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¿Cómo gestionar de forma sostenible las enfermedades transfronterizas y las plagas de los cultivos?

En nuestro mundo hiperconectado, no debería sorprendernos que los últimos años hayan mostrado un aumento importante en la propagación de plagas y enfermedades transfronterizas. Los enfoques integrados han resultado eficaces para gestionar de forma sostenible estas amenazas que traspasan fronteras para los medios de vida y la seguridad alimentaria de los agricultores.

Sin embargo, un enfoque verdaderamente integrado explica no solo la “cura”, sino también cómo se puede incorporar de manera sostenible al sistema agroalimentario y al panorama social. Por ejemplo, ¿cómo sabemos si los agricultores que adoptan semillas resistentes a enfermedades y plagas podrán obtener mejores ingresos? ¿Y cómo nos aseguramos de que los incentivos se alineen con las normas y valores de la comunidad para permitir una mejor adopción de enfoques integrados de manejo de plagas o enfermedades?

Expertos de todo el sistema de investigación del CGIAR y sus socios hablaron sobre este tema en el reciente webinario sobre Manejo integrado de plagas y enfermedades, el tercero de la serie de webinarios del Año Internacional de la Sanidad Vegetal. Los panelistas compartieron valiosas perspectivas sobre la ciencia de los brotes, las dimensiones sociales del control de plagas y enfermedades de los cultivos, el riesgo de enfermedades zoonóticas y cómo las organizaciones nacionales, regionales y mundiales pueden coordinar mejor sus respuestas.

“La combinación de la ciencia, asociaciones globales y conocimiento nos ayuda a todos a estar mejor preparados para evitar las pérdidas que hemos visto. Hoy, observaremos cómo luce esto en la práctica”, dijo Rob Bertram, científico de la Oficina de Resiliencia y Seguridad Alimentaria de USAID, y moderador del evento.

Participantes del webinario sobre manejo integrado de plagas y enfermedades. (Foto: CIMMYT)
Participantes del webinario sobre manejo integrado de plagas y enfermedades. (Foto: CIMMYT)

Entendiendo las fuentes

El maíz y el trigo, los cultivos clave estudiados en el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) no son ajenos a las enfermedades o plagas destructivas, con el gusano cogollero, el brusone de trigo o la necrosis letal del maíz encabezando la lista. Pero otros cultivos básicos y sus respectivas economías también están sufriendo — por las infestaciones de la raya marrón de la yuca, el nematodo del quiste de la papa, el tizón de la hoja de taro, la langosta del desierto o la marchitez por fusarium.

¿Cuáles son las razones de la expansión de estos brotes? B.M. Prasanna, director del Programa Global de Maíz del CIMMYT, explicó que hay varias: «Las semillas o el material de siembra infectados, el movimiento de vectores, la gran capacidad migratoria, el equipo de campo contaminado, las prácticas de comercialización inadecuadas de producción de cultivos y el tráfico aéreo y marítimo mundial» son todas las causas principales.

La prevención y control de enfermedades y plagas requiere una estrategia integral que movilice sinergias de múltiples instituciones. (Gráfico: B.M. Prasanna/CIMMYT)
La prevención y control de enfermedades y plagas requiere una estrategia integral que movilice sinergias de múltiples instituciones. (Gráfico: B.M. Prasanna/CIMMYT)

Siempre es mejor prevenir los brotes que luchar para encontrar una cura, pero como señaló Prasanna, esto requiere una estrategia holística y multiinstitucional que incluya vigilancia y alerta temprana, regulaciones fitosanitarias y de cuarentena, y soluciones tecnológicas. Un mejor acceso a los datos de monitoreo y vigilancia, y equipos de diagnóstico sensibles, fáciles de usar y asequibles son esenciales, al igual que el despliegue proactivo de variedades de cultivos resistentes.

Crear conciencia sobre el manejo integrado de enfermedades y plagas es igualmente importante, dijo a los asistentes. “Debemos recordar que MIP no es solo un Manejo Integrado de Plagas, sino también integrar la mentalidad de las personas’. Ese sigue siendo un gran desafío. Necesitamos pensar más allá de nuestras disciplinas e instituciones limitadas y realmente unirnos para poner soluciones de MIP en los campos de los agricultores”, dijo Prasanna.

No todos los brotes son iguales, pero las lecciones se pueden compartir

Regina Eddy, coordinadora del Grupo de Trabajo del Gusano Cogollero en USAID, trabaja en estrecha colaboración con el complejo tema del escalamiento en lo que respecta a la respuesta a desastres y los roles de las organizaciones nacionales, regionales y globales.

“Necesitamos desarrollar plataformas inclusivas de socios interesados, no diseñadas ‘para ellos’, sino ‘con ellos’”, dijo Eddy. “No podemos abordar solos los problemas de seguridad alimentaria. Punto final».

Cerrando la brecha entre la ciencia social y la biofísica

Nozomi Kawarazuka, antropóloga social del Centro Internacional de la Papa (CIP) explicó cómo los investigadores pueden mejorar la aceptación de su nueva semilla, innovación o práctica agronómica al involucrar a los científicos sociales para que comprendan las normas de género y el panorama social al comienzo del proyecto, en la fase de evaluación inicial.

Kawarazuka destacó cómo la participación de mujeres expertas y extensionistas en sectores que suelen estar dominados por hombres ayuda a reducir los prejuicios y cambia las percepciones.

“En el sur de Asia, las agricultoras dudan en comprometerse con los extensionistas del gobierno”, dijo. “Las mujeres expertas y trabajadoras de extensión reducen esta barrera. La diversidad social y de género en el sector de la sanidad vegetal es un punto de entrada para desarrollar innovaciones que sean aceptables tanto para mujeres como para hombres y ayuda a ampliar la adopción de innovaciones en la comunidad.

Dimensiones sociales y de género del control de plagas y enfermedades: un llamado a la colaboración (Gráfico: Nozomi Kawarazuka/CIP)
Dimensiones sociales y de género del control de plagas y enfermedades: un llamado a la colaboración (Gráfico: Nozomi Kawarazuka/CIP)

El mundo observa la agricultura y la ganadería

Las enfermedades zoonóticas son causadas por patógenos que se propagan entre los animales y las personas. Comprender el riesgo de las enfermedades zoonóticas es un tema esencial y oportuno en la discusión del manejo integrado de plagas. Las malas prácticas de manejo del ganado, la falta de conocimiento general sobre enfermedades y las prácticas de manipulación de alimentos inseguras pero comunes ponen en riesgo a las poblaciones.

“Es especialmente oportuno [tener esta] discusión sobre zoonosis en nuestro planeta plagado de COVID. El mundo entero buscará que los sectores alimentario y agrícola mejoren su rendimiento”, dijo Bertram.

Annet Mulema, científica social y de género del Instituto Internacional de Investigación Ganadera (ILRI), describió los resultados de un estudio que muestra cómo las conversaciones comunitarias transformaron las relaciones de género y el riesgo de enfermedades zoonóticas en las zonas rurales de Etiopía, donde el 80% de la población depende de la agricultura y tiene contacto directo con ganado.

“Hubo cambios notables en la actitud y las prácticas entre hombres y mujeres con respecto al manejo inseguro de los animales y el consumo de alimentos de origen animal”, explicó Mulema. “Las conversaciones comunitarias dan voz a hombres y mujeres involucrados, permite que se expresen y discutan una variedad de ideas, conduce a la propiedad comunitaria de las conclusiones y planes de acción, y abre canales de comunicación entre los proveedores de servicios locales y los miembros de la comunidad”.

Proporción de mujeres y hombres que practican el manejo seguro de ganado y alimentos de origen animal, antes y después de la intervención de conversación comunitaria. (Gráfico: Annet Mulema/ILRI)
Proporción de mujeres y hombres que practican el manejo seguro de ganado y alimentos de origen animal, antes y después de la intervención de conversación comunitaria. (Gráfico: Annet Mulema/ILRI)

De lo local a lo global y de lo global a lo local

Los panelistas coincidieron en que mejorar la capacidad es la forma más poderosa para avanzar en los enfoques de manejo integrado de plagas y sanidad vegetal, mientras que las asociaciones conectadas e inclusivas a lo largo de la cadena de valor hacen que todo el sistema sea más resistente. La cantidad de conocimiento científico sobre las formas de combatir las plagas y enfermedades de las plantas está aumentando, y tenemos nuevas herramientas para conectar lo global con lo local y llevar este conocimiento al nivel de la comunidad.

El cuarto y último webinario del CGIAR sobre sanidad vegetal está programado para el 31 de marzo y se centrará en la salud interseccional de las personas, los animales, las plantas y sus entornos en un enfoque de “One Health”.

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¿Cómo implementar Manejo Agroecológico de Plagas en tu parcela?

A finales de 2020, a través de MasAgro Guanajuato —programa de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) de Guanajuato y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—, 152 productores, técnicos, investigadores y comunidad estudiantil de México y el extranjero tomaron el curso “Manejo Agroecológico de Plagas para una Agricultura Sustentable”.

Debido a la contingencia sanitaria, el curso se realizó a distancia y solo fue posible transmitirlo en redes sociales y en pequeñas sedes en el estado de Guanajuato. Esta situación, sin embargo, hace posible que ahora las ponencias y el video sean puestos a disposición de todas aquellas personas —particularmente de El Bajío— que estén interesadas en conocer e implementar el Manejo Agroecológico de Plagas, un sistema que busca disminuir el uso de pesticidas potencialmente dañinos para la salud humana.

El doctor Fernando Bahena, investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP); el ingeniero Bladimir Bernabé, de MasAgro Guanajuato; y el ingeniero Helios Escobedo de la Red_InnovAC, fueron los especialistas que impartieron el curso, abordando temas como las alternativas agroecológicas para el manejo de las principales plagas en El Bajío, la sustitución de plaguicidas altamente peligrosos, el papel de los insectos benéficos y las observaciones sobre el parasitismo natural, así como el uso de extractos vegetales y bioracionales como parte del Manejo Agroecológico de Plagas.

En el video del curso se incluye el bloque destinado a la resolución de dudas de los participantes, quienes se mostraron interesados particularmente en el uso adecuado y sustitución de plaguicidas. De hecho, el curso concluyó con la presentación de un amplio abanico de alternativas para la sustitución de plaguicidas a fin de lograr una producción más sustentable, rentable y benéfica para la salud del productor. 

Consulta o descarga las ponencias y el video aquí: Manejo agroecologico de plagas para una Agricultura Sustentable.

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Mejor prevenir que lamentar

“En años recientes se ven más plagas. Antes era poco común que los cultivos sufrieran tanto daño, y ahora vemos que en los años en que la sequía se hace presente, las plagas aumentan”, es uno de los comentarios de los productores del municipio de Guachochi, Chihuahua, que participó en uno de los talleres de identificación y manejo de plagas de maíz impartidos durante 2020 por el Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico (CIDET), en el marco del programa MasAgro.

MasAgro es un programa de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) que, entre diversas prácticas sustentables, promueve el Manejo Agroecológico de Plagas como una alternativa para que los productores cuiden su salud (al minimizar el uso de sustancias potencialmente dañinas), tengan ahorros en sus costos de producción y, adicionalmente, se adapten a las nuevas circunstancias climáticas que están favoreciendo la incidencia de plagas. 

Con la guía de los especialistas del CIDET y mediante el uso de memoramas y recorridos en campo, los productores de Guachochi conocieron la amplia variedad de plagas del maíz que existen. En las parcelas visitadas, el gusano cogollero (Spodoptera frugiperda) resultó la plaga más frecuente del maíz pues, además de larvas, se observaron varias plantas con daños causados por este insecto. 

El gusano cogollero es una especie originaria de América, pero que accidentalmente llegó a África en 2016, a Asia en 2019 y más recientemente a Australia. En suma, se trata de una plaga de gran importancia a nivel global pues una infestación no controlada llega a ocasionar reducciones del rendimiento de hasta 60% (Inecol, 2020).  

Para evitar daños económicos debido a esta plaga, Reginaldo Loya Moreno, especialista del CIDET, compartió con los productores algunas formas sustentables para mantenerla por debajo del umbral de daño económico, como el uso de extractos vegetales y la instalación de trampas con feromonas que han demostrado ser una herramienta de gran utilidad para el control del gusano cogollero. 

Si deseas saber cómo funcionan y cómo instalar este tipo de trampas, te compartimos este breve manual: Manejo agroecológico de gusano cogollero: feromonas.

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Con enfoques agroecológicos, rarámuris hacen frente al cambio climático en Chihuahua

El cambio climático es una realidad preocupante para Chihuahua. Desde hace una década, diversos análisis han mostrado que hay una tendencia significativa de la disminución de frío en el periodo invernal, es decir, que la temperatura en diversas zonas del estado se ha elevado consistentemente (INIFAP, 2011). 

En años recientes el cambio climático ha afectado drásticamente los cultivos de temporal en la Sierra de Chihuahua: las precipitaciones, que han sido muy escasas e irregulares, han provocado una tendencia a la baja en los rendimientos de los cultivos y, al mismo tiempo, ha favorecido las condiciones para la incidencia de plagas en los cultivos, sobre todo en el maíz —el aumento de la temperatura favorece el crecimiento y la distribución de muchas especies de plagas—.

Para promover acciones que le permitan a los productores locales adaptarse y mitigar los efectos del cambio climático, durante el año pasado se establecieron módulos o parcelas demostrativas en diferentes comunidades de la Sierra de Chihuahua. En el municipio de Guachochi, por ejemplo, se instalaron trampas con feromonas para monitorear al gusano cogollero (Spodoptera frugiperda) y así evitar el uso de productos agresivos con el medioambiente.

Durante 90 días se monitoreó cada uno de los módulos instalados. La captura máxima durante ese periodo fue de 458 palomillas y  la mínima de 276. Las variedades de maíz sembradas en los módulos fueron maíces nativos como Amarillo, Cristalino de Chihuahua y maíz Blanco, variedad en la que se observó la mayor cantidad de palomillas capturadas.

Ante los resultados, las familias de la comunidad rarámuri que participaron en la instalación y monitoreo de los módulos mostraron gran interés en seguir implementando estas prácticas sustentables, mencionando que “así se puede evitar, desde que el maíz está pequeño, que la plaga ataque los cultivos, sobre todo en los años más secos que es cuando mayor problema dan”. 

Además, para estas familias, los enfoques agroecológicos que promueve el Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico (CIDET) en colaboración con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) evitan que se usen productos potencialmente dañinos para la salud humana (son más costosos) y para el medioambiente. 

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Maíz teotihuacano: sabor y sustentabilidad

México.- Con más de 90 años de operaciones ininterrumpidas, el restaurante La Gruta es parte de los atractivos turísticos de Teotihuacan, en el Estado de México —está ubicado atrás de la Pirámide del Sol, en una gruta de origen volcánico—, pero también es un referente de cómo la sustentabilidad en el sector restaurantero puede generar cambios sociales positivos. 

La idea generalizada de sustentabilidad en el ámbito restaurantero es hacer uso de productos locales y de temporada; sin embargo, La Gruta ha ido más allá: el chef Carlos Cedillo, director operativo del restaurante, impulsó la construcción de una huerta in situ para el entendimiento y fomento de buenas prácticas agrícolas (con la colaboración de la Universidad Autónoma Chapingo), y más recientemente desarrolló un programa para fomentar la producción y el consumo de maíz nativo en el Valle de Teotihuacan, iniciativa en la que ha contado con la colaboración del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

Actualmente, La Gruta cuenta con un padrón activo de 30 productores con más de 40 hectáreas de producción de maíz nativo. El restaurante apoya a los agricultores locales con asesoría gratuita (desde la siembra hasta la poscosecha), aprovechando y rescatando en el proceso los conocimientos tradicionales de los productores, los cuales se han fortalecido con el conocimiento científico que los especialistas del CIMMYT comparten con ellos en esta iniciativa que busca asegurar que el maíz con el que se preparan los platillos de La Gruta fue cultivado con las mejores prácticas agronómicas.

Uno de los aspectos más importantes del proyecto es la calidad de la producción. Para esto ha sido fundamental adoptar las tecnologías adecuadas para minimizar el daño por plagas de almacén y hongos. Las tecnologías poscosecha, como los silos metálicos herméticos y el uso de cal micronizada, han sido clave para que los agricultores que participan en el proyecto aseguren que el maíz teotihuacano que se consume en La gruta sea de la más alta calidad. De hecho, esto contribuyó a que el restaurante haya sido distinguido a nivel internacional por sus prácticas sustentables.

Cabe mencionar que esta iniciativa ha propiciado que el tejido social de la comunidad se fortalezca: ante fenómenos como la migración y el abandono del campo que son palpables en Teotihuacan, los jóvenes de la localidad comienzan a ver que el campo es una opción económica viable y rentable para ellos y sus familias, pero también que el cultivo sustentable del maíz se puede reflejar en la mesa de los comensales, contribuyendo a la valorización de la cultura local y de la Agricultura Sustentable.



Este ejemplo de “sustentabilidad a la mesa” fue el motivo de la conversación entre el chef Carlos Cedillo y el doctor Sylvanus Odjo —coordinador de Poscosecha del CIMMYT— durante la quinta sesión de la jornada de conversatorios Platiquemos de Maíz, un esfuerzo conjunto de la Fundación Tortilla y el CIMMYT para acercar el conocimiento científico a la sociedad. Las sesiones se transmiten todos los martes (hasta el 1 de diciembre) a las 6 pm a través de la página de Facebook de Fundación Tortilla y el canal de YouTube CIMMYTCAP.

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Ayudan a prevenir desastres desde sus parcelas

Cecilia Guadalupe Nepamuceno, revisando las trampas con feromonas para el monitoreo del Agrotis ipsilon en Turicuaro, Mpio., de Nahuatzen Michoacán. (Foto: José Isidro Nepamuceno Reyes)
Cecilia Guadalupe Nepamuceno, revisando las trampas con feromonas para el monitoreo del Agrotis ipsilon en Turicuaro, Mpio., de Nahuatzen Michoacán. (Foto: José Isidro Nepamuceno Reyes)

Michoacán.- El 13 de octubre de cada año se conmemora el Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres. La pandemia por COVID-19 hace que esta fecha adquiera particular relevancia y que la sociedad se encuentre más sensibilizada sobre la necesidad de implementar estrategias basadas en evidencia científica que incluyan acciones en áreas como el uso de la tierra, la salud, la educación, la sustentabilidad medioambiental, la energía, la adaptación al cambio climático y, por supuesto, la agricultura.

¿Por qué es importante prevenir riesgos desde la agricultura? Como ejemplo se pueden mencionar casos recientes (2016) en los que, tras su paso por los cultivos de Benín, Camerún, República Democrática del Congo, Etiopía, Ghana, Malawi, Mozambique, Nigeria, Uganda, Tanzania, Zambia y Zimbabue, un pequeño insecto ocasionó pérdidas estimadas entre 2.5 y 6.2 mil millones de dólares, dejando a las comunidades de estos países en grave riesgo de padecer hambre por la pérdida de los cultivos.

Ese pequeño, pero devastador insecto, es el gusano cogollero (Spodoptera frugiperda). Aunque es una plaga que ataca principalmente al maíz, se puede alimentar de más de 80 especies de plantas, por lo que es crucial controlarlo desde que es detectado en las parcelas. Además, es importante hacerlo mediante prácticas de bajo impacto ambiental, pues el uso excesivo e inadecuado de pesticidas tiene diversas consecuencias, entre ellas la contaminación de cuerpos de agua.

En la Meseta Purépecha, en Michoacán —por ejemplo—, se ha identificado que muchos productores de maíz tienen bajos rendimientos debido a la incidencia de plagas, pero la mayoría de ellos desconoce los posibles daños a la salud a los que están expuestos de forma inmediata o a largo plazo debido al mal uso y manejo de los plaguicidas.

Para prevenir desastres locales y a gran escala, el Instituto Nacional de Investigaciones, Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) promueven el Manejo Agroecológico de Plagas, capacitando a técnicos y productores con una visión integral de todo el agroecosistema para no generar desequilibrios al erradicar al gusano cogollero (y otras plagas), sino usar la biodiversidad funcional para controlar la población de ese insecto y que así no cause daños económicos.

La Meseta Purépecha es una región boscosa con gran número de especies nativas. Sin embargo, la modernización de la región y la intrusión del comercio ilegal de madera han provocado, entre otras cosas, la desaparición de los bosques y consigo la diversidad de insectos y plantas. Para evitar que los productores locales apliquen pesticidas potencialmente tóxicos se han hecho demostraciones en campo sobre el uso de feromonas sexuales para el gusano cogollero y el gusano cortador (Agrotis ipsilon).

Compartiendo estos conocimientos con los productores (y sus familias, particularmente niños y jóvenes) de la Meseta Purépecha se busca que esta zona se mantenga libre de pesticidas tóxicos. Además, se ha promovido el uso de plantas para controlar plagas, como el chicalote (Argemone mexicana), la higuerilla (Riccinus communis), el “paraíso” (Melia azedarach), la ortiga (Urtica L.), el toloache (Datura ferox), entre otras (algunas endémicas de la región).

También se promueve la diversificación de cultivos como una alternativa tanto para mejorar suelos erosionados, como para atraer insectos benéficos (parasitoides y depredadores que son enemigos naturales del gusano cogollero y otras plagas). Algunos de ellos son ebo, girasol, canola, garbanzo, grass pea, lenteja y haba.

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Jamal conquistó sus sueños a través del cultivo de maíz

Cuando hablamos del impacto de la investigación agrícola, a menudo nos basamos en métricas numéricas: el porcentaje de aumento en el rendimiento, el porcentaje de disminución en la pérdida de cultivos, las tasas de adopción, etcétera. Para los agricultores, sin embargo, el impacto puede ser mucho más difícil de reducir. Escondidas detrás de cada tabla estadística hay historias reales de sueños frustrados o cumplidos, de personas comunes que intentan sobrevivir y prosperar.

Un nuevo video educativo escenifica poderosamente este punto a través de la historia de Jamal Mia y su hija Rupa. Los sueños de Jamal de tener una casa y ver a Rupa en la universidad se ven amenazados cuando su cosecha de maíz es atacada por el gusano cogollero. Un encuentro con un profesional de extensión agrícola pone a Jamal en el camino correcto para abordar la infestación, salvar su cosecha y asegurar el bienestar de su familia.

 

El video fue desarrollado por el CIMMYT con el apoyo del Departamento de Extensión Agrícola de Bangladesh y el Instituto de Investigación de Trigo y Maíz de Bangladesh (BWMRI, en inglés), como parte de un proyecto titulado «Lucha contra el gusano cogollero en Bangladesh». Con el apoyo de la iniciativa Feed the Future de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) y la Universidad Estatal de Michigan, este proyecto liderado por el CIMMYT trabaja en sinergia con la Iniciativa para los Sistemas de Producción de Cereales en el Sur de Asia (CSISA, en inglés) y con socios nacionales para mitigar el impacto de esta plaga invasora en los medios de vida de los pequeños agricultores.

El video fue filmado en el distrito de Dinajpur, Bangladesh, y está disponible en bengalí con subtítulos en inglés.

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Engañando al gusano cogollero

El gusano cogollero (Spodoptera frugiperda) puede disminuir la producción de maíz hasta 50%, por lo que es una de las principales plagas de este cultivo (aunque también se ha detectado que afecta al frijol, cebolla, alfalfa, tomate, pepino, entre otros cultivos). El daño característico de esta plaga consiste en cortaduras en la base de la plántula (justamente arriba del suelo); no obstante, sus hábitos han ido cambiado y actualmente puede barrenar el tallo y alimentarse de las espigas y del elote.

El uso intensivo de ciertos plaguicidas para el control del gusano cogollero puede ocasionar que este se vuelva resistente a esos productos, además de que esta forma de control tiene un impacto ambiental negativo. Por esta razón es fundamental brindar a los productores alternativas que sean adecuadas para el manejo de la plaga y que además sean accesibles económicamente.

Ya que los machos adultos de la plaga (palomillas) se caracterizan porque usan la comunicación química para localizar a la hembra en el proceso de apareamiento (pueden rastrear a la hembra incluso a una distancia de 11 kilómetros), el uso de feromonas sexuales (sustancias que la hembra secreta para atraer al macho) permite manejar de mejor forma las poblaciones de gusano cogollero y minimizar el impacto ambiental.

Las trampas con feromonas son parte del llamado Manejo Agroecológico de Plagas (MAP), el cual no busca exterminar, sino mantener las poblaciones de insectos plaga por debajo del umbral económico de daños. Por esta razón se requiere determinar cuándo hay una mayor población de adultos.

Ya que los picos poblacionales pueden ser distintos para cada región, en la plataforma de investigación Moyoapan Grande, en Coscomatepec, Veracruz, la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad Veracruzana y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) han realizado estudios para conocer cómo es el crecimiento poblacional de machos de gusano cogollero empleando trampas con feromonas para su control.

Entre los resultados que se han obtenido destaca que el uso de trampas con feromonas en el cultivo de maíz permitió disminuir la incidencia del gusano cogollero desde la primera fecha de muestreo (figura 1). Asimismo, los estudios han permitido conocer fauna insectil asociada al cultivo de maíz en el área de estudio (zona central del estado de Veracruz), ayudando a determinar el tipo de plagas potenciales para la agricultura local.

 

Figura 1. Machos de S. frugiperda capturados del 29 de abril al 20 de junio de 2019

Por: Arcimiro Vargas, Pablo Meza, Juan Del Rosario, Otto Raúl Leyva, Miguel Merino, Joaquín Murguía, Miguel Cebada, José Luis Del Rosario, María Elena Galindo, Axel Hernandéz, Ricardo Serna, Carlos Llarena, (Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias, Universidad Veracruzana), con la colaboración del productor José Antonio Cárdenas.

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Agricultura Sustentable al pie del cerro Tetakawi

Etchojoa, Son.- El cerro Tetakawi está cerca del poblado Buaysiacobe, en Sonora. Al pie de esta peculiar formación rocosa, el productor David Rochín Ley ha encontrado en la Agricultura de Conservación una solución a diversas dificultades que se le presentaban al cultivar trigo y soya.

David Rochín preside el consejo directivo de la Unión de Crédito Agrícola del Mayo (Ucamayo) —organización a la que está agremiado desde hace varios años— y explica que el poco margen de tiempo que se tiene entre las trillas del cultivo de trigo y la siembra de soya limita considerablemente el establecimiento del cultivo dentro de las fechas autorizadas por el Comité Estatal de Sanidad Vegetal de Sonora, que van del 1 al 31 de mayo.

Las fechas de siembra oficialmente recomendadas tienen un propósito: evitar las siembras tardías, debido a que propician la infestación de plagas (como la mosquita blanca, que limita considerablemente el rendimiento) y —además— hacen que la cosecha coincida con la época de lluvias y ciclones, lo cual pone en riesgo la recolección del cultivo.

Ante estas limitaciones, el productor buscó alternativas y rompió paradigmas al implementar la Agricultura de Conservación (sistema sustentable que tiene como componentes básicos la cobertura del suelo, la diversificación de cultivos y el mínimo movimiento del suelo). Ya lleva dos ciclos agrícolas estableciendo soya en seco con este sistema de producción y ha obtenido buenos resultados.

Actualmente, busca mejorar sus prácticas y, de hecho, ha adaptado su maquinaria para realizar la siembra en seco. De acuerdo con el productor, ese método de siembra —con el cual las semillas se colocan más profundamente que en la siembra normal para poder sembrar antes de que lleguen las lluvias— le ha traído diversos beneficios, aunque aún sigue trabajando para mejorar algunos aspectos.

El productor comenta que su experiencia con la Agricultura de Conservación ha sido buena y que el estrés hídrico del cultivo de soya se ha reducido considerablemente gracias a la cobertura del suelo (con la paja del cultivo anterior). También destaca que con Agricultura de Conservación la incidencia de plagas (como la mosquita blanca) ha sido notoriamente baja en comparación con la labranza convencional.

Para David Rochín, las innovaciones agrícolas que ha implementado implican una #AgriculturaConCiencia y un aprendizaje continuo: sigue perfeccionando sus equipos de siembra; cada vez hace labores de cultivo más apropiadas; ha optimizado sus fechas de siembra; busca establecer nuevos cultivos; y —sobre todo— ha bajado sus costos de producción debido a que ha reducido el laboreo de la tierra y ahora hace un uso más eficiente del agua, lo cual es una ventaja ante los altos precios de los insumos (como el diésel, los fertilizantes y el agua).

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Cruzando los límites

Disclaimer: Las opiniones expresadas en este artículo son las de los autores y no reflejan necesariamente la política oficial o la posición del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

La vida cotidiana, tal como la conocemos, se ha detenido y los científicos de cultivos están reflexionando sobre los siguientes pasos a tomar frente a la crisis global del COVID-19. Hans Braun, Director del Programa Global de Trigo en el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y del Programa de Investigación de Trigo del CGIAR (WHEAT), se une a nosotros en una charla virtual para discutir la necesidad de una mayor inversión en la investigación de enfermedades de los cultivos, ya que el mundo corre el riesgo de una crisis de seguridad alimentaria.

¿Qué ha aprendido de su trabajo con diversas enfermedades del trigo que podemos tomar como aprendizaje en estos momentos?

Las epidemias del trigo se remontan a los tiempos bíblicos. Los científicos del trigo ahora creen que los «siete malos años» de cosecha de Egipto a los que se hace referencia en la Biblia se debieron a un brote de roya del tallo.

Sabemos lo que sucede cuando tenemos una epidemia de cultivos: las enfermedades pueden acabar por completo con la cosecha. He visto a agricultores pararse frente a sus campos de trigo, pero no hay un solo grano dentro de las espigas. Todo debido al brusone del trigo.

Hay muchos problemas paralelos que veo con el brote de COVID-19.

Los modelos epidemiológicos para humanos que vemos hoy en día tienen mucho en común con la epidemiología vegetal. Por ejemplo, si tenemos un campo de trigo sembrado con una variedad que es resistente a la roya y después se obtiene una espora que muta y vence la resistencia —como el COVID-19 vence el sistema inmunológico humano— toma alrededor de dos semanas para que esporule de nuevo y produzca millones de mutaciones. Esporulan una vez más y obtenemos miles de millones y billones de esporas. Posteriormente, los campos de trigo a nivel local, nacional y, en el peor de los casos, regional se dañan gravemente y en el peor de los casos van a morir.

El problema es que, dado que no podemos poner en cuarentena al trigo, si el clima es favorable, estas esporas volarán a todas partes y —al igual que con el COVID-19— no necesitan pasaporte para viajar.

¿Podría darnos más detalles al respecto? ¿Cómo pueden globalizarse las enfermedades del trigo?

Por lo general, toma alrededor de 5 años, a veces menos, que una mutación en una espora de roya supere la resistencia de una variedad de trigo. De vez en cuando, vemos epidemias de roya que cubren toda una región. Para monitorear este movimiento, la Iniciativa Mundial Borlaug Contra la Roya de la Universidad de Cornell y el CIMMYT, financiada por la Fundación Bill & Melinda Gates y el Ministerio de Desarrollo Internacional del Reino Unido (DFID, en inglés), estableció un sistema global de monitoreo de roya que proporciona datos en tiempo real sobre los movimientos de las esporas.

Por ejemplo, si hay una nueva raza de roya del tallo en Yemen, y en Yemen el trigo madura de manera temprana, y posteriormente, los agricultores queman la paja, su acción «empuja» las esporas hacia el aire, lo que les permite ingresar y cubrir de 2 000 a 5 000 kilómetros en muy poco tiempo. Las personas que ingresaron a un campo de trigo infectado también pueden llevar consigo esporas en la ropa o en los zapatos. Tomemos a Australia, por ejemplo, que tiene leyes de cuarentena muy estrictas. Está rodeado por el mar y, aun así, eventualmente, obtienen las nuevas razas de roya que vuelan alrededor o vienen con los viajeros. Uno simplemente no puede evitarlo.

Stem rust resistant (left) and susceptible (right) wheat plants at the stem rust phenotyping facility in Njoro, Nakuru County in Kenya. (Photo: Joshua Masinde/CIMMYT)
Plantas de trigo resistentes a la roya del tallo (izquierda) y susceptibles (derecha) en la instalación de fenotipado de roya del tallo en Njoro, condado de Nakuru en Kenia. (Foto: Joshua Masinde/CIMMYT)

¿El cambio climático podría exacerbar la propagación de las enfermedades de los cultivos?

Sí, el clima y su variabilidad tienen mucho que ver con eso. Por ejemplo, en el caso de la roya amarilla, lo que es extremadamente importante es el tiempo que transcurre de esporulación a esporulación. Tomemos una espora de roya. Germina, crece, se multiplica y posteriormente, una vez que está lista, se dispersa para infectar las plantas. De una dispersión a la siguiente, se necesitan aproximadamente dos semanas.

En las últimas décadas, en particular para la roya amarilla, las nuevas razas están mejor adaptadas a las altas temperaturas y se multiplican más rápido. En un artículo de Nature, mostramos que hace 30 años la roya amarilla no estaba presente en las Grandes Llanuras de los Estados Unidos. Hoy, es la enfermedad de trigo más importante en la zona. Entonces, realmente hay algo que está sucediendo y cambiando y es por eso que estamos tan preocupados por las nuevas razas de enfermedades del trigo cuando surgen.

¿Qué podría tomar de esto un epidemiólogo especializado en virus humanos?

Bueno, creo que los epidemiólogos saben muy bien lo que sucede en un caso como el del virus del COVID-19. Los ciudadanos comunes ahora también comienzan a comprender qué es una pandemia y qué significa su crecimiento exponencial.

Tal vez deberíamos preguntarnos qué pueden aprender los responsables políticos sobre el COVID-19 para prevenir epidemias de plantas. Cuando se trata de epidemias, lo que se aplica a los humanos se aplica a las plantas. Si hay una nueva raza de una determinada enfermedad en un cultivo, en ese momento, la planta no tiene un mecanismo de defensa, como los humanos en el caso del COVID-19, porque no hemos desarrollado ninguna inmunidad. Mientras que en los países desarrollados los agricultores pueden usar productos químicos para controlar las enfermedades de las plantas, los agricultores de escasos recursos no tienen esta opción, debido a la falta de acceso o porque la protección de las plantas no se ha registrado en su país.

Además de esto, nuestras líneas de trabajo comparten un sentido de urgencia. Si ocurre el «día del juicio final», será demasiado tarde para reaccionar. En la actualidad, con una pandemia humana, las personas están preocupadas por la cadena de suministro desde el procesamiento de alimentos hasta el supermercado. Pero si tenemos una epidemia en las plantas, entonces no tenemos la cadena de suministro desde el campo hasta la industria de procesamiento de alimentos. Y si la gente no tiene nada para comer, saldrán a las calles y veremos violencia. Simplemente, no podemos dejar esto de lado.

¿Qué otras lecciones pueden tomar los responsables políticos y otras partes interesadas de la crisis actual?

El mundo necesita aprender que no podemos usar la economía como base para la investigación de enfermedades. Necesitamos prever mejor lo que podría suceder.

Tomemos el ejemplo del brusone del trigo, una enfermedad devastadora que puede destruir la espiga de trigo y que inicialmente se limitó a América del Sur. La enfermedad llegó a Bangladesh en 2016 y causó un pequeño daño económico, tal vez una pérdida de 30 000 toneladas en un área geográfica pequeña, una pequeña fracción de la producción nacional pero un desastre para el pequeño agricultor, que por lo tanto habría perdido toda su cosecha de trigo. La enfermedad ahora se controla con productos químicos. Pero, ¿qué pasa si se desarrolla resistencia química y la enfermedad se propaga a los 10 millones de hectáreas en las llanuras indogangéticas de la India y el sur de Pakistán. Improbable, pero, ¿y si sucede?

La agricultura representa el 30% del PIB mundial y el dinero de la investigación [destinado a la agricultura] y en comparación con otras áreas es pequeño. A nivel mundial, solo el 5% de la I+D se invierte en investigación para el desarrollo relacionado con la agricultura. ¡Qué discrepancia! Un millón de dólares estadounidenses invertidos en investigación sobre el brusone del trigo es muy útil y, si no se hace, se corre el riesgo de un desastre.

Si el desastre del COVID-19 tiene algún lado negativo, es de esperar que nuestros gobiernos se den cuenta de que tienen que desempeñar un papel mucho más serio en muchas áreas, en particular la salud pública y el control de enfermedades en humanos, pero también en plantas.

Un informe de Lloyd concluyó que una crisis alimentaria global podría ser causada por los gobiernos que toman medidas de aislamiento para proteger a sus propios países. Me preocupa que a medida que la crisis del COVID-19 continúe, los gobiernos detendrán las exportaciones como lo hicieron algunos durante la crisis de precios de los alimentos de 2008, y después, incluso si hay suficiente comida, el escenario de 2008 podría volver a ocurrir y los precios de los alimentos aumentarán, con un impacto desastroso en la vida de los más pobres.

Este artículo fue publicado originalmente por el Programa de Investigación de Trigo del CGIAR (WHEAT): Crossing boundaries: looking at wheat diseases in times of the COVID-19 crisis

Foto de portada: Hans Braun, Director del Programa Global de Trigo en el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), inspecciona las plantas de trigo en los invernaderos. (Foto: Alfonso Cortés/CIMMYT)