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Diversificar cultivos reduce el uso de herbicidas

El manejo de malezas es esencial en la producción agrícola, ya que estas compiten con el cultivo por luz, nutrimentos y agua. En la región de la Meseta Purépecha, donde se ubica el municipio de Chilchota, es común observar un manejo deficiente de las malezas en todas las etapas del cultivo (cuando es mejor realizarlo en etapas tempranas), haciéndose principalmente de forma manual, arrancando las malezas con implementos de tiro animal y usando Paraquat, un herbicida que afecta sin distinción una gran gama de plantas y es altamente tóxico.

Ante un escenario como este, se requieren alternativas para reducir el impacto de las malezas y los plaguicidas en la producción de forraje de maíz (actividad importante en este municipio). El uso de cultivos intercalados es una práctica que contribuye a hacer un mejor manejo de malezas, principalmente cuando el destino del cultivo es la producción de forraje.

En el ciclo primavera-verano 2019 se sembró una parcela semicomercial donde se establecieron diversos cultivos intercalados con maíz (ver cuadro 1), entre ellos el triticale, el cual se eligió para mostrar a los productores la competencia entre plantas con requerimientos similares.

Establecidos el mismo día (de forma manual), con el mismo tratamiento de fertilización y manejo de plagas (con enfoques agroecológicos), los cultivos fueron revisados 45 días después de la siembra para evaluar la incidencia de las malezas. Para este propósito, se contó el número de plantas (malezas) en un área representativa (en este caso de 0.25 m2) y se clasificaron como especies de hoja ancha (hierbas y arbustos), hoja angosta (pastos) y ciperáceas (coquillo).

La mayor cantidad de plantas identificadas correspondió a especies de hoja ancha del género Salvia (una maleza común en las partes altas del país), y aunque no se observaron diferencias significativas en el número de plantas, las parcelas con cultivos intercalados mostraron una menor cantidad de plantas de hoja ancha y angosta.

En cuanto al efecto en el rendimiento del maíz (ver gráfica 1), los tratamientos con cultivos intercalados superaron ampliamente al testigo (el tratamiento no. 6: solo maíz sin cultivo intercalado), lo cual refleja la importancia del control de malezas. La asociación con girasol obtuvo el mayor rendimiento de forraje —13 toneladas por hectárea (t/ha), mientras que el testigo rindió solo 7 t/ha— y también la mayor producción de grano (4.9 t/ha; el testigo obtuvo 2.6 t/ha).

El rendimiento obtenido en los tratamientos con cultivos intercalados también fue superior a lo reportado por el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) en 2019 para el municipio de Chilchota (2.6 t/ha), debido —entre otros factores— a que se usó un híbrido de mayor potencial productivo y a que la densidad de siembra (100,000 plantas/ha) fue superior a la convencional en la zona.

Las interacciones entre diversas especies vegetales son complejas. Cuando se plantea una asociación de cultivos, se deben considerar la medida en que las plantas usan los recursos, los hábitos de crecimiento y las condiciones ambientales. Para la zona, los cultivos intercalados son una opción para reducir la dependencia de herbicidas y minimizar el impacto de las malezas en el cultivo principal, ya que la diversidad de cultivos proporciona un ambiente más favorable para albergar a la fauna benéfica y reducir el daño de insectos plaga. Adicionalmente, la mezcla de forrajes asegura una nutrición más balanceada en la producción ganadera.

Cuadro 1. Cultivos intercalados y densidades de siembra.

Tratamiento Cultivo intercalado Densidad de siembra (kg/ha)
1 Ebo (Vicia sativa) 50
2 Canola (Brassica napus) 5
3 Alberjón forrajero (Lathyrus sativus) 20
4 Girasol (Helianthus annuus) 5
5 Triticale (Triticum secale) 100
6

 

Gráfica 1. Rendimiento seco de forraje de maíz, con cultivos intercalados.  Cultivos intercalados: 1 = ebo, 2 = canola, 3 = alberjón forrajero, 4 = triticale, 5 = girasol y 6 = sin cultivo.
Gráfica 1. Rendimiento seco de forraje de maíz, con cultivos intercalados. Cultivos intercalados: 1 = ebo, 2 = canola, 3 = alberjón forrajero, 4 = triticale, 5 = girasol y 6 = sin cultivo.

 

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La importancia del nitrógeno en los cultivos y cómo optimizar su aplicación

La producción agrícola del Valle de Yaqui se ve afectada cada vez más por los altos costos de producción. Algunos pequeños productores —en su mayoría ejidatarios— optan por rentar sus tierras, ya que para ellos no es viable sembrar solos. En el caso del trigo, en esa región particular los costos de producción en la actualidad pueden llegar hasta los $23,000, lo que es muy elevado si se consideran los factores de rendimiento y precios del grano en el mercado.

Uno de los aspectos que contribuye al aumento de los costos de producción es la poca eficiencia en el uso de ciertos fertilizantes, como el nitrógeno, nutriente esencial para las plantas que solo es asimilable por ellas a partir de un complejo ciclo (la mayor parte del nitrógeno disponible en la Tierra está en la atmósfera), por lo que la fertilización nitrogenada es fundamental. Sin embargo, una importante cantidad de este nutriente se pierde por escurrimientos, erosión o volatilización (se estima que en México y otros países en desarrollo las pérdidas promedio de nitrógeno por volatilización son de 18%).

Ya que sin nitrógeno las plantas crecen poco, las hojas palidecen e incluso pueden morir (pues es esencial para que realicen la fotosíntesis), es importante investigar y difundir prácticas que permitan optimizar la fertilización nitrogenada. A partir de diversos estudios desarrollados con la colaboración de productores del Valle de Yaqui, se ha observado que mediante el uso de sensores ópticos —que son una herramienta de diagnóstico de fertilización nitrogenada— es posible bajar la dosis de nitrógeno sin afectar el rendimiento potencial del cultivo de trigo.

El estudio se realizó en un predio de 90 hectáreas en la localidad de Vícam, donde se sembró trigo en el ciclo otoño-invierno 2018-19. Ahí se establecieron cinco franjas ricas en nitrógeno (secciones de tierra suficientemente fertilizadas que sirvieron como punto de referencia) distribuidas estratégicamente.

En la etapa de inicio de encañe se realizó el diagnóstico con los sensores GreenSeeker® y Sequoia (este último montado en un dron). Una vez tomadas las lecturas del Índice de Vegetación de Diferencia Normalizada (NDVI, por sus siglas en inglés) —que es una estimación del “verdor” de las plantas, es decir, de su actividad fotosintética y su estado de nutrición—, se determinó el requerimiento de fertilizante nitrogenado más adecuado (mediante el algoritmo matemático que se utiliza para el Valle del Yaqui).

Al final del ciclo, se tomaron muestras de grano para determinar el rendimiento en las diferentes áreas de la parcela. Después de realizar los análisis correspondientes, fue posible observar que siguiendo las recomendaciones de los sensores ópticos el productor redujo la aplicación de nitrógeno, ahorrando un poco más de $2,000 por hectárea. Esta reducción en la cantidad de fertilizante (con una diferencia de 138 kilogramos de nitrógeno) no afectó el rendimiento.

El hecho de que el rendimiento del área del sensor y de la franja rica hayan sido muy similares indica que no es necesario sobrefertilizar para obtener mayor producción: lo importante es incrementar la eficiencia en el uso de nitrógeno para evitar pérdidas y permitir que este sea mejor aprovechado. Los sensores ópticos son una de las tecnologías que se promueven mediante el movimiento #AgriculturaConCiencia para impulsar una agricultura regional eficiente, responsable y climáticamente inteligente. ¡Súmate tú también!

Por: colaborador del Hub Pacífico Norte.

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Aprende Manejo Agroecológico de Plagas en línea

Texcoco, Edo. Méx.- Antes de que el nuevo coronavirus irrumpiera en la escena mundial, el 2020 había sido declarado Año Internacional de la Sanidad Vegetal. Esto es relevante porque, además del COVID-19, muchas poblaciones en México y el mundo enfrentan el reto de combatir las plagas que ponen en riesgo sus cosechas: actualmente, por ejemplo, enjambres de langostas amenazan la seguridad alimentaria de millones de personas en África y Sudamérica.

Si bien México cuenta con instituciones y normas para asegurar buenas prácticas de producción y manejo de alimentos, no está exento de que —a escala local— el abasto de alimentos sea puesto en riesgo por desastres naturales o factores biológicos como las plagas (que además son un elemento al que cotidianamente deben enfrentarse las productoras y los productores).

Para fortalecer la seguridad alimentaria nacional, científicos que participan en el programa MasAgro —de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— han diseñado un curso introductorio a los enfoques agroecológicos para el manejo de plagas, las cuales han aumentado en años recientes debido a los efectos del cambio climático.

El Manejo Agroecológico de Plagas busca mantener a las poblaciones de insectos en un nivel tal que no causen daños económicos (en lugar de exterminarlas, lo que altera el equilibrio de los agroecosistemas). Con este enfoque, se busca minimizar el impacto ambiental y preservar la salud de los productores, ya que —en lugar de plaguicidas— prioriza el uso de trampas y otras formas de control biológico.

El curso Introducción al Manejo Agroecológico de Plagas fue creado bajo metodología e-learning y responde a la necesidad de desarrollar intervenciones sensibles y oportunas para el campo a través de conocimientos y técnicas sustentables a fin de implementar controles más efectivos. Está compuesto por cinco módulos de estudio que abordan temas como las características morfológicas y los grupos de insectos, la restauración de la biodiversidad y las plagas del suelo y del follaje y el control biológico de plagas, entre otros.

La primera edición del curso inició el 27 de abril y —si bien está siendo impartido inicialmente a alrededor de 40 técnicos, coordinadores y formadores del programa MasAgro a través de la plataforma CIMMYT Academy (desde donde podrán acceder a diversos recursos didácticos, participar en distintas actividades formativas, interactuar, tener retroalimentación y ser evaluados)— los videos tutoriales están disponibles para todos los interesados en el tema en el canal de YouTube de AC CIMMYT: Curso sobre Manejo Agroecológico de Plagas.

Con cursos como este se pone de manifiesto que #LaAgriculturaSigue y que aún en tiempos adversos —en los que es importante conservar el distanciamiento social— es posible difundir conocimiento científico en favor del campo y la sociedad. Ya que el manejo de plagas requiere un seguimiento puntual y metodológico para evitar pérdidas en los cultivos, este curso es también una oportunidad para que los participantes compartan los resultados de sus propias prácticas y enriquezcan sus intervenciones en sus áreas de influencia.

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La SADER, el INIFAP y el CIMMYT comienzan una nueva etapa para apoyar al sector agroalimentario

Para articular capacidades dentro de Cultivos para México que permitan al sector superar la situación actual y la futura, el secretario Víctor Villalobos convocó a fortalecer la coordinación entre el INIFAP y el CIMMYT, instituciones que colaboran estrechamente para desarrollar investigación agrícola.

Durante la reunión (a distancia) del Consejo Directivo del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), el doctor Víctor Villalobos Arámbula, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) —quien presidió de forma honoraria la reunión—, señaló que la crisis global por COVID-19 ha puesto en el centro de atención a la salud, la economía y —particularmente— la producción y disponibilidad de alimentos. Resaltó que, a pesar de la situación, la dependencia a su cargo está buscando los medios y las alianzas para garantizar la operación del programa MasAgro —de la SADER y el CIMMYT—, al que consideró fundamental para atender a las comunidades más vulnerables del país.

“El aumento de los rendimientos en los estados donde está actuando la colaboración de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el CIMMYT y sus colaboradores es muy importante, particularmente para la agricultura familiar y de autoconsumo. Un incremento de los rendimientos, producto de la investigación y la transferencia de conocimientos, permite ver cómo la estrategia está impactando en aspectos fundamentales como la conservación de los recursos naturales y la calidad de vida de las comunidades rurales”, mencionó el secretario.

También enfatizó que la secretaría que representa; el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP); y el CIMMYT comienzan “una nueva etapa para juntos desarrollar esquemas productivos que tengan un importante impacto en México y el resto del mundo”. La sinergia entre estas instituciones permitirá articular conocimientos y capacidades “para aterrizarlos en un país diverso y heterogéneo que requiere una particular atención a sus sistemas y modelos de producción para poder incrementar sus rendimientos e ingresos y también mantener sus costumbres”, enfatizó Villalobos.

Al respecto, el doctor Bram Govaerts —director global del Programa de Desarrollo Estratégico y representante regional para las Américas del CIMMYT— mencionó que Milpa Sustentable en la Península de Yucatán es una inspiración y un ejemplo de cómo, junto con las productoras y los productores, se puede conjugar el conocimiento tradicional y el científico en favor de las comunidades. Y presentó a los asistentes (virtuales) los resultados más recientes de los trabajos del CIMMYT en México, enfatizando que estos se han logrado trabajando de forma conjunta con el INIFAP y diversos centros de investigación y universidades del país que han sumado sus conocimientos en favor de la sociedad mexicana.

A través de MasAgro, se caracterizaron 42,000 muestras de maíz —incluyendo 24,000 de maíces nativos—, generando más de 50 billones de datos que, además de alimentar el Atlas Molecular de Maíz, son útiles para encontrar variedades resistentes a calor, sequía y enfermedades; realizar mejoramiento participativo con productoras y productores (a la fecha se han realizado 168 ensayos y viveros de maíz nativo); y desarrollar nuevos híbridos mexicanos que impulsen una industria semillera nacional (se han desarrollado 112 híbridos de maíz y se ha apoyado a 70 semilleras nacionales, 50% de las cuales surgieron a partir de asociaciones de productores).

El doctor Govaerts mencionó además que el CIMMYT mantiene su compromiso con la sociedad mexicana ante la situación actual y a futuro: a través de MasAgro se han identificado las zonas de alta y muy alta marginación que pueden ser vulnerables —desde el punto de vista agroalimentario— ante el COVID-19; se sigue trabajando para conectar a los pequeños productores con nuevos modelos de mercado bajo el esquema de Maíz para México; y se mantiene el compromiso de elaborar durante este sexenio el Atlas Molecular de Trigo, un bien público internacional de México para el mundo.

Durante su intervención, el doctor Luis Ángel Rodríguez del Bosque —titular del INIFAP— enfatizó que la larga trayectoria de colaboración con el CIMMYT se reforzará en esta nueva etapa (a través de la investigación colaborativa, estas instituciones identificaron el año pasado 24 líneas de alto potencial para el mercado nacional de trigo). Y, finalmente, el doctor José Cacho —del Consejo Nacional Agropecuario (CNA)— pidió a todos los asistentes impulsar el plan Maíz Para México, liderado por la SADER: “va a transformar el destino de los productores de maíz en México. Es un proyecto único en la historia. Con la participación del CIMMYT y el INIFAP, se podrá integrar a los productores a la cadena de valor de manera real y a largo plazo”.

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México responde al llamado de líderes globales para asegurar la disponibilidad de alimentos

El secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, destacó que el Gobierno de México ya desarrolla varias acciones recomendadas por líderes globales para garantizar la producción y el abasto de alimentos en el país.

Como resultado, México está preparado para mantener la producción y el abasto de alimentos básicos y el empleo en el medio rural durante y después de la pandemia, expresó el funcionario federal.

El secretario Villalobos Arámbula señaló que, para garantizar el abasto de alimentos, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) ofrecen asesoría técnica para la preparación de terrenos, la siembra, la fertilización y el Manejo Agroecológico de Plagas —entre otras actividades de Agricultura Sustentable— a más de 300,000 productores de maíz, trigo y cultivos asociados que participan en el programa MasAgro para comenzar el ciclo agrícola primavera–verano 2020.

Del mismo modo —abundó— la SADER, el CIMMYT y el sector privado colaboran en esquemas de compra local responsable para abastecer a la industria agroalimentaria nacional de granos básicos cultivados con prácticas sustentables.

 

Llamado de personalidades globales a evitar que acciones contras el COVID-19 afecten la producción alimentaria

En una carta publicada el 9 de abril pasado, 60 personalidades de reconocido prestigio internacional hicieron un llamado a los Gobiernos de todo el mundo para evitar que las acciones de combate y mitigación de la pandemia de COVID-19 produzcan una crisis alimentaria y humanitaria que podría incrementar sustancialmente el número de personas que padecen hambre.

De acuerdo con quienes suscribieron este llamado a la acción, el cierre de fronteras y la reducción de la actividad económica a mínimos históricos son algunas de las medidas de mitigación que representan un reto para las cadenas de producción y distribución de alimentos en todo el mundo.

Entre los firmantes hay representantes de organismos internacionales —como la Organización Mundial de Agricultores, la Confederación Internacional de Sindicatos de Comercio y la Fundación de la Organización de las Naciones Unidas—; cuadros directivos de empresas multinacionales; y académicos e investigadores de las mejores universidades y los centros de investigación del mundo, entre ellos el CIMMYT.

Para prevenir el colapso de los sistemas productivos y de las cadenas de suministro y distribución de alimentos, los firmantes hacen un llamado a emprender tres acciones clave:

  1. Mantener la oferta de alimentos
  2. Multiplicar el apoyo para los más vulnerables
  3. Invertir en sistemas alimentarios sostenibles y resilientes

México atiende, efectivamente, la recomendación de convocar a los sectores privado y social para expandir los programas de alimentación y de protección para la población más vulnerable, vinculándolos a los alimentos que promueven la salud humana y la producción sostenible.

En respuesta a la línea de acción que pide a los países invertir en sistemas alimentarios más sostenibles y resilientes, MasAgro ofrece a los productores tecnologías herméticas para el almacenamiento poscosecha, que hacen más flexible la cadena de suministro de granos básicos y evitan la pérdida de alimentos por cualquier disrupción en los canales de distribución.

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Buscan maíz nativo que brinde seguridad alimentaria en la Sierra Tarahumara

La producción de maíz nativo de temporal es la principal actividad agrícola de más del 80% de las familias de Guachochi, Chihuahua. Sin embargo, el rendimiento por hectárea es bajo (alrededor de 639 kilogramos, en promedio) y muchas veces no es suficiente para cubrir las necesidades alimenticias y nutrimentales de las familias de la zona, situación que les obliga a comprar maíz durante la temporada de julio a septiembre —aproximadamente—, incrementado su gasto.

Entre los factores que causan el bajo rendimiento se encuentran diversas prácticas agrícolas convencionales que no favorecen la producción de maíz, como el exceso de laboreo en la preparación del terreno, el uso de fertilizantes inapropiados (y también su uso inadecuado), el nulo control de plagas, el monocultivo, la ausencia de prácticas de poscosecha adecuadas y la remoción del rastrojo.

Cabe mencionar que, muchas veces, el tipo de grano que las familias de Guachochi tienen que comprar para su consumo es de uso pecuario, que —si bien no goza de mucha aceptación— es lo que hay disponible en las tiendas comunitarias (los maíces nativos que las familias prefieren suelen encarecerse).

Para identificar variedades de maíz nativo que permitan a las familias de esta región tener mayor seguridad alimentaria, recientemente se evaluaron seis en el marco del programa MasAgro, de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

La evaluación se desarrolló en la localidad Laguna de Aboreachi, en el municipio de Guachochi, enfocándose principalmente en evaluar el rendimiento de cada variedad bajo las mismas condiciones de manejo; fecha y densidad de siembra —con la intención de hacer una mejor distribución de la semilla, se utilizó una sembradora de tiro animal para Agricultura de Conservación—; fertilización; manejo cultural de malezas; y cosecha, que —igual que el desgrane— se hizo de forma manual.

Las variedades evaluadas fueron ‘Maíz Cristalino Palomero’, ‘Maíz Amarillo Bola’, ‘Maíz Amarillo Pepitillo’, ‘Maíz Cristalino Bola’, ‘Maíz Blanco Blando’ y ‘Maíz Azul Blando’ (materiales que fueron donados por varios productores que cooperan con el programa en diversas localidades de la región).

Las variedades con mayor rendimiento fueron ‘Maíz Azul Blando’, ‘Maíz Blanco Blando’ y ‘Maíz Cristalino Palomero’ (2.7, 2.4 y 2.1 toneladas por hectárea [t/ha], respectivamente). En contraste, las que tuvieron menor rendimiento fueron ‘Maíz Cristalino Bola’, ‘Maíz Amarillo Bola’ y ‘Maíz Amarillo Pepitillo’ (2.0, 1.9 y 1.7 t/ha, respectivamente). El rendimiento promedio que se obtuvo de todos los materiales fue de 2.1 t/ha.

Gracias a esta evaluación, es posible identificar varios de los principales factores que influyen en el rendimiento de las variedades de maíz nativo en la región, como el potencial genético de las semillas, los factores ambientales y nutricionales y las prácticas a las que son sometidos los cultivos. Se espera que con la ayuda de los productores y los colaboradores de la zona se puedan desarrollar nuevas investigaciones para ofrecer a las familias de Guachochi información confiable que les permita tomar las mejores decisiones en torno a su sistema de producción.

Por: Hub Pacífico Norte-CIMMYT.

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Opciones para garantizar la seguridad alimentaria

Guachochi, Chih.- En medio de la actual emergencia sanitaria por el COVID 19, las sociedades —particularmente las de países en desarrollo— buscan opciones para garantizar la seguridad alimentaria de los sectores de la población que son más vulnerables ante prolongados periodos de distanciamiento social y de pausa en diversas actividades económicas. Por lo anterior, adquiere relevancia contar con sistemas agroalimentarios productivos, robustos y resilientes que favorezcan precisamente a los sectores más vulnerables.

En días pasados, a través del programa MasAgro —de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— se realizó el taller ‘Uso de Tecnologías Herméticas para Conservación de Granos’ en la cabecera municipal de Guachochi, Chihuahua, a fin de dar a conocer los procedimientos de almacenamiento y el uso de los diferentes dispositivos y tecnologías herméticas poscosecha.

Dispositivos como los silos metálicos herméticos o las bolsas plásticas con cierre (zip) son opciones viables para el almacenamiento de granos por largos periodos en las comunidades donde plagas —como la palomilla de los cereales (Sitotroga cerealella)—, diversos roedores (ratas, ratones y ardillas) y pájaros reducen las cosechas.

Las soluciones herméticas poscosecha evitan la entrada de aire y humedad, reduciendo la incidencia de plagas y hongos, evitando el deterioro de los granos y minimizando el uso de plaguicidas potencialmente dañinos para la salud humana.

Durante el taller también se dieron a conocer otras opciones (más económicas y de fácil disponibilidad) que —debidamente manejadas— permiten obtener buenos resultados, como los bidones plásticos (de diferentes capacidades) o las garrafas de reúso. Lo fundamental de estas opciones es asegurar el principio de hermeticidad (ausencia de oxígeno) y el adecuado secado del grano antes de su almacenamiento.

Entre las condiciones que se deben tomar en cuenta para almacenar granos por largos periodos de tiempo, se encuentran la humedad del grano (que debe ser menor de 14%), la temperatura y la limpieza previa del grano (para no almacenar de mala calidad). Por este motivo, durante el taller también se presentaron los diferentes métodos caseros (como el método del sol y el método de la sal) para determinar la humedad del grano, que es el factor más importante para no tener pérdidas posteriores.

El correcto almacenamiento de granos evita pérdidas significativas, las cuales —considerando los precios en la zona— pueden ser de hasta $1,800 por tonelada. Esto es destacable, ya que la producción en la zona de Guachochi apenas es suficiente para el autoconsumo familiar, y es más relevante aún si se considera que a través de estos aprendizajes, las familias de la zona tienen más elementos para ser resilientes en tiempos como los actuales.

En este video te compartimos más información sobre el método del sol y el método de la sal. Y recuerda, #ConservaTuCosecha

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La Agricultura Sustentable en Michoacán

Desde que el programa MasAgro —de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— inició operaciones, el estado de Michoacán ha colaborado de manera activa en la transferencia de tecnologías sustentables a través del Hub Bajío —del CIMMYT— y sus colaboradores.

Actualmente, para promover prácticas agrícolas sustentables se aprovechan los módulos (parcelas demostrativas) instalados con el apoyo de productores que, después de casi una década de trabajo bajo el sistema de Agricultura de Conservación, están convencidos de la importancia de difundir sus aprendizajes.

La Agricultura de Conservación es un sistema sustentable que permite a los agricultores reducir sus costos de producción y cuidar los recursos naturales (y en muchos casos también aumentar su productividad). Uno de los medios más efectivos para difundir sus beneficios son los recorridos por las parcelas de los productores que ya han implementado este sistema, pues permiten el contacto directo entre agricultores.

Recientemente, por ejemplo, se realizaron dos recorridos al módulo El Panteón —ubicado en el municipio de Queréndaro—, el cual fue instalado con el productor José Antonio Solís Hernández. En este módulo se han establecido diversas innovaciones, como el Manejo Agroecológico de Plagas, la fertilidad integral y el manejo de residuos, entre otras.

En el primer recorrido participaron productores y técnicos de la parte alta de Queréndaro —que trabajan un sistema de producción muy diferente a los que se tienen en el valle—, y en el segundo, productores y técnicos de Indaparapeo, Morelia y Tacámbaro. Cabe señalar que todos estos visitantes forman parte de la estrategia ‘Servicios de Extensionismo en el Territorio de un Centro de Apoyo al Desarrollo Rural (Cader)’, operada por el Instituto Nacional para el Desarrollo de Capacidades del Sector Rural (Inca Rural).

Esta articulación de esfuerzos entre MasAgro y otros programas que operan en el estado forma parte de una estrategia de escalamiento productivo, con la que se busca extender los beneficios de la Agricultura de Conservación a nuevos lugares en Michoacán.

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Instalan plataforma de poscosecha en Pochutla, Oaxaca

¿Cómo garantizar la disponibilidad de alimentos en las comunidades más vulnerables cuando en México las pérdidas poscosecha de grano de maíz pueden alcanzar 30% del volumen total de la producción? Para miles de familias, cuya producción agrícola está destinada básicamente al autoconsumo, esa es una pregunta esencial en estos tiempos, particularmente si se considera que cada año libran una batalla contra una serie de plagas que amenazan con reducir sus cosechas.

Cuando los pequeños productores usan métodos de almacenamiento que no son efectivos contra plagas como el gorgojo del maíz (Sitophilus zeamais M.), el barrenador grande del grano (Prostephanus truncatus H.) o la palomilla dorada del maíz (Sitotroga cerealella O.), se corre el riesgo de que la alimentación y nutrición de los productores y sus familias —e incluso sus comunidades— se vean afectadas por prolongados periodos de tiempo, ya que el maíz almacenado es parte de los alimentos básicos consumidos durante el año (Larraín, 1994; Silva et al., 2004).

Para evitar dichas pérdidas y tener alternativas sustentables de fácil acceso, el pasado 24 de marzo se instaló una plataforma de poscosecha en la comunidad El Encierro, en San Pedro Pochutla, perteneciente a la región Costa de Oaxaca. En esta plataforma se evalúa la efectividad de la bolsa plástica hermética y de diferentes tratamientos con polvos inertes, como cal estándar, cal micronizada, tierra de diatomeas y hierba santa (Piper auritum).

El uso de polvos inertes es una alternativa eficaz para controlar infestaciones de gorgojo, debido a que —mezclados con los granos almacenados— producen grietas en la cutícula de los insectos (su revestimiento exterior), haciendo que se evapore su humedad corporal, deshidratándolos y provocándoles la muerte (Páez et al., 1990). Los que no mueren quedan con el polvo adherido al cuerpo, lo cual disminuye su habilidad de apareamiento y reduce la puesta de huevecillos (Ebeling, 1971).

El objetivo de las plataformas de poscosecha que se instalan en diversos estados en el marco del programa MasAgro —de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— es evaluar prácticas sustentables y tecnologías herméticas para el almacenamiento y la conservación de granos, con la finalidad de brindar alternativas al productor para que reduzca las pérdidas y evite el uso de productos químicos que pongan en riesgo su salud.

Del mismo modo, se busca que los productores se involucren en el proceso de evaluación de prácticas y tecnologías y conozcan los resultados para que tomen las mejores decisiones y aseguren su alimentación durante el año. Con estas acciones, desde la agricultura se brindan soluciones para que los productores de subsistencia y sus familias y comunidades puedan ser resilientes ante situaciones que pongan en riesgo su seguridad alimentaria.

 

Fuentes

Ebeling, W. (1971). Sorptive dust for pest control. Annual Review of Entomology, 16, 123-158.

Larraín, P. (1994). Manejo integrado de plagas en granos almacenados. IPA La Platina, (81), 10-16.

Páez, A., Lagunes, A., Carrillo, J. L. y Rodríguez, J. C. (1990). Polvos vegetales y materiales inertes para el combate del gorgojo Sitophilus zeamais (Coleoptera: Curculionidae) en maíz almacenado. Agrociencia, (1), 35-46.

Silva, G., González, P., Hepp, R. y Casals, P. (2004). Control de Sitophilus zeamais Motschulsky con polvos inertes. Agrociencia, (38), 529-536.

Subramanyam, B. y Roesli, R. (2000). Inert dust. En B. Subramanyam y D. W. Hagstrum (Eds.), Alternatives to pesticides in stored-product IMP (pp. 321-379). Boston, USA: Kluwer Academic Publishers.

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Conocer los suelos es la clave para nutrirlos

En el estado de Zacatecas, resultado de su amplio territorio y variedad de climas ―donde la precipitación media anual varía desde menos de 200 milímetros en el norte hasta más de 700 milímetros en la región de los cañones―, hay una gran diversidad de suelos, los cuales presentan importantes variaciones de pendiente, profundidad, textura, salinidad, etcétera. También el tipo de erosión que sufren es diverso, y mientras la erosión eólica predomina en las grandes planicies del estado, el sobrepastoreo y las prácticas agrícolas inadecuadas afectan parte del territorio (Semarnat, 2015). Por esto, es urgente establecer medidas preventivas y correctivas de conservación de suelos para asegurar que la población mexicana tenga acceso a los alimentos que necesita.

Para promover en la entidad prácticas sustentables que permitan preservar ese recurso y establecer medidas adecuadas y pertinentes para recuperar su fertilidad y calidad, en el marco del programa MasAgro —de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— se impartió el curso Interpretación de Análisis de Suelos.

Este curso se llevó a cabo en instalaciones de la Secretaría del Campo (Secampo) de Zacatecas —mediante la vinculación con la Subsecretaría para la Conservación de Suelos y Agua, presidida por el ingeniero José Rodríguez— y fue impartido por el doctor Prometeo Sánchez ―investigador y académico del Colegio de Postgraduados (Colpos)―, quien enfatizó la importancia de realizar análisis de suelo para establecer los mecanismos de remediación más adecuados según el tipo y proceso de degradación. “Conocer nuestros suelos es la clave para nutrirlos de manera equilibrada y oportuna. Los suelos pueden ser iguales por su origen pero diferentes por su manejo”, señaló el investigador.

Con esta articulación de esfuerzos que impulsa el CIMMYT a través de MasAgro, se capacitó a poco más de 50 agrónomos, entre ellos técnicos de la SADER y Secampo y actores clave de la agroindustria, los cuales coincidieron en que es urgente desarrollar medidas preventivas y correctivas de conservación de suelos para asegurar la disponibilidad de alimentos y la preservación de los recursos naturales durante su producción en el campo.