Categorías
Noticias

Un granito de arena para que no nos falte maíz 

Guanajuato.- “Desde que yo era un niño acompañaba a mi padre al campo y él todo el tiempo estuvo produciendo maíz. El maíz es un cultivo muy importante porque es el alimento de todos mexicanos, así que de alguna manera estamos contribuyendo con un granito de arena para que no nos falte este alimento que es básico”, comenta Martín Mendoza, productor guanajuatense que participa en el Plan Maíz, un proyecto impulsado por Nestlé con el soporte científico del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

A pesar de su relevancia para México —donde se siembran más de siete millones de hectáreas de maíz y se producen más de 27 millones de toneladas anuales—, la productividad promedio del país sigue siendo baja en comparación con los principales productores —Estados Unidos y China que producen alrededor de 384 y 231 millones de toneladas anuales, respectivamente—. De hecho, México no alcanza a cubrir toda su demanda y actualmente es el segundo importador de maíz, solo después de Japón.

Cultivar maíz de forma sustentable es una vía para mejorar la productividad nacional y para conservar los recursos naturales que se necesitan para la producción de este cereal: “Las prácticas sustentables nos ayudan a producir un poquito más. La Agricultura de Conservación contribuye a que tengamos un poquito más de rendimiento. Estamos produciendo un maíz de mayor calidad, también ahorramos trabajo, tiempo y dinero”, comenta Martín. 

La Agricultura de Conservación es el sistema de producción sustentable que se promueve a través del Plan Maíz. Tiene tres componentes básicos: la mínima labranza, la diversificación de cultivos y la cobertura del suelo con residuos agrícolas (rastrojos). Se trata de un sistema flexible que se adecua a las necesidades y condiciones de los productores —y al que se le pueden sumar otros sistemas integrales, como los enfoques agroecológicos para el control de plagas—. Entre sus beneficios está que permite disminuir la erosión del suelo, mejorar su calidad y su biodiversidad, así como optimizar el consumo del agua en la agricultura. 

El Plan Maíz fomenta el abasto local y le da valor a la producción sustentable del que es el cultivo insignia de México: “Con este proyecto tenemos ya la venta del maíz asegurada sin necesidad de andarle batallando para la comercialización. La Financiera Sakxim —que está sumando esfuerzos con Nestlé y el CIMMYT en este proyecto— se dedica a la comercialización de los granos y ofrece servicios de asesoría, financiamiento y comercialización. Ellos también nos están asesorando sobre qué variedades meter, cuáles son las que más convienen para los requerimientos de comercialización”, comenta el productor. 

Para Martín, el proyecto es favorable para la sociedad en general “por la calidad del grano que nosotros producimos y todos los beneficios que esto representa”, señala. En este sentido, el acompañamiento técnico que reciben los productores que participan en el proyecto es fundamental porque está orientado a desarrollar sus capacidades: “nos ayudan a conocer las nuevas tecnologías que van saliendo y que las implementemos en el campo”. 

Desarrollar capacidades para fomentar la producción sustentable de maíz es uno de los aspectos esenciales del proyecto impulsado por Nestlé y el CIMMYT. Los productores de maíz mexicanos son clave para lograr la sustentabilidad del campo y para preservar una herencia de cultivo única en el mundo. Como comenta Martín, es importante que las nuevas generaciones se involucren y “vayan aprendiendo esta cultura del maíz, que viene desde nuestros antepasados, forma parte de nuestras raíces y por eso tenemos que seguir con este cultivo, tenemos que hacerlo”. 

Categorías
Noticias

Suma de esfuerzos para apoyar el campo mexiquense

Texcoco, Edo. Méx.- Este 29 de julio Mercedes Colín Guadarrama —titular de la Secretaría del Campo del Estado de México (SECAMPO)— y Mario López Rodríguez —director de investigación de Instituto de Investigación y Capacitación Agropecuaria, Acuícola y Forestal (ICAMEX)— visitaron las instalaciones del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), donde se reunieron con el equipo del Programa de Desarrollo Integrado para explorar oportunidades de colaboración y así fortalecer la producción sustentable de cereales de grano pequeño, maíz y cultivos asociados en la entidad.

La visita de la titular de SECAMPO refuerza la colaboración de esa dependencia con el CIMMYT en el Estado de México, entidad que alberga la sede internacional de dicho organismo internacional y donde el Hub Valles Altos tiene un amplio trabajo en la promoción de prácticas sustentables a través de campañas como #AcciónPorElSuelo y donde, a pesar de la pandemia, en 2020 mantuvo una red activa de dos plataformas de investigación, nueve módulos demostrativos, 133 áreas de extensión y 470 áreas de impacto.

La visita se enmarca en los trabajos de un convenio que unirá los esfuerzos y acciones de ambas partes con el propósito de fomentar la transferencia y difusión de tecnologías agrícolas sustentables que permitan mejorar la productividad y contribuir al desarrollo rural de la entidad. 

A través de este convenio, el CIMMYT brindará soporte científico al campo mexiquense, ofreciendo a sus productores un amplio menú de tecnologías y prácticas sustentables que han sido previamente estudiadas y validadas en plataformas de investigación. Para acercar estos conocimientos directamente a quienes trabajan el campo, el convenio contempla un importante impulso a la capacitación de técnicos y productores, así como el establecimiento de módulos demostrativos —parcelas donde los productores reciben acompañamiento técnico y comparan lado a lado las prácticas convencionales y las innovaciones— que ayudarán a consolidar una comunidad de aprendizaje en torno a la Agricultura Sustentable.

En el menú tecnológico propuesto por el CIMMYT destacan prácticas como la Agricultura de Conservación —que permite reducir costos de producción y conservar recursos naturales—, el uso de variedades adecuadas, tecnologías herméticas poscosecha —que permiten minimizar las pérdidas durante el almacenamiento de granos—, la diversificación de cultivos —como una vía para que los productores accedan a nuevos mercados— entre otras prácticas.

Además del plan de capacitación y el menú tecnológico, el convenio marco contempla la elaboración de mapas de fertilidad en diversas zonas del estado —lo cual permitirá que los productores hagan un uso más eficiente de los fertilizantes, beneficiando su economía y contribuyendo a restaurar la fertilidad de los suelos—, así como la instalación de mesas técnicas agroclimáticas que permitirán a los productores disponer de recomendaciones claras y oportunas para que tomen las mejores decisiones en sus tierras de cultivo con respecto a los efectos del cambio climático.

De acuerdo con la maestra Tania Casaya, gerente del Hub Valles Altos del CIMMYT: “las líneas estratégicas que engloban a este convenio marco derivarán en actividades específicas a favor del desarrollo territorial rural del estado y fortalecen la relación del CIMMYT con diversas instituciones de la entidad, por eso se presentaron además los avances que tenemos a la fecha producto de la vinculación que ya hay con diversas direcciones de la Secretaría del Campo del Estado de México y con ICAMEX”. 

Categorías
Noticias

El legado de dos premios Nobel en favor de pequeños agricultores

Texcoco, Edo. Méx.- La adopción de prácticas sostenibles y efectivas en la producción de maíz permite disminuir costos, pero, sobre todo, proteger la calidad de vida de los productores del campo y la calidad de los recursos vitales para la agricultura, como el agua y el suelo que, frecuentemente, se degradan o contaminan por la aplicación excesiva de pesticidas. 

En el marco de la iniciativa Agricultura para la Paz, parte de la conmemoración del 50 aniversario del Premio Nobel de la Paz que recibió el fundador del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), el doctor Norman Borlaug, junto con Provivi®, la startup de innovación agroecológica liderada también por la laureada Nobel de Química 2018, profesora Frances Arnold,  se anunciaron las primeras actividades de proyectos acordados y en planeación para evaluar y promover  prácticas y tecnologías amigables con el medioambiente que permiten controlar la plaga del gusano cogollero del maíz capaz de ocasionar pérdidas de más de 60% de rendimiento. 

Los dispensadores de liberación prolongada de feromonas de confusión sexual Provivi FAW®, son una herramienta dentro del Manejo Agroecológico de Plagas que permite disminuir el número de aplicaciones para cogollero durante el ciclo del cultivo, reduciendo así la exposición de los seres vivos, del suelo y del agua, a químicos nocivos”, señaló el ingeniero Carlos Uribe Gómez, Director comercial Provivi® México y Estados Unidos. 

Para asegurar el uso adecuado de los dispensadores de feromonas de confusión sexual, Provivi® participará en las actividades de investigación y capacitación para la adopción de las prácticas agrícolas sostenibles que promueven el CIMMYT y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) a través de proyectos de desarrollo integrado de sistemas alimenticios como Cultivos para México. La nueva alianza contribuye a los esfuerzos en sanidad de plantas de Un Solo CGIAR y fortalece la capacidad de respuesta de excelencia del CIMMYT.

El Manejo Agroecológico de Plagas es un área de investigación aplicada al desarrollo sostenible de los sistemas de maíz en la que la Secretaría de Agricultura y el CIMMYT han tenido mucho éxito gracias al extenso conocimiento que tienen los productores mexicanos de insectos como el gusano cogollero y a su capacidad de innovación para la mejora continua de sus prácticas productivas”, señaló el doctor Bram Govaerts, Director General a. i. del CIMMYT. 

El acuerdo de colaboración celebrado entre el CIMMYT y Provivi® considera, además, la evaluación de tecnologías para el control de las aflatoxinas del maíz en las plataformas de investigación y módulos demostrativos de las redes de innovación que el organismo internacional de investigación pública sin fines de lucro ha consolidado en México con el apoyo del Gobierno Federal y de decenas de colaboradores de los sectores público, privado y social. 

 

Categorías
Noticias

La Milpa Intercalada con Árboles Frutales y el legado de los pueblos indígenas

Oaxaca.- En el mundo hay más de 476 millones de indígenas —lo que representa el 6.2% de la población mundial— que son poseedores de la mayor diversidad cultural de la humanidad. Por sus vínculos ancestrales con la tierra y con los recursos naturales de donde viven, son fundamentales en la comprensión y el cuidado del medioambiente. 

Lamentablemente, la desigualdad, la pobreza, la enfermedad, la discriminación y la inseguridad alimentaria y financiera siguen siendo parte de la cotidianidad de muchos pueblos indígenas, lo cual pone en riesgo la herencia cultural de la especie humana porque, además, los pueblos indígenas cuentan con un sistema de conocimientos único que se transmite, muchas veces, solo en el marco de la comunidad y mediante la tradición oral. 

El Día Internacional de los Pueblos Indígenas (9 de agosto) es una oportunidad para revalorizar la herencia cultural indígena y para preservar su legado que, en el caso de México, incluye importantes aportaciones a los sistemas agrícolas. El sistema de Milpa Intercalada con Árboles Frutales (MIAF), por ejemplo, es una práctica sustentable sustentada en los conocimientos de los pueblos originarios mexicanos. 

El sistema MIAF es una práctica estructurada por investigadores del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y optimizada por productores innovadores mediante un proceso de integración de ciencia y conocimiento tradicional a través de la red de innovación que impulsa el CIMMYT. En la base de este sistema están los saberes tradicionales de agricultores indígenas de Huejotzingo, Puebla, donde ha sido muy útil para la agricultura en laderas de ese estado y de varios más del sur-sureste mexicano. 

En Oaxaca, por ejemplo, el MIAF ha sido adoptado por muchas comunidades indígenas en las regiones Mixe y Mazateca donde ha sido promovido por la Agencia Mexicana para el Desarrollo Sustentable en Laderas (AMDSL) —colaborador del Hub Pacífico Sur del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) en ese estado—. 

El territorio donde la AMDSL y el CIMMYT promueven el MIAF se caracteriza por tener pendientes pronunciadas —son terrenos de laderas de más del 30 % de pendiente—, de manera que las tierras de cultivo son susceptibles a distintos tipos de erosión y además la mecanización se torna compleja. Gracias al MIAF, sin embargo, se han registrado notables mejorías en los sistemas de producción locales.

En pequeñas parcelas de los municipios de Tamazulapam del Espíritu Santo y Santa María Teopoxco, por ejemplo, se ha manejado el sistema MIAF —con durazno y aguacate— por más de 10 años y a partir de 2014 se incorporó la Agricultura de Conservación. En conjunto, la sinergia de estos dos sistemas ha sido positiva para los agricultores debido a que han disminuido los costos de producción de la milpa, se ha garantizado la seguridad alimentaria, además de incrementar paulatinamente la fertilidad del suelo y generar ingresos extras por la venta de fruta.

Aunque parecería un proceso lineal y simple, detrás de estos logros hay un trabajo intensivo en las plataformas de investigación Teopoxco y Tamazulapam del Espíritu Santo, cuyos datos permiten confirmar la pertinencia de implementar MIAF y Agricultura de Conservación: en la plataforma de Teopoxco el rendimiento del maíz (calculado con datos de cuatro años y considerando 60% de la superficie, debido a que es el área efectiva que ocupan los granos básicos en el sistema MIAF) ha sido superior al consumo anual por familia (que es de 1.2 toneladas al año), siendo los tratamientos con cero labranza los que arrojan mejores resultados, a diferencia de los tratamientos de labranza convencional donde el rastrojo es removido, los cuales no alcanzan a cubrir las necesidades del consumo familiar. 

En cuanto a la plataforma en Tamazulapam del Espíritu Santo, el rendimiento de maíz blanco en los cuatro años considerados para el análisis fue superiores en los tratamientos con cero labranza, destacando además que en los dos últimos años de estudio, el efecto de la rotación con leguminosas impactó positivamente en el rendimiento de maíz en ambos tipos de labranza (convencional y cero labranza) (figura 1). 

Figura 1. Rendimiento de grano en Tamazulapam del Espíritu Santo, Oax. MD= Milpa Descanso, ML= Milpa Leguminosa, LC= Labranza Convencional, CL= Cero Labranza, R= remover rastrojo, P= parcial rastrojo, F1= 80-00-00, F2= 120-90-00, Ca= Cal dolomita 4 t ha-1. El año 2017 no hubo registro de información debido a problemas comunales.

 

Categorías
Noticias

Agricultura de Conservación, una opción ante la escasez de agua

Etchojoa, Son.- El trigo es el cultivo de mayor importancia económica en el sur de Sonora, donde se produce bajo un sistema convencional, con el 85% de la superficie en monocultivo (trigo-trigo) y uso intensivo de insumos y maquinaria. A través del tiempo, estas prácticas agronómicas inadecuadas han afectado la productividad de los suelos y el medioambiente. 

Existen otras dificultades. En el Valle del Mayo, por ejemplo, la recurrente falta de agua para riego en la presa de almacenamiento hace que la superficie de siembra para trigo y otros cultivos se reduzca constantemente. Sin embargo, la escasez de agua, el monocultivo de trigo y los altos costos de producción (principalmente en fertilizantes y laboreos de suelo), son problemas que se pueden contrarrestar mediante la implementación de prácticas sostenibles.

La Agricultura de Conservación es un conjunto de prácticas sustentables que brinda amplios beneficios. Con el propósito de mostrar cuáles han sido los resultados que el productor Germán Campoy Ibarra ha obtenido con más de ocho años de implementar este sistema, en abril de este año se desarrolló el evento demostrativo “Manejo Agronómico de trigo bajo componente de Agricultura de Conservación en el Sur de Sonora”, en el Predio Las Boras, en Etchojoa, Sonora. 

Al inicio de la actividad, José Luis Velasco —gerente del Hub Pacífico Norte del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— comentó que la promoción de la Agricultura de Conservación en el sur de Sonora ha sido posible gracias a la colaboración de instituciones como la Asociación de Organismos de Agricultores del Sur de Sonora (AOASS) y Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA). Asimismo, mencionó que este sistema sustentable se ha implementado ya en más de 9,700 hectáreas en el estado. 

Por su parte, Miguel Ángel Méndez Beltrán —representante estatal de FIRA— mencionó que actualmente FIRA tiene esquemas de financiamiento para la adquisición de maquinaria especializada en Agricultura de Conservación para que esto no sea una limitante en su implementación en el estado. 

Paullette Galaviz —en representación de AOASS— comentó que en el ciclo otoño-invierno 2020-2021 se gestionó para los asociados de la AOASS la adquisición de dos sembradoras para Agricultura de Conservación, invitando a los productores asistentes a tomar las diferentes capacitaciones que se promueven junto con FIRA y el CIMMYT. Asimismo, los animó a asesorarse con técnicos certificados en Agricultura Sustentable y a visitar a los productores que ya practican el sistema, como Germán Campoy. 

Finalmente, Germán Campoy mostró el avance de trilla (con un rendimiento de 6.2 toneladas por hectárea) y comentó que, desde su experiencia, la Agricultura de Conservación permite mantener e incrementar los rendimientos y, lo más importante, disminuir los costos de producción y mejorar el suelo: “la Agricultura de Conservación puede ayudar en mejorar la fertilidad natural del suelo al aumentar la materia orgánica y aprovechar mejor el agua, lo que es favorable porque en la actualidad el panorama se ve difícil para los productores de la región”. 

Categorías
Noticias

Análisis de parcela, la base para un campo más productivo y sustentable

San Luis Potosí.-  La Agricultura de Conservación es un sistema de producción sustentable que ofrece amplias ventajas a los agricultores —permite tener ahorros considerables en los costos de producción, permite conservar el suelo y optimizar el uso de agua, entre muchos otros beneficios—, sin embargo, cuando no es manejado o implementado adecuadamente puede no dar los resultados esperados y esto puede desalentar a los productores a seguir con él. De ahí la importancia de un diagnóstico de parcela.  

El diagnóstico de parcela consiste en determinar si la parcela tiene o no las condiciones previas para el establecimiento de la Agricultura de Conservación y, en cualquier caso, brinda información útil para determinar cómo se debe proceder, es decir, los datos recabados en la parcela permiten diseñar un plan agronómico, que no es otra cosa que el plan de acción en las parcelas a intervenir. Este diagnóstico es particularmente útil en el llamado año inicial o año cero, en donde se prepara la parcela para tener las condiciones adecuadas para su establecimiento. 

Dada la importancia de este paso para la adecuada implementación de la Agricultura de Conservación, en San Luis Potosí se desarrollaron en mayo pasado talleres de diagnóstico de parcela. En estos participaron técnicos y productores de diversos programas —como Producción para el Bienestar y Sembrando Vida—, instituciones —como la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) e instituciones académicas— y técnicos independientes del estado. 

Los talleres, impartidos en el marco de MasAgro-Cultivos para México —de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—, tuvieron la finalidad de brindar una formación práctica a los participantes para que estos aprendieran a realizar diagnósticos agrícolas y desarrollar planes de cultivo pertinentes.

A través del diagnóstico de parcela se pueden identificar los factores que limitan la producción. Por esta razón, durante las prácticas se realizaron o, en su caso, se identificaron aspectos como la frecuencia de abonado, la infraestructura de riego y fertilización, el relieve del terreno, los cultivos establecidos en ciclos anteriores —así como rendimientos previos—, las plagas y enfermedades, los plaguicidas utilizados, el muestreo de suelo para análisis de fertilidad, la toma de muestra de agua para análisis, así como otros referentes a la nivelación, el drenaje de parcela, la compactación y textura del suelo, las malezas presentes, la cobertura del suelo, etcétera. 

Las prácticas se desarrollaron en tres regiones del estado: Centro, Media y Altiplano, programándose visitas a diversas parcelas donde, en algunos casos, se lograron acuerdos con productores para priorizar acciones derivadas del diagnóstico e incluso para la compra de materiales e insumos. Los talleres, además, permitieron que varios de los técnicos y productores de los diferentes programas iniciaran la planeación de las actividades del ciclo primavera-verano 2021 con base en estos diagnósticos. 

Finalmente, un tema surgió como prioritario a partir de los distintos diagnósticos fue la necesidad de implementar acciones inmediatas para mitigar los efectos de la sequía que se presentó en la zona en 2020. En este aspecto, en condiciones de temporal limitado, se ha observado consistentemente que la roturación del suelo con arado de cinceles de tres ganchos (a una profundidad de 45 cm), junto con el 100% de cobertura del suelo con residuos del ciclo anterior, permite conservar más humedad en el suelo y ayudando así al desarrollo del cultivo.

En términos generales, estos talleres también permitieron observar que en la zona será conveniente adoptar prácticas como el Manejo Agroecológico de Plagas, la roturación vertical —para permitir una mayor infiltración de agua— y el establecimiento de curvas a nivel. 

Categorías
Noticias

10 años de innovación

Etchojoa, Son.- El trigo es el principal cultivo del estado de Sonora —en el ciclo otoño-invierno 2019-2020 se sembraron 230,087 hectáreas con un rendimiento promedio de 6.6 toneladas por hectárea (SIAP, 2020)— y una de las regiones agrícolas más productivas del estado es el Valle del Yaqui y Valle del Mayo, considerados un referente internacional en la producción de trigo por la aplicación de tecnología para su producción. 

Sin embargo, en años recientes la superficie de siembra de trigo ha disminuido a causa de los bajos precios internacionales. Esto ha despertado en los agricultores un mayor interés por la siembra de maíz. Así, en el ciclo otoño-invierno 2019-2020 se sembraron 51,008 hectáreas de maíz con un rendimiento promedio de 11.9 toneladas por hectárea. 

En ambos cultivos, trigo y maíz, predomina un sistema de producción intensivo mediante el uso de equipos de labranza, variedades mejoradas, fertilizantes sintéticos, riego y pesticidas que representan altos costos de producción —alrededor de $24,000 y $31,000 por hectárea, respectivamente—. El uso de los fertilizantes sintéticos, de hecho, representa entre el 20 y el 25 % de los costos de producción total en ambos cultivos. 

El uso de grandes cantidades de fertilizantes sintéticos y las prácticas convencionales que prevalecen han contribuido además a la degradación del suelo, modificando sus características físicas, químicas y biológicas. Por esta razón, a través de MasAgro-Cultivos para México —que impulsan la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— se promueven diversas prácticas sustentables orientadas a fomentar una alta productividad, pero cuidando los recursos naturales, particularmente suelo y agua. 

Agricultura de Conservación, Fertilidad Integral, Manejo Agroecológico de Plagas, Manejo Integral de Malezas, biofertilizantes, tecnologías de riego y manejo de poscosecha son algunas de las prácticas sustentables que pueden ser alternativas para incrementar el rendimiento de los cultivos y la rentabilidad de los agricultores en la región. 

Germán Campoy Ibarra, por ejemplo, es un productor originario de Etchojoa, Sonora, quien practica la Agricultura de Conservación desde hace más de 10 años. En su constante búsqueda para optimizar su sistema de producción, Germán también ha incursionado en la aplicación de lixiviados de lombriz como una uso de biofertilizantes como una alternativa a los fertilizantes sintéticos y como complemento a la diversidad de prácticas que implementa, las cuales incluyen riego por aspersión (mediante pivote central) —ya que de esta manera logra mayor eficiencia en el consumo de agua y tiene la ventaja de aplicar los lixiviados de lombriz con el agua de riego—, la adaptación de una cosechadora para distribuir uniformemente los rastrojos y el uso de sensores ópticos para optimizar la fertilización nitrogenada —con el apoyo del ingeniero Juan Antonio Beltrán, quien le brinda acompañamiento técnico—.

Con el uso de estas tecnologías, Germán Campoy ha observado mejoras en su terreno y también ha aumentado su rentabilidad. Actualmente, por hectárea, sus rendimientos van de las 5.7 a las 6.5 toneladas con un costo de producción de $27,350 y una utilidad de $7,500 a $8,000.00. En comparación con las prácticas convencionales —donde los rendimientos por hectárea han sido como máximo de 5.8 toneladas con un costo de producción de $34,900 y una utilidad de $4,300—, las prácticas sustentables que ha implementado el productor tienen beneficios evidentes. 

Otro de los beneficios por el tiempo que lleva aplicando prácticas sustentables en su terreno es que, con el paso de los años, Germán ha visto pasar de 0.8 de materia orgánica a 1.84 en el suelo de su parcela. Por esta razón, Germán recomienda a otros productores “evitar la introducción de ganado en la parcela para evitar compactación y contaminación con especies de malezas, realizar la siembra en fechas óptimas, basarse en el análisis de suelo y usar adecuadamente las herramientas para fertilizar y evitar así desperdicios de fertilizantes, principalmente nitrógeno”, concluye. 

Categorías
Noticias

¿Cómo se puede facilitar la transición de pequeños productores a prácticas sustentables?

Texcoco, Edo. Méx.- El humano es un ser de costumbres y por eso la frase “más vale malo por conocido que bueno por conocer” —tan popular en México— expresa, de cierto modo, el temor natural de la especie hacia los cambios, la evaluación de riesgos (y la aversión a ellos) frente a situaciones nuevas y la incertidumbre que puede producir cualquier situación inédita en general. 

Ante un contexto donde es urgente que los agricultores adopten innovaciones sustentables para mitigar los efectos del cambio climático y transitar hacia una agricultura más rentable y sustentable, es importante conocer cuáles son los factores que influyen en la probabilidad de que sistemas como la Agricultura de Conservación —cuya adopción constituye una innovación en los sistemas donde prevalece la labranza convencional— sean adoptados más ampliamente. 

Para avanzar en el conocimiento de esos factores que facilitan o limitan la adopción de innovaciones, un grupo de investigadores —de la Organización de Investigación Científica e Industrial del Commonwealth (CSIRO, por sus siglas en inglés) de Australia, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y la Universidad de Cornell— escribió recientemente un artículo que ha sido publicado en la revista Agronomy bajo el título “Desagregando el valor de Agricultura de Conservación para apoyar la transición de pequeños productores a prácticas sustentables: Un caso de estudio en México”. 

De acuerdo con Jelle Van Loon, uno de los investigadores, “la publicación explora cómo modelos socioeconómicos pueden ser utilizados para definir el valor de ciertos paquetes socio técnicos para productores que están buscando hacer un cambio hacia prácticas más sustentables, qué efectos tienen diferentes combinaciones en la velocidad de adopción y cómo estos resultados afectan decisiones o puedan guiar el planteamiento de intervenciones para el escalamiento”.

El estudio parte del cuestionamiento de por qué a pesar de los muchos beneficios de la Agricultura de Conservación, aún son pocos los productores en todo el mundo (si se le compara con el número de agricultores que siguen empleando la labranza convencional) que hayan implementado simultáneamente todas las componentes del sistema. 

Los investigadores exploraron distintos escenarios y encontraron que, probablemente, la desagregación de la Agricultura de Conservación en paquetes de componentes más pequeños podría aumentar la adopción por parte de los agricultores en contextos de riesgo. 

Los hallazgos de este estudio constituyen información valiosa sobre la viabilidad de la Agricultura de Conservación y podrían ayudar a establecer políticas diversas para su difusión e implementación. El estudio destaca además la necesidad de emplear una variedad de herramientas de investigación para comprender el valor relativo de las innovaciones agrícolas y para identificar y reducir las compensaciones y la incertidumbre en los sistemas agrícolas.

El artículo completo es de acceso abierto y se puede consultar (y descargar) en la página de la revista Agronomy: 

Monjardino, M., Ridaura, S. L., Van Loon, J., Mottaleb, K. A., Kruseman, G., Zepeda, A., … & Erenstein, O. (2021). Disaggregating the Value of Conservation Agriculture to Inform Smallholder Transition to Sustainable Farming: A Mexican Case Study. Agronomy11(6), 1214. Disponible en: https://www.mdpi.com/2073-4395/11/6/1214/htm 

Categorías
Noticias

Los beneficios del riego por goteo en tiempos se sequía

Querétaro.- Al igual que gran parte del país, en el Estado de Querétaro este año se presentó una fuerte sequía que agotó el agua de presas y bordos, así como los mantos freáticos —cuyo nivel disminuyó en proporciones drásticas—. Esta situación generó que la superficie sembrada se redujera considerablemente y motivó a que muchos productores buscaran alternativas para hacer un uso más eficiente de la poca agua disponible. 

El riego por goteo es una tecnología que permite un gran ahorro de agua. En muchas ocasiones, este sistema se considera parte de la infraestructura del cultivo de hortalizas; sin embargo, la necesidad de ahorrar agua ha propiciado que ahora se esté instalando en sistemas de granos básicos y granos finos, abriendo la posibilidad de elaborar mejores planeaciones de cultivo y estrategias de manejo que puedan brindar mayores rendimientos.

Dentro del proyecto Cultivando un México Mejor, impulsado por HEINEKEN México y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), se busca mejorar la eficiencia en el uso de agua a través de la Agricultura de Conservación y otras prácticas sustentables asociadas y que contribuyen al cuidado del agua, tan escasa actualmente.

Mediante la Agricultura de Conservación es posible disminuir la erosión del suelo, conservar la humedad y reducir la emisión de gases de efecto invernadero asociados al cambio climático. Este sistema de producción, sumado al riego por goteo, ha permitido que el cultivo de cebada sea más sustentable y viable, incluso en tiempos de sequía como los que se han presentado en ciclos recientes. 

Como parte del proyecto, en el ciclo otoño-invierno 2020-2021 se dio seguimiento a una parcela donde se tiene riego por goteo y camas anchas —arreglo del suelo que permite hacer un mejor uso del agua—. Al inicio, el dueño de la parcela se encontraba indeciso de si las innovaciones propuestas funcionarían adecuadamente o no, pero el hecho de saber que contaría con un acompañamiento técnico permanente le dio más confianza y ya ha tenido grandes aprendizajes sobre prácticas sustentables.  

De entre los beneficios que el productor ha visto con la adopción de prácticas sustentables es que ya no ha tenido que aplicar herbicidas para controlar malezas. Además, al suministrar solo la cantidad de agua que va necesitando la cebada, la presencia de enfermedades es poca o nula, caso contrario en donde se aplica riego rodado —el cual requiere una pendiente para distribuir el agua por efecto de la gravedad y tiene una eficacia baja en el uso del agua—, ya que la parcela se inunda y, si no tiene buen drenaje, se propicia una mayor incidencia de enfermedades.

Con la implementación de estas prácticas el rendimiento en esta parcela fue de 6.5 toneladas por hectárea —el cual está por arriba del promedio de la zona— y con grandes ahorros de agua que le permitirán al productor sembrar en el ciclo primavera-verano 2021, ya que, a diferencia de quienes aplicaron riego rodado, el aún cuenta con agua para aplicar riegos. 

Con ejemplos como este, el proyecto Cultivando un México Mejor busca que más productores adopten estas tecnologías, se beneficien ellos y se beneficie a la sociedad en general, ya que al ahorrar agua y disminuir labores no solo se impacta positivamente en el rendimiento y en la economía, si no que se contribuye a la conservación del medioambiente.

Categorías
Noticias

Salamanca, un municipio donde la Agricultura de Conservación es tendencia

Salamanca, Gto.- Históricamente, la región de El Bajío fue conocida como el granero de México. Hoy sigue siendo una zona muy importante para la agricultura estatal y nacional. El municipio de Salamanca, con una superficie agrícola de al menos 50 mil hectáreas, contribuye en buena medida a la notable producción agrícola de la región —destacan los cultivos de maíz y sorgo en el ciclo primavera-verano y los de trigo y cebada en el ciclo otoño-invierno, además de la considerable superficie destinada a la producción de hortalizas y berries—. 

La producción intensiva con sistemas convencionales y prácticas inadecuadas, sin embargo, ha ocasionado la degradación física, química y biológica de los suelos. Esto, debido a que en general se realizan sin asesoramiento técnico apropiado o con el desconocimiento de los efectos negativos de algunas prácticas que han pasado de generación en generación y que no siempre resultan convenientes para los recursos naturales —como el movimiento intensivo y continuo del suelo—.

Actualmente, los suelos agrícolas de Salamanca presentan fuertes problemas de malezas, plagas, enfermedades, uso ineficiente del agua para riego y altos costos por la aplicación inadecuada de fertilizantes. Ante este contexto, recuperar el suelo agrícola sin dejar de producir es el reto y el propósito de MasAgro Guanajuato, programa de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT). 

En el municipio, organizaciones como el Centro de Desarrollo Tecnológico Villadiego de FIRA-Banco de México, la Asociación para la Agricultura Sostenible en Base a Siembra Directa (ASOSID) y algunos módulos de riego han promovido la Agricultura de Conservación como un sistema viable para recuperar los suelos degradados. Actualmente, a través de MasAgro Guanajuato se han coordinado acciones conjuntas involucrando además a organizaciones de productores —Productores Unidos de Cárdenas es una de ellas y se ha convertido en una referencia para que otras organizaciones adopten y repliquen prácticas sustentables—.

Actualmente, la adopción de la Agricultura de Conservación en el ciclo de otoño invierno ha ido en aumento, mientras que en el ciclo primavera-verano aproximadamente el 90% de los productores ya la adoptaron. A través del acompañamiento técnico de MasAgro Guanajuato, este sistema se trabaja en conjunto con productores de las localidades de Loma de Flores, La Hilacha, el Gallo, Cárdenas, Sauz de Cruces, Loma de Ancón, Las Adjuntas, Santa Rita y Valtierrilla.   

En estas localidades se trabaja directamente con 15 productores distribuidos de forma estratégica. Ellos se han convertido en líderes en la promoción de prácticas sustentables —como la Agricultura de Conservación, el trazo de curvas a nivel, la rotura vertical, la fertilidad integral y el Manejo Agroecológico de Plagas— y a través de ellos se ha impactado positivamente en al menos 400 hectáreas, donde otros productores han replicado las prácticas que han observado y comprobado que funcionan. 

Además de la participación de estos productores líderes y organizaciones de productores, ha sido importante la vinculación con el Ayuntamiento de Salamanca, el Módulo de Riego local, la Secretaría de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial de Guanajuato, así como las empresas Semillas, agroquímicos y fertilizantes del Bajío y Fertilizantes y plaguicidas Salamanca, que también han participado.