El Diálogo Internacional Norman E. Borlaug, también conocido como el «Diálogo Borlaug» y la «principal conferencia mundial sobre agricultura», aborda cuestiones contemporáneas relacionadas con la nutrición y la seguridad alimentaria. El diálogo reúne a más de 2.000 personas de más de 60 países. La conferencia dura tres días y reúne a científicos, políticos, empresarios y agricultores con el fin de reforzar la colaboración para hacer frente al hambre y la malnutrición.
Florence Ochieng cosecha maíz verde en su granja familiar de 105 acres cerca de Kitale, Transnzoia. (Foto: CIMMYT)
El tema de 2023, Aprovechar el cambio, aborda las importantes repercusiones de la pandemia COVID-19 en la seguridad alimentaria y nutricional. Las conversaciones se centrarán en el aprovechamiento de las innovaciones y la diversificación para construir sistemas alimentarios sólidos y a prueba de crisis.
Participación del CIMMYT y el CGIAR en el Diálogo Borlaug 2023:
Martes, 24 de octubre | 3-3:40 p.m. (CDT) | Sesión en el Escenario Principal
MasAgro: Llevándolo al agricultor
Ponente de CIMMYT y CGIAR: Bram Govaerts, Director General del CIMMYT y Lindiwe M. Sibanda, Presidenta de la Junta Directiva del CGIAR
Este panel analiza la implementación de MasAgro por parte del CIMMYT, muestra testimonios de agricultores de México y África, y destaca el apoyo del CGIAR y del Representante Especial de EE.UU. para la Seguridad Alimentaria Mundial en la expansión y el impacto del proyecto.
Miércoles, 25 de octubre | 9:15-9:55 a.m. (CDT) | Sesión en el escenario principal
Una visión para aprovechar el cambio
Ponente del CIMMYT: Lindiwe M. Sibanda, Presidenta de la Junta Directiva del GCIAR
Esta sesión explora estrategias innovadoras para adaptarse a las transformaciones globales. Los expertos debatirán enfoques multidisciplinares para abordar los retos de la seguridad alimentaria, la agricultura y el cambio climático, con el objetivo de forjar un futuro resiliente y sostenible para todos.
Miércoles, 25 de octubre | 7:45 – 8:45 a.m. (CDT) | Iowa Events Center
Aprovechar la innovación para responder rápidamente a las crisis
Ponentes del CIMMYT y USAID: Bram Govaerts, director general del CIMMYT; Kevin Kabunda, jefe de partido de AID-I para África meridional; Dina Esposito, coordinadora de Crisis Alimentarias Mundiales de USAID y asistente del Administrador de la Oficina de Resiliencia, Medio Ambiente y Seguridad Alimentaria.
El panel se centrará en los Centros de Ejecución Rápida de la Iniciativa para la Innovación Acelerada (AID-I) anunciados por el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en la Asamblea General de las Naciones Unidas de 2022 para paliar la crisis de seguridad alimentaria desencadenada por la guerra de Ucrania en los países importadores de alimentos de las regiones de los Grandes Lagos y África meridional.
Jueves, 26 de octubre | 2:25-3:25 p.m. (CDT) | Iowa Events Center
Maximizando las Contribuciones de América Latina y el Caribe a las Soluciones Globales para la Agricultura y la Biodiversidad
Ponentes del CIMMYT y del CGIAR: Bram Govaerts, Director General del CIMMYT y Joaquín Lozano, Director Regional, América Latina y el Caribe, CGIAR
Esta sesión se centra en ampliar el papel de América Latina y el Caribe en las soluciones globales para la agricultura y la biodiversidad. Se profundiza en las innovaciones regionales, las contribuciones y los esfuerzos de colaboración para mejorar las prácticas agrícolas sostenibles y la conservación de la biodiversidad en todo el mundo.
Vista general del museo interactivo del CIMMYT. (Foto: Fernando Morales / CIMMYT)
Vista general del museo interactivo del CIMMYT. (Foto: Fernando Morales / CIMMYT)
Con una representación gráfica del crecimiento de la población mundial desde 1850 y hasta el 2150 —grandes contenedores de vidrio rellenos con granos, haciendo las veces de barra de gráficas a gran escala—, el museo interactivo del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) da la bienvenida a todos quienes visitan el edificio principal de la sede global de esta institución de investigación científica en Texcoco, Estado de México.
El museo del CIMMYT es, de varias formas, un espacio que cuenta la historia de la alimentación de la humanidad a través de los granos y, a la vez, es una caja de resonancia sobre la urgencia de transitar hacia formas de producción y consumo más sostenibles ya que, “de seguir con los hábitos actuales se estima que en menos de 30 años se requeriría lo equivalente a tres planetas Tierra para satisfacer todas nuestras necesidades”, se explica en la antesala del museo.
La museografía de su primera sala, que incluye pantallas digitales interactivas, se asemeja a una línea del tiempo que comienza con la revolución neolítica y la domesticación del trigo, continúa con los orígenes del maíz, muestra 200 años de tecnologías agrícolas —desde las sembradoras más rústicas hasta los primeros tractores— y, finalmente, se centra en cómo el mejoramiento del trigo liderado por el doctor Norman Borlaug —uno de los fundadores del CIMMYT— hizo posible salvar de la hambruna a millones de personas en el mundo.
El doctor Borlaug, junto con agricultores e investigadores mexicanos desarrolló variedades de trigo resistentes a la roya, propiciando que México alcanzara la autosuficiencia en trigo en 1956. Posteriormente, desarrolló variedades de trigo de alto rendimiento, notable adaptación y resistentes a enfermedades. Este logro permitió que la producción mundial de trigo creciera de una manera sin precedentes en la historia de la agricultura.
En la sala, de hecho, es posible observar la versión facsimilar del diploma que acompañó al Premio Nobel otorgado al doctor Borlaug. Junto a este documento histórico, también está el Premio Mundial de la Alimentación que en el año 2000 se otorgó a la la doctora Evangelina Villegas y al doctor Surinder K. Vasal, ambos investigadores del CIMMYT, por su contribución en el desarrollo de maíces más nutritivos para la humanidad.
Finalmente, en la sala contigua se exponen los detalles del trabajo de este centro internacional tanto en el campo de la conservación y mejoramiento de variedades de maíz y trigo —el CIMMYT alberga en el Banco de Germoplasma que está en la misma sede, la colección de maíz más importante del mundo, con 28 mil variedades—, como en la promoción de sistemas agroalimentarios sustentables en México y el mundo pues, como se puede leer en uno de los muros del museo, “Todo lo demás puede esperar, la agricultura no”.
El doctor Sanjaya Rajaram, científico mexicano que ganó el Premio Mundial de la Alimentación en 2014 por el impacto global de sus investigaciones que le brindaron a la humanidad más de 480 variedades mejoradas de trigo, falleció este 17 de febrero.
La pérdida del doctor Rajaram llena de pesar a la comunidad del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), institución que fuera su casa por 33 años y donde se preserva y preservará su legado científico y humano.
Nacido en India, pero naturalizado mexicano, Sanjaya Rajaram inició su trayectoria profesional en México en 1969 en el CIMMYT, donde fue director del Programa Global de Trigo de 1996 a 2003. Posteriormente se unió al Centro Internacional de Investigación Agrícola en las Zonas Áridas (ICARDA, centro de investigación que, al igual que el CIMMYT, forma parte del CGIAR) como director de Gestión Integrada de Genes.
El doctor Rajaram trabajó muy de cerca con el doctor Norman E. Borlaug (ganador del Premio Nobel de la Paz en 1970) en las estaciones experimentales de El Batán, Toluca —la que en adelante llevará el nombre del doctor Rajaram— y Ciudad Obregón, de manera que implementó una expansión importante del enfoque de Borlaug a escala mundial desde México y su investigación permitió generar nuevas variedades de trigo adaptadas a diferentes condiciones climáticas y de suelo, con calidad de grano superior y resistencia a enfermedades y plagas.
Así, el doctor Rajaram desarrolló más de 480 variedades mejoradas de trigo que actualmente se cultivan en más de 58 millones de hectáreas en 51 países de todo el mundo (variedades que son parte de los Bienes Públicos Internacionales y los investigadores, agricultores y productores de semillas tienen libre acceso a ellos). De esta manera logró incrementar la producción global de trigo en 200 millones de toneladas anuales, haciendo mucho más accesible este alimento a la población de bajos recursos del planeta.
El impacto de su investigación lo hizo acreedor al Premio Mundial de la Alimentación en 2014, el cual es otorgado a aquellos que con su labor han propiciado el avance del desarrollo humano a través del mejoramiento en la calidad, cantidad y disponibilidad mundial de los alimentos.
Cabe mencionar que en el transcurso de casi cuatro décadas en el CIMMYT, el doctor Rajaram entrenó a cientos de científicos de trigo e incluso después de su paso por este centro de investigación ayudó a que estudiantes de todo el mundo se formaran en el CIMMYT para que, al igual que él, pusieran sus conocimientos al servicio de la sociedad. De hecho, comentaba al respecto: “Hay que recordar una cosa siempre: el CIMMYT existe para servir a las personas, a los agricultores y a los consumidores. Nosotros podemos ser grandes científicos y está bien, pero nuestro trabajo es el servicio”.
La Fundación del Premio Mundial de la Alimentación rinde homenaje al trabajo de Rattan Lal, quien dedicó su vida a estudiar el efecto de la salud del suelo en la producción de alimentos y la mitigación del cambio climático. El 15 de octubre recibirá el Premio Mundial de la Alimentación 2020, considerado el “Premio Nobel” de la agricultura.
Lal, quien se desempeña como profesor distinguido de Ciencias del Suelo y director fundador del Carbon Management and Sequestration en la Universidad Estatal de Ohio, es un visionario que entendió la compleja relación entre la conservación del suelo, el potencial de rendimiento, la nutrición y el secuestro de carbono.
«La investigación innovadora del Dr. Lal demostró cómo los suelos saludables son un componente crucial de la intensificación agrícola sustentable, ya que permiten un mayor rendimiento de los cultivos, al tiempo que requieren menos tierra, agroquímicos, labranza, agua y energía”, anunció la Fundación del Premio Mundial de la Alimentación en un comunicado de prensa.
Lal se convierte en la quincuagésima persona en recibir el Premio Mundial de la Alimentación desde que el fallecido Norman Borlaug, premio Nobel de la Paz en 1970, estableció el premio en 1987. El premio reconoce las contribuciones sobresalientes al desarrollo humano de personas que mejoran significativamente la calidad, cantidad y disponibilidad de los alimentos en el mundo.
“El CIMMYT investiga y promueve activamente las prácticas agrícolas sostenibles que el Dr. Lal estudió y defendió desde fines de la década de 1980, como la labranza cero, la retención de residuos y la rotación de cultivos, que combinadas con las nuevas tecnologías de agricultura de precisión ayudan a los agricultores a aumentar los rendimientos y reducir los costos de producción de alimentos y proteger el medio ambiente”, dijo Bram Govaerts, director del Programa de Desarrollo Estratégico y representante para las Américas en el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).
«¿Podemos alimentar de manera sostenible a entre nueve y diez mil millones de personas en nuestro planeta en 30 años?», Preguntó Kenneth M. Quinn, presidente de la Fundación del Premio Mundial de la Alimentación. «Esta pregunta se vuelve aún más desafiante con dos cambios radicales actuales: el conflicto y el cambio climático».
Expertos en alimentación y agricultura se reunieron en Des Moines, Iowa, para discutir estos temas en el Diálogo Borlaug y la entrega del Premio Mundial de la Alimentación 2019.
El enfoque ha cambiado en los últimos años; de los alimentos a los sistemas alimentarios que ahora incluyen salud y nutrición. «Necesitamos un enfoque estratégico de sistemas agroalimentarios para la seguridad alimentaria, la nutrición, la conservación de la naturaleza y la seguridad humana», dijo Bram Govaerts, director del programa de Desarrollo Estratégico del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).
Los oradores acordaron que, para enfrentar los desafíos actuales de la nutrición y el cambio climático, necesitamos una transformación del sistema alimentario mundial. «Contamos con algo muy positivo — esta narrativa de la transformación del sistema alimentario», dijo Rubén Echeverría, Director General del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT).
En las discusiones, los oradores destacaron varias áreas que deben tenerse en cuenta en esta transformación.
Hale Ann Tufan, ganadora del Premio Norman E. Borlaug 2019 para la Investigación y Aplicación de Campo, habla en la ceremonia de premiación. (Foto: Mary Donovan/CIMMYT)
Seguridad alimentaria para la paz y el desarrollo
El tema del Diálogo de Borlaug de este año fue «Pax Agricultura: La paz a través de la agricultura». Los paneles abordaron los temas interrelacionados de seguridad alimentaria, conflicto y desarrollo.
En el discurso de apertura, el administrador de la USAID, Mark Green, hizo un llamado a la acción y retó a los participantes a «asumir los problemas de inseguridad alimentaria y económica que están surgiendo debido a los niveles de desplazamiento y migración forzada sin precedentes de esta era». Los embajadores, ministros y expertos en desarrollo dieron ejemplos de la interdependencia de la agricultura y la paz, cómo las sequías y las inundaciones pueden crear conflictos en un país, y cómo la paz puede reconstruirse a través de la agricultura.
«La agricultura podría erradicar la insurgencia mejor que cualquier otra cosa que hayamos hecho», dijo Quinn sobre la rendición de los Jeremes Rojos en Camboya, donde se desempeñó como embajador.
En el genocidio de Ruanda en 1994, más de 1 millón de personas murieron en 100 días. Geraldine Mukeshimana, ministra de Agricultura y Recursos Animales de Ruanda, explicó que, en el proceso de reconstrucción del país, todas las políticas se centraron en la agricultura.
«Casi ningún país ha salido de la pobreza sin una transformación agrícola», dijo Rodger Voorhies, presidente de Crecimiento y Oportunidades Globales de la Fundación Bill y Melinda Gates, en una charla con el galardonado del Premio Mundial de la Alimentación 2009 Gebisa Ejeta.
La agricultura es vital porque sin alimentos no podemos construir instituciones, procesos o economías. «No puedes hablar de derechos humanos si no tienes comida en el estómago», dijo Chanthol Sun, ministro de Obras Públicas y Transporte de Camboya.
Josette Sheeran, presidenta y directora ejecutiva de Asia Society, retomó ese pensamiento: «Nada es más importante para la estabilidad humana que el acceso a los alimentos».
El CGIAR tuvo un stand en el Premio Mundial de la Alimentación 2019 y el Diálogo Borlaug, y participó en varios eventos y paneles. (Foto: Premio Mundial de la Alimentación)
Cómo lograr que las innovaciones tecnológicas funcionen
Las innovaciones y la tecnología pueden apoyar una transformación del sistema alimentario mundial y ayudar a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En un panel sobre seguridad alimentaria en la próxima década, los oradores compartieron las tecnologías agrícolas que les entusiasman: datos, edición genética, biología sintética, ciencia de datos y agricultura de precisión.
Josephine Okot, directora de Victoria Seeds Ltd, dijo: «Debemos tener mecanización». Describió el hecho de que las agricultoras de Uganda todavía dependen de herramientas manuales como una «desgracia para la humanidad».
El Programa de Investigación del CGIAR sobre Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS, por sus siglas en inglés) organizó una sesión donde los panelistas discutieron cómo realizar una transformación en los sistemas alimentarios a través de tecnologías de última generación, destacando el papel que juegan los marcos regulatorios y las políticas en la adopción de nuevas tecnologías.
Hacer que las innovaciones funcionen es más que desarrollar el producto. «Se necesita mucho más que una buena semilla para que un agricultor la use», dijo el ganador del Premio Mundial de la Alimentación 2019 Simon Groot. «Incluye buena distribución, buen marketing, buena capacitación, etcétera».
La adopción de tecnología requiere un énfasis humano y un elemento cultural además del desarrollo tecnológico.
El Director Ejecutivo del CGIAR, Elwyn Grainger-Jones (a la izquierda), el ganador del Premio Mundial de la Alimentación 2019, Simon Groot (segundo desde la izquierda) y otros oradores presentan la iniciativa Crops to End Hunger del CGIAR. (Foto: Mary Donovan/CIMMYT)
Mejoramiento de cultivos para todos en función de la demanda
«El verdadero enemigo de los agricultores son las semillas malas», dijo Simon Groot en su discurso después de recibir el Premio Mundial de la Alimentación.
El CGIAR aprovechó la premiación para lanzar una nueva iniciativa, Crops to End Hunger. “Estamos buscando grandes soluciones en el CGIAR. Crops to End Hunger es una de ellas”, dijo el Director General del CIMMYT, Martin Kropff. Este programa tiene como objetivo satisfacer las necesidades alimentarias, nutricionales y de ingresos de los productores y consumidores, responder a las demandas del mercado y aumentar la resiliencia a los desafíos de la crisis climática.
“El CGIAR lanzó 417 nuevas variedades el año pasado. Sin embargo, podemos hacer más. Crops to End Hunger superará rápidamente los ciclos de mejoramiento”, dijo Elwyn Grainger-Jones, Director Ejecutivo del CGIAR.
Felister Makini, subdirector general de la Organización de Investigación Agrícola y Ganadera de Kenia (KALRO por sus siglas en inglés), explicó que centrarse en los usuarios finales es lo que tendrá un impacto real. «Es importante desarrollar tecnologías basadas en la demanda para que los agricultores quieran cultivarlas y los consumidores quieran comprarlas y comerlas».
En una sesión para revelar la iniciativa Crops to End Hunger organizada por Corteva Agriscience y el CGIAR, Marco Ferroni, Presidente del Consejo Administrativo del Sistema CGIAR, dijo que el CGIAR está cambiando en dirección a una agenda impulsada principalmente por la demanda en fitomejoramiento, donde los mercados dictan cuales deben ser las prioridades de investigación.
«Debemos considerar el aspecto humano en el mejoramiento», dijo Michael Quinn, Director de la Plataforma de Excelencia en Mejoramiento del CGIAR (EiB). «Aquí es donde realmente llegará el éxito».
El tema de género también fue enfatizado por la ganadora del Premio Norman Borlaug 2019, Hale Ann Tufan. Quien pidió a los asistentes del Diálogo que cuestionaran los prejuicios de género y «no solo» llevarlo al agricultor «sino llevarlo a todos los agricultores».
El Director General del CIMMYT, Martin Kropff (a la derecha), habla en una sesión para compartir los detalles de la iniciativa Crops to End Hunger del CGIAR. (Foto: Mary Donovan/CIMMYT)
«El CIMMYT es el centro con los programas de mejoramiento de maíz y trigo más efectivos del mundo», dijo Víctor Villalobos, secretario de Agricultura y Desarrollo Rural de México, durante su discurso de apertura en el Diálogo Borlaug. (Foto: Mary Donovan/CIMMYT)
Víctor Villalobos, secretario de Agricultura y Desarrollo Rural de México, pronunció un discurso de apertura sobre los vínculos inextricables entre la agricultura, la migración forzada y la paz en el Diálogo Borlaug organizado en Des Moines, Iowa, por la Fundación del Premio Mundial de la Alimentación.
Villalobos abogó por adoptar un enfoque de desarrollo estratégico para mejorar los sistemas de producción de alimentos en el mundo en desarrollo, particularmente en el Triángulo Norte de Centroamérica, con el objetivo de ofrecer oportunidades de desarrollo a los agricultores de subsistencia y ayudar a detener la migración forzada.
«Cualquier respuesta duradera a la degradación ambiental, la violencia, la hambruna y la migración forzada exige nuestro mejor esfuerzo colectivo, que no es la lucha de una generación sino el legado duradero de Norman Borlaug y de cualquiera que haya participado en este Diálogo Borlaug», dijo.
Según Villalobos, quien también es presidente honorario del Consejo Directivo del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), México está comprometido a invertir en innovación, ciencia e investigación para hacer que la agricultura de granos enteros sea más sostenible y rentable. Entre otras iniciativas, México está ampliando un proyecto de investigación y desarrollo sostenible entre México y el CIMMYT llamado MasAgro.
«Creemos que los centros de innovación de MasAgro (hubs), los sistemas integrados de producción de cultivos y el enfoque de pensamiento de diseño para aumentar de manera sostenible la productividad de los métodos agrícolas tradicionales realmente pueden ayudar a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible que todos los países se comprometen a alcanzar para 2030», dijo Villalobos.
En 2014, la Fundación del Premio Mundial de la Alimentación reconoció los logros del proyecto MasAgro al otorgarle a Bram Govaerts, actualmente director del Programa de Desarrollo Estratégico del CIMMYT y representante para las Américas, el Premio Norman Borlaug para la Investigación y Aplicación de Campo, otorgado por la Fundación Rockefeller.
Desde entonces, el modelo de MasAgro ha ganado el reconocimiento de varias organizaciones internacionales de desarrollo, agencias de financiamiento y gobiernos, incluida la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el Foro Económico Mundial, el G20 y la Fundación Bill y Melinda Gates.
El tema del Diálogo Borlaug 2019 fue «Paz a través de la agricultura», y el ganador del Premio Mundial de la Alimentación 2019 fue para Simon Groot, fundador de East-West Seed Company, que comercializa semillas de hortalizas mejoradas en más de 60 países de Asia, África y América Latina a precios asequibles en beneficio de los pequeños agricultores y de subsistencia.
Simon N. Groot es el ganador del Premio Mundial de la Alimentación 2019. Con este premio, los líderes de alimentos y agricultura reconocen su trabajo para aumentar la producción de verduras en más de 60 países, a través del desarrollo de semillas de alta calidad y programas de capacitación para agricultores.
Los esfuerzos de Groot fueron esenciales para llevar a millones de agricultores a convertirse en empresarios de la horticultura, lo que resultó en mejores ingresos y medios de vida, y una mayor disponibilidad de vegetales nutritivos para cientos de millones de consumidores.
Al igual que Norman Borlaug, el agricultor de un pequeño pueblo de Iowa, Groot proviene de un pueblo pequeño de los Países Bajos, donde aprendió el valor de las semillas a una edad temprana. Ambos compartieron la misma visión para alimentar al mundo y tuvieron éxito.
“Creo que nací para ser un hombre de semillas de hortalizas.”
– Simon N. Groot
Groot dedicó toda su vida a la industria de semillas y al fitomejoramiento. Después de 20 años en la industria en Europa y América del Norte, Groot viajó al sudeste asiático a la edad de 47 años con la visión de establecer la primera compañía de mejoramiento de semillas de hortalizas de la región. Frustrado por las semillas de baja calidad que encontró y notando una falta total de actividades comerciales de mejoramiento en la región, Groot decidió establecer su propia empresa, utilizando su propio capital se asoció con Benito Domingo, un filipino apasionado por las semillas y las conexiones locales con el comercio tradicional de semillas, la industria agrícola y las universidades.
La compañía, llamada East-West Seed Company, comenzó como una pequeña granja de cinco hectáreas en las afueras de la ciudad de Lipa, Filipinas. Groot llevó fitomejoradores bien entrenados de los Países Bajos para comenzar el fitomejoramiento y ayudar a capacitar a los locales como mejoradores y técnicos. Groot fue el primero en introducir híbridos vegetales comerciales en Asia tropical: variedades de alto rendimiento, crecimiento rápido y resistentes al estrés y a las enfermedades locales. Actualmente, East-West Seed Company tiene más de 973 variedades mejoradas de 60 cultivos de hortalizas utilizadas por más de 20 millones de agricultores en Asia, África y América Latina.
Inspirado por Borlaug
Groot describió el hecho de haber conocido al Dr. Borlaug en una conferencia en Indonesia a fines de la década de 1980 como «un momento crucial» para él y escribió que «su legado ha servido de inspiración para todo lo que he hecho en East-West Seed».
En respuesta a ser galardonado con el Premio Mundial de la Alimentación 2019, Groot escribió: «Lograr la» Revolución Vegetal” será un tributo apropiado al trabajo del Dr. Borlaug».
El Premio Mundial de la Alimentación se conoce como el «Premio Nobel de alimentación y agricultura». Otorgado por la Fundación Mundial de la Alimentación, reconoce a las personas que han avanzado en el desarrollo humano al mejorar la calidad, cantidad o disponibilidad de alimentos en el mundo. Los ganadores reciben 250 000 dólares como premio.
El Premio Mundial de la Alimentación fue fundado en 1986 por Norman Borlaug, galardonado con el Premio Nobel de la Paz de 1970.