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Prácticas agrícolas sustentables ayudan a conservar el agua

Se estima que hasta el 70% del agua dulce disponible en el mundo se utiliza en la agricultura; gran parte de ella, lamentablemente, se pierde debido a un uso inadecuado. Por esta razón es urgente implementar proyectos o estrategias que promuevan el uso racional de este líquido esencial. 

A través del proyecto AGRIBA Sustentable —impulsado por PepsiCo México, Grupo Trimex y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), y adoptado por los productores—se promueve la Agricultura de Conservación y diversas tecnologías sustentables para hacer un uso más racional de los recursos naturales, particularmente del suelo y el agua. 

Con respecto al agua, el propósito fundamental del proyecto es que los productores conciban que este recurso es fundamental tanto para la agricultura como para la sobrevivencia de la humanidad y, de seguir usándose como hasta ahora —con riegos rodados, por ejemplo—, se llegará a un punto donde se limitará aún más su uso, provocando consecuentemente una reducción del área cultivable y de la disponibilidad de alimentos. 

Además de mejorar la estructura del suelo para que tenga la capacidad de retener más agua, la práctica de dejar el rastrojo como cobertura natural del suelo —con ayuda de maquinaria adecuada o especializada— contribuye a conservar por más tiempo la humedad en la parcela para que sea aprovechada por el cultivo.

Por otro lado, realizar un análisis de suelo permite conocer mejor las características de la parcela y, con ello, determinar la capacidad del suelo para retener el agua y, en su caso, evaluar la posibilidad de reducir los tiempos de riego. 

La utilización de las camas anchas permanentes es otra práctica promovida por AGRIBA Sustentable porque ayuda a reducir las tiradas de riego —que normalmente se hacen en surcos— y facilita una mayor homogeneidad en la humedad. Además de reducir los tiempos de riego, las camas permanentes —en el momento mismo de su formación— permiten romper las capas compactadas de suelo para ayudar a que este filtre una mayor cantidad de agua. Así es como esta práctica permite entonces una reducción del uso de agua de riego.

En las plataformas de investigación del CIMMYT, en El Bajío, se ha comprobado que para la producción de trigo con agricultura convencional se requieren 8,960 metros cúbicos (m3) de agua por hectárea para alcanzar un rendimiento de 7 toneladas de grano, mientras que con Agricultura de Conservación se utilizan solo 6,860 m3 para obtener la misma producción. Ello significa que este sistema de producción sustentable permite tener, en promedio, un ahorro aproximado del 30% del consumo de agua en riego.

Para poner en contexto la importancia de estas prácticas, los aproximadamente 2,100 m3 (2 millones 100 mil litros) de agua por hectárea que las innovaciones sustentables permiten ahorrar para alcanzar un rendimiento de 7 toneladas de grano, equivalen a lo que 21 mil personas requieren para satisfacer sus necesidades diarias de agua tanto de consumo como de higiene; esto, tomando en cuenta que la Organización Mundial de la Salud estima que una persona requiere 100 litros de agua al día para este propósito. 

En este sentido es importante la creación y permanencia de proyectos o iniciativas que, como AGRIBA Sustentable, promueven alianzas estratégicas entre sectores y organizaciones, impulsando prácticas que benefician al medioambiente y, a su vez, también permiten ayudar a los productores a ser más rentables en el sector agrícola, mejorando sus condiciones de vida.

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Primer Boletín Agroclimático para Puebla

Quizá el término aún no es de uso completamente común en la sociedad, pero las lluvias torrenciales fuera de ciclo, las sequías prolongadas o los fenómenos climáticos cada vez más extremos e imprevisibles sin duda hacen que el cambio climático sea una realidad tangible. 

Uno de los principales riesgos del cambio climático para la sociedad no está en los efectos inmediatos de los fenómenos climáticos, sino en la eventual afectación a la seguridad alimentaria. Y es que, sin lluvias, o por un exceso de ellas, las cosechas que abastecen a ciudades completas pueden perderse, dejando a millones sin alimento. 

Desafortunadamente, y por diversas circunstancias socioculturales, la información científica sobre el clima no siempre es accesible para las personas. ¿Cómo se espera que sean las lluvias para los ciclos agrícolas?, ¿qué recomendaciones deberían tomar en cuenta los agricultores para minimizar los riesgos que este fenómeno implica?

Las Mesas Técnicas Agroclimáticas son una estrategia para acercar a los agricultores, de una forma simple y puntual, la información útil que les ayude a tomar mejores decisiones frente a la variabilidad climática esperada en los siguientes meses. 

Aún son pocos los estados donde se desarrollan estas Mesas Técnicas Agroclimáticas y Puebla es uno de estos estados pioneros en adoptar esta estrategia para hacer frente y mitigar los efectos del cambio climático. 

Así, a través de la Mesa Técnica Agroclimática del Estado de Puebla se comparte el primer Boletín Agroclimático para el estado, el cual contiene la perspectiva de precipitación y temperatura de mayo a agosto, así como consideraciones para el cultivo de maíz grano y elote, manzana y otros frutales, café, sorgo y amaranto. 

En la Mesa Técnica Agroclimática del Estado de Puebla, celebrada el pasado 12 de mayo, participaron la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural a través de su representación en el estado y la Dirección General de Políticas, Prospección y Cambio Climático; la Subsecretaría de Producción y Productividad Primaria de la Secretaría de Desarrollo Rural (SDR) de Puebla; el Servicio Meteorológico Nacional de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA);  el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP); el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT); la Universidad Autónoma Chapingo, y el Colegio de Postgraduados.

 

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La importante labor de devolver fertilidad al suelo

Oaxaca.- Como si fuera un médico cuyo paciente es la tierra, antes de hacer un diagnóstico de la fertilidad del suelo que debe restaurarse, Jonatan Villa Alcántara, colaborador del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), saca su instrumental.

Un determinador de compactación, otro de pH y uno más de la conductividad eléctrica de los suelos le permiten medir el nivel de deterioro de una parcela antes de que un productor la siembre.

Su trabajo es parte del proyecto Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche, que impulsan Walmart Foundation y el CIMMYT.

La zona de acción de Jonatan Villa está en el Bajo Mixe, esa parte del territorio de Oaxaca donde hay una transición entre las regiones de la Cuenca y el Istmo, caracterizada décadas atrás por la alta producción de maíz, cuando todavía la ganadería no desplazaba a la agricultura debido, en gran parte, a los bajos precios del maíz.

La presencia del ganado compacta al suelo e impacta en su fertilidad natural al reducir la cantidad de nutrientes. La ganadería ha impactado también en la disminución de la diversidad de especies vegetales y ha aumentado la erosión.

La tarea de impulsar la diversificación de cultivos estaría incompleta si antes de sembrar el productor no conoce qué tanta fertilidad se le debe devolver al suelo y cuáles son los cultivos ideales para este propósito.

“Con el pisoteo que hacen, el ganado compacta el suelo”, detalla al mostrar un penetrómetro manual que, si marca verde, significa que no hay compactación; si es amarillo los problemas empiezan a presentarse y si rojo entonces es señal de que la compactación en el suelo es fuerte.

La misma acción la repite en varios puntos de la parcela y luego la complementa midiendo el pH (para saber si el cultivo del maíz puede absorber los nutrientes en el suelo) y la conductividad eléctrica: “si esta es muy baja existe muy poco movimiento de los nutrientes en el suelo”, puntualiza Jonatan. 

Estos tres parámetros físicos le permiten a Jonatan realizar un plan de intervención con los productores y sugerir acciones para mejorar la conductividad de los suelos u ofrecer otros cultivos que además de reducir la compactación del suelo pueden aportar ingresos y mejorar la alimentación de las familias.

“Este trabajo nos va a ayudar para que los productores conozcan cuánta fertilidad han perdido sus suelos y establecer alternativas de solución real”, ya que como buen especialista no puede recetar si no diagnostica el nivel de deterioro en la salud del suelo.

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Cambio climático obliga a investigar mejores fechas de siembra

Veracruz.- La seguridad regional y nacional alimentaria depende de varios factores, entre los que destacan el mantenimiento y fortalecimiento de un sistema de investigación y desarrollo incluyente, que sea capaz de proporcionar continuas mejoras en todos los aspectos de los sistemas productivos utilizados por los agricultores, que haga frente a la diversidad agroecológica, económica y social de un país, y que sea dinámica para responder a los retos del cambio climático. 

Las zonas productoras de maíz para grano abierto, por ejemplo, son vulnerables a la variabilidad climática, por lo que los cambios en las condiciones climáticas repercuten directamente en la calidad y cantidad de la cosecha. Ante esta situación, muchos productores buscan alternativas más eficientes para sus sistemas de producción o bien cambiar sus cultivos por otros que puedan ofrecerles mayor rentabilidad.

A nivel nacional, sin embargo, cerca de dos millones de productores de pequeña escala siembran maíz sobre todo para autoconsumo. Para la mayor parte de ellos, que además tienen una cultura y economía basada en el maíz, optar por cultivos diferentes no es la mejor opción, por lo que una solución posible es hacer más viable su sistema de producción. 

Para contribuir a este propósito, investigadores de DECOTUX y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) se dieron a la tarea de identificar los métodos de sistematización del proceso de producción del maíz y comprender su relación con los indicadores climáticos en las comunidades de la Sierra de Santa Martha en Veracruz, esto, debido a la necesidad de adaptación de los productores de la sierra veracruzana ante los efectos del cambio climático. 

La investigación referida se realizó en cinco comunidades de Veracruz en 2021: Plan Agrario, Encino Amarillo, Ocotal Texizapan, Ocotal Grande y Ocotal Chico; dentro de los municipios Mecayapan, Soteapan y Tatahuicapan de Juárez, los cuales se encuentran dentro de la Reserva de la Biosfera de los Tuxtlas, en la Sierra de Santa Martha, Veracruz.

A través de esta investigación, que incluyó recorridos y entrevistas con productores, se identificó que los meses de junio y agosto presentaron precipitaciones convenientes para el requerimiento hidrológico del maíz —con una precipitación promedio de 6 mm por día—, lo que los convierte en los meses óptimos para su siembra. De hecho, las parcelas sembradas en este periodo mostraron un mejor comportamiento y un rendimiento de una tonelada promedio, mientras que las parcelas que se sembraron a finales de julio tuvieron un rendimiento inferior.

Otro aspecto relevante que se identificó en la zona fue que, aunque las semillas híbridas tienen un mejor desarrollo en planta y mayor rapidez en crecimiento, su maíz es más propenso a las lluvias y más susceptible a hongos y pudrición, a diferencia de los maíces nativos que tienen una mayor resistencia, pero son muy susceptibles al estrés hídrico, además que hacia el mes de septiembre los vientos del norte hacen que ese maíz caiga debido a que alcanzan una altura de hasta 3 m. Esto propicia que se pierda mucha cosecha, porque el grano no se alcanza a polinizar y las mazorcas quedan incompletas.

Ya que el comportamiento climático sigue cambiando, también es necesario trabajar en la adaptación de los métodos de siembra y la identificación de las mejores prácticas que permitan a los agricultores hacer frente a los efectos del cambio climático. En este sentido, este estudio —realizado en el marco de MasAgro-Cultivos para México— contribuye a la comprensión de las dinámicas agrícolas que, a su vez, permitirán identificar las prácticas más adecuadas para los productores locales.  

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Cultivos básicos, ¿amigos o enemigos de la biodiversidad?

Zimbabue.- La producción y el comercio de productos básicos agrícolas es uno de los principales impulsores de la pérdida de biodiversidad tropical. No obstante, el aumento de las tensiones entre humanos y vida silvestre podría amenazar la coexistencia a largo plazo de las personas y la vida silvestre, refiere una investigación del Centro de Cooperación Internacional en Investigación Agronómica para el Desarrollo (CIRAD, por sus siglas en francés), la Universidad de Wageningen y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) —a través de su representación en Zimbabue, África—.

El valle medio del Zambeze, en Zimbabue, es un área de gran importancia para la conservación de muchos mamíferos africanos emblemáticos, como los elefantes y los leones. Las áreas protegidas, sin embargo, aunque son fundamentales para la conservación de la biodiversidad, no son suficientes, ya que solo cubren una pequeña fracción del área de distribución de la mayoría de las especies —el 80 % de la superficie terrestre prioritaria para la conservación de los mamíferos está ocupada por personas y ha perdido parte de su vegetación natural a causa de la agricultura—, señala el estudio. 

En el valle se ha podido observar que la producción de algodón ha sido un importante impulsor de la deforestación, con un probable impacto negativo en el hábitat de la vida silvestre. Sin embargo, el documento publicado cuestiona los supuestos comunes sobre el tipo de agricultura que las sociedades necesitan para salvar la biodiversidad.

Así, en el artículo Cultivos de productos básicos en paisajes de producción ricos en biodiversidad: ¿amigos o enemigos? El ejemplo del algodón en el valle medio del Zambeze, Zimbabue, los científicos señalan que los cultivos de productos básicos pueden ser una oportunidad para la conservación de la naturaleza, y no solo una amenaza.

El debate se ha centrado mucho en los cultivos de productos básicos comercializados a nivel mundial y el problema asociado de la deforestación, pero generalmente se parte de un análisis demasiado simplificado del impacto de estos productos básicos sobre la naturaleza y los medios de subsistencia. Por esta razón, el artículo ofrece un panorama amplio del tema y es a la vez una invitación a repensar la agricultura de pequeña escala que se desarrolla “al borde de las áreas protegidas”. 

Es esencial que los agricultores tengan acceso a las tecnologías apropiadas, y que el uso correcto de las tecnologías se haga mediante regulaciones sólidas, para que los insumos se utilicen con la máxima eficiencia y los mínimos efectos secundarios”, señala el documento, el cual está disponible en: https://doi.org/10.1016/j.biocon.2022.109496.

Con información de Frédéric Baudron.

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Conservando su maíz también han conservado su cultura

Tanto Esteban Jiménez Cervantes como su esposa Lidia María González Hernández tratan de cambiar el panorama del maíz en México, sembrando maíces nativos, o criollos, como base de la nutrición de las comunidades y como elemento fundamental de la identidad cultural. 

Por años en Santa María Teopoxco, un municipio de la Sierra Mazateca donde la población habla náhuatl, se han sembrado maíces nativos de diversos colores: blanco, rosa, rojo y amarillo, aunque más para el auto consumo y de la manera tradicional, sin incluir un manejo poscosecha que evite pérdidas.

“Si vemos que nos sobra algo lo vende uno, aunque no da resultado el precio en comparación con lo que se gasta en el campo”, comentan los productores quienes, por kilo de maíz, reciben ocho pesos.

Para Alejandrina García Dávila, quien a través proyecto Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche —de Walmart Foundation y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) —asesora a productores en esta zona, Esteban y Lidia han sido los más receptivos a aplicar las innovaciones tecnológicas en el campo.

A través del diálogo, Alejandrina les ha compartido muchos conocimientos, entre ellos cortar la mazorca cuando el maíz alcanzó su madurez fisiológica, para después cuidar un proceso de secado que, por las condiciones de humedad en la zona, puede durar hasta dos meses.

Convencionalmente el almacenaje implica guardar el grano en un coscomate, un granero pequeño que se construye con una estructura de tiras de madera y techo de palma o láminas, conocida también como troje.

El problema recurrente con esta forma de almacenar el grano, comentan los productores, es que los excedentes “se picaban” o se llenaban de gorgojos, lo que los llevó a buscar una forma que evitará las pérdidas. 

Así, un primer cambio que Esteban y Lidia debieron hacer es guardar el grano seco y limpio en bolsas herméticas que evitan que requieran utilizar productos químicos “que pueden afectar después la calidad del grano”. Al comprobar la efectividad de las tecnologías herméticas decidieron guardar su maíz en un silo metálico hermético.

Para Lidia y Esteban la implementación de estas innovaciones ha representado además una forma de conservar su identidad cultural basada en las distintas variedades de los maíces nativos que cultivan. Además, la implementación de un mejor manejo de su cosecha reduce las dificultades que en sí representan para Lidia trabajar en el campo, de donde muchas veces no veía retribuido su esfuerzo.

“Es difícil trabajar en el campo y a veces no sale”, pero ahora que cuentan con asesoría ese panorama va cambiando: “Ahorita más o menos, pues, guardamos el maíz, ya no se pudre” y tienen más tiempo para poder consumirlo.

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Prácticas sustentables dan más oportunidades a productores de trigo

Guanajuato.- Representantes de PepsiCo México, Grupo Trimex y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) realizaron una gira de trabajo en los municipios de Pénjamo e Irapuato, en Guanajuato, donde visitaron a productores que participan en AGRIBA Sustentable, un proyecto que impulsan estas organizaciones para promover prácticas sostenibles que permiten cuidar el suelo y facilitan que los productores tengan mayores beneficios en comparación con las prácticas convencionales.

Christian Cortés ―Latam Grains Lead― y Liliana Jonapá ―Global Procurement Manager-LATAM Wheat Flour― de PepsiCo; Mar Gutiérrez ―gerente de Sustentabilidad y Responsabilidad Social― y Adolfo Ruiz ―Operaciones Agro Bajío―, de Grupo Trimex; junto con personal del Hub Bajío del CIMMYT y productores que participan en AGRIBA Sustentable observaron, directamente en las parcelas, la implementación del modelo de gestión del conocimiento y  los beneficios de las acciones que impulsa el proyecto para generar materia prima para la industria de manera sostenible.

En Pénjamo los asistentes contrastaron los resultados de la Agricultura de Conservación con respecto a la agricultura convencional. Allí, otros productores interesados en producir sustentablemente para tener mejores oportunidades de vincularse con la agroindustria expresaron su inquietud sobre si dejar el rastrojo como cobertura del suelo impide la germinación de la semilla u obstaculiza de alguna manera al cultivo de interés comercial. 

Uno de los productores que participa en AGRIBA Sustentable explicó que, en su experiencia y debido a que han contado con la asesoría del equipo técnico del proyecto, al implementar Agricultura de Conservación ha visto únicamente beneficios: menos gasto de diésel, uso más eficiente del agua y mejor llenado de grano. En cambio, mencionó el productor, en el espacio con agricultura convencional que dejó para tener un punto de comparación observó mayor nivel de evaporación del agua y presencia de malezas. 

Con la práctica convencional, agregó el productor, se suman los gastos por el uso de maquinaria para realizar labores adicionales de “preparación del suelo” por lo que, a la hora de hacer cuentas, tuvo una diferencia en rendimiento de más de 40% a favor de la Agricultura de Conservación, con la que además tuvo un ahorro de $5,000 por hectárea, que le representa una mayor utilidad. Con base en estos resultados, comentó el productor, el próximo año establecerá Agricultura de Conservación en todas sus parcelas.

En las instalaciones del Distrito de Riego Irapuato, por su parte, se pudieron observar los resultados de una plataforma donde se estudian los efectos de la Agricultura de Conservación sobre el cultivo de trigo ―en comparación con la agricultura convencional―. También se dieron a conocer los avances de las investigaciones iniciales que se realizan con cultivos de servicio (para el cultivo de trigo) como la vicia y el rábano. 

Los alcances de la Agricultura de Conservación ―y el resto de prácticas validadas para el cultivo del trigo y promovidas mediante el menú tecnológico del proyecto― generan confianza entre los productores y técnicos involucrados, quienes también señalan que una mayor disponibilidad de sembradoras permitiría avanzar aún más en la implementación de las innovaciones agronómicas. 

El desarrollo de recorridos como este permiten encontrar áreas de oportunidad y reforzar alianzas estratégicas, como la que da lugar a AGRIBA Sustentable, para beneficio de los agricultores, la agroindustria y los consumidores porque, al cultivar con prácticas sustentables, se beneficia a toda la sociedad. 

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Para cuidar de los acuíferos migran hacia sistemas de agricultura más eficientes

Productores participantes en el proyecto Aguas Firmes, en calera, Zacatecas. (Foto: Hub Intermedio/CIMMYT)
Productores participantes en el proyecto Aguas Firmes, en calera, Zacatecas. (Foto: Hub Intermedio/CIMMYT)

Calera, Zac.- En México, la mayor parte del agua extraída de los acuíferos se destina al uso agropecuario y para el abastecimiento público —se estima que un poco más de las dos terceras partes del agua destinada al abastecimiento público se obtiene de fuentes subterráneas—. Los acuíferos son, en este sentido, fundamentales para la sociedad. Lamentablemente, cerca del 16% de los acuíferos en el país están sobreexplotados. 

El acuífero de Calera, en Zacatecas, es estratégico para la agricultura regional; sin embargo, es uno de los más sobreexplotados a nivel nacional y, de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), es necesario disminuir aproximadamente 100 hectómetros cúbicos (hm3) —100 mil millones de litros— anuales de extracción para estabilizar la relación recarga-extracción de este acuífero. 

Allí, en Calera, Zacatecas, actualmente se encuentra en operación Aguas Firmes, un proyecto de Grupo Modelo y la Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable (GIZ), implementado por el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y diversas organizaciones públicas y privadas.

“En Zacatecas se eligió el acuífero de Calera por su relevancia en la región”, comenta Alberto Cabello, gerente del Hub Intermedio del CIMMYT, “en este momento ya vamos sobre las mil hectáreas impactadas con prácticas de Agricultura Sustentable y tenemos un objetivo de llegar a las cuatro mil hectáreas en el tercer año del proyecto. El objetivo es introducir y promover el de forma incluyente la adopción de prácticas y tecnologías que permitan que el agricultor tenga una mayor eficiencia en su sistema producción, ahorrando recursos e incrementando rendimientos”.

Al optimizar el agua de riego se contribuye a la gestión sustentable de los acuíferos y, por esta razón, en el ciclo primavera-verano 2022, que empieza este mes de mayo, el Hub Intermedio del CIMMYT contempla implementar un plan de escalamiento que será reforzado por los técnicos del proyecto, quienes han sido formados con todos los criterios de sustentabilidad que maneja este organismo de investigación internacional. 

“Como parte de nuestro proceso de intervención en la región se están realizando diagnósticos de parcela como herramienta para identificar las acciones pertinentes en acondicionamiento de predio, ensayos con nivelación láser y rotura vertical. El análisis de suelo es muy importante para realizar recomendaciones precisas de nutrición del cultivo de acuerdo con una meta de rendimiento establecida con el productor, y más ahora que el precio de los fertilizantes es alto”, señala el gerente del Hub. 

“Estamos emitiendo nuestras recomendaciones a partir de diagnósticos de suelo. Usando estos análisis se ha visto que uno de los principales beneficios es que los productores ahorran prácticamente en todo, mantienen o incrementan rendimientos”, menciona Julio César González, uno de los técnicos que brinda acompañamiento y capacitación a los productores participantes. 

“En la zona la mayor parte de los gastos son por tierras con bastantes problemas sanitarios y es difícil. El ciclo pasado sucedió, desafortunadamente, que perdieron mucho en el cultivo de cebolla.  Entonces ahora se replantean si sembrar o no porque no les dan los números”, comenta Julio César para quien este panorama de descapitalización generalizado se convierte en una razón de peso para que los agricultores de la zona migren hacia sistemas agrícolas más eficientes y sustentables.

“Ante este escenario también hemos hecho énfasis en el uso de la microbiología, el uso de entomopatógenos, es decir el uso de microorganismos para controlar enfermedades que afectan a las hortalizas —principal cultivo en la zona—, que es por lo que un agricultor va desplazándose, va cambiando de parcelas hacia otros lados, buscando parcelas nuevas que no hayan tenido hortalizas por qué ya hay fuertes problemas fitosanitarios. Con esta práctica hemos tenido buenos resultados y ya incluso algunos productores nos empezaron a recomendar, a invitar a sus vecinos”. 

¿Quieres saber más de Aguas Firmes? Aguas Firmes es una cooperación de desarrollo que forma parte del programa develoPPP entre la cervecera líder AB InBev a través de Grupo Modelo y la Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable (GIZ) GmbH, quien lo implementa por encargo del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania (BMZ). Visita el sitio web para más información: https://www.aguasfirmesgrupomodelo.com/es 

Fuentes:

  • Conagua. (2022). Actualización de la disponibilidad media anual de agua en el acuífero Calera (3225) estado de Zacatecas. México: Comisión Nacional del Agua. 
  • SINA, Conagua, Semarnat. Acuíferos. Disponible en: http://201.116.60.25/sina/index_jquery-mobile2.html?tema=acuiferos. Fecha de consulta: mayo de 2022.
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Así se produce el whisky hecho con maíces nativos de Oaxaca

Jonathan Hernández, representante de Ricinomex, y Rausel Ovando, del Hub Pacífico Sur del CIMMYT en las instalaciones de Ricinomex. (Foto: Fernando Morales/CIMMYT)

Cuando a los 15 años Ángel Chonteco Márquez se convirtió en productor, no imaginó que el maíz podría tener otros usos, además de ser la materia prima para las tortillas, la base de la alimentación de las familias de La Pe y el resto de municipios oaxaqueños.

Mediante el proyecto Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche —de Walmart Foundation y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) —, hoy, los maíces nativos que Ángel cosecha tienen como fin último la destilación. 

Carlos Galván García, técnico de Ricinomex y colaborador del CIMMYT, comenta que el proceso de asociatividad se liga a compras consolidadas a un precio por arriba del mercado local: “Los productores podrán comercializar en grupo, con un precio estable y sin tanta variación, tendrán un mercado seguro”, como ya lo tienen tres mil productores de Valles Centrales que venden su maíz a Ricinomex, biorefinería que se encarga de la destilación.

El whisky que se produzca con el maíz criollo cosechado en La Pe, Ejutla, tiene miras de exportación: “Este producto también se va a comercializar fuera de México, en Estados Unidos, e irá creciendo año con año para abastecer el mercado de whisky”, afirma Carlos Galván.

De entre las prácticas y tecnologías promovidas por el proyecto se encuentran los silos metálicos herméticos y otras soluciones poscosecha. Gracias a estas opciones el maíz puede ser almacenado antes de ser comercializado, conservando su calidad sin necesidad de usar agroquímicos. 

El señor Ángel Chonteco, quien también funge como Comisariado de Bienes Comunales, cuenta con tres silos metálicos herméticos que le permiten conservar su cosecha, minimizando las pérdidas por plagas de almacén porque, cuando el maíz recién cosechado solo se guarda en bolsas o costales carentes de hermeticidad, las posibilidades de pérdida aumentan notablemente. 

Comercializar el maíz que ahora sabe “no solo es para tortillas, si no para otras cosas más”, significa para Ángel un bienestar familiar, ya que aparte de cosechar para el autoconsumo, “va a salir para la economía de nosotros”, comenta el productor. 

En Ricinomex trabajamos con productores en más de 60 comunidades de Valles Centrales de Oaxaca. Nosotros les brindamos capacitación sobre las tecnologías que promueve el CIMMYT para que ellos hagan un mejor aprovechamiento de sus tierras. Nosotros les compramos toda su producción de higuerilla y, actualmente, con este nuevo producto que es el whisky, también el maíz criollo oaxaqueño”, refiere Jonathan Hernández Díaz, representante de Ricinomex. 

La diversificación comercial de Ricinomex, junto con el proyecto de diversificación de cultivos y vinculación a mercados de Walmart y el CIMMYT están impactando favorablemente en la región: “Nos dimos cuenta de que la mayoría de nuestros agricultores siembran la higuerilla intercalada con maíz, frijol o calabaza. Y fue por la broma de un productor que surgió la idea de convertir un maíz criollo en una bebida. Así lanzamos Deidades, que es un whisky 100% hecho con maíces nativos de los Valles Centrales de Oaxaca”, enfatiza el representante de Ricinomex.

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Disponible el primer boletín de la Mesa Técnica Agroclimática Apícola de Yucatán

Abeja alimentándose en una parcela con maíz y leguminosas. (Foto: Fernando Morales/CIMMYT)
Abeja alimentándose en una parcela con maíz y leguminosas. (Foto: Fernando Morales/CIMMYT)

De aproximadamente 20 mil especies de abejas que existen en el mundo, más del 85% son solitarias y no viven en colmenas, así que solo pocas especies producen miel.  Las abejas melíferas son las abejas productoras de miel más conocidas, aunque constituyen solo nueve especies del total y, de estas, la abeja europea Apis mellifera es la más extendida tanto en el imaginario social como en la apicultura, es decir, la crianza y cuidado de las abejas para obtener miel, jalea real, propóleo, cera y polen. 

En América no existían abejas del género Apis, así que las civilizaciones mesoamericanas cultivaron diversas variedades de los géneros Trigona y Melipona, entre las que destaca la abeja melipona o abeja maya (Melipona beecheii), que aún se trabaja en Yucatán siguiendo la tradición de la meliponicultura de la cual los mayas alcanzaron un grado de complejidad único. 

La producción de miel, sin embargo, es solo uno de los grandes beneficios de las abejas. El menos visible, pero muy probablemente el más importante es la polinización —que es la transferencia de granos de polen de la parte masculina de una flor (antera) a la parte femenina (estigma) de otra o de la misma flor—, proceso que sí realizan todas las especies de abejas y, de hecho, las abejas nativas tienen un papel muy relevante.

Los polinizadores son fundamentales para la continuidad de la vida en el planeta. Abejas, colibríes, avispas, abejorros, mariposas y otros polinizadores son esenciales para la producción del 35% de los cultivos que se consumen en el mundo. En el caso de México se estima que de las 236 plantas cultivadas que son utilizadas como comestibles, se consumen los frutos o semillas de 171, de las cuales 85% depende de los polinizadores.

Por su importancia económica y sus invaluables servicios ecosistémicos, las abejas y los otros polinizadores son organismos esenciales. Los monocultivos y el uso inadecuado y excesivo de insecticidas afectan a estas especies y, en cambio, los cultivos diversificados y los enfoques agroecológicos benefician sus poblaciones. 

Por la relevancia de los polinizadores y sus amplios beneficios a la agricultura, desde el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) se impulsan prácticas como el Manejo Agroecológico de Plagas y la diversificación de cultivos principalmente con especies que presentan floración —como diversas leguminosas y algunas oleaginosas—, ya que se estima que el 90% de las flores requiere polinización.

En el marco de la estrategia Mesas Técnicas Agroclimáticas, también se considera a las abejas. En el primer boletín de la Mesa Técnica Agroclimática Apícola de Yucatán —en cuya primera edición participaron la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), el Gobierno del estado de Yucatán, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), la Universidad Autónoma de Yucatán (AUDY), el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), el CIMMYT y otros centros CGIAR—, por ejemplo, se ofrece información relevante para los apicultores de la región. 

Este mes de mayo —precisa el boletín agroclimático— aumentará considerablemente el régimen de lluvias en gran parte de todas las regiones de interés para la apicultura y, debido a las variaciones de temperatura, de humedad, de lluvias y frecuencia de frentes fríos y nortes registradas en la región, algunas especies productoras de néctar adelantarán o atrasarán su floración (desfase en su floración).

Además, señala el documento, debido a la presencia de floraciones y de los flujos de néctar y polen en el campo, no es necesario durante este trimestre proporcionar alimentación artificial a las colonias de abejas basados en jarabes de azúcar (alimentación energética) y suplementos o sustitutos de polen (alimentación proteica), pero sí es importante preservar y conservar los parches de monte alrededor de los apiarios y evitar la eliminación de especies vegetales en floración alrededor de cultivos agrícolas y carreteras ya que son fuentes de néctar y polen para las abejas. 

Esta y más información está disponible en el primer boletín de la Mesa Técnica Agroclimática Apícola de Yucatán, disponible aquí.