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Maíces nativos de Oaxaca: diversidad, nutrición y salud

Magdalena Apasco, Oax.- Cuando terminó la secundaria, hace 20 años, Hugo Miguel Santiago ya no quiso estudiar y buscó trabajo. Las opciones en la zona eran en el taller de cantera que abunda en Magdalena Etla, donde vive, en el aserradero o como chalán de albañil.

Después de unos años se decidió a estudiar en un bachillerato donde egresó como técnico agropecuario y tras volver de una estancia laboral en Estados Unidos, comprendió que “el campo es el mejor trabajo porque produces tu propia comida”. 

En tres hectáreas de parcela de su papá, Celso Miguel Cruz, retomó la siembra de maíces nativos, criollos como les dicen, sin riego, solo con el agua que trae el temporal.

Hace cinco años Hugo aceptó la guía de Carlos Barragán García —colaborador del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) en Oaxaca— y, con apoyo de la Walmart Foundation a través de su proyecto Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche, estableció una parcela de evaluación de maíces pigmentados.

Que Hugo sembrará varios tipos de maíz facilitó su participación en el proyecto con Walmart Foundation y el CIMMYT. “Él siempre ha tenido mucha diversidad de maíces, lo cual es poco común en la mayoría de los productores de la zona porque optan casi siempre por sembrar maíces blancos; sin embargo, por la búsqueda de alimentos saludables derivada de diversos problemas de salud que estamos atravesando como sociedad mexicana, ha habido un auge muy importante de los maíces de colores, pigmentados, ya que tienen propiedades antioxidantes y anticancerígenas”, indica Carlos Barragán.

La parcela de evaluación de Hugo contempla maíces que se dedicarán a la industria de la tortilla para mejorar la salud del consumidor, lo que incluye sumar una variedad nativa mejorada para potenciar las características de la planta y su rendimiento.

Así como crecen mazorcas con maíz blanco o negro, las hay pigmentadas con ambos colores que se vuelven más atractivas en un mercado en el que su demanda de consumo aumenta.

En la parcela de Hugo los surcos se intercalaron organizadamente para probar el rendimiento de un maíz nativo blanco con un maíz negro mejorado y otro nativo negro “que ya teníamos”. 

Las tres variedades tienen las mismas condiciones y el de color negro “ya casi lo habíamos perdido porque poca gente lo busca”, lo que hizo dejar de sembrar porque “cuando había nadie lo quería”, pero el aumento de su demanda hizo retomar su cultivo.

“Económicamente están teniendo un realce los maíces de colores, pero nosotros los consumimos desde hace mucho tiempo. A lo mejor normalmente preferimos consumir otro alimento procesado, pero si consumimos estos maíces de forma cotidiana como lo hacemos nosotros, aparte de que nutre, ayuda a la salud”, concluye el productor.

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Puntos de maquinaria logran reducir el impacto de las quemas agrícolas que contribuyen al calentamiento global

Pénjamo, Gto.- Uno de los impactos medioambientales negativos atribuido a la agricultura es su contribución al cambio climático por el uso de combustibles fósiles y la persistencia de prácticas como las quemas agrícolas. En años recientes, el calentamiento global se ha hecho más notorio, reflejándose en el incremento de la temperatura y en la mayor variabilidad del régimen de lluvias que generalmente incide de manera negativa sobre la agricultura y la ganadería, sectores altamente dependientes del clima.

Los puntos de maquinaria de MasAgro Guanajuato —programa de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— son centros de aprendizaje y servicios profesionales que contribuyen a que las soluciones inteligentes en mecanización estén disponibles y accesibles para un mayor número de productores. Su propósito es, a través de la maquinaria y herramientas adecuadas, mantener o elevar la producción de granos básicos y hacer más eficiente el uso de los recursos —insumos y medios de producción—.

Además, los puntos de maquinaria facilitan la adaptación o mitigación al cambio climático, ya que las técnicas de manejo de rastrojos y precisión en las labores motorizadas que allí se promueven permiten optimizar el uso de combustibles, evitar quemas de residuos agrícolas y mejorar los tiempos de operación.

En este sentido, MasAgro Guanajuato trabaja con una estrategia de intervención con maquinaria especializada en el manejo de rastrojos y siembra directa de granos básicos; este plan de manejo inicia con el fin del ciclo agrícola inmediato anterior y durante la cosecha, cuando es de vital importancia asegurarse de que se active el sistema de desmenuzado y aspersión de la cosechadora (imagen 1) para asegurar la facilidad en el manejo de los residuos y la distribución uniforme sobre el suelo.

Como medida de acción para facilitar el flujo del agua de riego rodado en el fondo de las camas anchas permanentes de siembra (surcos), se realiza el acordonado del rastrojo en el centro de la cama de siembra. Para esto se utiliza una maquina muy sencilla, pero fundamental: el rastrillo de aros dispuestos en “V” (imagen 2).

Imagen 2. Acordonado del rastrojo en el centro de la cama de siembra con un rastrillo de aros.

Adicional al acordonado se reforman las camas de siembra para mejorar la conducción del agua de riego. En este proceso la profundidad depende en gran medida del largo de la parcela, pues se busca facilitar la infiltración de manera ascendente en el interior de la cama para prevenir inundaciones prolongadas de la superficie que propicien la aparición de enfermedades por hongos (ver imagen 3).

Imagen 3. Reformación de camas permanentes de siembra.

Finalmente, para el establecimiento del cultivo se recomienda trabajar con equipos de siembra directa, perfectamente configurados y calibrados; el ajuste de la presión correcta en los discos cortadores es clave para realizar el depósito de la semilla en contacto con el suelo, de esta manera se asegura la nacencia del cultivo.

Imagen 4. Siembra sobre el 100% de rastrojos del ciclo agrícola anterior.

Como ejemplo de la efectividad de esta estrategia para mitigar el calentamiento global cabe mencionar que, durante 2020, MasAgro Guanajuato impulsó el uso de maquinaria climáticamente inteligente en el municipio de Pénjamo —donde se encuentra establecido uno de los puntos de maquinaria—,  permitiendo reducir considerablemente la incidencia de puntos de calor provocados por quemas agrícolas en los radios de impacto de alguna de las máquinas de las cuales se tienen registro de uso dentro del municipio de acuerdo con registros de la Comisión Nacional para el Conocimiento y uso de la Biodiversidad (Conabio) (imágenes 5 y 6).

Imagen 5. Mapa municipal de Pénjamo, Guanajuato; se aprecian los puntos de calor registrados por la Conabio en el año 2020, y con círculos el área de impacto de cada una de las máquinas climáticamente inteligentes del punto de maquinaria de MasAgro Guanajuato durante el mismo año.
Imagen 6. Distribución estatal de los puntos de calor en las zonas agrícolas, por régimen de humedad. Datos de la Conabio, 2020.

 

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Renovando el campo en Zacatecas

Guadalupe, Zac.- En Zacatecas el 93% de la superficie cultivable tiene problemas de erosión en alto y muy alto grado, también hay problemas serios de disponibilidad y uso del agua ―particularmente asociados con el manejo de acuíferos―, problemas relacionados con el cambio climático ―las sequías son cada vez más prolongadas y las lluvias más erráticas―, la migración y el envejecimiento del campo.

El campo envejece junto con nosotros y las nuevas generaciones no tienen interés en seguirnos al ver que este es un trabajo muy pesado, de mucho esfuerzo y sacrificio; al mismo tiempo no es una fuente de ingreso segura”, comentó uno de los productores que asistieron al Curso-taller de fertilidad del suelo, realizado recientemente en la comunidad de Noria de los Gringos, en el municipio de Morelos, Zacatecas, el cual  forma parte del proyecto Aguas Firmes, impulsado por Grupo Modelo, la Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable (GIZ) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

La preocupación por los diversos problemas que aquejan al campo zacatecano ha hecho que los productores busquen opciones para que su actividad agrícola siga siendo rentable y, al mismo tiempo, les permita conservar sus suelos. En esta búsqueda de sustentabilidad y rentabilidad, los productores que participan en Aguas Firmes están aprendiendo a implementar Agricultura de Conservación, un sistema que permite mejorar y conservar los suelos.

La fertilidad del suelo es un tema fundamental en Zacatecas porque se necesita que los productores conozcan qué nutrientes son los necesarios y recomendables para sus cultivos, el análisis de suelo y su interpretación, el efecto que tiene el pH del suelo en la disponibilidad de los nutrientes, cómo fertilizar, en qué tiempo y forma, identificar las necesidades de los suelos agrícolas y las prácticas sustentables más pertinentes según cada sistema de producción”, comentó Julio César González Márquez, especialista que participa en el proyecto, durante la apertura del curso-taller. 

Entre las inquietudes de los productores que participaron en la capacitación destaca la necesidad de contar con un acompañamiento técnico más cercano y con variedades de semilla más adecuadas al nuevo contexto climático pues, comentan, la que ellos cosechan ya no es redituable. En este sentido se mostraron entusiasmados por innovaciones como la rotación de cultivos con especies tolerantes a la sequía que se está promoviendo en el marco proyecto. Te invitamos a leer Siembran girasoles para cuidar el acuífero de Calera.

El equipo técnico del proyecto Aguas Firmes, además de resolver las dudas de los productores, enfatizó en que “es necesario tener una mayor difusión de los beneficios que conlleva cuidar los sistemas de producción y hacerlos más eficientes, por eso se necesita de productores, como ustedes, con una mente abierta y ganas de cambiar las cosas para que comprueben por ustedes mismos la utilidad de las innovaciones que les proponemos y, con hechos, le muestren a otros productores de la zona y así cada vez más productores se unan a esta nueva forma de hacer agricultura, productiva y sustentable, y potencialmente atractiva para las generaciones nuevas”. 

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Los beneficios de eliminar las aplicaciones de nitrógeno durante la presiembra

“El nitrógeno es un nutriente muy dinámico en el suelo. En muchos sistemas de producción en México se aplica en forma de urea, una fuente de nitrógeno amoniacal que al entrar en contacto con el suelo, agua y materia orgánica inicia procesos de nitrificación (las plantas absorben mejor el nitrógeno cuando está en forma de nitrato), pero los nitratos también suelen perderse con el agua debido a la lixiviación y escorrentía. El nitrógeno no se queda solo como nitrato, después pasa a un proceso de desnitrificación, donde toma forma gaseosa como óxido nitroso, uno de los gases relacionados con la destrucción de la capa de ozono y uno de los que más contribuyen al cambio climático”, refiere María Elena Cárdenas, del Hub Pacífico Norte del CIMMYT. 

En México el 71% del fertilizante nitrogenado se aplica en los cultivos de maíz, trigo y caña de azúcar. La eficiencia de uso de nitrógeno en cereales a nivel mundial se estima en 33% y, en el país, varios trabajos de investigación en cereales en las zonas intensivas bajo riego reportan valores de eficiencia similarmente bajos (31% para el Valle del Yaqui). 

El nitrógeno que no es absorbido por los cultivos se volatiliza (se estima que en México las pérdidas promedio de nitrógeno por volatilización son de 18%), lixivia (proceso por el cual los nutrientes y minerales son arrastrados por el agua) o percola (pérdida de agua hacia las capas de la tierra). En conjunto, se estima que cerca de la mitad del nitrógeno aplicado termina perdiéndose hacia el ambiente causando importantes problemas de contaminación del agua y aire. 

Se ha documentado incluso que las aguas enriquecidas con nitrógeno que escurren de las parcelas de las zonas productivas de Baja California Sinaloa y Sonora desembocan en el Golfo de California, causando grandes floraciones de algas, relacionadas a su vez con zonas de hipoxia (falta de oxígeno) y pérdida de biodiversidad marítima. 

Además, la fertilización tiende a ser el principal costo de producción en los cereales y la fertilización nitrogenada en México representa alrededor del 40% de los costos de producción. En años recientes el costo del nitrógeno se ha elevado significativamente (para 2021 casi se ha duplicado con respecto a 2017), afectando la rentabilidad del cultivo de trigo. Esto significa que los fertilizantes nitrogenados son de los insumos más caro y que se manejan de manera poco eficiente. 

Si se incrementa la eficiencia de uso de nitrógeno se pueden reducir los costos de producción y de esta manera incrementar la rentabilidad del cultivo para reducir el impacto ambiental. Para lograr este propósito, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y sus colaboradores en la región promueven diversas prácticas y tecnologías derivadas de la investigación científica, entre estas la identificación del momento y la dosis correcta de fertilización nitrogenada, así como la selección de las fuentes de nitrógeno correctas y el lugar de aplicación correcto.

Actualmente el manejo convencional del nitrógeno, para muchos productores del Valle del Yaqui, implica aplicar 55% de la dosis regularmente usada (alrededor de 275 kgN/ha en promedio) durante la presiembra (20 días antes de la siembra), pero gracias a diversos estudios hoy se sabe que las aplicaciones durante la presiembra son muy ineficientes y, de hecho, 30% de lo aplicado en presiembra ya se habrá perdido para el momento de la siembra. 

“Con base en el estudio de la curva de absorción de nitrógeno a través del desarrollo del cultivo de trigo se está proponiendo a los productores cambiar los momentos de aplicación del fertilizante. Esto es, 30% en la siembra, 55% durante el primer riego de auxilio que es cuando se requiere que la planta tenga más el fertilizante para expresar su máximo potencial de rendimiento y 15% cerca de la floración”, comenta la especialista. 

“Eliminar aplicaciones de nitrógeno durante la presiembra contribuye a hacer un uso más eficiente del fertilizante y se ha documentado su efectividad en ensayos con diferentes dosis de nitrógeno (de los 75 a los 300 kgN/ha) en campos de agricultores del Valle del Yaqui. Al eliminar las aplicaciones durante la presiembra no se afectan los rendimientos y la eficiencia del nitrógeno llega a ser de hasta 50% con dosis bajas, a diferencia de las dosis más altas donde la eficiencia del fertilizante es a penas del 30% (ya que el cultivo absorbe lo que necesita y lo demás se pierde). El cambio de los momentos de aplicación del nitrógeno no afectó el rendimiento del trigo y, en cambio, evitar las aplicaciones de presiembra sí favoreció el porcentaje de proteína del grano y por lo tanto constituye una práctica simple y eficiente que los productores pueden implementar”, enfatiza María Elena Cárdenas. 

Con información de María Elena Cárdenas.

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El lado humano de MasAgro Guanajuato

Comonfort, Gto.- Mi nombre es Diego Guadalupe Cárdenas García y, orgullosamente, soy agente técnico de MasAgro Guanajuato —programa de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—, asignado a los municipios de Comonfort y San Miguel de Allende. 

Soy originario del municipio de San Luis de la Paz, al noreste del estado, y he visto de cerca la manera de producir alimentos y los grandes retos a los que día con día se enfrentan los productores agrícolas, eso me motivó a estudiar la carrera de agrónomía en la Universidad Autónoma Chapingo, donde me especialicé en parasitología agrícola.

Promover prácticas sustentables para producir alimentos implica un gran esfuerzo porque, si bien la formación académica es importante, para un proyecto que fomenta la innovación, como MasAgro Guanajuato, es necesario que desarrollemos otras capacidades y por ello recibimos capacitación teórica y práctica de manera constante, dirigida al desarrollo de habilidades y conocimientos para la toma de decisiones con soluciones basadas en la ciencia que le permitan a los productores alcanzar una mayor productividad haciendo uso eficiente de los recursos, con la menor degradación posible del suelo y preservando el medioambiente.

Para respaldar las prácticas y estrategias que sugerimos a los productores y otros actores clave vinculados a la cadena productiva, contamos con plataformas de investigación donde se ensayan y validan las diferentes tecnologías, adaptadas a las necesidades y retos de la región. Posteriormente, junto con los productores, se establecen parcelas llamadas módulos demostrativos, donde se implementan tanto las innovaciones propuestas por MasAgro (en una fracción del terreno) como el manejo convencional del agricultor (en otra fracción del terreno, al lado de la innovación y a manera de “testigo”), para que al final del ciclo se puedan evaluar y comparar. 

También están las áreas de extensión, que son las superficies donde las innovaciones son implementadas por los agricultores con los que trabajamos directamente, y áreas de impacto, que son las parcelas donde se adopta alguna innovación sin intervención directa de un agente técnico. 

Toda esta estructura toma sentido y se materializa desde que proponemos al agricultor realizar un diagnóstico de parcela, el cual consiste en una evaluación inicial de las condiciones físicas y químicas de su suelo —por ejemplo: nivelación, drenaje, compactación, dureza, materia orgánica, textura, equidistancia de surcos o camas, profundidad de raya, cobertura y cantidad de rastrojo, pH e infraestructura del colaborador—. Dependiendo de este análisis podemos determinar si es posible implementar inmediatamente Agricultura de Conservación o son necesarios trabajos de manera gradual (a estos trabajos previos se les denomina año cero). 

Agradezco a la SDAyR y al CIMMYT que, en colaboración con el Gobierno de Guanajuato, me han dado la oportunidad de participar en este proyecto siendo un recién egresado y así compartir mi conocimiento. También agradezco a quienes han sido mis mentores durante el proceso de inducción y a mis compañeros con quienes comparto el entusiasmo de contribuir, a través de MasAgro Guanajuato, a que la actividad agrícola en el estado sea más productiva y, sobre todo, a que sean los propios productores quienes se fijen nuevas metas, alcancen objetivos, sean innovadores, hagan uso eficiente de los recursos, optimicen sus procesos y preserven su mayor patrimonio que es “su tierra”: el suelo. 

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Recuperan suelos al diversificar sus cultivos

Ocosingo, Chis.- La Agricultura de Conservación y el sistema Milpa Intercalada con Árboles Frutales (MIAF) ayudan a reducir los problemas de degradación de suelos y, gracias a la diversificación de cultivos que implican, mejora la nutrición y las oportunidades de los productores de pequeña escala que lo implementan. 

En la ranchería San Miguel, en Ocosingo, Chiapas, un grupo de productores innovadores están recuperando suelos con la diversificación de cultivos. Se trata de productores que participan en el proyecto Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche, impulsado por Walmart Foundation con el soporte científico del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT). 

La diversificación de cultivos es una forma de mejorar el suelo y de tener mejores oportunidades de alimentación para los productores. “Con la diversificación de cultivos empezamos hacer curvas a nivel, donde intercalamos cítricos, naranja, limón, plátano; empezamos con leguminosas como el frijol, la calabaza, todo eso intercalamos en la parcela”, comenta Felipe Sánchez, uno de los productores que participan en el proyecto. 

Nos enseñaron a trabajar con curvas a nivel —que permiten retener el agua de lluvia y facilitan la infiltración— para que el abono se quede en la tierra y no se lo lleve el agua porque ya queda atrancado, antes porque sembraba así, recto, y venía el agua y llevaba la corriente”, comenta don Manuel Vázquez Méndez, otro de los productores participantes.

Además, desde que llegó el proyecto de Walmart Foundation y el CIMMYT ya no queman la milpa: “Manejábamos mucho la quema, pero con esto de la Agricultura de Conservación con el ingeniero Moisés trabajamos la no quema”, dice el productor Felipe Sánchez y, al respecto, José Moisés Rodríguez Castellanos, quien colabora en el proyecto, comenta: “los invitamos a que no quemen y que dejen el rastrojo para que se recupere el suelo, al final la materia orgánica mineralizada se regresa al suelo y se convierte en abono”.

Cuando este grupo de productores empezó a practicar la diversificación de cultivos mediante el sistema MIAF —que es una práctica estructurada por investigadores del INIFAP y optimizada por productores innovadores mediante un proceso de integración de ciencia y conocimiento tradicional a través de la red de innovación que impulsa el CIMMYT— nadie más lo había hecho en Ocosingo. Hoy cultivan alrededor de 20 especies diferentes con este sistema y esto los ha ayudado a mejorar su economía, así como sus rendimientos y suelos.

 Además de la diversificación de cultivos y el fomento de la asociatividad el proyecto de Walmart Foundation y el CIMMYT promueve otras tecnologías y prácticas: “Tenemos varias tecnologías, una  de ella es la bolsa plástica hermética que es capaz de conservar granos un año entero sin que le dañen gorgojos”, comenta José Moisés Rodríguez Castellanos. 

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Siembran girasoles para cuidar el acuífero de Calera

Calera, Zac.- Zacatecas es un estado donde el agua tiene una gran importancia. La precipitación media anual es de a penas 514 milímetros, cuando la media nacional es de 779 milímetros. Aquí, cada gota cuenta y por eso el proyecto Aguas Firmes, que impulsan el Grupo Modelo, la Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable (GIZ) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), es de particular importancia para la gestión de los recursos hídricos del estado en favor de una producción agrícola más sustentable. 

El proyecto Aguas Firmes busca un mejor aprovechamiento del agua del acuífero de Calera a través del uso de sistemas de riego por goteo y la conservación del suelo mediante la implementación de sistemas sustentables como la Agricultura de Conservación y prácticas asociadas. 

La diversificación de cultivos —mediante asociaciones, relevos, rotaciones, etcétera—, por ejemplo, es uno de los componentes básicos de la Agricultura de Conservación. Sus benéficios en lugares con sequías recurrentes, como Zacatecas, son amplios. Contribuyen en la ampliación de la porosidad del suelo y esto aumenta la infiltración de agua de lluvia y el crecimiento adecuado de las raíces de cada cultivo. También se rompe el ciclo de las plagas, malezas y enfermedades y, ya que los requerimientos nutricionales de cada cultivo cambian, se favorece un mejor balance en el suelo.

Elegir el cultivo adecuado para una rotación es fundamental. En el municipio de Calera y comunidades aledañas, comenta el biólogo Carmen Martínez García —quien colabora con el CIMMYT y participa en el proyecto—, el girasol es una excelente opción porque tolera la sequía —su raíz pivotante puede llegar hasta los 2 metros de profundidad, lo que ayuda a la planta a obtener humedad del suelo con más facilidad a diferencia de otras especies— y además rompe el ciclo de vida de diversas plagas y enfermedades. 

Hemos observado la disminución de la presencia de plagas durante el siguiente ciclo en cualquier cultivo que se establezca en el predio rotado con girasol, ya que al ser un cultivo nuevo en la zona no se ve afectado por ninguna de estas. Al mismo tiempo se ve disminuida la presencia de malezas, ya que la planta de girasol presenta alelopatía —influencia directa de un compuesto químico liberado por una planta sobre el desarrollo y crecimiento de otra planta—. Esto se puede comprobar al siguiente ciclo de cultivo ya que disminuye considerablemente la presencia de malezas en el siguiente cultivo establecido”, refiere el biólogo.  

Ya que uno de los principales objetivos de Aguas Firmes es el aprovechamiento del agua, es muy importante extender más la superficie sembrada con esta oleaginosa. Para avanzar en este propósito el pasado 21 de octubre se desarrolló un recorrido demostrativo en el predio del productor José Luis Muro Rodarte, quien participa en el proyecto y aceptó que su parcela se convirtiera en un módulo de rotación de cultivos, con mínimo movimiento de suelo y cobertura con rastrojo de cebada (práctica que ayuda a conservar la humedad del suelo y disminuir la erosión). 

Hasta el predio del señor José Luis, en la comunidad de Llano Blanco, en Calera, Zacatecas, llegaron otros 40 productores de ese y otros municipios vecinos. También estuvieron presentes los ingenieros Jesús Pérez Gómez y Raúl Alam Martínez García, apoyando el recorrido, así como el licenciado Alejandro López Anaya, gerente de compras de la empresa Aceites Especiales, TH, quien habló sobre el esquema de agricultura por contrato de girasol alto oleico.

De acuerdo con la norma de calidad que regula la recepción del grano de girasol, para no tener deducciones este no deberá contener más de 2% de impurezas y 10% de humedad; señaló el representante de  Aceites Especiales, TH, recalcando que para este tipo de grano no es necesario tener un tamaño específico, ni si está pelado o quebrado. Agregó que la empresa puede comprar hasta 15 mil toneladas por ciclo y que el tiempo máximo de pago son 15 días después de la entrega.

Además de tener buenas perspectivas de comercialización y ser un cultivo tolerante a la sequía, el girasol tiene otros beneficios relacionados con el mejoramiento de la estructura del suelo debido a que su raíz principal, que es robusta y crece en línea recta hacia abajo, rompe la capa de arado —suelo compactado—que se encuentra generalmente a 30 cm de profundidad. Además, sus raíces secundarias se encargan de aflojar el suelo y le aportan materia orgánica. 

Finalmente, el señor José Luis Muro habló de su experiencia en el proyecto: “Estoy dispuesto a sembrar más superficie el año entrante. Para mí el girasol es un cultivo muy noble ya que la planta presenta muy buen desarrollo y sin ningún problema de plagas y enfermedades, a diferencia de otros cultivos que generalmente se ven atacados severamente. Ahí está, el cultivo está completamente sano y además ayuda a la disminución de malezas. Yo solo escardé una vez y no hay presencia alguna de mala hierba. Es una muy buena alternativa de rotación en la zona, ya que las parcelas estan cansadas de los mismos cultivos”, comentó. 

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La domesticación del maíz y su contribución a la Teoría de la Evolución

Texcoco, Edo. Méx.- La domesticación de las plantas es uno de los procesos evolutivos más importantes en la historia de la humanidad porque permitió el surgimiento y mantenimiento de la civilización. La domesticación además no es un proceso en una sola dirección sino un proceso complejo de co-dependencia entre el hombre y las plantas. 

Durante la domesticación ocurren muchos cambios morfológicos y fisiológicos —es decir, en la forma y el funcionamiento de la planta— que se conocen como el síndrome de domesticación, el cual afecta principalmente a las partes de la planta que se comen o que son usadas por el ser humano, como las semillas o los frutos, que tienden a aumentar su tamaño. También se modifican los hábitos de crecimiento de la planta, su modo reproductivo, se pierde la dormancia de la semilla —esto es, su estado de reposo—, así como su mecanismo natural de dispersión. 

Por toda esta complejidad, la domesticación de las plantas fascinó a Charles Darwin (1809-1882) y, de hecho, fue esencial para desarrollar y fundamentar su Teoría de la Evolución y posterior publicación de El origen de las especies (publicada el 24 de noviembre de 1859), una de las obras más influyentes para la ciencia contemporánea.

“Para mantener puras las variedades de maíz deben ser plantadas separadas para que no se crucen”, escribía con fascinación Darwin en La variación de los animales y las plantas bajo domesticación (1875) —que constituye la ampliación a El origen de las especies—, impulsando el estudio de la evolución de cultivos bajo la premisa de que conocer el origen y evolución de plantas como el maíz permitiría alcanzar una mejor comprensión de la adaptación de las poblaciones silvestres durante la domesticación, lo cual podría conducir, en algún momento de la historia de la humanidad,  a domesticar nuevos cultivos.

Hoy, gracias a la evidencia arqueológica y diversos estudios, sabemos que el maíz ya se consumía en Mesoamérica durante el Holoceno —periodo posterior a las grandes glaciaciones— mayoritariamente de forma secundaria junto con otras hierbas y frutas recolectadas por los grupos humanos. Sus usos rituales, como bebida, fueron probablemente los responsables de su difusión temprana, aunque no necesariamente se propagaron por igual sus usos, ni sus aplicaciones gastronómicas.

Los primeros americanos iniciaron los cambios genéticos en el maíz para hacer posible su consumo. Estas modificaciones aumentaron el tamaño del olote, la mazorca y el grano, lo que ocurrió́ a lo largo de varios cientos o miles de años. Tehuacán162, por ejemplo, es un maíz primitivo (de hace 5,300 años) que ya no se siguió cultivando, probablemente porque no tenía sabor dulce y sus granos se caían cuando maduraban. Estas dos características fueron de las más importantes manipulaciones humanas sobre el maíz.  

De contar con unos pocos granos, duros y no comestibles, el llamado teocintle se transformó por la intervención humana en el maíz. Entre el 3120 a.C. y el 1590 d.C. este aumentó gradualmente el ancho de la mazorca y hacia el 750 d.C. el ancho del grano alcanza su mayor tamaño, luciendo tal como hoy lo conocemos. Esto confirma que la evolución del maíz es un proceso que continúa hasta nuestros días y que aún reserva mucha información valiosa para comprender el pasado y construir el futuro de la humanidad. 

Fuentes: 

  • Angulo, E. (5 de noviembre de 2020). La historia de Cruz Gallastegui y el maíz híbrido. Ciencia infusa. 
  • Moreno, I. L., & Bordi, I. V. (2016). El maíz nativo en México: una aproximación crítica desde los estudios rurales. Universidad Autónoma Metropolitana. Unidad Lerma. División de Ciencias Sociales y Humanidades.
  • Sánchez, M. I. C. (2009). Darwin y la domesticación de plantas en las Américas: el caso del maíz y el fríjol. Acta Biológica Colombiana14, 351-363.
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En Oaxaca apuestan por el maíz de alto rendimiento

San Pablo Huitzo, Oax.- Jubilarse hace 12 años como profesor de matemáticas en el nivel secundaria permitió a Heberto Martínez Avendaño, productor de San Pablo Huitzo —a 40 kilómetros de la ciudad de Oaxaca—, trabajar con más fuerza su tierra e implementar una parcela demostrativa con la asesoría de Wallmart Foundation y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

En el marco del proyecto Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche, el señor Heberto sembró en mayo y empezó a cosechar a mediados de septiembre tres variedades de maíz híbrido: uno blanco y dos amarillos.

Carlos Barragán García, colaborador del CIMMYT quien le brinda acompañamiento técnico al productor, recuerda que conoció a Heberto por el propietario de una tienda de forrajes. Después de comentarle los beneficios de las innovaciones propuestas, Heberto aceptó el trabajo de vinculación y fortalecimiento de su actividad en el campo.

En la zona del Valle de Etla, como colaborador del CIMMYT, Carlos ha instalado varias parcelas demostrativas para evaluar el rendimiento del maíz y la del productor Heberto tiene una extensión de un cuarto de hectárea, en un terreno plano y con riego que puede ser mecanizable, a diferencia de la mayoría de los terrenos en Oaxaca que dependen del agua de temporal. 

La meta es conseguir un rendimiento “similar al que se obtiene en Sinaloa, Guanajuato y Jalisco, donde están los productores de maíz de alto rendimiento”, lo que servirá de motivación para que otros productores vean “que pueden tener altos rendimientos cuando se trabaja en las condiciones óptimas para este tipo de maíces”.

La variedad de maíz amarillo Zapata 6A, una de las tres que eligió sembrar Heberto, “da buen porcentaje de cuateo”, como se nombra cuando hay dos mazorcas por planta, “alcanzan a llenar muy bien, con buena cobertura y granos limpios de buen tamaño, con mayor contenido de proteínas”.

Además, se trata de una variedad que “soporta las altas temperaturas, se enferma muy poco y tiene una hoja ancha que ayuda a la fotosíntesis” y puede alcanzar entre 12 a 14 toneladas por hectárea.

Heberto aceptó probar con tres variedades de maíz híbrido para comprobar si es posible alcanzar altos rendimientos y motivar a otros productores a echar atrás la idea de que México es deficitario de maíz amarillo, pero también producir maíz blanco que tiene gran aceptación en su comunidad para la elaboración de tortillas.

Viendo las mazorcas “y el maíz tan hermoso” decidió que sea para consumo, con un rendimiento que se va a elevar porque en años anteriores ha logrado entre 800 a mil 500 kilos por hectárea.

“Yo invito a mis amigos campesinos, productores de maíz y hortalizas a que no nos olvidemos de nosotros mismos. Quiero enseñarles que la producción es muy buena, en un contexto en el que las comunidades se están quedando sin alimentos, por lo que es necesario producir nuestras propias semillas y alimentar a nuestra familia”. 

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Estaban perdiendo sus suelos y la Agricultura Regenerativa los ayudó

Cuquío, Jal.- En Cuquío, Jalisco, la agricultura es una actividad relevante para la economía local. Históricamente, la vocación agrícola de Cuquío hizo que se le conociera en la región como “El granero de Los Altos”. Muchos agricultores locales comentan que, desde muy pequeños, aprendieron a trabajar la tierra de sus padres y abuelos. La forma convencional —basada en un movimiento continuo del suelo—, sin embargo, ha derivado en problemas de productividad y fertilidad de los suelos. 

Cuquío es uno de los lugares donde  se desarrolla el proyecto Abastecimiento Responsable, competitivo y sustentable de ingredientes de calidad que impulsa el Grupo Bimbo con el soporte científico del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT). Uno de los propósitos del proyecto es difundir prácticas de conservación que permitan regenerar las tierras agrícolas. 

Entre las razones que los ha motivado a cambiar el sistema de producción, comentan los productores participantes, está la búsqueda de alternativas para evitar la erosión del suelo. Así han llegado a la Agricultura de Conservación, sistema con el que, comentan, los cambios más notables son una mayor retención de agua en las parcelas, menor estrés hídrico —que ocurre cuando la demanda de agua supera a la cantidad disponible— y mayor resistencia del cultivo a los efectos del cambio climático que en la zona se está presentando con menores lluvias. 

La pérdida de tierra, comentan los agricultores, era muy notoria en sus parcelas: “el suelo se iba con las corrientes de agua y ahora ya no; de hecho, estamos incrementando la materia orgánica con Agricultura de Conservación y rotación de cultivos”, menciona uno de ellos. 

Implementar prácticas agrícolas sustentables para regenerar los suelos; sin embargo, no ha sido una tarea sencilla. En varios productores las prácticas convencionales que aprendieron siguen arraigadas. Entre ellos prevalece la idea de que es mejor pasar la maquinaria para preparar el suelo, por lo que al escuchar sobre implementar innovaciones es común que se pregunten “¿si jalará?, ¿si servirá eso?”. 

Son los resultados en las parcelas de los productores participantes los que dan la respuesta. Al visitarlos, pueden ver y escuchar de viva voz cómo sus rendimientos se han ido incrementando con Agricultura de Conservación. En algunos casos, de cuatro a cinco toneladas más por hectárea en comparación con las prácticas convencionales. En cuanto a costos de producción, también hay beneficios pues se reducen los pasos de maquinaria. 

Además de los beneficios agronómicos y en ahorro de costos de producción, el proyecto que impulsan el Grupo Bimbo y el CIMMYT permite reducir la incertidumbre en la comercialización porque, a veces —comentan los productores—, el maíz lo venden directamente con algunos productores de carne de la zona, y a veces con intermediarios que lo compran para las tortillerías de Guadalajara. Al formar parte del proyecto, en cambio, tienen la certeza de vincularse con una sola empresa que le da valor a la producción sustentable.