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Enfoques agroecológicos en el Bajío mexicano

La catarinita (Hippodamia convergens), un insecto benéfico que ayuda al control del pulgón en el cultivo de trigo. (Foto: Salvador Ramos)
La catarinita (Hippodamia convergens), un insecto benéfico que ayuda al control del pulgón en el cultivo de trigo. (Foto: Salvador Ramos)

“Muchas veces uno aplica insecticidas sin realizar los monitoreos, solo aplicamos por aplicar y no nos damos cuenta de los insectos benéficos que podemos encontrar dentro de las parcelas”, comenta Luis Celedón, productor de trigo de Guanajuato, México, con respecto a las acciones en materia de manejo agroecologico de plagas en las que ha participado al formar parte de Agriba Sustentable.

Agriba Sustentable es un proyecto impulsado por PepsiCo México, Grupo Trimex y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) que busca impactar positivamente y de manera directa a los productores de trigo del Bajío mexicano. 

Entre las prácticas promovidas en el marco del proyecto se encuentra el manejo agroecologico de plagas. En este sentido, recientemente en la parcela del productor Luis Celedón se hizo una liberación de larvas de coccinélidos, una familia de insectos conocidos comúnmente como catarinas que son depredadores naturales de pulgones, una de las plagas que más afectan al trigo en la región. 

“Poco a poco vamos conociendo un poco más del campo, las prácticas han cambiado y no podemos seguir haciendo lo mismo de cada año”, menciona el productor quien reconoce que con estas prácticas la incidencia de la plaga en su parcela ha sido baja. Otra ventaja de este enfoque es que se logran reducir las aplicaciones de insecticidas químicos bajando así el costo de producción de grano.

Otras prácticas orientadas hacia un manejo agroecologico de plagas son el establecimiento de cultivos que atraen insectos depredadores y funcionan como de barreras físicas de las plagas, el uso de extractos vegetales para aplicarse como insecticida orgánico, así como el uso de feromonas de confusión sexual, particularmente útiles en el manejo del gusano cogollero en maíz, cultivo en el que esta plaga puede ocasionar pérdidas de hasta el 50% de la producción.

La forma en la que actúan las dispensadores de feromonas que se promueven en el marco del proyecto es mediante la liberación prolongada del aroma que produce la hembra para atraer al macho hasta producir una nube invisible en el cultivo, confundiéndolo en su propósitro de encontrar y aparearse con la hembra, evitando así su reproducción y reduciendo la aparición de nuevas generaciones de la plaga. 

Una de las ventajas de estos enfoques agroecológicos es que no se afecta a las poblaciones de insectos benéficos, ni se impacta negativamente en los ecosistemas o en la salud de los agricultores quienes, además, pueden producir granos de mejor calidad e inocuos que redundan en mejores productos para los consumidores finales. 

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Pulgones en el trigo, así se pueden controlar sin agroquímicos

El cambio climático incrementa la incidencia de plagas y malezas en los cultivos, afectando a los productores y poniendo en riesgo la seguridad alimentaria. Por esta razón, es de suma importancia adoptar nuevas medidas de control fitosanitario que permitan hacer un manejo integral de las plagas a la vez que reducir el uso de agroquímicos. 

El Manejo Agroecológico de Plagas es una alternativa viable para este propósito. Además, como se trata de una estrategia holística que se sustenta en principios agroecológicos, busca restablecer el equilibrio entre las poblaciones de insectos dañinos y benéficos, promoviendo la restauración de la biodiversidad funcional y aplicando alternativas de manejo que no generan impactos indeseables para los productores, los consumidores y el ambiente.

En este sistema existe una serie de acciones que se combinan:

  • Control cultural: se refiere a la rotación de cultivos, manejo de densidades de siembra óptimas y la fecha de siembra, además de dejar plantas hospederas de insectos benéficos.
  • Control físico y mecánico: es el uso de barrera físicas y naturales, uso de trampas vivas y trampas con feromonas.
  • Control biológico aplicado: son las estrategias de introducción y/o preservación de insectos benéficos.
  • Control genético: es la utilización de material vegetal con resistencia al ataque de los insectos plaga.
  • Productos alternativos: aplicación de extractos naturales con propiedades repelentes, disuasivas de alimentación o tóxicas y utilización de insecticidas biológicos.
  • Control químico selectivo: son productos químicos específicos, de bajo impacto ambiental y no nocivos para la fauna benéfica. Deben ser aplicados de forma adecuada, en las dosis indicadas y con las medidas de seguridad correspondientes. 

En El Bajío, las plagas que más afectan al trigo y reducen su rendimiento son las diferentes especies de pulgones: pulgón verde del follaje (Schizaphis graminum), pulgón de la espiga (Sitobion avenae), pulgón ruso (Diuraphis noxia), pulgón amarillo del follaje (Metopolophium dirhodum), pulgón negro del follaje (Rhopalosiphum padi) y el pulgón del cogollo (Rhopalosiphum maidis). Estos insectos causan afectaciones desde etapas tempranas del cultivo hasta el llenado de grano, provocando daño por succión de la planta y el grano o la transmisión de enfermedades.

Para su control, existen depredadores que se encuentran de forma natural como la catarinita (Hippodamia convergens), chinches (Orius spp.) y escarabajos de cuatro manchas (Collops spp.), los cuales se alimentan y parasitan a los pulgones, reduciendo su población y evitando que generen pérdidas económicas.

Dentro de los productos alternativos que se pueden utilizar se encuentra el hongo Verticillium lecanii o extractos naturales de nim, ajo y chile. Estos extractos pueden ser elaborados de forma artesanal o también existen productos comerciales. El uso del jabón agrícola es otra alternativa para el control del pulgón.

El Manejo Agroecológico de Plagas es una de las prácticas sustentables difundidas a través del proyecto AGRIBA Sustentable, el cual es impulsado por PepsiCo México, Grupo Trimex y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) en beneficio de los productores de El Bajío. 

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Disponible el primer boletín de la Mesa Técnica Agroclimática Apícola de Yucatán

Abeja alimentándose en una parcela con maíz y leguminosas. (Foto: Fernando Morales/CIMMYT)
Abeja alimentándose en una parcela con maíz y leguminosas. (Foto: Fernando Morales/CIMMYT)

De aproximadamente 20 mil especies de abejas que existen en el mundo, más del 85% son solitarias y no viven en colmenas, así que solo pocas especies producen miel.  Las abejas melíferas son las abejas productoras de miel más conocidas, aunque constituyen solo nueve especies del total y, de estas, la abeja europea Apis mellifera es la más extendida tanto en el imaginario social como en la apicultura, es decir, la crianza y cuidado de las abejas para obtener miel, jalea real, propóleo, cera y polen. 

En América no existían abejas del género Apis, así que las civilizaciones mesoamericanas cultivaron diversas variedades de los géneros Trigona y Melipona, entre las que destaca la abeja melipona o abeja maya (Melipona beecheii), que aún se trabaja en Yucatán siguiendo la tradición de la meliponicultura de la cual los mayas alcanzaron un grado de complejidad único. 

La producción de miel, sin embargo, es solo uno de los grandes beneficios de las abejas. El menos visible, pero muy probablemente el más importante es la polinización —que es la transferencia de granos de polen de la parte masculina de una flor (antera) a la parte femenina (estigma) de otra o de la misma flor—, proceso que sí realizan todas las especies de abejas y, de hecho, las abejas nativas tienen un papel muy relevante.

Los polinizadores son fundamentales para la continuidad de la vida en el planeta. Abejas, colibríes, avispas, abejorros, mariposas y otros polinizadores son esenciales para la producción del 35% de los cultivos que se consumen en el mundo. En el caso de México se estima que de las 236 plantas cultivadas que son utilizadas como comestibles, se consumen los frutos o semillas de 171, de las cuales 85% depende de los polinizadores.

Por su importancia económica y sus invaluables servicios ecosistémicos, las abejas y los otros polinizadores son organismos esenciales. Los monocultivos y el uso inadecuado y excesivo de insecticidas afectan a estas especies y, en cambio, los cultivos diversificados y los enfoques agroecológicos benefician sus poblaciones. 

Por la relevancia de los polinizadores y sus amplios beneficios a la agricultura, desde el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) se impulsan prácticas como el Manejo Agroecológico de Plagas y la diversificación de cultivos principalmente con especies que presentan floración —como diversas leguminosas y algunas oleaginosas—, ya que se estima que el 90% de las flores requiere polinización.

En el marco de la estrategia Mesas Técnicas Agroclimáticas, también se considera a las abejas. En el primer boletín de la Mesa Técnica Agroclimática Apícola de Yucatán —en cuya primera edición participaron la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), el Gobierno del estado de Yucatán, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), la Universidad Autónoma de Yucatán (AUDY), el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), el CIMMYT y otros centros CGIAR—, por ejemplo, se ofrece información relevante para los apicultores de la región. 

Este mes de mayo —precisa el boletín agroclimático— aumentará considerablemente el régimen de lluvias en gran parte de todas las regiones de interés para la apicultura y, debido a las variaciones de temperatura, de humedad, de lluvias y frecuencia de frentes fríos y nortes registradas en la región, algunas especies productoras de néctar adelantarán o atrasarán su floración (desfase en su floración).

Además, señala el documento, debido a la presencia de floraciones y de los flujos de néctar y polen en el campo, no es necesario durante este trimestre proporcionar alimentación artificial a las colonias de abejas basados en jarabes de azúcar (alimentación energética) y suplementos o sustitutos de polen (alimentación proteica), pero sí es importante preservar y conservar los parches de monte alrededor de los apiarios y evitar la eliminación de especies vegetales en floración alrededor de cultivos agrícolas y carreteras ya que son fuentes de néctar y polen para las abejas. 

Esta y más información está disponible en el primer boletín de la Mesa Técnica Agroclimática Apícola de Yucatán, disponible aquí.

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Diversificar cultivos ha hecho más rentable su parcela

Parcela de San Juan Guichicovi, en Oaxaca, México, con cultivos diversificados. (Foto: CIMMYT)
Parcela de San Juan Guichicovi, en Oaxaca, México, con cultivos diversificados. (Foto: CIMMYT)

Simón Martínez López conoció las trampas de feromonas para gusanos cogolleros y otros insectos plaga porque el colaborador del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), Jonatan Villa Alcántara, las llevó hasta su parcela en la comunidad de El Zapote, en el municipio de San Juan Guichicovi, en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca. 

Por ser la principal plaga del maíz y la que lo obligaba a utilizar “una gran cantidad de agroquímicos para su combate”, el manejo agroecológico del gusano cogollero fue el punto de partida de la participación de Simón en el proyecto Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche, de Walmart Foundation y el CIMMYT.

El Manejo Agroecológico de Plagas es una de las diversas innovaciones agrícolas que Jonatan le compartió a Simón, en cuyas tierras se facilitó la diversificación de más de diez cultivos en dos hectáreas y media: maíz (nativo o criollo) blanco, girasol, ajonjolí, soya, frijol mungo, chícharo gandul, quinoa, chile habanero, tomate criollo, yuca y camote. 

Por ser una zona ganadera, los productores de San Juan Guichicovi acostumbran sembrar sus tierras uno o dos ciclos y después “meter pastos” para que pueda comer el ganado. Cuando entra el ganado, sin embargo “la tierra queda compactada y se va todo el abono”, comenta Simón. 

Con la finalidad de nutrir mejor a los animales y evitar que pasten libremente en las parcelas, la diversificación de cultivos también brinda opciones para los productores que tienen ganado. Ampliar el menú de forrajes con especies que además sirven como cobertura verde del suelo, por ejemplo, es una de esas opciones. 

Simón, sin embargo, renunció a la ganadería y apostó completamente por la Agricultura Sustentable para evitar lo más posible el deterioro y la compactación de su suelo. Al diversificar cultivos, además de ayudar a la regeneración de la tierra para que la calidad de su producción mejore, el productor también busca mejorar el ingreso y la dieta de su familia. 

Así, decidido a seguir cultivando las dos hectáreas y media de tierra en las que ahora evita sembrar solo maíz, Simón está conociendo nuevos cultivos, como el ajonjolí y el girasol, de los cuales está generando semilla para compartir con otros productores a fin de que, como él, también aprendan a utilizarlos como cultivos de rotación en el ciclo otoño-invierno.

Dejar una cubierta vegetal en el suelo ha ayudado a Simón a guardar la humedad y evitar la erosión en suelos que se caracterizan por sus pronunciadas pendientes debido a que se encuentran en pequeños lomeríos donde las lluvias son constantes. “Si dejamos un colchón de residuos de la cosecha anterior, ese colchón evita que el agua arrastre el suelo”, explica el técnico Jonatan.

Con estas innovaciones, Simón ha notado una diferencia en este primer año de trabajo con el proyecto de Walmart Foundation y el CIMMYT, pues califica que su siembra estuvo “bonita” porque en vez de quemar el rastrojo lo dejó como abono y el suelo no se ha erosionado por las condiciones climáticas.

De acuerdo con Melchor García Vásquez, líder comunitario en la zona donde está Simón, construir una visión diferente de cómo trabajar el campo impacta positivamente en la comunidad y en las familias de 25 productores que, como Simón, aceptaron la asesoría que brinda el proyecto impulsado por Walmart Foundation y el CIMMYT.

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Prácticas de conservación del suelo suman a la preservación de acuíferos

De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), los acuíferos sobreexplotados indican el uso no sustentable de las aguas subterráneas y representan un riesgo para el abasto humano y de las actividades agropecuarias e industriales de las regiones en donde se encuentran, pudiendo elevar los costos de extracción del líquido e incluso ocasionar hundimientos del terreno.

El acuífero de Calera, en Zacatecas, está considerado uno de los más sobreexplotados. Reportes de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) muestran que tan solo en 2021 de ese acuífero se extrajeron un poco más de 162 mil millones de litros de agua —162.47 hm3 (hectómetros cúbicos)—, pero solo se recargó 56% de esa cantidad —91.1 hm3—.

Para contribuir a la preservación y manejo sustentable del acuífero de Calera, recientemente se puso en marcha el proyecto Aguas Firmes, impulsado por el Grupo Modelo y la Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable (GIZ), con la colaboración del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y diversas organizaciones públicas y privadas. 

En el caso de la iniciativa Aguas Firmes, la Agricultura Sustentable es fundamental para la preservación y manejo de los acuíferos. La razón es muy sencilla: sin suelos sanos el agua de lluvia difícilmente podría infiltrarse y alimentar a los acuíferos. Por esto, el CIMMYT promueve la adopción de prácticas sustentables basadas en Agricultura de Conservación: el ciclo pasado fueron 562 hectáreas en las que se implementaron prácticas sustentables, este ciclo ya son cerca de mil hectáreas y se espera alcanzar las cuatro mil en futuros ciclos. 

¿Qué prácticas y tecnologías son las que se están promoviendo de forma específica? Alberto Cabello —gerente del Hub INGP del CIMMYT— y Julio César González —técnico de Aguas Firmes—, comentan que entre los productores que recién se acercan a la Agricultura Sustentable se están fomentando inicialmente acciones de acondicionamiento del predio y fertilidad integral, con recomendaciones basadas en diagnósticos de suelo. 

Dentro del proyecto incluimos la posibilidad de apoyar agricultores, al menos 120, con el costo del análisis de suelo para hacer un programa de nutrición enfocado a una meta de rendimiento porque muchos fertilizan sin tener una base del por qué toman la decisión de usar determinada cantidad de fertilizante”, señala Alberto Cabello. 

“El elevado costo de los fertilizantes ha sensibilizado al agricultor en la importancia de basar su aplicación en una base técnica. A partir de ahí se han implementado otras prácticas como el manejo agroecológico de plagas —enfoque que ha tenido un efecto positivo en las hortalizas donde ya se presentaban fuertes problemas fitosanitarios que orillaban a los productores a buscar nuevas parcelas constantemente—”, comenta Julio César. 

“También se han promovido mejores arreglos topológicos —la disposición de las plantas en el terreno—. El ciclo pasado se movilizaron unas sembradoras del CIMMYT hacia la zona. Aquí es común que se siembre al voleo —arrojando la semilla a puñados por el aire—, lo que demanda mucha semilla y agua, a diferencia de la siembra en hileras con la cual algunos productores han reducido a la mitad las horas de riego. Eso se refleja además en el pago de la luz —necesaria para la extracción del agua—”, comenta Alberto Cabello.

“El proyecto incluye todo un sistema de nivelación láser para optimizar el riego y el drenaje del terreno. Inicialmente el CIMMYT trasladó dos niveladoras láser. Estas permitieron mostrar a los agricultores cómo funciona la tecnología y, gracias al proyecto, ya fue posible incorporar una niveladora láser adicional”, agrega el gerente del Hub INGP del CIMMYT.

Algunos productores que han decidido explorar más allá han hecho siembra directa —sobre los residuos de cosecha del ciclo anterior—, observando amplios beneficios: “no aplicaban tanta agua y todavía se mantenía húmedo el suelo cuando sembraron sobre rastrojo de cebada”, comenta Alberto Cabello, quien agrega que el proyecto contempla un “programa de manejo de rastrojos, el cual busca construir la fertilidad del suelo además de una nutrición exacta del cultivo para buscar así rendimientos superiores”. 

En esta zona de Zacatecas donde la precipitación pluvial es baja, este tipo de prácticas permite aprovechar al máximo la poca agua disponible. Así, combinando Agricultura de Conservación, tecnificación del riego (riego por goteo) y otras prácticas como las descritas, entonces el ahorro de agua y el aprovechamiento de los recursos es mucho mayor. 

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Opciones de Agricultura Sustentable para Zacatecas

General Pánfilo Natera, Zac.- De acuerdo con la Encuesta Nacional Agropecuaria del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), entre los principales problemas del campo mexicano en la actualidad están los altos costos de los insumos, los riesgos derivados de las variaciones climáticas —incluyendo una mayor incidencia de plagas y enfermedades—, la falta de capacitación y asistencia técnica, la pérdida de fertilidad del suelo y el abandono del campo.

En Zacatecas, un estado con suelos muy degradados y altos índices de migración es necesario implementar acciones para hacer más rentable y sustentable la agricultura estatal. Por esta razón, con la colaboración de diversas instituciones, el pasado 17 de septiembre se realizó una demostración de diversas tecnologías agrícolas sustentables, dirigida a productores del municipio General Pánfilo Natera, donde se encuentra el módulo “Parcela El Banco”, en la comunidad La Blanca, donde se realizó la actividad.

La demostración en campo reunió a alrededor de 70 personas, entre productores, técnicos, especialistas, alumnos de nivel superior, y representantes de algunas de las instituciones participantes, como Julio César González Márquez, de la Universidad para el Bienestar Benito Juárez García (UBBJ) en General Pánfilo Natera; y Fredy González Vázquez, Presidente Municipal de General Pánfilo Natera. 

La demostración en campo estuvo integrada por tres módulos. En el primero, Cultivos alternativos: sorgo y girasol, se expuso que los cultivos alternativos contribuyen a romper el ciclo de plagas y enfermedades, mejoran la estructura del suelo y permiten aprovechar mejor la humedad existente en el suelo, así como un mejor uso del agua.

En el segundo módulo, Sistemas de producción en maíz y frijol, se exhibió una muestra de parcela de 5×3.20 metros para contrastar prácticas convencionales e innovaciones sustentables, también se abordó la opción de realizar las curvas a nivel para conservar suelos y agua en terrenos con pendiente. 

Finalmente, en el tercer módulo, Manejo Agroecológico de Plagas, se comentó sobre los beneficios del uso de trampas a base de melaza para controlar insectos que afectan cultivos como el maíz y chile; también se expuso cómo con la aplicación de microorganismos benéficos se logró disminuir de 850 a 60 palomillas contabilizadas por día. 

Cabe resaltar que los expositores de los módulos fueron los alumnos Yoselyn Tiscareño, Erick Osorio, José Juan Macías, Daniel Becerra, Irma Cordero, Fátima Vargas, Alma Olivo, Karolina de la Riva, Leticia Ortiz, Alejandra López y Cristian Díaz; junto con los ingenieros Julio César González de la UBBJ —quien también colabora para el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) a través del Grupo Agrocime—, Enrique Medina del INIFAP, y Andrea Loera.

Para los productores asistentes las opciones presentadas constituyen un primer acercamiento a la Agricultura Sustentable, la cual va ganando cada vez mayor presencia gracias a la articulación de esfuerzos entre instituciones de diferentes sectores y, por supuesto, gracias a la entusiasta participación de los jóvenes estudiantes. 

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La paz la cultivamos juntos

Texcoco, Edo. Méx.- La paz no es simplemente la ausencia de guerra. La paz es un proceso social complejo y un concepto construido históricamente. La paz tiene que ver con la superación, con reducir o evitar todo tipo de violencias —físicas, culturales, estructurales—, pero también con la capacidad de las sociedades para transformar los contextos adversos, siempre que sea posible, en oportunidades de creación colectiva y de diálogo, de cambio e innovación, de adaptación e intercambio. 

Lograr la paz, y mantenerla, es tan fundamental para la seguridad alimentaria, como la seguridad alimentaria lo es para una convivencia en paz. Donde hay conflicto los medios de vida se ven amenazados y la hambruna es una posibilidad siempre latente. También se han documentado situaciones a la inversa, donde la escasez de alimentos contribuye a crear ambientes hostiles y, eventualmente, conflictos. 

Todas las sociedades tienen en su historia algún antecedente de conflicto. Algunas, lamentablemente, experimentan actualmente alguno. Esto reafirma la urgencia de transitar a una cultura de paz donde, además de aprender a vivir juntos y construir soluciones juntos, se aprenda a reconstruir el tejido social justo desde sus cimientos. Esto es, cultivar la paz.

Cultivar la paz no es simplemente una metáfora, implica girar los reflectores hacia uno de los espacios con mayor potencial para consolidar la paz social: el campo, el lugar donde el conflicto, la migración y el cambio climático erosionan los medios de vida de la población y, en consecuencia, su tejido social. 

¿Cómo consolidar la paz desde la agricultura? La iniciativa #AgriculturaParaLaPaz es un ejemplo de que a través de la ciencia colaborativa y la suma de esfuerzos y voluntades entre los sectores público, privado, social y académico se pueden desarrollar proyectos y colaboraciones encaminados a este propósito. 

#AgriculturaParaLaPaz surge en el marco de la conmemoración del 50 aniversario del Premio Nobel de la Paz entregado al doctor Norman Borlaug —uno de los fundadores del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) con sede en México— por salvar millones de vidas de la hambruna gracias a sus trabajos de mejoramiento en trigo. Se trata de una iniciativa impulsada por el Centro Nobel de la Paz, la Secretaría de Relaciones Exteriores, la Embajada de México en Noruega, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el CIMMYT y diversos colaboradores en México.

Recientemente a esta iniciativa, que impulsa la Agricultura Sustentable como una de las vías para lograr sociedades pacíficas, se han sumado nuevos actores, como diversas universidades, la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) de Guanajuato, otros centros del CGIAR —consorcio de centros de investigación internacionales al cual pertenece el CIMMYT—, así como Provivi®, la startup de innovación agroecológica liderada por la ganadora del Premio Nobel de Química en 2018, Frances Arnold.

En el marco de las nuevas vinculaciones para fortalecer la iniciativa #AgriculturaParaLaPaz, de hecho, destaca la formulación de la Iniciativa Regional Integradora, AgriLAC Resiliente, la cual busca incrementar la resiliencia, servicios ecosistémicos y competitividad de los sistemas agroalimentarios en la región, aprovechando y potenciando diversas iniciativas del CGIAR presentes en la región. 

También sobresale la alianza estratégica con Provivi®, cuyas innovaciones científicas amigables con el medioambiente —como los dispensadores de liberación prolongada de feromonas de confusión sexual— ya se están integrando a las diversas estrategias de Manejo Agroecológico de Plagas que promueve el CIMMYT y sus colaboradores. Todo esto suma a la construcción de una #AgriculturaParaLaPaz.

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¿Cuándo tomar medidas para controlar una plaga?

Texcoco, Edo. Méx.- El Manejo Agroecológico de Plagas es un conjunto de prácticas orientadas a incidir en las causas y modificar las condiciones que hacen que una plaga aumente. Busca minimizar el impacto ambiental y preservar la salud de los productores, ya que, en lugar de plaguicidas, prioriza el uso de trampas y otras formas de control biológico. 

El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y sus colaboradores difunden el Manejo Agroecológico de Plagas como una opción viable para los productores y con amplios beneficios para los ecosistemas, pues apuesta por la restauración de su equilibrio y el aprovechamiento de recursos como los insectos benéficos, los cuales solo pueden prosperar en ecosistemas sanos. 

Como se puede advertir, este enfoque no pretende exterminar las plagas, sino que busca mantener a las poblaciones de insectos en un nivel tal que no causen daños económicos. Muchas veces, ver un insecto en el cultivo no es sinónimo de que una plaga esté presente, ya que solo se considera como tal cuando el insecto afecta económicamente al productor. Por esta razón el muestreo es fundamental para el Manejo Agroecológico de Plagas, porque permite tomar decisiones oportunas. 

¿Cuáles son esos niveles económicos de decisión?, ¿cómo se determinan? Hay tres niveles: el daño económico, que es la cantidad de lesiones que justifica el costo del tratamiento; el nivel económico de daños, que se refiere a la mínima densidad de población del insecto plaga que puede causar daño económico; y el umbral económico, que es el nivel de población de la plaga a partir del cual deben tomarse medidas. 

Si quieres conocer más de estos tres niveles te invitamos a descargar la ficha técnica Niveles económicos de decisión en el Manejo Agroecológico de Plagas (MAP) que el CIMMYT pone a tu disposición en el portal de su Programa de Desarrollo Integrado, donde también encontrarás infografías, manuales, folletos y más material sobre Agricultura Sustentable. 

También te invitamos a descargar la Revista EnlACe, donde encontrarás información igualmente útil. Cada número aborda temáticas diferentes, la número 43, por ejemplo, es una edición especial sobre Manejo Agroecológico de Plagas. Si aún no la tienes, descárgala de forma gratuita aquí. 

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Hacia la sustentabilidad de los sistemas agroalimentarios

Oaxaca.- Los sistemas agroalimentarios en la actualidad deben dar respuesta a un mundo cambiante caracterizado por una población creciente, con fluctuaciones en la economía, variaciones climáticas y diversas problemáticas sociales. La Agricultura Sustentable puede contribuir a mejorar el panorama, pero la pregunta es cómo lograr la sustentabilidad de los sistemas agroalimentarios. 

El proceso para lograr la sustentabilidad no es lineal y sugiere que es necesario adoptar soluciones profundas y rediseñar los sistemas agroalimentarios.  Rediseñar significa buscar cambios en la composición y estructura de los sistemas para brindad sustentabilidad en todas las dimensiones (económicas, sociales y ambientales) y así facilitar alimento, fibras y combustibles a la velocidad que el mundo lo exige. 

Rediseñar significa aprovechar el control biológico, la depredación, el parasitismo, la alelopatía, la fijación de nitrógeno, la polinización y otros procesos ecológicos para desarrollar componentes que brinden beneficios para la producción de cultivos y ganado. 

Rediseñar, sin embargo, es un desafío tanto social e institucional como agrícola, ya que existe la necesidad de crear y hacer un uso productivo del capital humano en forma de conocimiento y capacidad para adaptarse e innovar, y capital social para promover paisajes comunes a diversas escalas. 

Entre los principales rediseños en los sistemas agrícolas en el mundo destacan la Agricultura de Conservación —sistema que permite prevenir la erosión del suelo—, el manejo integral de plagas, los cultivos integrados y manejo de la biodiversidad —un ejemplo podría ser el sistema arroz-pescado—, los sistemas mixtos de cultivos y forrajes —como los sistemas de pastoreo rotacional—, la incorporación de árboles en sistemas agrícolas —como los sistemas agroforestales—, el manejo del agua de riego —como las tecnologías de micro irrigación— y los pequeños sistemas intensivos —como la producción comunitaria y las asociaciones de compras grupales—.  

Si bien es cierto que estas prácticas pueden encaminar a la sustentabilidad de los agrosistemas, es necesario evaluarlos constantemente y considerar las dimensiones económica, social y ambiental con base en indicadores. De esta manera se puede determinar el avance del agrosistema hacia la sustentabilidad. 

Rediseñar es una etapa en la transición de los agrosistemas hacia la sustentabilidad, implica un trabajo continuo y colectivo que permitirá responder a un mundo cambiante y, quizá, sea un punto de inflexión importante para la sustentabilidad de los agrosistemas.   

Fuentes

  • Barba, L., Reyna-Ramírez, C., López-Ridaura, S. (2020). Farm level modelling and protocols for the assessment of indicators – CLCA Systems (Mexico and Bolivia).
  • Pretty, J., Benton, T. G., Bharucha, Z. P., Dicks, L. V., Flora, C. B., Godfray, H. C. J., … & Wratten, S. (2018). Global assessment of agricultural system redesign for sustainable intensification. Nature Sustainability1(8), 441-446.
  • Reyna-Ramírez, C. A., Rodríguez-Sánchez, L. M., et al. (2018). Redesign of the traditional Mesoamerican agroecosystem based on participative ecological intensification: Evaluation of the soil and efficiency of the system. Agricultural Systems165, 177-186.
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Ahorran dinero y protegen el medioambiente mientras controlan plagas

León, Gto.- Una infestación no controlada de gusano cogollero (Spodoptera frugiperda) en un cultivo de maíz puede afectar significativamente la economía de los productores, ya que este insecto plaga afecta a la plántula, daña las hojas —lo que repercute en el desarrollo general de la planta—, o inhibe las inflorescencias durante la floración de la planta adulta.

El gusano cogollero puede disminuir desde 30 hasta 60% el rendimiento del maíz ya a cosecha. Su control convencional implica cuatro aplicaciones de insecticidas químicos que obviamente repercuten en altos costos de producción. Por esta razón en las comunidades Benito Juárez y La Cinta, en el municipio de León, Guanajuato, se promueven enfoques agroecológicos para reducir el uso de productos químicos.

La implementación de la estrategia de Manejo Agroecológico de Plagas que se promueve a través de MasAgro Guanajuato —programa de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— contempla tres acciones principales: la primera son los monitoreos para identificar los insectos presentes en la parcela, determinar cuáles son benéficos y cuáles son plaga; determinar también los porcentajes de daño en el cultivo a través de los umbrales económicos de cada plaga y ver si es necesario o no emprender alguna acción de control. 

El segundo punto es fortalecer el control biológico de las plagas mediante la liberación de algunos insectos benéficos, en el caso de las comunidades Benito Juárez y La Cinta se han liberado avispas del género Trichogramma, las cuales parasitan los huevos de lepidópteros —orden de insectos al que pertenecen las mariposas y las polillas, como la del gusano cogollero en su fase adulta— y también se han liberado chinches del género Geocoris, que se alimentan principalmente de insectos de cuerpo blando —como el gusano cogollero antes de ser polilla—. 

Cabe mencionar que los insectos que se han empleado en esta estrategia proceden del Laboratorio de Reproducción de Organismos Benéficos del Comité Estatal de Sanidad Vegetal de Guanajuato (Cesaveg) —su liberación, así como la adquisición de feromonas a bajo costo, ha sido posible con el apoyo del gobierno municipal de León, a través de la Dirección de Desarrollo Rural municipal—. La intención, una vez liberadas, es que se reproduzcan en las parcelas y empiecen a hacer un control biológico de las plagas para reducir su incidencia en las parcelas. 

El tercer punto de la estrategia es el uso de herramientas complementarias, tales como las feromonas de confusión sexual y las trampas con feromonas de atracción que se ponen en los tambos de 10 o 20 litros. Las feromonas de confusión sexual se colocan en un dispensador de fácil instalación y de descarga controlada. La feromona no provoca la muerte del insecto, solo evita que se aparee, lo cual es de suma importancia para evitar la postura de huevecillos que, de otra manera, más tarde se convertirían en un “verdadero dolor de cabeza” para los productores. 

La recomendación técnica es que las trampas con feromonas se instalen inmediatamente después de la siembra —la dosis recomendada es instalar 30 dispensadores por cada hectárea de cultivo—; la razón de esto es para que la feromona se active y forme la nube de aroma que provoca la confusión sexual a la polilla macho del gusano cogollero. Cuando esto se hace antes de que emerja la planta de maíz se protege al cultivo desde la germinación hasta la etapa reproductiva del maíz.

Esta estrategia de Manejo Agroecológico de Plagas recién se ha implementado en el presente ciclo productivo en las citadas comunidades, no obstante, ya se ha notado una disminución en las aplicaciones: de cuatro que se hacían ahora los productores que están participando en MasAgro Guanajuato han hecho una sola aplicación y solo en algunos casos dos aplicaciones. Esto es que se ha reducido en más de 50% la aplicación de insecticidas y, consecuentemente, los beneficios de esta estrategia son directamente para el medioambiente y para la salud de los productores.