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Conservación, manejo de los recursos naturales y economía circular para la producción de maíz en Colombia

Se estima que el 84% de la agricultura familiar en todo el mundo se lleva a cabo en extensiones de tierra de menos de 2 hectáreas, lo que representa menos del 12% del área total dedicada a la agricultura. Este modelo de agricultura familiar se distingue por su enfoque en la producción alimentaria a escala reducida, lo cual suele implicar una mayor participación de la mano de obra familiar.

Además, se destaca por la contribución significativa de los ingresos agrícolas al total de los ingresos familiares, la comercialización de productos en los mercados locales y la posesión de tierras y otros activos por parte de las familias (FAO, 2019, p.2). En Colombia, del total del territorio dedicado a la agricultura familiar, aproximadamente el 12,3%, se destina al cultivo de maíz, lo que corresponde a un área de 14,086,870 hectáreas. Se siembra dos veces al año durante las temporadas de lluvia. En regiones con altitudes superiores a los 1700 msnm, donde los ciclos de cultivo son más prolongados, se realiza una sola siembra al año.

Plántulas de maíz (Foto: CIMMYT).

En América Latina y el Caribe, la agricultura ocupa más de un tercio de la superficie terrestre de la región, consume casi tres cuartas partes de sus recursos de agua dulce y es responsable del 46% de sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Ante este panorama, se reconoce la urgencia de adoptar medidas que mitiguen los impactos ambientales del sector agrícola, especialmente en términos de gestión de residuos.

Una de las innovaciones propuestas para abordar esta problemática es la Economía Circular. Este enfoque busca transformar los residuos agroalimentarios en insumos orgánicos, cerrando así los ciclos de nutrientes y reduciendo la presión ambiental asociada a la agricultura. Al incorporar principios circulares en la cadena de valor agroalimentaria, no solo se promueve la sostenibilidad en las fincas de pequeños agricultores, sino que también se contribuye a minimizar los impactos negativos al medio ambiente, gestionando de manera más responsable y eficiente los residuos generados por este sector (CEPAL,2023).

En la vereda Bellavista, ubicada a una altura de 1847 msnm sobre la cordillera Occidental, los pequeños productores practican la agricultura familiar; en sus parcelas biodiversas también cultivan dos veces al año maíz nativo o criollo como el Limeño y el Diente de Caballo Amarillo y Blanco. La primera siembra se realiza entre marzo y abril, y la segunda entre agosto y septiembre, dependiendo del régimen de lluvias. Es común encontrar el maíz sembrado en asociación con frijol, aprovechando el tallo del maíz como guía de crecimiento. Además, se pueden observar asociaciones con plátano, arracacha, zapallo y yuca. Sin embargo, también se practica el monocultivo de maíz en la región.

Maíz (Foto: CIMMYT)

Entre las acciones colaborativas de los grupos de trabajo 1, 2 y 4 de la iniciativa Soluciones Positivas para la Naturaleza en la vereda Bellavista, se llevó a cabo el taller de grupo focal titulado “Diagnóstico Participativo del Sistema de Producción Tradicional de Maíz”, en el cual participaron pequeños agricultores pertenecientes a la Corporación Nacional Ambiental Agrícola y Pecuaria de Bellavista (CAMPAB). Durante el ejercicio, los productores intercambiaron prácticas culturales relacionadas con el cultivo de maíz. Se observaron ligeras diferencias en la aplicación de algunas técnicas que comparten el mismo principio, como la siembra en surcos con curvas a nivel y la labranza mínima (solo se mueve el suelo en el sitio donde se siembra la semilla). Además, se evidenció que la mayoría de ellos no llevan a cabo un plan de fertilización o un control fitosanitario, ya que no lo consideran necesario.

En cuanto a las prácticas de siembra, uno de los agricultores participantes del taller mencionó: “No deshierbo, solo lo hago donde cabe el azadón y hago los surcos de un metro. Siembro utilizando palín para que el grano encuentre raíz, pues el suelo parece muy duro (tres granitos por sitio entre 60 y 80 cm)”. Por otro lado, una agricultora compartió su práctica: “Remojo el maíz con una solución de salvia machacada para evitar las plagas y las aves y siembro dos granos por sitio”. Los dos agricultores realizan aporcado a los 20 días; otro de los agricultores aplica “un puñado de abono orgánico” y todos coincidieron en que “se dejan los residuos de la cosecha en el terreno como abono”.

Durante las jornadas de articulación entre los centros del CGIAR: CIMMYT y la Alianza Bioversity y CIAT, se llevo a cabo el Taller sobre Economía Circular en la finca. En este evento, se identificaron los principales residuos generados en las unidades productivas, obtenidos principalmente de la cosecha, la cocina y del estiércol de cerdos, pollos y reses. Estos residuos son materias primas potenciales para la producción de bioinsumos basados en el reciclaje de materia orgánica y nutrientes, lo que contribuye a la conformación de sistemas agroalimentarios sostenibles y la conservación de los recursos naturales. Además, esta práctica promueve el autoconsumo en las familias campesinas, la reducción de costos de producción y la generación de ingresos en fincas que se integran positivamente con la naturaleza. Con el ejercicio realizado en el taller la comunidad seleccionó las tecnologías de digestión anaerobia, compostaje, producción de biochar y el cultivo de mosca soldado negro como potenciales soluciones para implementar en las unidades productivas.

Así mismo, el taller permitió identificar los factores limitantes para la producción de maíz, como la pérdida de prácticas tradicionales en el manejo del cultivo, la conservación de la semilla, la transformación del maíz, las características nutricionales del suelo y una alta preocupación por el relevo generacional. Igualmente, se propusieron prácticas y tecnologías que pueden ayudar a resolver estas limitantes, como comprender y estudiar las tradiciones sobre las prácticas de almacenamiento de las semillas, el manejo del cultivo y la transformación del maíz. Las principales acciones propuestas durante el ejercicio para superar estos obstáculos incluyen promover la investigación, las tradiciones culturales y el consumo del maíz en los jóvenes, integrantes de semilleros de investigación (Herederos del Planeta y Cantarrana) y los estudiantes de secundaria del Colegio Agropecuario José María Falla.

Los centros del CGIAR: CIMMYT y la Alianza Bioversity y CIAT colaboran en la iniciativa Soluciones Positivas para la Naturaleza y el proyecto RUSTICA en el municipio de El Dovio, Valle del Cauca. Esto ha sido posible gracias a la participación de la Corporación Nacional Ambiental Agrícola y Pecuaria de Bellavista (CAMPAB) quienes han jugado un papel fundamental en la integración del semillero de investigación Herederos del Planeta y Cantarrana, y el Colegio Agropecuario José María Falla.

Las acciones derivadas del diagnóstico para apoyar la conservación y manejo de los maíces tradicionales bajo el modo de producción en agricultura familiar consistirán en el establecimiento de ensayos participativos, llevados a cabo junto con los agricultores, tanto hombres como mujeres de El Dovio, así como con investigadores de los centros del CGIAR, CIMMYT y la Alianza Bioversity y CIAT. Este ejercicio de investigación participativa está diseñado para evaluar bioinsumos elaborados a partir de residuos orgánicos en las fincas, con el fin de cubrir los requerimientos nutricionales del cultivo en parcelas de producción de semillas. Adicionalmente se brindará asistencia técnica para la implementación de una casa de semillas comunitaria, contirbuyendo así a la conservación de la agrobiodiversidad.

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Una solución sostenible a la carencia de micronutrientes

La carencia de zinc afecta a un tercio de la población mundial; la de vitamina A es un problema de salud pública prevalente en muchas partes del África subsahariana y el sur de Asia. Esto incluye a países como Nepal, donde las alarmantes tasas de carencia de micronutrientes contribuyen a una serie de problemas de salud en diferentes grupos de edad, como el retraso del crecimiento, el debilitamiento del sistema inmunitario y el aumento de la mortalidad materna e infantil.

A falta de opciones asequibles para la diversificación de la dieta, el enriquecimiento de los alimentos o la suplementación con nutrientes, el bioenriquecimiento de los cultivos sigue siendo una de las soluciones más sostenibles para reducir la carencia de micronutrientes en el mundo en desarrollo.

Después de que una encuesta nacional de 2016 sobre el estado de los micronutrientes pusiera de manifiesto la prevalencia de la deficiencia de zinc y vitamina A entre las comunidades rurales de las provincias montañosas occidentales de Nepal, un equipo de investigadores del Consejo de Investigación Agrícola de Nepal y del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) propuso un estudio para evaluar el rendimiento de las variedades de maíz enriquecidas con zinc y provitamina A.

Centrándose en la zona de la cuenca fluvial de la provincia de Karnali —donde el maíz es el cultivo alimentario básico para la mayoría de la población— realizaron dos ensayos de campo diferentes utilizando un diseño de celosía alfa para identificar genotipos de maíz bioenriquecidos con zinc y provitamina A consistentes y competitivos en rendimiento a lo largo de las estaciones contrastadas de febrero a julio y de agosto a febrero.

El estudio, publicado recientemente en Plants, comparó el rendimiento de genotipos de maíz recién introducidos con variedades locales, centrándose en la agromorfología general, el rendimiento y el contenido de micronutrientes. Además de registrar niveles más altos de zinc en el grano y de carotenoides totales, descubrió que varios de los genotipos biofortificados con provitamina A y zinc mostraban una mayor consistencia de rendimiento en diferentes entornos en comparación con las variedades normales de maíz ampliamente cultivadas.

Los resultados sugieren que estos genotipos podrían ser herramientas eficaces para combatir la carencia de micronutrientes en la zona y reducir así el hambre oculta, además de mejorar el valor nutritivo de los piensos para el sector avícola, donde el maíz rico en micronutrientes es muy apetecido.

«Uno de cada tres niños menores de cinco años de Nepal y la mitad de los niños de la zona estudiada están desnutridos. La introducción y difusión de semillas y variedades de maíz biofortificadas ayudará a mitigar la intrincada red de inseguridad alimentaria y nutricional, especialmente entre mujeres y niños.» afirma AbduRahman Beshir, especialista en sistemas de semillas del CIMMYT para Asia y coautor de la publicación. Reforzar estas iniciativas de desarrollo de productos y mejorar las vías de distribución de semillas de calidad fomentará la producción sostenible y las cadenas de valor de los cultivos bioenriquecidos, añadió Beshir.

Lea el estudio aquí.

Foto de portada: El trabajador agrícola Bharat Saud recoge maíz de una desgranadora impulsada por 4WT en Rambasti, Kanchanpur, Nepal. (Foto: Peter Lowe/CIMMYT)

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Cómo reducir el efecto de la sequía y mejorar la rentabilidad del maíz

Santo Domingo Yanhuitlán, Oax.- En Oaxaca, 90% de la superficie de maíz se cultiva en temporal y se utilizan variedades nativas de diferentes razas, colores, texturas y ciclos de cultivo. El rendimiento promedio, sin embargo, es de a penas 2.2 toneladas por hectárea en promedio (SIAP, 2017). La baja producción está relacionada con efectos de la variabilidad climática (sequía), baja fertilidad de los suelos, presencia de plagas y deficiente control de malezas, principalmente. 

Además de los bajos rendimientos, los costos de producción son elevados y contribuyen a que la siembra de maíz no sea rentable o que no satisfaga las necesidades de alimentación de las familias productoras. Por esta razón, en la plataforma de investigación de Santo Domingo Yanhuitlán —donde colaboran el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— se evalúan diversas prácticas para reducir el riesgo de pérdidas por la sequía. 

La investigación inició en 2013 y consideró diversos tratamientos: desde donde no se movió el suelo en absoluto y se dejó todo el rastrojo, hasta donde se hizo movimiento continuo (barbecho y rastreo) y los residuos fueron retirados (tratamiento con labranza convencional que funcionó como área testigo), pasando por un sistema de mínima labranza (solo con roturación del suelo). Cabe mencionar que estos tratamientos permanecieron fijos en espacio y tiempo, es decir, que no se cambiaron de lugar de 2013 a 2017. 

Después de cinco ciclos se observó que el maíz nativo evaluado en el sistema de labranza mínima con 100% de residuos como cobertura logró obtener un rendimiento 18.3% superior al registrado en el testigo (labranza convencional con residuos retirados). Si se considera que la media de producción regional de maíz es de alrededor de1.1 t/ha, significa que haciendo mínimo movimiento del suelo y cubriendo el suelo con rastrojo en condiciones de temporal fue posible producir cuatro veces más grano por hectárea —con maíz híbrido se observó la misma tendencia—. 

Es importante destacar que al dejar el 100% del rastrojo como cobertura, el contenido de materia orgánica del suelo (en el nivel 0-5 cm de profundidad) fue de 1.99%, mientras que con labranza convencional sin residuos fue de 1.36%. Esto, debido a que las prácticas de Agricultura de Conservación promuevan una mayor cantidad de carbono en el suelo y permiten aumentar la actividad microbiana y mejorar el uso de micronutrientes.   

La diferencia en el rendimiento a favor de la labranza mínima y cobertura se relaciona con los efectos favorables en la descomposición de los residuos para la formación de materia orgánica, hecho que ayuda a conservar más humedad y a favorecer el desarrollo de las raíces. Este efecto también puede estar relacionado con la textura del suelo (arcillosa en el caso de la zona) que afecta la porosidad y el desarrollo radicular. Así, con la roturación se propician mejores condiciones de desarrollo de la planta y mayor producción de grano. 

Derivado de este estudio es posible recomendar que, bajo condiciones de temporal crítico como los que se presentan en la Mixteca, es mejor opción sembrar los maíces nativos que están plenamente adaptados a las condiciones de suelo y clima, pero es fundamental el manejo del suelo, la cobertura, así como la densidad de población, fertilización balanceada, control de malezas y plagas; es decir, para que favorezca una mayor producción de los maíces nativos sin necesidad de cambiar de variedades es necesario optar por prácticas de cultivo más sustentables. 

Fuentes:

  • Aragón-Cuevas, F.; S. Taba, J.M. Hernández Casillas, J. de D. Figueroa C., V. Serrano Altamirano y F.H. Castro García. 2006. Catálogo de maíces Criollos de Oaxaca. INIFAP-SAGARPA. Libro Técnico Núm. 6. Oaxaca, Oaxaca, México. 344 p.
  • González-Cossío F. 2006. Efecto de la estructura del suelo sobre el desarrollo radical del maíz con dos sistemas de labranza. Agrociencia 40: 27-38.
  • Ohep C., Marcano F., Pudzzar S. y Colmenares C. 2002. Efectos de la labranza conservacionista en los atributos físicos del suelo que influyen sobre el rendimiento del maíz. Bioagro 14(1):37-45.
  • Osuna-Cejeda E. S., Figueroa-Sandoval B., Oleschko K., Flores Delgadillo M. de L., Martínez – Menes M., y
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Promueven la nixtamalización para mejorar la nutrición y la salud

México.- El calcio es uno de los micronutrientes más importantes (ayuda principalmente a la formación y al mantenimiento de huesos y dientes), pero el cuerpo humano no produce calcio, lo obtiene a través de los alimentos, como los lácteos y las hortalizas de hoja verde. Además de estos, los productos de maíz que han sido procesados mediante la nixtamalización también son una fuente importante de calcio.

De acuerdo con la evidencia arqueológica, la técnica de la nixtamalización fue desarrollada por las civilizaciones mesoamericanas entre el año 400 A.C. y el 800 A.C. para ablandar los granos de maíz y poderlos moler. Originalmente estas civilizaciones cocían los granos junto con ceniza volcánica o conchas molidas y actualmente se usa cal.

Hoy se sabe que la nixtamalización implica cambios bioquímicos importantes en el maíz que favorecen la salud humana: el maíz se enriquece con calcio y otros minerales, se liberan precursores de la niacina (un tipo de vitamina que ayuda a transformar los alimentos en energía y cuya deficiencia ocasiona pelagra, una enfermedad que puede ser mortal), mejora la biodisponibilidad de las proteínas e inhibe un alto porcentaje de aflatoxinas (sustancias tóxicas naturales) presentes en el maíz.

Para compartir con la sociedad los conocimientos que actualmente se han generado sobre la nixtamalización en el ámbito científico, la primera sesión de los conversatorios Platiquemos de Maíz —organizados por la Fundación Tortilla de Maíz y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— reunió a tres especialistas en el tema: la doctora Gricelda Vázquez Carrillo, investigadora del INIFAP; la doctora Anayansi Escalante Aburto, de la Universidad de Monterrey (ambas del Sistema Nacional de Investigadores del Conacyt); y la doctora Natalia Palacios, científica del CIMMYT.

¿Por qué es importante compartir el conocimiento científico sobre la nixtamalización con la sociedad? Porque a través de este proceso se puede mejorar la nutrición y la salud de la población. Si se considera que de las 24 millones de toneladas de maíz que se cosechan anualmente en México, alrededor de 50% se destina a la elaboración de tortillas, entonces la elaboración de tortillas y otros productos nixtamalizados es un potencial vehículo para que la población acceda a una dieta más nutritiva.

En este sentido, las especialistas compartieron con los asistentes al conversatorio el contexto y las particularidades de la nixtamalización, desde el tipo de maíces que son más adecuados para este procedimiento (aunque todos son susceptibles de nixtamalizarse, los maíces dentados son los que normalmente se nixtamalizan debido a su dureza, tamaño y usos), la importancia de características como la dureza del grano (que se puede determinar midiendo su índice de flotación utilizando una solución de nitrato de sodio), hasta detalles muy particulares, como el tiempo de reposo y la retención de provitamina A.

Debido a la gran participación del público quedaron algunas preguntas sin responder. A través de este medio compartimos las respuestas a las preguntas pendientes:

¿La harina comercial pasa por un proceso de nixtamalización?, ¿cuál es la calidad nutricional de las tortillas hechas industrialmente en comparación con las elaboradas con maíces nativos?

En México existen básicamente tres procedimientos mediante los cuales se elaboran tortillas: el doméstico (principalmente en las áreas rurales), el de la industria de la masa fresca-tortilla (representada por aproximadamente 60 mil molinos y muchas más tortillerías), y el correspondiente a la elaboración de harinas nixtamalizadas (que se realiza en cerca de 25 plantas procesadoras en el país).

En general las harinas nixtamalizadas sí pasan por un proceso de nixtamalización igual o muy similar al tradicional. En ese proceso la masa esta se deshidrata y se vuelve a moler. Sin embargo, existen nuevos procedimientos, como la extrusión, donde se usan los mismos tres ingredientes de la nixtamalización, pero el proceso es diferente.

¿Cómo se puede aprovechar el nejayote? Si este se tiene que desechar forzosamente, ¿cuál es la forma adecuada para hacerlo de forma ambientalmente responsable?

El nejayote es el agua residual del proceso de nixtamalización del maíz y se considera un desecho altamente contaminante, sin embargo, algunos estudios sugieren que puede ser tratado para reutilizarse y, de hecho, algunas industrias lo hacen, deshidratándolo y usándolo para aplicaciones agrícolas. Otros recuperan los sólidos, pues es rico en celulosa y otros compuestos de interés industrial. Sin embargo, es importante mencionar que es un área de oportunidad para la investigación.

¿Cómo se puede saber qué maíces tienen más almidón y cómo el almidón está relacionado con la dureza del grano?

En general, el contenido de almidón entre los maíces no varía mucho, siendo alrededor de 70% para la mayoría (aunque se pueden encontrar entre 65 y 75%). Lo que sí varía más es su composición (es decir, la cantidad de amilos o amilopectina que pueda tener el almidón).

También es importante considerar que el grano de maíz tiene dos tipos endospermos, uno vítreo y otro harinoso. La diferencia entre estos dos es el grado de compactación de los gránulos de almidón. Comparado con el endospermo vítreo, la compactación en el harinoso es menor. Cuando un grano de maíz tiene mayor proporción de endospermo harinoso es mas suave y si tiene mayor proporción de endospermo vítreo, será mas duro.

Para hacer una nixtamalización adecuada, ¿cuánto tiempo se deja secar el grano, cuántos litros de agua por kilo de maíz se tienen que agregar? ¿Existe la posibilidad de que al no hacer bien la nixtamalización se pierdan nutrientes?

Normalmente se utiliza un grano con 14% de humedad. Un procedimiento estándar usa aproximadamente dos litros de agua y 10 gramos de cal por kilo de maíz. En el proceso de nixtamalización se pierden algunos compuestos nutricionales, se retienen otros y se absorben otros. Si hablamos del calcio (principal nutriente que aportan los productos derivados del maíz nixtamalizado), por ejemplo, su absorción es mayor entre más tiempo queden en reposo los granos de maíz. O si hablamos de las antocianinas (los pigmentos que le dan el color azul al maíz azul y que tienen propiedades antioxidantes), estas se pierden en la nixtamalización y su pérdida es mayor entre más largo sea el proceso de reposo.

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Transformando suelos salinos en suelos fértiles

En las jornadas de capacitación que brinda la plataforma de investigación Francisco I. Madero (ubicada en el municipio del mismo nombre, perteneciente al Valle del Mezquital) a través del programa MasAgro —de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—, los productores de la región han manifestado tener un problema de parcelas salinas (visualmente se identifican por tener una “costra blanca” en la superficie del suelo, la cual propicia bajos rendimientos y pérdida de fertilidad).

El problema se ha generado por diversas circunstancias. Entre ellas se encuentran el riego por inundación, ya que los productores llevan más de 100 años inundando sus suelos hasta 25 cm por más de cuatro horas; la falta de cobertura en los suelos, lo que propicia un mal drenaje y la acumulación de ciertas sales solubles que pueden provocar toxicidad en las plantas; y un mal uso de fertilizantes, pues no se tiene la cultura de hacer una fertilización con base en análisis preliminares del suelo.

La Agricultura de Conservación es un sistema de producción cuyos componentes básicos (mínimo movimiento del suelo, diversificación de cultivos y cobertura del suelo) permiten reducir el problema de los suelos salinos. Para promover sus beneficios en el Valle del Mezquital, la plataforma Francisco I. Madero ha hecho diversos estudios en los que compara los efectos en el suelo tanto de este sistema sustentable como de la labranza convencional.

En los estudios de la plataforma de investigación se ha encontrado que los suelos trabajados con Agricultura de Conservación presentan una menor concentración de las principales sales que dan origen a los suelos salinos (las formadas a partir de sodio, calcio, magnesio y fósforo), por lo que al usar este sistema los productores evitarían la presencia de la “costra blanca” sobre la superficie de los suelos agrícolas. De acuerdo con los análisis de muestras de suelo de distintas profundidades, estos efectos son más notorios en los primeros cinco centímetros del suelo (tabla 1).

El mismo efecto es notorio con los carbonatos —sales que resultan de la combinación con un metal—, pues se reportan menores concentraciones en comparación con la labranza convencional. En otras palabras, dejar rastrojo sobre la superficie de las parcelas evita la presencia de encostramientos sobre el terreno y, de acuerdo con estas evidencias, puede haber tendencia hacia reducir las probabilidades de salinización en las parcelas.

La labranza convencional de la región (con riego por inundación) propicia una mayor salinidad del suelo y, por consiguiente, los productores tienen que efectuar gastos extras en la compra de yeso agrícola para ajustar la alcalinidad de este y equilibrarlo. En cambio, con Agricultura de Conservación las concentraciones salinas son bajas y las parcelas no requieren de inversión para la integración de yeso o cal agrícola, siendo visibles sus efectos en la nivelación de las propiedades del suelo.

 

¿Cómo actúan los tres componentes básicos de la Agricultura de Conservación?

El manejo de rastrojo contribuye a que las partículas minerales individuales del suelo formen agregados estables, mejorando así la estructura del suelo; aumenta la capacidad de retener agua, por lo que disminuyen el número de riegos y la erosión; y posibilita la formación de complejos orgánicos-metálicos, estabilizando de este modo los micronutrientes del suelo y reduciendo el riesgo de que se forme la “costra blanca”.

Por su parte, la diversificación de cultivos mejora la nutrición mineral de estos; actúa como agente amortiguador, pues disminuye la tendencia hacia un cambio brusco en el pH del suelo al aplicar sustancias de reacción ácida o alcalina; y regula la actividad microbiana, principalmente de plagas y enfermedades.

Finalmente, el mínimo movimiento del suelo disminuye la erosión de este. Al no voltear el suelo, se altera menos su orden, evitando su mineralización y compactación.

Tabla 1. Parámetros que originan la salinidad en suelos agrícolas. *Las unidades de medición de sodio (Na), calcio (Ca), magnesio (Mg) y fósforo (P) son partes por millón (ppm), y el fósforo fue extraído con el método de Bray.
Tabla 1. Parámetros que originan la salinidad en suelos agrícolas. *Las unidades de medición de sodio (Na), calcio (Ca), magnesio (Mg) y fósforo (P) son partes por millón (ppm), y el fósforo fue extraído con el método de Bray.

Por: plataforma de investigación Francisco I. Madero.

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Productores de Hidalgo adoptan la fertilización foliar

La degradación de los suelos es un problema grave que afecta a toda la sociedad, pues la disponibilidad y la calidad de los alimentos depende de que este recurso (el suelo) sea manejado debidamente. Se estima que 64% de los suelos de México están degradados (FAO, 2015), y las prácticas agrícolas indebidas (como el monocultivo o las quemas) son una de las causas.

A través de prácticas agrícolas sustentables, como la Agricultura de Conservación y otros sistemas asociados, es posible mejorar paulatinamente la calidad y fertilidad de los suelos degradados. No obstante, hasta que estos no recuperen plenamente su funcionalidad, es probable que no puedan proveer a las plantas de todos los nutrientes que requieren (o en la cantidad adecuada), por lo que se tiene que recurrir a otras opciones, como la fertilización foliar (a través de las hojas).

La aplicación foliar de fertilizantes es un método eficiente para suministrar micronutrientes que son necesarios solo en pequeñas cantidades (por lo cual podrían no estar disponibles para la planta si son aplicados en el suelo). En otras palabras, se trata de una solución temporal que debe ser considerada para proveer al suelo de nutrientes específicos o corregir a corto plazo sus deficiencias nutricionales.

La fertilización foliar, por ejemplo, es una buena opción para algunas zonas de Hidalgo —estado en que se estima que poco más de 70% de los suelos están degradados (Semarnat, 2018)— donde se presentan condiciones complejas de degradación del suelo y se necesita mejorar la calidad de este y al mismo tiempo brindar opciones rápidas y sustentables para que los productores puedan tener buenas cosechas.

En este contexto, la empresa Fertilex y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) han unido esfuerzos para realizar una estrategia de implementación de la fertilización foliar en 12 hectáreas de temporal distribuidas en los municipios de Huautla, Huejutla de Reyes, Atlapexco, Yahualica y Xochiatipan (que forman parte de la Sierra y la Huasteca hidalguenses).

“Nos complace esta colaboración con instituciones de investigación como el CIMMYT, con las que tenemos buena relación y con las que sentimos que este nuevo acuerdo beneficiará a los productores”, manifestó Milton Moguel Esponda —representante de Fertilex—, quien detalló que a través de la alianza se distribuirá gratuitamente el insumo para la fertilización foliar y se proveerá de un plan agronómico y seguimiento técnico que garanticen su adecuada aplicación.

A través de la Bitácora Electrónica MasAgro, los datos que se obtengan de esta acción se traducirán en información que con el tiempo permitirá optimizar la estrategia y difundir el conocimiento generado entre otros técnicos y productores y en otras zonas.

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Deficiencia de zinc en suelos impacta en la salud humana: IOM

Fructífera Jornada Internacional del Zinc y Yodo en Guanajuato.
Por Ramón Barrera, Comunicación de MasAgro Guanajuato.
22 de julio de 2016.

Celaya, Gto.- La deficiencia de zinc en personas en México es un problema serio y su raíz se debe a que muchos de los suelos en el país son insuficientes, “si sembramos cultivos en suelos deficientes, tenemos cultivos con granos deficientes, y cuando los consumimos nosotros también terminamos con deficiencia; es una cadena, pero eso tiene una solución si aplicamos fertilizantes o abonos orgánicos que contengan zinc”, advirtió el doctor Iván Ortiz-Monasterio. “Si corregimos los problemas del campo avanzaremos mucho en solucionar los problemas de las personas con deficiencia de zinc”, sostuvo el investigador del programa de Intensificación Sustentable para América Latina del CIMMYT.

Ortiz-Monasterio reveló que todo esto surgió a través del establecimiento de una red internacional que involucra a los proyectos HarvestPlus y HarvestZinc, con experimentos en toda la República, donde se evaluó la importancia del nitrógeno, el fósforo, el potasio, el zinc y el boro en la producción de maíz, y se encontraron deficiencias de zinc en distintas regiones de México: noroeste, Bajío, Chiapas y Valles Altos.

“Los agricultores generalmente utilizan nitrógeno y fósforo como fertilizantes, algunos potasio, pero muy pocos están conscientes de que la deficiencia de zinc es un problema en el campo. Una de las razones de este evento es crear conciencia en los agricultores de que esto es algo que ellos deben estar cuidando, además del nitrógeno, el fósforo y el potasio, porque es un problema relativamente común”. Otro aspecto importante que mencionó el investigador es el hacerles ver a los productores y a la sociedad en general que la agricultura puede servir para solucionar un problema de salud pública, como es la deficiencia de zinc.

En el marco de la Jornada Internacional del Zinc y Yodo en Guanajuato, que tuvo como sede el Instituto Tecnológico de Roque, expertos en el tema de Turquía, Bélgica, Chile y México, ante productores, técnicos y estudiantes, abordaron en ocho conferencias la importancia del zinc y el yodo en la agricultura y el impacto en la salud de las personas.

La bienvenida a los asistentes estuvo a cargo del maestro Teodoro Villalobos, director del Instituto Tecnológico de Roque. El doctor Fernando Galván Castillo, director de Innovación Tecnológica Agrícola, en representación del secretario de Desarrollo Agroalimentario y Rural, Javier Usabiaga Arroyo, dio inicio a los trabajos de la jornada. Refirió que el gobierno del estado ha implementado un programa para que Guanajuato se convierta en la zona prémium agrícola de México, haciendo especial énfasis no solamente en elevar la productividad y la calidad de los productos de la entidad, sino en que tengan una certificación de inocuidad para que estén libres de productos tóxicos o elementos que puedan dañar la salud humana y que ello permita la apertura de mercados locales, nacionales e internacionales. Destacó al programa MasAgro como el principal impulsor de la modernización de la agricultura en el estado, con especial énfasis en la formación de los asesores técnicos que están llevando innovación y tecnología al campo.

El doctor Ismael Cakmak, profesor de la Universidad de Sabanci, Turquía, con la conferencia magistral: El zinc en la nutrición vegetal ¿Por qué las plantas necesitan de zinc?, dijo que el problema de la deficiencia de micronutrientes es común en las regiones donde los suelos son pobres en éstos y la alimentación de las personas se basa en cereales, principal fuente de ingesta de calorías de las poblaciones humanas. Los granos de cereales son inherentemente muy bajos en zinc, hierro y yodo.

Otros temas que se trataron fueron: El yodo y la salud humana, por la doctora Katja Hora, de Bélgica; El zinc y la salud humana, por el doctor Jorge Rosado, de la Universidad Autónoma de Querétaro; Lugares y suelos en México con problemas potenciales de deficiencia en zinc, por el doctor Javier Castellanos, de Fertilab; La deficiencia de zinc en el maíz y otros cultivos: problemas y soluciones, por el doctor Luis Mario Tapia, del INIFAP-Matamoros; y Zinc: fuentes y tasas de respuesta en cultivo de trigo y maíz , por el doctor César Venegas Villarroel, de Chile.

La Jornada Internacional de Zinc y Yodo en Guanajuato concluyó con una mesa redonda, en la que participaron todos los conferencistas en un intercambio fructífero de ideas.

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Pruebas de fertilización en plataforma de Poncitlán, Jalisco

29 de julio de 2014.


Dar seguimiento a los resultados que tienen las plataformas experimentales alrededor de la república mexicana es una de las labores principales de técnicos MasAgro y de los colaboradores que participan activamente con el componente MasAgro Productor. Técnicos del despacho técnico de Nal-uts que dan asesoría, consultoria y capacitación fomentando la Agricultura de Conservación en Jalisco, visitaron la plataforma de Poncitlán, Jalisco para observar el control en las fertilizaciones que se están haciendo en los cultivos de primavera – verano.

Las aplicaciones foliares que se hicieron en la plataforma de fe, cu, zn, mn y b se recomendaron hacerlas por la mañana o tarde, ya que en las horas de más calor pueden causar quemaduras si se sobrepasa la dosis recomendada. Aunque hay que recalcar que la situación siempre es variante en cuanto a los cultivos y el estado de desarrollo, por eso es recomendable realizar pruebas cuando se aplique por primera vez a un cultivo.

Se platico sobre la gran gama de productos comerciales que existen en el mercado contienen micronutrimentos ya se en forma individual o conjunta, los cuales también pueden tener buena efectividad pero hicieron hincapié en que siempre es indispensable seguir la dosis recomendadas, pues los micronutrientes en aplicaciones excesivas pueden causar toxicidad.

Ademas observaron que la recomendación para la aplicación es fertilizar en banda, ya que aumenta su eficiencia, pero siempre hay que tener especial cuidado de no aplicarlo muy cerca de la línea de siembra.

Las aplicaciones foliares son procedimientos utilizado para satisfacer los requerimientos de micronutrientes y aumentar los rendimientos y mejorar la calidad de la producción. Entre las ventajas de la absorción foliar de nutrientes está el hecho de que es rápida y correctiva, con una rápida respuesta de la planta, pero eso no significa que la fertilización foliar sustituya a la fertilización del suelo.

Conceptualmente, la fertilización foliar es la aplicación de nutrientes solubles en los brotes de las plantas para complementar la nutrición durante períodos de alto consumo de nutrientes. Esto con el fin de alcanzar el equilibrio durante las etapas de desarrollo, en las cuales las plantas requieren de grandes cantidades de nutrientes y en el caso en el que, el suelo eventualmente no pueda liberar la cantidad de nutrientes a la velocidad suficiente para asegurar el suministro adecuado. Por lo tanto, la fertilización foliar es una ayuda práctica para proporcionar micronutrientes y macronutrientes