigación de Agricultura de Conservación en el CIMMYT y es la base de sus actividades en el CIMMYT.

Durante el evento participó Jeanie Borlaug, hija de Norman Borlaug; Manuel Cota Jiménez, presidente de la Comisión de Agricultura del Senado de la República; Javier Usabiaga Arroyo, Secretario de Desarrollo Agropecuario de Guanajuato; Jesús Aguilar Padilla, subsecretario de Agricultura; Francisco Gurría Treviño, coordinador general de Ganadería; y Belisario Domínguez Méndez, coordinador general de Productividad y Desarrollo Tecnológico de la Sagarpa.

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Investigadores del CIMMYT distinguen a México a nivel mundial

El titular de la SAGARPA, Enrique Martínez y Martínez, señaló que este día es un momento de reflexión para considerar el mayor reto que enfrentamos, ya que tenemos que incrementar la producción de alimentos entre un 50 y 70 por ciento en el 2050, en un entorno con menor disponibilidad de recursos y mayor variabilidad climática.

Aseguró que México y el mundo están realizando una transformación de su agricultura, con las aportaciones de investigadores tan destacados como el doctor Norman Borlaug y, ahora, el doctor Sanjaya Rajaram, en la producción de más alimentos, a través de la liberación de variedades de trigo resistentes a las plagas y de alto rendimiento.

Acompañado del secretario del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, Thomas Vilsack, y del presidente de la fundación del Premio Mundial de la Alimentación, Kenneth Quinn, el funcionario federal aseguró que con acciones conjuntas, entre gobiernos y productores del sector agroalimentario, además de la vinculación de los centros investigación, se habrá conseguir el desafío de producir alimentos para la población mundial.

En el evento se destacó que el galardonado con el Premio Mundial de la Alimentación de este año, Sanjaya Rajaram -investigador nacionalizado mexicano-, ha logrado la liberación de más de 480 variedades de trigo de alto rendimiento en 51 países, con dos cosechas anuales, en beneficio de agricultores de pequeña y mediana escala.

También se reconoció el trabajo del ganador del Premio Borlaug del Campo 2014, Bram Govaerts, director del Programa Global de Agricultura de Conservación del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMyT), por sus aportaciones a los proyectos de modernización sustentable de la agricultura tradicional (MasAgro) en zonas de la República Mexicana.

El papel de Govaerts fue fundamental en la planeación y ejecución de MasAgro, una iniciativa conjunta del Gobierno de México y CIMMYT, que comenzó a finales de 2010. Tras liderar desde entonces un componente clave de MasAgro, Govaerts asumió el liderazgo de todo el programa en junio de 2014.

En el evento participaron el Director General del CIMMYT, Thomas Lumpkin; el subsecretario de Agricultura de la SAGARPA, Jesús Aguilar Padilla; el director general del IICA, Víctor Villalobos Arámbula; el director en jefe del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agrolimentaria (SENASICA), Enrique Sánchez Cruz; el coordinador general de Asuntos Internacionales, Raúl Urteaga Trani, y el consejero Agropecuario de México en Estados Unidos, Carlos Vázquez Ochoa, entre otros.

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Investigadores internacionales visitan la estación experimental del CIMMYT en Toluca

9 de septiembre de 2014.


El pasado 4 de septiembre, investigadores de India, China, Corea, Estados Unidos, Bélgica y México realizaron una visita a la estación experimental del CIMMYT en Toluca, en donde hicieron un recorrido para conocer las actividades de los programas de Trigo, Recursos Genéticos y Agricultura de Conservación.

David Bonnet, Masahiro Kishii, Karin Ammar, Carlos Guzmán, Sukwinder Singh, Pawan Singh, Ravi Singh, Julio Huerta, Velu Govindan, Enrique Autrique, Suchismita Mondal, Bhoja Basnet, Yuanfeng Hao, Caixia Lan, Mariano Cossani, María Tattaris, Carolina Saint Pierre, Gemma Molero, Michael Mulvaney y Denisse Costich, expertos del CIMMYT, fueron los encargados de explicar a los asistentes temas relativos a la siembra de trigo, los híbridos, los diferentes tipos de grano y sus usos, el maíz y el banco de germoplasma, así como las técnicas de la Agricultura de Conservación y sus beneficios.

Uno de los objetivos del recorrido fue reconocer la trayectoria del doctor Sanjaya Rajaram, quien recibirá en octubre el Premio Mundial de la Alimentación 2014, por su contribución al desarrollo de variedades de trigo.

El doctor Rajaram estuvo presente en el evento y convivió con sus más cercanos colaboradores; pudo ver el desarrollo de los trabajos de trigo y expresó su agradecimiento al CIMMYT y a quienes trabajaron con él, a quienes recordó que el premio es también suyo, debido a sus importantes contribuciones. Finalmente, Rajaram recordó a los asistentes la importancia de las investigaciones en materia agrícola y los invitó a seguir trabajando para garantizar la seguridad alimentaria y el bienestar de la población mundial.

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Reducir la importación de trigo harinero es posible

22 de julio de 2014.


El ganador del Premio Mundial de Alimentación 2014 argumentó que México podría reducir las importaciones de trigo harinero hasta en un 30 por ciento con el uso de semillas mejoradas, que permitan aumenta el rendimiento promedio nacional.

Importar la mitad del trigo que se consume en el país es necesario, ya que el consumo nacional asciende a los 8 millones de toneladas, teniendo en cuenta que actualmente la producción media nacional oscila entre 3.5 y 4 millones de toneladas de trigo.

En México existen regiones con potencial para aumentar su productividad como lo son Puebla, Tlaxcala y el Estado de México, con la adaptación y uso de nuevas variedades resistentes a plagas y enfermedades, permitiendo el buen desarrollo del cultivo. Hay que destacar que la superficie cultivada en nuestro país no tiene el potencial para lograr la autosuficiencia, pero en definitiva si se pueden reducir las importaciones si se logra el aumento en rendimientos.

Sanjaya Rajaram, precisó que en estos estados del centro del país, hoy se obtienen dos toneladas por hectárea, pero bien se puede duplicar la producción en áreas de temporal. Por otro lado, destacó el experto, en el Valle del Carrizo, Sinaloa, existen posibilidades de reconvertir 50 mil hectáreas de maíz a trigo tolerante a sequía.

Respecto a porque nuestro país no ha logrado cambiar su cultivo de trigo duro o cristalino, para pastas, por trigo harinero que demanda la industria galletera y panificadora, el investigador comentó que hace falta facilidad de adaptación, capacitación y un programa de semillas, ya que el agricultor tarda tres o cuatro años para tener una variedad, pero el problema no es el costo de ésta, sino el acceso a estas semillas.

También sugirió incentivar el cultivo de trigo harinero con un subsidio, ya que el trigo duro tiene un poco más de rendimiento y es por eso que el agricultor prefiere cultivarlo, aunque el precio de mercado de ambas variedades es el mismo.

Refirió que este año la SAGARPA dio un subsidio de 400 pesos por tonelada al harinero, pero esto se decidió a destiempo y no había semilla.

Por otro lado, de las 51 variedades de trigo que el investigador ha desarrollado, en México se aplican unas 10, pero se van intercalando de acuerdo a como se presentan las plagas y enfermedades, las cuales pueden impactar entre 20 y 30 por ciento de la producción cuando no se actúa a tiempo.

Sanjaya Rajaram confió en que en 10 ó 15 años el rendimiento promedio de trigo mexicano se elevará a 7.5 toneladas por hectárea, pero tenemos que hablar con agricultores y brindarles asesoría técnica.