Categorías
Reportajes

Abriendo Camino: Isaiah Nyagumbo avanza en tecnologías climáticamente inteligentes para mejorar los sistemas agrícolas de los pequeños agricultores

La mayoría de los pequeños agricultores del África subsahariana dependen de la agricultura de secano para alimentar a sus familias. Sin embargo, se enfrentan cada vez más a desafíos inducidos por el clima que obstaculizan la producción y el rendimiento de los cultivos.

En los últimos años, la evidencia de patrones variables de lluvia, temperaturas más altas, calidad del suelo agotada e infestaciones de plagas destructivas como el gusano cogollero causan desequilibrios en el ecosistema más amplio y presentan un panorama sombrío para los agricultores.

Abordar estos diversos desafíos requiere un conjunto de habilidades únicas que se encuentran en el rol del agrónomo de sistemas.

Isaiah Nyagumbo se unió al Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) en 2010 como Agrónomo de Sistemas de Cultivo. Trabajando en el programa de Intensificación Sustentable, Nyagumbo se ha dedicado a desarrollar tecnologías de agricultura de conservación para sistemas agrícolas a pequeña escala.

“Una característica única de los agrónomos de sistemas”, explica Nyagumbo, “es la necesidad de comprender y abordar de manera integral los diversos desafíos que enfrentan los hogares agrícolas y su entorno agroecológico y socioeconómico. Necesitan tener una comprensión decente de las facetas que hacen que el desarrollo tecnológico se produzca sobre el terreno”.

“Esta comprensión, combinada con habilidades técnicas y agronómicas, permite a los agrónomos de sistemas innovar en torno al aumento de la productividad, la rentabilidad y las prácticas agrícolas eficientes, y fortalecer la capacidad de los agricultores para adaptarse a los desafíos cambiantes, en particular los relacionados con el cambio climático y la variabilidad”, menciona Nyagumbo.

Isaiah Nyagumbo stands next to a field of maize and pigeon pea. Currently, Nyagumbo’s research seeks to better understand the resilience benefits of cereal-legume cropping systems and how different planting configurations can help to improve system productivity. (Photo: CIMMYT)
Isaiah Nyagumbo junto a un campo de maíz y guandú. Actualmente, la investigación de Nyagumbo busca comprender mejor los beneficios de resiliencia de los sistemas de cultivo de cereales y leguminosas y cómo las diferentes configuraciones de siembra pueden ayudar a mejorar la productividad del sistema. (Foto: CIMMYT)

Adquiriendo conocimientos especializados

Criado por padres que se desempeñaban como maestros y agricultores comerciales a pequeña escala, Nyagumbo estuvo expuesto a la realidad de producir cultivos para obtener alimentos e ingresos mientras ayudaba con las actividades agrícolas en su casa rural en Dowa, Rusape, noreste de Zimbabue. Esta experiencia dio forma a su decisión de estudiar una licenciatura en agricultura con especialización en ciencias del suelo en la Universidad de Zimbabue y una maestría en ingeniería de suelos y aguas en Silsoe College, Cranfield University, en el Reino Unido.

Entre 1989 y 1994, Nyagumbo trabajó con empresas del sector público y privado en Zimbabue investigando cómo desarrollar sistemas de labranza de conservación en el sector de la agricultura a pequeña escala, que en ese momento se enfocaba en reducir la degradación de la tierra inducida por la erosión del suelo.

A través del desarrollo y aprendizaje participativo de la tecnología, Nyagumbo desarrolló una pasión por interactuar estrechamente con los pequeños agricultores de las zonas comunales de Zimbabue, ya que se dio cuenta de que los enfoques de transferencia de tecnología tenían limitaciones al ampliar la escala de las tecnologías. Procedió a estudiar para su doctorado en 1995, enfocándose en la conservación del agua y la recarga acuífera subterránea bajo diferentes tecnologías de labranza.

Al finalizar su doctorado, Nyagumbo comenzó a dar clases en la Universidad de Zimbabue en 2001, en el Departamento de Ciencias del Suelo e Ingeniería Agrícola, una ruta que abrió oportunidades de colaboración con socios internacionales clave, incluido el CIMMYT.

“Así es como comencé mi trabajo con el CIMMYT, como colaborador e implementando conjuntamente ensayos en el campo sobre agricultura de conservación y ampliando el alcance hacia tecnologías agrícolas climáticamente inteligentes”, recuerda Nyagumbo.

Cuando surgió la oportunidad de incorporarse al CIMMYT en 2010, Nyagumbo se dio cuenta de que “era la organización adecuada para mí, impulsando la agenda de sostenibilidad y enfocándose en mejorar la productividad de los pequeños agricultores”.

Resultados climáticamente inteligentes

Cropping systems agronomist Isaiah Nyagumbo inspects a maize ear at the Chimbadzwa plot in Ward 4, Murewa, Zimbabwe. (Photo: CIMMYT)
El agrónomo de sistemas de cultivo Isaiah Nyagumbo inspecciona una mazorca de maíz en la parcela de Chimbadzwa en el distrito 4, Murewa, Zimbabue. (Foto: CIMMYT)

Los proyectos como SIMLESA muestran los resultados de prácticas de intensificación y tecnologías climáticamente inteligentes destinadas a mejorar los sistemas agrícolas de los pequeños agricultores en el este y sur de África.

Un estudio mostró que cuando se aplican principios de agricultura de conservación como labranza mínima, rotación, acolchado y cultivos intercalados, se pueden lograr aumentos de rendimiento que oscilan entre el 30 y el 50%”, comenta Nyagumbo.

Otra publicación reciente demostró que la superioridad del rendimiento del maíz de los sistemas de agricultura de conservación era mayor en condiciones de poca lluvia, mientras que las condiciones de mucha lluvia deprimían estas ventajas de rendimiento.

Además, los estudios que abarcan el este y el sur de África también mostraron cómo las características de drenaje de los suelos afectan el desempeño de las tecnologías de agricultura de conservación. “Si tenemos suelos que están mal drenados, la diferencia de rendimiento entre las prácticas agrícolas convencionales y la agricultura de conservación tiende a disminuir, pero si los suelos están bien drenados, se observan márgenes más altos del rendimiento de agricultura de conservación”.

Actualmente, los esfuerzos de investigación de Nyagumbo en varios países del este y sur de África buscan comprender mejor los beneficios de resiliencia de los sistemas de cultivo de cereales y leguminosas y cómo las diferentes configuraciones de siembra pueden ayudar a mejorar la productividad del sistema.

«En este momento, estoy centrado en comprender mejor la ‘inteligencia climática’ de las tecnologías de intensificación sustentable».

En Malawi, Nyagumbo es parte de un equipo que evalúa la utilidad de diferentes prácticas agronómicas y métodos autóctonos para controlar el gusano cogollero en sistemas basados ​​en maíz. El gusano cogollero ha sido una plaga problemática, especialmente para el maíz en las últimas cuatro o cinco temporadas en África, y es importante para los agricultores de la región encontrar soluciones rentables.

Se prevé que los esfuerzos futuros se centren más en la integración de cultivos y ganado e investigarán cómo las variedades de maíz densas en nutrientes recientemente desarrolladas pueden contribuir a mejorar la alimentación del ganado en las regiones áridas y semiáridas de Zimbabue.

Compartiendo resultados

Otra aspiración importante para Nyagumbo es la generación de publicaciones para compartir los resultados emergentes y las experiencias obtenidas de su investigación con socios y el público en general. Trabajando en colaboración, Nyagumbo ha publicado más de 30 artículos basados ​​en un extenso trabajo de investigación.

“A través de la política de intercambio de datos promovida por el CIMMYT, tenemos tantos datos generados en los cinco países del proyecto SIMLESA que ahora están disponibles para el público en general”, dice Nyagumbo.

Si bien las experiencias con el COVID-19 han cambiado las condiciones de trabajo y han restringido los viajes, Nyagumbo cree que «mediante el uso de plataformas virtuales y las TIC todavía podemos lograr mucho y mantenernos en contacto con nuestros socios y agricultores de la región».

En general, está interesado en el impacto. «La mayor recompensa para mí es ver a los agricultores felices y transformados, y saber que mi papel está marcando una diferencia en los medios de vida de los agricultores».

See our coverage of World Food Day 2020.
Vea nuestra cobertura del Día Mundial de la Alimentación 2020.
Categorías
Noticias

Hans Braun recibe el prestigioso Premio Norman Borlaug por su trayectoria en la investigación del trigo

Hans-Joachim Braun, director of CIMMYT's Global Wheat Program, speaks at the 8th International Wheat Conference in 2010. Braun has dedicated nearly four decades to wheat research. (Photo: Petr Kosina/CIMMYT)
Hans-Joachim Braun, director del Programa Global de Trigo del CIMMYT, habla en la 8ª Conferencia Internacional del Trigo en 2010. Braun ha dedicado casi cuatro décadas a la investigación del trigo. (Foto: Petr Kosina/CIMMYT)

Hans Braun, director del Programa Global de Trigo en el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), recibió el Premio Norman Borlaug a la Trayectoria 2020 por casi cuatro décadas de investigación sobre trigo. Recibió el premio el 9 de octubre de 2020, durante el taller técnico virtual de la Iniciativa Mundial Borlaug Contra la Roya (BGRI por sus siglas en inglés).

“Descansamos sobre los hombros de muchas personas poderosas que nos han precedido”, dijo Ronnie Coffman, vicepresidente de BGRI, al dirigirse a una audiencia mundial de científicos y agricultores de trigo mientras entregaba el premio a cuatro personas. «Cada una de estas personas ha contribuido a la mejora del trigo y los medios de vida de los pequeños agricultores de formas importantes y duraderas».

Responsable de la dirección técnica y la implementación del Programa Global de Trigo en el CIMMYT y el Programa de Investigación de Trigo del CGIAR (WHEAT), Braun dirige y administra un equipo de 40 científicos internacionales que desarrollan germoplasma de trigo. Este germoplasma se distribuye a unos 200 cooperadores en países productores de trigo de todo el mundo y es responsable de que las variedades derivadas se cultiven en más del 50% de la superficie de trigo de primavera en los países en desarrollo.

With the Norman Borlaug Lifetime Achievement Award, the BGRI community honors four individuals who have been integral to the initiative. (Photo: BGRI)
Con el Premio Norman Borlaug a la Trayectoria, la comunidad de BGRI honra a cuatro personas que han sido parte integral de la iniciativa. (Foto: BGR

Un logro de vida

“En sus 35 años en el CIMMYT, Hans se ha familiarizado con todos los principales sistemas de cultivo basados ​​en trigo en el mundo desarrollado y en desarrollo”, dijo Coffman, quien llamó a Braun un colaborador importante y amigo cercano.

«Hans fue parte integral de los esfuerzos de BGRI para evitar que la roya Ug99 y las razas relacionadas eliminaran gran parte del 80% del trigo del mundo que era susceptible cuando se identificó por primera vez en 1999», explicó Coffman. Él “ha sido un socio integral en el desarrollo e implementación de los proyectos de Investigación de la Roya de Trigo (DRRW) y Obtención de Ganancias Genéticas en el Trigo (DGGW)”.

Braun pronunció un discurso de apertura aceptando el premio y discutiendo el brillante futuro del trigo, a pesar de los muchos desafíos que se avecinan.

“El futuro del mejoramiento del trigo en los países en desarrollo permanece bajo la responsabilidad de las organizaciones e instituciones públicas. Es primordial que compartamos germoplasma, información y conocimiento abiertamente”, dijo.

Hizo hincapié en la necesidad de «mantener al rebaño unido» y mantener asociaciones globales sólidas.

Braun también señaló la importancia de seguir mejorando el contenido nutricional, crecer dentro de los límites planetarios y tomar en serio las preferencias de los agricultores. Destacó la capacidad excepcional del CIMMYT como uno de los programas de mejoramiento de trigo más grandes e impactantes del mundo, y alentó a los socios nacionales a continuar su estrecha colaboración.

Recordó lo que Norman Borlaug le dijo en 2004, cuando se convirtió en director del Programa Global de Trigo: «Hans, tengo confianza en que puedes dirigir el programa y siempre te ayudaré».

«Me gustaría agradecer a todas las personas con las que he cooperado durante cuatro décadas y quienes contribuyeron a fortalecer el programa del CIMMYT», concluyó Hans. «Confío en que la comunidad mundial del trigo continuará desarrollando las variedades que los agricultores necesitan para alimentar a 10 mil millones».

Esta nota se publicó en el blog de BGRI y en el sitio web de WHEAT.

Para más información sobre los otros científicos distinguidos que reciben este premio y los resultados del taller técnico visite el sitio web de BGRI.

Categorías
Noticias

Honrando la vida y el legado de Donald Winkelmann

Donald L. Winkelmann, Director General of CIMMYT from 1985 to 1994. (Photo: CIMMYT)
Donald L. Winkelmann, Director General del CIMMYT de 1985 a 1994. (Foto: CIMMYT)

Con tristeza informamos del sensible fallecimiento de Donald Winkelmann, Director General del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) de 1985 a 1994.

Durante su mandato, el CIMMYT se expandió notablemente y obtuvo el reconocimiento como centro de investigación comprometido con el desarrollo agrícola sostenible. Winkelmann negoció con éxito el estatus definitivo del CIMMYT como organización internacional pública.

Winkelmann llegó al CIMMYT en 1970, como el primer economista del Centro, para dirigir y coordinar lo que se convirtió en una serie histórica de estudios de adopción de las tecnologías emergentes del maíz y el trigo del CIMMYT. Estableció el programa de Economía del CIMMYT en 1980 y fue su primer director.

En su primer discurso como Director General, enfatizó que, al competir contra las «nuevas fuerzas» y los cambios tecnológicos “la vieja personalidad del CIMMYT debe perdurar: el compromiso con la excelencia y la acción, y con el ideal de hacer las cosas mejor.»

Winkelmann fue nombrado para un segundo mandato como Director General por el Consejo Directivo en 1990.

El 23 de noviembre de 1994 recibió la Orden del Águila Azteca — la más alta distinción otorgada a un extranjero por el Gobierno de México. Durante la ceremonia de entrega, el Subsecretario de Relaciones Exteriores de México, el Embajador Andrés Rozenthal, destacó tres etapas de las contribuciones de Winkelmann a México. En primer lugar, como profesor visitante de economía en el Colegio de Postgraduados (1966-1971), donde ayudó a formar a economistas agrícolas mexicanos con nuevas herramientas y metodologías. En segundo lugar, como fundador y director del programa de Economía del CIMMYT (1971-1985), donde abordó temas como la investigación en explotación agrícola y los estudios de ventajas comparativas, generó metodologías de investigación y llevó a cabo talleres de capacitación en economía agrícola. Por último, como Director General del CIMMYT (1985-1994), donde contribuyó a fortalecer la colaboración entre el CIMMYT y las instituciones de investigación mexicanas, y trabaja en la asignación de recursos para la investigación, la planificación estratégica y los impactos de la investigación.»

Después de retirarse del CIMMYT en noviembre de 1994, Winkelmann asumió la presidencia del Comité Asesor Técnico del CGIAR.

La comunidad del CIMMYT envía sus más sinceras condolencias a la familia Winkelmann.

Categorías
Reportajes

Abriendo Camino: Jordan Chamberlin explora con avidez los cambiantes paisajes de África

El África subsahariana está experimentando importantes transformaciones, como el cambio climático, el crecimiento de la población, la urbanización y los flujos migratorios y el crecimiento de las tecnologías digitales. ¿Qué podemos decir sobre las probables trayectorias de desarrollo en las que se encuentran las economías rurales africanas y las implicaciones para los hogares agrícolas pobres? Estas son preguntas centrales para Jordan Chamberlin, economista del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) en Kenia.

El escritorio de Chamberlin está cubierto de pantallas repletas de números, complejas ecuaciones matemáticas y vistas aéreas de paisajes africanos. Combina el análisis microeconómico tradicional con habilidades de modelado geoespacial para estudiar algunas de las formas en que se están produciendo las transformaciones rurales. En esta era de macrodatos, examina la gran cantidad de conjuntos de datos espaciales y socioeconómicos para explorar las relaciones entre los impulsores del cambio y el bienestar de los pequeños agricultores, y en ocasiones, revela conocimientos sorprendentes sobre cómo están evolucionando las comunidades rurales de África.

“¿Las granjas comerciales son buenas o malas para los pequeños agricultores vecinos? ¿Qué hogares pueden beneficiarse de los mercados de tierras rurales en rápida evolución en África? ¿Qué impulsa la migración entre zonas rurales? Estos son algunos ejemplos de las preguntas complejas pero cada vez más importantes que informan cómo entendemos la evolución de los sistemas agroalimentarios en los países en desarrollo,” explica Chamberlin. «Afortunadamente, también tenemos cada vez más acceso a nuevos datos que nos ayudan a explorar estos problemas.»

Además de los conjuntos de datos de encuestas de hogares — el pan de cada día de los científicos sociales — los investigadores de hoy en día también pueden aprovechar un conjunto de datos geoespaciales en constante expansión que nos ayudan a contextualizar mejor las decisiones que toman los pequeños agricultores.

Chamberlin cita el trabajo actual, que busca comprender los comportamientos de adopción de insumos a través de una mejor medición de los contextos biofísicos y de marketing en los que operan las pequeñas granjas. “La evidencia sugiere que las bajas tasas de uso de fertilizantes inorgánicos por parte de los pequeños agricultores se deben en parte a los bajos rendimientos esperados de tales inversiones,” explica, “que son el resultado de respuestas agronómicas específicas del sitio, la incertidumbre de las lluvias, la variación en las relaciones de precios insumo-producto y otros factores.»

Cada vez somos más capaces de controlar esos factores de forma explícita, uno de los artículos recientes de Chamberlin muestra la importancia del carbono orgánico del suelo para el rendimiento económico de las inversiones en fertilizantes en Tanzania en función de la región. «Después de todo, a los agricultores no estan interesados en los rendimientos por el bien de los rendimientos; hacen inversiones agronómicas sobre la base de cómo esas inversiones afectan su bienestar económico.»

Mejores datos y modelos pueden ayudar a explicar por qué los agricultores a veces no adoptan tecnologías que generalmente consideramos rentables. Una de sus líneas de investigación busca modelar mejor la distribución espacial de los precios del mercado rural.

Jordan Chamberlin (left) talks to a farmer in Ethiopia’s Tigray region in 2019, while conducting research on youth outmigration from rural areas. (Photo: Jordan Chamberlin)
Jordan Chamberlin (izquierda) habla con un agricultor en la región de Tigray en Etiopía en 2019, mientras realiza una investigación sobre la emigración de jóvenes de áreas rurales. (Foto: Jordan Chamberlin/CIMMYT)

El viaje de un economista espacial en la Tierra

Desde su experiencia como voluntario del Cuerpo de Paz en Paraguay, donde trabajó como especialista en apicultura, Chamberlin supo que quería pasar su vida profesional trabajando con pequeños agricultores. Quería comprender mejor cómo se lleva a cabo el desarrollo rural y cómo las políticas y las inversiones pueden ayudar a los hogares rurales a mejorar su bienestar.

En pos de estos intereses, su viaje académico lo llevó de la antropología a la geografía cuantitativa, antes de llevarlo a la economía agrícola. “Si bien mi interés fundamental por el desarrollo rural no ha cambiado, las herramientas analíticas que he preferido han evolucionado a lo largo de los años y mi formación refleja esa evolución,” comenta.

Junto con sus intereses de investigación, siempre le ha apasionado trabajar con instituciones dentro de los países donde se ha centrado su investigación. Mientras trabajaba con el Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI en inglés) en Etiopía, ayudó a establecer un laboratorio de SIG orientado a las políticas en el Instituto de Investigación para el Desarrollo de Etiopía (EDRI). Años más tarde, como parte de su trabajo con la Universidad Estatal de Michigan, se desempeñó como director de desarrollo de capacidades en el Instituto de Investigación de Política Agrícola de Indaba (IAPRI), una organización de investigación de Zambia sin fines de lucro. Chamberlin continúa sirviendo como asesor externo en los comités de doctorado y considera que la tutoría es una parte clave de sus compromisos profesionales.

Se incorporó al CIMMYT en la oficina de Etiopía en 2015 como economista espacial, parte del grupo de prospectiva y ex ante del Programa de Socioeconomía.

Como parte de su cartera de investigación, explora el papel de las nuevas tecnologías, las fuentes de datos y los métodos de extensión en el escalamiento de las tecnologías de producción. En el marco del proyecto Tomando la Agronomía del Maíz a Escala en África (TAMASA en inglés), un área en la que ha estado trabajando es cómo podemos mejorar el diseño de las herramientas de asesoramiento agronómico específicas de la región. Trabajando con la herramienta Nutrient Expert, desarrollada por el Instituto Africano de Nutrición Vegetal (APNI), él y su equipo de investigación han llevado a cabo ensayos de control aleatorios en Etiopía y Nigeria para evaluar los impactos de tales herramientas de apoyo a la toma de decisiones en las inversiones de los agricultores y los resultados de productividad. Descubrieron que tales herramientas parecen contribuir a aumentar la productividad, aunque el diseño de las herramientas es importante; por ejemplo, los agricultores nigerianos eran más propensos a aceptar recomendaciones agronómicas específicas cuando dicha información iba acompañada de información sobre la incertidumbre de los rendimientos financieros.

Jordan Chamberlin (center) talks to colleagues during a staff gathering in Nairobi. (Photo. Joshua Masinde/CIMMYT)
Jordan Chamberlin (centro) habla con sus colegas durante una reunión de personal en Nairobi. (Foto: Joshua Masinde/CIMMYT)

Replanteamiento creativo

Si bien la cartera de investigación de Chamberlin es diversa, una característica en común es el impulso de utilizar nuevos datos y herramientas para orientar mejor cómo se asignan los recursos de desarrollo.

“Dada la escasez de recursos disponibles para los gobiernos y sus socios, es importante tener bases empíricas sólidas para la asignación de estos recursos. Dentro del CIMMYT, veo mi rol como parte de un equipo multidisciplinario cuyo objetivo es generar dicha orientación empírica,” dice.

Esta investigación también contribuye a un mejor diseño de las políticas de desarrollo agrícola.

“Aunque muchos de los temas de investigación que aborda mi equipo no son áreas tradicionales de énfasis dentro del trabajo socioeconómico del CIMMYT, espero que estemos demostrando el valor de un pensamiento amplio sobre cuestiones de desarrollo, que son de fundamental importancia para uno de nuestros principales grupos: los pequeños agricultores de los sistemas agrícolas de maíz y trigo de la región.»

Categorías
Reportajes

Abriendo Camino: Erick Ortiz Hernández innova soluciones regionales para generar un mayor impacto

El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) opera las actividades de 11 hubs —nodos de innovación— en México respaldados por una cartera de proyectos incluyendo MasAgro. Estos hubs están perfectamente definidos por las condiciones agroecológicas del territorio en el que se encuentran y su objetivo principal es la gestión de la innovación enfocada en sistemas agroalimentarios sostenibles y resilientes.

El Hub Bajío —que comprende los estados de Guanajuato, Michoacán y Querétaro— es dirigido por Erick Ortiz Hernández, quien, a través de la gestión integrada, busca mejorar la calidad de vida de los agricultores trabajando mano a mano con una gran red de actores promoviendo y validando tecnologías sustentables y escalables.

En 2010, Ortiz Hernández se unió al CIMMYT como colaborador en el estado de Michoacán, donde trabajaba como instructor de capacitaciones y certificaciones para técnicos, y en la gestión de módulos y plataformas del proyecto MasAgro. Esa experiencia le permitió convertirse en el gerente del Hub de la Península de Yucatán en 2015, y después de trabajar durante tres años en estado de Guanajuato, recientemente tomó el puesto de gerente del Hub Bajío.

Originario de una comunidad rural de menos de mil habitantes en el estado de Puebla, Ortiz Hernández estuvo en constante contacto con la agricultura desde temprana edad. Sin embargo, considera que la decisión de dedicar su carrera al sector agrícola no fue algo planeado, ya que al ingresar a la ingeniería en agronomía de la Universidad Autónoma Chapingo —la máxima casa de estudios agrícolas en México— notó lo identificado e interesado que estaba en la fitotecnia, eligiéndola como su especialidad.

«Como estudiante de Chapingo, sabes que el CIMMYT es una de las instituciones de investigación más importantes no solo en México, sino a nivel internacional,” comenta Ortiz Hernández. “La realidad es que, cuando yo recién egresé de la universidad, nunca me hubiera imaginado que podría ser parte de este gran equipo.”

Sostenibilidad a la medida

Actualmente, Ortiz Hernández coordina y gestiona la operación de distintos proyectos en el Hub Bajío, tanto en el sector público, como privado. Todos estos proyectos operan bajo los mismos objetivos: monitorear y atender las actividades en la cadena de valor para mejorar los sistemas de producción, producir más con menos mediante prácticas de agricultura de conservación y de precisión, y lograr una vinculación exitosa con el mercado.

Uno de estos proyectos es Cultivando un México Mejor de HEINEKEN México, en el cual, a través de la investigación generada por el CIMMYT y la implementación de mejores prácticas de manejo, se exploran los requerimientos para el cuidado del agua empleada en los procesos diarios de cultivo.

Estas acciones son de suma importancia, ya que cada año se desgastan los mantos freáticos de la región debido al uso desmedido del agua donde aproximadamente el 80% del consumo de este recurso natural es destinado a las actividades agrícolas.

Ortiz Hernández explica que la producción de un kilo de trigo en la región requiere en promedio 1,500 litros de agua. No obstante, él y su equipo han demostrado que pueden reducir el consumo de agua de un 30 a 50% implementando prácticas que permiten el ahorro del agua sin disminuir los rendimientos e idealmente, con costos de producción bajos.

Ortiz Hernández en un cultivo de cebada en el que se implementan practicas sostenibles y climáticamente inteligentes en Guanajuato, México. (Foto: Francisco Alarcón/CIMMYT)

Vinculación para el éxito

El Hub Bajío también gestiona MasAgro Guanajuato, el programa de colaboración entre el gobierno de Guanajuato y el CIMMYT, cuyo objetivo es apoyar el mejoramiento tecnológico de la producción agroalimentaria tradicional para implementar acciones de diagnóstico, diseño, validación, demostración e inducción al uso de innovaciones tecnológicas sostenibles.

Una de las situaciones actuales que enfrenta este programa es que los productores de la zona realizan la fertilización en los cultivos al voleo o dejan el fertilizante sobre la superficie, lo que resulta en un aprovechamiento ineficiente del suelo. El equipo técnico de MasAgro Guanajuato identificó este problema y la posibilidad de mitigarlo, creando vínculos de colaboración con empresas líderes en la fabricación de maquinaria agrícola en el estado, para diseñar y producir una herramienta que cumple con este propósito.

“Trabajando desde lo local, logramos que los actores aporten lo que se necesita para que los agricultores tengan acceso a la tecnología adecuada,” explica Ortiz Hernández. “Lo que esperamos con este tipo de proyectos no es beneficiar a los 500 o 1000 productores con los que trabajamos directamente, sino que, a través de la asociación, podamos escalar y multiplicar esos números generando un impacto en la región.”

Ortiz Hernández ve su rol gerencial como un rol estratégico en el que tiene la libertad de innovar trabajando en equipo para generar modelos, procesos y herramientas, y que además tiene la oportunidad de proponer y gestionar con los actores de la región para sumar esfuerzos y alinear objetivos en común.

“Tal vez no hay momento más satisfactorio que cuando estas con un productor en la cosecha y ves su cara felicidad debido a los buenos resultados. Cuando sabes que contribuiste, aunque sea con poco, te sientes bien y llegas a casa contento,” dice Ortiz Hernández.

Una de sus metas personales, y algo que intenta incorporar en cualquier proyecto, es concientizar a la sociedad respecto a la importancia de los agricultores en la seguridad alimentaria global. “Tenemos que ver a los agricultores como lo que son: las personas que aseguran que la comida llegue a nuestras mesas y quienes garantizan la cantidad y la calidad de los alimentos. Es importante reconocer sus esfuerzos diarios.”

Categorías
Noticias

Alison Bentley dirigirá el Programa Global de Trigo

Alison Bentley (right) and Martin Jones inspect wheat in a glasshouse. (Photo: Toby Smith/Gloknos)
Alison Bentley (derecha) y Martin Jones inspeccionan trigo en un invernadero. (Foto: Toby Smith/Gloknos)

En noviembre de 2020, Alison Bentley se unirá al Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) como la nueva directora del Programa Global de Trigo. Reemplazará a Hans Braun, quien ha dirigido el programa durante los últimos 16 años.

Bentley está encantada de unirse al CIMMYT y entusiasmada con la oportunidad de aprovechar la ciencia y el mejoramiento para mejorar los medios de vida. Ella cree en una visión colectiva para el suministro de alimentos equitativo y en soluciones basadas en la ciencia para generar impacto.

“Realmente es un momento emocionante para la investigación del trigo: la comunidad internacional ha trabajado unida para producir recursos genómicos, nuevos conocimientos biológicos y fisiológicos, una gran cantidad de germoplasma y herramientas para acelerar el mejoramiento. Esto proporciona una base incomparable para acelerar las ganancias genéticas y conectar ideas para determinar cómo podemos aplicar de manera práctica estas herramientas y tecnologías con socios para generar productos de valor agregado,” dijo.

Bentley ha trabajado en el trigo —genética, recursos genéticos y premejoramiento del trigo— durante toda su carrera. Es la representante del Reino Unido en el Comité Científico de la Iniciativa Internacional del Trigo y es miembro del comité de la Sociedad de Genética, la Federación de Ciencias Vegetales del Reino Unido, la Sociedad de Botánica Experimental y el Comité Editorial de Herencia.

Bentley obtuvo su doctorado en la Universidad de Sídney, Australia, en 2007. Posteriormente se unió al Instituto Nacional de Botánica Agrícola (NIAB, por sus siglas en inglés) en el Reino Unido, donde progresó de Científica Investigadora Principal (2007) a Líder del Programa de Genética de Rasgos (2013) y Directora de Genética y Mejoramiento (2016).

Actualmente, Bentley participa en proyectos de investigación internacionales en Etiopía, Gambia, Ghana, India y Pakistán. Dirige varios proyectos del Reino Unido e India con socios como la Universidad Agrícola de Punjab, el Instituto Nacional de Investigación del Genoma Vegetal de la India y la Universidad de Cambridge, estudiando la variación y desarrollando germoplasma de trigo y otros cereales con una mayor eficiencia en el uso de recursos.

Categorías
Reportajes

Abriendo Camino: Lennart Woltering es un catalizador del impacto sustentable a escala

En el primer empleo de Lennart Woltering trabajando en la gestión del agua agrícola con el Instituto Internacional de Investigación de Cultivos para los Trópicos Semiáridos (ICRISAT, por sus siglas en inglés) en Níger, observó un fenómeno que influiría en su trayectoria profesional. Aunque el riego por goteo implicaba enormes beneficios en términos de rendimiento y productividad, la adopción fue baja en toda África. Este hecho hizo que Woltering se sintiera frustrado e interesado.

En su segundo trabajo en la empresa de consultoría de gestión más grande de Alemania enfocada en el desarrollo internacional, la agencia de desarrollo alemana GIZ le otorgó un contrato para liderar un equipo en una combinación de oferta y demanda de innovaciones del CGIAR. Aquí descubrió que la adopción de muchas innovaciones que mostraban un rendimiento superior a las alternativas era limitada y en gran medida reducida al entorno del proyecto piloto. Años más tarde, GIZ y el Centro Internacional de Mejoramiento de Trigo y Maíz (CIMMYT) anunciaron el puesto de Asesor de Escalamiento, Woltering supo que este era el trabajo para él.

El escalamiento es el proceso de expansión de tecnologías y prácticas beneficiosas sobre geografías, y entre instituciones y niveles para impactar a un gran número de personas. Esto suena muy abstracto, y Woltering ahora está apoyando a sus colegas para que comprendan qué, por qué y cómo escalar en sus contextos específicos. La modalidad de contrato de GIZ y el CIMMYT no le obliga a trabajar en un solo proyecto, sino que le permite apoyar una amplia gama de proyectos y programas para lograr un impacto más sustentable, dentro y fuera del CIMMYT.

Cambiando la mentalidad

Hay un modus operandi para trabajar proyectos de manera más eficiente para cumplir los objetivos, y posteriormente pasar al siguiente proyecto. El éxito a menudo se mide por el número de beneficiarios alcanzados en el último día de ese proyecto. Sin embargo, esto a menudo es a expensas de importantes «trabajos sistémicos», como construir relaciones duraderas, desarrollar capacidades organizativas y mejorar el entorno propicio en lugar de encontrar agujeros en él. La misión y la visión del CIMMYT se centran en el impacto social, por lo tanto, los resultados de nuestro trabajo son más importantes que nuestros productos. No podemos asumir que la adopción de una innovación conduce directamente a impactos positivos: tenemos la responsabilidad de cumplir con los principios de «no hacer daño» y «no dejar a nadie atrás». El escalamiento es un proceso que debe formar parte del diseño de proyectos desde el principio.

Woltering sigue preguntándose: ¿Qué sucede si el proyecto se detiene mañana? ¿Los actores locales tienen la capacidad y el deseo de asumir la responsabilidad del proceso de escalamiento una vez que finaliza el proyecto? ¿Qué modelos de colaboración pueden sobrevivir al proyecto? él observa una fuerte subestimación de la importancia del contexto para que una innovación tenga éxito. El principio de Woltering es «la innovación es el 10% y el contexto es el 90%.»

Lennart Woltering discute estrategias de escalamiento durante un taller en el CIMMYT. (Foto: Maria Boa Alvarado/CIMMYT)

El Panorama de Escalamiento

Lo primero que hizo Woltering en el CIMMYT fue visitar las oficinas en diferentes países y los proyectos en África y Asia, para comprender cómo los colegas dan sentido al escalamiento e identificar oportunidades y desafíos. Pudo ver que en cada contexto existía un cuello de botella diferente en el escalamiento — las políticas gubernamentales, la cadena de valor, pero casi nunca la tecnología. El común denominador entre estas situaciones era que siempre había un eslabón más débil. Si ese problema se resolviera, los equipos encontrarían el siguiente eslabón más débil. Identificó la necesidad de pensar estratégicamente sobre los elementos del proyecto desde el comienzo del mismo.

Woltering encontró un artículo de PPPLab que mencionaba diez ingredientes de escalamiento, o diez condiciones para que el escalamiento sea exitoso. Se puso en contacto con ellos para ver cómo esto podría ser útil para el CIMMYT y el CGIAR.»¿Cómo podemos hacer que este concepto de escalamiento que las personas no entienden sea algo significativo?»

Esta idea se convirtió en el Panorama de Escalamiento o Scaling Scan, desarrollado por PPPLab y el CIMMYT. La herramienta ayuda a los profesionales a analizar lo que quieren escalar, mientras intentan mantener el proceso lo más simple posible. El Panorama de Escalamiento ayuda a los equipos a crear una ambición realista e identificar cuellos de botella desde el principio. Destaca a qué equipos se debe prestar atención para alcanzar el escalamiento.

“Algo que queda claro de inmediato es que el impacto a escala requiere una gama mucho más amplia de habilidades y disciplinas de las que cualquier organización puede aportar. El Panorama de Escalamiento y una herramienta de asociación que hemos desarrollado ayuda a los equipos a reconocer qué tipo de colaboraciones son necesarias a lo largo del camino. Es muy alentador recibir correos electrónicos de organizaciones como Catholic Relief Services e ILRI que están utilizando el Panorama de Escalamiento por su cuenta,» dice Woltering.

Participantes en el taller de escalamiento con los capacitadores. (Foto: CIMMYT)

Avances en el impacto

Durante muchas décadas, el CGIAR se enfocó solo en la investigación, pero en los últimos 20 años, se expandió para enfocarse en lo que realmente sucede con esos resultados de investigación.

El CIMMYT siempre ha trabajado en cosas que ahora llamamos escalamiento, en el sentido de tener un impacto positivo y cambiar la vida de las personas para mejor. Sin embargo, cómo sucedió eso en ese contexto específico nunca se ha integrado sistemáticamente en el diseño, la implementación ni el aprendizaje. «El escalamiento finalmente se está reconociendo como una ciencia, pero también como un arte, y es genial trabajar en ambos frentes con científicos y gerentes de proyectos,» dice Woltering.

Existe una comunidad global de práctica sobre el escalamiento con donantes, implementadores y profesionales. Hace cinco años, había diez miembros y ahora el grupo de trabajo agrícola tiene miembros de más de sesenta organizaciones diferentes (incluidas USAID, FIDA, CGIAR, CRS). El CIMMYT no solo lidera esta comunidad, sino que también establece un grupo de trabajo de todo el CGIAR y un grupo de trabajo interno del CIMMYT sobre el escalamiento.

La crisis del COVID-19 ha demostrado que necesitamos un cambio sustentable a escala, y las soluciones a corto plazo y únicas no funcionarán. Esto solo ha acelerado la tendencia de que los financiadores e implementadores cambien a un enfoque más sistémico. “El CIMMYT está a la vanguardia de esta ola, lo que hace que sea un momento muy emocionante para trabajar en esto», dijo Woltering.

Categorías
Noticias

Dos décadas de ilustre servicio

Stephen Mugo (left) shows grain filling to Felister Makini of KALRO and Oscar Magenya, from Kenya's Ministry of Agriculture. (Photo: Joshua Masinde/CIMMYT)
Stephen Mugo (izquierda) muestra los granos de maíz a Felister Makini de KALRO y Oscar Magenya del Ministerio de Agricultura de Kenia. (Foto: Joshua Masinde/CIMMYT)

Después de un largo y distinguido servicio como mejorador de maíz y gerente sénior en el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), Stephen Mugo se retiró de la organización. Además de trabajar como científico principal y mejorador de maíz en el Programa Global de Maíz del CIMMYT, Mugo también se desempeñó como Representante Nacional del CIMMYT para Kenia y Representante Regional del CIMMYT para África.

Se unió al CIMMYT en 1998 como becario postdoctoral y su último día de trabajo fue el 31 de mayo de 2020. Sus colegas lo honraron con tributos memorables en una reunión en línea celebrada el 21 de mayo de 2020.

“Mugo siempre ha demostrado su compromiso y determinación, incluso en los momentos más difíciles, en beneficio del CIMMYT y su personal. Ha sido un científico muy productivo, mejorador de maíz y líder de proyectos de varios proyectos que han tenido un gran impacto. Estamos orgullosos de lo que ha hecho y sigue haciendo por el CIMMYT,” dijo Martin Kropff, Director General.

En su ilustre carrera, Mugo dirigió el Proyecto de Maíz Tolerante al Estrés para África (STMA-SUP) y el Proyecto de Maíz TELA, los cuales tenían como objetivo mejorar el maíz para la tolerancia a la sequía y la resistencia a las plagas de insectos en cinco países del este y sur de África. También fue el líder del CIMMYT para el proyecto Maíz Eficiente en el Uso del Agua para África (WEMA, en inglés) de 2008 a 2018, el proyecto Maíz Resistente a los Insectos para África (IRMA, en inglés) de 1999-2004 y el proyecto Fortalecimiento de los Sistemas de Semillas en Kenia y Uganda de 2001 a 2003.

“Dejo el CIMMYT con buenos recuerdos y con la cabeza en alto. Quiero agradecer a mis colegas por ser un equipo maravilloso que continúa trabajando arduamente para garantizar que le demos la semilla correcta al agricultor,” dijo Mugo. “He disfrutado cada parte de mi tiempo en la organización. Lo que me gustaría pedir es que sigamos trabajando unidos, debemos respetarnos y tratarnos unos a otros de la forma en que la que nos gustaría ser tratados. De esta manera, la organización se fortalecerá cada vez más” expresó.

Stephen Mugo (right) at the MLN research station in Naivasha, Kenya, in September 2018. (Photo: Joshua Masinde/CIMMYT)
Stephen Mugo (derecha) en la estación de investigación MLN en Naivasha, Kenia, en septiembre de 2018. (Foto: Joshua Masinde/CIMMYT)

Mugo tiene un doctorado en Fitomejoramiento y Genética de la Universidad de Cornell y ha publicado en revistas revisadas por pares, con varios artículos publicados en su nombre.

B.M. Prasanna, Director del Programa Global de Maíz del CIMMYT y del Programa de Investigación de Maíz del CGIAR (MAIZE) reconoció la tremenda contribución que Mugo ha hecho a lo largo de los años en los proyectos que dirigió.

«Su trabajo en el proyecto IRMA ha sido muy importante, especialmente algunos de los germoplasmas que ahora encontramos como genético nativos resistentes al gusano cogollero,» comentó Prasanna. “Es un campeón y un gran embajador del trabajo del CIMMYT en África. Estoy seguro de que seguirá contribuyendo al CIMMYT en los próximos años.”

A pesar de dejar el escenario, Mugo brindará apoyo de consultoría al CIMMYT, particularmente en los proyectos MLN Gene Editing y Maíz TELA.

Categorías
Reportajes

Abriendo Camino: Maria Itria Ibba y el laboratorio que hornea pan

La creciente y cambiante demanda del trigo, con una rápida urbanización y mercados de alimentos cada vez más globalizados, está empujando a los agricultores más que nunca a producir granos de alta calidad, según la científica que lidera la investigación de calidad del trigo en el principal programa de mejoramiento de trigo del mundo financiado con fondos públicos.

«A medida que aumenta la producción industrial de pan y otros alimentos a base de trigo para satisfacer las demandas de los habitantes de las ciudades, las mujeres trabajadoras y los consumidores de trigo en los países importadores, la calidad del trigo es cada vez más importante,» comentó Maria Itria Ibba, directora del Laboratorio de Química y Calidad del Trigo en el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

«Las empresas que producen y comercializan alimentos para esos consumidores exigen una alta calidad en el grano que compran y tenemos que ayudar a los productores de trigo a cumplir con requisitos estrictos.”

Según Ibba, esto es tan importante que el Programa Global de Trigo del CIMMYT —cuyas contribuciones representan más de la mitad de las variedades de trigo lanzadas en todo el mundo— utiliza directamente datos de laboratorio sobre la molienda, el procesamiento y la calidad del uso final para decidir con qué líneas de trigo harinero y duro trabajar en sus programas de mejoramiento.

«Evaluar la calidad es una tarea enorme, porque el trigo se utiliza para hacer cientos de alimentos diferentes, incluidos todo tipo de pan con levadura, tortillas, pastas, fideos y pan al vapor,» explicó Ibba. «Nuestro laboratorio es una parte integral del mejoramiento, se analizan miles de muestras de granos de miles de líneas de trigo cada año para casi una docena de parámetros de calidad.»

Hecha para la calidad

Originaria de Viterbo, Italia, Ibba ha liderado el Laboratorio de Química y Calidad del Trigo desde 2019 y tiene una preparación única para el trabajo, con una licenciatura en biotecnología, una maestría en biotecnología para la seguridad y la calidad de los productos agrícolas —ambas de la Universidad de Tuscia, Viterbo— y un doctorado en ciencias de cultivos de la Universidad Estatal de Washington. Su tesis doctoral trató sobre la familia genética de la subunidad de glutenina de bajo peso molecular y su relación con los parámetros de calidad del uso final del trigo.

Con una madre que estudió medicina y un padre que trabajaba en la Agencia Espacial Italiana, Ibba relata que en la escuela siempre le gustaron las asignaturas de ciencias como la biología y la química. «Me resultaban fáciles de entender y realmente me gustó cómo, después de estudiarlas, pude explicar y comprender muchas cosas a mi alrededor.»

Ibba comentó que los mayores desafíos para ella y su equipo de laboratorio son comprender las necesidades de calidad del trigo y realizar análisis más rápidos y mejores.

«Varias de las pruebas que hacemos son costosas, requieren mucho tiempo, personal calificado y cantidades significativas de grano,» explicó, citando el uso de dispositivos con nombres exóticos como el «molino Quadrumat Senior», el «mixógrafo» y el «alveógrafo», por mencionar algunos. «Constantemente buscamos métodos novedosos que sean más rápidos, usen muestras de grano más pequeñas y con costos más bajos.»

Según Ibba, comprender las bases bioquímicas y genéticas de los rasgos de la calidad del grano y la harina es clave, pero los rasgos de la calidad del trigo son genéticamente tan complejos que los marcadores de ADN son de poca ayuda en el mejoramiento. «Hemos comenzado a explorar toda la selección del genoma para los rasgos de calidad del trigo, en colaboración con la Universidad del Estado de Kansas, pero esto nunca reemplazará por completo las pruebas de laboratorio.»

Hablemos de salud y nutrición

Como elemento básico de los tours para los cientos de visitantes que vienen cada año al CIMMYT en México, el laboratorio de calidad del trigo combina los deslumbrantes dispositivos de alta tecnología con atracciones sensoriales prácticas, como inflar bolas de masa y panes de prueba recién horneados.

El trabajo de Ibba incluye hablar con los visitantes sobre el trigo, su importante historia y su papel en la nutrición y la alimentación humana, y las preocupaciones en los medios populares sobre el trigo y la salud.

«Creo que la gente ahora sabe más sobre qué es el gluten y su importancia, pero aún existe la necesidad de hablar sobre el gluten y el trigo para que las personas puedan tomar decisiones informadas basadas en hechos científicos,» dijo. «Me alegró ver el artículo del CIMMYT sobre un estudio que, entre muchas otras cosas, mostró que no había evidencia científica sobre la idea de que comer harina refinada es malo para la salud.»

«El trigo proporciona alrededor del 20% de las calorías y proteínas para más de 4.5 mil millones de personas en los países en desarrollo,» señaló Ibba. «Cada vez se presta más atención a comprender y mejorar la calidad nutricional del trigo y sus productos debido al mayor interés general en las dietas y en el valor nutricional de diversos alimentos.»

Categorías
Reportajes

Abriendo Camino: Aparna Das lidera la investigación de maíz eficiente y basada en la demanda

Obtener una buena cosecha de maíz, o lo suficiente para alimentar a la familia, siempre ha sido un desafío para los pequeños productores de maíz en los países en desarrollo. Demasiada o muy poca lluvia, olas de calor, plagas o enfermedades, rara vez producen más de una o dos toneladas de maíz por hectárea, y a veces se pierde todo. El cambio climático, las plagas invasoras, como el gusano cogollero o la necrosis letal del maíz, ponen en peligro aún más los medios de vida de los agricultores de maíz y podrían desencadenar una grave crisis alimentaria.

Es por eso que el sustento de los agricultores de maíz depende de las semillas buenas: semillas que sean resistentes al clima, a plagas y enfermedades, de alto rendimiento en condiciones locales, y a menudo con insumos mínimos.

«Aquí es donde la investigación en el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) juega un papel fundamental en este desafío de la seguridad alimentaria.  Se deben desarrollar las variedades que los agricultores desean, que las empresas asociadas de semillas están dispuestas a producir de una manera rentable y eficiente», explica Aparna Das, quien se unió al Programa Global de Maíz del CIMMYT en agosto de 2018 como gerente técnica del programa.

»Mi trabajo consiste en guiar al equipo de Mejoramiento y Sistemas de Semillas para que nuestra investigación esté más orientada al cliente y al producto, que haya una mejor coordinación y monitoreo, que se alinee con los recursos y habilidades disponibles dentro del CIMMYT y con nuestro numerosos socios públicos y privados», explica.

El impacto agrícola en la relación calidad-precio

Recientemente, Das coordinó una serie de talleres colaborativos de creación de perfiles de productos con socios del CIMMYT. Integrando las prioridades de los sistemas nacionales de investigación agrícola y las empresas asociadas de semillas, este ejercicio revisó y redefinió los rasgos de maíz y los atributos que la investigación debería centrar en los próximos años. Después de esta consulta, los socios no solo toman el germoplasma del CIMMYT basados en los datos de prueba, sino que pueden verificar si se ajusta a su propio perfil, para asegurarse de que los rasgos que desean estén presentes. Esto hace que el mejoramiento sea mucho más específico y eficiente.

«El perfil de este producto ya ha influido en nuestra investigación. Por ejemplo, todos los socios mencionaron hojas más resistentes como un rasgo «imprescindible» porque sufren menos ataques de insectos y deterioro del grano. “Aunque se consideró como un rasgo básico, los mejoradores no lo consideraron sistemáticamente durante la selección de la línea de maíz y el avance del producto. Ahora es algo que se considera», señala.

«Nuestro impacto no debe limitarse al número de variedades lanzadas o de artículos publicados, sino también al número de variedades adoptadas y escaladas por los socios y los agricultores», subraya Das.

Los especialistas en mejoramiento y sistemas de semillas han trabajado juntos para estimar y registrar los costos de la entrega de productos. Cada equipo responsable de un perfil de producto ahora puede, a través de la simulación, probar diferentes soluciones y ver qué costos pueden reducirse o aumentarse para desarrollar el híbrido.

Das disfruta este tipo de colaboración. «Manejar el cambio de comportamiento es una parte clave de mi rol, poder trabajar con diferentes equipos y culturas es algo que hace que mi trabajo sea interesante», agrega Das.

Plates of boiled and roasted maize are displayed for tasting during a farmer participatory varietal selection exercise in Embu, Kenya, in August 2019. Flavors of varieties are very distinct and could explain why some old varieties are still preferably grown by farmers. (Photo: S. Palmas/CIMMYT)
Platos de maíz hervido y tostado se colocan para ser tostados durante un ejercicio de selección en Embu, Kenia, en agosto de 2019. Los sabores de las variedades eran distintos y se podía entender por qué algunas variedades viejas siguen siento preferidas por los agricultores. (Foto: S. Palmas/CIMMYT)

Una mujer creativa en un mundo de hombres

El fitomejoramiento es un mundo dominado por los hombres, pero Das esta acostumbrada a encajar en las minorías. Originaria de Bengala Occidental, creció en Ludhiana, India. Aprendió genética y fitomejoramiento en la Universidad Agrícola de Punjab (PAU), Ludhiana. Descubrir el nuevo campo del mejoramiento molecular en sus inicios, hace veinticinco años, fue un desafío emocionante.

En PAU, Das realizó investigaciones de mejoramiento de cultivos, primero en trigo y papa y, posteriormente, en genética de arroz. Durante ese tiempo, fue galardonada por el Departamento de Ciencia y Tecnología (DST) en el marco del «Programa de Jóvenes Científicos» por su trabajo en genética del arroz basmati, con el objetivo de crear variedades basmati más cortas y productivas, sin perder el aroma.

Posteriormente, se unió al Instituto Internacional de Investigación del Arroz (IRRI, por sus siglas en inglés) para trabajar en el arroz dorado para desarrollar variedades ricas en provitamina A a través de la ingeniería genética.

’Ser mujer en el area del fitomejoramiento, especialmente como mejoradora, no es tan común. No se espera que las mujeres realicen trabajos de fitomejoramiento en el campo, lejos del laboratorio y las oficinas. Pero yo no retrocedí. Hice mi trabajo de campo en los arrozales por mi cuenta y bajo temperaturas que iban hasta los 40 grados. Creo que las mujeres aportan un nivel de precisión que es muy importante en el mejoramiento».

Uniendo la experiencia de los sectores públicos y privados

Después de diez años de investigación pública, se mudó al sector privado de semillas para aprender cómo las compañías de semillas integran las necesidades de los agricultores a su flujo de investigación y después canalizan esta investigación para hacerla llegar a millones de agricultores. «Una lección importante que aprendí de las corporaciones es la relación calidad-precio en cada etapa de su investigación y que la investigación de mercado es fundamental para comprender realmente las necesidades de los agricultores y un mejoramiento orientado», señala Das.

Después de una década en el sector privado, Das estaba ansiosa por seguir adelante y usar su experiencia en el sector público. Fue entonces cuando se unió al CIMMYT. «La oportunidad de ser gerente del programa técnico llego en el mejor momento.  Conocía las fortalezas del CGIAR, tener científicos altamente capacitados y el gran alcance potencial de la investigación.  Sabía dónde podría mejorarse la investigación de cultivos, al convertir la investigación básica en una investigación «basada en la demanda».

«Hace una década, desde que trabajaba en IRRI, me di cuenta de que las cosas han avanzado en el CGIAR. Los sistemas de semillas, la elaboración de perfiles de productos y la investigación de la cadena de valor ahora están completamente integrados en el Programa Global de Maíz. Es un momento clave para estar aquí en el CIMMYT.  Con la reforma del CGIAR, la emergencia climática y las plagas y enfermedades emergentes, tenemos que ser aún más creativos para continuar generando un mayor impacto», concluye Das.