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Diversificar cultivos reduce el uso de herbicidas

El manejo de malezas es esencial en la producción agrícola, ya que estas compiten con el cultivo por luz, nutrimentos y agua. En la región de la Meseta Purépecha, donde se ubica el municipio de Chilchota, es común observar un manejo deficiente de las malezas en todas las etapas del cultivo (cuando es mejor realizarlo en etapas tempranas), haciéndose principalmente de forma manual, arrancando las malezas con implementos de tiro animal y usando Paraquat, un herbicida que afecta sin distinción una gran gama de plantas y es altamente tóxico.

Ante un escenario como este, se requieren alternativas para reducir el impacto de las malezas y los plaguicidas en la producción de forraje de maíz (actividad importante en este municipio). El uso de cultivos intercalados es una práctica que contribuye a hacer un mejor manejo de malezas, principalmente cuando el destino del cultivo es la producción de forraje.

En el ciclo primavera-verano 2019 se sembró una parcela semicomercial donde se establecieron diversos cultivos intercalados con maíz (ver cuadro 1), entre ellos el triticale, el cual se eligió para mostrar a los productores la competencia entre plantas con requerimientos similares.

Establecidos el mismo día (de forma manual), con el mismo tratamiento de fertilización y manejo de plagas (con enfoques agroecológicos), los cultivos fueron revisados 45 días después de la siembra para evaluar la incidencia de las malezas. Para este propósito, se contó el número de plantas (malezas) en un área representativa (en este caso de 0.25 m2) y se clasificaron como especies de hoja ancha (hierbas y arbustos), hoja angosta (pastos) y ciperáceas (coquillo).

La mayor cantidad de plantas identificadas correspondió a especies de hoja ancha del género Salvia (una maleza común en las partes altas del país), y aunque no se observaron diferencias significativas en el número de plantas, las parcelas con cultivos intercalados mostraron una menor cantidad de plantas de hoja ancha y angosta.

En cuanto al efecto en el rendimiento del maíz (ver gráfica 1), los tratamientos con cultivos intercalados superaron ampliamente al testigo (el tratamiento no. 6: solo maíz sin cultivo intercalado), lo cual refleja la importancia del control de malezas. La asociación con girasol obtuvo el mayor rendimiento de forraje —13 toneladas por hectárea (t/ha), mientras que el testigo rindió solo 7 t/ha— y también la mayor producción de grano (4.9 t/ha; el testigo obtuvo 2.6 t/ha).

El rendimiento obtenido en los tratamientos con cultivos intercalados también fue superior a lo reportado por el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) en 2019 para el municipio de Chilchota (2.6 t/ha), debido —entre otros factores— a que se usó un híbrido de mayor potencial productivo y a que la densidad de siembra (100,000 plantas/ha) fue superior a la convencional en la zona.

Las interacciones entre diversas especies vegetales son complejas. Cuando se plantea una asociación de cultivos, se deben considerar la medida en que las plantas usan los recursos, los hábitos de crecimiento y las condiciones ambientales. Para la zona, los cultivos intercalados son una opción para reducir la dependencia de herbicidas y minimizar el impacto de las malezas en el cultivo principal, ya que la diversidad de cultivos proporciona un ambiente más favorable para albergar a la fauna benéfica y reducir el daño de insectos plaga. Adicionalmente, la mezcla de forrajes asegura una nutrición más balanceada en la producción ganadera.

Cuadro 1. Cultivos intercalados y densidades de siembra.

Tratamiento Cultivo intercalado Densidad de siembra (kg/ha)
1 Ebo (Vicia sativa) 50
2 Canola (Brassica napus) 5
3 Alberjón forrajero (Lathyrus sativus) 20
4 Girasol (Helianthus annuus) 5
5 Triticale (Triticum secale) 100
6

 

Gráfica 1. Rendimiento seco de forraje de maíz, con cultivos intercalados.  Cultivos intercalados: 1 = ebo, 2 = canola, 3 = alberjón forrajero, 4 = triticale, 5 = girasol y 6 = sin cultivo.
Gráfica 1. Rendimiento seco de forraje de maíz, con cultivos intercalados. Cultivos intercalados: 1 = ebo, 2 = canola, 3 = alberjón forrajero, 4 = triticale, 5 = girasol y 6 = sin cultivo.

 

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La cebada y el cambio climático

Guanajuato, Gto.- La cebada (Hordeum vulgare L.) es un insumo básico de la industria cervecera: de sus granos se extrae la malta con la que se fabrica esa bebida. Y aunque sus exigencias con respecto al clima son pocas, el cambio climático representa un importante desafío para este cultivo debido a que sus efectos se observan en la modificación de la distribución de plagas, malezas y enfermedades que podrían mermar su producción.

El proyecto Cultivando un México Mejor —de HEINEKEN México y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— impulsa el desarrollo de capacidades para que los productores puedan hacer frente a las plagas, malezas y enfermedades y se adapten a los retos que implica la variabilidad climática. Entre las acciones para lograrlo están diversos cursos para la producción sustentable de cebada, como el de manejo integrado de malezas y enfermedades que recientemente fue impartido a productores de Guanajuato y Querétaro.

Rafael Cortés, consultor para el CIMMYT en este proyecto, mencionó que debido al cambio climático las altas temperaturas y la humedad se intensifican en algunas regiones. Para los cultivos, estos cambios pueden propiciar infecciones más tempranas y agresivas, por eso resulta importante aprender a monitorear las parcelas adecuadamente y a tiempo.

Felipe Rosas Núñez, de Syngenta, señaló que los tratamientos inadecuados o las decisiones incorrectas pueden generar problemáticas muy complejas, por lo que recomendó realizar acciones preventivas antes de que la cebada presente síntomas visibles. Una de esas acciones es el monitoreo constante de malezas, las cuales juegan un papel determinante en la disminución del rendimiento del cultivo, ya que compiten por agua, luz, nutrientes y espacio prácticamente en todas las etapas del ciclo productivo.

Los cursos impartidos incluyeron diversas prácticas —entre ellas una orientada a la calibración de la aspersora y al uso de boquillas adecuadas para hacer más eficiente la aplicación de tratamientos de bajo impacto ambiental— con la finalidad de que los productores puedan aplicar lo aprendido de manera efectiva directamente en sus parcelas.

¿Cuáles son las malezas y enfermedades que afectan a la cebada?

Entre las malezas que afectan al cultivo están avena silvestre, zacate camalote, carretilla, alpistillo, quelite cenizo, quelite rojo, aceitilla, mostacilla, tripa de pollo, correhuela, aretillo, malva, verdolaga, rabanillo, lengua de vaca, acahual y quiebraplatos, entre otras. Y las enfermedades principales, son: manchas foliares, escaldadura, roya amarilla y roya de la hoja.

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La producción sustentable beneficia a la salud

Carlos Jacinto Uriarte es uno de los productores que participa en el proyecto Apoyo al Abastecimiento Responsable en México, que impulsan la Compañía Kellogg y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) en varias regiones del país. El maíz amarillo que este productor sinaloense cultiva parecería igual a otros; sin embargo, es excepcional.

Producido con prácticas sustentables, el maíz amarillo de don Jacinto le agrega valor a la cadena alimentaria (para el productor representa un ahorro, y para el planeta, un pequeño alivio). Además, en su sistema de producción, Carlos no utiliza agroquímicos de uso restringido, ni en el tratamiento de la semilla ni en el manejo de plagas y malezas. Esto brinda certeza sobre la inocuidad del producto.

El programa Apoyo al Abastecimiento Responsable en México tiene la finalidad de cubrir los requerimientos de maíz amarillo de la empresa con producción local, pero de una manera sustentable con los recursos productivos y justa en las condiciones de contratación. En este esquema, además, participa la empresa sinaloense Sacsa, la cual realiza el primer paso de la transformación del grano que posteriormente la Compañía Kellogg pone a disposición de los consumidores.

El abastecimiento responsable brinda a la industria agroalimentaria y el consumidor la certeza de que el maíz es resultado de trabajar bajo sistemas de producción sustentables, con un menor impacto al medioambiente e, incluso, más sano e inocuo. Como dice don Jacinto: “así, nosotros mismos queremos consumir nuestros productos, lo que sembramos, como este maíz de mejor calidad y con buen rendimiento, que es —sobre todo— un alimento sano para nuestras familias”.

A don Jacinto y los otros productores que participan en el proyecto, el esquema de abastecimiento responsable les ofrece varios incentivos, pues con prácticas sustentables no solo pueden disminuir sus costos de producción, sino que se ven beneficiados con un esquema de comercialización certero y justo.

Asimismo, el valor agregado al maíz amarillo abona a las políticas públicas del Gobierno de Sinaloa, por ofrecer una reconversión de cultivos rentable que disminuye la presión comercial al maíz blanco, el cual prevalece en gran superficie de la entidad.

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Por un 2020 sin quemas agrícolas

El año 2020 inició con mala calidad del aire en las principales zonas urbanas del centro del país (resultado de la pirotecnia y de incendios de naturaleza diversa). En el Valle de Toluca, por ejemplo, se tuvo que activar la fase II de contingencia ambiental atmosférica. Y en Puebla una densa nube de humo hizo recordar la contingencia ambiental que hubo en mayo de 2019 en esa y muchas otras entidades, la cual fue producto de incendios forestales derivados —muchos de ellos— de quemas agrícolas que se salieron de control (de acuerdo con Conafor, del 10 al 16 de mayo hubo 348 incendios —32% por actividades agropecuarias—, afectando alrededor de 36,000 hectáreas).

Aunque hubo menos incendios en 2019 que en 2018, la superficie afectada fue mucho mayor, por lo que el año pasado será recordado por esta crisis ambiental, que ha sido la más notable de los últimos 14 años en el país.

México tiene dos temporadas de incendios. La primera comienza en enero y termina en junio (afecta a las zonas centro, norte, noreste, sur y sureste del país), y la segunda principia en mayo y concluye en septiembre (afectando a la zona noroeste). Las altas temperaturas, la baja humedad en el ambiente y la presencia de áreas con material vegetal seco son condiciones propicias para los incendios, aunque ninguna es tan determinante como la intervención humana.

Si bien existe la Norma Oficial Mexicana NOM-015-SEMARNAT/SAGARPA-2007 —de la ahora Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat)—, que establece las especificaciones técnicas de los métodos de uso del fuego en los terrenos forestales y en aquellos de uso agropecuario, es necesario redoblar esfuerzos para cambiar el paradigma de las quemas agrícolas.

La apuesta de la SADER y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), a través del programa MasAgro, es el desarrollo de capacidades y la transferencia de conocimientos para que los productores que realizan quemas agrícolas tomen conciencia de la importancia de no realizarlas más y conozcan alternativas agronómicas para el manejo del rastrojo.

La articulación de esfuerzos entre la SADER y el CIMMYT ha hecho posible que un poco más de 200,000 hectáreas que antes se quemaban ya no sean objeto de esa práctica. Con ciencia orientada a la resolución de los problemas más inmediatos y urgentes del campo, el CIMMYT ha documentado los amplios beneficios de evitar las quemas agrícolas.

Entre los beneficios más notables de no quemar el rastrojo y en cambio usarlo como cobertura del suelo están la reducción de los costos de producción, el mejoramiento de la estructura y la calidad del suelo, menor incidencia de malezas, la conservación de la humedad e ―incluso― mayores rendimientos.

Lo fundamental es, entonces, promover estos beneficios para lograr una cultura de prevención que educa y ofrece alternativas para que todos los actores involucrados, particularmente los productores, sean partícipes del cuidado del ambiente.

Con actividades de difusión de buenas prácticas agrícolas, el programa MasAgro es también una acción por el clima que —en concordancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)— mejora la educación, la sensibilización y la capacidad humana e institucional para mitigar los efectos del cambio climático.

Por supuesto, se requiere que más organizaciones y personas sumen sus esfuerzos y voluntades para que México tenga un 2020 sin quemas agrícolas. Sigue al CIMMYT en sus redes sociales y conoce los diversos programas (como MasAgro), proyectos e iniciativas ―desarrollados con diversos colaboradores― que promueven un medioambiente limpio y sistemas agroalimentarios sustentables.

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Girasol, el cultivo que va bien y promete

Ocotlán, Jal.- En la región Ciénega de Jalisco alrededor de 90% de la superficie agrícola de temporal se siembra con maíz; 8%, con sorgo; y el resto, con otros cultivos (SIAP, 2019). Si bien las condiciones agroecológicas son propicias para la producción de cereales, las grandes extensiones dedicadas al monocultivo pueden presentar (y representar) problemas a largo plazo: pérdida de la biodiversidad y la fertilidad de suelo; mayor susceptibilidad de los cultivos a las plagas, enfermedades y malezas; y, por lo tanto, mayor consumo de agroquímicos con efectos negativos en la salud y el ambiente.

Una medida para prevenir estas consecuencias negativas es la rotación de cultivos, práctica sustentable que, por sus amplios beneficios, constituye uno de los principios de la Agricultura de Conservación. La rotación de cultivos mejora el balance de nutrientes y permite aumentar la materia orgánica en los suelos; ayuda a aprovechar mejor el agua; y tiene un efecto regulatorio sobre las poblaciones de plagas, malezas y enfermedades.

El girasol (Helianthus annuus) representa una buena opción para la rotación. Al ser un cultivo de ciclo corto, tiene buena respuesta a condiciones limitadas de lluvias y mayor tolerancia a la sequía que los cultivos básicos. Además de que puede usarse como forraje en la alimentación animal, es muy apreciado por la industria aceitera y tiene gran potencial, ya que actualmente la producción nacional solo satisface alrededor de 15% de los requerimientos del país (Gómez et al., 2013).

Durante el ciclo primavera-verano 2019, en la plataforma de investigación Ocotlán —donde colaboran Xochicentli y el Hub Bajío, del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—, se evalúo el girasol como cultivo alternativo para rotación en condiciones de temporal, obteniendo buenos resultados. El rendimiento promedio fue de 3.4 toneladas por hectárea (con un costo de producción de $9,000 por hectárea), alcanzando una relación beneficio-costo de 1.22. En otras palabras, se trata de un cultivo rentable.

Si bien estos son los resultados de un primer ciclo (debiéndose evaluar aún durante más ciclos agrícolas), el girasol se perfila como una buena opción para la región Ciénega de Jalisco. Esta especie, además de los beneficios para la rentabilidad de las parcelas, ayuda también a mantener la biodiversidad: al producir grandes cantidades de néctar, atrae a numerosos polinizadores, como las abejas.

Este estudio es parte de la campaña #CultivosSustentablesBajío, la cual promueve una agricultura diferente, social y ambientalmente responsable. La campaña contempla diversos eventos demostrativos y recorridos en campo para mostrar las prácticas e innovaciones sustentables que promueven el Hub Bajío —del CIMMYT— y sus colaboradores en los estados de Michoacán, Jalisco y Querétaro. ¡Súmate!

 

Referencias:

Gómez, R., Hernández, M., Gómez, R., Martínez, E., Zarazúa, M. A. y Ramos, F. (2013). Tecnología para la producción de girasol en el estado de Hidalgo. Folleto Técnico, 5. INIFAP.

SAGARPA. Oleaginosas (canola, cártamo, girasol y soya) mexicanas. Planeación agrícola nacional 2017-2030.

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Efectos benéficos de la rotación trigo-cártamo

Navojoa, Son.- El cultivo de trigo es el de mayor importancia económica en el sur de Sonora. El 85% de la superficie de esa zona produce trigo. Sin embargo, lo hace bajo un sistema de monocultivo, el cual puede generar problemas con enfermedades, plagas y malezas y en la fertilidad del suelo (los cuales se agudizarían a largo plazo).

Es necesario entonces buscar alternativas para ampliar la rotación y evaluar el efecto de los cultivos alternativos sobre el rendimiento del cultivo principal: el trigo. Por esta razón, en la plataforma de investigación de Navojoa, en el Valle del Mayo, Sonora —donde colaboran el Instituto de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) en el programa MasAgro Productor—, se evalúan los efectos de la rotación de cultivos sobre el rendimiento de trigo.

En la plataforma, instalada en 2011, se han evaluado los rendimientos de trigo y cártamo en monocultivo y de la rotación cártamo-trigo. El cártamo (Carthamus tinctorius) es originario de la India, pero su cultivo se ha extendido a todo el mundo por su adaptación a condiciones de aridez y porque su aceite es considerado muy saludable.

El efecto de la rotación con cártamo es destacable. Desde el primer año el cultivo obtuvo un rendimiento 71% mayor que el monocultivo. En promedio, en los últimos seis años el rendimiento de cártamo ha sido de 738 kilogramos por hectárea, es decir, 56% mayor en rotación que en monocultivo.

Cabe mencionar que durante los primeros tres años la rotación no había tenido efectos sobre el trigo; sin embargo, desde el cuarto año el efecto benéfico de la rotación trigo-cártamo quedó demostrado: desde el ciclo otoño-inverno 2013-14, el rendimiento del trigo ha sido —en promedio— de 615 kilogramos por hectárea, es decir, 10% mayor que en el tratamiento donde se cultiva únicamente trigo cada año.

La evaluación a largo plazo de los efectos de rotación y otros componentes de la Agricultura de Conservación en las plataformas de investigación genera datos científicos que sustentan las prácticas que se promueven con los productores, para que ellos puedan tomar decisiones sustentadas en datos confiables.

El experimento del que aquí se da cuenta también demuestra la necesidad de hacer investigación a largo plazo, ya que en los primeros años los resultados no mostraban los beneficios para el cultivo del trigo, y no fue sino hasta después de tres años que estos fueron observables, demostrando que la rotación de cultivos es una práctica que puede aumentar los rendimientos de los productores del sur de Sonora.

Para mayor información sobre la rotación de cultivos y otras prácticas sustentables, sigue el movimiento #AgriculturaConCiencia, coordinado por el Hub Pacífico Norte —del CIMMYT— y la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (Caades).

#AgriculturaConCiencia promueve acciones (como estas investigaciones científicas) para articular los esfuerzos de los productores y los diversos actores estratégicos que en el norte del país impulsan una Agricultura Sustentable y de alta productividad fundamentada en el conocimiento científico. ¡Súmate!

Figura 1. Rendimientos de trigo y cártamo en monocultivo y en rotación.

Figura. 2. Aumento en el rendimiento (kg/ha) debido a la rotación de cultivos para trigo y cártamo.

Figura 3. Aumento en el porcentaje de rendimiento debido a la rotación de cultivos para trigo y cártamo.

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Experiencia Milpa, un recuento de logros y nuevos desafíos para Milpa Sustentable en la Península de Yucatán

Ver, oler, caminar y sentir la milpa —aunque sea por breves instantes— es una experiencia que vale la pena vivir. Ayuda a comprender el valor de ese sistema milenario y la importancia de preservar su riqueza biocultural. Experiencia Milpa fue un recorrido que hizo posible esta interacción. En él participaron miembros del Consejo de la Fundación Haciendas del Mundo Maya (FHMM); productores; familias; colaboradores; y el equipo del Hub Península de Yucatán, del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

El recorrido se realizó en la parcela (módulo demostrativo) de don José del Carmen Chi, productor beneficiario del proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán. El objetivo fue dar a conocer de manera didáctica y resumida los principales impactos y aprendizajes que este proyecto ha generado gracias a la inversión de la FHMM y Fomento Social Banamex (FSB) y al trabajo de toda la red de innovación que —en este caso— estuvo representada por el doctor José Castillo, profesor investigador de la Universidad Autónoma de Yucatán, colaboradora fundamental del Hub Península de Yucatán.

El recorrido buscó crear una experiencia a través de la cual los participantes pudieran conocer qué es la milpa, tanto la trabajada de manera convencional con el sistema de roza, tumba y quema como la que usa las innovaciones agrícolas sustentables que se han promovido, adaptado y adoptado de manera secuencial conforme el ciclo agrícola avanza.

Para tal efecto, se establecieron cinco estaciones dentro de la parcela para mostrar la milpa convencional; las innovaciones de arreglo de siembra; la Agricultura de Conservación; la fertilidad integral; el Manejo Integrado de Malezas; el Manejo Agroecológico de Plagas; el resguardo de semillas nativas; el manejo poscosecha; el mejoramiento participativo; la vinculación de los productores a mercados; y las estrategias de desarrollo de capacidades, inclusión social y fortalecimiento de la red de innovación que se han implementado y han evolucionado durante el avance del proyecto.

Fue de la voz de los productores y sus familias, protagonistas del evento, que Milpa Sustentable en la Península de Yucatán fue descrito como un proyecto integral y de suma importancia por sus logros y su impacto. El programa ha beneficiado de manera directa a más de 2,000 productores con innovaciones tecnológicas en sus sistemas de producción, impactando de forma positiva en sus familias y en los actores que conforman la red de innovación regional (que abarca desde estudiantes e investigadores hasta consumidores y Gobiernos locales).

Una característica importante de este proyecto es que no solo contribuye a la seguridad alimentaria de la población rural, sino que trabaja fuertemente por conservar el medioambiente a través de sus actividades. Este año fue reconocido por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) como una de las soluciones locales más destacadas e innovadoras para hacer frente al cambio climático y fomentar el desarrollo sustentable de las comunidades rurales y los grupos indígenas.

Por otra parte, los consejeros de la FHMM hablaron sobre el impacto positivo que se ha generado (tanto a nivel agronómico como de desarrollo humano) como consecuencia de abordar de forma integral sistemas complejos como la milpa. Asimismo, se resaltó la importancia de dar seguimiento y apoyo a iniciativas como Milpa Sustentable en la Península de Yucatán, que son medibles y trazables, para mantener sistemas de producción dentro de la línea de la sustentabilidad.

A partir de Experiencia Milpa, los participantes reflexionaron sobre cómo la milpa, su estudio, su protección y su fortalecimiento contribuyen a mejorar la calidad de vida de las personas. Los participantes concluyeron que aún quedan desafíos; sin embargo, se tienen las herramientas, la metodología y la motivación de los actores involucrados (desde los productores hasta los donantes). Lo anterior se suma a los procesos de mejora continua y el trabajo colaborativo que han enmarcado a este proyecto, los cuales —por supuesto— serán fundamentales para dar continuidad al mantenimiento de la milpa como estilo de vida y como sistema de producción sostenible.

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Tres poderosas razones para apostar por un riego más eficiente

En los pozos de Guanajuato (se tienen registrados alrededor de 18,000) hay un déficit hídrico de 1,545.27 millones de metros cúbicos de agua (SDAyR, 2018), lo que hace necesario implementar prácticas para hacer más eficiente su uso. A través del programa MasAgro Guanajuato —que impulsan el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR)—, el CIMMYT y el despacho Consultores y Asesores para la Sustentabilidad Agrícola (CyASA) evalúan diversos sistemas de riego en la plataforma de investigación Irapuato I.

En la agricultura se puede utilizar riego por gravedad, aspersión, microaspersión y goteo, siendo este último uno de los sistemas más eficientes, pues el suministro de agua es constante y uniforme. El riego por goteo permite mantener la zona radicular (la capa del suelo que contiene las raíces de las plantas) en condiciones de baja tensión de humedad (fuerza con la cual el suelo mantiene la humedad presente). A medida que disminuye la humedad del suelo, aumenta la tensión de humedad.

El agua aplicada por los goteros produce un humedecimiento en forma de cebolla en el interior del suelo, al que comúnmente se le denomina “bulbo húmedo”. Este bulbo normalmente alcanza su máximo diámetro a una profundidad aproximada de 30 cm, y su forma está fuertemente condicionada por las características del suelo. El sistema de riego por goteo logra una eficiencia de 90 a 95% en el empleo del agua y los fertilizantes, mientras que con un sistema por gravedad esta es de entre 55 y 60%.

El riego por goteo es diferente de los otros sistemas de riego, por lo que se debe administrar correctamente para aprovechar al máximo sus beneficios y evitar problemas. A continuación, se presentan tres de las principales ventajas de este sistema:

  • Automatización del sistema. Se requiere poca mano de obra, tanto en su operación como en las actividades de fertilización y deshierbe. Evita regar en áreas no objetivo, frenando la emergencia y el crecimiento de malezas. Además, impide la proliferación de enfermedades al reducir el contacto directo del agua (humedad) con el follaje, los tallos o los frutos.
  • Puede instalarse en diversas condiciones topográficas y es muy versátil al uso de aguas de diferente calidad y las limitaciones salinas del suelo. Permite irrigar y a la vez emplear maquinaria agrícola, cosechar, asperjar, etcétera.
  • Alta eficiencia. Utilizando sólo el agua necesaria para el cultivo se logra gran uniformidad en el riego. La alta frecuencia de los riegos, pero de bajo caudal, permite mantener un nivel óptimo de humedad en la zona radicular de los cultivos, logrando así un desarrollo uniforme de raíces.

Por supuesto, hay algunos aspectos importantes que considerar antes de su implementación: se trata de un sistema no aplicable a cultivos densos; su inversión inicial puede ser elevada; y se debe contar con un plan de mantenimiento constante, pues el agua de mala calidad —por ejemplo— puede averiar el sistema.

Por su potencial, el CIMMYT y CyASA realizan diversas evaluaciones del riego por goteo (y también del riego rodado) en dos sistemas de labranza —convencional y Agricultura de Conservación—, con la finalidad de averiguar si, además de sus beneficios en el aprovechamiento y ahorro de agua, es posible obtener un incremento en la rentabilidad de los cultivos de maíz y trigo.

Por: Consultores y Asesores para la Sustentabilidad Agrícola SC (CyASA).

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Cacahuates, caupíes y gandules, cultivos alternativos para incrementar la rentabilidad

La agricultura en la región del Papaloapan, en el estado de Oaxaca, se caracteriza por su diversidad de cultivos (como naranja, limón, plátano, caña de azúcar, piña, frijol, maíz y ajonjolí, entre otros), los cuales permiten a los productores de la región diversificar también sus ingresos. Sin embargo, muchos de estos se trabajan como un sistema de monocultivo.

El hecho de dedicar toda la extensión de suelo disponible a una sola planta (monocultivo) contribuye a la degradación de los suelos y a una incidencia de plagas y malezas cada vez mayor. Por esto, miembros del equipo del Hub Pacífico Sur —del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— y sus colaboradores realizaron un recorrido de campo por varios municipios de esa región.

Durante el evento se contó con el acompañamiento del doctor Ravi Gopal Singh —científico del CIMMYT especialista en cultivos alternativos y manejo de malezas—, quien compartió con los técnicos y los productores información útil para sembrar algunos cultivos que ayudan a mejorar el suelo y además permiten obtener beneficios económicos y de alimentación para los productores.

Al visitar los cultivos de maíz, frijol, piña, ajonjolí, plátano y yuca, entre otros, el especialista del CIMMYT recalcó la importancia de establecer sistemas en los cuales los cultivos que se integren no compitan entre ellos por luz, agua, nutrientes y espacio —que son los recursos fundamentales para toda especie vegetal— y tampoco contribuyan a la degradación del suelo.

La recomendación para los productores de la zona fue establecer un sistema de asociación de cultivos (siembra simultánea de dos o más cultivos en el mismo terreno) o uno de cultivos en relevo (siembra de dos o más cultivos en el mismo terreno pero en secuencia, es decir, sembrando el segundo antes de la cosecha del primero).

Entre los cultivos alternativos sugeridos están los siguientes:

  • Cacahuate. Comparado con el maíz, este cultivo requiere menor cantidad de nitrógeno y fósforo, por lo que se puede asociar con maíz, piña o plátano. Además, tolera la sombra y —como alimento— es una fuente de energía rápida.
  • Caupí. A este cultivo se le conoce con diferentes nombres: frijol ejotero, frijol tripa o vigna. Se puede asociar o sembrar en relevo con otros cultivos, brinda excelente cobertura al suelo y su ciclo es muy corto (puede iniciar la producción de ejotes a partir de los dos meses).
  • Chícharo gandul. Este es un cultivo semiarbustivo de ciclo largo. Su grano es un alimento apto para el consumo humano, pero también se puede utilizar como forraje para los animales, para establecer barreras en zonas de lomeríos o para brindar cobertura al suelo (ya que además recicla nutrientes de partes inferiores del suelo).
  • Girasol. Este cultivo sirve como forraje, pero también se vende en flor o grano. Tiene la ventaja de poder sembrarse tanto en el ciclo primavera-verano como en el otoño-invierno. Además, es un cultivo muy atractivo para los insectos benéficos, como las abejas.

En suma, la diversificación de cultivos representa una gran oportunidad para que los agricultores mejoren su producción; disminuyan el uso de plaguicidas; reduzcan la degradación de sus suelos; obtengan alimentos más variados; y —adicionalmente— comercialicen los excedentes, apoyando así a la economía de sus familias.

Además de ser uno de los principios de la Agricultura de Conservación, la diversificación de cultivos es también uno de los componentes del proyecto Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche, impulsado por Walmart Foundation y el CIMMYT.

Entre los aspectos que el proyecto promueve están diversas prácticas sustentables para que los productores puedan ser resilientes ante los efectos del cambio climático y se disminuya el riesgo constante de la inseguridad alimentaria en la agricultura familiar y de pequeña escala.

Se trata, en conclusión, de construir vías para que México avance en su camino hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), particularmente el de poner fin al hambre.

Si deseas conocer más sobre la diversificación de cultivos y el proyecto, suscríbete a este boletín o síguenos a través de nuestras redes sociales usando el hashtag #DiversificaNutreVincula

Por: José Rausel Ovando.

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Cultivos para aprovechar cada gota de agua

Durante el reciente ciclo agrícola, el estado de Veracruz resintió los efectos de un prolongado periodo de sequía que afectó severamente los cultivos de maíz. Por esta razón, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y sus colaboradores en la entidad estudian diferentes cultivos con valor alimenticio —y económico— que prosperen en estas condiciones.

Para tal efecto, en el municipio de Tierra Blanca se establecieron dos módulos de innovación (parcelas en las que se exhiben nuevas prácticas agrícolas sustentables o, como en este caso, cultivos alternativos) donde se validaron diferentes leguminosas y otras especies vegetales que, además de su valor nutricional o comercial, tienen el potencial de mejorar las condiciones del suelo.

Con esta acción se busca dar los primeros pasos para que los productores de la región (quienes mayoritariamente manejan monocultivo de maíz) observen directamente los beneficios de asociar y rotar cultivos y —con base en el conocimiento compartido— puedan tomar las mejores decisiones para sus sistemas de producción.

La rotación de cultivos, además de mejorar las propiedades del suelo, permite disminuir la presencia de plagas y malezas, proporcionar forraje, brindar mayor variedad de alimentos y conservar —y aprovechar— la humedad durante los periodos de sequía. Esto último es particularmente útil si se considera que, debido al cambio climático, los periodos de sequía serán más prolongados.

Las leguminosas de cobertura son uno de los cultivos que permiten conservar la humedad durante los periodos de sequía (favorecen también el control de las malezas) y uno de los que ha causado más interés entre los productores de la zona, los cuales han solicitado semilla para sembrarla en sus propias parcelas.

Además de leguminosas (canavalia, mucuna y chícharo gandul o chícharo palo), en los módulos también se sembraron calabaza y yuca. Adicionalmente, esta diversificación de cultivos permite a las familias productoras tener una mayor variedad de alimentos, opciones para forraje y más ingresos económicos por la venta de excedentes.

Por: Integración y Desarrollo CESUR SC.