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Inicia plan de capacitación de técnicos mexiquenses para producción sustentable de maíz

Texcoco, Edo. Méx.- En el marco de la colaboración del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y la Secretaría del Campo del Estado de México (SECAMPO), dio inicio el Plan de Capacitaciones en Temas Específicos para fortalecer la formación de más de 100 técnicos en el manejo del sistema de granos básicos, principalmente el maíz con base en la Agricultura Sustentable.

Durante la inauguración del evento, Mercedes Colín Guadarrama, titular de la Secretaría del Campo del Gobierno Estado de México, sostuvo que este esfuerzo conjunto tiene como objetivo desarrollar y fortalecer las competencias del personal de la dependencia para favorecer la implementación de tecnologías sustentables en la cadena agrícola y proporcionar una mayor y mejor vinculación con el productor.

Celebro la participación de los 114 técnicos del Programa “Más Maíz Mexiquense” y de los siete técnicos de la Dirección General de Comercialización Agropecuaria. El día de hoy materializamos un esfuerzo que comenzó hace algunos meses cuando firmamos el convenio de colaboración entre la SECAMPO y el CIMMYT en el cual coincidimos que la capacitación debe ser el detonante de las acciones que juntos emprendamos. Nos han proporcionado un traje a la medida con este programa de capacitación para el desarrollo de las actividades de los productores mexiquenses”.

Los temas de los cursos virtuales que se desarrollarán durante los próximos dos meses y que serán impartidos por personal del CIMMYT en diferentes módulos son: Manejo Integrado de Malezas; Manejo Agroecológico de Plagas; Modelo de Negocios y Asociatividad; Selección Masal; Manejo básico de maíz híbrido y nativo; Estimación de rendimiento; Manejo poscosecha; Principios de Agricultura de Conservación; Fertilización Integral y Calibración de equipos.

La titular de la SECAMPO agregó que, para el gobierno mexiquense, es prioridad la sustentabilidad del campo, garantizar mejores condiciones para los más de 375 mil productores agropecuarios de la entidad “todos estos esfuerzos nos consolidan como el cuarto productor más importante del país con una producción de más de 1 millón 700 mil toneladas de maíz”.

Comentó además que los técnicos de la Secretaría del Campo acuden a esta capacitación con la instrucción de adquirir el conocimiento con la consigna de ser multiplicadores y transmitir los aprendizajes: “Reitero además el reconocimiento al CIMMYT, pues solo unidos podemos hacer del campo una tierra de mayores oportunidades y mejores condiciones de vida para las y los productores mexiquenses”. 

Durante la inauguración, el doctor Jelle Van Loon, Representante Regional para las Américas del CIMMYT, comentó que esta colaboración que hoy inicia tiene el objetivo de capacitar a técnicos con prácticas agronómicas sustentables para mejorar y utilizar el sistema productivo de maíz “esta serie de cursos sobre el desarrollo de capacidades —que inicia con el Manejo Integrado de Malezas—, ofrece a los técnicos y a los agricultores la posibilidad de lograr una mayor productividad en el campo, este es el reto que el CIMMYT y la Secretaría del Campo han iniciado con esta colaboración”.

Por su parte, Edgar Díaz Álvarez, Director General de Agricultura del Gobierno del Estado de México, agradeció al CIMMYT la oportunidad de tener esta capacitación para los extensionistas que les permitirá contribuir a la adaptación de soluciones en el campo con los productores de maíz: “Si bien estamos terminando ya el ciclo agrícola 2021, estamos preparándonos para enfrentar con éxito el ciclo 2022, en sus manos señores agrónomos, señores técnicos, está no solamente ocupar un lugar más en el pódium de productores de maíz como entidades federativas, en sus manos está que la productividad tenga éxito”.

Agregó que en el Estado de México se requieren casi cinco toneladas anuales de maíz para cubrir las necesidades per cápita de cada uno de los mexiquenses “ahí está el reto, tenemos que producir un poco más para que así hagamos de la seguridad alimentaria una realidad”.

Durante el primer curso impartido sobre Manejo Integrado de Malezas, el ingeniero Francisco López Olguín, Coordinador Técnico del Hub Valles Altos del CIMMYT y facilitador de este tema, destacó la importancia de conocer las características biológicas y ecológicas de las malezas predominantes en los campos, sobre todo durante sus fases de crecimiento y desarrollo. Habló además de los métodos más comunes para el manejo de malezas como los preventivos, mecánicos, culturales, químicos y biológicos.

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La Agricultura de Conservación maximiza sus beneficios en ciclos poco favorables

Guanajuato.- Durante el ciclo otoño-invierno los principales cultivos en Guanajuato son el trigo y la cebada. Su producción se concentra en la región sur del estado, conocida como Bajío. Sin embargo, el sistema de producción convencional de trigo y cebada presenta diversos factores limitantes que condicionan cada vez más la rentabilidad de estos cultivos.

Entre las principales problemáticas están los altos costos de producción derivados de un movimiento innecesario de suelo —rastra, cinceleo, barbecho, cuadreo, siembra y surcado—, el uso de altas cantidades de semilla —más de 200 kilogramos por hectárea (kg/ha)—, problemas de acame debido a la alta densidad y exceso de fertilizantes nitrogenados, baja eficiencia en el uso de fertilizantes, presencia de enfermedades de suelo —principalmente debido al mal manejo del agua, tendidos de riego largos y láminas de riego excesivas—, así como problemas de malezas debido al uso recurrente de los mismos ingredientes activos.

Para brindar alternativas a estas problemáticas, el equipo técnico de MasAgro Guanajuato —programa de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— promueve un amplio menú de tecnologías sustentables —que tienen como base la Agricultura de Conservación— que, en comparación con prácticas convencionales, le permite a los productores obtener mayores rendimientos y utilidades. 

Entre las principales prácticas promovidas están: movimiento mínimo de suelo, disminución de densidades de siembra a menos de 150 kg/ha, nuevas variedades de trigo con mayor potencial de rendimiento —destacando las variedades Alondra, Ibis y Cisne—, fraccionamiento del fertilizante nitrogenado de manera eficiente y dosis de fertilización con base en sensores ópticos, diseño de riego para uso eficiente del agua, Manejo Agroecológico de Plagas, y arreglo de siembra en surcos o en camas anchas.

Al comparar los resultados se encontró un rendimiento mayor en 0.422 toneladas por hectárea (t/ha) en las parcelas con prácticas sustentables con respecto al promedio regional —lo que representa una tasa de variación del 7% a favor de las innovaciones sustentables y demuestra el impacto de una intervención efectiva—. Mientras que al comparar las parcelas de innovación con respecto a sus testigos con prácticas convencionales se encontró una diferencia a favor de las parcelas de innovación de 0.114 t/ha.

Con respecto a la utilidad por hectárea, se observó mayor utilidad en las parcelas de innovación con prácticas sustentables. Específicamente, se registró un incremento en la utilidad del 13.7% a favor de las innovaciones, lo que representa $2,180 más de ingresos adicionales por hectárea para los productores. 

Es importante resaltar que, en general, en el ciclo en mención los rendimientos en la región fueron muy favorables gracias a la acumulación de horas frío. No obstante, también hubo una menor disponibilidad de agua para riego. Esto confirma que la Agricultura de Conservación promovida por MasAgro Guanajuato tiene el potencial de maximizar sus beneficios en años no favorables para el desarrollo del cultivo, mostrando así la resiliencia del sistema.

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Agriba Sustentable, un nuevo proyecto para impulsar la producción sostenible en El Bajío

Guanajuato.- La alianza entre PepsiCo México, Grupo Trimex y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) promoverá prácticas agrícolas sustentables entre pequeños y medianos productores de trigo en los estados de Guanajuato y Michoacán, así lo anunciaron representantes de estas organizaciones al presentar el proyecto Agriba Sustentable (Agricultura del Bajío Sustentable), con el que la colaboración busca impactar positivamente en diversos aspectos ambientales, sociales y económicos en la región donde operará el proyecto. 

Agriba Sustentable se suma a la estrategia PepsiCo Positivo (pep+), a través de la cual esta organización busca implementar prácticas agrícolas regenerativas en una amplia superficie agrícola a nivel global a fin de obtener sus cultivos e ingredientes clave de forma sostenible. En esta visión, la reducción de emisiones, la optimización del consumo de agua, la mitigación de los efectos del cambio climático y el mejoramiento de los medios de vida de los productores, son fundamentales. 

En el caso de la región de El Bajío, se busca incrementar el número de pequeños y medianos productores de trigo, proveedores de Grupo Trimex, que adopten prácticas de Agricultura Sustentable para diversos productos de Gamesa, ya que el trigo es la materia prima esencial para la elaboración de galletas de esta marca.

La Agricultura Sustentable es particularmente importante para la producción de trigo, un cultivo muy susceptible a los efectos del cambio climático —se estima que cada grado que aumente la temperatura global, se traduce en una pérdida de producción de 5% para este cultivo—. En este sentido, a través del soporte científico del CIMMYT el proyecto promoverá prácticas que incluyen el uso de herramientas de diagnóstico de deficiencias de nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K); fertilización integrada; Agricultura de Conservación (gestión de residuos, labranza mínima, diversificación de cultivos); control de plagas y enfermedades, entre otras. Las tecnologías promovidas son muy amplias y se suman a muchas opciones tecnológicas desarrolladas localmente que mejoran los sistemas de producción. 

La alianza entre PepsiCo México, Grupo Trimex y el CIMMYT contribuirá de forma significativa a impulsar la Agricultura Sustentable de El Bajío, no solo para conservar y regenerar los recursos naturales, sino también para mejorar los medios de vida de los productores de esta región clave para la agricultura nacional. 

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Opciones de Agricultura Sustentable para Zacatecas

General Pánfilo Natera, Zac.- De acuerdo con la Encuesta Nacional Agropecuaria del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), entre los principales problemas del campo mexicano en la actualidad están los altos costos de los insumos, los riesgos derivados de las variaciones climáticas —incluyendo una mayor incidencia de plagas y enfermedades—, la falta de capacitación y asistencia técnica, la pérdida de fertilidad del suelo y el abandono del campo.

En Zacatecas, un estado con suelos muy degradados y altos índices de migración es necesario implementar acciones para hacer más rentable y sustentable la agricultura estatal. Por esta razón, con la colaboración de diversas instituciones, el pasado 17 de septiembre se realizó una demostración de diversas tecnologías agrícolas sustentables, dirigida a productores del municipio General Pánfilo Natera, donde se encuentra el módulo “Parcela El Banco”, en la comunidad La Blanca, donde se realizó la actividad.

La demostración en campo reunió a alrededor de 70 personas, entre productores, técnicos, especialistas, alumnos de nivel superior, y representantes de algunas de las instituciones participantes, como Julio César González Márquez, de la Universidad para el Bienestar Benito Juárez García (UBBJ) en General Pánfilo Natera; y Fredy González Vázquez, Presidente Municipal de General Pánfilo Natera. 

La demostración en campo estuvo integrada por tres módulos. En el primero, Cultivos alternativos: sorgo y girasol, se expuso que los cultivos alternativos contribuyen a romper el ciclo de plagas y enfermedades, mejoran la estructura del suelo y permiten aprovechar mejor la humedad existente en el suelo, así como un mejor uso del agua.

En el segundo módulo, Sistemas de producción en maíz y frijol, se exhibió una muestra de parcela de 5×3.20 metros para contrastar prácticas convencionales e innovaciones sustentables, también se abordó la opción de realizar las curvas a nivel para conservar suelos y agua en terrenos con pendiente. 

Finalmente, en el tercer módulo, Manejo Agroecológico de Plagas, se comentó sobre los beneficios del uso de trampas a base de melaza para controlar insectos que afectan cultivos como el maíz y chile; también se expuso cómo con la aplicación de microorganismos benéficos se logró disminuir de 850 a 60 palomillas contabilizadas por día. 

Cabe resaltar que los expositores de los módulos fueron los alumnos Yoselyn Tiscareño, Erick Osorio, José Juan Macías, Daniel Becerra, Irma Cordero, Fátima Vargas, Alma Olivo, Karolina de la Riva, Leticia Ortiz, Alejandra López y Cristian Díaz; junto con los ingenieros Julio César González de la UBBJ —quien también colabora para el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) a través del Grupo Agrocime—, Enrique Medina del INIFAP, y Andrea Loera.

Para los productores asistentes las opciones presentadas constituyen un primer acercamiento a la Agricultura Sustentable, la cual va ganando cada vez mayor presencia gracias a la articulación de esfuerzos entre instituciones de diferentes sectores y, por supuesto, gracias a la entusiasta participación de los jóvenes estudiantes. 

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Cultivar es un acto heroico

Texcoco, Edo. Méx.- Comer es una actividad básica sobre la que el ser humano ha construido gran parte de su cultura. Una necesidad humana y un placer cotidiano sobre el que la gastronomía consolida una suerte de imperio mediático con decenas de programas, series, concursos… Paradójicamente, la seguridad alimentaria y la agricultura, las otras caras del prisma de la alimentación humana, no reciben la misma atención y, sin embargo, son parte fundamental de la historia y el destino de la humanidad. 

Si se trazaran y examinaran de forma conjunta las curvas del crecimiento poblacional del planeta y de la producción agrícola global desde el Neolítico hasta la actualidad se podría observar que, en términos generales, ambas han avanzado de forma más o menos paralela. Destacarían dos momentos clave en que estas curvas se separan (al menos de forma más notable): el primero alrededor de hace 60 años y el segundo en la época actual. ¿Qué ocurrió entonces y qué ocurre ahora?

Hace aproximadamente 60 años, derivado de un desarrollo industrial desigual en los países, sobrevino un crecimiento poblacional exponencial y hambrunas en diversos puntos del planeta ―afectando particularmente a países como India y Pakistán, con una gran sobrepoblación―. La producción agrícola de entonces era incapaz de proveer todo el alimento que se necesitaba y millones de personas estaban en riesgo de perecer debido a la hambruna. 

Gracias a los trabajos de mejoramiento de cultivos que el doctor Norman E. Borlaug realizó en México (y con investigadores y productores mexicanos) no solo se salvaron millones de vidas de la hambruna —hecho que lo hizo acreedor al Premio Nobel de la Paz en 1970—, sino que se sentaron las bases de la agricultura moderna y la producción de cultivos mejorados. Este hecho contribuyó notablemente a que las líneas del crecimiento poblacional y de la producción agrícola global avanzaran nuevamente de forma paralela pues permitió que se produjeran más alimentos y que estos estuvieran accesibles para los sectores de la población más vulnerables.

Hoy, no hay duda de que la aplicación de la ciencia en la agricultura ha ayudado notablemente a producir los alimentos necesarios para una población que sigue creciendo, pero si se observan detenidamente las curvas en mención, se podrá observar que, en años recientes, mientras la población sigue creciendo a un ritmo notable ―aunque ya no de forma exponencial―, la productividad agrícola aumenta, pero con menor pendiente. 

Si las proyecciones se cumplen ―es decir, si la sociedad no cambia sus formas de producción y consumo―, la humanidad producirá menos alimentos de los que necesitará para alimentar a los 9,700 millones de personas que poblarán el planeta hacia el año 2050. ¿Cuál es la solución a este desafío si el cambio climático, la degradación de las tierras cultivables, la migración y otros fenómenos avanzan inexorablemente complicando la tarea?

El crecimiento de la producción mundial de cultivos en la presente década, señalan diversas proyecciones, solo será posible si se hace un uso más intensivo de los recursos disponibles, se invierte en tecnologías de producción y mejoramiento de las prácticas de cultivo y se intensifica el uso de la tierra mediante cosechas múltiples al año, entre otras prácticas sostenibles que permitan, a la vez, encarar otros retos como la preservación de la diversidad de las especies cultivables. 

Desde el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) ―institución que mantiene vivo el legado del doctor Norman E. Boulaug― se trabaja para poner el conocimiento científico al servicio de técnicos y productores, héroes de la alimentación que con su trabajo diario hacen posible que la sociedad disponga de alimentos. En el marco del Día Mundial de la Alimentación 2021 (16 de octubre) invitamos a leer la historia de algunos de estos héroes y heroínas.

En la Península de Yucatán, por ejemplo, Edgar Martín Miranda y un grupo de productores están rescatando maíces nativos; en Campeche, doña Petro resguarda semillas para enseñarle a los jóvenes cómo cultivarlas y preservar al mismo tiempo su riqueza cultural; o la señora María Inés Beltrán quien, en el norte del país, está rompiendo estereotipos y abriendo brecha para otras mujeres productoras. Estas tres son tan solo un ejemplo de tantas historias que se tejen en el trabajo cotidiano en la parcela y que confirman la pertinencia y la necesidad de poner la ciencia al servicio de la sociedad. 

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Mujeres líderes en la agricultura

Texcoco, Edo. Méx.- La conmemoración del 15 de octubre, Día Internacional de las Mujeres Rurales, busca que la sociedad reconozca a la mujer por su contribución en el desarrollo rural y agrícola, la erradicación de la pobreza y la mejora en la seguridad alimentaria. Se conmemora desde 2008 y es un llamado para mejorar la condición de las mujeres en el campo.

En México se estima que 14% de las personas que se dedican al campo y que son responsables del manejo y de la toma de decisiones de la unidad de producción son mujeres, pero, como fuerza laboral agrícola, se calcula que ellas representan más del 40%. Esta diferencia es un botón de muestra de la significativa discriminación que enfrentan en lo referente a la propiedad de la tierra, la participación en la toma de decisiones y el acceso a recursos, crédito y mercado en el ámbito rural.  

De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), si las mujeres tuvieran el mismo acceso que los hombres a los recursos, la producción agrícola en los países en desarrollo aumentaría hasta 4% y el número de personas desnutridas en el mundo disminuiría aproximadamente hasta 17%. Por esta razón, es fundamental impulsar el desarrollo de capacidades de las mujeres rurales. 

Para el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), el conocimiento científico tiene el potencial de mejorar la condición de las mujeres en el campo si este es puesto al servicio de las productoras de forma adecuada, es decir, con perspectiva de género. Esto significa que las tecnologías, las prácticas agrícolas y los proyectos deben ser incluyentes. 

Desde el laboratorio de investigación hasta la parcela y el acompañamiento técnico, las mujeres adquieren cada vez más roles decisivos. El liderazgo de estas mujeres científicas, técnicas, productoras, ha permitido inspirar a otras mujeres y juntas están construyendo un campo más inclusivo para todos y de esto da cuenta el artículo “Mujeres sin límite por la agricultura”, que forma parte del más reciente número de la Revista EnlACe. 

En este artículo Natalia Palacios, líder del laboratorio de calidad nutricional del Maíz del CIMMYT; Carolina Cortés, coordinadora técnica del Hub Pacífico Norte del CIMMYT y María Inés Beltrán, productora agrícola, dialogan sobre el papel clave que desempeñan las mujeres y la importancia de cerrar la brecha de género en aras del desarrollo. No te lo pierdas. 

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Maíz nativo, hacia una vida digna para sus productores

Oaxaca.- A más de un año de la publicación de la Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo y en el marco de dos importantes conmemoraciones que ponen bajo los reflectores la producción nacional de maíz —el pasado Día Nacional del Maíz (29 de septiembre) y el próximo Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza (17 de octubre)—, resulta oportuno reflexionar sobre las opciones que tienen los pequeños productores de maíz en Oaxaca para que su actividad agrícola no solo sea sustentable, sino también rentable. 

Oaxaca, junto con Puebla y Guerrero, está considerado como uno de los microcentros de origen y diversificación de maíz. El estado alberga en su territorio —y gracias a sus agricultores— la mayor riqueza genética de maíz nativo del país, sin embargo, es deficitario en este grano, es decir, consume más maíz que el que produce.

Además, en Oaxaca nueve de cada 10 unidades de producción agropecuarias son pequeñas, y ocho de cada 10 pequeñas unidades de producción tienen problemas de seguridad alimentaria (FAO, 2012). De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval, 2020), seis de cada 10 oaxaqueños se encuentra en situación de pobreza y se estima que el consumo de maíz representa el 50% de su ingesta calórica y el 40% de su ingesta de proteínas. 

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) considera a la agroecología como una contribución positiva para la erradicación del hambre y la pobreza extrema, así como un medio para facilitar la transición hacia sistemas alimentarios más productivos, sostenibles e inclusivos (Graziano da Silva, 2014). 

En esa misma línea, el doctor Efraín Hernández Xolocotzi (1913-1991) —gran parte de la exploración de este destacado etnobotánico fue apoyada por la Fundación Rockefeller, principal impulsor para la conformación de las colecciones del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), donde se resguarda la mayor parte del material recolectado por el doctor Efraín— refería que una visión diversificada e integral del sistema milpa permitía aprovechar el espacio, la naturaleza y el territorio, así como la combinación de producción agrícola y ganadera de traspatio, producción acuícola, producción artesanal, extracción de recursos de los bosques, etc. 

¿Cómo trasladar este enfoque agroecológico a la realidad de Oaxaca? Parte de la respuesta está en la experiencia de pequeños productores oaxaqueños como Hugo Miguel Santiago, de 36 años. Él siembra seis diferentes tipos de maíces: cinco maíces nativos, o criollos —asociados con frijol y calabaza—, y un criollo mejorado que se siembra a mayor densidad en comparación de otros criollos —este material lo obtuvo en 2018 durante un evento demostrativo del CIMMYT donde se difundió este y otros cultivos. Este criollo mejorado, en particular, fue desarrollado por el señor Antonio Chávez Jiménez a partir de la cruza de un Tuxpeño amarillo y un Bolita blanco—.

Si bien el total de la superficie cultivada por Hugo no sobrepasa una hectárea, gracias a su experiencia como productor y a la implementación de diversas tecnologías sustentables promovidas por el CIMMYT logró incrementar sus rendimientos y hace dos años comenzó a comercializar parte de sus excedentes de producción de maíz blanco y negro a Xub Maíz, una tortillería de maíces nativos ubicada en la ciudad de Oaxaca de Juárez. 

Por supuesto, el proceso para optimizar el sistema de producción no fue sencillo ni automático, ya que inicialmente Hugo y su familia priorizaron incrementar su número de animales de graja. La cría de gallinas, gallos de pelea, conejos, cerdos, toros, chivos, borregos y conejo constituye una importante fuente de ingresos para muchas familias en Oaxaca, lo cual hace que algunas veces no consideren alternativas para su producción agrícola, realizándola básicamente para el autoconsumo. 

Actualmente Hugo y su familia continúan con la crianza de ganado menor, pero también tienen un pequeño huerto de hortalizas y ya consideran nuevas posibilidades para su producción de maíces nativos. Por ejemplo, debido a los problemas de sequía recientes —el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) prevé que, en los próximos 24 años, Oaxaca será más árido por una disminución significativa de las lluvias(6%) y un aumento de la temperatura (2°C)—, este año establecieron una parcela de evaluación de maíces nativos negros. La intención es identificar cuál puede tener una mejor respuesta en el territorio para abastecer este nicho de mercado. 

Si bien la conservación del maíz nativo es importante y acapara los reflectores de la opinión pública, esta no será viable si no se adoptan prácticas sustentables que le permitan a los pequeños productores adaptarse y mitigar los efectos del cambio climático y la degradación de los suelos. Más aún, la producción sustentable de maíces nativos no será viable si los productores no pueden aspirar a una vida digna desde su labor en el campo. 

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Un seminario al pie de la parcela

Sombrerete, Zac.- Como parte de las actividades del Seminario de Agricultura Sostenible en Zacatecas ―que inició el pasado 24 de septiembre y concluirá el próximo 22 de octubre―, este 30 de septiembre se conmemoró el Día Nacional del Maíz en un acto realizado en la comunidad Emiliano Zapata, en Sombrerete, Zacatecas, el cual contó con la participación de diversas autoridades institucionales, participantes de los programas Producción para el Bienestar y Jóvenes Construyendo el Futuro, técnicos, productores y el Consejo de Vigilancia del Ejido de Emiliano Zapata, representado por su presidente, Aurelio Ramírez López.

José María Llamas Caballero, representante de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural en Zacatecas, mencionó que la Agricultura de Conservación es el camino que se tiene que seguir en esta región para mejorar la producción y mantener suelos sanos y productivos. En este sentido, Jorge Luis García, representante Regional de la Comisión Nacional de Zonas Áridas (CONAZA), enfatizó en el tema de la erosión de los suelos y en la disposición de la CONAZA para trabajar en conjunto con las otras instituciones que operan en la zona para lograr que la producción de maíz sea sostenible. 

René Ruíz Garduño, coordinador de la Estrategia de Acompañamiento Técnico del programa Producción para el Bienestar de los municipios Pánuco, Villa de Cos, Sombrerete, Río Grande, Fresnillo y Zacatecas, resaltó la importancia de difundir los beneficios de la Agricultura de Conservación ya que solo 2% los productores atendidos por el programa federal han implementado prácticas de dicho sistema de producción. 

Al respecto de la importancia de difundir prácticas sustentables, becarios de Jóvenes Construyendo el Futuro presentaron un video sobre cómo se realizan las curvas de nivel, una de las prácticas más útiles en la zona pues disminuye la erosión del suelo y permite aprovechar mejor el agua de lluvia. 

Cabe mencionar que el acto incluyó la visita a una parcela donde se cultiva maíz con Agricultura de Conservación. Allí, los asistentes pudieron observar directamente los beneficios de este sistema de producción en comparación con prácticas convencionales. Las innovaciones exhibidas son resultado de la intervención y colaboración de técnicos certificados en Agricultura Sustentable por el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), quienes desde 2014 han impulsado prácticas sustentables en la región de Sombrerete.

Finalmente, los agricultores, técnicos y representantes institucionales que participaron en el acto conmemorativo concluyeron que es importante seguir promoviendo las prácticas de Agricultura de Conservación para la restauración de los suelos. En este sentido, el Seminario de Agricultura Sostenible en Zacatecas contribuye a este objetivo y ofrece además una amplia variedad de actividades que van desde las ponencias de especialistas en línea hasta los recorridos de campo en un esfuerzo por poner los conocimientos derivados de la investigación al servicio de los productores. 

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Nuevas variedades de maíz para mejorar la producción de leche y carne

León, Gto.- La plataforma de investigación de León es un espacio donde actualmente se están evaluando nuevas variedades de maíz con la finalidad de mejorar el panorama agropecuario de Guanajuato. En la plataforma ya se ha logrado incrementar alrededor de 45% la producción de maíz forrajero con respecto al rendimiento promedio en la región, pero los nuevos estudios buscan además identificar aquellas variedades de maíz que después de su cosecha y su proceso de ensilaje den forrajes de mayor calidad a fin de favorecer la producción de leche y carne. 

La plataforma de investigación de León forma parte de la red de plataformas de MasAgro Guanajuato —programa de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— y en ella colaboran investigadores de la Universidad De La Salle Bajío y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT). La plataforma incluye un área de validación o vitrina de maíces en la que se están evaluando 16 variedades de maíz, aproximadamente. De estas se están recolectando datos como el rendimiento final en forraje verde, materia seca, el rendimiento en grano, así como parámetros importantes de calidad como los relacionados con los almidones, las fibras y la digestibilidad del ensilaje. 

La alianza estratégica del centro de investigación científica internacional y la institución de educación superior, mediante MasAgro Guanajuato, tiene el objetivo de facilitar la difusión del conocimiento científico entre los productores. En este sentido, recientemente se realizó un recorrido de campo donde se mostraron los resultados preliminares de las nuevas variedades comerciales de maíz sembradas con prácticas de Agricultura de Conservación —en el cual también estuvieron presentes representantes de diversas casas comerciales de semillas—.

En la plataforma, los estudiantes de la Escuela de Agronomía realizan, entre otras, prácticas enfocadas al muestreo de diversos componentes, parámetros o características como la densidad de población, altura de planta, altura de mazorca, peso de mazorca, ancho de las hojas, entre otras; así se colectan diversas muestras que se ensilan en micro silos que tiene la universidad para su fermentación; después se vuelven a tomar muestras y estas se llevan al laboratorio para realizar análisis bromatológicos —evaluación de las propiedades químicas y calidad de los nutrientes— con los cuales se pueden obtener datos sobre rendimiento y calidad final del grano y del forraje.

Otro de los objetivos fundamentales de la plataforma es la generación de datos e información para apoyar a los agricultores locales en temas como el manejo agronómico de sus cultivos, los diversos tipos de labranza y la calidad de ensilaje. Atendiendo estos aspectos, la Agricultura de Conservación ha demostrado ser un sistema relevante para aumentar el potencial productivo de forraje en la zona, permitiendo pasar de 64 toneladas por hectárea (t/ha), que es el rendimiento promedio de maíz forrajero en León, hasta datos promedio de 108 t/ha de forraje verde que se han obtenido en la plataforma.

A través de la evaluación de las nuevas variedades es posiblemente identificar aquellas que después de su cosecha y su proceso de ensilaje den un forraje de alta calidad. Este es un punto clave para los productores —tanto pequeños o medianos productores que producen solo maíz para silo, o medianos o grandes productores y ganaderos que se enfocan a la producción de leche o carne—, ya que la calidad de un buen ensilaje se traduce en una mayor cantidad de kilogramos de peso en ganado para producción de carne o en más litros de leche en ganado lechero. 

Con este tipo de estudios, MasAgro Guanajuato busca que el sistema de los productores locales ya no se enfoque exclusivamente en el rendimiento en toneladas, sino también en una mayor calidad en su ensilaje a partir de la elección de variedades más adecuadas y de prácticas más sostenibles. En este sentido, es importante destacar que durante el recorrido de campo se habló del uso de drones para fumigar o fertilizar grandes extensiones de cultivo, así como del uso de feromonas de confusión sexual como una alternativa real para contrarrestar el uso de sustancias químicas para combatir al gusano cogollero, entre otras prácticas sustentables.

Así, a través de la plataforma de investigación de León, ubicada en el rancho Los Ramírez, los productores pueden tener acceso a las diversas evaluaciones —los datos de la evaluación aquí referida serán públicos y estarán disponibles una vez concluido el análisis de todos los datos, los cuales podrán ser recabados en su totalidad hasta la cosecha— para elegir aquellas variedades adecuadas que, al final, se traducirán en un aumento en carne de su ganado o el aumento de producción de litros de leche. 

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El campo en un mundo de ciudades

Texcoco, Edo. Méx.- Actualmente cerca de la mitad de los habitantes del mundo viven en zonas urbanas y se espera que en menos de 10 años sea el 60% de la población mundial la que esté viviendo en ciudades. De acuerdo con las Naciones Unidas, la rápida urbanización tendrá consecuencias graves de no tomarse hoy las medidas adecuadas. La recogida de residuos, los sistemas de agua y saneamiento, el transporte y el abastecimiento de alimentos serían los aspectos más problemáticos y darían como resultado un número creciente de habitantes en condición de pobreza e inseguridad alimentaria, infraestructuras y servicios inadecuados y sobrecargados, así como un aumento del deterioro del medioambiente.

Para reflexionar sobre esta preocupante situación a la que se enfila la humanidad, las Naciones Unidas designaron el primer lunes de octubre de cada año como Día Mundial del Hábitat. La fecha también sirve como un recordatorio de que todos tenemos la responsabilidad de moldear el futuro de nuestros hábitats, así que una de las preguntas esenciales es, sin duda, la referente a pensar cómo será el campo en un mundo de ciudades.

Si bien las ciudades y las áreas metropolitanas son importantes para la economía de los países, el sustento de sus habitantes no puede provenir de su interior sino, necesariamente, de las zonas rurales, del campo. ¿Cuál ha de ser la relación entre el campo y la ciudad?, ¿cómo seguir cubriendo las necesidades alimenticias de toda la sociedad (del campo y de la ciudad) en medio de un escenario donde el crecimiento urbano reduce la superficie cultivable?

De acuerdo con un estudio del Instituto de Recursos Mundiales (WRI México, 2021), la mayoría de las ciudades mexicanas se ha expandido, formando ciudades menos densas, pero más extensas. En el estudio destacan las altas tasas de crecimiento en las ciudades turísticas costeras (Cabo San Lucas y San José́ del Cabo en Baja California Sur, Playa del Carmen y Cozumel en Quintana Roo, Puerto Vallarta en Jalisco, Manzanillo en Colima y Puerto Peñasco en Sonora) y las ciudades del norte del país, particularmente las ciudades fronterizas de Baja California y Sonora (Tijuana, Mexicali, Nogales).

“A una escala menor, las localidades periféricas de las zonas metropolitanas cobran especial importancia, ya que crecen a ritmos cuatro veces superiores a las localidades centrales”, señala el estudio, el cual enfatiza además en que esta dinámica implica una triple afección: la expansión urbana (y sus repercusiones ya señaladas), el incremento de la movilidad mediante automóviles (y por tanto el incremento de emisiones contaminantes), y la polarización socioeconómica en el acceso a satisfactores (como los alimentos que provienen del campo). 

Fuente: 

  • Zubicaray, G., Brito, M., Ramírez Reyes, L., García, N., y Macías, J. (2021). Las ciudades mexicanas: tendencias de expansión y sus impactos. Coalition for Urban transitions: London, UK, y Washington, DC.