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Innovaciones en forrajes mejoran la agricultura familiar

En México la parcela y el huerto familiar, donde se desarrollan actividades tanto agrícolas como pecuarias, forman parte esencial de la agricultura familiar. Estos dos sistemas generalmente se complementan, no compiten entre sí, ya que los diferentes procesos de producción (parcela y solar) establecen flujos de productos de uno hacia otro. La producción de ambos espacios se complementa y la familia decide sobre su destino final, ya sea para autoconsumo o para venta. 

En regiones como la Mixe, en Oaxaca, es común complementar la alimentación de los animales de traspatio con rastrojo de maíz o pastos cultivados (Pennisetum purpureum). Ya que el rastrojo aporta mayores beneficios como cobertura del suelo que como forraje, es importante buscar alternativas de manejo y producción de especies forrajeras cultivadas en clima templado frío, para evaluar su adaptabilidad y aceptación por los pequeños productores para la alimentación de sus animales. 

Por lo anterior, en la plataforma de investigación Tamazulápam del Espíritu Santo, en la región Mixe, se continúa con las evaluaciones de una mezcla de forrajes cultivados en temporal —compuesta por el 60% de avena (Avena sativa) y 40% de ebo (Veza sativa)— como alternativa para la alimentación de animales de traspatio. La finalidad de estas evaluaciones es que los productores aprovechen el rastrojo de maíz como cobertura del suelo, amplíen el menú de forrajes para sus animales y mantengan protegido el suelo al mismo tiempo. 

El ebo es una leguminosa anual de ciclo intermedio, es tolerante a enfermedades, propicia la fijación de nitrógeno en el suelo, es una excelente opción para climas templado frío y, por sus propiedades, puede ser usado en mezclas para obtener forraje con alto contenido de proteína y de almidones similar a la de la alfalfa. Además, es una especie que brinda gran cobertura al suelo, por lo que se puede utilizar para su conservación y mejoramiento —la floración del ebo comienza a los 60 días después de la siembra; sin embargo, se sugiere cortar a los 80-100 días después de la siembra para obtener buen rendimiento y forraje con calidad nutritiva para el ganado—. 

Por su parte, el grano de avena es un excelente pienso ―alimento seco para ganado― para bovinos, ovinos, caballos y mulas, aunque la planta también es utilizada en pastoreo. Es un excelente alimento para animales dedicados a la reproducción y animales de trabajo ya que tiene altos niveles de proteína y vitamina E ―para maximizar la cantidad de forraje se recomienda el corte en los estados lechoso y masoso del grano; sin embargo, si el propósito es la calidad, la mejor etapa de corte es el embuche (80 días después de la siembra), ya que se llega a obtener hasta 24% de proteína de la mezcla―. 

Al mezclar ebo con avena ―es decir, una leguminosa con una gramínea― se obtiene una fuente rica en proteína y energía con niveles apropiados de fibra, rica en calcio y de alta palatabilidad —la aceptación o placer que provoca el alimento en el animal—. En esta innovación, la avena funciona como un tutor del ebo y proporciona el complemento de fibra; al mismo tiempo, el ebo ofrece alta proteína y digestibilidad al forraje. Además, en comparación con el rastrojo de maíz, esta mezcla tiene mayor potencial de producción en materia seca. 

De acuerdo con lo observado en la plataforma de investigación, el cultivo de la mezcla forrajera ha requerido de mínimos cuidados ya que no presenta enfermedades ni plagas de relevancia ―más que conejos silvestres que se comen las plantas cuando están en desarrollo―. La planta de avena ha logrado desarrollarse hasta un metro de altura y el ebo, al ser rastrero, se extiende e inhibe el desarrollo de las malezas. 

Con la evaluación de dos periodos de cultivo bajo temporal ―primavera-verano 2020 y primavera-verano 2021― la producción de materia seca en la mezcla de forraje se ha estimado en 8.10 y 8.23 toneladas por hectárea, respectivamente. Si una familia tiene en promedio 12 cabezas de ganado menor y estas consumen 14.4 kg de materia seca por día, entonces en una hectárea de milpa se puede destinar el 10% de la superficie para el forraje, así se podrá producir alrededor de 823 kg de materia seca que alcanzará para alimentar aproximadamente 57 días a la docena de animales de traspatio ―considerando ovinos y caprinos, por ejemplo―. 

Cabe mencionar que esta mezcla forrajera se puede aprovechar verde o conservar en forma de heno y ensilaje para ser suministrada en época seca ―periodo en el cual la producción de alimentos escasea―. Además, es posible cultivar el forraje dos veces al año. Así, para las unidades familiares que tienen animales de traspatio se puede recomendar ampliamente esta mezcla de forraje que, entre otros beneficios, permite aprovechar el rastrojo de maíz como cobertura del suelo.

Fuente:

Flores Nájera, M. D. J., Sánchez Gutiérrez, R. A., Echavarría Cháirez, F. G., Gutiérrez Luna, R., Rosales Nieto, C. A., & Salinas González, H. (2016). Producción y calidad de forraje en mezclas de veza común con cebada, avena y triticale en cuatro etapas fenológicas. Revista mexicana de ciencias pecuarias7(3), 275-291.

 

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#ChiapasNoQuema reinicia actividades en 2022

Los escenarios de cambio climático para México muestran que Chiapas es uno de los estados que está siendo y será más impactado por este fenómeno: los periodos de sequía más severos y extensos serán más recurrentes en toda la entidad, por lo que es conveniente promover prácticas sustentables y reducir así el riesgo de fenómenos catastróficos, como los incendios forestales. 

En promedio, Chiapas tiene 6,600 incendios cada año. Por lo anterior, es considerada una de las entidades con mayor incidencia en ese rubro (en 2015, 2018 y 2019 Chiapas fue la entidad con más incendios en todo el país) y —en consecuencia— una de las que más contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero y que más cobertura arbórea pierde a causa de los incendios.

A través del programa MasAgro-Cultivos para México —iniciativa de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y el Centro internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—, este año se ha implementado nuevamente la campaña #ChiapasNoQuema, impulsada de forma conjunta por el Hub Chiapas del CIMMYT, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP) de Chiapas; la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural (Semahn) del mismo estado; los ayuntamientos de Ocozocoautla, Venustiano Carranza y Villa Corzo; entre otras organizaciones. 

Cabe mencionar que #ChiapasNoQuema se desarrolla en sintonía con la iniciativa nacional #MiParcelaNoSeQuema, coordinada por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural en la que participan el CIMMYT, la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) y otras organizaciones para mitigar las quemas y ofrecer alternativas sustentables. 

El objetivo de #ChiapasNoQuema es la reducción de las quemas mediante la prevención y el ofrecimiento a los productores de alternativas como la Agricultura de Conservación, que es un sistema de producción sustentable que aprovecha el rastrojo (residuos agrícolas que son objeto de las quemas) para usarlo como cobertura del suelo. Además de mejorar la estructura y calidad del suelo —y retener humedad—, el aprovechamiento del rastrojo permite a los productores tener ahorros significativos en sus costos de producción.

Cabe mencionar que la campaña contempla acciones de difusión y capacitación orientadas a productores, técnicos y otros actores del sistema agroalimentario en diversos municipios de Chiapas. Mediante estos eventos de capacitación se presentarán las ventajas de las siembras con rastrojo y su manejo, con el objetivo de que los productores eviten las quemas agrícolas y sean conscientes de que #ElRastrojoVale más como cobertura del suelo.

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Agricultura para la Paz, un mecanismo de cooperación internacional surgido en México

Agricultura para la Paz puede convertirse en un importante mecanismo de cooperación y con ello lograr una verdadera transformación de los sistemas de producción y consumo de alimentos a nivel global”, afirmó Martha Delgado, Subsecretaria de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México mediante un mensaje emitido durante la XXXIII Reunión de Embajadores y Cónsules (REC 2022). 

Agricultura para la Paz es una iniciativa del Centro Nobel de la Paz, la Secretaría de Relaciones Exteriores, la Embajada de México en Noruega, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y diversos colaboradores, surgida a raíz de la conmemoración del 50 Aniversario del Premio Nobel de la Paz otorgado en 1970 al doctor Norman Borlaug —uno de los fundadores del CIMMYT— por su trabajos de mejoramiento de trigo con agricultores e investigadores mexicanos, hecho que permitió salvar a millones de personas de la hambruna alrededor del mundo.

Se trata de un llamado a la acción y al impacto para evitar nuevas crisis alimentarias, una propuesta para transformar la agricultura en un instrumento de paz y desarrollo en todo el mundo en un momento en el que los conflictos, el cambio climático y la pandemia han hecho que el número de personas en riesgo de inanición aumente a más de 45 millones y el desplazamiento forzado global haya superado los 82 millones de personas”, expresó el doctor Bram Govaerts, Director General del CIMMYT, en el mensaje que incluyó intervenciones de representantes de las diversas organizaciones que impulsan la iniciativa. 

“El momento de trabajar juntos y de dar prioridad a la agricultura para construir una paz duradera es ahora. Hemos diseñado, ejecutado y afinado, a través de la colaboración entre Agricultura y el CIMMYT, estrategias de desarrollo sostenible con un enfoque sistémico que facilita la participación de los productores en cadenas de valor más integradas y eficientes. El CIMMYT, su vez, ha comenzado a aplicar y adaptar estas experiencias mexicanas en proyectos de desarrollo en otros países de África, Asia y América Latina. México se siente muy orgulloso de contribuir al codesarrollo de esta plataforma de innovación”, comentó el doctor Víctor Villalobos Arámbula, titular de Agricultura. 

Un ejemplo del impacto internacional de Agricultura para la Paz son las colaboraciones con la Embajada de México en Kenia ―que fomenta la nixtamalización para reducir de 30 a 60% los niveles de contaminación por aflatoxinas, un problema de consideración en aquel país―, la Embajada de México en Etiopía ―donde el 87% de sus trigos vienen de germoplasma del CIMMYT y donde ahora se aprecian los beneficios del Maíz de Alta Calidad Proteica, desarrollado en México― y diversos proyectos en Malawi, Etiopía y Mozambique, donde se ha incrementado hasta 20% el rendimiento del maíz y hasta 135% el ingreso de los productores gracias a estos rendimientos. 

Destaca también el impacto positivo de Agricultura para la Paz en la relación bilateral México-Estados Unidos, donde el 70% de todas las variedades de trigo proviene del CIMMYT ―considerándose uno de los esfuerzos bilaterales más exitosos entre ambos países―. Además, el modelo de cooperación que se ha construido desde México, estrechamente ligado a la iniciativa, constituye una propuesta viable y pertinente para combatir la migración forzada y los efectos del cambio climático en la región.

Los voceros de Agricultura para la Paz recalcaron que México cuenta con la experiencia y con la excelencia científica de instituciones como el CIMMYT para promover y encabezar en el mundo un movimiento que contribuya a lograr una paz duradera desde la agricultura. Exhortaron a los embajadores y cónsules a convertirse en voceros que pueden compartir y hacer llegar el mensaje de la iniciativa a tomadores de decisión para contribuir invirtiendo en ciencia, conocimiento y acciones colaborativas.

La iniciativa Agricultura para la Paz es valiosa por su mirada transversal, apoyada en las capacidades de todas las personas que pueden y deben actuar con urgencia: desde los pequeños agricultores, mujeres y hombres en el ámbito de la ciencia y la tecnología, hasta los gobiernos en el mundo. México es una voz indispensable en esta lucha. La Agricultura para la Paz cuenta con nosotros, cónsules, embajadoras y embajadores de México, para promover esta visión y generar las condiciones adecuadas para lograr su plena instrumentación y el logro de sus objetivos”, concluyó Ulises Canchola, Embajador de México en Noruega. 

Te invitamos a ver el mensaje completo que Agricultura para la Paz presentó durante la XXXIII Reunión de Embajadores y Cónsules, 2022.

 

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Llevar el conocimiento científico a los agricultores

Representan el 49.6% de la población mundial y, sin embargo, en ámbitos como la ciencia a penas alcanzan el 30% de representación. Los factores que contribuyen a que la participación de las mujeres en la ciencia sea aún escasa son muchos, pero en general están asociados a estructuras culturales e ideológicas que necesitan transformarse. 

Como señala Audrey Azoulay, directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la ciencia es fundamental para hacer frente a los desafíos actuales —como el cambio climático o la inseguridad alimentaria— y, por ello, el mundo no puede privarse del potencial, la inteligencia y la creatividad de las mujeres. 

De entre los muchos campos donde la ciencia se aplica para dar respuesta a los grandes retos de la humanidad, está la agricultura. Allí, hay mujeres investigando cómo la humanidad podría librarse de los riesgos, siempre latentes, de crisis alimentarias, climáticas y ambientales que podrían, en menos tiempo del que se piensa, poner al mundo en jaque. 

“Hay estudios —de varios investigadores y organizaciones— que han abordado el ciclo de nitrógeno. Uno de estos realizó mediciones de nitratos y amonio en el agua de los drenes, que son pérdidas por escurrimiento. Los resultados muestran que estas aguas, que desembocan en el Golfo de California, están enriquecidas con nitrógeno. Otro de estos estudios evaluó el efecto de estas aguas y se vio que cada vez que hay un riego en el Valle del Yaqui hay un incremento de las algas en el mar —esto está relacionado con zonas de hipoxia (falta de oxígeno) y pérdida de biodiversidad marítima— y esto tiene que ver con la cantidad de nitrógeno que se aplica en la agricultura. Este fenómeno es visible incluso en imágenes de satélite”, comenta María Elena Cárdenas. 

María Elena es biotecnóloga y cuenta con estudios de posgrado en ciencias agropecuarias. Actualmente es parte del equipo de investigación del Hub Pacífico Norte del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), desde donde trabaja para identificar las mejores prácticas sustentables que permitan optimizar el uso de fertilizantes nitrogenados y así lograr que los agricultores de Sinaloa sigan produciendo y, a la vez, se minimice el impacto ambiental de la agricultura. 

“En algún momento me tocó conversar con un productor que tenía una parcela cerca del final del Valle del Yaqui y que tomaba el agua de estos drenes para fertilizar. Me comentaba que no necesitaba fertilizar más sus tierras porque estaban tan ricas de nitrógeno que no necesitaba más nitrógeno que aplicar. Obviamente el uso de estas aguas tiene otros problemas, no es lo ideal utilizarlas, pero es un ejemplo para ilustrar los ricas en nitrógeno que están estas aguas”, continua María Elena. 

“Hace ocho o diez años la dosis máxima que aplicaba un productor en su cultivo de trigo era de aproximadamente 250kg de nitrógeno por hectárea. La forma en la que lo aplicaba era 75% en presiembra y un 25% restante lo aplicaba en el primer riego de auxilio. Bueno, ahora ya no son 250kg de nitrógeno por hectárea, ahora se aplican de 275 a 280kg de nitrógeno en todo el ciclo, se dividen las aplicaciones 55% en presiembra, 30% en el primer riego de auxilio y 15% en el segundo riego de auxilio”.

“Actualmente hemos comprobado que las aplicaciones de presiembra son muy ineficientes. El 30% del nitrógeno que tú aplicas en presiembra ya lo habrás perdido al momento de la siembra. Como no hay planta, estamos dejando el nitrógeno expuesto al ambiente durante 20 días para perderse por lixiviación, por volatilización, por escorrentía o que alguna maleza lo utilice, pero no el cultivo. La propuesta es aplicar 30% a la siembra y el 55% en el primer riego de auxilio. Las aplicaciones cerca de encañe te ayudan a lo que es rendimiento, las aplicaciones cerca del inicio de floración te ayudan a evitar problemas de panza blanca y tener producción de proteína también”. 

Esto no es una idea que se nos ocurrió de la nada, esto está probado: en el Valle del Yaqui se hizo un trabajo en el que se probaron tanto la práctica convencional de aplicación en presiembra como la práctica que proponemos, es decir, evitando las aplicaciones de presiembra y poniendo la mayor cantidad de nitrógeno en el inicio de encañe. Cuando evitamos las aplicaciones de presiembra la proteína en todos los tratamientos se incrementó porque la planta lo esté aprovechando realmente y no se pierde en la medida en que sí ocurre con aplicaciones en presiembra”, enfatiza María Elena. 

Al llevar los resultados de las investigaciones hasta la parcela para compartirlos con los productores, María Elena Cárdenas contribuye a que la ciencia cumpla con su propósito social: mejorar la calidad de vida de la sociedad. Por esta razón, invita a que más niñas y mujeres se interesen en la ciencia para que la humanidad pueda afrontar los grandes retos que tiene delante de sí. 

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Chilpancingo libre de humo

Chilpancingo, Gro.- El gobierno de Chilpancingo, Guerrero, dio a conocer la campaña #ChilpancingoLibreDeHumo, una iniciativa en favor del medioambiente, la salud y la producción agrícola del municipio. Esto, en virtud de que el número de incendios forestales con repercusiones graves se ha incrementado notablemente en años recientes en la entidad y en Chilpancingo particularmente. 

Guerrero es una de las 10 estados con mayor número de incendios en el país —al año se registran alrededor de 2,800 en promedio, requiriendo de aproximadamente 20 mil personas para controlarlos— y Chilpancingo ha sido uno de los municipios más afectados debido a un triple impacto negativo de los incendios: pérdida de bosques y biodiversidad, incremento de intoxicaciones y enfermedades asociadas, y reducción de la fertilidad de los suelos agrícolas. 

A nivel nacional más del 90% de los incendios son causados por acciones humanas y las quemas agropecuarias no controladas son causantes del 40% de incendios forestales. En este sentido, la campaña —a cargo del gobierno de Chilpancingo con la colaboración del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y la delegación estatal de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural— busca concientizar a la población de que los incendios son una problemática que afecta e implica a todos. 

Por lo anterior, esta campaña pone énfasis en la promoción de sistemas agrícolas sustentables y alternativas al uso del fuego para inhibir las quemas agrícolas. Con estas acciones se busca mejorar los medios de vida de los productores, procurar la salud de la población y preservar los recursos naturales de Chilpancingo. 

Cabe mencionar que en Chilpancingo la roza, tumba y quema sigue siendo una práctica común; sin embargo, se ha documentado que la quema sistemática de los residuos agrícolas disminuye la capacidad del suelo para retener agua y reduce su fertilidad en más de 30%. Por esta razón, a través de la campaña se promueven opciones que reducen la incidencia de incendios y permiten mejorar los suelos agrícolas: al mantener el rastrojo como cobertura del suelo en lugar de quemarlo, por ejemplo, se retiene más humedad, se reduce la incidencia de malezas, se mantiene sano el suelo y los agricultores pueden reducir sus costos de producción sin afectar los rendimientos.

#ChilpancingoLibreDeHumo se desarrolla en sintonía con la iniciativa nacional #MiParcelaNoSeQuema —en la que además participan la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) y el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED)— y además de mejorar la producción agrícola, también busca mejorar la salud pública de la población de Chilpancingo —debido a los incendios en el municipio se ha registrado un incremento de las intoxicaciones y padecimientos respiratorios—, prevenir tragedias durante el combate a los siniestros —miles de personas, incluyendo voluntarios, ponen en riesgo su vida año con año para controlar los incendios—, y preservar la biodiversidad y los recursos naturales de la región —los incendios favorecen la contaminación de los cuerpos de agua, afectando la disponibilidad del líquido tanto para uso humano como agropecuario—.

Bajo el lema de Chilpancingo no quema, Chilpancingo saludable, la campaña #ChilpancingoLibreDeHumo busca combatir el fuego y aprovecha la experiencia de organismos como el CIMMYT y sus colaboradores que promueven sistemas agroalimentarios sustentables, resilientes y climáticamente inteligentes frente a fenómenos como el cambio climático que incrementan la probabilidad de sequías e incendios.

Para más información sobre las acciones para evitar quemas agrícolas o referente a la campaña, se puede contactar al Hub Pacífico Centro del CIMMYT o al gobierno de Chilpancingo a través de la Secretaría de Desarrollo Rural (SEDER), la Secretaría de Salud (SALUD) y Dirección de Recursos Naturales y Ecología (DRNyE). 

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Agricultura de Conservación y Milpa Intercalada con Árboles Frutales, una buena combinación

En Oaxaca, más del 60% de los suelos están erosionados y los cambios en el uso del suelo han favorecido ciclos de barbecho más cortos, empeorando la degradación. En el caso de los agricultores en laderas, la Agricultura de Conservación y la Milpa Intercalada con Árboles Frutales (MIAF) pueden combinarse exitosamente para reducir la erosión y mejorar la seguridad alimentaria, refiere un nuevo estudio de un grupo de investigadores de la Agencia Mexicana para el Desarrollo Sustentable en Laderas (AMDSL) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), publicado recientemente.

El estudio es relevante en muchos sentidos. Primero, porque son pocos los estudios científicos orientados a identificar y/o evaluar prácticas adecuadas y viables para los pequeños productores en laderas. Segundo, porque se llegó a considerar que la Agricultura de Conservación y la agrosilvicultura ―la combinación de árboles y cultivos agrícolas, como en el sistema MIAF― no eran compatibles. 

Gracias a este estudio se confirma que la Agricultura de Conservación ―sistema que tiene por componentes básicos la mínima labranza, la cobertura del suelo y la diversificación de cultivos― y el MIAF no solo son prácticas complementarias como algunos autores ya habían sugerido, sino que constituyen una vía para la intensificación sostenible y adaptada localmente del sistema de producción tradicional a través de cambios de bajo costo que se encuentran dentro de las posibilidades de los agricultores. 

Los investigadores establecieron, desde 2014, el mismo diseño experimental en dos lugares de Oaxaca ―en los municipios de Santa María Teopoxco y Tamazulápam del Espíritu Santo― para evaluar la Agricultura de Conservación con MIAF junto con agricultores locales. La diversificación de cultivos ―a través de la rotación de cultivos, cultivos múltiples, cultivos de relevo o agrosilvicultura― fue lo que más incrementó los rendimientos del sistema, hasta 1.4 toneladas por hectárea (t/ha) en Teopoxco y 1.7 t/ha en Tamazulápam. 

El estudio señala que el mayor uso de insumos a través de una mayor fertilización o encalado no incrementó la rentabilidad lo suficiente como para justificar su uso. En cambio, la labranza cero y la retención de residuos aumentaron los rendimientos y redujeron los costos de producción. En suma, la Agricultura de Conservación con MIAF resultó un sistema rentable y de alto rendimiento que también redujo el riesgo de los agricultores al proporcionar varias cosechas al año. 

En este sentido, el estudio destaca que en los ciclos en que la cosecha principal fracasó, los árboles frutales pudieron producir debido a su diferente estación de crecimiento en comparación con el maíz. Ya que el cambio climático aumentará la frecuencia de tales temporadas de cultivo, la diversificación de cultivos mejoraría la resiliencia de la producción de los pequeños agricultores, reduciendo el riesgo de fracaso general de los cultivos. En el caso de este estudio, la inclusión de un cultivo de relevo de chícharos en Teopoxco y el multicultivo de maíz-hoja de higuera-calabaza-frijol en Tamazulápam permitieron que los sistemas fueran más productivos.

Los investigadores concluyen que la rotación de cultivos y la labranza cero fueron las prácticas que más aumentaron los rendimientos del maíz, y señalan que los rendimientos de las variedades de maíz autóctonas se pueden aumentar de forma sostenible en los sistemas de cultivo de laderas de pequeños agricultores sin necesidad de insumos costosos. Por supuesto, las investigaciones para identificar y/o validar las mejores prácticas agrícolas para los sistemas en laderas aún debe continuar, pero este estudio sin duda representa un gran avance en la materia.

El estudio completo puede ser consultado gratuitamente en la revista Frontiers in Agronomy, la cual publica investigaciones rigurosamente revisadas por pares sobre temas relacionados con la agronomía: https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fagro.2021.787507/full

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La Agricultura Sustentable, una prioridad para Sinaloa

El pasado 5 de noviembre la sede global del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), en Texcoco, Estado de México, recibió la visita del diputado Serapio Vargas Ramírez, Presidente de la Comisión de Asuntos Agropecuarios del Congreso de Sinaloa, y del ingeniero Jesús Vega Acuña, asesor y político sinaloense con una amplia experiencia en asuntos agropecuarios. 

El objetivo de la visita fue conocer las diversas prácticas y acciones que desarrolla el CIMMYT, susceptibles de impulsarse o replicarse en Sinaloa a fin de acelerar la transición de ese estado hacia una Agricultura Sustentable, partiendo además de una visión de suma de esfuerzos para potenciar el trabajo que ambas partes desarrollan ya en la entidad. 

De acuerdo con el diputado Serapio Vargas, en Sinaloa hay interés para desarrollar políticas públicas que impulsen el desarrollo de los productores, en particular de los pequeños productores de las zonas de temporal. Por otro lado, también hay interés, manifestó el diputado, de impulsar la producción sustentable de maíz amarillo y de hacer simbiosis con instituciones como el CIMMYT para crear y consolidar una productora estatal de semillas. 

El CIMMYT, a través de la iniciativa MasAgro-Cultivos para México, ha impulsado el desarrollo de una red de semilleros y de nuevas variedades de semillas de alto rendimiento y con capacidad de adaptación a los efectos del cambio climático, las cuales comercializan más de 70 pequeñas y medianas empresas semilleras que participan en la iniciativa que se desarrolla junto con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el Instituto de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS) y otras organizaciones.

En Sinaloa se cuenta ya un laboratorio de genética que podría contribuir al propósito de formar una semillera estatal que ofrezca y garantice semillas con el mismo nivel de competencia y productividad que las ofertadas por las grandes semilleras, comentó el diputado Vargas, quien se reunió con científicos del Banco de Germoplasma que alberga el CIMMYT, donde más del 80% de la colección que se tiene resguardada corresponde a maíz nativo. De Sinaloa, en particular, la colección es de alrededor de 300 accesiones —lotes de semillas que se recogieron en un lugar determinado y en un momento específico—, siendo muchas de estas de razas puras.

Por su parte, la maestra Tania Casaya, gerente del Hub Valles Altos del CIMMYT, comentó que a través de la red de semilleros de MasAgro-Cultivos para México se impulsan también mejores prácticas agrícolas pues los buenos resultados no se obtienen solamente de semillas mejoradas, sino también de prácticas adecuadas y sustentables, comentó, añadiendo que el CIMMYT está en la mejor disposición de colaborar en el desarrollo de acciones que favorezcan a los productores mexicanos y de contar con alianzas y colaboraciones de todos los sectores para mantener la investigación, impulsar el recambio varietal de semillas y otros temas pendientes para consolidar una industria semillera nacional. 

Finalmente, el diputado Serapio Vargas y el ingeniero Jesús Vega coincidieron en la importancia de promover mejores prácticas agrícolas que permitan a la vez conservar los recursos naturales y mitigar los efectos del cambio climático. En ese sentido, manifestaron su interés por continuar y mantener la vinculación con el CIMMYT a fin de impulsar la Agricultura Sustentable en Sinaloa. 

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Michoacán traza el camino hacia la transición agroecológica

Cuitzeo, Mich.- Para conocer los avances en prácticas y tecnologías soportadas científicamente para mejorar la producción agrícola de riego y temporal en Michoacán, el pasado 14 de diciembre de 2021 Cuauhtémoc Ramírez Romero, titular de la Secretaría de Desarrollo Rural y Agroalimentario de Michoacán y Nora Vázquez Villanueva, directora de Agricultura de la misma Secretaría, visitaron la plataforma de investigación de Cuitzeo y un módulo de innovación bajo riego en el mismo municipio, los cuales forman parte de la red de innovación del Hub Bajío del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT). 

Al recorrido de campo también asistieron Salvador Castillo, de la Junta Local de Sanidad Vegetal, y productores de los municipios de Cuitzeo, Epitacio Huerta y Huiramba, quienes pudieron intercambiar experiencias con productores que ya han implementado o están implementando las prácticas de manejo propuestas por el Hub Bajío y sus colaboradores en el estado.

El señor Eugenio Mascote —con quien se estableció la plataforma—, por ejemplo, está implementando diversas prácticas de la estrategia Cosechando Agua de la mano del equipo técnico del despacho Red_InnovAC. Entre esas prácticas destacan el trazado de curvas a nivel, la labranza vertical y la Agricultura de Conservación que, en conjunto, permiten aprovechar al máximo el agua de lluvia y mejorar los rendimientos de los cultivos. 

El manejo agroecológico de plagas es otra de las prácticas sustentables que se promueven en la plataforma. Mediante este enfoque se busca reducir la aplicación de agroquímicos, favoreciendo el control natural de las plagas y la biodiversidad en las parcelas mediante el monitoreo, el uso de semioquímicos ―sustancias químicas naturales― y productos de bajo impacto ambiental. Gracias a este manejo el señor Eugenio comenta que, durante 2021, no se requirió realizar ninguna aplicación para el control de plagas en las parcelas de la plataforma. 

Durante el recorrido en la plataforma los asistentes también pudieron observar el desarrollo de híbridos de diversas empresas nacionales ―cuyas proyecciones de rendimiento oscilan entre las 15 y las 16 toneladas por hectárea para uno de los módulos de riego y entre 9 y 10 toneladas para la plataforma― y el rendimiento y efectos en la conservación de agua tanto de la labranza convencional, basada en el paso de arado o subsoleo y rastreos que favorecen la evaporación del agua, como de la Agricultura de Conservación, sistema que ha permitido hacer un mejor aprovechamiento del agua y obtener 30% más de rendimiento ―equivalente casi a tres toneladas― en comparación con prácticas convencionales.

Posteriormente, durante la visita al módulo del señor Fernando Ramírez Díaz los visitantes pudieron observar y escuchar de la voz del productor cómo la Agricultura de Conservación ―sistema que ya lleva trabajando cinco años continuos en el cultivo de maíz en primavera-verano y trigo o cebada en otoño-invierno― le ha permitido reducir costos, optimizar el uso del agua ―ha observado una disminución en las horas de riego―, y reducir la incidencia de malezas, plagas y enfermedades.

Después del recorrido en campo el titular de la Secretaría de Desarrollo Rural y Agroalimentario de Michoacán y la directora de Agricultura destacaron la importancia de la prácticas sustentables para producir más alimentos de calidad e inocuos, que sirvan como base para la salud pública de todos los consumidores. El gobierno del estado, comentaron, tiene la visión de que Michoacán avance significativamente en esa vía y se coloque al frente de la producción de alimentos sanos. 

Finalmente, el recorrido permitió compartir los avances en el territorio de la iniciativa MasAgro-Cultivos Para México y el trabajo de la estrategia para la transición agroecológica en Michoacán. En este sentido, el doctor Fernando Bahena ―investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y pecuarias (INIFAP) quien lidera la estrategia de manejo agroecológico de plagas a nivel nacional― resaltó los avances en esta materia y destacó la importancia de la integración con otros esfuerzos y trabajo conjunto para avanzar con los productores en la adopción de las mejores prácticas sustentables.

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Un año promoviendo la paz a través de la Agricultura Sustentable

Texcoco, Edo. Méx.- Hace un año el Gobierno de México y diversos organismos nacionales e internacionales conmemoraron el 50 aniversario de la entrega del Premio Nobel de la Paz al doctor Norman Borlaug —uno de los fundadores del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—. En ese marco y, bajo la iniciativa #AgriculturaParaLaPaz, hicieron un llamado para impulsar la resiliencia del campo mexicano como vía para consolidar la paz social.

Durante este tiempo, Agricultura para la Paz mostró su potencial para sumar esfuerzos y así convirtió la metáfora en acción: además del Centro Nobel de la Paz, la Secretaría de Relaciones Exteriores, la Embajada de México en Noruega, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el CIMMYT y sus diversos colaboradores en México, a la iniciativa se sumaron diversas universidades, la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) de Guanajuato, otros centros del CGIAR —consorcio de centros de investigación internacionales al cual pertenece el CIMMYT—, así como Provivi®, la startup de innovación agroecológica liderada por la ganadora del Premio Nobel de Química en 2018, Frances Arnold.

En el fortalecimiento de Agricultura para la Paz también destacó la formulación de la Iniciativa Regional Integradora, AgriLAC Resiliente, la cual busca incrementar la resiliencia, servicios ecosistémicos y competitividad de los sistemas agroalimentarios en América Latina, aprovechando y potenciando diversas iniciativas del CGIAR presentes en la región. 

Agricultura para la Paz no pudo surgir en mejor momento porque, ante un escenario de incertidumbre debido a los efectos de la pandemia por COVID-19, formó parte de la respuesta y la estrategia de reconstrucción en un año tan decisivo para la humanidad como 2021.

La iniciativa promovió un mejor uso de la ciencia y la tecnología ante eventuales crisis alimentarias, así como una relación mucho más colaborativa entre científicos y agricultores para difundir con más facilidad los frutos de la investigación científica, aspecto clave para disminuir varias de las brechas sociales que amenazan la paz, sobre todo en el ámbito rural.

Mediante la alianza estratégica con Provivi®, por ejemplo, se pusieron a disposición de técnicos y productores innovaciones científicas amigables con el medioambiente —como los dispensadores de liberación prolongada de feromonas de confusión sexual—, fomentando así que los esfuerzos de todas las organizaciones participantes se centraran en uno de los espacios con mayor potencial para consolidar la paz social: el campo.   

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Los beneficios de eliminar las aplicaciones de nitrógeno durante la presiembra

“El nitrógeno es un nutriente muy dinámico en el suelo. En muchos sistemas de producción en México se aplica en forma de urea, una fuente de nitrógeno amoniacal que al entrar en contacto con el suelo, agua y materia orgánica inicia procesos de nitrificación (las plantas absorben mejor el nitrógeno cuando está en forma de nitrato), pero los nitratos también suelen perderse con el agua debido a la lixiviación y escorrentía. El nitrógeno no se queda solo como nitrato, después pasa a un proceso de desnitrificación, donde toma forma gaseosa como óxido nitroso, uno de los gases relacionados con la destrucción de la capa de ozono y uno de los que más contribuyen al cambio climático”, refiere María Elena Cárdenas, del Hub Pacífico Norte del CIMMYT. 

En México el 71% del fertilizante nitrogenado se aplica en los cultivos de maíz, trigo y caña de azúcar. La eficiencia de uso de nitrógeno en cereales a nivel mundial se estima en 33% y, en el país, varios trabajos de investigación en cereales en las zonas intensivas bajo riego reportan valores de eficiencia similarmente bajos (31% para el Valle del Yaqui). 

El nitrógeno que no es absorbido por los cultivos se volatiliza (se estima que en México las pérdidas promedio de nitrógeno por volatilización son de 18%), lixivia (proceso por el cual los nutrientes y minerales son arrastrados por el agua) o percola (pérdida de agua hacia las capas de la tierra). En conjunto, se estima que cerca de la mitad del nitrógeno aplicado termina perdiéndose hacia el ambiente causando importantes problemas de contaminación del agua y aire. 

Se ha documentado incluso que las aguas enriquecidas con nitrógeno que escurren de las parcelas de las zonas productivas de Baja California Sinaloa y Sonora desembocan en el Golfo de California, causando grandes floraciones de algas, relacionadas a su vez con zonas de hipoxia (falta de oxígeno) y pérdida de biodiversidad marítima. 

Además, la fertilización tiende a ser el principal costo de producción en los cereales y la fertilización nitrogenada en México representa alrededor del 40% de los costos de producción. En años recientes el costo del nitrógeno se ha elevado significativamente (para 2021 casi se ha duplicado con respecto a 2017), afectando la rentabilidad del cultivo de trigo. Esto significa que los fertilizantes nitrogenados son de los insumos más caro y que se manejan de manera poco eficiente. 

Si se incrementa la eficiencia de uso de nitrógeno se pueden reducir los costos de producción y de esta manera incrementar la rentabilidad del cultivo para reducir el impacto ambiental. Para lograr este propósito, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y sus colaboradores en la región promueven diversas prácticas y tecnologías derivadas de la investigación científica, entre estas la identificación del momento y la dosis correcta de fertilización nitrogenada, así como la selección de las fuentes de nitrógeno correctas y el lugar de aplicación correcto.

Actualmente el manejo convencional del nitrógeno, para muchos productores del Valle del Yaqui, implica aplicar 55% de la dosis regularmente usada (alrededor de 275 kgN/ha en promedio) durante la presiembra (20 días antes de la siembra), pero gracias a diversos estudios hoy se sabe que las aplicaciones durante la presiembra son muy ineficientes y, de hecho, 30% de lo aplicado en presiembra ya se habrá perdido para el momento de la siembra. 

“Con base en el estudio de la curva de absorción de nitrógeno a través del desarrollo del cultivo de trigo se está proponiendo a los productores cambiar los momentos de aplicación del fertilizante. Esto es, 30% en la siembra, 55% durante el primer riego de auxilio que es cuando se requiere que la planta tenga más el fertilizante para expresar su máximo potencial de rendimiento y 15% cerca de la floración”, comenta la especialista. 

“Eliminar aplicaciones de nitrógeno durante la presiembra contribuye a hacer un uso más eficiente del fertilizante y se ha documentado su efectividad en ensayos con diferentes dosis de nitrógeno (de los 75 a los 300 kgN/ha) en campos de agricultores del Valle del Yaqui. Al eliminar las aplicaciones durante la presiembra no se afectan los rendimientos y la eficiencia del nitrógeno llega a ser de hasta 50% con dosis bajas, a diferencia de las dosis más altas donde la eficiencia del fertilizante es a penas del 30% (ya que el cultivo absorbe lo que necesita y lo demás se pierde). El cambio de los momentos de aplicación del nitrógeno no afectó el rendimiento del trigo y, en cambio, evitar las aplicaciones de presiembra sí favoreció el porcentaje de proteína del grano y por lo tanto constituye una práctica simple y eficiente que los productores pueden implementar”, enfatiza María Elena Cárdenas. 

Con información de María Elena Cárdenas.