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Se realizó la Feria Ambiental 2018 para lograr la conservación de maíces nativos en Durango

Se llevó a cabo un evento regional dentro del Programa de Recuperación y Repoblación de Especies en Riesgo de la Conanp.

Por: Susano Ruíz Soto, coordinador regional MasAgro.

28 de septiembre de 2018.

Súchil, Dgo.- Con el fin de promover la conservación de maíces criollos, el 28 de septiembre la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) realizó la Feria Ambiental 2018 para concientizar a los habitantes de la región sobre la importancia de la preservación de maíces nativos, además de impulsar la implementación de una Agricultura Sustentable a través de los principios de la Agricultura de Conservación. Se contó con la participación de diferentes instituciones, como el INIFAP, el CERAC y el CIMMYT, quienes —mediante pláticas y exposiciones— impulsaron la conservación de maíces nativos y la implementación de la Agricultura de Conservación con un programa muy variado y una asistencia a las ponencias de un promedio de 40 productores interesados en realizar prácticas agrícolas sustentables.

La primera participación del día estuvo a cargo del MC Adán Castillo Rosales, investigador y especialista de maíz del INIFAP Durango, quien con la ponencia ‘El origen y domesticación del maíz’ dio a conocer a los participantes desde la forma en que se han ido transformando y domesticando los maíces hasta la gran cantidad de variedades que existen en la actualidad, esto gracias a una asociada invención y al desarrollo independiente de la agricultura, manteniéndose gracias al manejo, el cultivo y la selección de la semilla. El especialista recalcó la importancia de la conservación de las variedades criollas, por su adaptación a las condiciones climáticas de sus regiones, característica de gran valor para sus semillas.

La segunda participación estuvo a cargo del ingeniero Susano Ruíz Soto, coordinador regional MasAgro del CIMMYT, quien con la ponencia ‘Principios de la Agricultura de Conservación’ dio a conocer a los participantes la importancia que tiene mejorar las condiciones de nuestros suelos al incorporar materia orgánica y realizar rotación de cultivos, prácticas que nos ayudan a controlar la propagación de plagas, mejorar las condiciones nutricionales de nuestros suelos y darles estructura e incrementar los rendimientos de cualquier cultivo, los cuales se reflejan al momento de la cosecha.

La tercera participación estuvo a cargo de la ingeniera Cecilia Barocio Hernández, coordinadora de la Red de Jóvenes de Slow Food de Tlaxcala, quien con la ponencia ‘La problemática actual del maíz nativo’ expuso el impacto negativo que implica la pérdida de nuestras diferentes variedades de criollos, que son maíces nativos que están adaptados a nuestro ambiente y soportan nuestros temporales, suelos pobres y enemigos naturales, característica que no se valora ante la gran gama de maíces híbridos que existe en el mercado, los cuales sin las condiciones idóneas son improductivos y muy costosos para el productor. La ingeniera Barocio nos compartió la experiencia que vivieron productores de localidades de Tlaxcala, que ante la pérdida y extinción a la que se enfrentaban sus maíces nativos, se organizaron para preservarlos, dándoles un valor agregado y mejores condiciones para incrementar su producción, enorgulleciéndose de los orígenes de sus semillas.

Durante el recorrido por los estands, la ingeniera Laura Hernández, formadora MasAgro, y el ingeniero Susano Ruíz, coordinador regional, reafirmaron los temas de Agricultura de Conservación y poscosecha y —con ejemplos prácticos— mostraron la importancia de conservar sus granos, el objetivo de la aplicación del MAP y los principios de la AC.

También se tuvo la intervención del grupo teatral Andariego EducArte SA de CV, con la obra “Pa’ un campo con corazón, Agricultura de Conservación”, la cual contó con la participación de familias completas de la localidad y de poblados vecinos. Con ella se reafirmaron los principios de la AC ante un promedio de 200 asistentes, entre niños, niñas, jóvenes, personas adultas, personas de la tercera edad y autoridades, como la presidenta municipal de Jiménez del Teul, Zacatecas, y los comisariados ejidales, en los cuales la obra y sus conceptos de la AC tuvieron un gran impacto, logrando al final sembrar en los asistentes la curiosidad y el interés por realizar estas prácticas para lograr una Agricultura Sustentable.

Agradecemos al ingeniero Rodolfo Pineda Pérez, director encargado de la Conanp Durango, la invitación que nos realizó; y a Piedad Gabriela García, José de Jesús Villa y todo el equipo de colaboradores de la Conanp, así como a las familias de El Alemán, Súchil, Durango, por todas las atenciones que nos brindaron durante el evento.

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Con el Proyecto Buena Milpa Guatemala, los productores presentan avances en el sistema milpa

Se expusieron avances en la implementación de varias tecnologías en las parcelas de los productores.

Por: Nadia Waleska Rivera, coordinadora de Comunicación del Proyecto Buena Milpa Guatemala.

 

Guatemala.- Productores de las comunidades Mushnán, Lámaca, Tierra Colorada y Máquivil, de San Miguel Ixtahuacán, San Marcos, presentaron el avance de su trabajo en temas de conservación y mejoramiento de maíces nativos, implementación de tecnologías de conservación de suelos y agua y diversificación de cultivos, los cuales están encaminados a mejorar la nutrición de sus familias.

Actualmente, algunas comunidades de este municipio han sido consideradas parte del corredor seco, debido al alto impacto de la sequía que impera en estas zonas.

Durante 2 días, representantes del Proyecto Buena Milpa Guatemala y la Asociación de Desarrollo Integral para el Occidente (Adipo) visitaron las parcelas de varios productores y familias modelo, miembros de la Asociación de Desarrollo Integral de la Familia Miguelense (Difam), una organización local beneficiaria del Proyecto Buena Milpa a través de Adipo.

Visita 1. Caserío Mushnán, aldea El Zapote

Esta comunidad es una de las más lejanas del municipio de San Miguel Ixtahuacán, San Marcos, su cercanía con el municipio de Santa Bárbara, Huehuetenango, es mucha.

El amor a su familia y comunidad hace que estos productores se esfuercen cada día y busquen nuevas alternativas de vida ante la crisis climática, la marginación y el olvido en el que están sumidos. Viven en comunidades aledañas donde el único acceso son estrechas veredas, por las que deben caminar de 1 a 2 horas para llegar a la carretera principal que conduce al pueblo.

Debido a que la agricultura es la única fuente de empleo y vida, ven con preocupación cómo la tierra es cada día más infértil y ya no produce alimentos como años atrás. Con el apoyo de organizaciones locales como Difam, estas familias han logrado recuperar prácticas ancestrales de conservación de suelos y semillas nativas de varias especies; en la mayoría de los casos conservan las semillas de maíz nativo, el cual intercambian con los vecinos y las comunidades cercanas.

En esta visita, los productores expusieron sus avances en la implementación de varias tecnologías en sus parcelas. La primera experiencia fue la historia de éxito de la familia de don Jesús Hernández, considerado un productor modelo por Difam, quien ha realizado una ardua labor para mejorar su producción agrícola; sin embargo, esto ha requerido de mucho trabajo, esfuerzo, creatividad y dedicación de él y de su familia, quienes son apoyados por el Proyecto Buena Milpa Guatemala con la promoción de la soberanía alimentaria a través del mejoramiento de maíces nativos y criollos y la conservación de suelos, la cual permite una mayor calidad en la producción local.

Gustavo Bámaca, representante de Difam-Adipo, indicó que ésta es una parcela integral que se maneja como un ciclo que se va cumpliendo alrededor de la granja, donde intervienen los elementos principales, como la calidad del suelo, el agua, los bosques y las semillas locales. Todo este trabajo sirve de conexión entre el conocimiento ancestral y el científico que se promueve con los técnicos del Proyecto Buena Milpa Guatemala. Esta es una familia exitosa que pretende mejorar rendimientos a través del buen uso de los materiales locales.

Actualmente, esta parcela cuenta con semillas nativas de 1,900 y 2,000 msnm, cultivos de bledo, mostaza, nabo, frijol, maíz, caña, maní, achiote y otras especies que heredaron sus antepasados. Hoy esta familia está transmitiendo y heredando esos conocimientos a sus hijos y nietos, y esperan seguir haciéndolo.

Promueve la agricultura ancestral

Muchos productores de esta comunidad implementan la práctica local de esta familia, debido a que mantiene una estrecha conexión con los conocimientos de la cosmovisión de sus ancestros mames, como utilizar la fase lunar en la siembra de verano todos los años. Los Hernández siempre realizan la siembra del 10 al 22 de marzo, pero, debido al cambio climático y rigiéndose por la fase lunar, este año sembraron el 5 de abril.

 

Visita II. Aldea Tierra Colorada, San Miguel Ixtahuacán. Agricultoras mayas promueven la soberanía Alimentaria

La segunda visita se realizó en la Aldea Tierra Colorada donde se conoció la experiencia de un grupo de aproximadamente 30 mujeres mayas mames agricultoras, quienes promueven la conservación de maíces nativos, diversificación de cultivos a través de huertos familiares, conservación de suelos con abonos orgánicos y producción de semillas nativas de diversas hortalizas. Actualmente estas mujeres emprendedoras están convencidas de la importancia de la soberanía alimentaria por lo que producen semillas nativas de tomate, hierbamora, cebolla, cilantro, haba, bledo, lechuga, apio, remolacha, repollo, brócoli, apazote, y plantas medicinales como sábila, albahaca, ruda, té de limón, altamisa y otros que utilizan como medicina familiar. Con la utilización de abonos orgánicos estas agricultoras obtienen buenas producciones de hortalizas que utilizan para el consumo familiar y el excedente lo venden en el mercado local de San Miguel o con sus vecinos.

Visita III. Aldea Lámaca. Promueven la Agricultura Sostenible a través de tecnologías

Otro grupo de agricultores participantes de Buena Milpa habitan en la Aldea Lámaca, San Miguel. Aquí participan hombres y mujeres quienes han implementado varias tecnologías de mejoramiento de maíces nativos, conservación de suelos y diversificación de cultivos; lo más interesante han recuperado varias razas de maíces nativos locales, los cuales siembran y conservan.

Crean arte a través de la agricultura

La creatividad tanto de los técnicos locales y profesionales de DIFAM ha sido clave en el desarrollo de varias tecnologías agrícolas, muestra de ello es la implementación de una mándala en la cual tienen varias especies de hortalizas (rábano, cebolla, acelga, remolacha, cilantro, apio, zanahoria entre otras), además tienen plantas medicinales de lavanda, ruda, sábila, albahaca las cuales son de utilidad como repelente de insectos en las plantas. También tienen siembra de maíces nativos los cuales han rescatado y ahora conservan e intercambian entre los vecinos.

Cuidan la madre tierra

Aquí solo se utiliza abono orgánico, se tienen varios tipos de plantas medicinales, gracias al apoyo de varias organizaciones se ha logrado recuperar plantas ancestrales que utilizaban nuestros abuelos, ellos nunca recurrieron a una farmacia, la medicina natural no intoxica como los químicos indica don Juan Mejía. Además de conservar semillas y sembrar hortalizas este grupo está convencido de la importancia de cuidar la tierra como un elemento importante para obtener alimentos sanos y nutritivos por lo que hoy, ellos realizan abonos orgánicos lombricomposta y procuran dar una buena conservación de suelos a sus parcelas. Varios agricultores han implementado la técnica de conservación de suelos utilizando las curvas a nivel y barreras vivas, debido a que la textura de los suelos es pedregoso, poco profundos, suelos muy secos; ante esta realidad han adoptado la práctica cultural de colocar un molch en el suelo a manera que no evapore y pierda humedad el suelo.

El molch como es conocido por los agricultores de esta zona consiste en colocar una capa de rastrojo, hojas de árboles (pino, aliso y otras plantas) que ayude a la no evaporación y pérdida de humedad en el suelo. Normalmente se coloca cal y hojas de árbol, 15 días después de la siembra de maíz y frijol, se debe observar una altura de 10 a 15 cms en las plantas para colocar las hojas. Con esta práctica de ponerle una capa de hojas de árboles se procura guardar la humedad para que las plantas se desarrollen.

El apoyo del Proyecto Buena Milpa, ADIPO y DIFAM es brindar asistencia técnica y entregar insumos como cal para tratar de enmendar y corregir la acidez del suelo, porque los agricultores generalmente colocan hojas de pino, estas son ácidas lo que provocan que los suelos se acidifiquen y los cultivos no crezcan. También han sembrado árboles frutales, esta es una nueva técnica que se ha venido implementando en el tema de diversificación de huertos y agroforestería. Estos sistemas agroforestales son productivos porque cumplen la función de cualquier árbol de aportar frutas para alternativas de contribuir a la seguridad alimentaria de la familia.

Promueven los conocimientos endógenos

Las familias de estas comunidades pertenecen a la comunidad lingüística mam, para ellos la tierra es sagrada por ello mantienen una estrecha relación con todos los elementos de la naturaleza. Ellos desde los abuelos han dependido de estos elementos principalmente la tierra, ellos llaman madre tierra, aún se tiene costumbre de incorporar materia orgánica rastrojo, labranza mínima, antes de la siembra realizan, se tiene respeto y cariño a la madre tierra.

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MasAgro ayuda a las familias campesinas mexicanas a mitigar los efectos del cambio climático

En los últimos años, la Península de Yucatán ha sido fuertemente asolada por la sequía y eventos meteorológicos extremos derivados del cambio climático, que han exacerbado la pobreza y la inseguridad alimentaria de la población local. Las prácticas de roza y quema en la agricultura han causado la degradación del medio ambiente y contribuido al cambio climático. El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y sus colaboradores están ayudando a las familias campesinas mayas de la zona a adaptarse para mitigar los efectos del cambio climático, aumentando los rendimientos de maíz y la seguridad alimentaria, al mismo tiempo que minimizan el impacto negativo en el ambiente.

El maíz es la base de la dieta de los habitantes de la Península de Yucatán y ha proporcionado sustento a las familias mayas durante milenios. Se siembra como parte del sistema prehispánico de intercultivo denominado milpa, que se basa en la relación simbiótica entre el maíz, el frijol y la calabaza.

Tradicionalmente, el sistema milpa consiste en acondicionar nuevos terrenos para la agricultura utilizando el sistema de roza y quema. Sin embargo, después de dos o tres años, el suelo comienza a deteriorarse y se tienen que acondicionar otros terrenos. Estas prácticas han contribuido a la deforestación, el aumento de las emisiones de CO2 y la pérdida de valiosa biodiversidad local.

En la Península de Yucatán, el cambio climático ya empezó a tener repercusiones en el sistema milpa. Cada año, la temporada de lluvias llega más tarde y es más breve, con lo que se reducen los rendimientos del maíz. Dado que cada vez es más difícil ganarse la vida con la agricultura, los jóvenes se han visto obligados a emigrar en busca de empleo. Asimismo, cuando no han podido cosechar después de una intensa sequía, los agricultores han perdido la semilla de sus variedades tradicionales de maíz.

El CIMMYT está ayudando a las familias campesinas de la Península a aumentar sus rendimientos de maíz mediante soluciones sustentables e inclusivas a través de proyectos como MasAgro —visión del Gobierno de México, coordinado por el CIMMYT y apoyado por cientos de colaboradores— y Milpa Sustentable Yucatán. Las familias campesinas identifican los mejores terrenos e incorporan prácticas de intensificación sustentable y de la Agricultura de Conservación (AC) con el fin de evitar la deforestación y mitigar los efectos del cambio climático.

El proyecto tiene un fuerte componente de inclusión social, para asegurar que las mujeres y los jóvenes participen en los eventos de capacitación y en los procesos de toma de decisiones. “Dado que la milpa es un sistema familiar, hay que incluir a las mujeres y los jóvenes para lograr impactos”, opina Carolina Camacho, investigadora principal de inclusión social del CIMMYT. “Desafíos complejos como el cambio climático requieren un cambio social y la inclusión de grupos tradicionalmente marginados, como las mujeres y los jóvenes, para mitigarlos”.

Se enseña a las familias campesinas a utilizar las técnicas de la AC, como la labranza cero, que ayuda a evitar la erosión y el escurrimiento del agua. Esto mejora la estructura del suelo y el agua se utiliza de manera más eficiente, lo que ayuda a que el maíz sobreviva mejor a la sequía y permite que los agricultores siembren la misma tierra durante muchos años sin tener que deforestar o quemar.

“Los agricultores solían cosechar 500 kilogramos de maíz por hectárea. Ahora, con las técnicas que han aprendido del CIMMYT, cosechan hasta 2 toneladas por hectárea”, señala Vladimir May, líder técnico del proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán. El proyecto también ha ayudado a los agricultores a aumentar sus rendimientos identificando insumos naturales que pueden ser incorporados dentro de una estrategia de manejo integrado de fertilizantes y de plagas. Esto permite a las familias campesinas incrementar de manera sustentable sus rendimientos de maíz, a pesar de sus pocos insumos y recursos.

El maíz criollo que siembran en la Península de Yucatán se ha adaptado a las condiciones locales gracias a la selección realizada durante siglos por los agricultores, que ha permitido que se dé bien a pesar de la degradación del suelo y otros problemas. Sin embargo, el cambio climático ha puesto en riesgo la supervivencia de la diversidad genética de su maíz. Algunos agricultores han perdido toda la semilla de sus variedades tradicionales de maíz porque no pudieron cosechar nada después de las intensas sequías. Otros han descubierto que sus variedades tradicionales no se dan bien debido a los fenómenos ambientales adversos causados por el cambio climático.

El CIMMYT está ayudando a los agricultores a remplazar la semilla de maíz tradicional que perdieron a causa de la sequía y los cambios del clima. El Banco de Germoplasma del CIMMYT resguarda más de 28,000 variedades de maíz en beneficio de la humanidad, incluida la semilla nativa proveniente de la Península de Yucatán. Los productores han buscado las variedades originales de los agricultores en el Banco de Germoplasma para restaurar un valioso componente de la seguridad alimentaria, la biodiversidad y la cultura de numerosas familias.

Se ha logrado que los agricultores aumenten sus rendimientos mediante la selección participativa de variedades. Al cruzar sus variedades criollas con otras variedades de maíz nativo que son más resistentes a la sequía o al clima cambiante, los agricultores pueden aumentar sus rendimientos de maíz de manera sustentable y sin perder las cualidades que prefieren de sus variedades tradicionales. Las mujeres han desempeñado un papel clave en esta selección participativa de variedades, porque ellas procesan y preparan todos los alimentos para sus familias y saben muy bien las características que el maíz debe tener para que se dé bien y alimente a sus familias.

La pobreza y la inseguridad alimentaria en la región ha sido la causa de que mucha gente emigre. Con nuevas tecnologías y el apoyo del CIMMYT, las mujeres y los jóvenes están empezando a ver que hay futuro en la agricultura, pese al problema del cambio climático. “Ahora que ven cuánto maíz y otros cultivos comerciales se pueden producir con tecnologías sustentables, los jóvenes están dispuestos a quedarse”, dice María Boa, consultora que participa en el proyecto. “Dado que los jóvenes son los que a veces aceptan más fácilmente las nuevas tecnologías, los agricultores jóvenes de Yucatán desempeñan un papel fundamental en la mitigación del cambio climático y la adaptación. La inclusión de las mujeres y los jóvenes es necesaria para hacer un cambio positivo en estas comunidades”.

El proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán es operado y financiado por el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT); el Gobierno de México, por conducto del programa Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional (MasAgro) de la Sagarpa; Citibanamex; la Fundación Haciendas del Mundo Maya, y el CRP MAÍZ. El proyecto se lleva a cabo con el apoyo de colaboradores locales, organizaciones no gubernamentales y los diferentes niveles del Gobierno de México.

 

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Se establecen vitrinas de maíces nativos para el fortalecimiento del sistema milpa en Ocosingo

Ocosingo, Chis.- En 2014 y 2015 se inició la colecta de materiales nativos en 10 localidades de los municipios de Ocosingo y Chilón, contando con 12 materiales de diferentes colores y alturas sobre el nivel del mar. Posteriormente, en el 2015 se establecieron los ensayos con estos materiales en las localidades de Guadalupe Queshil y Josefa Ortiz de Domínguez, del municipio de Ocosingo. Sin embargo, por acuerdo de los productores, se definió seguir con el proyecto sólo con los colores más representativos y demandados por la población (amarillo, blanco, morado y rojo).

Y en el ciclo P-V de 2016, el productor Sabas Méndez, de la comunidad Nueva providencia, del municipio de Ocosingo, facilitó su parcela para establecer la vitrina con cuatro colores de maíces nativos. Esto con la finalidad de rescatar, promover y evitar la erosión genética, así como revalorar el alto valor nutritivo que tienen los maíces locales, respetando la cosmovisión de las familias originarias de la etnia Tzeltal.

Para seleccionar la semilla para siembra, los productores de la región de Ocosingo recurren a las mazorcas almacenadas en trojes, priorizando características fenotípicas que tienen que ver con la longitud, grosor y color de la mazorca, así como el tamaño de grano, principalmente. Sin embargo, se desconoce qué características tenía la planta de donde proviene.

El proceso está planteado en tres etapas:

Fase 1. Reconocimiento de los materiales locales.

En el año 2014 y 2015 se realizó la colecta regional, para lo que se convocaron alrededor de 10 localidades, con familias y grupos de productores, para explicarles la propuesta, involucrarlos en el proceso y que conocieran el uso que se le dará la semilla que decidan donar. Se realizaron diversas visitas para la colecta, buscando la mayor cantidad de maíces diferentes, de condiciones diferentes. En promedio se hicieron tres visitas por localidad.

Una vez concluida la colecta se realizaron tomas de datos y caracterización de los materiales; se adjuntan fotos de esa actividad.

Fase 2. Establecimiento de vitrinas.

Entre 2015 y 2016 se identificaron dos parcelas, quedando una parcela representativa de la región, y se establecieron todos los materiales colectados donados por las familias de las diferentes localidades, también se creó un plan de manejo agronómico, con un diseño experimental de bloques al azar. Durante el proceso de desarrollo del cultivo se tomaron datos de la planta, ya que uno de los principales resultados de esta fase es la caracterización de las plantas, con variables como: altura de planta, días a floración, altura de mazorca, enfermedades susceptibles, grosor de tallos, tamaño de hojas, etc.

Hasta el 2015 se había podido caracterizar agronómicamente a los maíces nativos, pero en 2016 se sumó otra acción al proceso, que es la medición de variables alimenticias y de nixtamalización; estos estudios se realizaron con el apoyo de la doctora Natalia Palacios.

Este material, nos muestra que es un maíz nativo con buenas características y cualidades para la masa y tortilla; sin embargo, es necesario seguir con el proceso para tener mayor certeza.

Feria de semillas.

Una vez que se estableció la vitrina en el mes de junio de 2016, en noviembre del mismo año se invitó a los vecinos y los productores que donaron las semillas a un evento donde se dio a conocer todos los materiales establecidos, provenientes de las diferentes localidades. El objetivo fue que los productores asistentes pudieran reconocer la diversidad genética de la región, identificar algún material de interés, de acuerdo con sus criterios, y propiciar el intercambio de experiencias entre los productores dueños del maíz y los productores interesados, para que platiquen del manejo agronómico que realizan; además de que se genere el vínculo para que si desean sembrar esa semilla, sepan con quién conseguirla.

Se sugiere realizar esta actividad de la feria de semillas por lo menos durante tres ciclos, para que los productores puedan determinar las características que necesitan de los materiales, lo que será el punto de partida para iniciar con el proceso de la Fase 3: el fitomejoramiento, propiamente dicho. Por lo que en 2017 y 2018 se dará seguimiento al establecimiento de vitrinas y a las ferias de semillas.

Eventos como este contribuyen con los trabajos de preservación de los maíces nativos, le dan al productor el reconocimiento que se merece como actor clave e incentivan su participación al proporcionarle materiales que otros agricultores han trabajado. Además, es importante seguir difundiendo la integralidad de las tecnologías con diferentes productores de la región, ya que puede tener mayores impactos a futuro, desde el punto de vista de la producción de alimentos y de la disminución de la erosión genética de los maíces nativos.

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#PROAGROCapacita enseña sobre la selección masal de semilla criolla de maíz para lograr un mejor rendimiento y adaptabilidad en Guerrero

“La alimentación depende del cuidado de nuestra semilla”.

Por: José Moreno Juárez, asesor técnico PROAGRO.


Chilapa de Álvarez, Gro.- En la comisaría municipal de Alcozacán se llevó a cabo la capacitación sobre selección masal de semilla de maíz nativa con el objetivo de mejorar las características de la semilla y obtener mejores rendimientos. Los productores de las comunidades de Alcozacán y Xicotlán siembran maíz nativo y no maíces híbridos mejorados, porque implica un mayor costo de producción; además, para ellos es importante la conservación del primero por su sabor peculiar, sus nutrimentos y su resistencia a las plagas.

Durante el taller se les explicó el objetivo de la capacitación y la importancia que tiene ésta para la selección de semilla, pues así el productor podrá mejorar su material genético. También, los productores intercambiaron experiencias y opiniones sobre cómo han seleccionado sus semillas de manera tradicional por la herencia de sus antepasados. En la práctica en campo, se recalcó a los productores la importancia de mejorar las características de las semillas y que las plantas se deben seleccionar desde el campo y no en las mazorcas. Dentro de las ventajas que tiene la selección masal están las siguientes:

1. El costo, trabajo y conocimiento requeridos para desarrollar la metodología es mínimo
2. En el mismo ciclo puede establecerse más de un lote de selección, si hubiera necesidad
3. Se desarrollan variedades más rendidoras y plenamente adaptadas a las condiciones en que el productor realiza su cultivo
4. Se aumenta gradualmente el rendimiento sin perder la diversidad del maíz
5. Se selecciona el tipo de maíz que mejor satisface el gusto del productor
6. Los costos para la producción de semilla son relativamente bajos y se abre la posibilidad de comercializarla entre productores de la comunidad
7. Después de cada ciclo de selección, es posible distribuir la semilla a los agricultores, la cual puede pasar de uno a otro y guardarse año con año, así no se crea dependencia para comprar semilla para cada siembra

A través del acompañamiento técnico PROAGRO, se pretende dar un mayor y mejor asesoramiento de prácticas y tecnologías sustentables. Con la selección masal se contribuye al beneficio del productor y la comunidad.

Te recomendamos utilizar nuestro hashtag #PROAGROCapacita y etiquetarnos en tus publicaciones @ACCIMMYT

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A través de #PROAGROCapacita se contribuye a la mejora de maíces nativos en Guerrero

El mejoramiento de los maíces nativos se logrará cuando la fijación de las características deseadas se realice año tras año con una selección masal eficiente.

Por: Cristóbal Salgado Navarrete, técnico de PROAGRO Productivo.

3 de octubre de 2017.


Mártir de Cuilapan, Gro.- Se realizó la fase teórica del taller sobre selección masal en la comisaria ejidal de Zotoltitlán, municipio de Mártir de Cuilapan, Guerrero, y la fase práctica en la parcela del productor Musió Reyes Fiscal; con el objetivo de fortalecer las capacidades de los productores. Se desarrolló por medio del Acompañamiento Técnico PROAGRO Productivo, a cargo de Cristóbal Salgado Navarrete, técnico PROAGRO, quien menciona que “al adoptar la técnica de selección masal desde la parcela, se logra que año con año haya plantas más resistentes a plagas, enfermedades, vientos fuertes y sequías; plantas de mejor porte y productivamente económicas”.

La selección masal es un método que puede asegurar la autosuficiencia alimentaria. Además, compartir estas prácticas y tecnologías agroecológicas que el productor incorpora al cultivo de maíz permite bajar los costos de producción, aumentar la productividad y la diversificación de las cosechas y preservar los recursos naturales.

El maíz nativo o criollo en proceso de mejora no es sólo una forma de producción agrícola, sino una vía para el desarrollo garantizando la seguridad alimentaria, laboral y ambiental en nuestro país. He aquí la importancia de seguir sembrando, preservando y mejorando este sistema productivo. Es por ello que el componente esencial para PROAGRO Productivo es el acompañamiento técnico a través de la implementación de prácticas sustentables del menú tecnológico de MasAgro como la Agricultura de Conservación (AC), la fertilización integral, las variedades adecuadas de maíz, las tecnologías poscosecha, la diversificación y el acceso a nuevos mercados.

Los productores beneficiados por el Acompañamiento Técnico PROAGRO Productivo del estado de Guerrero asumieron el compromiso de realizar la selección masal, identificando las plantas: de acuerdo con las características deseadas por el productor, al momento de cosechar marcarán las mazorcas de las plantas seleccionas, para así realizar el proceso de desgrane de la mazorca eligiendo la parte central de la misma.

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Mejoramiento del rendimiento de maíz a través de la selección masal estratificada

El proyecto Buena Milpa, en conjunto con el Programa Colaborativo de Fitomejoramiento Participativo (PCFM), trabaja en las comunidades rurales de Huehuetenango, Quiche, Totonicapán y San Marcos, en Guatemala, para mejorar la calidad de los maíces nativos, como una alternativa local y apropiada para mejorar la productividad del maíz, la conservación de las semillas nativas y mejorar la seguridad alimentaria de la región.

Camilo Tol Can es un productor y técnico agrícola de 42 años de edad, vecino de la comunidad de Caliaj Microcuenca, Panimache, Chichicastenango. Camilo se ha caracterizado por promover tecnologías innovadoras en el campo y actualmente se enfoca en el fitomejoramiento de semillas nativas con un enfoque comunitario y participativo.

Con el apoyo del Proyecto Buena Milpa y a través de múltiples metodologías participativas, este productor cuenta con parcelas demostrativas del cultivo de maíz para la obtención de la semilla y su almacenamiento a través de silos metálicos para evitar pérdidas poscosecha. En cada ciclo de cultivo guarda una reserva de semilla con el fin de compartirla con otros agricultores en caso de alguna emergencia que pudiera afectar sus cultivos. Con la metodología de la selección masal estratificada (SME), este productor ha logrado seleccionar y mantener las características fenotípicas del cultivo más apropiadas para su familia y su comunidad.

Otro importante aporte que ha realizado es promover a nivel comunitario la implementación de la selección masal estratificada. Cuando realiza las actividades de la SME invita a los agricultores de su comunidad a que participen en el proceso con el fin de promover esta práctica y que puedan replicarla en sus parcelas.

Para este técnico es importante producir más y mejor maíz para la seguridad alimentaria de su familia y su comunidad. Al realizar la práctica en la parcela se mejoran características fisiológicas de la planta contrarrestando al acame (caída de la milpa), y al evitar el acame (provocado por el viento y la altura de la planta) se mejora la producción debido a que el porcentaje de pérdidas se reduce.

Camilo comenzó hace años a mejorar su maíz y recuerda que la primera práctica que realizó fue bajar la altura de las plantas de maíz, las cuales medían entre 4 y 5 metros de altura. Actualmente obtiene plantaciones de 1 metro con 60 centímetros y ha disminuido las pérdidas por acame en sus cultivos de maíz. Este fue el primer éxito que lo motivó a continuar con el fitomejoramiento participativo de maíces, el cual practica y multiplica en su comunidad con apoyo del Proyecto Buena Milpa, logrando de esta forma la aceptación de la práctica en su comunidad.

La selección masal estratificada es un método de fitomejoramiento ampliamente utilizado en plantas de polinización abierta para aprovechar los efectos genéticos aditivos de toda la población. Esto se utiliza comúnmente en las variedades de maíz. De una población (la cual puede ser un lote, una finca o un área específica donde se siembra maíz), se definen las características más deseables y se van seleccionando los «padres» que las poseen. Luego las semillas de éstos se plantan y se vuelven a buscar las características deseadas en los «hijos». Cada fase es un estrato, se realiza una selección masal por estratos.

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Productores mejoran semillas nativas de maíces en Guatemala

Esta es la quinta feria que organiza el Proyecto Buena Milpa en Guatemala, cuyo objetivo es promover el intercambio de conocimientos y semillas entre productores y vincularlos con otros extensionistas y colaboradores.
Por: Francisco Tavico, Comunicación de Buena Milpa.
26 de agosto de 2016.

Comunidad de Panimaché, Guatemala.- Más de 1,500 agricultores se reunieron en la “Microcuenca Panimaché” para conmemorar el Día Nacional del Maíz y la Feria de Agrobiodiversidad. Hombres y mujeres provenientes de los departamentos de Huehutenango, San Marcos y El Quiché presentaron diferentes variedades de maíz y otros cultivos asociados al sistema milpa. En el evento se le entregaron al ministro de Agricultura, Ganadería y Alimentación, el ingeniero Mario Méndez Montenegro, diferentes variedades de maíces guatemaltecos que durante 65 años fueron resguardados por el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) en su centro de germoplasma.

El objetivo de esta feria, explicó Luis Ramírez, coordinador del Proyecto Buena Milpa, es fomentar el intercambio de conocimientos y semillas entre agricultores y vincularlos con otros extensionistas y colaboradores para promover la biodiversidad y el conocimiento de los diferentes maíces nativos en el altiplano de Guatemala. Indicó además que con el apoyo de USAID se trabaja con más de 3,650 pequeños productores de maíz en el occidente del país. Explicó que mediante la repatriación de semillas se estarán reponiendo variedades que se han perdido ante los efectos del cambio climático, especialmente durante la tormenta Agatha del año 2010. Enfatizó el trabajo para mejorar la productividad de maíz mediante el uso de tecnologías que mejoren la productividad y reduzcan costos de producción, con especial énfasis en la conservación de agua y suelos.

“En Guatemala hay una gran diversidad de maíces nativos y estamos trabajando con los agricultores para que cuenten con los conocimientos y tengan las tecnologías para que aprendan a mejorar sus propias semillas”, expresó Luis Ramírez, quien agregó que para dicho proceso, “nosotros buscamos ayudarlos a tener claro cuáles son las variables que quieren trabajar y cómo ellos deben seleccionar los maíces que les den los mejores rendimientos”.

En este mismo sentido, el ingeniero Mario Fuentes, investigador del Proyecto Buena Milpa, expresó que en la Microcuenca Panimaché, municipio de Chichicastenango, se está llevando a cabo el fitomejoramiento participativo de semillas nativas de maíz. De ese modo los productores han implementado reservas comunitarias que contribuyen a la reducción de la malnutrición.

Actualmente el Proyecto Buena Milpa trabaja con los departamentos de Huehuetenango, San Marcos, Quiché, Totonicapán y Quetzaltenango, y en algunos otros eventos de vinculación y promoción del Programa de Intensificación Sustentable del CIMMYT, como la Certificación Buena Milpa, “en la cual, próximamente, llevaremos a cabo un intercambio de experiencias con el hub Pacífico Sur de MasAgro, y la cual también es una certificación similar a la de técnico certificado que hay en México, con el CIMMYT, pero adaptada a las particularidades de la agricultura del altiplano occidental de Guatemala, como la agricultura en laderas, la utilización del sistema milpa, el cultivo de variedades locales y el hecho de que la mayoría son productores pequeños”, expresó Luis Ramírez.

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MasAgro Hub Pacífico Sur reúne colaboradores regionales para incrementar logros

  • Innovaciones tecnológicas, vinculación y difusión, los ejes principales.
  • Desde el 2012 el programa MasAgro, que es resultado del trabajo entre Sagarpa y el CIMMYT, inició en Oaxaca para atender la problemática local.

Departamento de Divulgación Científica del CIMMYT

8 de octubre de 2015.


Oaxaca, Oax.- El Hub Pacífico Sur llevó a cabo este 7 y 8 de octubre su reunión anual de presentación de resultados y planeación 2016 con la participación de productores, extensionistas, organizaciones y representantes de los tres niveles de gobierno, que tuvo como objetivo facilitar la construcción de una estrategia de escalamiento de prácticas y tecnologías sustentables junto con los actores de la red de innovación del Hub Pacífico Sur.

Los participantes acudieron a las instalaciones del Sitio Experimental Mixteca del INIFAP, en el municipio de Santo Domingo Yanhuitlán, espacio que se instaló como Plataforma Experimental en 2012, gracias a la colaboración con el programa MasAgro. Su función principal es poner a prueba las diferentes propuestas tecnológicas (Agricultura de Conservación, manejo poscosecha, mejoramiento participativo de maíz nativo) que el programa está implementando en las diferentes zonas agroecológicas del país y así dar respuesta a las problemáticas que sufren los productores locales.

En el primer día, productores, investigadores, extensionistas y funcionaros públicos se dividieron en grupos para dar un recorrido por las estaciones que presentaban las diferentes prácticas agrícolas y los avances alcanzados hasta el momento. Este ejercicio favoreció el diálogo para enriquecer la información y la experiencia de los actores, para posteriormente participar en una actividad de análisis y conjunción de perspectivas, mediante la formación de mesas de trabajo.

El segundo día se llevó a cabo un taller donde se identificaron las tecnologías y prácticas sustentables que los participantes consideran que son replicables, para así fomentar su promoción.

La reunión estuvo enmarcada por una exposición fotográfica y una muestra de carteles que reflejan el trabajo de investigación y aplicación de las tecnologías de los colaboradores del hub, al mismo tiempo que favorece la difusión de una manera más visual.

De este modo, el Hub Pacífico Sur se orienta al desarrollo del capital humano con sus principales colaboradores, quienes, a través de una interacción diaria con el productor, promueven el incremento de la producción. Estos logros forman parte de la estrategia de Intensificación Sustentable promovida por el CIMMYT, que tiene su aplicación en México gracias al programa MasAgro en todas las regiones del país y que luego de cuatro años de operación sigue contribuyendo para mitigar los efectos de cambio climático y los requerimientos de alimentación.

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Realizan feria de la diversidad genética del maíz en Chiapas

Se recolectaron las boletas para hacer la evaluación de resultados y el criollo Tuxpeño fue el elegido por los presentes.

24 de septiembre de 2015.


Copainalá, Chiapas.- Fomentar con los agricultores de nuestro país la producción de maíces nativos de calidad, es una prioridad para la estrategia de Intensificación Sustentable que aplica MasAgro en México en las diferentes zonas agroecológicas del país. Motivo por el cual se llevó a cabo la feria de la diversidad genética de maíz en el municipio de Copainalá, donde pudieron observar de primera mano cuatro diferentes materiales de maíz criollo establecidos en parcelas bajo prácticas de producción sustentable.

Reynol Grajales Zepeda, Director de la Escuela de Estudios Agropecuarios Mezcalapa; fue el encargado de hacer el acto inaugural donde agradeció a la escuela telesecundaria 079 por su participación en el evento y expresó que los jóvenes de hoy son el futuro de mañana para una Agricultura Sustentable.

Los productores, amas de casa, estudiantes y el público en general que asistió al evento pudieron ser participes de la dinámica de análisis, observación e identificación de las características físicas de los cuatro materiales de maíz criollos que se establecieron en las parcelas. Actividad que tenia como objetivo hacer un llenado de boletas con las diferentes características de los criollos para más adelante elegir la variedad de sus agrado, a través de los distintos parámetros: altura de la planta, resistencia a plagas y enfermedades, tamaño de mazorca y número de mazorcas por planta. Al terminar el recorrido por las parcelas se recolectaron las boletas para hacer la evaluación de resultados y el criollo Tuxpeño fue el elegido por los presentes.

Después de haber terminado con esta actividad se realizó un concurso de maquetas presentado por alumnos de la escuela telesecundaria, quienes explicaron lo que representa la agricultura sustentable para ellos. Para finalizar se entregaron reconocimientos a los estudiantes y a los productores cooperantes de módulos y áreas de extensión de las localidades participantes.

En el evento participaron Eduardo de la Cruz Hernández, colaborador del Proyecto CIMMYT-UNACH; Reynol Grajales Zepeda, Director de la Escuela de Estudios Agropecuarios Mezcalapa; Venancio Jiménez Gómez Técnico del Hub Chiapas; alumnos de la escuela telesecundaria 079 y residentes de la UNACH.