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Pequeña pero muy perjudicial: la mosca blanca que ataca al cultivo de frijol

Venustiano Carranza, Chis.- Chiapas es uno de los principales productores de grano de frijol (en condiciones de temporal) a nivel nacional. Las plagas y enfermedades, sin embargo, son un factor que pone en riesgo la producción agrícola de ese cultivo en la entidad, pues disminuyen su calidad y rendimiento. El frijol, particularmente, puede ser atacado por diversos insectos y varias especies de ácaros y moluscos. Los daños pueden ocurrir desde la siembra hasta después de la cosecha; por eso es fundamental tomar medidas preventivas y disponer de soluciones eficaces y sustentables.

El acompañamiento técnico a los productores locales es una de las acciones que se desarrollan en el marco del programa MasAgro —de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— para que los productores de Chiapas puedan hacer un manejo adecuado de las plagas, particularmente de la mosquita blanca (Bemisia tabaci), que causa severos daños al cultivo de frijol.

La mosquita blanca es un insecto chupador que se alimenta de la savia de la planta. Al igual que otros insectos, como las chicharritas —o lorito verde— y los pulgones (áfidos), puede transmitir diversos virus. En esto radica su potencial peligrosidad, pues el daño físico que causa a los cultivos no es de importancia económica, pero el virus del mosaico dorado del frijol que transmite sí causa grandes pérdidas.

La aplicación de los insecticidas adecuados (en el tiempo, la forma y la cantidad precisos) permite hacer un manejo de plagas más eficaz y minimizar el impacto ambiental. En el caso de la mosquita blanca que afecta a los cultivos de frijol en Chiapas, además de estos productos, se recomienda hacer rotación de cultivos e implementar prácticas agroecológicas.

En conjunto, estas prácticas agrícolas permiten a los productores obtener granos de calidad para el autoconsumo y para lograr la seguridad alimentaria de sus familias. Además, el programa MasAgro promueve otras prácticas sustentables, como las soluciones herméticas poscosecha, con las cuales se combaten otras plagas que —al igual que la mosquita blanca, pero en distinta etapa— ponen en riesgo la seguridad alimentaria de las familias.

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Granos de calidad: una producción sustentable hacia el bienestar

Si cultivar de manera sustentable —es decir, cuidando el medioambiente— permite a los productores que su actividad agrícola sea más rentable; a las empresas, brindar productos de mayor calidad; y a los consumidores, tener alimentos más sanos y nutritivos, ¿por qué la producción y el abastecimiento de granos cultivados sustentablemente no son prácticas comunes en México? Muchos factores propician esta situación, entre ellos que para implementar prácticas agrícolas sustentables es necesario crear un entorno para el desarrollo de habilidades —que incluye acercar y formar en estas prácticas a los productores—, así como transmitir a las empresas los amplios beneficios que pueden obtener apoyando este tipo de iniciativas.

En este contexto, el proyecto Apoyo al Abastecimiento Responsable en México —que implementan la Compañía Kellogg y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) en varias regiones del país— cobra relevancia. Tiene la finalidad de cubrir los requerimientos de maíz amarillo de la empresa con producción local, pero de una manera sustentable con los recursos productivos y justa en lo que se refiere a las condiciones de contratación. Por esto, en días pasados se capacitó a productores de Guanajuato (provenientes de Valle de Santiago y municipios vecinos) en temas de calidad, determinación del momento óptimo para la cosecha, calibración de sembradoras y procesamiento industrial del grano, entre otros.

La apuesta por la transferencia de conocimientos y el desarrollo de capacidades es mucho más relevante de lo que podría parecer en primera instancia, pues únicamente a través de estas acciones los productores pueden tomar las mejores decisiones que los lleven no sólo a buscar mayores sus rendimientos y a tener ahorros significativos en sus costos de producción (de hasta $5,000 por hectárea), sino a tomar consciencia de que su participación en el proyecto incide positivamente en el medioambiente y en la salud y la nutrición de los consumidores. No se desatiende ningún aspecto.

Como señaló Arturo Ávila —encargado de Abasto Responsable y Desarrollo de Agronegocios de la Compañía Kellogg en Latinoamérica— durante el inicio de la capacitación, el objetivo de este proyecto es integrar una mejora de los sistemas de producción tanto en sustentabilidad como en rentabilidad.

Por ejemplo, con la implementación de la Agricultura de Conservación, en el ciclo otoño-invierno 2018-19 los productores que participaron en este proyecto en Sinaloa eliminaron por completo el empleo de agroquímicos de uso restringido, tanto en el tratamiento de la semilla como en el manejo de plagas y malezas. La gestión adecuada de la agricultura significa, por lo tanto, un suministro de comida nutritiva y sana, pero producir granos de calidad de forma sustentable tiene una ventaja adicional: permite a los productores vender sus productos de una manera justa gracias a la “cultura del dato” que este proyecto promueve y al mayor conocimiento y ajuste de los costos de producción, haciendo posible que los compradores aseguren utilidades a los productores con los que trabajan.

En el caso del proyecto Apoyo al Abastecimiento Responsable en México, uno de los objetivos es impulsar la competitividad de la producción de maíz amarillo nacional. Con prácticas sustentables, los productores participantes lograron asegurar la venta de 27,000 toneladas de este maíz (correspondiente al ciclo de producción otoño-invierno 2018-19), poniendo de relieve que la Agricultura Sustentable es una solución pertinente para lograr la transformación de los sistemas agroalimentarios, la cual —según los Objetivos de Desarrollo Sostenible, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)— se requiere para que los productores obtengan ingresos decentes y sean actores clave en la protección del medioambiente.

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Convocatoria para participar en los Premios de Innovación Juvenil en Maíz 2019 – América Latina

Las nominaciones para los Premios de Innovación Juvenil en Maíz 2019 – América Latina están abiertas. Estos premios son parte de los esfuerzos que el Programa de Investigación de Maíz del CGIAR está emprendiendo para promover la participación de mujeres y hombres jóvenes en los sistemas agroalimentarios basados en el maíz. Estos premios reconocen las contribuciones de jóvenes menores de 35 años que están implementando innovaciones en los sistemas agroalimentarios basados en el maíz de América Latina, que incluyen investigación para el desarrollo, sistemas de semillas, agroindustria e intensificación sustentable.

Latinoamérica es el centro de origen de maíz, y contiene mucho de la diversidad genética del cultivo. El maíz es un alimento básico en la región y tiene un papel importante en la gastronomía y cultura local. Sin embargo, el maíz enfrenta muchos retos, desde altos niveles de sequía y calor relacionados con el cambio climático hasta plagas y enfermedades. Estos retos no pueden ser solucionados sin la participación de las y los jóvenes en cada nivel de la cadena de valor de maíz, incluyendo las y los agricultores, investigadores y agentes de cambio. Más que un cuarto de la población total en Latinoamérica tiene entre 15-29 años de edad – aproximadamente unos 156 millones de personas, la proporción más grande de jóvenes en la historia de la región. Al alentar y capacitar a los jóvenes para que desarrollen soluciones innovadoras a estos desafíos, podemos fortalecer los sistemas agroalimentarios de maíz y mejorar la seguridad alimentaria en América Latina y en todo el mundo.

Los premios tienen como objetivo identificar a mujeres y hombres jóvenes innovadores que pueden servir para inspirar a otros a involucrarse en los sistemas agroalimentarios basados en el maíz. Estos premios también tienen como objetivo crear una plataforma que permita a jóvenes innovadores de todo el mundo establecer contactos y compartir sus experiencias.

Los ganadores de los premios tendrán la oportunidad de asistir a la XXIII Reunión Latinoamericana del Maíz en Montería, Colombia, del 7 al 10 de octubre, donde recibirán sus premios y se les dará la oportunidad de presentar su trabajo. La reunión del proyecto y la ceremonia de premiación también ofrecerán una oportunidad para que estos jóvenes innovadores conozcan a investigadores y socios del Programa de Investigacion de Maiz e intercambien experiencias. Los ganadores del premio también pueden tener la oportunidad de colaborar con el Programa de Investigación de Maiz y sus científicos asociados en América Latina para implementar o promover sus innovaciones.

El Programa de Investigación de Maíz invita a mujeres y hombres jóvenes innovadores a postularse y a investigadores y socios del CGIAR a nominar a candidatos elegibles para cualquiera de las siguientes categorías:

  1. Investigador: Investigación para el desarrollo del maíz (en cualquier disciplina)
  2. Agricultor: Sistemas de cultivo de maíz en América Latina.
  3. Agente de cambio: Cadenas de valor del maíz (es decir, agentes de extensión, proveedores de insumos y servicios, agentes de transformación).

Pedimos a los nominadores o solicitantes que tengan en cuenta los siguientes criterios y preguntas relacionadas:

  1. Novedad y espíritu innovador: ¿A qué hallazgos o innovaciones novedosas específicas ha contribuido? (en cualquiera de las tres categorías mencionadas anteriormente)
  2. Impacto actual o potencial: ¿Cuál es el beneficio o impacto actual o potencial de la innovación en los sistemas agroalimentarios a base de maíz?

Para aplicar:

Las solicitudes deben enviarse a través del formulario de solicitud en línea antes del 22 de julio de 2019.

Fechas clave:
Fecha de apertura para las nominaciones: 19 de junio de 2019.
Fecha límite para la presentación de candidaturas: 22 de julio de 2019.

NOTA: Las nominaciones recibidas después de la fecha límite no serán consideradas.

Información adicional:
El PDF de la convocatoria para participar está disponible aquí.
Los lineamientos de nominación/aplicación está disponible aquí.
El formulario de nominación/solicitud está disponible aquí y en los sitios web del Programa de Investigación de Maíz y Jóvenes Profesionales para el Desarrollo Agrícola (YPARD por sus siglas en inglés).

Para cualquier consulta o aclaración, envíe un correo electrónico a: maizecrp@cgiar.org

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Abriendo Camino: Tawanda Mashonganyika une a los mejoradores de cultivos y expertos del mercado para obtener variedades con mayor impacto

Tawanda Mashonganyika

El número de agricultores que adoptan variedades mejoradas es bajo y uno de los mayores obstáculos para superar la inseguridad alimentaria. La variedad promedio de maíz cultivado por los agricultores en el África subsahariana tiene 15 años, a pesar de que los productores de maíz han lanzado más de 50 variedades nuevas cada año.

Cuando se trata del cambio climático, por ejemplo, gracias a un abundante arsenal de diversidad genética, los mejoradores de cultivos desarrollan variedades adaptadas al aumento de la temperatura y la sequía, pero los agricultores continúan cultivando para el clima del pasado.

Una parte de la respuesta es que no es suficiente crear una variedad resistente al calor, la sequía o las inundaciones; sino que existen dinámicas complejas que están en juego en los mercados de cultivos y en los campos de los agricultores que deben reflejarse en el diseño de nuevas variedades.

Aquí es donde entra el gerente de producto Tawanda Mashonganyika, que trabaja para la Plataforma de Excelencia en Mejoramiento del CGIAR (EiB por sus siglas en inglés) en el CIMMYT-Kenia. Mashonganyika fue también una de las primeras personas en ocupar tal puesto en el sistema CGIAR.

«Esta posición supone implementar un pensamiento empresarial en la forma en la que se desarrollan los productos y las variedades», dijo Mashonganyika, quien estudió economía agrícola, agroindustria y cadenas de valor en las universidades de Reading, Reino Unido y Queensland, Australia, y tiene experiencia profesional con cultivos de África.

«Usted necesita saber para quién está desarrollando las variedades, quiénes son sus consumidores y clientes, y necesita diseñar productos para que puedan tener éxito en el mercado».

El rol de Mashonganyika es apoyar a los mejoradores del CGIAR y del sistema nacional de investigación agrícola (NARS por sus siglas en inglés) para diseñar nuevas variedades enfocadas en reemplazar productos antiguos en un mercado específico, en lugar de solo mejorar para una zona agroecológica. La clave de este enfoque es la participación de expertos de otras disciplinas como el género, la socioeconomía y la nutrición, así como personas involucradas en la cadena de valor, como procesadores de alimentos, productores de semillas y agricultores.

El resultado de esta colaboración es un perfil del producto: una descripción escrita de un nuevo producto con todos los rasgos necesarios para reemplazar la variedad que actualmente domina el mercado objetivo. El perfil sirve como un objetivo común para la colaboración entre el CGIAR y NARS, y como una herramienta para comunicarse con los donantes. Con el programa de mejoramiento responsable de entregar una serie de nuevos productos diseñados para el impacto, pueden garantizar que estas variedades también brinden características como la biofortificación a los campos de los agricultores.

En lugar de mejorar todos los rasgos que pueden ser deseables en una nueva variedad, lo que distingue al enfoque del perfil del producto es que los programas de mejoramiento pueden enfocar los recursos en los rasgos que tendrán el mayor impacto en el mercado y, por lo tanto, en el campo. Este enfoque centrado en el mercado también permite una mejor colaboración entre mejoradores y expertos de otras disciplinas:

«Cuando reúne a un equipo multifuncional, realmente necesita brindar una comprensión del objetivo deseado de lo que se desea diseñar y, finalmente, poner en el mercado», dijo Mashonganyika. “Ponemos énfasis en las decisiones basadas en datos, por lo que no es solo una reunión de expertos con diferentes opiniones; siempre intentamos crear una plataforma para decir «debemos seguir lo que dice el mercado».

«[Los expertos que no se dedican al mejoramiento] suelen ser muy entusiasmados al hablar sobre los datos que tienen sobre los mercados y el conocimiento sobre cómo el género o la nutrición afectan a los productos en el mercado», dijo Mashonganyika. «Hay bastantes mujeres agricultoras, especialmente en África, así que cuando se comienza a incorporar el género, se aumenta el alcance del impacto».

Si bien los actores como los productores de semillas o los procesadores de alimentos pueden no tener experiencia en mejoramiento, Mashonganyika considera que su aporte es esencial: «Ellos son los portavoces del mercado y quienes a la larga toman las variedades y multiplican la semilla, es por eso que cuentan con muy buena información».

Un ejemplo es una colaboración con la Organización Nacional de Investigación Agrícola (NARO por sus siglas en inglés), Uganda, donde se incluyen a representantes de empresas de semillas del sector privado para ayudar a los mejoradores a comprender mejor a sus clientes. “Nos proporcionaron información sobre los procesos de multiplicación de semillas y lo que hace que una variedad sea considerada para la multiplicación en los sistemas de semillas”.

EiB ha creado una herramienta estandarizada para crear perfiles de productos, y, solo en los primeros tres meses del período piloto, se enviaron 200 a la creciente base de datos, incluidos los perfiles presentados por 10 programas nacionales de investigación agrícola en África y Asia.

Además de promover el uso de los perfiles de productos, un gerente de producto también está involucrado en garantizar la comunicación y la contaduría a lo largo del desarrollo de productos nuevos.

«Con los perfiles de productos, decimos que un mejorador debe ser responsable de entregar cada producto en un período de tiempo determinado», dijo Tawanda. “Siempre enfatizamos que un programa de mejoramiento debe tener un proceso anual de revisión del producto, ya que los mercados son dinámicos, están obligados a cambiar. Este es un buen hábito para garantizar que sus productos sigan siendo relevantes y diseñados para el impacto «.

Si bien Mashonganyika es uno de los primeros gerentes de producto del CGIAR, el deseo de ver un mayor impacto en el campo es hacer que otros se dirijan en la misma dirección.

«Espero que en un futuro cercano veamos a otros centros del CGIAR desarrollar posiciones similares», dijo Mashonganyika.

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Uso de canavalia en los Valles Centrales de Oaxaca

Experiencias anteriores muestran que la canavalia tiene la capacidad de mantenerse verde hasta el siguiente ciclo agrícola, soportando la ausencia de precipitación y la presencia de heladas durante el invierno.
Por: Carlos Barragán García, técnico colaborador del CIMMYT.
30 de octubre de 2018.

Santa Catarina Quiané, Oax.- La señora Aurea Luis Cruz es una pequeña productora de la comunidad de Santa Catarina Quiané que, con la ayuda de su familia, cultiva una pequeña parcela de riego en planicie —20 surcos de 60 metros de largo— y dos de temporal, una de 1,286 m2 con una pendiente de 7% y otra de 5,152 m2 con pendiente de 10%. Para complementar los ingresos familiares, cría borregos (10 cabezas) y gallinas ponedoras y vende tortillas hechas a mano. Además, su familia tiene una yegua que apoya en las actividades agrícolas. Una vez concluido el ciclo agrícola, retira 100% del rastrojo para la alimentación de sus animales. Las parcelas son abonadas con el estiércol de los borregos; sin embargo, es insuficiente para cubrir el total de su superficie agrícola. En vista de la necesidad de zacate, año con año cultiva maíz en monocultivo.

En búsqueda de dar alternativas a los pequeños productores de los Valles Centrales de Oaxaca, se instauró el área de extensión Poza Blanca en una de sus parcelas de temporal, estableciendo el 19 de junio de 2018 los siguientes cultivos en asociación: maíz, frijol (variedad Negro INIFAP) y canavalia (Canavalia ensiformis). Si bien diversas fuentes bibliográficas recomiendan establecer la canavalia como cultivo de revelo al de maíz en zonas tropicales, experiencias del año pasado mostraron que es viable establecer ambos cultivos con la misma fecha de siembra en condiciones de subtrópico (1,500 msnm).

Se registraron 350 milímetros de lluvia de la siembra a la madurez fisiológica del frijol y 490 milímetros para el maíz. Asimismo, se registraron 24 días de canícula que provocaron estrés hídrico en los cultivos; no obstante, se observó que la sombra que el maíz brindaba al frijol disminuía el estrés de este cultivo. En lo que respecta a la canavalia, experiencias anteriores muestran que la planta tiene la capacidad de mantenerse verde hasta el siguiente ciclo agrícola, soportando la ausencia de precipitación y la presencia de heladas durante el invierno.

La cosecha de frijol se realizó el 30 de septiembre y la de maíz el 30 de octubre, cortando el total de la planta para el posterior despeje de la vaina o la mazorca y el picado del zacate para la alimentación del ganado. La canavalia se quedó en pie en la parcela para fijar nitrógeno y disminuir la erosión hídrica. Con estas acciones se busca recuperar la fertilidad del suelo y brindar opciones a los pequeños productores para la adopción de la Agricultura de Conservación.

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Mejoran prácticas de manejo poscosecha con el proyecto Buena Milpa

San Marcos, Guatemala.- Sendy Florencio es una productora del municipio de San Lorenzo, San Marcos, y en la actualidad es beneficiaria del Proyecto Buena Milpa a través de la Asociación de Desarrollo Integral para el Occidente (Adipo), por medio de la Escuela de Campo de Desarrollo Integral (Ecadi).

Desde 2017 Adipo, mediante Ecadi, ha trabajado prácticas para la mejora del manejo poscosecha con mujeres productoras, específicamente en el cultivo de maíz.

Por medio de capacitaciones y talleres prácticos, Sendy, al igual que sus compañeras, ha cambiado prácticas de manejo poscosecha, ya que —generalmente— después de cortar y desgranar el maíz, lo colocaban en el tapanco, un lugar elevado que se construye debajo del tejado de una casa y se usa para almacenar el maíz cosechado.

Esta práctica era funcional hace más de una década, pero ahora ya no es recomendable porque el maíz es atacado de forma severa por plagas (roedores y palomillas), lo que afecta la calidad y el almacenamiento del grano, tanto de la reserva para el consumo familiar como de las semillas para la siguiente siembra.

Los resultados de estas capacitaciones han sido positivos porque se ha logrado disminuir la incidencia de plagas en el maíz gracias la implementación adecuada de las prácticas de manejo poscosecha con controles biológicos, aprendidas a través de réplicas realizadas por técnicos del proyecto Buena Milpa en 2017, indicó Rubén Ruíz, representante de Adipo.

En la actualidad, Sendy ha logrado almacenar 14 quintales de maíz en un silo, en el que ha implementado buenas prácticas de secado, selección, limpieza y almacenamiento, lo que le permite conservar en buen estado y durante ocho meses su reserva alimenticia que abastece a los 12 integrantes de su familia. En cambio, sus vecinos deben vender el maíz para no tener pérdidas de cosecha, ya que las plagas son muy severas en la comunidad, lo que pone en riesgo su seguridad alimentaria.

Prácticas en las diversas fases del manejo poscosecha

Comprobación de secado de maíz:

-Sal deshidratada. Se coloca un poco de sal seca y unos granos de maíz en un recipiente de vidrio; después, se agitan, y si la sal queda pegada en el vidrio, quiere decir que el grano conserva cierto porcentaje de humedad, por lo que se debe poner a secar nuevamente. Cuando la sal ya no quede pegada en el vidrio, el grano ya es apto para almacenarlo.

-Rebote de granos en el piso. Se tiran los granos al piso, y si estos rebotan como canicas (tres a cuatro brincos seguidos), están listos para guardarlos.

Limpieza y selección de maíz:

Se hace con la finalidad de eliminar los granos dañados o podridos. Se ventila el maíz para eliminar el tamo (residuo o pelusa que deja el maíz posterior al desgrane), polvo o basura.

Almacenamiento del maíz:

Se utiliza un silo, debajo del cual se deben colocar un par de tablas para que no se oxide y se coloca en una esquina de la casa donde no pegue el sol, ni caiga agua. Luego se llena y, en la parte superior, se le coloca un manojo de ruda o flor de muerto para ahuyentar a los insectos. Las productoras de San Lorenzo prefieren no utilizar pastillas o químicos, sino realizar prácticas más orgánicas.

El manejo poscosecha garantiza la calidad en la alimentación de familias de comunidades de San Lorenzo, San Marcos.

Sendy Florencio agradece a Buena Milpa el apoyo brindado en capacitaciones técnicas, porque ha mejorado sus conocimientos, y los logros son en su beneficio y el de las demás integrantes de Ecadi.

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Se presenta el proyecto Maíz Sustentable BIMBO con productores del Valle del Mezquital

Valle del Mezquital, Hgo.- El pasado 2 de marzo se llevó a cabo la presentación del proyecto Maíz Sustentable BIMBO a productores de maíz del Valle del Mezquital, Hidalgo. Durante el evento se contó con la participación de líderes de organizaciones agrícolas y módulos de riego, productores y representantes de Grupo BIMBO, Cargill y el Centro Internacional de Mejoramiento de maíz y Trigo (CIMMYT). Estos últimos expusieron a los asistentes la visión de abastecimiento responsable que promueve el proyecto, haciendo énfasis en la participación de productores con prácticas de producción sustentable en relaciones comerciales formales y de largo plazo.

El evento contó con la participación de Martín López Urquiza, gerente de Administración y Control de Grupo BIMBO, quien destacó el compromiso y la visión de la empresa para abastecerse de manera creciente de un maíz que sea producido en México y que provenga de prácticas de producción sustentables y responsables. Participó también Fernando Icedo, responsable de Originación de Granos y Semillas de Cargill México, quien expuso la oferta comercial que servirá como base para el acopio y la transformación del grano. Cargill, como socio estratégico del proyecto, comprará 22,000 toneladas de maíz durante el primer año de operación, de los tres que dura el compromiso, bajo un esquema comercial que promoverá precios competitivos. Por parte del CIMMYT participaron Víctor López, gerente de Alianzas Estratégicas, y Tania Casaya, gerente del Hub VAM, quienes presentaron el modelo de transferencia de conocimiento y acompañamiento técnico que el CIMMYT ha desarrollado en México y que, a través de proyectos como MasAgro, se ha convertido en una estrategia que le permite al productor desarrollar sus capacidades, tomar mejores decisiones e impulsar la innovación y el mejoramiento de su sistema de manejo agronómico.

A través de la experiencia del CIMMYT y el acompañamiento técnico que se brindará a los productores que participen en este proyecto, se consolidará el ejercicio de la Agricultura Sustentable en el Valle del Mezquital y, con ello, se promoverá un abastecimiento responsable. El maíz producido tendrá como destino la elaboración de botanas y tostadas que Grupo Bimbo comercializa en todo el país.

Los productores de maíz de Hidalgo han participado con entusiasmo y éxito en el trabajo que MasAgro ha realizado para promover la Agricultura de Conservación y, como resultado, han incrementado significativamente y estabilizado sus rendimientos en los últimos años, consolidando también mayores utilidades netas. Es evidente que el proyecto se beneficia de un nivel de innovación que ha preparado el camino para generar todavía mayores impactos para los productores de la región.

Al terminar, los asistentes realizaron un recorrido por la parcela de un productor cooperante del Hub VAM en la que se implementa la Agricultura de Conservación. El asesor técnico del hub, Francisco López, explicó a los productores asistentes los beneficios de la implementación de las tecnologías y prácticas que en el Valle del Mezquital han demostrado hacer más eficiente la producción. Así, los asistentes pudieron visualizar que el acompañamiento técnico del CIMMYT en este proyecto les permitirá producir maíz de forma más rentable, integrando sus sistemas productivos a la cadena de valor de una forma efectiva, competitiva y respetuosa del medio ambiente.

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Acerca de Grupo BIMBO

Grupo BIMBO es la empresa líder en la industria global de la panificación. Cuenta con más de 137,000 colaboradores y en 2016 alcanzó ventas por 13,500 millones de dólares. Tiene 195 plantas de producción y aproximadamente 1,700 Centros de Venta localizados estratégicamente en 32 países del mundo, abarcando 4 continentes. Produce más de 13,000 productos bajo más de 100 marcas paraguas de reconocido prestigio en categorías como pan de caja, bollos y pan tostado. Cuenta además con una amplia red de distribución en los países donde tiene presencia y una de las más grandes del continente americano. Grupo Bimbo cotiza en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) bajo la clave de pizarra BIMBO.

Para más información sobre Grupo Bimbo, visita: www.grupobimbo.com y búscanos en Facebook: www.facebook.com/GrupoBimbo y Twitter: @Ggrupo_Bimbo

Acerca de Cargill México

Cargill México tiene como objetivo contribuir a la mejora de la productividad agrícola, satisfaciendo y cumpliendo las expectativas de la industria nacional. Además de agregar valor a la nutrición humana y animal incentivando así el desarrollo económico; Cargill México reinvierte sus ganancias en diferentes negocios nuevos dentro del país. Cargill mantiene operaciones en México a través de 10 unidades de negocio, emplea a más de 1,750 personas en 13 estados del país y cuenta con 25 instalaciones, incluyendo una oficina corporativa en la Ciudad de México. Para más información, visite: Cargill.com.mx y nuestro Centro de Noticias.

Acerca del CIMMYT

CIMMYT (https://staging.cimmyt.org/es/) – El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo es el líder mundial en investigación de maíz, trigo y sistemas agrícolas asociados financiada con fondos públicos. Con sede cerca de la Ciudad de México, el CIMMYT trabaja con cientos de colaboradores en todo el mundo para aumentar de manera sostenible la productividad de los sistemas de maíz y trigo para fortalecer la seguridad alimentaria global y reducir la pobreza. El CIMMYT es miembro del Sistema CGIAR y dirige sus Programas de Investigación sobre Maíz y Trigo y la Plataforma de Excelencia en Mejoramiento. El Centro cuenta con el respaldo de gobiernos nacionales, fundaciones, bancos de desarrollo y otros organismos públicos y privados.

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Foro Nacional de Maíz 2018: El CIMMYT y MasAgro son parte fundamental de la producción agrícola nacional

El Foro Nacional de Maíz, organizado por el Comité Nacional del Sistema Producto Maíz, tuvo lugar en la Ciudad de México el miércoles 7 de marzo del presente año y allí participaron activamente el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y el Programa de Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional (MasAgro) para compartir con todos los resultados y avances más recientes logrados en equipo con los agricultores mexicanos.

Jaime Leal, gerente del Hub Pacífico Sur, uno de los 12 hubs que integran el sistema nacional deextensionismo que el CIMMYT impulsa a través de su Programa de Intensificación Sustentable, destaca en su intervención tres mensajes principales. El primero de ellos retomando una de las enseñanzas que dejó Norman Borlaug, Premio Nobel de la Paz en 1970 y uno de los padres del Centro: “No hay milagros en la producción agrícola”.

Bajo este principio y apoyado en el espíritu innovador cultivado por el mismo Borlaug, MasAgro ha trabajado desde 2010 con los productores mexicanos en la intensificación sustentable del sistema agroalimentario del maíz, para contribuir a resolver la compleja problemática que enfrenta el sector maicero nacional. Siete años más tarde, los resultados son tangibles.

Así lo comparte Jaime Leal cuando en su presentación resalta el segundo mensaje clave al afirmar que en México sí se puede aumentar la productividad de maíz. Una buena noticia basada en la sólida investigación hecha por El Colegio de México en su trabajo titulado “Estudio del mercado de producción, procesamiento, distribución y comercialización de la cadena de maíz-harina/nixtamal-tortilla en México”, el cual fue elaborado por los investigadores Francisco Javier Núñez Melgoza y Jaime Sempere Campello para ser publicado a finales de 2017. En este estudio, y con base en información del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP) y del CIMMYT, se estableció que entre 2010 y 2015 hubo un incremento en el rendimiento promedio por hectárea en los municipios donde opera el CIMMYT en los estados de México, Hidalgo, Jalisco y Michoacán. Es así como, en el Estado de México, el rendimiento pasó de 2.88 a 3.44 t/ha; en Hidalgo, de 4.45 a 5.35 t/ha; en Jalisco, de 7.15 a 7.76 t/ha; y en Michoacán, de 3.79 a 4.27 t/ha. Cabe mencionar que estos incrementos se dieron en áreas cercanas a importantes centros de consumo.

El mismo estudio destaca entre sus recomendaciones que MasAgro podría tener mayor impacto con una difusión más extensa de su funcionamiento y potenciales beneficios entre los posibles usuarios: productores de maíz y semillas e inversionistas potenciales. Es precisamente por eso que resulta tan significativo participar en espacios como este Foro Nacional de Maíz, donde todos los actores de la cadena de valor de este cereal se dan cita para compartir lo que cada uno está haciendo para sacar adelante este cultivo tan atado a la identidad mexicana, al mismo tiempo que unen fuerzas.

Claro está que abordar los distintos retos del sector maicero mexicano requiere de una estrategia que contemple también los principales cuellos de botella de la cadena de valor, entre ellos, los cultivos huérfanos, los riesgos financieros que enfrentan los productores, la falta de adopción de mejores prácticas, el deficiente manejo poscosecha, la alta volatilidad de los precios y la proporción significativa de la comida en el gasto familiar.

De ahí la importancia de convenios como el firmado entre el Sistema Producto Maíz y el CIMMYT el pasado 15 de diciembre en Oaxaca para fortalecer el compromiso y la motivación de los actores de la red de innovación de los maiceros del país. En él los objetivos son claros: desarrollar y ejecutar proyectos de investigación para lograr impactos, fortalecer las capacidades de los productores en el manejo de tecnologías sustentables para la producción de maíz y apoyar en la promoción y desarrollo de empresas semilleras y de granos con tecnologías sustentables para mercados específicos.

Metas que no son lejanas si se tienen en cuenta los convenios de abastecimiento responsable firmados en 2017 por el CIMMYT con empresas como Kellogg’s, para cultivar con las manos de al menos 300 productores pequeños y medianos las 100,000 toneladas de grano de las 300,000 que al año requiere esta empresa;Nestlé, para en 2022 satisfacer el 100%de su demanda de granos, con maíz y trigo producidos en México; y Bimbo, para abastecerlo hasta 2021 con 25,000 toneladas de maíz cultivadas utilizando tecnologías y prácticas de agricultura sustentable.

Por esto y más, el CIMMYT y MasAgro participan activamente en el Foro Nacional de Maíz para seguir trabajando hombro a hombro con los productores mexicanos, que es, sin duda, el tercer y más importante mensaje de la presentación.

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Con #PROAGROCapacita, la comunidad de Mayanalán, Guerrero, está en camino a la alta productividad de maíz

En el módulo “el Zanjón”, del productor cooperante Enrique Zavaleta Sandoval, ubicado en la comunidad de Mayanalán, se llevó a cabo un evento para conocer la fertilidad del suelo con la finalidad de aumentar la productividad conservando los recursos naturales. El técnico PROAGRO Capacita Víctor Manuel Arteaga Zúñiga explicó la importancia de una buena fertilidad del suelo, ya que la comunidad de Mayanalán, en Guerrero, se caracteriza por ser cien por ciento rural, y su economía se fundamenta en la agricultura y la ganadería, principalmente en la producción de maíz para grano. Asimismo, los suelos —en su mayoría— son alcalinos, ricos en carbonato de calcio. Se práctica un sistema de agricultura tradicional bajo condiciones de temporal, con escasas precipitaciones que no rebasan los 800mm anuales, y las altas temperaturas ocasionan que los rendimientos no sean muy prometedores. En los recorridos de campo se pudo apreciar la deficiencia de fósforo en las plantas y, en otras áreas, deficiencia de hierro, que provoca crecimientos raquíticos de las plantas.

Ante esta situación, y con base en los resultados del análisis de suelo enviado al laboratorio Fertilab, se indicó que la parcela cuenta con apenas 1.73% de materia orgánica (MO), considerando que en un suelo fértil se requiere mínimo de 3% de MO. Por ello, se les planteó a los productores que la manera más eficaz, económica y a corto plazo para optimizar los suelos era la incorporación de 100% de los rastrojos.

El segundo tema que se trató fue el pH del suelo; se presentó el Diagrama de Troug y, tomando como referencia los análisis con resultado de 8.24 —lo que demuestra alcalinidad—, se concluyó que para solucionar los problemas de asimilación de fósforo, hierro y magnesio es necesario aplicar ácidos húmicos y ácidos fúlvicos en la primera fertilización al momento de la siembra. El ingeniero Luis Torres Figueroa hizo una demostración de plantas con raíz para observar la eficiencia de asimilabilidad del fósforo en la formación de muchas raíces con suficientes pelos absorbentes, produciéndose mazorcas de buen tamaño y calidad de grano.

Con base en el evento realizado, se tiene certeza de que existen dos factores determinantes y de que estos son controlables: el manejo adecuado de los residuos de cosecha, para incrementar el contenido de MO, y la regulación del pH. Con PROAGRO Capacita, los productores reciben asistencia técnica profesional para lograr una fertilización adecuada, además de optimizar el sistema de producción de forma sustentable.

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La Secam y MasAgro vinculan esfuerzos para lograr la adopción de tecnologías sustentables en Chiapas

Se brindará asesoría técnica especializada a productores de maíz, frijol y cultivos asociados, mediante el programa de Intensificación Sustentable con el Productor y la estrategia MasAgro.
Con información de: José Antonio López Castillejos, formador MasAgro Productor.
18 de octubre de 2017.

Venustiano Carranza, Chis.- Con el fin de contribuir al desarrollo e implementación de innovaciones sostenibles y mejorar el nivel de vida de los productores de maíz, frijol y cultivos asociados del estado de Chiapas, en 2017 se establecieron entre la Secam, el CIMMYT y el programa de Extensionismo del Grupo Extensión e Innovación Territorial (GEIT), capacitaciones sobre temas de agricultura sustentable en tres regiones del estado. A partir de reuniones sostenidas con los coordinadores del componente de Extensionismo de la región centro, se organizó el día de campo con los técnicos que tienen en atención.

Para el desarrollo del evento se establecieron dos estaciones de trabajo, una para la vitrina de maíces híbridos comerciales y criollos de la región, y otra para la vitrina de frijol; en ambas estaciones se dio a conocer cada uno de los tratamientos implementados, las características y los comportamientos de cada uno de los ensayos y los resultados obtenidos. Durante el recorrido se asignó un espacio para comentarios y dudas, esto con la finalidad de reforzar el aprendizaje y facilitar la implementación de las innovaciones en las parcelas de áreas de extensión que cada técnico tiene a cargo. A través de la adopción de tecnologías sustentables (MasAgro), validadas para cada una de las regiones agrícolas y plataformas de investigación, se mejorará la productividad de los beneficiarios del componente de Extensionismo de las regiones mencionadas.

Este evento fue de vital importancia, ya que se da a conocer, tanto a técnicos como a productores, las ventajas y viabilidad de las tecnologías MasAgro y los resultados de los ensayos que se establecieron en la plataforma de investigación. También sirve para motivar a los productores innovadores en la adopción de las tecnologías sustentables.

La alianza entre el CIMMYT y el Extensionismo (Secam) permite conjuntar esfuerzos y recursos humanos y económicos para el cumplimiento de los objetivos en común, logrando un escalamiento en la consolidación de la iniciativa MasAgro en el estado de Chiapas.