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Boletines agroclimáticos, un pilar en la resiliencia agrícola frente a la crisis climática

Niños ayudando al monitoreo de gusano cogollero. (Foto: Francisco Alarcón / CIMMYT)
Niños ayudando al monitoreo de gusano cogollero. (Foto: Francisco Alarcón / CIMMYT)

La crisis climática es una realidad que afecta a todas las regiones del mundo, y México no es la excepción. La variabilidad climática y los fenómenos extremos, como sequías prolongadas y lluvias torrenciales, representan un desafío constante para los agricultores, quienes dependen del clima para mantener sus cultivos y, por ende, el sustento de toda la sociedad.

En este contexto, los boletines agroclimáticos desarrollados por centros de investigación internacionales y nacionales, y productores de diversos estados, se han convertido en herramientas esenciales para la toma de decisiones agronómicas informadas y adaptativas. Estos boletines son el resultado de un esfuerzo colaborativo dentro de las Mesas Técnicas Agroclimáticas (MTA), una iniciativa clave que reúne a investigadores, productores, representantes de gobierno y académicos para discutir y analizar los cambios climáticos esperados y sus implicaciones en la agricultura.

Las MTA son espacios de discusión y análisis donde se reúnen diversos actores del sector agrícola para evaluar los pronósticos climáticos y su impacto potencial en los cultivos. Este esfuerzo colaborativo involucra a instituciones como la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el CIMMYT, el Servicio Meteorológico Nacional de CONAGUA, así como universidades y asociaciones de agricultores locales.

Las MTA se originaron en Senegal, África, y su éxito ha llevado a su implementación en varios países de América Latina, incluyendo México, donde se iniciaron en el estado de Chiapas a finales de 2020, marcando un hito en la mitigación y adaptación al cambio climático en nuestro país.

La crisis climática ha exacerbado la variabilidad del clima, haciendo que las condiciones meteorológicas sean cada vez más impredecibles. En México, este fenómeno se manifiesta en eventos como sequías severas y lluvias intensas que afectan negativamente la producción agrícola. Según el CIMMYT, la adaptación al cambio climático es crucial para garantizar la seguridad alimentaria y la sostenibilidad de los medios de vida de los agricultores.

En este sentido, las MTA proporcionan una plataforma vital para que los agricultores obtengan información precisa y oportuna sobre las condiciones climáticas futuras. Los pronósticos climáticos discutidos en estas mesas permiten a los productores ajustar sus prácticas agronómicas, seleccionar variedades de cultivos más resistentes, determinar las épocas de siembra más adecuadas y aplicar técnicas de fertilización que maximicen el rendimiento y minimicen los riesgos.

El proceso de las MTA culmina en la elaboración de los boletines agroclimáticos locales. Estos boletines son documentos que resumen los pronósticos climáticos analizados y ofrecen recomendaciones específicas para los agricultores. Las recomendaciones incluyen medidas adaptativas que varían según el tipo de cultivo y las condiciones climáticas previstas.

Los boletines son un producto del intercambio de conocimientos entre científicos, técnicos y agricultores. Durante las MTA, los agricultores comparten su experiencia empírica y la combinan con el conocimiento técnico proporcionado por los expertos. Este intercambio es fundamental para que las recomendaciones sean prácticas y aplicables en el contexto local.

Desde su implementación, las MTA han tenido un impacto significativo en varios estados de México, incluyendo Chiapas, Oaxaca, Estado de México, Yucatán, Campeche, Puebla, Veracruz, Michoacán y San Luis Potosí. El apoyo de los gobiernos estatales, a través de las Secretarías de Desarrollo Agropecuario y otras instituciones relevantes, ha sido crucial para el éxito de estas mesas. Además, la participación del Servicio Meteorológico Nacional de la CONAGUA, el INIFAP, el Colegio de Postgraduados y diversas instituciones académicas y de investigación ha enriquecido el proceso con conocimientos científicos de alta calidad.

El CIMMYT ha desempeñado un papel central en el desarrollo de las MTA en México. Su experiencia en investigación agrícola y su compromiso con la adaptación al cambio climático han sido fundamentales para proporcionar a los agricultores las herramientas necesarias para enfrentar las condiciones climáticas adversas. Los boletines agroclimáticos son un ejemplo tangible de cómo la investigación y la colaboración pueden traducirse en beneficios concretos para los productores.

Puede consultar los boletines agroclimáticos publicados hasta la fecha en los siguientes enlaces:

 

Baja California

No. 1, 2023 / Noviembre 2023-enero 2024

No. 2, 2024 / Marzo-mayo 2024

No. 3, 2024 / Agosto-octubre 2024

 

Campeche

No. 1, 2022 / Abril-junio 2022

No. 2, 2022 / Agosto-octubre 2022

No. 3, 2022 / Noviembre 2022-enero 2023

No. 4, 2023 / Marzo-mayo 2023

 

Coahuila

No. 1, 2024 / Noviembre 2024-enero 2025

 

Chiapas

No. 1, 2020 / Mayo 2020

No. 2, 2020 / Agosto 2020

No. 3 / 2021 / Mayo-julio 2021

No. 4, 2021 / Agosto-octubre 2021

No. 5, 2022 / Mayo-julio 2022

No. 6, 2022 / Agosto-octubre 2022

No. 7, 2023 / Primavera-verano 2023

No. 8, 2023 / Septiembre-noviembre 2023

No. 9, 2024 / Mayo-julio 2024

No. 10, 2024 / Septiembre-noviembre 2024

 

Estado de México

No. 1, 2021 / Octubre 2021-enero 2022

No. 2, 2022 / Marzo-junio 2022

No. 3, 2022 / Agosto-noviembre 2022

No. 4, 2023 / Febrero-mayo 2023

No. 6, 2024 / Febrero-abril 2024

No. 7, 2024 / Junio-agosto 2024

 

Jalisco

No. 1, 2023 / Agosto-octubre 2023

 

Michoacán

No. 1, 2023 / Marzo-mayo 2023

No. 2, 2023 / Noviembre 2023-enero 2024

No. 3, 2024 / Octubre-diciembre 2024

 

Morelos

No. 1, 2023 / Octubre-diciembre 2023

No. 2, 2024 / Julio-septiembre 2024

 

Oaxaca

No. 1, 2021 / Octubre-diciembre 2021

 

Puebla

No. 1, 2022 / Mayo-agosto 2022

No. 2, 2024 / Mayo-julio 2024

 

San Luis Potosí

No. 1, 2023 / Mayo-julio 2023

No. 2, 2024 / Mayo-agosto 2024

 

Tlaxcala

No. 1, 2024 / Mayo-julio 2024

 

Veracruz

No. 1, 2022 / Noviembre 2022-enero 2023

No. 2, 2023 / Febrero-abril 2023

No. 3, 2024 / Octubre-diciembre 2024

 

Yucatán

No. 1, 2022 / Marzo-mayo 2022

No. 2, 2022 / Junio-agosto 2022

No. 3, 2022 / Octubre-diciembre 2022

No. 4, 2023 / Abril-mayo 2023

No. 5, 2024 / Marzo-mayo 2024

No. 6, 2024 / Septiembre-noviembre 2024

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Agricultura mexicana traza la ruta para la seguridad alimentaria global

De izquierda a derecha: Víctor Villalobos, Secretario de Agricultura; Lina Pohl, representante de la FAO en México; Manuel Otero, director general del IICA; y Bram Govaerts, director general de CIMMYT, durante la apertura del foro DialogueNEXT. (Foto: Jenifer Morales / CIMMYT)
De izquierda a derecha: Víctor Villalobos, Secretario de Agricultura; Lina Pohl, representante de la FAO en México; Manuel Otero, director general del IICA; y Bram Govaerts, director general de CIMMYT, durante la apertura del foro DialogueNEXT. (Foto: Jenifer Morales / CIMMYT)

En un esfuerzo conjunto por abordar los desafíos globales de la seguridad alimentaria y la sostenibilidad, el foro DialogueNEXT —organizado por la Fundación del Premio Mundial de la Alimentación en colaboración con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—, reunió, en Texcoco, Estado de México, a representantes de más de 55 países y 200 organizaciones para dialogar e identificar las vías y estrategias críticas que pueden aliviar el hambre mundial.

El evento reunió a representantes de diversas organizaciones vinculadas a los sistemas agroalimentarios locales e internacionales, como Víctor Villalobos, Secretario de Agricultura y Desarrollo Rural (Agricultura); Alicia Bárcena, Secretaria de Relaciones Exteriores (SRE); Mashal Husain, directora de operaciones de la Fundación del Premio Mundial de la Alimentación;  Cary Fowler, Premio Mundial de la Alimentación 2024 y Enviado Especial de Estados Unidos para la Seguridad Alimentaria Global; Roy Steiner, vicepresidente de la Fundación Rockefeller; Beth Crawford, subdirectora general de la FAO; Ismahane Elouafi, directora ejecutiva del CGIAR, los titulares de los ministerios de agricultura de Bangladés y Honduras, así como representantes organizaciones internacionales, de la agroindustria, científicos y agricultores.

Este importante foro, que coincide con la conmemoración del Día Mundial de la Población, también rindió homenaje al doctor Norman Borlaug, uno de los fundadores del CIMMYT y laureado con el Premio Nobel de la Paz por salvar millones de vidas gracias al desarrollo de variedades de trigo mejoradas. Así, bajo el lema «Semillas de Fortaleza: Fomentar la Resiliencia de los Agricultores», DialogueNEXT —que también contó con la presencia de Jeanie y Jolie Borlaug, del Instituto Borlaug—, “invita a los participantes a elevar e implementar estrategias para mejorar los medios de vida de los agricultores y alimentar a la creciente población mundial”, sostuvo el doctor Bram Govaerts, director general de CIMMYT.

Durante la apertura del foro, el doctor Víctor Villalobos —quien recibió un reconocimiento por sus contribuciones a la seguridad alimentaria al frente de la Secretaría de Agricultura— resaltó que es fundamental la colaboración de la ciencia y la investigación en el desarrollo de innovaciones agrícolas para enfrentar los retos del cambio climático, de manera que colaborar con instituciones internacionales como el CIMMYT y otros centros del CGIAR es relevante para avanzar en materia de resiliencia en los sistemas agrícolas.

Villalobos destacó que la colaboración entre la dependencia a su cargo y el CIMMYT ha contribuido a elevar la seguridad alimentaria de la sociedad mexicana, estableciendo rutas de acción que actualmente son un ejemplo a nivel internacional, como MasAgro-Cultivos para México, programa que ha beneficiado a más de 300 mil productores mexicanos, impactando positivamente en más de un millón de hectáreas y cuya metodología, basada en hubs de innovación, ha sido replicada en otros países de América Latina, Asia y África, lo que reafirma la posición estratégica de México en seguridad alimentaria global.

Alicia Bárcena, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores durante la apertura del foro DialogueNEXT. (Foto: Jenifer Morales / CIMMYT)
Alicia Bárcena, titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores durante la apertura del foro DialogueNEXT. (Foto: Jenifer Morales / CIMMYT)

Por su parte, la titular de la SRE destacó que “Este DialogueNEXT es muy oportuno porque estamos viviendo un tiempo muy complicado, un mundo marcado por el cambio climático y la extrema sequía. Así que es un buen momento para reflexionar sobre la seguridad alimentaria global, porque no lo hemos logrado. Después de la pandemia tuvimos incluso un retroceso. Y no solamente la seguridad alimentaria, sino también la alimentación segura, la alimentación sana, y por eso es importante este foro, este este impulso para lograr que haya una vinculación entre la seguridad alimentaria, el hambre y la paz”.

Al respecto, durante el foro se destacaron acciones de la iniciativa Agricultura para la Paz, de CIMMYT, la SRE y la Embajada de Noruega que promueve la agricultura sostenible como una herramienta para la paz y el desarrollo en regiones afectadas por la crisis climática y la migración. La cooperación triangular entre los gobiernos de Noruega, México y CIMMYT, en este sentido, ha sido esencial para impulsar la innovación agrícola en Centroamérica, mitigar los efectos de la crisis climática y ofrecer alternativas a la migración.

“Es significativo que hoy estén reunidas personas de todo el mundo como Bangladés, o como Honduras, país donde estamos impulsando un programa muy importante con AMEXCID y el CIMMYT y el cual constituye una alianza fundamental para México porque lo que queremos es ir a las causas estructurales de la pobreza, de la desigualdad, y entre ellas está la falta de oportunidades en el campo y el cambio climático. Y con este programa se busca impulsar una agricultura sostenible para que las comunidades y las poblaciones en situación de pobreza no tengan que migrar, y ahí es donde los centros del CGIAR, como el CIMMYT, son centrales”, sostuvo la canciller.

El foro DialogueNEXT se erigió así como un espacio único para el diálogo significativo sobre temas como la mitigación del cambio climático, la producción sostenible de alimentos y las estrategias de desarrollo agrícola, con el objetivo de esbozar un enfoque coordinado que pueda generar un impacto transformador para los agricultores de pequeña escala y donde la colaboración entre gobiernos y centros de investigación continuará siendo fundamental para enfrentar los desafíos futuros y donde la agricultura sostenible y resiliente es esencial para alimentar a la población mundial sin agotar los recursos naturales.

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Con información impulsan la resiliencia agrícola en tiempos de cambio climático

La creciente preocupación por los efectos del cambio climático en la producción agrícola ha llevado a la implementación de estrategias innovadoras en diversas regiones del mundo. En este contexto, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, en colaboración con la Secretaría de Impulso Agropecuario de Tlaxcala, CONAGUA, SENASICA Y CIMMYT, presentaron el primer Boletín Agroclimático para el estado de Tlaxcala. Esta iniciativa, enmarcada en la creciente necesidad de adaptación y resiliencia frente a eventos climáticos extremos, se erige como una herramienta fundamental para mitigar los impactos adversos del clima en la agricultura local.

Las Mesas Técnicas Agroclimáticas (MTA), concebidas como espacios de diálogo entre productores, autoridades gubernamentales y expertos en el campo, cobran relevancia en este escenario. Estas mesas buscan anticipar y comprender los cambios climáticos regionales, así como sus implicaciones en los cultivos locales. Al promover discusiones fundamentadas en conocimientos científicos y tradicionales, se pretende dotar a técnicos y agricultores de herramientas para la toma de decisiones informadas y adaptativas.

En este contexto, la instalación de la 1ª Mesa Técnica Agroclimática del Estado de Tlaxcala en mayo pasado marca un hito significativo en el fortalecimiento de la resiliencia agrícola en la entidad. La participación de productores, representantes académicos y funcionarios gubernamentales evidencia el compromiso conjunto para enfrentar los desafíos climáticos en el ámbito agrícola.

El boletín agroclimático, elaborado como resultado de estas discusiones, proporciona información precisa y oportuna sobre las condiciones meteorológicas y climáticas esperadas en Tlaxcala durante los meses de junio y julio. Destacan, entre otros datos, la proyección de precipitaciones por debajo de lo normal y temperaturas por encima de lo habitual, factores que pueden impactar significativamente la producción agrícola estatal.

En este sentido, se ofrecen recomendaciones técnicas específicas para enfrentar estos desafíos climáticos, incluyendo la selección de variedades y fechas de siembra óptimas para cultivos como el maíz, trigo, canola, cebada, frijol, amaranto y avena. Además, se brindan directrices para el manejo adecuado de plagas de importancia económica en el estado, promoviendo prácticas sostenibles y respetuosas con el medioambiente.

Es crucial subrayar la relevancia de esta iniciativa en un contexto global de cambio climático, donde fenómenos extremos como las recientes olas de calor en México ponen de manifiesto la urgente necesidad de fortalecer la resiliencia agrícola. El boletín agroclimático para Tlaxcala constituye entonces una herramienta útil para enfrentar estos desafíos, empoderando a los agricultores con información precisa y recomendaciones adaptativas para proteger la seguridad alimentaria y promover la sostenibilidad de su actividad agrícola.

Así, la publicación del primer Boletín Agroclimático para el estado de Tlaxcala representa un paso significativo hacia la construcción de una agricultura más resiliente y sostenible en un contexto de cambio climático. Descarga el boletín completo dando clic en la imagen a continuación:

1er Boletín Agroclimático Tlaxcala
1er Boletín Agroclimático Tlaxcala
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Emiten boletín agroclimático para agricultores y apicultores de Yucatán

De acuerdo con lo observado en los pronósticos en los meses de marzo, abril y mayo, en Yucatán aún no existen las condiciones necesarias para realizar siembras agrícolas. Así lo señala el Boletín Agroclimático Agrícola-Apícola No. 5, correspondiente al trimestre de marzo a mayo de 2024.

El boletín, desarrollado por la Mesa Técnica Agroclimática de Yucatán y emitido recientemente, integra el pronóstico climático para las cuatro regiones del estado (Mérida, Ticul, Tizimín y Valladolid), así como recomendaciones para agricultores y apicultores.

Con respecto al régimen de lluvias y las temperaturas, destaca que la variabilidad climática será notoria con respecto al promedio de 1991 a 2020: las precipitaciones en las regiones de Mérida y Ticul, por ejemplo, serán similares a lo normal en marzo, pero habrá menos lluvias en abril y más lluvias en mayo. En todo el periodo las temperaturas serán más cálidas, sobre todo en la zona noreste de Mérida y en los meses de marzo y abril en Ticul.

Al igual que para las regiones de Mérida y Ticul, en Tizimín y Valladolid se pronostica que habrá más lluvias en el mes de mayo (aunque en el caso de Tizimín, con temperaturas menos cálidas que lo normal). En este sentido, el boletín señala que, aunque “tradicionalmente se ha sembrado la milpa de manera temprana en el mes de mayo, no se recomienda; porque cuando hay bastante humedad se obtienen buenos rendimientos, y aunque pudieran presentarse mayores precipitaciones, aún no se dan las condiciones más apropiadas en este mes con base en los pronósticos”.

De acuerdo con lo anterior, “se espera que la temporada de lluvia se generalice en el mes de junio; por lo que se considera más conveniente esperar a realizar las siembras a partir de la segunda quincena de ese mes para evitar achaparramiento y desperdicio de semillas”, recomiendan los especialistas.

Para los apicultores, el boletín recomienda que estos se coordinen con los productores agrícolas para que en su ciclo productivo, durante la etapa de fumigación se emitan avisos a los productores de miel (Yucatán aporta el 13.9% del valor de producción nacional de miel), para prevenir que los productos utilizados afecten sus colmenas; y así evitar intoxicación de las abejas.

Por lo anterior, se recomienda “ubicar los apiarios donde exista abundante flora y fauna; ya que de ello depende la alimentación de las abejas y la producción de polen y miel. Mantener los apiarios cerca de bebederos de agua limpia, sobre todo en los meses de marzo, abril y mayo con la finalidad de mantener el bienestar de las abejas”, apunta el boletín.

La Mesa Técnica Agroclimática de Yucatán y los boletines que emite son un esfuerzo conjunto la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), el Gobierno del estado de Yucatán, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), la Universidad Autónoma de Yucatán (AUDY), el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), CIMMYT y otros centros CGIAR.

Boletín Agroclimático Apícola-Apícola de Yucatán, marzo-mayo 2024. CLIC EN LA IMAGEN PARA DESCARGAR
Boletín Agroclimático Apícola-Apícola de Yucatán, marzo-mayo 2024. CLIC EN LA IMAGEN PARA DESCARGAR
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Inseguridad alimentaria y migración en Centroamérica

Cosecha de papas en Chiapas, México. (Foto: Hub Chiapas-CIMMYT)
Cosecha de papas en Chiapas, México. (Foto: Hub Chiapas-CIMMYT)

Entre el año 1990 y el 2020 la cantidad de migrantes centroamericanos aumentó 137 %; esto es, pasó de 6,8 millones a casi 16,2 millones. Si bien las causas de este fenómeno son múltiples y establecen una relación compleja, hay un aspecto que merece particular atención por incidir directamente en la seguridad alimentaria de la región: la agricultura.

La migración sugiere una respuesta a la falta de oportunidades en el campo y ha conducido a una escasez de mano de obra en el sector, aumentado los costos de producción. De acuerdo con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), los rendimientos de maíz podrían caer un 12,6% en El Salvador, un 4% en Guatemala, un 16,2% en Honduras, un 7,4% en México y un 17,7% en Nicaragua para el año 2055 si no se implementan las medidas de adaptación y mitigación a las nuevas condiciones climáticas. 

En un artículo publicado recientemente, el doctor Bram Govaerts, científico que ocupa la dirección general del CIMMYT —centro de investigación científica internacional sin fines de lucro, cuya sede está en México—, expone cómo la crisis climática está impactando en el fenómeno migratorio en la región. 

“El mundo no está en camino de mantener el calentamiento global por debajo de los 2 °C a finales del siglo XXI. Estas son malas noticias especialmente para los sistemas agrícolas a pequeña escala que dependen de las lluvias estacionales y son más vulnerables a los efectos combinados de un mundo más caliente y seco”, señala Govaerts. 

Los investigadores del CIMMYT estiman que, sin adaptación, cada aumento de grado en las temperaturas medias globales reducirá, en promedio, los rendimientos de maíz en un 7,4 % y los rendimientos de trigo en un 6 %.  Esta disminución causada por el cambio climático, señalan, ya está impactando Guatemala, Honduras y El Salvador, donde aproximadamente 5,8 millones de personas sufren de inseguridad alimentaria aguda.

Como resultado de la inseguridad alimentaria, señala el doctor Govaerts, los flujos migratorios de la región han aumentado drásticamente después del pico de la pandemia y han originado una crisis alimentaria. Ante esta crisis, señala Govaerts, “el CIMMYT está listo para implementar las Iniciativas Integradas de Sistemas Agroalimentarios en América Central y el Caribe aprovechando su red de investigación”. 

“La metodología se perfeccionó en México con la implementación del exitoso proyecto de 10 años MasAgro, que amplió las prácticas agrícolas sostenibles basadas en la intensificación y las nuevas variedades de cultivos de alto rendimiento y resistentes al clima en más de 1 millón de hectáreas en todo el país, beneficiando a más de 300 mil agricultores”, menciona. 

Finalmente, el director general del CIMMYT enfatiza que al abordar la inseguridad alimentaria y el fenómeno migratorio es importante considerar que es necesario invertir en programas nacionales de mejoramiento que desarrollen nuevas variedades de cultivos de alto rendimiento, resistentes al clima; mejorar las prácticas de manejo del suelo y la eficiencia del uso de fertilizantes; ampliar los servicios de extensión y asesoramiento sobre las prácticas de gestión agrícola, entre otras medidas que pueden ser consultadas en el artículo Cómo abordar la inseguridad alimentaria que impulsa la migración forzada. 

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Plataformas de investigación agrícola en México y AL contribuyen a brindar soluciones globales para el cambio climático

Plataforma de investigación del CIMMYT en Texcoco, Estado de México. (Foto: Fernando Morales / CIMMYT)
Plataforma de investigación del CIMMYT en Texcoco, Estado de México. (Foto: Fernando Morales / CIMMYT)

“Ante el cambio climático, los efectos socioeconómicos de la pandemia, el conflicto bélico en Europa del Este, y el incremento del costo de vida por la inflación, es nuestra responsabilidad hacer de la investigación colaborativa una vía para mitigar el impacto de estos factores adversos. No es suficiente quedarnos con los resultados, hay que transformar la ciencia en impacto real en el campo”, sostuvo el doctor Bram Govaerts, director general del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) durante la inauguración del Simposio Internacional de Plataformas de Investigación 2023.

El simposio, realizado el 27 y 28 de abril en las instalaciones de la sede global del CIMMYT, en Texcoco, Estado de México, reunió a decenas de investigadores que operan una de las redes de plataformas de investigación agrícola más relevantes a nivel mundial, la cual es impulsada por el CIMMYT y sus colaboradores a través de proyectos como AgriLAC Resiliente, AgribaSustentable, Cultivando un México Mejor, Excellence in Agronomy, MasAgro-Cultivos para México —iniciativa con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural que permitió el surgimiento de la red hace más de 10 años—  y otros proyectos igualmente importantes.

Las plataformas de investigación son operadas gracias a la colaboración con otros centros de investigación nacionales —como el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP)—, universidades, despachos y organizaciones de la sociedad civil. Su relevancia radica en que abarca muchas agroecologías debido a la extensa geografía de México —lo que se refleja además en la diversidad de prácticas validadas y adecuadas para todo tipo de agricultores— , creando un gran potencial para servir no solo para la región, sino también para el resto del mundo. 

Actualmente, se han sumado a esta red otras plataformas de investigación de otros países en América Latina, operadas por centros de investigación del CGIAR como el Centro Internacional de la Papa (CIP) de Perú, la Alianza de Bioversity International y el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) de Colombia, precisó Simon Fonteyne, coordinador de investigación agronómica para América Latina del CIMMYT.

Con lo anterior, “Somos la primera región en contar con una red de investigación y esto nos coloca a la vanguardia, convirtiéndonos en ejemplo para que las otras regiones del mundo también establezcan sus propias redes”, anunció Nele Verhulst, investigadora del CIMMYT, quien hizo énfasis en la importancia de contar con información a nivel regional para identificar las mejores prácticas agronómicas que las que podrían identificarse solo como resultado de experimentos únicos o muy limitados geográfica o temporalmente, en particular a la hora de brindar a los agricultores recomendaciones confiables que les permitan hacer frente a los retos que impone el cambio climático.

“El último reporte del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) señala que hay aspectos con las modificaciones climáticas que ya no se pueden revertir, por ello es urgente transformar los sistemas agrícolas mediante un uso más eficiente de los insumos productivos y la adopción de prácticas agrícolas sostenibles. La agricultura tiene un gran potencial de mitigar el cambio climático, pero debemos saber cómo y no se puede saber esto sin datos duros, mismos que esperamos surjan de sus trabajos en plataformas y del debate en este simposio”, mencionó Govaerts. 

“Un estudio colaborativo en CIMMYT estima que la producción total de maíz en México podría lograr una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en 33 %, si se reduce el uso efectivo de fertilizantes. El estudio aún es muy generalizado, y por eso es importante la red de plataformas para disponer de mejores datos que puedan compartirse con los tomadores de decisiones y establecer mejores políticas públicas. Esto es, transitar de resolver mañana los problemas de ayer, a resolver hoy los problemas del mañana y es nuestra responsabilidad, desde la ciencia, dar estas respuestas”, finalizó Govaerts. 

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La voz de los agricultores de pequeña escala llega al G20

Carmelo Sánchez, productor de maíz y leguminosas de Candelaria, Campeche, México. (Foto: Fernando Morales / CIMMYT)
Carmelo Sánchez, productor de maíz y leguminosas de Candelaria, Campeche, México. (Foto: Fernando Morales / CIMMYT)

En el marco del G20 (Grupo de los 20), el pasado 18 de abril se desarrolló en India el Encuentro con los principales científicos agrícolas (#G20MACS) a fin de identificar las prioridades en investigación que permitan acelerar el desarrollo agrícola global. El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), con sede en México, estuvo representado por su director general, el doctor Bram Govaerts. 

En un mundo donde el cambio climático ha reducido la seguridad alimentaria y donde los pequeños agricultores son quienes están experimentando los peores impactos de ese fenómeno, “La visión del CIMMYT busca construir una línea de soluciones nuevas y mejoradas para brindar beneficios a nivel local a los productores de pequeña escala en un mundo cambiado y cambiante”, sostuvo el científico y representante del CIMMYT.

El trabajo del CIMMYT para construir un mundo con sistemas agroalimentarios resilientes y proteger la biodiversidad tiene un impacto global: 70% del trigo y más del 50% del maíz sembrado en el mundo derivan de materiales genéticos del CIMMYT, centro de investigación científica sin fines de lucro que tiene presencia en más de 50 países y cuyas prácticas y tecnologías desarrolladas y promovidas han beneficiado a más de 18 millones de agricultores en todo el mundo. 

“El enfoque del CIMMYT está orientado hacia una investigación amplia sobre adaptación y mitigación del cambio climático; esto es una investigación centrada en el clima para ayudar a los pequeños agricultores a adaptarse a los choques climáticos y aumentar y mantener los rendimientos de forma rentable y sostenible mediante la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero con prácticas como la agricultura de conservación”, mencionó Govaerts. 

La agricultura sustentable que se ha desarrollado en México con el soporte científico de instituciones como el CIMMYT y sus colaboradores, posiciona al país como una de las voces más relevantes del G20 en torno al tema agrícola. 

Experiencias exitosas como Cultivos para México —iniciativa impulsada junto con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural— han sentado las bases para que esos aprendizajes actualmente se estén replicando en países de África, Asia y América Latina con el liderazgo del CIMMYT y una amplia participación de actores locales.  

La conservación de la biodiversidad —el centro custodia más de 140 mil muestras de semillas de trigo y más de 28 mil muestras de semillas de maíz—, el estudio y la promoción de dietas saludables y asequibles, el desarrollo local inclusivo y la promoción de sistemas de abastecimiento responsable, así como la consolidación de sistemas de semillas que contribuyan a la soberanía alimentaria de los países, son algunas de las líneas de investigación estratégica que, desde el CIMMYT, se han puesto en la mesa de discusión del que es el principal foro para la cooperación económica internacional.

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Tecnologías herméticas ayudan a preservar la diversidad del maíz nativo

Resumen gráfico del efecto de las tecnologías de almacenamiento en el control de plagas de insectos después de la cosecha y la germinación de semillas en maíces nativos mexicanos. (Odjo et al., 2023)
Resumen gráfico del efecto de las tecnologías de almacenamiento en el control de plagas de insectos después de la cosecha y la germinación de semillas en maíces nativos mexicanos. (Odjo et al., 2023)

Los agricultores de pequeña escala que cultivan maíz nativo se enfrentan a importantes desafíos para preservar la biodiversidad de sus semillas de una temporada a otra. Para brindarles alternativas de almacenamiento que minimicen las pérdidas de semillas y mantengan la germinación, un grupo de investigadores del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos de Córdoba (ICYTAC) compararon la eficacia de dos prácticas de almacenamiento de semillas, específicamente, costales de polipropileno —que son la práctica convencional de los agricultores— y contenedores herméticos.

Los agricultores desempeñan un papel importante en la preservación de la diversidad de del maíz nativo, por lo que la conservación in situ —es decir, en las mismas parcelas— de esta diversidad es fundamental, particularmente cuando se estima que las pérdidas en la cantidad y calidad del grano y las semillas durante el almacenamiento pueden llegar a ser de hasta el 60 % con las prácticas de almacenamiento convencionales que, regularmente, incluyen el uso de costales de polipropileno con o sin tabletas de fosfuro de aluminio.

Si bien la utilidad de los contenedores herméticos —incluyendo botellas o garrafones de plástico reciclados—para preservar la cantidad y calidad de granos ya ha sido documentada por investigadores del CIMMYT y otras instituciones, esta nueva investigación se centra en evaluar los efectos que tienen las tecnologías de almacenamiento sobre la pérdida posterior a la cosecha y la germinación de las semillas de maíces nativos. 

De acuerdo con el estudio, muestras de cuatro razas de maíz nativo —de grano blanco, amarillo, azul y rosa— de los Valles Altos de México se almacenaron durante tres y seis meses, monitoreando el contenido de humedad y el daño al núcleo de las semillas y analizando, al cabo de los respectivos periodos de almacenamiento, la germinación de las muestras libres de plagas.

Los resultados indican que las muestras de los costales de polipropileno sufrieron daños significativos por el gorgojo del maíz  (Sitophilus zeamais) y el barrenador del maíz (Prostephanus truncatus), alcanzando un poco más del 61 % de daño por insectos y el 23 % de pérdida de peso. En contraste, con los contenedores herméticos las pérdidas fueron mínimas, con un daño máximo por insectos de 4 % y una pérdida de peso de solo 2 %. 

Con respecto a la tasa de germinación de las muestras almacenadas en los recipientes herméticos, el estudio indica que esta fue superior al 90 %, por lo que este nuevo aporte refuerza la evidencia sobre la eficacia de los contenedores herméticos para mantener la cantidad y calidad de las semillas de las razas de maíz nativo mexicano durante el almacenamiento. 

“En el caso del maíz almacenado para usarse como semilla, las tecnologías herméticas pueden limitar los daños causados por las plagas de insectos después de la cosecha y minimizar la pérdida durante el almacenamiento (…) Estas tecnologías podrían promoverse entre los agricultores de pequeña escala en México con el apoyo técnico adecuado (…) para que puedan secar y almacenar semillas en condiciones seguras, lo que es fundamental para preservar la biodiversidad del maíz y fortalecer la seguridad alimentaria”, concluye el estudio. 

Odjo, S., Bongianino, N., González Regalado, J., Cabrera Soto, M. L., Palacios-Rojas, N., Burgueño, J., & Verhulst, N. (2022). Effect of storage technologies on postharvest insect pest control and seed germination in mexican maize landraces. Insects13(10), 878.

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Preservar las lenguas indígenas, un camino a la innovación agrícola

El productor Sebastián Díaz Hernández, de Larráinzar, Chiapas (México) junto a Mateo Pérez Santis, colaborador del CIMMYT. (Foto: Fernando Morales/CIMMYT)
El productor Sebastián Díaz Hernández, de Larráinzar, Chiapas (México) junto a Mateo Pérez Santis, colaborador del CIMMYT. (Foto: Fernando Morales/CIMMYT)

“Acá estamos en medio de los cultivos, hay girasol, cempasúchil, bótil —un frijol que en otras regiones es conocido como ayocote—, chayote, esta especie de repollo —el cual todo el año da hojas comestibles que se cotizan muy bien en el mercado porque pocos productores siembran la planta—; allá hay ajo, hay nabo, cebolla, rábano; de ese lado zarzamora, plátano, café, aguacate, maíz y flores”, comenta el señor Sebastián Díaz Hernández en su lengua materna, el tsotsil.

El señor Sebastián es un agricultor del municipio de Larráinzar, en Chiapas, México. El ha implementado algunas innovaciones agronómicas que ha conocido a través de los colaboradores del Hub Chiapas del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) quienes, manifiestan, también han aprendido del señor Sebastián porque el agricultor posee muchos conocimientos ancestrales y también es un referente para varios agricultores de la zona debido a la gran diversidad de cultivos con los que cuenta en su parcela. 

En Larráinzar, cerca del 88,5 % de la población habla tsotsil y una buena proporción de ellos no habla español. Es el caso del señor Sebastián, con quien fue posible comunicarse gracias al apoyo de Mateo Pérez Santis, colaborador del CIMMYT en la región y con quien el señor Sebastián trabaja muy de cerca: “él es un productor innovador que ha estado aplicando en su parcela los principios de la agricultura de conservación, hablamos del mínimo movimiento del suelo, dejar el rastrojo como cobertura y diversificación de cultivos”, señala Mateo. 

“En total aquí el productor tiene más de 25 especies comestibles. Es un espacio muy pequeño, pero aquí no se va a ver el suelo sin cultivo y por lo tanto el productor cosecha todo el año, todo el tiempo tiene cosecha, no hay día ni momento que no tenga algo. No son superficies grandes, pero esta diversificación garantiza la alimentación del productor y su familia que es lo que se está buscando con el sistema diversificado”, comenta el técnico. 

La parcela del señor Sebastián, establecida en una superficie con gran pendiente —como la mayoría de los terrenos en Larráinzar—, parece un auténtico jardín, con flores, frutos y granos a cada paso: “Muchos productores me preguntan por los cultivos que siembro, algunos productores lo siembran y me preguntan que qué le aplico”, cuenta el productor quien, gustoso, comparte sus conocimientos con los otros agricultores, incluyendo lo que recientemente ha aprendido sobre control de enfermedades y otras innovaciones sustentables. 

De acuerdo con las Naciones Unidas, cada dos semanas —en promedio— una lengua desaparece. La pérdida de la diversidad lingüística es grave, porque implica la desaparición de todo el patrimonio cultural e intelectual vinculado a las lenguas que se extinguen, incluyendo, por supuesto, valiosos conocimientos derivados de la particular forma de vincularse con la tierra y cultivarla, como en este caso lo hace el señor Sebastián. 

México cuenta con 69 lenguas nacionales: 68 lenguas indígenas y el español. No obstante, muchas lenguas indígenas están en gran riesgo de desaparecer por diversos motivos. Si desaparecen, se perderían modalidades únicas de pensamiento y expresión; todos estos, recursos importantes y necesarios para construir mejores sociedades, incluyendo la transmisión de la herencia de cultivo y las posibilidades de fortalecer la tradición con innovación. 

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Ventajas de diversificar cultivos

Detalle de una planta de higuerilla. (Foto: Fernando Morales / CIMMYT)
Detalle de una planta de higuerilla. (Foto: Fernando Morales / CIMMYT)

Actualmente en los Valles Centrales de Oaxaca, en México, el cultivo de maíz es la opción número uno para establecer bajo condiciones de temporal. Sin embargo, existen otros cultivos que se adaptan a sus condiciones agroclimáticas y no se han tomado en cuenta para la diversificación de cultivos, muchas veces porque se desconoce si estos también pudieran diversificar los ingresos del productor en caso de existir mercado y buen precio de compra.

Uno de esos cultivos alternativos que se adaptan bien a la zona es la higuerilla (Ricinus communis). De hecho, entre 1940 y 1980 la región de Valles Centrales del estado de Oaxaca destacó por ser una buena productora de semilla de esta planta oleaginosa —cuya importancia económica deriva del hecho que de ella se obtiene el aceite de ricino, con muchos usos farmacéuticos e industriales—. Después de ese periodo, sin embargo, la demanda de higuerilla disminuyó, por lo que las localidades de Valles Centrales, como la Ciénega de Zimatlán, dejaron de producirla. 

Actualmente, en los Valles Centrales se ha revitalizado la cadena de valor de la higuerilla gracias a empresas jóvenes como Ricinomex que están apostando por la diversificación de cultivos mediante la producción sustentable tanto de higuerilla para la elaboración del aceite de ricino, como de maíces nativos para la elaboración de productos innovadores como el whisky.

Ya que muchas veces la higuerilla —también conocida como tártago o grillal— es vista como una maleza que debe eliminarse de las parcelas, técnicos de Ricinomex, en colaboración con el Hub Pacífico Sur del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), han establecido parcelas demostrativas o módulos de innovación junto con productores que deciden diversificar cultivos de forma sustentable.   

En la parcela de don “Rafa”, por ejemplo, se estableció un híbrido de higuerilla y también crotalaria (Crotalaria juncea), que es una leguminosa que sirve como abono verde y forraje. Don “Rafa” asegura que “en esos terrenos crecían unos buenos grillales criollos” y recuerda ir a pizcar con su papá cuando la temporada de cosecha de la higuerilla llegaba.

Después del corte de racimos don “Rafa” ha comprobado que la producción de higuerilla es una buena opción para la zona. Actualmente en su parcela se realizan ensayos para determinar las mejores alternativas de fertilización, así como el efecto de la crotalaria, la cual, a la fecha, ha mostrado un buen crecimiento y desarrollo en suelos franco arenosos y los animales de traspatio la han aceptado bien como forraje, de manera que se busca incrementar la superficie de siembra en ciclos próximos.

Con esta innovación se está generando un aporte considerable de residuos vegetales, mismos que sirven de material de cobertura pues, durante el ciclo de cultivo de la oleaginosa, el follaje viejo queda en la parcela. Este abono verde contribuye además en la fijación biológica de nitrógeno y es un excelente forraje, brindando hospedaje a insectos benéficos, ayudando en el control malezas —por efecto de cobertura— y reduciendo la presencia de nematodos, un tipo de gusanos que pueden ser perjudiciales para los cultivos.