Categorías
Noticias

Morelos Agroecológico

Jelle Van Loon, director asociado SAS-CIMMYT, y Margarita González Saravia, gobernadora de Morelos. (Foto: Francisco Alarcón / CIMMYT)
Jelle Van Loon, director asociado SAS-CIMMYT, y Margarita González Saravia, gobernadora de Morelos. (Foto: Francisco Alarcón / CIMMYT)

En una ceremonia realizada este 28 de octubre en Cuautla, Morelos, el Gobierno del estado de Morelos y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) consolidaron una alianza para desarrollar la primera fase de una innovadora estrategia de fertilidad, mediante la cual se generarán mapas de fertilidad en la entidad. Este convenio busca posicionar a Morelos como el primer estado agroecológico del país, al integrar ciencia y tecnología en el campo, orientando la producción agrícola hacia la sostenibilidad y la productividad.

La colaboración entre el Gobierno de Morelos y el CIMMYT se enfoca en tres líneas estratégicas: el mapeo de suelos, la capacitación de técnicos y el acompañamiento técnico a productores. Mediante un exhaustivo análisis del suelo de las tierras agrícolas de Morelos, se crearán mapas de fertilidad que serán un referente para las recomendaciones nutrimentales, optimizando el uso de fertilizantes y mejorando los rendimientos de cultivos en función de las necesidades específicas de cada región del estado.

La gobernadora de Morelos, Margarita González Saravia, resaltó la importancia de esta alianza para el desarrollo del campo morelense: “Morelos es un Estado donde el 70% de la tierra es rural, con una gran tradición agropecuaria. Este convenio es una oportunidad para hacer más productiva nuestra tierra, que hemos heredado de nuestros abuelos. Hoy, con este mapeo de fertilidad, tenemos la posibilidad de conocer mucho más sobre el tipo de suelo que tenemos y cómo mejorar nuestros cultivos. Queremos llegar a ser el primer estado agroecológico del país, producir los alimentos que realmente necesitamos en las mejores condiciones”.

Por su parte, Jelle Van Loon, director asociado del Programa de Sistemas Agroalimentarios Sustentables del CIMMYT, destacó la relevancia de esta iniciativa: “La integración y elaboración de mapas de suelos va más allá de solo generar un mapa. Es para entender cómo impulsar juntos la agricultura sustentable en Morelos. Desde 1969 con la estación experimental de Tlaltizapán, y más recientemente con otras plataformas de investigación instaladas con diversos colaboradores, el CIMMYT ha impulsado la búsqueda de soluciones adecuadas al contexto local. Con este esquema de mapeo, buscamos brindar recomendaciones específicas y optimizar el uso de fertilizantes, fortaleciendo la rentabilidad de las parcelas y la sostenibilidad de los sistemas agroalimentarios del estado”.

Además, Margarita Galeana Torres, secretaria de Desarrollo Agropecuario de Morelos, explicó que el proyecto responde a una solicitud histórica de los productores locales: “Morelos por fin tendrá un mapa completo de fertilidad, el primero en su tipo en el país. Este esfuerzo conjunto no solo incluye la toma de muestras y elaboración de los mapas, sino también la capacitación y el acompañamiento a técnicos y productores para maximizar el rendimiento de los cultivos, optimizar la rotación y mejorar las prácticas agronómicas”.

La iniciativa contempla el mapeo de los suelos de los 29 municipios del estado, cubriendo una superficie agrícola de más de 152 mil hectáreas. Los mapas se convertirán en una herramienta clave para una mejor planificación de los cultivos y el monitoreo constante de la fertilidad del suelo. Asimismo, se planea la implementación de infraestructura productiva que beneficie a los agricultores en sus prácticas diarias.

Entre los asistentes al evento se encontraban funcionarios como Javier Bolaños Aguilar, secretario ejecutivo de la Comisión Estatal del Agua; Alan Dupré Ramírez, secretario de Desarrollo Sustentable; diputados locales y federales; presidentes municipales de Morelos, y representantes del sector agrícola, técnicos y productores. Este amplio respaldo subraya la importancia de la colaboración interinstitucional y comunitaria en el proceso de transformación hacia una agricultura más sustentable y resiliente en el estado.

El proyecto de fertilidad en Morelos se estará implementando mediante la metodología de los hubs que impulsa el CIMMYT y sus colaboradores, la cual se enfoca en llevar la ciencia directamente al servicio de los productores, generando beneficios tangibles para ellos y sus familias. Enrique Rodríguez Barrera, productor innovador de Cuautla y quien ha participado en diversas iniciativas con el Hub Pacífico Centro del CIMMYT —el cual abarca el territorio de Morelos—, invitó a otros agricultores a «evolucionar la forma de trabajar el suelo» mediante las prácticas sustentables que se impulsan en el hub, como agricultura de conservación, mecanización a escala adecuada, diversificación de cultivos y otras que han despertado el interés en la entidad.

Con esta colaboración y la infraestructura de investigación del CIMMYT —tanto con la estación experimental de Tlaltizapán, plataformas de investigación y áreas de extensión en varios puntos del estado—, la estrategia de fertilidad es además un modelo innovador para consolidar sistemas agroalimentarios resilientes que contribuyen a la adaptación al cambio climático y a la sostenibilidad del campo, siendo un ejemplo tangible de la ciencia colaborativa que impulsa el CIMMYT, centro de investigación internacional que, en el marco de esta colaboración, pone a disposición su experiencia para acompañar al gobierno de Morelos en la implementación de acciones prioritarias en el campo.

Categorías
Noticias

Boletín Agroclimático de Morelos, un instrumento para enfrentar la variabilidad climática

La variabilidad climática es una realidad palpable en el estado de Morelos, México, donde los agricultores enfrentan desafíos constantes para mantener la productividad de sus tierras. En este contexto, la 2ª Mesa Técnica Agroclimática de Morelos ha emitido un nuevo Boletín Agroclimático para el periodo de julio a septiembre de 2024, ofreciendo una herramienta esencial para la toma de decisiones informadas en el sector agrícola. Este boletín es el resultado de la colaboración entre la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Agricultura), CIMMYT, la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), el Servicio Meteorológico Nacional y el Gobierno del Estado de Morelos.

Las Mesas Técnicas Agroclimáticas (MTA) son espacios de diálogo donde productores, académicos y representantes gubernamentales analizan los cambios climáticos esperados y su impacto en los cultivos. El objetivo es proporcionar a los agricultores información crucial para adaptarse a las condiciones cambiantes del clima y mejorar su resiliencia. El boletín emitido por la 2ª MTA de Morelos es una manifestación clara de estos esfuerzos colaborativos.

Para agosto de 2024, el boletín informa de lluvias superiores al promedio histórico de 1991-2020 en las regiones Alta y Baja de Morelos, cuando las temperaturas máximas oscilarán entre 25 y 33 grados, siendo más cálidas en la región Alta. En septiembre, se esperan lluvias normales en la región Baja y menos de lo habitual en la región Alta, aunque más que las registradas en el mismo periodo del año pasado. Las temperaturas máximas en este mes se proyectan entre 23 y 28°C en la región Alta y entre 28 y 30°C en la región Baja. Estos datos son fundamentales para que los agricultores puedan planificar sus actividades de cultivo y riego con mayor precisión.

La situación de las presas en Morelos es preocupante, ya que dos de las tres principales están por debajo del 50% de su capacidad. La presa «El Rodeo» se encuentra cercaba al 23% y «Tierra y Libertad» al 14%, mientras que «Manuel Pastor» está cerca del 41%. La sequía de 2023 afectó severamente el llenado de estas presas, resultando en la pérdida de cultivos de caña de azúcar en varios municipios. No obstante, se espera que las lluvias de este año mejoren las condiciones para las cosechas de temporal y riego.

Ante exte contexto, el boletín subraya la importancia de adoptar prácticas de conservación de suelos, como la incorporación de rastrojos, que permiten una mayor retención de agua. Estas prácticas han sido particularmente beneficiosas para las comunidades indígenas del estado, que lograron cosechas superiores en 2023, a pesar de la falta de lluvias. El CIMMYT y sus colaboradores han investigado estas prácticas durante décadas, demostrando sus beneficios agronómicos y económicos.

Además de la información climática, el boletín también proporciona recomendaciones técnicas específicas para los cultivos de maíz, sorgo, frijol y arroz, así como orientaciones generales para frutales y caña de azúcar. Se destacan estrategias para evitar las quemas agrícolas, alineadas con la campaña nacional «Mi parcela no se quema», impulsada por Agricultura, CIMMYT y diversas organizaciones. Además, aborda la amenaza de la langosta centroamericana y otras plagas emergentes, señalando la necesidad de investigación continua en estas áreas.

Así, el Boletín Agroclimático de Morelos es una herramienta valiosa para los agricultores, ayudándoles a adaptarse a la variabilidad climática y a implementar prácticas más sostenibles. Gracias a la colaboración entre investigadores y agricultores, este boletín facilita la toma de decisiones informadas y fortalece la resiliencia del sector agrícola en Morelos. El CIMMYT y sus socios seguirán apoyando estas iniciativas, promoviendo un manejo sustentable de los recursos y una agricultura más resiliente frente a la crisis climática.

DA CLIC EN LA IMAGEN PARA DESCARGAR EL BOLETÍN

Boletín Agroclimático Morelos, julio-septiembre 2024
Boletín Agroclimático Morelos, julio-septiembre 2024
Categorías
Noticias

Agricultura sustentable: notablemente rentable

Cultivo de cacahuate. Detalle. (Foto: CIMMYT)
Cultivo de cacahuate. Detalle. (Foto: CIMMYT)

En Zacatepec, Morelos, el maíz, el sorgo y el cacahuate son los cultivos que ocupan mayor superficie cultivada bajo condiciones de temporal. Para brindarle a los productores locales las mejores alternativas para que incrementen sus rendimientos y rentabilidad, la plataforma de investigación Zacatepec —donde colaboran el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y CIMMYT— desarrolla diversos estudios.

“El objetivo de la plataforma es determinar la mejor combinación de intensidad de labranza, manejo de rastrojo y rotación de cultivos que resulten en el mayor rendimiento y rentabilidad de maíz, sorgo y cacahuate”, mencionan los responsables de la plataforma quienes, recientemente, evaluaron los resultados de 12 tratamientos donde se compara la aplicación del sistema de cero labranza y labranza mínima; manejo de rastrojo, diferentes densidades de población de plantas; así como rotaciones de cultivos.

“El rendimiento promedio de maíz de 2013 a 2019 fue mayor —7.9 toneladas por hectárea (t/ha)— en los tratamientos de cero labranza en comparación con los tratamientos con labranza mínima; es decir, con barbecho y surcado, sin rastra o cruza— (7.1 t/ha)”, señalan los investigadores.

“Aquí, por el tipo de suelo (Vertisol), estos se expanden y contraen de forma natural y, en general, son difíciles de labrar debido a que cuando están secos son extremadamente duros y en húmedo son demasiado plásticos, por lo que realizar la siembra directa ayuda con un mejor establecimiento del cultivo. Además, al usar cero labranza, los costos de producción en la preparación del terreno disminuyeron en promedio hasta el 57% al evitar el barbecho, la rastra y el surcado”, puntualizan los responsables de la plataforma.

Con respecto al efecto de las rotaciones, los especialistas comentan que “la rotación de maíz con cacahuate promovió el incremento del rendimiento, el contenido de proteína en el grano y una mayor utilidad con respecto al monocultivo de maíz, además de que este incremento fue mayor en el sistema de cero labranza”.

Sobre la distribución de las plantas los investigadores mencionan que “una mayor densidad de población (80 mil plantas por hectárea) presentó un incremento en el rendimiento en el periodo de 2013 a 2015; esto es, que no se presentaron efectos adversos por la competencia de luz, agua, nutrientes y contenido de proteína en el grano en comparación con la densidad de población que convencionalmente usan los productores de la región”.

Así, “la mayor utilidad promedio fue de 16 490 pesos por hectárea (MXN/ha) en el tratamiento con rotación maíz-cacahuate en cero labranza y con el rastrojo como cobertura. La menor utilidad (7 397 MXN/ha) se registró en el tratamiento testigo, es decir, el de monocultivo de maíz con labranza mínima y sin cobertura de rastrojo”, lo que confirma la ventaja del sistema de agricultura sustentable.

Te invitamos a conocer los resultados de las distintas evaluaciones hechas en esta y otras plataformas de la región en: Avances en agricultura sustentable: resultados de plataformas de investigación de los Hubs Valles Altos y Pacífico Centro, México, 2012-202.

Categorías
Noticias

Mediante investigación brindan alternativas para disminuir la erosión

Detalle de una planta de maíz que se desarrolla en un suelo con rastrojo como cobertura. (Foto: Fernando Morales / CIMMYT)
Detalle de una planta de maíz que se desarrolla en un suelo con rastrojo como cobertura. (Foto: Fernando Morales / CIMMYT)

En Tlaltizapán de Zapata, al suroriente del estado de Morelos, la agricultura ocupa casi la mitad del uso del suelo (49%), y el maíz se siembra en el 62% de la superficie destinada a la siembra, obteniéndose rendimientos promedio de 2.9 toneladas por hectárea (t/ha) (SIAP, 2021).

Una de las principales problemáticas en la zona es la erosión, ya que los suelos ahí son propensos a este fenómeno. Además, el mal uso del riego y manejo del suelo incrementan el riesgo. “Se identificaron problemas de erosión del suelo provocados por el movimiento excesivo de la capa arable y los riegos. Al perderse parte de la capa fértil del suelo se siembra en la capa baja, lo cual genera otros problemas en los cultivos”, señalan los responsables de la plataforma.

En la búsqueda de soluciones, en la plataforma de investigación Tlaltizapán, que se encuentra en la estación del CIMMYT en dicho municipio, se ha estudiado la cantidad y ubicación de las diferentes formas de pérdida de suelos por la erosión causada por el agua y por carstificación (fenómeno que se produce en el suelo por la presencia de yeso y calizas, lo que puede dar lugar un efecto de disolución). Adicionalmente, en la plataforma se busca una alternativa para producir forraje y sustituir el uso de los residuos de maíz para evitar que estos sean removidos de las parcelas o quemados.

Entre los resultados obtenidos en la plataforma destaca que “dejar los residuos de cosecha en este tipo de suelos (vertisoles) propicia la formación de macro agregados (unidades de suelo de más de 2 mm) que mejoran la estructura del suelo, facilitando la infiltración del agua, aire y desarrollo de raíces; además, siendo menos susceptibles a la degradación física por los procesos de humedad y secado que expanden y contraen las arcillas de los suelos de la región”, puntualizan los investigadores.

Con respecto a las alternativas para la producción de forraje, los responsables de la plataforma comentan que las investigaciones continúan y son importantes porque “en la región los productores venden el rastrojo por 2 mil pesos por hectárea (2 000 MXN/ha), pero este precio es menor que el valor del rendimiento de grano perdido por la remoción de los residuos, entonces se deben buscar opciones de forraje para la zona y asegurar que se pueda dejar el rastrojo para mejorar la calidad del suelo”.

Adicionalmente, enfatizan, “es importante compartir con los productores de la región que al usar camas permanentes los costos de producción en la preparación del terreno disminuyen. En el caso de la plataforma, estos disminuyeron en promedio hasta 4 mil pesos por hectárea (4 000 MXN/ha) al evitar el barbecho, dos pasos de rastra y el surcado”.

Categorías
Noticias

Camas permanentes permiten hacer frente a la sequía

Maíz de temporal en labranza mínima (lado izquierdo) y camas permanentes angostas (lado derecho) en ciclo PV 2022 en Tlaltizapán, Morelos. (Foto: Hub Pacífico Centro-CIMMYT)
Maíz de temporal en labranza mínima (lado izquierdo) y camas permanentes angostas (lado derecho) en ciclo PV 2022 en Tlaltizapán, Morelos. (Foto: Hub Pacífico Centro-CIMMYT)

“En esta zona hay dos factores que determinan los rendimientos: uno es la sequía y el otro es el exceso de humedad en parte de agosto y todo el mes de septiembre. En el ciclo primavera-verano 2022, por ejemplo, la canícula fue más pronunciada que otros años y hubo exceso de humedad después de la sequía”, comentan especialistas del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) que realizan estudios en una plataforma de investigación alojada en el Campo experimental del CIMMYT en Tlaltizapán, Morelos.

Esta plataforma de investigación lleva 12 años  compartiendo aprendizajes sobre maíz bajo temporal y tratamientos de labranza para tomar decisiones que ayuden aumentar el rendimiento y mejorar la utilidad de los sistemas en la zona. Esta información, a través de seminarios digitales y mediante visitas a la plataforma, se pone a disposición de agricultores, investigadores, autoridades gubernamentales, universidades y todos los interesados”, puntualiza Simon Fonteyne, coordinador de investigación agronómica para América Latina del CIMMYT.

Ante la variabilidad climática que ha agudizado fenómenos como la canícula, y el incremento del costo de los fertilizantes, en la plataforma de investigación se han evaluado prácticas de agricultura de conservación y siembra de algunas especies de leguminosas como alternativa para incrementar el rendimiento y mejorar la utilidad de los sistemas de producción de la zona.

“En comparación con los tratamientos donde se hizo labranza, las camas permanentes —las cuales ayudan a reducir o minimizar la labranza, mejorar el manejo del agua y a disminuir la compactación del suelo mediante el tráfico controlado— respondieron muy bien ante la sequía durante la etapa de crecimiento del cultivo. En el ciclo primavera-verano 2022, que fue quizá uno de los de mayor sequía, las camas permanentes rindieron casi el doble con respecto a los tratamientos con labranza”, señala Óscar Bañuelos, responsable de la plataforma.

La relación costo beneficio fue buena en ambos tratamientos de camas permanentes, pero donde hubo labranza no se alcanzó a recuperar la inversión. Además, “el ataque a la raíz por plagas como el gusano alambre fue mucho mayor en los tratamientos de labranza que en los de camas permanentes, afectando más el rendimiento en los tratamientos de labranza. En cuanto a pudrición de mazorca no hubo diferencia significativa entre tratamientos”, puntualiza Jessica González, especialista en poscosecha del CIMMYT.

Así, con agricultura de conservación —camas permanentes, cobertura del suelo con rastrojos y diversificación de cultivos— “es posible hacer frente a la sequía, aunque aún requerimos estrategias adicionales para hacer frente al exceso de humedad”, señalan los investigadores, quienes continúan estableciendo ensayos para proporcionar a los agricultores locales soluciones probadas para afrontar las distintas y particulares problemáticas de su región.

La red de plataformas de investigación del CIMMYT y sus colaboradores es una de las redes de investigación agrícola más relevantes a nivel mundial. Es impulsada por proyectos como AgriLAC Resiliente, Agriba Sustentable, Excellence in Agronomy, y otros igualmente importantes.

Categorías
Reportajes

Un nuevo invernadero rinde memoria a un científico y continua con la investigación sobre los parientes silvestres del maíz

El 27 de febrero de 2020, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) abrió un nuevo invernadero en su estación experimental en Tlaltizapán, en el estado de Morelos, México. El Centro Garrison Wilkes para parientes silvestres del maíz lleva el nombre de un científico pionero en el campo de la genética del maíz.

«El nombre teosinte se refiere a un grupo de parientes silvestres del maíz», dijo Denise Costich, gerente de la colección de germoplasma de maíz en el CIMMYT. «Los siete miembros de este grupo, todos del género Zea, son más parecidos a la hierba que al maíz, producen semillas de cáscara dura que son prácticamente no comestibles y son capaces de soportar factores de estrés biótico y abiótico mejor que su pariente de cultivo». Los teosintes deben protegerse, explicó Costich, ya que poseen algunas cualidades deseables que podrían ayudar a mejorar la resistencia del maíz en condiciones difíciles. Dado que el Banco de Germoplasma del CIMMYT es la fuente mundial de semillas de teosinte, el nuevo invernadero, diseñado exclusivamente para la regeneración de las accesiones de teosinte de la colección del banco, garantizará que siempre haya semillas disponibles para la investigación y el mejoramiento.

Garrison Wilkes fue uno de los primeros científicos en enfatizar la importancia de los teosintes y su estrecha relación biológica con el maíz. Pasó más de 50 años trabajando en la conservación del maíz en colaboración con el CIMMYT. Junto con científicos como Angel Kato, ex asistente de investigación del CIMMYT y profesor de toda la vida, Suketoshi Taba, ex jefe del Banco de Germoplasma del CIMMYT y Jesús Sánchez, como investigador de la Universidad de Guadalajara, contribuyó al desarrollo de la colección mundial de maíz del Banco de Germoplasma del CIMMYT.

(From left to right) Garrison Wilkes, Angel Kato and Jesus Sanchez, study a teosinte population in Los Reyes, near Texcoco, Mexico, in 1992. (Photo: Mike Listman/CIMMYT)
(De izquierda a derecha) Garrison Wilkes, Angel Kato y Jesús Sánchez estudian una población de teosinte en la localidad de Los Reyes, cerca de Texcoco, México, en 1992. (Foto: Mike Listman/CIMMYT)

Manteniendo las semillas vivas

Los teosintes son las plantas silvestres de las cuales se domesticó el maíz hace unos 7,000 años. Son duraderos, con resistencia natural a las enfermedades y al clima desfavorable, y crecen principalmente en México, Guatemala, Honduras y Nicaragua. “Lo que hace que [el teosinte] sea una planta silvestre es su dispersión de semillas. El maíz no dispersa su semilla, está en la mazorca. Al ser una planta silvestre significa que puede sembrar su propia semilla y sobrevivir», explicó Wilkes. Mantener vivas estas semillas podría ser la clave para desarrollar maíz moderno resistente con el potencial de alimentar a millones.

Una de las dificultades para cultivar maíz y teosinte en Tlaltizapán para producir semillas para la distribución mundial es que la estación está rodeada de campos de caña de azúcar. La caña de azúcar es portadora de una enfermedad llamada mosaico común de la caña de azúcar, a la cual el maíz y el teosinte son susceptibles, y las semillas infectadas no pueden distribuirse fuera de México. Además, si el teosinte y el maíz se cultivan muy cerca unos de otros, es muy difícil controlar el flujo de genes a través del polen en el aire. Varios experimentos, que van desde el cultivo del teosinte en macetas hasta el monitoreo de maíz y teosinte floreciendo en diferentes momentos, no pueden garantizar completamente que no haya contaminación cruzada. Por lo tanto, para continuar cultivando maíz y teosinte dentro de la misma estación, el Banco de Germoplasma del CIMMYT necesitaba crear un ambiente aislado.

Garrison Wilkes describes characteristic features of the teosinte grown in the greenhouse. (Photo: Alfonso Cortés/CIMMYT)
Garrison Wilkes describe los rasgos característicos del teosinte cultivado en el invernadero. (Foto: Alfonso Cortés/CIMMYT)

En promedio, las colecciones de semillas de teosinte en el banco de germoplasma tenían casi 19 años y el 29% no estaba disponible para su distribución debido al bajo número de semillas. Los investigadores necesitaban encontrar una manera de producir más semillas de alta calidad y comenzar lo antes posible. «Mi personal y yo visitamos a Jesús Sánchez, un experto en teosinte de renombre mundial, y aprendimos todo lo que pudimos sobre cómo cultivar teosinte en invernaderos», explicó Costich. «Nos dimos cuenta de que esta podría ser la solución a nuestro problema de regeneración de teosinte».

La construcción del nuevo invernadero comenzó a fines de 2017, con fondos recibidos de la campaña Save a Seed 2016, una iniciativa de crowdfunding que recaudó más de 50 000 dólares. Las donaciones contribuyeron a actividades como el almacenamiento de semillas, visitas y sesiones educativas, recolección de semillas, repatriación y regeneración de semillas. Con el nuevo invernadero, los científicos del CIMMYT ahora pueden mejorar el teosinte sin preocuparse por la contaminación del maíz y evitar la extinción de estas valiosas especies.

El CIMMYT posee la mayoría de las colecciones de teosinte de acceso público del mundo. «Los parientes silvestres son una pequeña parte de nuestra colección, pero también una parte muy importante, ya que en teoría son el futuro de la diversidad genética», dijo Costich. «Han sido importantes en la evolución del cultivo. Si las perdemos, no podemos aprender nada más de ellas, lo que sería una pena».

Garrison Wilkes (left) poses with maize producer Ventura Garcia and her family. (Photo: Alfonso Cortés/CIMMYT)
Garrison Wilkes (izquierda) posa con la productora de maíz Ventura García y su familia. (Foto: Alfonso Cortés/CIMMYT)
Categorías
Videos

El maíz criollo vuelve a casa 50 años después

 

El maíz es más que un cultivo en México. En muchos casos, conecta a las familias con su pasado. Las variedades criollas, las cuales han sido cultivadas y sometidas a selección de los agricultores durante generaciones, conservan una identidad distinta y carecen de un mejoramiento formal. Estas proporcionan la base de la diversidad del maíz de México.

En los años 1966 y 1967, el investigador Ángel Kato del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) recolectó y almacenó 93 muestras de variedades de maíz criollo de 66 familias del estado de Morelos. Estas semillas fueron salvaguardadas en el Banco de Germoplasma del CIMMYT, el cual cuenta con una colección de 28 000 muestras de maíz y sus parientes silvestres provenientes de 88 países.

50 años después, la estudiante de doctorado, Denisse McLean-Rodríguez, de la Escuela de Estudios Avanzados de Sant’Ann en Italia, e investigadores del CIMMYT comenzaron un nuevo estudio que rastrea la conservación y abandono de variedades criollas a lo largo de los años.

El estudio muestra que el abandono de variedades de maíz criollo es común cuando las prácticas de agricultura pasan de generación en generación. Los agricultores mayores se apegan a sus variedades y continúan cultivándolas, incluso ante razones apremiantes para cambiarlas o reemplazarlas. Cuando las generaciones más jóvenes se hacen cargo de la gestión de las tierras, estas a menudo son abandonadas. No obstante, los agricultores jóvenes aún valoran su importancia cultural.

Las variedades de maíz criollo se pueden conservar “in situ” en los campos de los agricultores y “ex situ” en espacios protegidos, como un banco de germoplasma o un banco de comunitario semillas. La pérdida de las variedades criollas en los campos de los agricultores durante 50 años enfatiza la importancia de la conservación ex situ. Los rasgos que se encuentran en las variedades criollas pueden incorporarse a nuevas variedades para enfrentar algunos de los desafíos más apremiantes de la agricultura como el cambio climático, las plagas y enfermedades, y la desnutrición.

Esta investigación fue apoyada por el CIMMYT, el Programa de Investigación de Maíz del CGIAR (MAIZE), la Escuela de Estudios Avanzados Sant’Anna, la Universidad de Wageningen y el Global Crop Diversity Trust.