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Una revolución del conocimiento

Sistema de Gestión del Conocimiento Agrícola para la Innovación (AKM4I) en sistemas agroalimentarios. (Gráfico: CIMMYT)
Sistema de Gestión del Conocimiento Agrícola para la Innovación (AKM4I) en sistemas agroalimentarios. (Gráfico: CIMMYT)

La clave para transformar los sistemas agroalimentarios a nivel mundial radica en los procesos de gestión del conocimiento, según un equipo de investigadores del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

El objetivo es facilitar la integración del conocimiento tradicional de los productores con la investigación agrícola de punta para mejorar los sistemas de producción locales y abordar problemas regionales a través de redes de conocimiento que promueven prácticas y tecnologías innovadoras para incrementar la productividad y rentabilidad en forma sostenible.

Un grupo de investigadores del CIMMYT liderado por Andrea Gardeazábal, Gerente de Tecnologías de la Información y la Comunicación para la Agricultura, Monitoreo y Evaluación, publicó recientemente una propuesta para un nuevo sistema de gestión del conocimiento para los sistemas de innovación agroalimentaria: el Sistema de Gestión del Conocimiento Agrícola para la Innovación (AKM4I).

“Proponemos una plataforma de gestión del conocimiento para la innovación agrícola que responde a la necesidad de contar con sistemas de producción y distribución de alimentos más inclusivos y sostenibles que puedan proveer a productores y consumidores de alimentos saludables para una dieta sana dentro de los límites planetarios”, señaló Gardeazábal.

El sistema AKM4I fue diseñado para ayudar a los profesionales del desarrollo agrícola a comprender cómo se desarrollan, prueban y difunden las habilidades y conocimientos agrícolas para mejorar los sistemas agrícolas en condiciones reales.

Siguiendo los principios de teoría de sistemas, el modelo describe empíricamente cómo se genera, adquiere, almacena, analiza y se transmite la información para avanzar el conocimiento agrícola y obtener resultados innovadores que permiten: desarrollar capacidades locales para resolver problemas colaborativamente y generar soluciones de conocimiento integrado; empoderar a las y los productores con conocimiento especializado de sus parcelas; cocrear tecnología y hacer investigación participativa en las comunidades rurales; superar las barreras a la innovación e impulsar el cambio institucional.

El acceso al conocimiento para la transformación de sistemas

Ilustración esquemática de los hubs o redes de innovación del CIMMYT para los sistemas sostenibles de producción de maíz y trigo.
Ilustración esquemática de los hubs o redes de innovación del CIMMYT para los sistemas sostenibles de producción de maíz y trigo.

El sistema se desarrolló a partir de los hubs o redes de innovación de MasAgro para la investigación participativa, el desarrollo e intercambio de conocimiento y tecnologías para la intensificación sostenible de los sistemas de maíz y trigo.

Este proyecto del CIMMYT fue reconocido recientemente con el Premio Aplicaciones Innovadoras en Analítica 2020 por desarrollar sistemas y herramientas innovadoras de monitoreo, evaluación, rendición de cuentas y aprendizaje (MEAL, en inglés) para investigadores y técnicos de campo financiados con fondos públicos que asesoran a más de 150,000 productores en México.

“A través de los principios y procesos descritos, el sistema AKM4I puede ayudar a cerrar el ciclo continuo de recreación de conocimiento, evaluación e iteración de innovaciones, al construir coaliciones para democratizar el acceso y uso del conocimiento”, concluye el estudio.

Bram Govaerts, Director de Operaciones del CIMMYT, Director General Adjunto de Investigación y Director del Programa de Desarrollo Estratégico, cree que el sistema AKM4I debería ser un pilar fundamental de la transformación de los sistemas agroalimentarios, incluida la reforma actual de las asociaciones, el conocimiento, los activos y la presencia global del CGIAR.

“El modelo de gestión del conocimiento de los hubs de MasAgro se convertirá en el modelo operativo de muchas iniciativas regionales del CGIAR”, dijo Govaerts.

Lea el estudio:
Gestión del conocimiento para la innovación en sistemas agroalimentarios: Un marco conceptual (en inglés)

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Abriendo Camino: Andrea Gardeazábal da sentido a los datos para transformarlos en información útil

Andrea Gardeazábal tiene muchos roles, es supervisora, gerente de evaluación, aprendizaje y TIC para la agricultura, pero el núcleo de lo que hace es la gestión del conocimiento. Combina el monitoreo, la evaluación, la rendición de cuentas y el aprendizaje (MEAL, en inglés) con las tecnologías de la comunicación de la información (TIC) para transformar los datos en algo significativo.

Científica política de formación, Gardeazábal conoce el poder de los datos y las estadísticas. Cuando comenzó a trabajar en proyectos de TIC para el desarrollo en el campo, observó una falta de comprensión de las TIC y de cómo el sector del desarrollo podía aprovechar estas herramientas.

“Sabía que esto progresaba muy rápido; que este era el futuro. Todo el mundo hablaba de las TIC y del futuro con el internet de las cosas, y las redes sociales apenas estaban comenzando”, comentó Gardeazábal. Entonces se preguntó, ¿cómo podría el sector del desarrollo aprovechar estas nuevas tecnologías?

Gardeazábal estaba trabajando en proyectos para llevar computadoras a las zonas rurales de Colombia, que no tenían conexión a internet ni electricidad. El problema no se puede resolver simplemente con una máquina. Quería entender cómo utilizar las TIC para el desarrollo de una manera significativa. Esto provocó un interés en el monitoreo, la evaluación, la rendición de cuentas y el aprendizaje, para comprender cómo las TIC benefician o no al sector del desarrollo, y para reintegrar esa información en el diseño y el impacto del proyecto.

Después de trabajar en TIC para la participación ciudadana, la educación y las microfinanzas, se unió al CIMMYT con la misión de comprender las TIC para la agricultura. Ahora fusiona herramientas TIC con el monitoreo, la evaluación, la rendición de cuentas y el aprendizaje, liderando el diseño, desarrollo y operación de sistemas de recolección de datos, limpieza de datos, análisis de datos y visualización de datos con los proyectos del programa de Desarrollo Estratégico en Colombia, Guatemala y México.

Asegurando los resultados esperados

El seguimiento, el aprendizaje, la rendición de cuentas y la evaluación son fundamentales para garantizar que el CIMMYT cumpla con sus objetivos. Monitorear significa asegurarse de que las operaciones en el campo se desarrollen según lo planeado. En lugar de esperar hasta el final del proyecto cuando el donante solicita un informe, el equipo de Gardeazábal monitorea las operaciones en el campo de manera trimestral o anual. El equipo, tanto en el campo como en la sede, utiliza estos datos para verificar que el proyecto está logrando lo que se pretendía y realizar intervenciones o ajustes si es necesario.

La evaluación analiza los resultados y la evidencia del proyecto. El equipo recopila evidencia para cada punto de datos que tienen y posteriormente evalúa esa evidencia para determinar el impacto y los resultados en el campo. Estos datos no solo están relacionados con el aumento de rendimiento, sino que incluyen producción sostenible, desarrollo de capacidades y procesos adecuados de adaptación y adopción de tecnología.

La rendición de cuentas es transparencia con los financiadores, de modo que todos los involucrados en un proyecto sean responsables de los procesos, las decisiones y el impacto. El CIMMYT puede mostrar avances a través de una relación transparente con los donantes.

El aprendizaje ocurre después de que el equipo recopila información, produce evaluaciones de resultados y comprende lo que se hizo bien y hacia dónde se tuvo que redirigir el proceso. Esta información puede informar el diseño de nuevos proyectos o fases del proyecto. “Usamos los datos y el análisis de cada proyecto para rediseñar o modificar nuestros planes para el próximo proyecto o incluso qué tipo de proyectos queremos realizar”, dijo Gardeazábal.

Andrea Gardeazábal merges ICT tools with monitoring, evaluation, accountability and learning to improve project design.
Andrea Gardeazábal fusiona herramientas TIC con monitoreo, evaluación, rendición de cuentas y aprendizaje para mejorar el diseño de proyectos. (Foto: Francisco Alarcón/CIMMYT)

¿Qué pueden ofrecer las TIC?

En el pasado, un equipo de monitoreo, evaluación, rendición de cuentas y aprendizaje recopilaba datos de una muestra representativa al inicio del proyecto, luego regresaba a la oficina y analizaba esos datos. Al final del proyecto, el equipo completaría el mismo ejercicio, para ver la diferencia con lo que reunieron al principio.

Con las herramientas de las TIC, los investigadores pueden recopilar y analizar datos sólidos con mayor rapidez y comunicarse de manera eficiente con los beneficiarios de un proyecto a lo largo de su curso. Los algoritmos de inteligencia artificial y aprendizaje automático pueden ayudar a comprender grandes conjuntos de datos para que esta información pueda fortalecer y agilizar el proceso de monitoreo, evaluación, rendición de cuentas y aprendizaje, y el impacto del proyecto.

“No necesitamos esperar hasta el final del proyecto para ver los resultados en el campo o para tener una idea de lo que los agricultores están diciendo y logrando. Tenemos muchas herramientas, desde el lado de las TIC, que ayudan a que el monitoreo y la evaluación sean más eficientes”, explicó Gardeazábal.

Un premio internacional reconoció algunas de estas herramientas TIC a principios de este año. Gardeazábal formó parte del equipo ganador con miembros de la Alianza de Bioversity International y el CIAT y el Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA, en inglés) que trabajan en sistemas y herramientas de datos innovadores que ayudan a más de 150,000 agricultores en México.

El equipo rastreó más de 500 variables en diferentes parcelas agrícolas y las analizó con datos geográficos, meteorológicos y de mercado para ayudar a identificar las mejores prácticas de gestión para cada parcela. Esta información, incluido el potencial de rendimiento histórico, los puntos de referencia locales, las oportunidades, las prácticas agrícolas recomendadas y la previsión de precios de los productos básicos, está disponible para los agricultores a través de una aplicación llamada AgroTutor (Android, iOS).

La importancia de un entorno propicio

Gardeazábal advierte contra la idea de que la tecnología por sí sola acabará con la pobreza o aumentará la seguridad alimentaria.

“Las TIC son un vehículo para la innovación en la agricultura. Tener una aplicación en el campo no es suficiente para generar el cambio que estamos buscando. Se necesita un entorno propicio, una red, la participación de los agricultores y la participación de los científicos para aprovechar las herramientas de las TIC».

Desde drones e imágenes satelitales hasta inteligencia artificial, las herramientas de TIC pueden ayudar al CIMMYT a llevar a cabo su misión al optimizar los procesos de recopilación y análisis de datos.

Sin embargo, este trabajo no se realiza de forma aislada del entorno que lo rodea. El CIMMYT no solo trabaja para aumentar los rendimientos, sino que también administra los recursos y las redes locales de manera eficiente. Los equipos deben monitorear los datos sobre la calidad del aire, el uso del agua y los flujos de información eficientes, analizar estos datos y luego regresar al campo con recomendaciones para la producción más sostenible dentro de los sistemas agroalimentarios integrados.

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Otorgan a México un reconocimiento internacional por sistema sustentable en la producción de maíz

Los análisis estadísticos se han usado en agricultura, así como la combinación de modelos y metodologías para la generación de datos predictivos y prescriptivos que son específicos para cada parcela monitoreada, mediante la evaluación de lo registrado en la Bitácora Electrónica MasAgro (BEM), que contiene información de más de 150,000 productores participantes.

La sociedad de analítica Informs, Kinaxis y la Universidad Adelphi —de Estados Unidos— otorgaron al programa MasAgro, de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), el primer lugar del Premio a las Aplicaciones Innovadoras en Analítica 2020, en reconocimiento al sistema de datos y de planeación de Maíz para México.

El objetivo del premio es reconocer casos de aplicación única y creativa de una combinación de técnicas de análisis a través de procesos de uso inusuales que producen conocimiento y alto valor agregado, como el de la Agricultura de Conservación puesto en marcha en diferentes regiones de México con el proyecto MasAgro.

En esta ocasión, el CIMMYT presentó ‘Análisis integrados para la Agricultura Sustentable en América Latina’, en colaboración con el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) y el Instituto Internacional para el Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA), que describe el sistema de monitoreo, evaluación, rendición de cuentas y aprendizaje (MEAL, por sus siglas en inglés) de MasAgro y Maíz para México.

La estrategia permite a los técnicos e investigadores de MasAgro colectar, analizar y usar datos de casi 200,000 parcelas en todo México para examinarlos en combinación con información pública de datos meteorológicos, geográficos y mercadológicos. Adicionalmente, este sistema de análisis integrado de datos alimentó el proceso de planeación y formulación de Maíz para México.

De esta manera, los innovadores métodos de recolección y análisis de MasAgro permitieron desarrollar diagnósticos, líneas base, progresiones y metas asequibles para la conservación, producción e integración de la cadena de valor del maíz consignadas en el plan.

Entre los objetivos del programa destaca la aplicación de técnicas innovadoras de análisis de datos —como algoritmos de inteligencia artificial, modelos predictivos y análisis de componentes— para incrementar la productividad y rentabilidad de los agricultores, promover el uso responsable y sostenible de los recursos naturales y tomar mejores decisiones de política pública.

Los análisis de datos se han usado en agricultura, así como la combinación de modelos y metodologías para la generación de datos predictivos y prescriptivos que son específicos para cada parcela monitoreada; con esto, el CIMMYT, el CIAT y el IIASA lograron beneficiar a pequeños productores mediante el examen de los datos registrados en la Bitácora Electrónica MasAgro (BEM), que contiene información de más de 150,000 productores participantes.

 

Posibilita MasAgro obtener hasta 500 variables por parcela monitoreada

Los técnicos de MasAgro registran hasta 500 variables de cada parcela monitoreada, las cuales describen con detalle las diferentes actividades y fechas importantes del ciclo agrícola, incluyendo prácticas agronómicas, insumos, costos y rendimientos logrados en cada ciclo por cada productor participante.

Algunas parcelas registradas en la BEM tienen información de los últimos siete u ocho ciclos agrícolas, desde que MasAgro estandarizó el proceso de recolección de datos con el desarrollo y la difusión de esta herramienta virtual.

Los técnicos de MasAgro también usan el sistema GeoODK Collect para registrar información adicional sobre los servicios de capacitación y extensionismo que se ofrecen a los productores participantes.

Los datos de la BEM y de GeoODK Collect se almacenan, limpian y procesan con procedimientos de análisis estadísticos diseñados por el CIMMYT, el CIAT y el IAASA, lo que permite identificar y graficar variables de interés, como las variaciones en rendimiento, ingreso neto por cultivo o sistemas de producción.

Los investigadores y analistas también generan datos predictivos y prescriptivos a partir de modelos empíricos y técnicas de aprendizaje artificial para extraer información de las bases de datos de MasAgro e identificar factores limitantes y las mejores prácticas agronómicas para cada parcela monitoreada.

Los resultados de estos análisis alimentan una aplicación en desarrollo denominada AgroTutor, que ofrece a los productores servicios de asesoría e información gratuitos, como potencial de rendimiento histórico, parámetros locales, ventanas de oportunidad, prácticas agrícolas recomendadas y precios estimados de mercado.

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Las tecnologías digitales y el futuro de la producción agrícola

Montevideo, Uruguay.- Bajo la temática ‘Comunidades Rurales Inteligentes-Innovación en las TIC y la producción agrícola responsable y sostenible’, del 5 al 9 de agosto se desarrolló la Semana de la Innovación en América 2019, realizada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT). El evento congregó a investigadores, empresarios y representantes de Gobiernos de América Latina y el Caribe para que intercambiaran experiencias, identificaran necesidades y analizaran los desafíos de las tecnologías digitales en el ámbito rural y la producción agrícola rumbo al año 2030.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que en ese año los efectos del cambio climático y el incremento de la población mundial generarán una grave crisis ambiental y de disponibilidad de alimentos; por eso es necesario lograr la sustentabilidad de los sistemas de producción agrícola y fomentar el desarrollo de las comunidades rurales. La Semana de la Innovación en América 2019 promovió, precisamente, el diálogo entre actores clave que han incorporado las tecnologías digitales en diversas estrategias de innovación social, ambiental y económica.

Tecnologías como la red de internet 5G, los drones, los nuevos esquemas económicos basados en monedas virtuales y la inteligencia artificial son potencialmente útiles para el sector agrícola. Sin embargo, la mayoría de los productores —que son pequeños agricultores familiares— carece de educación digital. Por lo anterior, cómo aminorar la brecha entre los ámbitos rural y urbano y cómo acercar tecnologías a los productores de la región fueron los ejes del diálogo de este foro regional, realizado para propiciar el diseño de políticas públicas y el establecimiento de compromisos de trabajo entre instituciones y países.

El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) contribuyó a este foro regional con la exposición ‘Gestión del conocimiento y uso de TIC en sistemas agroalimentarios sustentables’, realizada por Andrea Gardeazabal, responsable de la Unidad de Monitoreo, Evaluación y Aprendizaje de Proyectos. La experiencia del CIMMYT se sumó así a la de instituciones como la FAO, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), universidades de la región, otros centros de investigación y empresas de telecomunicaciones y soluciones digitales (como Microsoft y Huawei).

Se espera que esta suma de aprendizajes y el aprovechamiento de las nuevas tecnologías digitales y de telecomunicaciones permitan trazar mejores caminos para avanzar en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y —sobre todo— impactar positivamente en las comunidades rurales (ya que para 2030 se proyecta que seis de cada 10 personas en el mundo vivirán en áreas rurales, donde la pobreza seguirá concentrándose), y romper así el denominado círculo de declive, en el que la escasez de empleo y servicios en el ámbito rural fomenta la migración hacia zonas urbanas y la incorporación a otros sectores.