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Cómo evitar los daños al suelo causados por quemas agrícolas

La agricultura, vista como el conjunto de técnicas agronómicas para cultivar la tierra y obtener cosechas, se ha convertido en la base de la alimentación y el desarrollo de la sociedad; sin embargo, con el paso del tiempo, de esta actividad se han derivado prácticas que generan un impacto no tan favorable al medioambiente, como la generación de gases de efecto invernadero derivados de la quema de residuos agrícolas —pastos, tallos, hojas, cáscaras, etcétera—.

Históricamente el fuego ha sido considerado una “herramienta” y aún en la actualidad es ampliamente usado en la preparación de las tierras para la siguiente siembra, aunque con consecuencias: de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), las miles de hectáreas quemadas anualmente no solo emiten contaminantes, sino que son en gran medida la causa de numerosos incendios forestales. 

De acuerdo con datos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), en México se registran en promedio 8 mil incendios forestales cada año, ocasionando pérdidas de flora, fauna, económicas, así como la erosión y daño del suelo. Además, esta práctica emite una gran cantidad de dioxinas a la atmósfera. Estas partículas derivadas de la presencia de cloro y agroquímicos, así como fertilizantes sintéticos, señala la organización Mundial de la Salud, tienen elevada toxicidad y se acumulan en la cadena alimentaria.

Para contrarrestar esto, actualmente organizaciones como Grupo Ceres y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) impulsan la migración de los agricultores hacia sistemas de producción sustentables como la Agricultura de Conservación. Esto, a fin de evitar daños a corto y mediano plazo en los suelos agrícolas como, por ejemplo: pérdida de nutrientes, muerte de organismos y microorganismos que descomponen materia orgánica, pérdida de producción de gases nitrogenados y carbonados, así como la falta de humedad.

A la par, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, en coordinación con el Centro CIMMYT, la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) y otras organizaciones, fomentan la reducción de la quema de pajas o rastrojos en predios de cultivo posterior a las cosechas. 

Entre las recomendaciones que plantean seguir, están las siguientes:

  • Reincorporar el rastrojo en las parcelas como medio para reducir el uso de insumos como fertilizantes o herbicidas.
  • Emplear estos residuos como forraje para el ganado de modo que se disminuye el gasto en alimentos para animales.
  • Distribuir los remanentes de cosechas anteriores para así aumentar la fertilidad, el porcentaje de materia orgánica, proteger el suelo de rayos solares y mejorar el pH del suelo.
  • Complementar el aprovechamiento del rastrojo usándolo para hacer composta o como abono.

Es importante mencionar que, aunque hay especificaciones técnicas establecidas para realizar las quemas agrícolas, el aprovechamiento de los residuos agrícolas tiene mayores beneficios que su quema. Esto, por supuesto, requiere de capacitar a los agricultores en técnicas de manejo de los restos agrícolas, de tal manera que conozcan otras alternativas que no involucren usar fuego y, de esa manera generen valor agregado durante el levantamiento de sus cosechas y sobre todo cuando preparan el suelo para el siguiente ciclo agrícola.

Si tienes interés en el manejo de rastrojos y su aprovechamiento, los equipos técnicos de Grupo Ceres y del CIMMYT pueden asesorarte, contáctalos. 

Fuente:

Programa Mi parcela no se quema: https://www.gob.mx/agricultura/acciones-y-programas/miparcelanosequema 
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Chilpancingo libre de humo

Chilpancingo, Gro.- El gobierno de Chilpancingo, Guerrero, dio a conocer la campaña #ChilpancingoLibreDeHumo, una iniciativa en favor del medioambiente, la salud y la producción agrícola del municipio. Esto, en virtud de que el número de incendios forestales con repercusiones graves se ha incrementado notablemente en años recientes en la entidad y en Chilpancingo particularmente. 

Guerrero es una de las 10 estados con mayor número de incendios en el país —al año se registran alrededor de 2,800 en promedio, requiriendo de aproximadamente 20 mil personas para controlarlos— y Chilpancingo ha sido uno de los municipios más afectados debido a un triple impacto negativo de los incendios: pérdida de bosques y biodiversidad, incremento de intoxicaciones y enfermedades asociadas, y reducción de la fertilidad de los suelos agrícolas. 

A nivel nacional más del 90% de los incendios son causados por acciones humanas y las quemas agropecuarias no controladas son causantes del 40% de incendios forestales. En este sentido, la campaña —a cargo del gobierno de Chilpancingo con la colaboración del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y la delegación estatal de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural— busca concientizar a la población de que los incendios son una problemática que afecta e implica a todos. 

Por lo anterior, esta campaña pone énfasis en la promoción de sistemas agrícolas sustentables y alternativas al uso del fuego para inhibir las quemas agrícolas. Con estas acciones se busca mejorar los medios de vida de los productores, procurar la salud de la población y preservar los recursos naturales de Chilpancingo. 

Cabe mencionar que en Chilpancingo la roza, tumba y quema sigue siendo una práctica común; sin embargo, se ha documentado que la quema sistemática de los residuos agrícolas disminuye la capacidad del suelo para retener agua y reduce su fertilidad en más de 30%. Por esta razón, a través de la campaña se promueven opciones que reducen la incidencia de incendios y permiten mejorar los suelos agrícolas: al mantener el rastrojo como cobertura del suelo en lugar de quemarlo, por ejemplo, se retiene más humedad, se reduce la incidencia de malezas, se mantiene sano el suelo y los agricultores pueden reducir sus costos de producción sin afectar los rendimientos.

#ChilpancingoLibreDeHumo se desarrolla en sintonía con la iniciativa nacional #MiParcelaNoSeQuema —en la que además participan la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) y el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED)— y además de mejorar la producción agrícola, también busca mejorar la salud pública de la población de Chilpancingo —debido a los incendios en el municipio se ha registrado un incremento de las intoxicaciones y padecimientos respiratorios—, prevenir tragedias durante el combate a los siniestros —miles de personas, incluyendo voluntarios, ponen en riesgo su vida año con año para controlar los incendios—, y preservar la biodiversidad y los recursos naturales de la región —los incendios favorecen la contaminación de los cuerpos de agua, afectando la disponibilidad del líquido tanto para uso humano como agropecuario—.

Bajo el lema de Chilpancingo no quema, Chilpancingo saludable, la campaña #ChilpancingoLibreDeHumo busca combatir el fuego y aprovecha la experiencia de organismos como el CIMMYT y sus colaboradores que promueven sistemas agroalimentarios sustentables, resilientes y climáticamente inteligentes frente a fenómenos como el cambio climático que incrementan la probabilidad de sequías e incendios.

Para más información sobre las acciones para evitar quemas agrícolas o referente a la campaña, se puede contactar al Hub Pacífico Centro del CIMMYT o al gobierno de Chilpancingo a través de la Secretaría de Desarrollo Rural (SEDER), la Secretaría de Salud (SALUD) y Dirección de Recursos Naturales y Ecología (DRNyE). 

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Guanajuato busca lograr cero quemas agrícolas

Las quemas agrícolas deterioran el suelo y reducen (e incluso anulan) la actividad biológica que hay en él. Afortunadamente, en Guanajuato los productores son cada vez más conscientes del daño que la quema de rastrojos hace a sus parcelas. En el año 2021, por ejemplo, se observó una reducción de esta práctica con respecto a 2020: del 63% para el ciclo primavera-verano, y 12% para el ciclo otoño-invierno, aunque, por supuesto, es necesario seguir fomentando alternativas al uso del fuego y, para este propósito, es importante identificar las zonas donde las quemas agrícolas siguen siendo recurrentes.

Para saber con certeza cuáles predios son sometidos a quemas agrícolas, el equipo técnico de MasAgro Guanajuato —programa de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) en colaboración con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— se apoya del Sistema de Alerta temprana de Incendios Forestales de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO).

El sistema de alerta de la CONABIO usa tecnología satelital para identificar y mostrar en un mapa aquellos lugares con una temperatura considerablemente mayor con respecto a los lugares vecinos. Además, permite hacer una revisión histórica de los puntos de calor y distinguir si es recurrente y si se trata de un incendio forestal, quema agrícola, fábrica, etc.

La tarea del equipo técnico de MasAgro Guanajuato en este punto consiste en identificar aquellas zonas con actividad agrícola que muestren recurrentemente puntos de calor y verificar si las fechas en que son registrados coinciden con el tiempo de preparación del suelo para el ciclo agrícola. Así se definen las zonas que requieren una atención prioritaria y se gestionan los medios necesarios para implementar las diversas estrategias de MasAgro Guanajuato. 

Una de las estrategias que impulsa MasAgro Guanajuato para reducir las quemas agrícolas es #RetoRastrojo, que promueve un manejo adecuado de los residuos agrícolas, usándolos como cobertura del suelo para así incorporarle más rápidamente materia orgánica e incentivar la regeneración de su actividad microbiológica y mejorar sus propiedades fisicoquímicas.

En los lugares donde se ha impulsado #RetoRastrojo se han documentado incrementos en la utilidad de los productores, reducción de horas de trabajo y la recuperación de las propiedades del suelo agrícola, esto debido a que aprovechar el rastrojo como cobertura del suelo en lugar de quemarlo hace que los cultivos se desarrollen mejor y también permite mitigar problemas de erosión, reducir los daños provocados por plagas como la gallina ciega y enfermedades como el Fusarium. 

Aunque el camino para lograr cero quemas agrícolas en el territorio guanajuatense aún es largo y arduo, la suma de voluntades de muchos actores y de herramientas surgidas desde la ciencia está permitiendo acopiar y procesar información para una mejor toma de decisiones. Te invitamos a conocer más sobre #RetoRastrojo en las redes sociales de MasAgro Guanajuato o directamente con el equipo técnico del programa.