En muchas comunidades rurales de México, las plagas de almacén, como el gorgojo, ponen en riesgo la seguridad alimentaria de las familias. Don Renecio casi lo vivió en carne propia: su grano estaba en peligro y con él, el alimento de su familia. Pero gracias a un buen consejo y a la implementación de tecnologías herméticas promovidas por la Agencia de Seguridad Alimentaria de Quintana Roo (ASAQROO) y el CIMMYT, hoy protege su cosecha y duerme tranquilo.
Todo comenzó con una charla con don Crecencio, quien le habló sobre las buenas prácticas poscosecha. Siguiendo su recomendación, don Renecio aprendió que conservar bien el grano no solo evita pérdidas por plagas, sino que también mejora su calidad y, en consecuencia, su valor en el mercado.
¿Por qué es importante la poscosecha?
La poscosecha es el conjunto de técnicas y procesos utilizados para preservar los productos agrícolas después de la cosecha, evitando pérdidas y asegurando su calidad. Adoptar buenas prácticas poscosecha es clave para:
✅ Evitar plagas y enfermedades en el almacenamiento.
✅ Proteger la seguridad alimentaria de las familias.
✅ Reducir desperdicios y mejorar la eficiencia en el uso de los recursos.
✅ Mejorar los ingresos de los agricultores, ya que un grano bien conservado tiene mejor precio en el mercado.
¡Aprende más con la historieta de don Crecencio!
Así como don Crecencio ayudó a don Renecio, tú también puedes aprender y compartir buenas prácticas poscosecha. Descarga la edición especial de poscosecha de don Crecencio, con información útil y consejos prácticos.
Sylvanus Odjo, especialista en poscosecha del CIMMYT. (Foto: Francisco Alarcón / CIMMYT)
Benín es un país de África Occidental con población de más de 13 millones de habitantes y una economía fuertemente vinculada a la agricultura, donde el maíz es uno de los cultivos más importantes. A pesar de su riqueza agrícola, Benín enfrenta desafíos en la poscosecha de este cultivo, con altas pérdidas de granos debido a métodos convencionales de almacenamiento y la presencia de plagas.
A más de 10 mil kilómetros de este país africano, específicamente en Texcoco, Estado de México, un científico beninés estudia, valida y promueve tecnologías poscosecha que hoy benefician a miles de personas en todo el mundo. Se trata de Sylvanus Odjo, especialista en poscosecha del CIMMYT.
Uno de los principales enfoques de Sylvanus es la investigación y promoción de tecnologías herméticas de almacenamiento, como los silos metálicos herméticos y las bolsas plásticas herméticas que han demostrado ser efectivas para reducir pérdidas de granos durante el almacenamiento. Estas innovaciones son cruciales en regiones donde las pérdidas poscosecha, como en las zonas tropicales, pueden alcanzar hasta un 40%, afectando directamente la disponibilidad de alimentos y la economía de los pequeños productores.
La experiencia de Odjo en México ha sido fundamental para adaptar y transferir soluciones efectivas en el Sur-Sureste de México, pero también en otras latitudes. De hecho, se mantiene en constante actividad con la comunidad científica internacional, incluyendo la de su país natal. Recientemente, por ejemplo, participó en un estudio sobre métodos de almacenamiento de maíz en Benín, identificando oportunidades para la difusión de soluciones poscosecha que mejoren la calidad de vida de las comunidades locales.
De acuerdo con la investigación, en Benín, la mayoría de los agricultores almacenan su maíz en graneros cuyas características estructurales y métodos de conservación influyen en la magnitud de las pérdidas. Al analizar la diversidad y eficiencia de estos graneros en cinco zonas agroecológicas del país, se identificaron seis tipos principales, hechos de materiales vegetales o arcilla. “Los resultados mostraron que los métodos de almacenamiento varían según la región y el grupo étnico, y que los graneros en el sur del país son más propensos a las pérdidas que los del norte. Además, factores como el nivel educativo de los agricultores y el tipo de conservación empleado inciden en la cantidad de grano perdido”, señala el documento.
Ante este panorama, reducir las pérdidas poscosecha en Benín es clave para garantizar la seguridad alimentaria y disminuir la dependencia de importaciones. La falta de acceso a innovaciones en almacenamiento agrava el problema, por lo que la implementación de tecnologías herméticas y la mejora de la infraestructura de almacenamiento pueden ser soluciones viables para minimizar las pérdidas y mejorar los medios de vida de las comunidades rurales.
«Las pérdidas de granos durante la poscosecha son un desafío mundial y los productores, ya sea que estén en el Sur de México o en el centro de Benín, enfrentan desafíos similares. Nuestra labor implicar implica encontrar soluciones adaptadas a cada contexto; pero lo bueno es que podemos aprender de las experiencias de ambos lados para mitigar las pérdidas poscosecha; lo que permite aportar valiosas ideas sobre las mejores prácticas y las estrategias de éxito que se puede adaptar en otros contextos», enfatiza Sylvanus.
Sylvanus Odjo, formado académicamente en Benín y Bélgica, llegó a México en 2017, uniéndose al equipo del CIMMYT como investigador postdoctoral y, actualmente, impulsa y coordina investigación en poscosecha tanto en México, como en Centroamérica y África, trabajando con decenas de colaboradores para llenar brechas de investigación y proporcionar recomendaciones clave a agricultores, el sector privado, gobiernos y ONG.
El CIMMYT, como organismo de investigación científica internacional, desempeña un papel esencial en la promoción de la investigación colaborativa en beneficio de toda la humanidad. A través de especialistas como Sylvanus Odjo, se fortalecen los lazos entre sociedades, demostrando que la innovación agrícola y la cooperación global son fundamentales para enfrentar los desafíos de la seguridad alimentaria y el desarrollo sostenible.
La poscosecha se refiere al conjunto de técnicas y procesos utilizados para preservar y manejar los productos agrícolas después de su cosecha, con el fin de mantener su calidad y prolongar su vida útil. Este es un aspecto crucial en la cadena de suministro agrícola que juega un papel fundamental en la seguridad alimentaria, la economía y el medioambiente.
La poscosecha desempeña un papel fundamental en la garantía de la seguridad alimentaria al reducir las pérdidas y desperdicios de alimentos. Se estima que aproximadamente un tercio de todos los alimentos producidos a nivel mundial se pierden o desperdician cada año, y una parte significativa de estas pérdidas ocurre durante la etapa de poscosecha debido a la falta de infraestructura adecuada, técnicas inadecuadas de manejo y almacenamiento, y problemas de transporte.
Además de contribuir a la seguridad alimentaria, la poscosecha también tiene un impacto económico significativo. La implementación de prácticas adecuadas de poscosecha puede ayudar a los agricultores a obtener mejores precios por sus productos al mantener su calidad y prolongar su vida útil. Esto a su vez puede mejorar los ingresos de los agricultores y fortalecer la economía local y nacional.
En el marco del proyecto Seguridad alimentaria y nutricional para comunidades rurales del Estado de Quintana Roo, de la Agencia de Seguridad Alimentaria de Quintana Roo (ASAQROO) y el CIMMYT, compartimos los siguientes materiales de divulgación para que técnicos y productores adopten y difundan buenas prácticas poscosecha en beneficio de ellos, sus familias y sus comunidades. Da clic sobre la imagen o el link de descarga, guárdalos y compártelos.
Jessica González presenta el silo metálico hermético para mejorar el almacenamiento y conservación de granos. (Foto: Gabriela Bracamonte/CIMMYT)
Jessica González, coordinadora de Investigación del CIMMYT, explica el uso de tecnologías herméticas para conservar la calidad de los granos y proteger las cosechas. (Foto: CIMMYT)
Jessica González, coordinadora de Investigación de Hub Valles Altos del CIMMYT, explica cómo usar un silo metálico hermético para almacenar y proteger tu cosecha. Estas tecnologías son ideales para evitar pérdidas y conservar la calidad de tus granos.
¿Qué es un silo metálico hermético?
Jessica González presenta el silo metálico hermético para mejorar el almacenamiento y conservación de granos. (Foto: Gabriela Bracamonte/CIMMYT)
Es un cilindro de lámina lisa galvanizada que evita el intercambio de humedad y gases, lo que permite almacenar grano seco, sano, limpio y fresco sin necesidad de químicos. Al usar esta tecnología, se pueden conservar las propiedades y calidad del grano, ya que lo protege de plagasa corto y largo plazo.
Componentes y accesorios de un silo metálico hermético
Partes principales:
Silo metálico hermético, tecnología diseñada para conservar la calidad de los granos y proteger las cosechas de plagas y humedad. (Foto: Gabriela Bracamonte/CIMMYT)
Boca de entrada y salida.
Cúpula, cuerpo y base.
Accesorios:
Llave: Facilita abrir y cerrar las tapas.
Empaques y cinta teflón: Garantizan un cierre hermético.
Cono o embudo: Ayuda a ingresar el material.
Tapas: Pueden ser de bronce, aluminio o latón, dependiendo del proveedor.
Consejo: Una vez realizada la compra de tu silo, solicita a tu proveedor una prueba de hermeticidad con aire como garantía. En los ciclos posteriores, hacer pruebas de hermeticidad con agua para asegurar un almacenamiento efectivo. Agregar del 10 al 15 % de agua de la capacidad total del recipiente, luego cerrar perfectamente e iniciar la verificación en las uniones de lámina y tapones del silo.
Capacidades disponibles
Diferentes tamaños de silos metálicos herméticos, diseñados para adaptarse a diversas necesidades de almacenamiento y proteger los granos de plagas y humedad. (Foto: CIMMYT)
Existen diferentes capacidades de silos metálicos herméticos para adaptarse a tus necesidades (un silo debe llenarse mínimo tres cuartas partes de su capacidad para evitar mucho espacio con oxígeno): 25 kg, 100 kg, 200 kg, 500 kg, 1 tonelada y 2 toneladas. Usa la más adecuada al tamaño de tu cosecha.
La regla de oro para el almacenamiento de granos
Para evitar pérdidas y mantener la calidad de tu grano, aplica la regla de oro:
Grano limpio: Realiza una selección manual para eliminar residuos, material extraño y granos dañados.
Grano seco: Asegúrate de que la humedad sea menor al 14 %. Si no tienes un medidor, usa el método del sol y la sal.
Grano fresco: Refresca el grano después de secarlo al Sol, déjalo reposar durante la noche.
Grano sano: Elimina mazorcas y semillas picadas por insectos, manchas por hongos, quebradas y germinadas.
Recomendaciones para el uso y cuidado del silometálico hermético
Silo metálico hermético instalado sobre una tarima en un espacio protegido, demostrando las mejores prácticas para conservar granos y evitar pérdidas. (Foto: CIMMYT)
Instala el silo sobre una tarima o superficie que lo separe del suelo.
Coloca el silo bajo un techo y evita el contacto directo con la pared.
Protégelo del sol, la lluvia y el calor excesivo.
Limpia el lugar de almacenamiento, asegurándote de eliminar residuos de cosechas anteriores.
Con el silo metálico hermético y aplicando la regla de oro, puedes conservar tu cosecha, prevenir infestaciones de plagas y mejorar tus ingresos. Estas tecnologías son una inversión clave para productores interesados en proteger su grano de manera efectiva y sostenible.
En el marco del proyecto Seguridad Alimentaria y Nutricional para Comunidades Rurales del Estado de Quintana Roo, realizado en colaboración con el CIMMYT, se promueven soluciones poscosecha innovadoras que buscan garantizar que las familias y comunidades de la región tengan acceso seguro a alimentos de calidad, reduciendo las pérdidas de granos y mejorando sus ingresos.
Para conocer más sobre este proyecto, consulta nuestro boletín semanal y mantente al tanto de nuestras actualizaciones.
El técnico Omar Francisco Sánchez en un módulo poscosecha en el municipio de Pochutla, Oaxaca, México. (Foto: CIMMYT)
El técnico Omar Francisco Sánchez en un módulo poscosecha en el municipio de Pochutla, Oaxaca, México. (Foto: CIMMYT)
Imagina por un momento que, después de un intenso año de trabajo durante el cual has podido ahorrar una buena cantidad de dinero, pierdes cerca de la mitad de esos recursos logrados con tanto esfuerzo. Esta es la realidad de muchas familias agricultoras mexicanas que se enfrentan a las pérdidas poscosecha causadas, mayoritariamente, por plagas de almacén —como el gorgojo del maíz (Sitophilus zeamais) y el gorgojo del frijol (Zabrotes subfasciatus)—, causantes de pérdidas poscosecha que en zonas con clima cálido alcanzan hasta 40 %.
Las tecnologías herméticas poscosecha, como los silos metálicos herméticos y las bolsas plásticas herméticas han sido promovidas como soluciones sostenibles y libres de químicos debido a su alta efectividad. Sin embargo, su adopción enfrenta retos como costos y durabilidad.
Para evaluar la viabilidad de reutilizar bolsas herméticas para prolongar su vida útil, reducir costos e impacto ambiental, un equipo de investigadores del CIMMYT comparó la eficacia de bolsas plásticas herméticas, bolsas de plástico de ensilaje y bolsas de polipropileno en la reducción de pérdidas de almacenamiento en maíz y frijol, evaluando cuatro ciclos sucesivos.
En su intento por escapar y respirar, los insectos perforan las bolsas. En este estudio, las bolsas se repararon con cinta gris adhesiva para ductos cuando fueron perforadas por insectos para evaluar el efecto sobre la pérdida de granos al reutilizar bolsas plásticas herméticas durante ciclos de almacenamiento consecutivos. Se recopilaron datos sobre el número de agujeros por bolsa, el contenido de humedad, el daño de los insectos y la pérdida de peso de los granos antes y después de cada ciclo de almacenamiento.
“La bolsa de plástico de ensilaje fue la más afectada y tuvo que cambiarse después del segundo ciclo de almacenamiento. Las bolsas de polipropileno mostraron graves daños por insectos, alcanzando el 15.6 % durante el segundo ciclo de almacenamiento, mientras que las bolsas herméticas de distintas marcas demostraron mantener el daño por insectos por debajo del 5 %, incluso tras ser reparadas con cinta adhesiva”, señala el artículo de investigación, enfatizando que la reutilización de bolsas herméticas, además de minimizar costos, reduce el impacto ambiental, consolidándose como una tecnología eficiente para agricultores de pequeña escala.
“El estudio confirmó que las bolsas plásticas herméticas son más efectivas que las bolsas de polipropileno para minimizar las pérdidas por plagas en granos almacenados. Incluso tras perforaciones, donde las reparaciones con cinta gris adhesiva para ductos permitieron mantener su funcionalidad por al menos cuatro ciclos consecutivos”, enfatiza el equipo de investigadores.
Estas son buenas noticias para los agricultores de pequeña escala y de autoconsumo, ya que la reutilización de bolsas herméticas reduce su costo unitario y, además, la huella ambiental, por lo que capacitar a agricultores en el secado, limpieza y reparación de bolsas herméticas es clave para maximizar su vida útil.
Será muy importante que se desarrolle nueva investigación enfocada en “desarrollar bolsas herméticas biodegradables y esquemas de reciclaje. También se recomienda extender los estudios a condiciones con alta infestación previa y almacenamiento prolongado”, finaliza el equipo de investigadores del CIMMYT, recalcando que las bolsas herméticas son una solución viable, económica y sostenible para pequeños agricultores en México.
Hilario Bolio durante el taller de fabricación de silos. (Foto: Jesús López)
Hilario Bolio durante el taller de fabricación de silos. (Foto: Jesús López)
En una comunidad de la Península de Yucatán, el sonido del martilleo y el zumbido de soldaduras marcan el compás del cambio. Hilario Bolio, un herrero de Tzucacab, Yucatán, se ha convertido en un referente de la seguridad alimentaria y el uso de tecnologías sustentables gracias a su participación en una red de herreros impulsada por el CIMMYT y potenciada por iniciativas como Seguridad alimentaria y nutricional para comunidades rurales del Estado de Quintana Roo, proyecto de la Agencia de Seguridad Alimentaria de Quintana Roo (ASAQROO) y el CIMMYT.
Recientemente, Hilario participó como capacitador en un taller para la fabricación de silos metálicos herméticos, una tecnología que permite reducir significativamente las pérdidas poscosecha, mismas que llegan a ser de hasta el 40 % en lugares cálidos, afectando seriamente la disponibilidad de alimentos para las familias.
Así, con la intención de mejorar la seguridad alimentaria de las familias productoras, este curso tuvo como objetivo formar a una nueva generación de herreros comprometidos con el bienestar de sus comunidades. “La capacitación en tecnologías herméticas no solo garantiza granos más sanos y seguros, sino que también reduce el uso de pesticidas como el fosfuro de aluminio, protegiendo así la salud de las familias agricultoras”, explicó Jesús López Gómez, especialista del CIMMYT quien también participó como capacitador en el taller.
La historia de Hilario Bolio y las tecnologías herméticas poscosecha comenzó hace varios años, cuando participó en su primer curso sobre fabricación de silos en la sede global del CIMMYT en Texcoco, Estado de México. En aquel momento, era uno de los pocos participantes con un taller de herrería propio, lo que le permitió poner en práctica lo aprendido y consolidar su especialización en la fabricación de silos herméticos. Desde entonces, se ha dedicado a perfeccionar su técnica y a compartir su conocimiento con otros herreros, tanto en México, como en el extranjero.
“Domino varios oficios, entre ellos la herrería, por lo cual los silos metálicos herméticos fueron parte de mi catálogo de productos. Aparte de todas mis actividades participo como ponente para facilitar talleres, particularmente para cálculo, trazo, corte y ensamble de silos metálicos herméticos. Por esto, en 2019 facilité en dos talleres. Uno en Yucatán y otro en Laos. Y este año (2024), aquí en Chetumal, Quintana Roo».
«Me siento muy contento de participar en estos talleres que son muy importantes para que otras personas desarrollen sus habilidades y capacidades en la fabricación de estos equipos. Me siento muy afortunado al saber que los granos de maíz son almacenados en equipos que garantizan su conservación, ya que cuentan con la garantía de la hermeticidad y de esta forma se busca garantizar la salud de las familias, por eso me siento contento y agradecido de participar en esta estrategia», comenta Hilario, cuyo taller en Tzucacab es hoy un punto de fabricación y distribución clave de esta tecnología para toda la región.
El reciente curso-taller convocó a herreros de los tres estados de la Península: Yucatán, Campeche y Quintana Roo. Durante tres días, los participantes aprendieron desde los principios teóricos de la tecnología hermética hasta la fabricación práctica de silos, utilizando herramientas básicas que garantizan que el conocimiento adquirido pueda replicarse en comunidades con recursos limitados.
El taller también abordó la importancia de diversificar los servicios que los herreros ofrecen. “Queremos que ellos no solo fabriquen silos, sino que los integren como un producto más en su oferta, ampliando así las posibilidades de sus negocios y fomentando la adopción de esta tecnología en sus comunidades”, agregó Jesús López Gómez.
La actividad culminó con un ejercicio práctico donde cada equipo fabricó su propio silo, bajo la guía experta de Hilario quien, más allá de sus habilidades como herrero, se ha convertido en un líder y mentor gracias a su disposición de compartir el conocimiento. Así, sus esfuerzos por formar a nuevos fabricantes de silos no solo están transformando las cadenas poscosecha en la región, sino que también están inspirando a otros a ser parte del cambio.
“Con este taller esperamos ampliar la red de herreros y la difusión de las tecnologías herméticas poscosecha en beneficio de las comunidades rurales de Quintana Roo”, destacó Alberto Ignacio Perera Medina, Director General de la Agencia de Seguridad Alimentaria del Estado de Quintana Roo (ASAQROO).
Gracias a personas como Hilario y a iniciativas como este taller, se avanza en la consolidación de una red de innovación que impacta directamente en la seguridad alimentaria y el bienestar de las comunidades rurales de México. Este esfuerzo representa un paso importante hacia un futuro donde las soluciones sustentables sean accesibles para todos, desde el campo hasta la mesa.
Especialista en poscosecha del CIMMYT en sesiones de capacitación. (Foto: Janeth Bolaños)
Especialista en poscosecha del CIMMYT en sesiones de capacitación. (Foto: Janeth Bolaños)
En el marco de la iniciativa Soluciones Positivas para la Naturaleza, impulsada por la Alianza Bioversity y CIAT y el CIMMYT, se llevó a cabo una gira de entrega y validación de resultados de los talleres de conservación de maíces nativos en la Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia. Este evento es un paso importante en los esfuerzos para conservación de los maíces nativos y el fortalecimiento de casas de semillas.
La jornada se desarrolló en el Banco de Semillas Nativas del Pueblo Indígena Kankuamo, donde representantes de los Comités de Buen Vivir y Planeación se reunieron con agricultores locales, incluyendo mujeres y hombres dedicados al cultivo de maíces nativos y criollos. Entre los asistentes también se encontraban un profesional en agronomía, técnicos agrícolas y una estudiante de ingeniería agroforestal. Este encuentro permitió un valioso intercambio de conocimientos entre las comunidades locales y los equipos de investigación del CIMMYT y la Corporación colombiana de investigación agropecuaria, Agrosavia.
Durante el evento, se entregaron equipos para la conservación de las semillas, como determinadores de humedad, zarandas, envases de vidrio y plástico, y contenedores herméticos. Estos recursos permitirán a las comunidades mejorar sus prácticas de almacenamiento y preservación de maíces nativos, garantizando así su viabilidad a largo plazo.
Una parte destacada de la jornada fue el conversatorio, donde los asistentes discutieron y practicaron métodos alternativos para determinar la humedad del grano, como el uso de sal, comparándolo con el equipo electrónico especializado. A través de este ejercicio, los participantes pudieron evaluar la efectividad de ambas técnicas y reconocieron que el método de la sal es útil para determinar si el grano está lo suficientemente seco para su conservación.
Recuperar las semillas propias y multiplicarlas fue una de las expectativas compartidas por el coordinador de la Guardia Indígena, quien subrayó la importancia de esta labor para la comunidad. Además, una participante expresó que el banco de semillas debe ser «una escuela de puertas abiertas» para que el conocimiento se multiplique entre mujeres, hombres y niños, y las semillas se conserven no solo en la tierra, sino también en la memoria colectiva.
Al final de la jornada, se destacó la importancia de replicar las prácticas aprendidas entre los miembros del banco de semillas, quienes son aproximadamente 100 personas. «Si le damos el valor real a la semilla con el aprendizaje, comentando las experiencias tradicionales, hablando de momentos de siembra, cosecha y semillas con los hermanos agricultores que conforman el Banco de Semillas, logramos extender los saberes, que las buenas prácticas de conservación se mantengan«, mencionaron los participantes.
“Recuperar las semillas es importante para el hoy y para el mañana”, enfatizó uno de los agricultores participantes, resaltando el valor fundamental que tiene la preservación de las semillas para las generaciones futuras.
Así, este encuentro no solo subraya la importancia de los bancos de semillas para los pueblos indígenas, sino también su relevancia para la biodiversidad y la sostenibilidad del mundo. Como menciona una de las integrantes del Comité de Planeación, «este conversatorio es una iniciativa útil para impulsar los bancos de semilla y una necesidad para los pueblos indígenas y para el mundo«.
Con estas actividades, la iniciativa Soluciones Positivas para la Naturaleza continúa avanzando en su misión de preservar la biodiversidad del maíz, garantizando que el conocimiento ancestral perdure y se enriquezca con nuevas herramientas y tecnologías basadas en ciencia.
Capacitación en poscosecha. (Foto: Francisco Alarcón / CIMMYT)
Capacitación en poscosecha. (Foto: Francisco Alarcón / CIMMYT)
La poscosecha se refiere al conjunto de técnicas y procesos utilizados para preservar y manejar los productos agrícolas después de su cosecha, con el fin de mantener su calidad y prolongar su vida útil. Este es un aspecto crucial en la cadena de suministro agrícola que juega un papel fundamental en la seguridad alimentaria, la economía y el medioambiente.
La poscosecha desempeña un papel fundamental en la garantía de la seguridad alimentaria al reducir las pérdidas y desperdicios de alimentos. Se estima que aproximadamente un tercio de todos los alimentos producidos a nivel mundial se pierden o desperdician cada año, y una parte significativa de estas pérdidas ocurre durante la etapa de poscosecha debido a la falta de infraestructura adecuada, técnicas inadecuadas de manejo y almacenamiento, y problemas de transporte.
Además de contribuir a la seguridad alimentaria, la poscosecha también tiene un impacto económico significativo. La implementación de prácticas adecuadas de poscosecha puede ayudar a los agricultores a obtener mejores precios por sus productos al mantener su calidad y prolongar su vida útil. Esto a su vez puede mejorar los ingresos de los agricultores y fortalecer la economía local y nacional.
Si bien la poscosecha es un proceso muy amplio, los agricultores que buscan comenzar a implementar buenas prácticas poscosecha pueden iniciar con estas recomendaciones iniciales:
Con respecto al almacenamiento, especialistas en poscosecha de CIMMYT señalan que en la actualidad existen diversas herramientas y técnicas que pueden mejorar significativamente la eficiencia y la calidad en este proceso. Entre estas tecnologías destacan los sistemas de atmósfera controlada, como las bolsas plásticas herméticas y los silos metálicos herméticos.
Las tecnologías herméticas destacan porque permiten eliminar el uso de pastillas de fosfuro de aluminio que regularmente se colocan en los costales llenos de granos, pero que representan un grave riesgo a la salud humana.
Una alternativa de almacenamiento hermético es el uso de envases de PET, bajo ciertas condiciones pues, para darles un uso adecuado como contenedores de semillas, previamente se debe realizar una inspección y verificar que tanto el recipiente como la tapa (esta debe conservar en buen estado —preferentemente— el sello plástico que normalmente tiene) estén en óptimas condiciones para seguir brindando hermeticidad.
Las tecnologías herméticas poscosecha y las buenas prácticas poscosecha son parte de las innovaciones que se contemplan en el marco del proyecto Seguridad alimentaria y nutricional para comunidades rurales del Estado de Quintana Roo, impulsado por el gobierno de Quintana Roo y CIMMYT.
Capacitación en manejo poscosecha de granos en el InnovaHub Oriente de Honduras. (Foto: InnovaHub Honduras)
Capacitación en manejo poscosecha de granos en el InnovaHub Oriente de Honduras. (Foto: InnovaHub Honduras)
Las leguminosas son plantas pertenecientes a la familia Fabaceae o Leguminosae, una de las más grandes y diversificadas del reino vegetal. Esta familia incluye una amplia gama de plantas, desde árboles y arbustos hasta hierbas. Las leguminosas se caracterizan principalmente por su capacidad de fijar nitrógeno atmosférico y producir frutos en forma de vainas que contienen semillas. Entre las más conocidas están los frijoles, los chícharos, las lentejas y las habas, pero también son leguminosas árboles como las jacarandas o las acacias.
En la agricultura, las leguminosas son fundamentales por varias razones, “ya sea que las utilicemos como cobertura de suelo, fijadoras de nitrógeno, forraje para ganado o algunas para consumo humano, las leguminosas se adaptan bien a suelos pobres y funcionan como elemento esencial de la diversificación de cultivos, o bien, para hacer barbechos mejorados”, comenta José Francisco Guillén Álvarez, quien forma parte del equipo técnico del InnovaHub Oriente de Honduras.
Proyecto para producción de semilla con productores de ARSAGRO. (Foto: Edy Rafael López / InnovaHub Oriente de Honduras)
El InnovaHub Oriente de Honduras articula los esfuerzos de un conjunto de organizaciones y actores relacionados con los sistemas agroalimentarios a fin de impulsar la innovación y la sustentabilidad del campo hondureño en el marco de AgriLAC Resiliente, iniciativa impulsada por CGIAR a través de centros de investigación científica internacionales como la Alianza Bioversity-CIAT (ABC), con sede en Colombia, y CIMMYT, con sede en México.
Las leguminosas, particularmente ciertas variedades de frijoles, forman parte sustancial de la dieta de los hondureños, ya que son una fuente rica en proteínas, fibra, vitaminas y minerales esenciales. No obstante, uno de los desafíos de los productores es la conservación del grano, ya que las condiciones climáticas favorecen la aparición de plagas de almacén.
Para brindar alternativas que no requieren plaguicidas, recientemente especialistas de CIMMYT impartieron la capacitación Manejo poscosecha de granos básicos en las oficinas de ARSAGRO —una de las organizaciones que colabora en el InnovaHub Oriente—, en Danlí, El Paraíso.
“El objetivo de esta capacitación fue desarrollar capacidades y habilidades en los técnicos para implementar y difundir prácticas y tecnologías poscosecha sustentables en su región. Abordamos el sistema poscosecha, plagas y daños causados, así como métodos de control en campo y almacén. También realizamos prácticas de acondicionamiento de grano, clasificación de daños y humedad y el uso de tecnologías herméticas”, detalla Rodolfo Vilchis, especialista en poscosecha del Hub Chiapas de CIMMYT.
Especialista en poscosecha de CIMMYT durante capacitación en manejo poscosecha de grano. (Foto: InnovaHub Oriente Honduras)
Además del manejo poscosecha, a través de AgriLAC Resiliente se impulsan otras acciones clave donde las leguminosas tienen un rol protagónico: desde la producción de semilla y fertilización adecuada hasta la implementación de camas permanentes —una forma de minimizar la labranza para favorecer la estructura del suelo— y pruebas de calidad en frijol, destaca Edy Rafael López, del equipo técnico del InnovaHub Oriente, quien además destaca el papel de variedades de frijol que se adaptan a condiciones climáticas difíciles, como el frijol Rojo Chortí, desarrollado y validado por instituciones de investigación hondureñas como una respuesta ante la intensificación de fenómenos climatológicos extremos.
El potencial de las leguminosas es amplio. Orson Hernández, también del equipo técnico del InnovaHub Oriente, por ejemplo, las ha incorporado en sus trabajos con agricultores para retener el suelo y retomar su función como cultivos de cobertura porque además las leguminosas mejoran la estructura del suelo y reducen la necesidad de fertilizantes químicos.
Participantes graduados del curso Bases para un buen manejo poscosecha para productores de pequeña y mediana escala. (Foto: José Luis Zambrano)
Organizadores y graduados del curso Bases para un buen manejo poscosecha para productores de pequeña y mediana escala. (Foto: José Luis Zambrano)
Con la participación de 51 inscritos provenientes de México, Guatemala, Colombia, Perú, Ecuador y Argentina, tuvo lugar del 15 de noviembre al 31 de diciembre de 2023 el curso en línea Bases para un buen manejo poscosecha para productores de pequeña y mediana escala, apoyado por el proyecto TechMaíz del Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (CYTED) e impartido a través de la plataforma CIMMYT Academy.
Ahora una nueva cohorte de 10 profesionales y técnicos —mujeres y hombres— toman la posta para llevar el mensaje de mejores prácticas a los agricultores de la región.
“De ahí la importancia de aprovechar la oferta de abordar el reto desde el surco, a través de un curso donde vimos temáticas como el grano y su calidad, sistemas poscosecha, insectos y hongos en granos almacenados, tecnologías de almacenamiento y sistemas de innovación en CIMMYT. Esto nos permitirá ser capaces de interpretar los fundamentos teóricos y metodológicos del manejo poscosecha de granos, y lo que es más importante aún, transmitir estos conocimientos y prácticas a los agricultores en nuestros países”, resaltó José Luis Zambrano, Coordinador de la Red Latinoamericana del Maíz y del proyecto TechMaíz (CYTED).
El contenido del curso fue desarrollado por Sylvanus Odjo, especialista en poscosecha de CIMMYT, y fue implementado de manera asincrónica, es decir, los contenidos de los módulos estaban disponibles todo el tiempo “lo cual demanda disciplina y constancia para invertir horas de capacitación, lectura y aprobar pruebas”, señaló Suelen Torres, coordinadora de Capacitación. “Pero valió la pena” indicó Javier Garófalo, investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias de Ecuador (INIAP) Ecuador “pues nos permitió conocer una plataforma novedosa y útil como es CIMMYT Academy que nos permitió adquirir conocimiento y técnicas nuevas con las que esperamos mejorar nuestro trabajo y llegar con mejores tecnologías a los agricultores de la región”.
Por su parte, Manuel Guzmán, investigador de la Corporación colombiana de investigación agropecuaria AGROSAVIA, considera que “la temática abordada en este curso es un punto clave en la cadena de producción de maíz, bien sea para la producción de semilla, venta o autoconsumo. Las pérdidas de grano que se generan a partir de la cosecha impactan negativamente la seguridad alimentaria de la población más vulnerable. Se resalta la actualización en técnicas prácticas, sustentables y de inmediata aplicación en el campo, permitiendo optimizar la producción. En América Latina nos encontramos grandes desafíos relacionados con el clima y las condiciones de almacenamiento. Los aprendizajes de este curso nos permitirán implementar medidas inmediatas para reducir las pérdidas poscosecha y mejorar la calidad del maíz en el mercado”.
Para Silvina Fariza, Investigadora del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Argentina, es claro que “hoy nos encontramos en un momento bisagra, con enormes desafíos ambientales, con grandes desórdenes climáticos siendo la producción y el almacenamiento fuertemente afectadas. Los aprendizajes de este curso nos permitirán implementar medidas inmediatas para reducir las pérdidas poscosecha y mejorar la calidad del maíz”.
“Aún estamos en el primer trimestre de 2024 y ya tenemos buenas noticias para fortalecer esta comunidad de práctica y aprendizaje que es la Red Latinoamericana del Maíz” destaca Zambrano al anunciar que el Ministerio de Agricultura Ganadería y Alimentación de Guatemala (MAGA), a través del Instituto de Ciencia y Tecnología Agrícolas (ICTA), CIMMYT y el Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (CYTED), a través del Proyecto Tech Maíz, realizarán la XXV Reunión Latinoamericana de Maíz, bajo el lema “IXIM: Maíz, lo que sustenta la vida” en la ciudad de Flores, Petén, del 13 al 16 de agosto de 2024.
Esto sin perder de vista que para el segundo semestre del año se abrirá una nuevo curso en línea en CIMMYT Academy, esta vez sobre Introducción al Manejo Agroecológico de Plagas.