Categorías
Noticias

La innovación y la conservación de semillas, una alianza ante los retos de la milpa

Almacenamiento de semillas en Chemax, en Yucatán, México. (Foto: Vladimir May/CIMMYT)
Almacenamiento de semillas en Chemax, en Yucatán, México. (Foto: Vladimir May/CIMMYT)

En la Península de Yucatán, en México, una familia requiere en promedio al menos 10 kilogramos de grano de maíz por día; es decir, su demanda anual de maíz es de un poco más de 3,6 toneladas. Por otro lado, el volumen de producción de grano de maíz en la región oscila entre una tonelada y tonelada y media, con rendimientos en promedio de 700 kilogramos por hectárea. Derivado de esto, con frecuencia se tiene que adquirir el volumen faltante, de casi 2,5 toneladas, para satisfacer el consumo anual de una familia.

Entre los principales retos que enfrenta el sistema de producción de maíz en esta región se encuentran la poca profundidad y alta pedregosidad de los suelos, la constante quema de rastrojo, la escasa disponibilidad de otras variedades de semillas y el ataque de fauna silvestre en las temporadas de cosecha, al igual que los efectos de los ciclones tropicales y las sequías.

Esta situación, identificada a través de pláticas y reuniones con productores que participan en el programa Sembrando Vida y Binomio Técnico Social del municipio de Chemax, en el estado de Yucatán, propició la creación de una alianza entre el citado programa federal y el Hub Península de Yucatán del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

La propuesta consiste en tres fases: la primera tiene por objetivo identificar aquellas variedades de maíz y leguminosas que presenten mayor adaptación a las condiciones climáticas, edáficas y de manejo; en la segunda, se plantea fortalecer el manejo agronómico y la aplicación de técnicas de mejoramiento de las variedades sobresalientes de la primera etapa. Por último, la tercera fase consiste en la producción de semilla y transferencia de tecnología.

La primera etapa se inició en el ciclo primavera-verano 2021 con en el establecimiento de cinco vitrinas de semillas nativas y leguminosas en los viveros de las Comunidades de Aprendizaje Campesino de las localidades de Chemax, Checmil, Cocoyol, Hoteoch, y San José Chahuay. Ahí se compararon 12 variedades de maíz de las tres razas existentes en la Península de Yucatán, divididas de acuerdo con el ciclo (precoces, intermedias y tardías), así como por los colores del grano (blanco, amarillo, morado y rojo); para las leguminosas, se compararon tres cultivos de cobertura y cuatro con fines de consumo humano.

En estas parcelas se implementaron prácticas para la conservación de la fertilidad de los suelos, tales como la no quema y dejar el rastrojo; asimismo, se realizó la siembra en hileras para un mejor aprovechamiento del espacio entre plantas y de esta forma disminuir la competencia por efecto de las malezas. Por otro lado, se hizo control de plagas de suelo para proteger la semilla y disminuir el ataque de fauna silvestre en el proceso de germinación y emergencia.

También se instalaron trampas con feromonas para disminuir las poblaciones de gusano cogollero y de esta forma reducir el uso de insecticidas. Al término del ciclo de cultivo se determinó la madurez fisiológica y se realizó la cosecha oportuna para evitar el ataque de fauna silvestre, lo cual permitió mayor cantidad y calidad de grano y semilla.

En la zona se ha identificado que los productores cosechan a partir de febrero y terminan a finales de abril. Se ha visto que entre mayor tiempo permanece la mazorca en campo es más susceptible a ataques de plagas y fauna silvestre (tejón, jabalí, mapache y diversas aves). Por esto se propuso cosechar a finales de noviembre y diciembre para posteriormente seleccionar mazorcas en buenas condiciones y secarlas bajo la sombra. Una vez que se realizó el secado a finales de enero se procedió a medir la humedad del grano (hasta 13% de humedad para maíz y 12% para leguminosas) y después a su almacenamiento en recipientes herméticos, como botellas y garrafones PET.

Durante el ciclo del cultivo se difundieron las prácticas y resultados obtenidos a través de días de campo y de capacitación en donde participaron actores de la zona, tales como ayuntamientos municipales, centros educativos, organizaciones no gubernamentales, técnicos y becarios de los programas federales Sembrando Vida y Producción para el Bienestar, así como productores de otros municipios, lo cual permitió fortalecer la red de innovación.

Además, a través de la participación de los becarios del programa federal Jóvenes Construyendo el Futuro se realizó la colecta de datos y el registro de información en las plataformas digitales para obtener los resultados en términos de rendimiento y costos de producción; con estos datos, se obtuvieron los primeros resultados de esta primera etapa, que demuestran una mejor adaptación en variedades de maíz de ciclo corto e intermedio con rendimientos de hasta 1,4 toneladas por hectárea, es decir, un incremento de hasta el 100% en comparación con el promedio de la zona. Por su parte, las leguminosas que mejor se adaptaron fueron los cultivos de cobertura con rendimientos de hasta 2,6 toneladas por hectárea.

Con estos resultados los productores mostraron gran interés y planean realizar acciones para los ciclos posteriores. Entre ellas conservar las semillas de ciclo corto e intermedio a través de la siembra de una pequeña cantidad en sus parcelas; implementar prácticas para la conservación de la fertilidad de los suelos; realizar el manejo agronómico y poscosecha oportuno; y la administración del riesgo a través de la integración de otros cultivos que permitan mejorar la fertilidad de los suelos y aportar una fuente de proteína a sus familias.

Adicional a estos resultados se logró la consolidación de un espacio para la experimentación, transferencia de tecnología, conservación, producción y distribución de semillas a nivel de localidad, así como la inclusión de jóvenes y mujeres, y el involucramiento de otros actores que tendrán un papel activo en la segunda fase que iniciará en los próximos meses.

Agradecemos a Carlos Cámara Caballero, Cristian Miguel López Arcos, Roque Alejandro Avilés Lizama, a los productores de las Comunidades de Aprendizaje Campesino y a los becarios del programa Jóvenes Construyendo el Futuro por el apoyo para el desarrollo de la primera etapa de la iniciativa aquí descrita. 

 

Categorías
Noticias

Con cultivos alternativos hicieron frente a la devastación ocasionada por el huracán Grace

En agosto de 2021 el huracán Grace tocó tierras mexicanas dos veces: primero atravesó la Península de Yucatán como huracán de categoría 1 y después tocó tierra en la costa del Golfo de México como huracán de categoría 3, convirtiéndose en uno de los ciclones tropicales más fuertes registrados para el estado de Veracruz.

El devastador paso de Grace afectó seriamente a los agricultores del Totonacapan —zona al norte de Veracruz— quienes perdieron sus cultivos de temporal pues el fenómeno meteorológico llegó en plena temporada de floración del cultivo de maíz, el cual se acamó —cuando las plantas se “recuestan” o se “tienden” hacia el suelo— en un 90%, sin esperanza de lograr una cosecha decente del grano. 

El huracán Grace no solo impactó la economía de los agricultores, también su estado de ánimo ya que, al ver perdida su inversión, sintieron desesperanza y decepción. Muchos de ellos manifestaban que no esperaban algo tan fuerte y, sin embargo, el impacto fue de tal magnitud que afectó la mayoría de los cultivos de temporal y anuales, como los cítricos que son una importante fuente de ingreso en la zona. 

La investigación agronómica en esa región también se vio afectada, ya que los módulos agronómicos y la plataforma de investigación que Citricultores Tihuatecos Asociados y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) han establecido en colaboración también fueron siniestrados por el huracán.

Dadas estas circunstancias se realizó un ajuste al protocolo de investigación, buscando alternativas de cultivos para cubrir los meses restantes y llegar a la siembra del ciclo otoño-invierno 2021 —que comúnmente se realiza entre los últimos días de octubre y todo noviembre—.

Así, buscando una estrategia sustentable que permitiera adaptarse a las nuevas circunstancias, se optó por sembrar cultivos alternativos como soya forrajera, frijol negro Michigan y un girasol criollo mejorado (Icamex 14-B) proporcionado por el CIMMYT con el objetivo de despertar el interés de los productores —ya que en esa zona no es un cultivo común— y fortalecer la biodiversidad al generar espacios para las abejas que, debido al uso desmedido de agroquímicos, han visto reducidos los lugares donde obtener polen.

Así, después del paso del huracán Grace se retomaron las actividades en la plataforma para preparar el terreno donde se estableció tanto el frijol Michigan como una asociación de girasol con soya forrajera como cobertura —previamente en la plataforma ya se evaluaba la soya como cobertura, pero asociada con maíz—. 

El girasol ha mostrado una buena adaptación a la zona y, por su parte, la soya forrajera se ha confirmado como una leguminosa que, aparte de mantener las condiciones de humedad en el suelo, es una excelente fijadora de nitrógeno, tiene una alta capacidad de captura de CO2, y un alto aporte de materia orgánica que contribuye a generar una capa que cubre al suelo y lo protege de la erosión. 

Categorías
Noticias

Legumbres, semillas que ayudan a la salud humana y del suelo

Las legumbres son los frutos —semillas contenidas en una vaina— que producen las leguminosas —frijoles, habas, lentejas, etcétera—.  Son una gran fuente de proteínas vegetales y, en el plano agronómico, mejoran con sus propiedades la tierra en la que se cultivan pues poseen la singular capacidad de aportar nitrógeno a la tierra de cultivo. 

“Las legumbres son una fuente rica de aminoácidos esenciales y proteínas de manera que complementan el consumo de cereales. Aportan una cantidad importante de carbohidratos y micronutrientes, así como fibra de calidad. Además, ayudan a mantener niveles bajos de colesterol “malo” y reducir la presión arterial”, comenta Carlos Barragán García quien promueve el cultivo de legumbres a través del proyecto Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche que impulsan Walmart Foundation y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT). 

“Se trata de productos que han acompañado al ser humano en su desarrollo agropecuario desde la prehistoria y se cuentan entre las primeras plantas domesticadas del planeta. La inclusión de leguminosas en sistemas de cultivos múltiples —como el cultivo intercalado o la simple rotación de cultivos— es importante para el manejo sostenible de los nutrientes del suelo, para mejorar la estructura de este y, en conjunto, es un paso importante hacia la implementación de prácticas agrícolas más sustentables”, señala el técnico. 

“Las prácticas agrícolas inadecuadas han degradado la fertilidad del suelo y han aumentado los costos de producción. El desequilibrio en el uso de nutrientes y la utilización incontrolada de pesticidas están contribuyendo a un mayor costo de producción y a la degradación de la agrobiodiversidad. El uso de leguminosas, en rotación con cultivos básicos como el maíz, ofrece un amplio margen para mejorar los ingresos de los productores y para restaurar el equilibrio biológico de los suelos”, añade Yashim Victoria Reyes Castañón, quien también brinda acompañamiento técnico a los productores que participan en el proyecto de Walmart Foundation y el CIMMYT. 

“Para restaurar la función del suelo al nivel óptimo, la diversidad de cultivos es importante y las leguminosas son una buena opción. Con respecto a sus beneficios para el suelo, por ejemplo, las leguminosas pueden fijar una gran cantidad de nitrógeno por su relación simbiótica con algunas bacterias fijadoras. Esto es de vital importancia considerando la necesidad de intensificar la producción de alimentos mientras se hace un mejor uso de los recursos naturales”, concluye Yashim. 

Categorías
Noticias

¿Cómo enfrentar la sequía?

Santo Domingo Yanhuitlán, Oax.- En días recientes las noticias sobre la sequía que afecta a la mayor parte del territorio nacional y sobre la gran cantidad de inciendios forestales activos han ocupado amplios espacios de los medios de comunicación. Ante esta situación, es necesario brindar alternativas que construyan posibles soluciones si no para eliminar, al menos para reducir el número de incendios. 

De acuerdo con la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), 18% de los incendios ocurridos en lo que va de la temporada se deben a las quemas agrícolas. La sequía atípica ha brindado las condiciones para que esas quemas se salgan de control. ¿Qué alternativas tienen los productores para evitar las quemas agrícolas?, ¿qué alternativas tienen para hacer frente a la sequía?

Estas dos situaciones comparten una respuesta: manetener los rastrojos como cobertura del suelo. Esta alternativa cada día suma más evidencias de su efectividad: en la plataforma de investigación Santo Domingo Yanhuitlán, Oaxaca —donde colaboran el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—, por ejemplo, se desarrolla una investigación a largo plazo donde se evalúan diversas prácticas que permiten, entre otras cosas, que los cultivos prosperen en condiciones de sequía.

La investigación se centra en maíces y frijoles nativos y busca promover su conservación y mejoramiento, también se trabaja con variedades mejoradas de trigo y con diversas leguminosas con la finalidad de mejorar de manera natural la fertilidad del suelo. Varias de las prácticas evaluadas han dado buenos resultados para mejorar el suelo, conservar la humedad y favorecer la producción de la materia orgánica. Además, se tiene evidencia de que la diversificación de cultivos favorece el aumento de la producción con productores de autoconsumo y pequeños productores. Esto deriva en una alimentación más sana y en parcelas más productivas, por lo que no es necesario hacer quemas para establecer nuevas áreas de cultivo.

De acuerdo con algunos resultados de la investigación, en condiciones de temporal limitado (y limitante), se ha observado consistentemente que la roturación del suelo con arado de cinceles de 3 ganchos a una profundidad de 45 cm, además de 100% de cobertura del suelo con residuos de maíz del ciclo anterior, permite conservar más humedad en el suelo durante el desarrollo del maíz (figura 1), en comparación con los sistemas convencionales. Con esta práctica se reduce el efecto de la sequía en ambientes de temporal e incide directamente en un mayor rendimiento de los cultivos.

En un año muy seco como el 2019, por ejemplo, el manejo del suelo y de las coberturas fue determinante: el maíz nativo en el sistema convencional solo produjo 0.68 toneladas por hectárea (t/ha), mientras que con mínimo movimiento del suelo y cobertura alcanzó a producir 2.3 t/ha, pero donde hubo una rotación con leguminosa en camas permanentes el maíz produjo 2.5 t/ha. El frijol y trigo por su menor ciclo vegetativo obtuvieron excelentes resultados, esto refleja la importancia de la diversificación de cultivos de diferente ciclo biológico para reducir el impacto de la sequía.

Además, los residuos de cosecha reducen la pérdida de agua de lluvia por efecto de la evaporación (lo que se refleja en un mejor desarrollo y menor estrés hídrico en los cultivos), así como la pérdida de suelo por efecto de la erosión.  La cosecha de agua de lluvia en ambientes de temporal, aunado con la presencia de residuos de cosecha, puede ser una alternativa viable para minimizar el impacto de la sequía. Esta tecnología puede ser utilizada por pequeños y medianos productores para la producción de maíz, frijol y trigo, cultivos de mayor importancia económica en la Mixteca de Oaxaca.

Finalmente, la rotación de cultivos es una importante alternativa para reducir el efecto adverso del clima, mejorar la fertilidad del suelo de manera natural, romper el ciclo de plagas y enfermedades, pero además se promueve el consumo de leguminosas para una alimentación más sana y nutritiva entre los productores.  

Contenido de humedad
Figura 1. Contenido de humedad en el suelo en dos sistemas de labranza y manejo de residuos. Yanhuitlán, Oax. PV-2019.

 

Categorías
Noticias

Un nuevo cultivo para Tlaxcala

La diversificación de cultivos es una práctica agrícola que además de tener beneficios agronómicos, permite encaminar a los productores a ingresar a nuevos mercados —como consecuencia de la obtención de nuevos productos—.

Bajo esta premisa, en el municipio de Tepetitla, Tlaxcala, el Hub de Valles Altos del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) ha fomentado entre pequeños productores la rotación de cultivos no tradicionales —para la zona—, como la lenteja (Lens culinaris), leguminosa que posee una gran cantidad de nutrientes, es una fuente de hierro  y aporta numerosos beneficios a la salud. 

Aparte de ser una fuente de valor nutritiva para el ser humano, la lenteja como leguminosa fija nitrógeno en el suelo a través de la simbiosis de unas bacterias (Rhizobium leguminosarum) que forman nódulos en las raíces de las plantas. Con el fin validar su adaptabilidad, desarrollo, susceptibilidad a enfermedades y, sobre todo, su rendimiento específico para Tepetitla, el equipo técnico del Hub Valles Altos entregó semilla de lenteja café al productor Isidro Hernández Mota, del comisariado ejidal del citado municipio.

La siembra de la lenteja se realizó en el área de extensión —espacio del productor donde implementa prácticas o tecnologías ya validadas, contanto con acompañamiento técnico— denominada “Zona de salitre”, donde se cuenta con buenos suelos agrícolas debido a la rotación de cultivos de maíz, frijol, hortalizas y cultivos perennes como la alfalfa.

Aunque aún falta por conocer los resultados de la validación de este nuevo cultivo para la zona, la experiencia con la diversificación de cultivos para facilitar  el acceso a nuevos mercados en otras zonas es alentadora. 

Actualmente, el productor en cuyos terrenos se sembró la lenteja recibe acompañamiento técnico para obtener una germinación homogénea y resolver problemas en el funcionamiento y desarrollo de la planta para evitar mermas en la producción, así como pérdidas económicas al productor.

Cabe mencionar que la buena ubicación geográfica de la parcela y el acceso fácil a ella, permitirán tener un mayor impacto en el municipio y zonas aledañas. Además, facilitará realizar la difusión de la innovación con eventos demostrativos dirigidos a centros de investigación, institutos de estudios agropecuarios y productores de la región. 

Categorías
Noticias

Leguminosas para la Mixteca de Oaxaca

La región Mixteca de Oaxaca se caracteriza por el deterioro de sus recursos naturales, principalmente el suelo y la vegetación, lo que repercute en la baja producción de los cultivos. Este problema se relaciona con los sistemas de producción tradicionales, basados en el monocultivo, extracción de residuos y manejo del suelo. Además, la escasa y errática distribución de la lluvia es una limitante para la actividad agrícola y, en años recientes, se han registrado bajas temperaturas que  afectan el llenado del grano de maíz en siembras tardías, o bien, cuando se utilizan variedades de ciclo tardío.

¿Qué cultivos pueden establecer los agricultores de la Mixteca en este contexto si dependen de un regimen de lluvias que el cambio climático ha vuelto incierto? Para responder a esta pregunta investigadores del Instituto Nacional de investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) colaboran en la plataforma de investigación de Santo Domingo Yanhuitlán, en Oaxaca, y han evaluado la adaptación de diversos cereales y leguminosas en rotación para la producción de grano y/o forraje en condiciones de temporal, y así determinar las especies más rentables para dichas condiciones.

Los cultivos que han sido evaluados son maíz, trigo harinero, triticale, avena forrajera, ebo, frijol, haba, lenteja y arverja. Destaca la producción de maíz y trigo después de una leguminosa. El aumento de los rendimientos observado se debió, en buena medida, al efecto de la leguminosa del ciclo anterior, pues las rotaciones basadas en leguminosas son una buena alternativa biológica (y económicamente viable) porque contribuyen en el contenido de materia orgánica y al suministro de nitrógeno.

Se observó que la precocidad es un mecanismo de escape a factores ambientales adversos que ocurran al final del ciclo, de manera que especies de ciclo precoz pueden escapar a las bajas temperaturas o a la sequía si esta se presenta al final del ciclo. Además, la eficiencia en el uso de agua de las especies es fundamental en ambientes de temporal, de tal forma que los cultivos que producen más grano o forraje por milímetro de agua son la mejor alternativa para ambientes con sequía. 

En las leguminosas sobresalió el haba y el frijol (del cual se logró producir una cantidad considerablemente superior a la media regional). Ambas leguminosas generaron la mayor relación beneficio-costo (en gran medida por el sistema de siembra en camas permanentes), por lo que constituyen una alternativa real para ambientes de temporal en la Mixteca, ya que generan mayores utilidades que cultivos tradicionales, pero, sobre todo, contribuyen a mejorar la fertilidad del suelo de manera natural. 

Categorías
Noticias

De la crisis a la oportunidad

Oaxaca.- En el documento El sector ambiental frente a la pandemia de COVID-19 publicado recientemente por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) se puntualiza, entre otros aspectos, lo siguiente:

  • La gestión adecuada y sustentable de la naturaleza está íntimamente ligada con la salud humana y animal.
  • Al igual que el COVID-19, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y el colapso financiero no respetan fronteras. Tales problemas solo pueden gestionarse a través de la acción colectiva.
  • Nadie esperaba los altos costos humanos, sociales y económicos que está causando la pandemia. ¿Cómo podemos estar mejor preparados para evitar llegar a una emergencia climática?

La crisis ocasionada por COVID-19 propició la revalorización de las relaciones humanas con la naturaleza, incluyendo la agricultura. De acuerdo con el Inventario Nacional Forestal y de Suelos de la Semarnat, cerca del 45.2% de la superficie del país presenta algún tipo de degradación inducida por la acción humana. Para el caso de Oaxaca alrededor del 75% de los suelos presenta limitaciones físicas o químicas que pueden incidir en la nutrición vegetal. Es decir que solo un cuarto de los suelos de Oaxaca son física y químicamente aptos para el desarrollo de la agricultura.

La fertilidad del suelo es considerada un factor asociado al desarrollo vegetal y es definida como el potencial que tiene un suelo para suplir los elementos nutritivos en las formas, cantidades y proporciones requeridas para lograr un buen crecimiento y rendimiento de las plantas (Casanova, 2005). Además, es determinada por las características físicas, químicas y biológicas del suelo.

Además, las características del suelo interactúan de manera armónica con otros factores para determinar la disponibilidad de nutrientes en el suelo. Así, por ejemplo, un suelo puede estar provisto de suficientes elementos minerales, pero no está provisto de buenas condiciones físicas que permitan un fácil movimiento de nutrientes o en su defecto no posee la fauna microbiana que ayude a la estabilidad de los agregados.

Hay amplia evidencia científica que muestra cómo la asociación de gramíneas con leguminosas puede incrementar la producción de la gramínea (en comparación con monocultivos de gramínea a los que no se les suministra nitrógeno), mejorar la cubierta del suelo y elevar la productividad total del cultivo significativamente, permitiendo en potencia una mayor restitución de materia orgánica al suelo.

En virtud de esta evidencia y como parte del proyecto ‘Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche’ que impulsan el Centro Internacional de Mejoramiento de Máiz y Trigo (CIMMYT) y Walmart Foundation, desde el año 2016 Agricultura Familiar y Agronegocios AC, colaborador del CIMMYT en Oaxaca, promueve la diversificación de cultivos para disminuir la erosión del suelo, mejorar su fertilidad y propiciar que el productor obtenga dos o tres cosechas con el mismo temporal de lluvias, favoreciendo así su alimentación y sus ingresos.

Cabe mencionar que en un principio solo se empleaban leguminosas para abono verde (es decir, solo con la finalidad de mejorar el suelo) y posteriormente se emplearon leguminosas de interés alimenticio y económico para el productor (como frijoles, habas y alverja). Eventualmente se ha ido trabajando para optimizar diversos aspectos de la asociación con leguminosas (como evitar retirar la materia orgánica durante la cosecha).

Ante la crisis de disponibilidad de alimentos frescos ocasionada por el COVID-19, así como el cierre de los mercados locales y regionales, este año se han asociado cultivos con ejotes o chícharos, que al cosecharse en verde permite que el resto de la planta quede en la parcela para mejorar los niveles de materia orgánica del suelo y, por tanto, el rendimiento del cultivo principal.

Fuentes:
Categorías
Noticias

Leguminosas, aliadas en la regeneración del suelo agrícola

Zimatlán de Álvarez, Oax.- El monocultivo consiste en destinar el suelo agrícola a la producción de una sola especie vegetal durante un largo periodo de tiempo. Derivado de esta práctica, los suelos agrícolas de la región Valles Centrales del estado de Oaxaca presentan rendimientos bajos cada ciclo a pesar de utilizar semillas mejoradas y cantidades considerables de fertilizantes químicos.

Para brindar alternativas que permitan romper con la práctica del monocultivo en esa zona (apoyando la regeneración de los suelos y la producción de alimentos sanos y nutritivos en una población que cada día se inclina más por el consumo de comida rápida), se han instalado vitrinas (parcelas o porciones de ellas dedicadas a la observación de cultivos particulares) para la evaluación de leguminosas en la localidad de Valdeflores, municipio de Zimatlán de Álvarez, Oaxaca.

Las leguminosas no solo son nutritivas, también ayudan a controlar malezas, romper ciclos de plagas, reciclar nutrientes y mejorar las condiciones del suelo debido a que son fijadoras de nitrógeno. Esta función la realizan mediante la simbiosis de sus raíces con los rizobios (Rhizobium spp.), bacterias que forman nódulos en las raíces de las plantas y están presentes de manera natural en el suelo, pero que se “activan” cuando se siembran las leguminosas.

La respuesta de las diferentes especies de rizobios dependerá de la leguminosa que se establezca. Para saber cuándo se tiene presencia de los nódulos es necesario revisar las raíces. Por esta razón se instalaron tres repeticiones de las vitrinas en diferentes ciclos.

La primera repetición fue en el ciclo primavera-verano 2019 (se sembró el 22 de julio y se cosechó el 18 de octubre de 2019), estableciéndose soya, lenteja, caupí, chícharo y frijol. Sobresalió el caupí (Vigna unguiculata), el cual presentó los mejores resultados de desarrollo de planta, desarrollo de raíces y rendimiento en ejote (es una especie que comienza a dar ejotes 45 días después de la siembra y, por su capacidad de carga de vainas, es una buena opción comercial. Además, cubre el suelo rápidamente, reduce la erosión y controla malezas). El 2 de octubre, cuando se realizó una revisión de las raíces, se encontró un buen desarrollo de nódulos.

La segunda vitrina se sembró el 2 de octubre de 2019 y en ella se consideraron los siguientes cultivos: lenteja, soya y caupí, el cual tuvo un desarrollo sobresaliente, aunque no se obtuvo ningún rendimiento debido a las condiciones climatológicas adversas que se presentaron.

Finalmente, el 19 de julio de 2020 se estableció la tercera repetición con caupí, frijol ayocote, lenteja, soya y crotalaria (estos dos últimos debido a la necesidad que hay en la localidad de contar con cultivos forrajeros para ganado vacuno). La revisión de raíces se realizará a mediados de octubre y se espera que con estas leguminosas se contribuya a romper los ciclos de monocultivo de los sistemas basados en cereales que prevalece en los Valles Centrales de Oaxaca.

Estas vitrinas son parte del proyecto ‘Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche’ ―que impulsan Walmart Foundation y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)―. Si quieres conocer los resultados de este y otros ensayos, o conocer más sobre diversificación de cultivos, suscríbete al boletín EnlACe y búscanos en redes sociales usando el hashtag #DiversificaNutreVincula.

 

Categorías
Noticias

Buscando las leguminosas más adecuadas para cada suelo

Santo Domingo Nuxaá, Oax.- Las leguminosas son de gran importancia para la alimentación mundial y la regeneración del suelo (ya que los nódulos en las raíces fijan nitrógeno y alimentan a la planta y al suelo).  Estas plantas tienen un gran porcentaje de proteína, son un alimento accesible y de bajo costo que puede sustituir a la carne (por lo que contribuyen a la seguridad alimentaria de las comunidades). Alrededor del mundo existen miles de especies y variedades de leguminosas que se adaptan a distintos climas y regiones.

Para conocer qué leguminosas se adaptan mejor a las localidades de Ojo de Agua y El Oro  —en el municipio de Santo Domingo Nuxaá, Oaxaca—, productores de la zona junto con técnicos del despacho General Gabino Lozano San Miguel y del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) evaluaron la adaptabilidad del haba, el chícharo, la lenteja, el frijol y la alverja durante los ciclos agrícolas otoño-invierno 2018-2019 (O-I) y primavera-verano 2019 (P-V). Esto, como parte del proyecto ‘Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche’ —impulsado por Walmart Foundation y el CIMMYT—.

Normalmente los productores de Santo Domingo Nuxaá solo realizan la siembra de algunas leguminosas en un solo ciclo agrícola (normalmente frijoles y alverjas) y algunos establecen el sistema milpa, donde incluyen frijoles enredadores y haba, por lo que es conveniente promover y difundir la adopción de una mayor variedad de leguminosas (y conocer sus características agronómicas como días de germinación, floración y madurez fisiológica, cosecha, precocidad, tolerancia a sequías o exceso de humedad, rendimientos, etc.), para que los productores cuenten con mayor diversidad de alimentos y la alimentación de sus familias tenga mayor aporte protéico:

Con semillas proporcionadas por el CIMMYT (a excepción de la alverja establecida en el ciclo P-V 2019, que fue una semilla local del productor en cuya parcela se hizo la evaluación), los resultados del estudio permitieron conocer la adaptabilidad de las especies mencionadas, siendo el chícharo, la alverja y el frijol las que mostraron mejor adaptabilidad a las condiciones agroclimatológicas de la región (el haba mostró mucha susceptibilidad a la húmedad durante el temporal y debido al exceso de humedad durante el ciclo P-V no llegó a la etapa de cosecha), mientras que la lenteja fue la especie más precoz de todas (aunque la maduración del grano no fue homogénea y hubo dificultades en la trilla debido a su alta demanda de mano de obra).

Cabe mencionar que los rendimientos obtenidos en la vitrina establecida en el ciclo P-V superaron significativamente los alcanzados en el O-I (gráfica 1), siendo el chícharo el cultivo que logró mantener rendimientos estables en ambos ciclos. También es importante destacar que la vitrina establecida en el ciclo O-I se vio afectada por atrasos en la siembra, debido a que la humedad del suelo fue muy baja y el tiempo de sequía fue muy largo —permitiendo que las leguminosas mostraran su tolerancia a estas condiciones—.

Gráfica 1. Comparativo de rendimiento entre vitrinas de evaluación de leguminosas.

Así, con trabajo colaborativo, se comprobó la adaptabilidad de diferentes especies de leguminosas en ambos ciclos agrícolas, evidenciando su gran resistencia y tolerancia a las sequías, su utilidad para reducir el uso de fertilizantes nitrogenados, su contribución a la seguridad alimentaria y su adaptación a suelos degradados, poco profundos y con baja fertilidad (pudiéndose utilizar para evitar la erosión, como cultivos de cobertura o en rotación). Con esta información los productores locales podrán tomar las mejores decisiones en beneficio de ellos y de sus familias.

Categorías
Noticias

De las leguminosas, todas las que se pueda

Durante la última década, muchos agricultores han experimentado una disminución en la productividad de sus tierras. Años de prácticas agrícolas inadecuadas han degradado la fertilidad del suelo y aumentado sus costos de producción. El desequilibrio en el uso de nutrientes (para tratar de compensar las deficiencias generalizadas de micronutrientes) y la utilización incontrolada de pesticidas están contribuyendo a un mayor costo de producción y a la degradación de la agrobiodiversidad.

Por lo anterior, es necesario mejorar la productividad mientras se hace más eficiente el uso de los recursos y se fortalece la diversificación de los cultivos (agregando valor a la actividad productiva). El uso de leguminosas para este propósito, en rotación con cultivos básicos como el maíz, ofrece un amplio margen para mejorar los ingresos de los productores.

En la región Valles Centrales, en Oaxaca, por ejemplo, la mayoría de los cultivos establecidos son maíz, frijol, calabaza y —en algunos casos— garbanzo. Desde el punto de vista nutricional, es conveniente que los productores de esta región trabajen en evaluaciones de diversos cultivos con alto contenido nutricional, para diversificar y complementar la alimentación en las zonas rurales.

Como parte del proyecto ‘Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche’ ―impulsado por Walmart Foundation y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)―, se han realizado trabajos de diversificación de cultivos en la localidad de Valdeflores, perteneciente al municipio de Zimatlán de Álvarez, Oaxaca.

Además del maíz y el frijol, dentro de la producción agrícola del municipio se encuentran chile de agua y un poco de garbanzo. A pesar de contar con parcelas de riego, no se ha realizado más diversificación de cultivos; la mayoría de ellas se tiene en monocultivo. Por ejemplo, si un productor cuenta con tres parcelas, dos las destina para maíz y una para frijol; además, esas parcelas regularmente tienen el mismo cultivo durante varios ciclos.

El primer trabajo realizado en la localidad fue el establecimiento de una vitrina de leguminosas (en condiciones de temporal) en el ciclo primavera-verano 2019. Se sembró soya, vigna, chícharo y diversas variedades de frijol. Una segunda evaluación se realizó en el ciclo otoño-invierno 2019-20, sembrándose lenteja, soya y vigna —o caupí— (cultivo que hasta el momento es el que mejor se ha adaptado).

Para verificar si se adapta a todas las condiciones de suelo de la zona, durante el ciclo primavera-verano 2020 se volverá a sembrar vigna en diversas parcelas ubicadas en distintas partes de la localidad. Por ser una leguminosa, este cultivo brinda diversos beneficios al suelo, pero también presenta atributos nutricionales beneficiosos para la salud (como un alto contenido de proteínas, carbohidratos, minerales y otros compuestos).

Cabe destacar que los productores de la localidad se han interesado en el cultivo. De hecho, varios obtuvieron semilla de la cosecha que se realizó en la primera evaluación, con lo cual se busca cumplir el objetivo de introducir diversas leguminosas en la producción local y fomentar la diversificación de cultivos y el consumo de legumbres.

Con respecto a sus beneficios para el suelo, pueden fijar una gran cantidad de nitrógeno por su relación simbiótica con algunas bacterias fijadoras; de manera similar, varias plantas de cultivo vascular pueden tener una asociación con micorrizas, las cuales a su vez pueden suministrarles grandes cantidades de agua y nutrientes. Adicionalmente, con un manejo adecuado los suelos pueden regenerarse y mejorar en gran medida la disponibilidad de nutrientes para las plantas de cultivo. Para restaurar la función del suelo al nivel óptimo, la diversidad de cultivos es importante.

 

Vitrina de evaluación de leguminosas y sus resultados

La selección del lugar para instalar la parcela (vitrina de evaluación) se decidió con base en el tipo de clima que predomina en la localidad (seco templado, con una precipitación promedio de 500 milímetros anuales), donde es de interés conocer cultivos que se adapten a prolongados periodos de sequía, así como a suelos pobres y delgados.

Otro aspecto importante al buscar la ubicación de la parcela fue que en esa zona se ha observado un incremento en el consumo de sopas instantáneas en la dieta diaria de la población, dejando de lado la ingesta de legumbres como fuente principal de nutrientes.

Derivado de las condiciones de temporal y pastoreo libre de ganado en la localidad, el único cultivo que pudo presentar algún rendimiento fue la vigna (Vigna unguiculata), con 67 kg de rendimiento en ejote y 30 kg de rendimiento en grano. Si bien estos rendimientos fueron relativamente bajos, los productores manifestaron su interés en este cultivo, ya que el temporal estuvo más errático que en años anteriores (el cultivo estuvo estresado por un periodo de 40 días por la sequía).

Del análisis de la precipitación, se pudo observar que las lluvias presentadas en el ciclo primavera-verano 2019 fueron muy bajas, de manera que los resultados obtenidos fueron importantes en una localidad donde no se tuvo rendimiento alguno con el cultivo que tradicionalmente se siembra.

Cabe mencionar que, además de su mayor tolerancia a la sequía, la vigna es una fuente de nutrientes para la población y, también, tiene un sabor que —a juicio de los productores— es una buena opción para el paladar.

Si deseas conocer más sobre los beneficios de la diversificación de cultivos y el proyecto, suscríbete a este boletín o síguenos a través de nuestras redes sociales usando el hashtag #DiversificaNutreVincula.