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En Pénjamo aumentan el rendimiento del trigo con prácticas sustentables

En Guanajuato, el municipio de Pénjamo ocupa el primer lugar en producción agrícola, tanto por superficie como por producción total —los cultivos principales son maíz, trigo y cebada, que ocupan más del 90% de la superficie—. No obstante, el municipio se encuentra en una región con erosión hídrica extrema y se estima que su tasa de pérdida de suelo es mayor a las 250 toneladas por hectárea por año. La quema de los residuos de cosecha, el excesivo laboreo de la tierra y el constante tráfico de maquinaría también incrementan la degradación del suelo —el sistema de producción predominante en la zona es comercial, mecanizado e intensivo—. 

El daño al suelo va de la mano con una mayor dependencia de fertilizantes químicos, mayor presencia de malezas y reducción de la productividad. En Pénjamo, por ejemplo, se utilizan grandes cantidades de agroquímicos para el control de malezas, plagas y enfermedades, siendo la “secadera” o “fusariosis” la más relevante —esta enfermedad es ocasionada por un complejo de hongos del género Fusarium y se manifiesta con el marchitamiento de la planta, lo cual provoca una reducción del rendimiento—.

Para ofrecer a los productores locales alternativas que permitan mantener o incrementar los rendimientos, pero conservando los recursos naturales y evitando el uso excesivo de plaguicidas sintéticos, en la plataforma de investigación Pénjamo se ha sembrado —desde 2015— trigo en los ciclos otoño-invierno (OI) y maíz en los ciclos primavera-verano (PV) para evaluar dos sistemas de labranza: un sistema híbrido —con movimiento del suelo en OI y siembra directa con 100% de rastrojo en la superficie en PV— y el sistema de Agricultura de Conservación —con camas permanentes anchas y 100% de rastrojo en la superficie—. 

También se ha evaluado el uso de un insecticida químico y un hongo benéfico (Trichoderma harzianum) para el control de enfermedades en el suelo, principalmente por Fusarium sp. —estos se inocularon, es decir, se aplicaron junto con la semilla—, así como el uso o no uso de un regulador de crecimiento químico en la etapa de llenado de grano. 

Los rendimientos de maíz han sido similares en ambos sistemas, pero los costos de producción con el sistema híbrido han sido $3,000 por hectárea más elevados en comparación con la Agricultura de Conservación —por los costos de preparación del terreno—, de manera que este sistema sustentable es una alternativa con mayores beneficios.  

Con respecto al cultivo de trigo, los rendimientos han sido mayores en Agricultura de Conservación, con un promedio de 0.7 toneladas por hectárea más (figura 1). El mayor rendimiento y el menor costo de producción en trigo genera un incremento en la utilidad de $6,000 por hectárea, lo cual significa que la implementación de la Agricultura de Conservación en la producción de trigo en el ciclo otoño-invierno es rentable.

Con respecto al tratamiento de la semilla, no se observó una diferencia entre la semilla tratada con insecticida y fungicida y las tratadas con el hongo benéfico Trichoderma, por lo que se considera que el uso de este hongo puede ser una alternativa viable para reducir las enfermades en los cereales sin el uso de plaguicidas sintéticos. Además, ya que no hubo un efecto en la mayoría de los ciclos, tampoco es económicamente viable la aplicación del promotor de rendimiento.

En suma, los resultados de la plataforma de Pénjamo —que se encuentra en la localidad de Colorado de Herrar y forma parte de la red de plataformas de MasAgro Guanajuato, programa de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) de Guanajuato y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— confirman que la Agricultura de Conservación es una opción para reducir la quema de residuos de cosecha, ahorrar agua, disminuir los costos de producción e incrementar rendimientos. Además, en las parcelas con riego permite tener dos cultivos anuales sin desfase en las fechas de siembra, lo que sí ocurre cuando se prepara el terreno en los sistemas de labranza convencional. 

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¿Cómo implementar Manejo Agroecológico de Plagas en tu parcela?

A finales de 2020, a través de MasAgro Guanajuato —programa de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) de Guanajuato y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—, 152 productores, técnicos, investigadores y comunidad estudiantil de México y el extranjero tomaron el curso “Manejo Agroecológico de Plagas para una Agricultura Sustentable”.

Debido a la contingencia sanitaria, el curso se realizó a distancia y solo fue posible transmitirlo en redes sociales y en pequeñas sedes en el estado de Guanajuato. Esta situación, sin embargo, hace posible que ahora las ponencias y el video sean puestos a disposición de todas aquellas personas —particularmente de El Bajío— que estén interesadas en conocer e implementar el Manejo Agroecológico de Plagas, un sistema que busca disminuir el uso de pesticidas potencialmente dañinos para la salud humana.

El doctor Fernando Bahena, investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP); el ingeniero Bladimir Bernabé, de MasAgro Guanajuato; y el ingeniero Helios Escobedo de la Red_InnovAC, fueron los especialistas que impartieron el curso, abordando temas como las alternativas agroecológicas para el manejo de las principales plagas en El Bajío, la sustitución de plaguicidas altamente peligrosos, el papel de los insectos benéficos y las observaciones sobre el parasitismo natural, así como el uso de extractos vegetales y bioracionales como parte del Manejo Agroecológico de Plagas.

En el video del curso se incluye el bloque destinado a la resolución de dudas de los participantes, quienes se mostraron interesados particularmente en el uso adecuado y sustitución de plaguicidas. De hecho, el curso concluyó con la presentación de un amplio abanico de alternativas para la sustitución de plaguicidas a fin de lograr una producción más sustentable, rentable y benéfica para la salud del productor. 

Consulta o descarga las ponencias y el video aquí: Manejo agroecologico de plagas para una Agricultura Sustentable.

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Campo sustentable, aire limpio

La agricultura ocupa el 37% de la superficie en el mundo (FAO, 2020) y se estima que, debido a prácticas inadecuadas, produce 24% de los gases de efecto invernadero que favorecen el cambio climático. Sus efectos en el medioambiente incluyen la contaminación del agua, aire y suelo del planeta.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la superficie agrícola en México es de alrededor de 32 millones de hectáreas (cerca de 16% de la superficie nacional). Guanajuato destaca entre los estados con mayor superficie dedicada a la agricultura, y también por su intensa producción agrícola: en ciclo otoño-invierno 2019-2020, por ejemplo, fue el segundo mayor productor de trigo, con 58,859 hectáreas; y para el ciclo primavera-verano 2020 fue el octavo mayor productor de maíz blanco, con 413,382 hectáreas (SIAP, 2020). 

Las prácticas agrícolas inadecuadas en el estado han contribuido a la degradación del ambiente, particularmente a la mala calidad del aire, a la erosión de los suelos agrícolas y a la incidencia de plagas y enfermedades. Entre las prácticas que contribuyen a esta situación están el uso ineficiente de los fertilizantes agrícolas y la quema de rastrojos que afecta sobre todo la calidad del aire en varios municipios de la zona sur del estado (predominantemente en el ciclo otoño-invierno con la quema de residuos de maíz).

A través MasAgro Guanajuato —programa de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— se promueven prácticas, como la Agricultura de Conservación, para mitigar los efectos negativos de la agricultura.

Para reducir las quemas agrícolas, por ejemplo, se promueve el uso de los rastrojos como mejorador de suelo. Así, con MasAgro Guanajuato se ha logrado reducir entre 80 y 90% las quemas agrícolas en el ciclo primavera-verano y más de 50% en el ciclo otoño-invierno.

Con más de 45 mil hectáreas cultivadas con Agricultura de Conservación en Guanajuato se ha evitado liberar más de 5 mil toneladas de CO2 a la atmósfera. Esto, gracias a que la mínima labranza y la mecanización adecuada de la Agricultura de Conservación permiten ahorrar entre 38 y 42 litros de combustible por hectárea, equivalentes a 112 kg de CO2 a la atmósfera. Lo anterior significa que con las prácticas de MasAgro Guanajuato se usa hasta 70% menos combustible por lo que se libera 60% menos CO2.

Con mecanización adecuada en 2 mil hectáreas se ha logrado optimizar la fertilización nitrogenada y reducir las emisiones de óxido nitroso, uno de los principales gases de efecto invernadero y que además de contribuir al calentamiento global, afecta la capa de ozono. Además, la eficiencia de los fertilizantes nitrogenados se ha incrementado a 30% (cifra relevante si se considera que en México se pierde una gran cantidad de nitrógeno durante su aplicación).  

Paralelamente, MasAgro Guanajuato desarrolla una estrategia de fertilidad integral que actualmente tiene impacto en más de 143 mil hectáreas de la mano de empresas, proveedores y ayuntamientos (Valle de Santiago, Purísima del Rincón, Yuriria, Salvatierra, Coroneo, Huanímaro, Celaya y próximamente Salamanca y Pénjamo). Los pilares de esta estrategia de fertilidad integral son el mapeo de los suelos, la generación de dosis de fertilización adecuadas y la promoción de formas óptimas de aplicación. 

Adicionalmente, con MasAgro Guanajuato se han reducido 40% las aplicaciones de productos altamente tóxicos en los diferentes procesos agrícolas (en control de plagas esta reducción ha sido del 90%), esto es particularmente importante porque beneficia directamente la salud de los trabajadores agrícolas y de los consumidores finales. En otras palabras, con un campo sustentable es posible mantener cielos limpios y estilos de vida más saludables. 

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Buscando las mejores variedades de frijol para Guanajuato

La legumbre más consumida en México es el frijol y su producción se concentra en Zacatecas, Sinaloa, Durango, Chiapas, Chihuahua, Nayarit, San Luis Potosí y Guanajuato —que, en su mayoría, se caracterizan por ser estados con climas secos y propicios para el cultivo de esta leguminosa—. Tan solo en Guanajuato la producción de frijol corresponde a más del 80% de la superficie agrícola en el municipio de Ocampo y cerca del 50% en el municipio de San Felipe. 

Tanto en Ocampo como en San Felipe, la producción está enfocada al frijol negro del tipo brillante; sin embargo, por el manejo cultural —actividades de mantenimiento y cuidado que se realizan durante toda la producción— se ha disminuido la pureza genética en dichas semillas, situación que constituye una de las principales problemáticas para la producción de esta leguminosa en el altiplano mexicano debido a que esto favorece que los rendimientos bajen y la calidad disminuya. 

Al problema de la calidad genética de la semilla usada se suma la presencia de enfermedades causadas por hongos y bacterias que, de forma directa o indirecta, causan desde la pérdida de la calidad del grano obtenido hasta la pérdida de total o parcial de las cosechas. En Guanajuato, las principales enfermedades que afectan el cultivo de frijol son la antracnosis, la roya o chahuistle, el tizón de halo, el tizón común y las pudriciones de raíz.

Ante esta problemática, en la plataforma de investigación de Ocampo —de MasAgro Guanajuato, programa de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— se evaluaron diferentes variedades de frijol, entre ellas: Flor de junio León, Flor de junio Dalia, San Blas, Negro 8025, Pinto Saltillo, Pinto Raramuri, Pinto Salinas, Negro otomí —que es la semilla del tipo negro brillante usada localmente y tomada como testigo—, así como algunas variedades experimentales.  

La evaluación se realizó durante el ciclo primavera-verano 2019 junto con el doctor Jorge Acosta Gallegos del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (INIFAP). Los principales aspectos observados fueron el rendimiento de grano y el porcentaje de infestación para antracnosis y tizón común, para lo cual se realizaron monitoreos durante todo el ciclo del cultivo para contabilizar el número de plantas muertas por enfermedades o con daños.

Sobresalieron la variedad San Blas y la línea T11 (una de las variedades experimentales que se evalúan), las cuales presentaron el menor daño por tizón y por antracnosis tanto en follaje como en vaina. En cambio, la variedad de Flor de junio León fue la que presentó los daños más severos por antracnosis en el follaje. 

Con respecto al rendimiento (tabla 1), la variedades con los mejores resultados fueron Pinto Saltillo, Flor de junio León (a pesar de tener mayor daño por enfermedades) y Pinto Salinas, las tres con rendimientos cercanos a las dos toneladas por hectárea (t/ha), lo cual representa un incremento de 560 kilos con respecto al testigo, es decir, la variedad Negro otomí.

Con variedades adecuadas que favorecen el incremento en el rendimiento y la calidad del cultivo, MasAgro Guanajuato busca proporcionar a los agricultores del estado las herramientas que les permitan, a su vez, producir los mejores alimentos para una población creciente. 

Material evaluado Tipo Rendimiento de grano (t/ha) Peso de mil granos (g)
Otomí Negro brillante 1.44 305
T1 1.61 311
T11 1.17 302
T9 1.79 345
T5 1.57 323
T16  1.98 342
T13 1.61 382
Salinas Pinto 1.99 339
Rarámuri 1.66 212
Saltillo 2.16 199
8025 Negro opaco 1.93 319
San Blas 1.48 313
Dalia Flor de junio 1.64 289
León 2.04 303

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Tabla 1. Rendimiento de grano y peso de mil granos de los materiales evaluados en la plataforma de investigación de Ocampo, en el ciclo primavera-verano 2019.

 

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Nuevas variedades de trigo para El Bajío

Guanajuato es uno de los ocho principales estados productores de trigo en México. De acuerdo con el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), en el ciclo otoño-invierno 2019-2020 se sembraron 58,859 hectáreas de trigo para grano en esta entidad. 

Para incrementar la disponibilidad de semilla de trigo de calidad, MasAgro Guanajuato —programa de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) que contempla la integración de la cadena agroalimentaria mediante el fortalecimiento de redes de innovación—, ha validado y evaluado distintas variedades de trigo para identificar las más adecuadas y con mayor potencial productivo para Guanajuato.

Durante el ciclo otoño-invierno 2019-2020, un equipo multidisciplinario evaluó variedades de trigo en los municipios de Purísima del Rincón, Manuel Doblado, Pénjamo y Acámbaro. Este equipo estuvo conformado por especialistas del CIMMYT; del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP); del Sistema Producto Trigo Guanajuato; del Centro de Desarrollo Tecnológico Villadiego de FIRA; y del Grupo BIMBO.

Para las evaluaciones en mención se establecieron cinco vitrinas, o parcelas demostrativas, de las variedades Cortázar S1994, Faisán S2016, Elia M2016, Ibis M2016, Cisne F2016, Alondra F2014, Borobampo C2015, y Noreste. El enfoque de las vitrinas fue la alta productividad (donde la meta es el alto rendimiento) y la sustentabilidad (con base en un uso eficiente de recursos). 

El comportamiento promedio en rendimiento de las variedades fue similar (gráfica 1), oscilando entre 6.5 y 6.1 toneladas por hectárea (t/ha) de grano —a excepción de Cortázar S1994, que tuvo un promedio de 4.4 t/ha—. Los mejores rendimientos fueron los de las variedades Cisne F2016, Alondra F2014 y Noreste, con 6.5 t/ha; después los de Faisán S2016, Elía M2016, e Ibis M2016, con un promedio de 6.3 t/ha; y también Borobampo C2015, con un promedio de 6.1 t/ha. 

Cabe mencionar que, con base en las propiedades de su gluten, Cisne F2016 y Alondra F2014 son variedades clasificadas como ‘fuertes’ —trigos utilizados por la industria mecanizada de la panificación—, Noreste  es ‘cristalino’ —trigo duro apropiado para pastas de alta calidad, por lo que es destinado a la industria procesadora de pastas—, Faisán S2016 es ‘suave’ —se utiliza para la industria galletera y elaboración de tortillas, buñuelos y otros—, y Elía M2016 e Ibis M2016 son ‘medio-fuertes’ —trigo para la industria del pan hecho a mano o semi-mecanizado—. 

Además de la medición de rendimiento, análisis de costos y rentabilidad, MasAgro Guanajuato también está interesado en la calidad. En los laboratorios del CIMMYT, en Texcoco, Estado de México, expertos del Programa Mundial de Trigo analizaron 51 muestras de trigo obtenidas de las vitrinas del ciclo otoño-invierno 2018-2019. Los resultados arrojaron que las variedades con mayor porcentaje de proteína fueron Luminaria, con 11.6%; Elia, con 9.6%; y Cisne, con 10.9%. 

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Con prácticas sustentables pasan de 800 kilos a 2.5 toneladas de frijol por hectárea

Ocampo es un municipio al norte de Guanajuato donde predomina la agricultura de temporal. En esta zona semiárida se han presentado problemas por falta de lluvias por lo menos los últimos seis años (incluso en junio, julio y agosto, que históricamente habían sido los meses más lluviosos). Además, sus suelos presentan bajo contenido de materia orgánica y sus terrenos de cultivo presentan pendientes de hasta 20% (es decir, que por cada 10 metros que se avanza en horizontal se sube dos).

Los cultivos más importantes en Ocampo son el maíz y el frijol —los rendimientos promedio son de 1.2 toneladas por hectárea (t/ha) en el caso del frijol y 10 t/ha en el caso del maíz (en pastura seca con planta y mazorca)—, cuyo manejo convencional consta de labranza con arados, subsuelos y rastras.

Debido a que la mayoría de los productores barbecha como primera opción de manejo agronómico, y derivado de la escasez de agua para riego en la zona, los productores han tenido problemas de rendimientos y también empiezan a presentar problemas con sus suelos, ya que cada vez es más difícil romper la capa de arado —capa del suelo tan compactada que impide la infiltración del agua y la penetración de las raíces de las plantas— que se forma por el movimiento continuo y excesivo del suelo.

Para brindar alternativas a los productores locales, el equipo técnico de MasAgro Guanajuato —programa de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— analizó los sistemas de producción locales e identificó prácticas y tecnologías adecuadas para mejorar la calidad de los suelos, reducir los costos de producción y mantener o incrementar el rendimiento de los cultivos de una forma sustentable.

Las prácticas identificadas fueron la rotura vertical —una técnica que permite aflojar el suelo, pero sin removerlo— y el trazo de curvas a nivel —o “siembra al contorno” que permite reducir la erosión del suelo—, ambas han sido punta de lanza para la adopción de otras tecnologías, ya que estas permiten un acondicionamiento del suelo para mejorar el aprovechamiento del agua, incrementar la productividad y ahorrar costos de producción. 

Es importante mencionar que estas prácticas agrícolas han sido evaluadas en las plataformas de investigación de MasAgro Guanajuato y en diversos módulos (parcelas demostrativas) que se han establecido con productores locales, mismos que han incrementado sus rendimientos y han pasado, en muchos casos, de  800 kilogramos a dos toneladas y media de frijol por hectárea. 

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Promueven el arraigo social con proyecto de fertilidad de suelos

El Bajío guanajuatense es una llanura fértil considerada históricamente una de las zonas agrícolas más importantes de México. No obstante, la producción intensiva de los sistemas agrícolas en esa región ha ocasionado la degradación física, química y biológica de los suelos. Como consecuencia de esa degradación se han agudizado los problemas de malezas, plagas y enfermedades de los cultivos, incrementando los costos de producción y afectando directamente a los agricultores.

El municipio de Salamanca es parte del Bajío guanajuatense, está ubicado en el centro del estado y cuenta con una superficie agrícola de más de 50 mil hectáreas. Siendo el municipio con más porcentaje de superficie de riego con respecto a los demás municipios de la región —destacan sus cultivos de maíz y sorgo en el ciclo primavera-verano y trigo y cebada en el otoño-invierno—, es importante implementar medidas que aseguren la fertilidad de sus suelos. 

A través de un muestreo sistemático, el proyecto “Programa de fertilidad integral de suelos agrícolas para el municipio de Salamanca” busca conocer el estado actual de los suelos del municipio, identificar los minerales que están ocasionando excesos y deficiencias nutrimentales, proponer estrategias de remediación de suelos y diseñar formulaciones de fertilización específicas para cada cultivo y cada zona.  

Con la puesta en marcha de este proyecto de fertilidad integral —que impulsa el gobierno de Salamanca y se desarrolla en el marco del programa MasAgro Guanajuato, de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— se busca impactar más de 50 mil hectáreas agrícolas de Salamanca.

El proyecto busca restaurar la fertilidad del suelo y está alineado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Organización de las Naciones Unidas: ambientalmente permitirá reducir la emisión de gases de efecto invernadero y la contaminación del agua y el suelo; social y culturalmente se arraigará a la población rural, impulsando el empoderamiento de los productores con pleno respeto a sus tradiciones y, además,  permitiéndoles incrementar sus ingresos.

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Difunden Agricultura Sustentable en la Expo AgroAlimentaria Guanajuato 2020 

Irapuato, Gto.- Con todas las medidas de seguridad necesarias debido a la pandemia por COVID-19, la edición número 25 de la Expo AgroAlimentaria Guanajuato se realizó del 10 al 13 de noviembre y en ella participó, en calidad de expositor, MasAgro Guanajuato —programa de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural de Guanajuato (SDAyR) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—.

Con 63 hectáreas de exposición, 14 países participantes, 1,300 expositores y una asistencia promedio de 120 mil personas, este encuentro es uno de los más grandes e importantes de América Latina —se realiza desde 1996 en Irapuato, Guanajuato, y su enfoque es vincular  a empresas y organizaciones del ámbito agrícola con visitantes del mismo ámbito o interesados en él—. 

Por quinto año consecutivo, MasAgro Guanajuato compartió conocimiento, capacitación e innovación: de forma responsable, y siguiendo todas las medidas de seguridad establecidas, el equipo técnico de MasAgro Guanajuato instaló una parcela demostrativa donde se exhibió parte del trabajo realizado con agricultores y distintas empresas de la entidad con los que promueve y escala la Agricultura Sustentable. 

Agricultura de Conservación, fertilidad integral, Manejo Agroecológico de Plagas, mecanización inteligente y riego tecnificado fueron algunas de las prácticas que se difundieron entre los asistentes a la  Expo AgroAlimentaria Guanajuato, quienes también pudieron conocer en qué consisten las estrategias “Reto Rastrojo” y “Cosechando Agua” que se impulsan a través de MasAgro Guanajuato. 

Cabe mencionar que el espacio de exposición de MasAgro Guanajuato recibió la visita de José Francisco Gutiérrez Michel, titular de la SDAyR; Miguel Muñoz de la Torre, titular de la Secretaría de Desarrollo Rural y Agroempresarial de Aguascalientes; Francisco Alejandro Gamboa, subsecretario de la Secretaría del Campo de Zacatecas; Rodolfo Ponce, director de Desarrollo Rural de León; y del senador Erandi Bermúdez. 

Con estas acciones, MasAgro Guanajuato sigue impulsando la adopción de tecnologías sustentables para que los productores del estado mejoren su sistema de producción y logren la rentabilidad a través de la sustentabilidad. Agradecemos al patronato organizador de la expo por la confianza en MasAgro Guanajuato y el CIMMYT. ¡Nos vemos en la siguiente edición!

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Plan de fertilidad de Guanajuato innova y se expande 

Huanímaro, Gto.- Actualmente el estado de Guanajuato es uno de los principales productores de granos básicos del país, destacando en el cultivo de maíz y trigo. El municipio de Huanímaro se ubica en la región más productiva del estado; sin embargo, la producción intensiva del sistema maíz-trigo que se realiza en El Bajío guanajuatense ha generado una erosión muy significativa, propiciando la pérdida de fertilidad de los suelos.

Debido a esta situación es importante desarrollar acciones que impulsen la fertilidad integral y sustentable de los suelos de Huanímaro. A través de la estrategia “Mapeo de fertilidad para un campo sustentable” —que forma parte del programa MasAgro Guanajuato, de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— se está conociendo la situación actual de los suelos agrícolas del municipio. 

La estrategia de fertilidad de MasAgro Guanajuato está orientada a generar información y herramientas confiables para elaborar planes de fertilidad considerando: dosis adecuada para el cultivo, fuentes de fertilizante ideal, momento adecuado de aplicación y la forma más adecuada de hacerlo. El objetivo es no sobre dosificar fertilizante, mitigar pérdidas por lixiviación o evaporación (para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero), evitar la contaminación de mantos acuíferos y aumentar la rentabilidad del sistema. 

A través de la estrategia “Mapeo de fertilidad para un campo sustentable” de MasAgro Guanajuato se puede mejorar la calidad física, química y biológica de los suelos mediante enmiendas y prácticas de conservación de los suelos, atendiendo directamente la problemática por alto contenido de sodio, suelos alcalinos, pérdida de materia orgánica, bloqueo de nutrientes, etcétera.

Cabe mencionar que además de los gobiernos municipales, la estrategia involucra a empresas locales (las cuales podrán ofrecer un servicio confiable y de calidad a los agricultores). En Huanímaro el tamaño estimado del área agrícola beneficiada es de 10,319 hectáreas en el corto plazo, en donde haciendo un buen manejo de fertilización la productividad se puede incrementar del 10 al 30% y beneficiar a alrededor de dos mil productores en el mediano plazo.

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Innovaciones en el campo permiten enfrentar sequías

En la región climática en la que se encuentra el municipio de Apaseo el Alto, Guanajuato, 90% de las lluvias se presentan en verano, sin embargo, estas no se distribuyen de manera uniforme durante el ciclo del cultivo. Adicionalmente, las sequías en la zona se han incrementado en frecuencia e intensidad, poniendo en riesgo la producción de temporal o secano en la zona (el destino de la producción es principalmente el autoconsumo y el rastrojo se usa como alimento para el ganado de traspatio).

Agravando la problemática de la sequías, en Apaseo el Alto predomina la labranza convencional (que consiste en movimientos excesivos del suelo: barbecho, pasos de rastra y surcados), la cual provoca la pérdida de humedad, hace que haya menor infiltración y que se pierda materia orgánica. Debido a este laboreo excesivo los suelos de la zona se encuentran deteriorados, con bajo contenido de materia orgánica y compactados. 

Ya que es fundamental encontrar alternativas para conservar o retener el agua en el suelo por más tiempo, en la plataforma de investigación de Apaseo el Alto —establecida en 2014 en el marco del programa MasAgro Guanajuato, que impulsan la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) de Guanajuato y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— investigadores del Instituto Tecnológico de Roque (IT de Roque) y el CIMMYT evalúan alternativas de producción con prácticas sustentables.

Para atender la problemática de los suelos deteriorados, en la plataforma de investigación se ha implementado y evaluado la Agricultura de Conservación. El mínimo movimiento del suelo y su cobertura con rastrojos ha permitido incrementar el contenido de materia orgánica y mejorar la estructura física del suelo (al reducirse la compactación se mejora la infiltración y la retención de humedad en el suelo).

Con respecto a los bajos rendimientos, se han evaluado variedades mejoradas de maíz que han brindandado un promedio de 3.14 toneladas por hectárea (t/ha) y que en años con buenas lluvias algunas han superado las 8 t/ha. Esto es significativo si se considera que el material más utilizado en la zona brinda tan solo 1.85 t/ha en promedio. 

También se ha hecho rotación de cultivos (maíz-frijol) y se ha registrado que el rendimiento de maíz se incrementa hasta 114 kg/ha con camas permanentes angostas y un poco más de media tonelada con camas permanentes anchas. Además, al dejar 50% o 100% de rastrojo se ha incrementado el rendimiento hasta en 826 kg/ha con camas permanentes angostas y hasta 789 kg/ha con camas permanentes anchas. 

Para reducir los altos costos de producción que se registran en la zona, la Agricultura de Conservación ha permitido tener ahorros de alrededor de $1,550 en promedio debido al mínimo laboreo del suelo. Adicionalmente, el control selectivo de malezas (una sola aplicación del producto adecuado puede controlar el 95% de la maleza, reduciendo el impacto ambiental) y las opciones agroecológicas (como el monitoreo de plagas, el uso de extractos minerales y microorganismos benéficos) han contribuido en este aspecto. 

Cabe mencionar que otro de los cambios positivos que se ha observado es la nivelación del pH del suelo. Cuando la materia orgánica se descompone los microorganismos producen ácidos orgánicos. Esto, sumado a la fijación de nitrógeno por la rotación de cultivos (leguminosas), ha favorecido tener suelos cercanos a la neutralidad, lo que a su vez permite tener una mayor disponibilidad de nutrientes.

En resumen, la implementación de Agricultura de Conservación puede ayudar a los productores locales a conservar la humedad, pero también a mejorar las características físicas de sus suelos (estructura, porosidad, infiltración y retención de agua). Los productores que estén interesados en implementar estas prácticas sustentables pueden contactar al equipo de la plataforma de investigación de Apaseo el Alto, ubicada en la localidad La Cuevita (kilómetro 11 de la carretera Apaseo el Alto-Jerécuaro), en Apaseo el Alto, Guanajuato.