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Plataformas de investigación, una luz para el campo oaxaqueño en Santa Lucía Miahuatlán

Teresa Santos Cortés, técnica de la SEFADER, junto a Juliana, productora de Santa Lucía Miahuatlán. Juntas, comparten conocimientos y trabajan para transformar el campo oaxaqueño en un espacio de esperanza y aprendizaje colectivo. (Foto: Sarah Martínez)
Teresa Santos Cortés, técnica de la SEFADER, junto a Juliana, productora de Santa Lucía Miahuatlán. Juntas, comparten conocimientos y trabajan para transformar el campo oaxaqueño en un espacio de esperanza y aprendizaje colectivo. (Foto: Sarah Martínez)

Un brillo especial se nota en la mirada de Teresa Santos Cortés, técnica de la SEFADER, cuando habla de la plataforma de investigación en Santa Lucía Miahuatlán, Oaxaca. Para Teresa, este espacio no es solo una parcela, es su segunda casa. Es el lugar donde comparte su pasión por el campo y el conocimiento, además de transformar cada visita en una oportunidad para construir algo más grande. Con cada productor que cruza las puertas de la plataforma, Teresa forja, con paciencia y entrega, una familia unida por un mismo objetivo: aprender juntos para crecer juntos.

El trabajo en la plataforma está cuidadosamente diseñado para garantizar imparcialidad y facilitar que los productores adopten prácticas como la agricultura de conservación, el manejo sostenible de la fertilidad del suelo y el uso de variedades mejor adaptadas a sus condiciones. Estas prácticas buscan no solo mejorar la productividad, sino también fortalecer los entornos en los que viven y trabajan los productores. Teresa supervisa ensayos con tres tratamientos distribuidos al azar, asegurándose de que factores como la pendiente o la disponibilidad de agua no influyan en los resultados. “Lo que buscamos aquí es descubrir qué realmente les sirve a los productores, bajo sus propias condiciones”, explica Teresa, mientras recorre el terreno. Es un enfoque práctico y directo, donde la ciencia se aplica para resolver los problemas cotidianos de quienes dependen de la tierra para vivir.

Más que una técnica, Teresa es una hermana mayor para la comunidad. Con dedicación, enseña a calibrar mochilas aspersoras, seleccionar semillas o probar nuevas técnicas agrícolas. No lo hace desde la teoría, sino desde la práctica, al mostrar resultados que los productores pueden ver con sus propios ojos. “De la vista nace el amor,” dice convencida de que esa conexión visual transforma las dudas en confianza, y las ideas en acción.

Pero la labor de Teresa va más allá de los números y las parcelas. En un municipio donde la pobreza, el alcoholismo y la migración marcan la vida de muchas familias, ella entiende que su papel es también social. Por eso, además de utilizar fertilizantes comerciales, trabaja con los productores en la promoción de la agricultura de conservación y otras prácticas sostenibles regenerativas. “Queremos que, cuando nos vayamos, ellos se queden con herramientas propias, que no dependan de recursos externos,” comenta Teresa, mientras muestra el rastrojo que se incorporará como materia orgánica para mejorar la calidad del suelo.

Teresa Santos Cortés transforma el campo oaxaqueño desde la plataforma de investigación, combinando ciencia, tradición y comunidad para sembrar esperanza y fortalecer lazos.

Teresa Santos Cortés, técnica de la SEFADER, conversa con Virgia, productora local, sobre las mejores prácticas para el cuidado del maíz criollo en Santa Lucía Miahuatlán. (Foto: Sarah Martínez)
Teresa Santos Cortés, técnica de la SEFADER, conversa con Virgia, productora local, sobre las mejores prácticas para el cuidado del maíz criollo en Santa Lucía Miahuatlán. (Foto: Sarah Martínez)

La plataforma también es un refugio para las mujeres. De los 238 productores participantes, 177 son mujeres que han encontrado en este espacio algo más que un lugar de aprendizaje; es decir, para ellas, la plataforma es un punto de encuentro para compartir conocimientos, convivir y soñar con mejores condiciones de vida. Teresa, consciente del rol crucial que juegan, fomenta su participación a través de actividades que conectan ciencia y cultura, como la lectura de cuentos. La leyenda del maíz, que habla de la lucha por conservar un bien invaluable, resuena especialmente en estas mujeres, quienes trabajan para proteger su semilla criolla, un legado de generaciones. “Aquí no solo evaluamos qué sirve y qué no. Aquí fortalecemos el tejido social, porque en comunidad es como realmente podemos crecer,” afirma Teresa con una sonrisa.

En cada visita, Teresa cruza arroyos, sube montañas y trabaja hombro a hombro, mano a mano, con los productores. Su compromiso va más allá de las palabras, ya que se traduce en sudor, esfuerzo y cercanía. Gracias a esa dedicación, ha ganado la confianza de la comunidad, al demostrar que el liderazgo más efectivo es el que se construye desde la humildad y la empatía.

Para Teresa, la plataforma es como una vela encendida en medio de la oscuridad. Cada productor que llega prende su propia luz sin apagar la de los demás. Esa luz se multiplica e ilumina parcelas, módulos y corazones. Al final, el camino se llena de pequeñas llamas que no solo alumbran, sino que inspiran.

Este esfuerzo no sería posible sin la colaboración entre la SEFADER y el CIMMYT, que trabajan juntos para impulsar y empoderar a productores, técnicos y formadores, y generar grandes impactos en sus comunidades. De forma cercana y comprometida, ambos organismos llevan esperanza a las personas que más lo necesitan, iluminando el camino hacia un futuro sostenible y lleno de oportunidades.

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México, líder en mecanización agrícola sostenible

El Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO, y el Doctor Bram Govaerts, Director General del CIMMYT. (Foto: Alessandra Benedetti / FAO)FAO
El Sr. QU Dongyu, Director General de la FAO, y el Doctor Bram Govaerts, Director General del CIMMYT. (Foto: Alessandra Benedetti / FAO)

La Conferencia Mundial sobre Mecanización Agrícola Sostenible (GAMC), celebrada del 27 al 29 de septiembre de 2023 bajo el lema «Eficiencia, Inclusión y Resiliencia», destacó la importancia de la mecanización agrícola sostenible en la transformación de los sistemas agroalimentarios para abordar los desafíos globales de seguridad alimentaria. Este evento, organizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), congregó a expertos y partes interesadas de todo el mundo para impulsar la innovación en la agricultura sostenible.

En un contexto en el que más de dos millones de personas a nivel mundial carecen de acceso a alimentos seguros y nutritivos, la producción sostenible se convierte en un factor clave en la lucha contra la inseguridad alimentaria. La mecanización agrícola adecuada no solo amplía la producción de cultivos sostenibles, sino que también promueve una agricultura respetuosa con el medioambiente, crea empleos decentes, fomenta la equidad social y reduce la monotonía en el trabajo agrícola. Además, optimiza la utilización de insumos agrícolas a través de la promoción oportuna, métodos de aplicación precisos y prácticas de ahorro de mano de obra y energía.

En este contexto, la GAMC se erigió como un foro esencial para priorizar las acciones y compromisos relacionados con el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a nivel global, regional y nacional. Reunió a una amplia gama de expertos y partes interesadas, incluyendo miembros de la FAO, agricultores, especialistas en extensión, líderes de opinión, científicos y representantes de la sociedad civil, las ONG y el sector privado.

En esta importante conferencia global, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), con sede en México, desempeñó un papel crucial. Su Director General, Dr. Bram Govaerts, tuvo una participación destacada al ser uno de los oradores de las sesiones plenarias inaugurales, particularmente la centrada en el cambio climático y la mecanización.

Asimismo, Jelle Van Loon, representante del CIMMYT para Latinoamérica y director asociado del programa de Sistemas Agroalimentarios Sustentables de dicha institución, se destacó como panelista en el bloque de «Digitalización de la Automatización». Van Loon compartió su experiencia y conocimientos sobre soluciones digitales, la digitalización de parcelas, máquinas automatizadas y el uso de drones en la agricultura. Destacó la importancia de la capacitación de los productores y prestadores de servicios para adoptar estas tecnologías de manera efectiva.

Van Loon expresó: «Se presentaron cuatro diferentes soluciones digitales, una enfocada en robots, otra en cómo digitalizar la parcela con monitoreo y también máquinas automatizadas. Otra parte se centró en aplicaciones que pueden ayudar en la detección de enfermedades, y la cuarta fue el uso de drones, incluyendo la importancia de la capacitación de los productores y prestadores de servicios para manejar este tipo de máquinas. Compartimos la experiencia del CIMMYT en México y la mecanización inteligente promovida a través de la metodología del Hub«.

Su rol como panelista implicó evaluar estas propuestas y brindar un contexto integral. Van Loon destacó la necesidad de abordar la integración y la integridad de los datos, junto con la gestión de los cambios en las prácticas agrícolas y la infraestructura de las explotaciones agrícolas.

El CIMMYT es actualmente un referente en la promoción de la mecanización agrícola sostenible a nivel global. Entre los logros notables de la organización se incluyen proyectos como MasAgro-Cultivos para México, el cual ha sido un referente en la investigación científica global; y Aguas Firmes, proyecto desarrollado junto con Grupo Modelo y GIZ para promover la mecanización adecuada que está permitiendo un mejor aprovechamiento del agua de los acuíferos de Calera y Apan en México.

Además, el CIMMYT ha impulsado la mecanización sostenible en todo el mundo, incluyendo iniciativas en África y Asia, donde el equipo de mecanización del CIMMYT ha puesto énfasis en la capacitación y la adquisición de competencias técnicas en comunidades rurales, donde a menudo se enfrenta una falta de acceso a la tecnología. En este sentido, destacan los temas de mecanización a escala adecuada, género y puntos de maquinaria que el CIMMYT también puso sobre la mesa de debate en la Conferencia Mundial sobre Mecanización Agrícola Sostenible.

La participación activa del CIMMYT en este importante evento subraya su compromiso continuo con la innovación y la promoción de la mecanización agrícola sostenible como una solución clave para abordar los desafíos de seguridad alimentaria y sostenibilidad en el siglo XXI. Su liderazgo y experiencia en esta área son vitales para el desarrollo de sistemas agroalimentarios más resistentes y eficientes.

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La situación de la mujer en los sistemas agroalimentarios

Para proporcionar una visión general completa de las mujeres y las cuestiones de género en la agricultura, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) publicó recientemente «La condición de la mujer en los sistemas agroalimentarios«, que proporciona ejemplos convincentes de políticas y programas con una revisión de lo que ha funcionado. y recomendaciones específicas. El informe concluye que aumentar el empoderamiento de las mujeres es esencial para su bienestar y tiene un impacto positivo en la producción agrícola, la seguridad alimentaria, las dietas y la nutrición infantil.

A pesar de la importancia de los sistemas agroalimentarios para los medios de subsistencia de las mujeres y el bienestar de sus familias, los roles de las mujeres están marginados y es probable que sus condiciones de trabajo sean peores que las de los hombres: irregulares, informales, a tiempo parcial, poco calificadas, intensivas en mano de obra y, por lo tanto, vulnerables. .

El Centro Internacional para el Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) reconoce la urgente necesidad de medidas de igualdad de género en los sistemas agroalimentarios y ha iniciado muchos proyectos específicos para abordarla. Además, el CIMMYT se compromete a introducir un componente de género en todas sus investigaciones, programas e intervenciones.

“Es un reconocimiento de que la equidad de género y social siempre ha sido un componente crítico de la sostenibilidad de cualquier iniciativa, independientemente del cultivo y el área geográfica afectada”, dijo Bram Govaerts, Director General del CIMMYT. “El CIMMYT ahora tiene más intención de abordar los problemas de igualdad de género y reconocemos que los mismos métodos antiguos podrían no ser los más efectivos”.

FAO: la recopilación de datos de alta calidad es fundamental para monitorear, evaluar y acelerar el progreso en la igualdad de género en los sistemas agroalimentarios

En el pasado, muchas iniciativas se han basado en encuestas para recopilar datos de agricultores, productores, consumidores y otras partes interesadas. Sin embargo, en las sociedades rurales tradicionales, la recopilación de datos basada en encuestas podría no ser la mejor manera de evaluar la agencia de las mujeres, ya que las restricciones culturales profundamente arraigadas podrían no permitirles hablar abiertamente sobre temas delicados, como su relación con el cónyuge.

Como parte del proyecto AGG, en Bihar, India, los investigadores del CIMMYT desarrollaron un enfoque innovador de narración de historias para la recopilación de datos: usando viñetas, los agricultores reciben historias cortas para relacionarlas con sus circunstancias del hogar. Las historias también son más fáciles de recordar y ayudan a construir una conexión con los personajes rápidamente.

Este método de narración desacreditó algunas ideas arraigadas sobre el papel de la mujer en la agricultura en esta zona de la India, creando una visión más matizada de cómo y por qué las mujeres se dedican a la agricultura. Este método conducirá a datos cualitativos más ricos, que pueden mejorar el desarrollo y la sostenibilidad de las intervenciones de género.

FAO: Los programas de protección social han aumentado el empleo de las mujeres y mejorado la resiliencia de las mujeres.

La asociación del CIMMYT con la Iniciativa CSISA apoya específicamente a las agricultoras al mejorar su acceso y exposición a innovaciones tecnológicas modernas y mejoradas, conocimientos y habilidades empresariales. CSISA trabaja en sinergia con los esfuerzos regionales y nacionales, colaborando con socios del sector público y privado.

FAO: las intervenciones deben estar diseñadas para cerrar las desigualdades de género y empoderar a las mujeres.

Si bien el CIMMYT ha producido muchas variedades mejoradas de maíz, los investigadores del CIMMYT descubrieron que estas nuevas variedades pueden no satisfacer las necesidades de las mujeres y los agricultores más pobres. Necesitamos explorar enfoques novedosos para evaluar la demanda de semillas por parte de los agricultores, considerando nuevas preguntas en lugar de continuar buscando diferencias en las preferencias basadas en el género.

Un primer paso en esa dirección es determinar cómo difiere la demanda de semilla de maíz entre los agricultores según sus necesidades, prioridades y limitaciones de recursos. El género es una parte importante de esa ecuación, pero los investigadores del CIMMYT también abogan por otras consideraciones, como la forma en que el maíz encaja en la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia de los hogares, la dinámica de toma de decisiones en torno a la producción de maíz y la accesibilidad de las semillas.

Esfuerzos internos en el CIMMYT

Si bien el informe de la FAO se centra en las mujeres en el sistema agroalimentario, el CIMMYT también ha emprendido varias iniciativas internas para garantizar una cartera más diversa de investigadores y cultivar un sentido más sólido de inclusión en el CIMMYT y en la comunidad científica en general.

En el CIMMYT, entre el 20 y el 25 por ciento del personal en la carrera de ciencias (carreras que involucran trabajo de campo, laboratorio, datos y socioeconómico) son mujeres. En 2022, Alison Bentley, directora del Programa Global de Trigo del CIMMYT, y Nele Verhulst, agrónoma de sistemas de cultivo, iniciaron Mujeres en la Ciencia de los Cultivos en el CIMMYT. El grupo tiene como objetivo conectar y construir una red de mujeres en la carrera científica y se compromete a lograr un entorno más inclusivo en el CIMMYT y dentro del CGIAR.

El CIMMYT también está ayudando a desarrollar la próxima generación de mujeres científicas a través de los premios anuales Jeanie Borlaug Laube Women in Triticum, que reconocen la excelencia científica y el potencial de liderazgo. Hasta la fecha, más de 60 mujeres científicas han recibido capacitación en liderazgo y oportunidades de desarrollo profesional destinadas a apoyarlas a medida que se unen a la comunidad de académicas que luchan contra el hambre en todo el mundo.

Foto de cubierta: Mujeres clasificando semillas de maíz en el almacén de Mgom’mera Seed Company en Lilongwe, Malawi. (Foto: CIMMYT/Kipenz Films)

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Científicas latinoamericanas colaboran en TechMaiz, un proyecto apoyado por el CIMMYT

Un equipo de investigadoras que forman parte de la Red Latinoamericana de Maíz participó en la capacitación impartida por el CIMMYT en el marco del proyecto TechMaiz. (Foto: Francisco Alarcón and Fernando Garcilazo/CIMMYT)

Científicas de cuatro países latinoamericanos se reunieron para trabajar en TechMaiz, un proyecto apoyado por el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), y continuar con el compromiso de la organización con la inclusividad y la inclusión.

Las investigadoras pasaron cuatro días de noviembre en la sede del CIMMYT en México para contribuir al plan de capacitación, que se centró en el mejoramiento genético, la conservación de suelos, el almacenamiento de semillas, el análisis de la calidad nutricional del grano y la gestión de la innovación en el modelo hub de cultivo de maíz.

Esta capacitación permitió a las investigadoras de Ecuador, Colombia, Guatemala y Perú discutir sobre el uso de nuevas herramientas tecnológicas para la intensificación sostenible de los sistemas de producción de pequeños y medianos agricultores, así como los retos en el camino para pasar de la eficiencia a la resiliencia.

Los científicos que participaron en esta formación en el marco del proyecto TechMaiz fueron:

  • Liliana Atencio S. – Colombiana que trabaja en la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (AGROSAVIA). Es ingeniera agrónoma con un máster en ciencias agronómicas. Esto incluye un énfasis en fisiología vegetal y tiene experiencia adicional en programas de mejoramiento de cultivos transitorios y forrajeros.
  • Ana Pincay – Ecuatoriana que trabaja en la Estación Experimental Santa Catalina del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIAP) como investigadora agrícola. También es ingeniera en biotecnología.
  • Alicia Medina – Peruana que trabaja en el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) como investigadora. Es ingeniera agrónoma y tiene un máster en planificación del desarrollo.
  • María Gabriela Albán – Tiene varias responsabilidades, entre ellas coinvestigadora, coordina la parte académico-financiera y es profesora de la carrera de ingeniería agronómica en la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) en Ecuador. Es ingeniera agrónoma con maestría en ciencias agropecuarias con énfasis en desarrollo empresarial agropecuario. Albán también tiene un diploma en diseño, gestión y evaluación de proyectos de desarrollo.
  • Karen Agreda – Ingeniera agrónoma en sistemas agroproductivos. Tiene un postgrado en producción alternativa de frutas y hortalizas y trabaja como investigadora especializada en el programa de validación y tecnología de transferencia en el Instituto de Ciencia y Tecnología Agrícola (ICTA) de Guatemala.
Visita a una parcela de investigación bajo la dirección de Nele Verhulst, Agrónoma de Sistemas de Cultivo del programa de Sistemas Agroalimentarios del CIMMYT. (Foto: Francisco Alarcón and Fernando Garcilazo/CIMMYT)

Lazos de confianza para generar cambios

Tras un periodo de interacción continua, las investigadoras identificaron no sólo una serie de retos compartidos en sus respectivos países, sino también cuántas oportunidades complementarias y concretas de trabajo en equipo se crean cuando se fortalecen los lazos de confianza y el trabajo en equipo.

«Además de fortalecer el conocimiento, está la relación entre investigadoras e instituciones, entender el rol de cada miembro del equipo es importante y nos permite avanzar más», dijo Atencio. «Por ejemplo, Alicia trabaja en el mejoramiento, Ana en el uso de bioinsumos y Karen en transferencias y vinculación. Todas vemos que hay oportunidades en la agricultura para innovar utilizando herramientas como la e-agrología». El resultado es que el relevo generacional es cada vez más urgente».

Proponer proyectos más ambiciosos, pero también más claros y precisos, es parte del aprendizaje que las investigadoras piensan llevarse. Las investigadoras están decididas a compartir esta información con sus equipos y colegas, junto con enfoques integradores que buscan fortalecer el talento humano de cada institución.

«En Ecuador practicamos la agricultura de conservación, pero no conocíamos el concepto de no remover el suelo», dijo Picay. «Siempre es una buena decisión invertir en capacitación, pues refresca el pensamiento, abre la mente y desencadena acciones».

El proyecto TechMaíz continuará en 2023 con su tercer año de ejecución, promoviendo reuniones nacionales para promover y difundir el uso de tecnologías sostenibles para la producción de maíz. También se espera que continúe la capacitación del CIMMYT para los miembros de la Red Latinoamericana de Maíz.