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El rastrojo, aliado de la milpa en tiempos de cambio climático

“Vimos que el rastrojo conservó más la humedad, y lo vamos a hacer igual este ciclo que viene”, fueron las palabras de uno de los productores que asistió al recorrido por la plataforma de investigación Peto —en la cual colaboran especialistas de la Universidad Autónoma de Yucatán y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—, realizado en el marco del programa Milpa Sustentable en la Península de Yucatán, que impulsan la Fundación Haciendas del Mundo Maya (FHMM), Fomento Social Banamex y el CIMMYT.

Los productores, técnicos y estudiantes de carreras afines al ámbito agrario que asistieron al recorrido conocieron diversas prácticas derivadas de la Agricultura de Conservación, sistema que permite disminuir los costos de producción e incrementar los rendimientos de una forma sustentable.

Ubicada en la localidad de Xoy, en el municipio de Peto, Yucatán, la plataforma de investigación fue el espacio donde se explicó en qué consisten y cómo se pueden implementar las prácticas sustentables (como el Manejo Agroecológico de Plagas y el manejo de los residuos agrícolas), poniendo particular énfasis en cómo se puede aprovechar el rastrojo como cobertura del suelo. El doctor José Castillo Caamal, responsable científico de la plataforma, comentó a los asistentes que dicha práctica (el mantenimiento del rastrojo en la superficie del cultivo) constituye uno de los principios de la Agricultura de Conservación.

Las prácticas sustentables permiten incrementar los rendimientos y cuidar los suelos y el agua, así lo constató el señor Nicasio Díaz Ché, productor local que habló de su experiencia trabajando con Agricultura de Conservación. Para él, mostrar sus parcelas y compartir los aprendizajes que ha adquirido de la mano del equipo del Hub Península de Yucatán, del CIMMYT, fue motivo de alegría. De esta manera, y de la voz de sus protagonistas, los asistentes —productores, estudiantes, técnicos y autoridades locales— pudieron ver de forma directa los beneficios de la Agricultura Sustentable.

Además del testimonio del señor Nicasio, los asistentes observaron los efectos de los tratamientos en cada estación de la plataforma de investigación, así como los resultados parciales de su tercer ciclo de cultivo. Al finalizar el recorrido, los productores comentaron: “pudimos observar cómo hacer un mejor manejo de la milpa; así podemos sacar conclusiones en nuestra propia zona. Gracias a estas investigaciones, podemos saber cómo producir más”.

Para otros productores, conocer los beneficios del mantenimiento del rastrojo fue fundamental para interesarse en la Agricultura de Conservación, particularmente los del contexto actual, en el que los efectos del cambio climático generan incertidumbre entre los productores. Al respecto, uno de ellos mencionó que “donde se dejó el rastrojo hay más humedad, el maíz está mejor. Lo vamos a probar el año que viene. Pasa igual con la fertilización; tenemos que venir a ver la estimación de rendimiento para conocer los resultados”.

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En casa de herrero… se construyen silos metálicos herméticos

Tzucacab, Yuc.- Insectos, hongos y roedores son una seria amenaza para las cosechas de los pequeños y medianos productores en zonas con regimen de temporal. Las plagas de almacén pueden disminuir considerablemente tanto la cantidad como la calidad de los granos almacenados. En México se estima que las pérdidas poscosecha pueden alcanzar el 40% de la cosecha. Por esta razón, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) impartió el Taller de Fabricación de Silos Metálicos Herméticos a herreros de Campeche, Chiapas, Oaxaca y Yucatán.

¿Cómo puede un herrero contribuir a la seguridad alimentaria de su comunidad? Suelen Torres, coordinadora de Capacitación del Hub Península de Yucatán —del CIMMYT—, comenta que el desarrollo de capacidades en este gremio es fundamental, porque es la manera en que las comunidades pueden apropiarse socialmente de tecnologías pertinentes y de prácticas sustentables orientadas a minimizar las pérdidas poscosecha, como los silos metálicos herméticos. Este taller se impartió en el marco del programa Fortalecimiento del Acceso a Mercados para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche, impulsado por la Walmart Foundation y el CIMMYT.

El almacenamiento hermético consiste en guardar el grano o la semilla en recipientes en los que no haya intercambio de aire o gases con el exterior. El principio (que se se basa en la eliminación del oxígeno que los insectos y hongos de almacén requieren para vivir) es sencillo teóricamente, pero llevarlo a la práctica puede tener complicaciones técnicas. Cualquier fuga en el silo, por mínima que sea, puede hacer que una familia pierda parte de la cosecha de la que depende su alimentación. De ahí la importancia de cursos como el impartido en Yucatán.

El engargolado, el tipo de lámina y su recubrimiento, las proporciones y las partes y funciones de cada elemento del silo fueron algunos de los temas abordados de forma práctica durante el curso. Además, los participantes conocieron la Norma Oficial Mexicana NMX-FF-123-SCFI-2015 (en cuya elaboración participó el CIMMYT), la cual —como menciona el doctor Sylvanus Odjo, coordinador de Poscosecha del CIMMYT— hace de México “un país pionero en el mundo, pues es el único que cuenta con una normatividad de esta naturaleza, en la cual se establece el proceso para fabricar silos metálicos herméticos”.

Para el proyecto que promueven la Walmart Foundation y el CIMMYT, es importante que las tecnologías adecuadas lleguen directamente a los productores. Esa es la razón por la cual se capacita a los herreros locales, para que las comunidades siempre tengan disponible esta alternativa de almacenamiento, la cual también permite minimizar (e incluso evitar por completo) la aplicación de sustancias químicas potencialmente perjudiciales para la salud humana con las que convencionalmente se hace la conservación de granos.

Los silos metálicos herméticos, además de contribuir a la seguridad alimentaria de las familias que trabajan el sistema milpa en la región, constituyen una oportunidad de negocios para los herreros locales; de hecho, el taller les proporcionó bases de negocios rurales en este giro.

Lo fundamental es hacer extensivas estas soluciones herméticas poscosecha. Por eso destaca la participación de personal docente de la Universidad Tecnológica del Mayab en el taller, el cual tiene la intención de transmitir los conocimientos aprendidos y las habilidades adquiridas con otros profesores y alumnos de esa institución, en beneficio de los productores y las familias de la región.

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Mecanización inteligente en el sureste mexicano

La Unidad de Mecanización Inteligente del CIMMYT difundió opciones de mecanización agrícola pertinentes y accesibles entre productores de Campeche, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán que participan en el PPD del FMAM-PNUD en México.
Tractores compactos y sembradoras-fertilizadoras con motor y manuales están entre las opciones para que las prácticas agroecológicas que los productores han adoptado en el marco del PPD sean más eficientes.
Por: Divulgación-CIMMYT, con información de ppd.org.mx.
16 de julio de 2019.

José María Morelos, Q. Roo.- Productores de diversas localidades del sureste de México asistieron a un encuentro regional destinado a ofrecerles opciones de mecanización pertinentes y accesibles. La actividad fue organizada por el Programa de Pequeñas Donaciones (PPD) del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), cuyos responsables invitaron a participar al Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) porque comparte la misma visión y realiza —como ellos— trabajo orientado a lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que las Naciones Unidas han establecido para combatir la pobreza y el cambio climático.

Provenientes de los municipios de Hopelchén (Campeche), Chacsinkín y Peto (Yucatán), Tenosique (Tabasco) y José María Morelos (Quintana Roo), los productores del PPD —el cual es llevado a la práctica por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS)— implementan prácticas agroecológicas para conservar la biodiversidad, reducir los efectos del cambio climático y evitar la degradación de los suelos en sus localidades. No obstante, al hacerlas de forma completamente manual, las tareas para la preparación y el mantenimiento de sus parcelas representan un desafío, particularmente cuando se trata de terrenos con un relieve irregular.

En este caso, el uso de maquinaria grande resulta inviable no sólo por el elevado costo y la complicada accesibilidad a las parcelas, sino porque al ser zonas cuyo equilibrio ecológico es frágil, los productores buscan reducir el impacto ambiental que causa el uso de combustibles fósiles. Por eso, el CIMMYT —a través de la Unidad de Mecanización Inteligente y el Hub Península de Yucatán, que en la región realizan diversas acciones en el marco del programa Milpa Sustentable en la Península de Yucatán— mostró a los productores opciones de mecanización adecuadas y accesibles que permiten aligerar el trabajo y optimizar los tiempos de operación en el campo, además de que son de bajo impacto ambiental.

El equipo de la Unidad de Mecanización Inteligente, encabezada por Jelle Van Loon, hizo una demostración de motocultores con sembradoras y fertilizadoras incorporadas, motocultor compacto con arado y sembradoras manuales de precisión; todas son opciones versátiles y adaptables a las condiciones locales. Las productoras y los productores probaron cada una de las opciones presentadas. En su opinión, estas representan una alternativa viable y de gran potencial para la región, donde —a pesar de sus beneficios— estas tecnologías diseñadas con especial atención a los aspectos medioambientales, culturales y socioeconómicos, son poco conocidas.

Los asistentes al encuentro —que fue organizado con la colaboración de la Red de Productores de Servicios Ambientales Ya’ax Sot’ Ot’ Yook’ol Kaab A.C. (Repseram)—generaron compromisos para asegurar la apropiación del conocimiento y las innovaciones tecnológicas presentadas. En los próximos días, por ejemplo, se realizarán siembras en diversas localidades de la Península de Yucatán utilizando esta gama de maquinaria inteligente que, además, permite a los productores tener el control sobre su calendario agrícola, ya que en muchas comunidades tienen que pagar a los dueños de los tractores, restándoles utilidades e independencia sobre sus fechas de siembra.

La participación del Hub Península de Yucatán y de la Unidad de Mecanización Inteligente del CIMMYT en las acciones emprendidas por el Programa de Pequeñas Donaciones del FMAM-PNUD en México, es el reflejo de un vínculo establecido por causas comunes y de una colaboración que permitirá a los pequeños productores del sureste mexicano avanzar hacia una mecanización agrícola ambiental y socioculturalmente pertinente, que les permita lograr una producción suficiente para el autoconsumo y para la venta o el trueque de excedentes.

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Productores mayas evalúan herramientas para sembrar

Para adoptar las prácticas agrícolas más eficientes y pertinentes, productores mayas de diversos municipios de Campeche y Yucatán, junto con colaboradores del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), realizaron una evaluación agrotécnica de implementos manuales de siembra. Este estudio comparativo, que se enmarca en el proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán, permitirá que los productores elijan las herramientas más adecuadas para mejorar la calidad de sus cultivos y que —con el conocimiento obtenido de esta práctica— puedan replicar el proceso con otras herramientas que quieran evaluar en el futuro.

Aunque un trabajo de siembra rápido no siempre es el mejor, la capacidad y la eficiencia de los instrumentos para sembrar —medidas en hectáreas por hora— son parámetros que impactan directamente sobre la calidad de la siembra, junto con factores como el clima, las condiciones agroecológicas y la homogeneidad de la semilla. Por ello, productores de los municipios de Calkiní y Calakmul, en Campeche, y Nacuché y Chikindzonot, en Yucatán, optaron por evaluar el desempeño del xul (herramienta tradicional que consiste en una vara de madera con punta) y de la sembradora comercial Yufeng, que cuenta con un depósito para semillas, un dosificador, una punta con un compartimiento de precarga y una pala para hacer el orificio en el suelo.

Para realizar la serie de evaluaciones técnicas, los productores fueron asesorados por especialistas del Hub Península de Yucatán y de la Unidad de Mecanización Inteligente del CIMMYT. En conjunto, delimitaron las áreas de trabajo y establecieron los criterios para la evaluación agrotécnica (número de líneas de siembra, separación entre líneas, número de golpes, cantidad de semillas por golpe, etcétera), con la finalidad de determinar —en condiciones controladas— la eficacia de los implementos.

Los resultados mostraron que existe una ventaja relativa respecto al tiempo de trabajo al utilizar la sembradora Yufeng, en comparación con el xul. Sin embargo, aún queda esperar la germinación del cultivo de maíz para ver los resultados de la colocación de la semilla y evaluar así la eficacia real de ambas herramientas.

Adicionalmente, se realizó la demostración de un tractor de dos ruedas y de un prototipo de sembradora-fertilizadora para semillas grandes —como maíz y frijol—, desarrollado por el equipo de la Unidad de Mecanización Inteligente del CIMMYT para trabajar en cultivos intercalados y áreas de difícil acceso para maquinaria grande. Aunque estos equipos no se evaluaron, los productores que participaron en la valoración del xul y de la sembradora Yufeng ahora cuentan con los conocimientos para hacerlo posteriormente.

Entre los objetivos están, precisamente, permitir la disponibilidad de maquinaria adecuada y el acceso a esta, desarrollar capacidades y —en el caso específico de este ejercicio de evaluación de instrumentos— mostrar alternativas que permitan aumentar la productividad del trabajo en el sistema milpa en la Península de Yucatán.

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Tradición sustentable

La transición a la agricultura sustentable al utilizar conceptos de sistemas ancestrales de producción de alimentos conduce a suelos y dietas más saludables en México.

Por: Bram Govaerts, Director del Programa de Desarrollo Estratégico, CIMMYT.

3 de junio de 2019.


Yucatán.- Los pueblos indígenas que vivieron hace miles de años en el centro y el sur de México desarrollaron un sistema de cultivos intercalados resistente para domesticar algunos de los granos y vegetales básicos que contribuyen a una dieta saludable.

Hoy en día, los pequeños agricultores en prácticamente las mismas áreas de México continúan utilizando este sistema flexible llamado “milpa” para cultivar chile, tomates, frijoles, calabazas, frutas de temporada y maíz, que son ingredientes esenciales de la mayoría de los platillos mexicanos.

Un análisis de la dieta mexicana realizado en el contexto de un informe reciente de la Comisión EAT-Lancet encontró que los mexicanos están comiendo demasiada grasa animal pero no suficientes frutas, verduras, legumbres y cereales integrales. Como resultado, un grave problema de salud pública está afectando a México debido a la triple carga de la desnutrición: obesidad, deficiencia de micronutrientes y/o ingesta baja en calorías. El estudio también recomienda a México aumentar la disponibilidad de alimentos básicos de mayor valor nutricional producidos localmente y de manera sustentable.

Aunque cambiar los hábitos alimenticios puede ser difícil de lograr, la dieta tradicional basada en el sistema de la milpa es considerada como una opción saludable en México. Aunque la diversidad nutricional aumenta con el número de cultivos incluidos en el sistema de la milpa, su impacto nutricional en los consumidores también dependerá de su disponibilidad, número, usos, procesamiento y patrones de consumo.

Desafortunadamente, los agricultores que siembran milpa a menudo practican la agricultura de tala y quema a expensas de los suelos y las selvas tropicales. Por esa razón, también es importante abordar algunos de los obstáculos del lado de la producción en el camino hacia una dieta más saludable, como la degradación del suelo y las pérdidas posteriores a la cosecha, que tienen un efecto negativo en la productividad agrícola y la salud humana.

El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) desarrolla actividades de investigación de campo participativas y de capacitación con agricultores, socios y colaboradores locales, y autoridades para fomentar la innovación y co-crear estrategias y procedimientos que ayuden a los agricultores a producir alimentos de manera sustentable.

Estos esfuerzos llevaron a Francisco Canul Poot, un agricultor de milpa de la península de Yucatán, a adoptar conceptos de agricultura de conservación en su milpa y a dejar de quemar rastrojo desde 2016. Como resultado, su rendimiento de maíz creció un 70 %, de 430 a 730 kg por hectárea al año y sus ingresos aumentaron a 300 dólares. Quince agricultores que comparten derechos de propiedad sobre tierras comunales han seguido su ejemplo desde entonces.

Estos resultados sobresalientes están alentando a más agricultores a adoptar prácticas de intensificación sustentable en todo México, un cambio importante si se tiene en cuenta que la disminución de los niveles de nitrógeno y fósforo en los suelos mexicanos puede provocar un aumento del 70 % en el uso de fertilizantes para 2050.

Al implementar un proyecto de intensificación sustentable llamado MasAgro, el CIMMYT contribuye, a su vez, a expandir el uso de prácticas de milpa sustentable en sistemas de producción más intensivos. El CIMMYT también utiliza este enfoque en el proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán.

En la actualidad, más de 500 000 agricultores han adoptado prácticas de intensificación sustentable — incluida la diversificación de cultivos y la labranza mínima — para cultivar maíz, trigo y cultivos relacionados en más de 1.2 millones de hectáreas en todo México.

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Innovaciones en el almacenamiento de granos benefician la salud, la economía y la seguridad alimentaria

Para minimizar las pérdidas y evitar daños a su salud, productores de la localidad de Nunkiní, en Calkiní, adoptaron soluciones poscosecha para mejorar su sistema de producción, particularmente en la etapa de almacenamiento de granos. Estas soluciones —como el uso de polvos inertes y tecnologías herméticas y el acondicionamiento de granos— son alternativas sustentables promovidas por el proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán (MSPY), que impulsan el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), la Fundación Haciendas del Mundo Maya y Fomento Social Banamex.

Se realizó una reunión para el intercambio de conocimientos en la casa del señor Luis Roberto Argáez Naal, uno de los productores que ante el ataque de las plagas a los granos almacenados en la región se convenció de buscar alternativas para evitar pérdidas tanto en los granos destinados para su consumo como en los seleccionados para ser las semillas de los futuros cultivos.

Además de buscar la minimización de pérdidas, otro de los motivos por los cuales los productores de Calkiní se acercaron al equipo del Hub Península de Yucatán y al proyecto MSPY, del CIMMYT, fue que se dieron cuenta de que las pastillas de fosfuro de aluminio que empleaban regularmente para controlar plagas tienen efectos negativos en la salud.

Jorge Luis Ucán Chí, técnico del proyecto, instaló un módulo demostrativo para que los productores conocieran soluciones para el almacenamiento al alcance de sus posibilidades, como el uso de botellas y garrafones de PET en buenas condiciones. También aprendieron a determinar la humedad ideal y a realizar el procedimiento de limpieza correcto; además, se efectuaron pruebas de hermeticidad para asegurar que los granos almacenados estuvieran limpios, frescos y secos.

Durante la instalación del módulo demostrativo, se llenó una bolsa plástica hermética con 10 kg de grano y se depositó en un garrafón de 10 litros. El especialista del proyecto MSPY se comprometió a abrirlo 30 días después para verificar las condiciones del grano. Cumplido el mes, los productores y el técnico se dieron cita nuevamente y confirmaron los resultados positivos de las propuestas de almacenamiento.

Los productores manifestaron su interés por implementar esas prácticas en sus hogares y reconocieron la pertinencia de que más productores las adopten en favor de su economía, su salud y la seguridad alimentaria de sus localidades.

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El CIMMYT estuvo presente en la Expocampo 2019 con su estrategia de innovación de los sistemas agroalimentarios en Yucatán

La estrategia del CIMMYT promueve soluciones a las principales problemáticas que afrontan los pequeños productores de maíz y cultivos asociados, las cuales están primariamente orientadas al logro de la seguridad alimentaria y al desarrollo rural.
Por: Eduardo Tovar, gerente del Hub Península de Yucatán, CIMMYT.
1,2 y 3 de marzo de 2019.

Mérida, Yucatán. – La acción colaborativa de los distintos actores del sector agroalimentario es fundamental para transformar la realidad de los pequeños productores, impulsando el desarrollo rural y generando bienestar para sus familias, desde los que trabajan en el sistema de la milpa maya hasta aquellos que lo hacen en los sistemas mecanizados de gran escala.

Gracias al apoyo de la Secretaria de Desarrollo Rural de Yucatán y la Fundación Produce Yucatán AC, el Hub Península de Yucatán participó en esta undécima edición de la Expocampo Yucatán, en la que convergen los actores principales del sector productivo. Este espacio, donde consumidores, productores, empresarios, investigadores, estudiantes e interesados interactúan, resulta en colaboraciones y acuerdos entre los actores, tal y como sucede en la red de innovación que el CIMMYT promueve y facilita.

Durante tres días, los miembros del Hub Península de Yucatán fuimos partícipes de un sinfín de intercambios de conocimiento, palabras y contactos. Es importante para nosotros poder transmitir el mensaje y la visión de lo que buscamos en la península: la seguridad alimentaria de la población, conservando la agrobiodiversidad y los recursos naturales y respetando tanto las dinámicas sociales como la importante herencia cultural que caracteriza a la región. De esta forma, tuvimos la oportunidad de dar a conocer al público general los trabajos que la red de innovación del hub ha realizado, como la validación y difusión de tecnologías poscosecha, la utilización de la Agricultura de Conservación, el uso de biofertilizantes, el fomento de las semillas criollas a través del mejoramiento participativo de maíz, la creación de los bancos de semillas y la reinserción de variedades criollas. En adición a esto, el hub tuvo un espacio para dar una conferencia sobre la innovación sustentable en los sistemas de producción de maíz y cultivos asociados, a la cual asistieron investigadores, técnicos, productores y personas interesadas en el tema.

La estrategia del CIMMYT promueve soluciones a las principales problemáticas que afrontan los pequeños productores de maíz y cultivos asociados (degradación de los suelos, baja productividad, cambio climático y vinculación a mercados, entre otras), las cuales están primariamente orientadas al logro de la seguridad alimentaria y al desarrollo rural. Y lo realiza con procesos incluyentes que permiten la participación de jóvenes, mujeres y adultos mayores en los procesos de innovación, abriendo oportunidades para la vinculación a mercados, la mejora del ingreso familiar, la seguridad alimentaria y la conservación de los recursos naturales, y aportando a las acciones que permiten mitigar los efectos del cambio climático con prácticas agrícolas que disminuyan la quema, el desmonte y la degradación de los suelos.

El equipo del hub coincide en lo valioso de participar en eventos de esta magnitud y tipo, ya que buscamos vincularnos con la sociedad, transmitir nuestro mensaje y catalizar la innovación sustentable, buscando el bienestar de la población de la Península de Yucatán. También coincidimos en que para lograrlo es necesario el compromiso de todos y cada uno de los participantes de la Expocampo, desde el productor que tiene acceso a información para una mejor toma de decisión, pasando por un emprendedor que se capacita para proveer de tecnologías poscosecha a su región, hasta un consumidor que —a través de su decisión de compra— elige el bienestar de los productores y sus familias y el cuidado del medioambiente.

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Alternativas sustentables en la producción del maíz de temporal en Campeche

Con el fin de proporcionar alternativas de mejora para la producción y economía de los productores de la región, Agroenlace Campeche, en conjunto con el CIMMYT y a través del Hub Península de Yucatán, realizó un evento en el que se presentaron innovaciones tecnológicas que beneficiarán los rendimientos y la rentabilidad del maíz de temporal.

El evento se realizó en la plataforma de investigación Hopelchén, Campeche, ubicada en el rancho Santa Enna, propiedad del productor innovador Luis Chan Be, y contó con la asistencia de 86 personas, entre técnicos, productores y estudiantes de la región.

Una de las inquietudes y dudas de los productores fue el manejo del cultivo ante situaciones adversas como la sequía y las altas temperaturas, que fueron características del ciclo PV 2018, en donde hubo un período de casi 40 días sin lluvia.

Por su parte, los representantes de Agroenlace Campeche, Yara México y el Hub Península de Yucatán impartieron una capacitación donde se abordaron diferentes temas en cuatro estaciones establecidas en la plataforma de investigación. Con una estación por representante, se impartió una plática sobre la innovación tecnológica que se está evaluando.

La primera estación fue acerca del manejo de microorganismos benéficos, en donde se habló de la importancia de estos en la fertilidad de los suelos y el proceso de reproducción de microorganismos y su manejo. La segunda estación fue sobre nutrición fraccionada del cultivo de maíz de acuerdo con el paquete tecnológico que maneja la compañía Yara México. La tercera estación fue sobre Agricultura de Conservación (AC), y en esta se habló de los principios de AC, sus beneficios y los puntos importantes a considerar en el establecimiento de esta práctica, así como aspectos clave para adaptar este sistema a la región. Finalmente, la estación cuatro se trató del experimento de calibración del dispositivo GreenSeeker®, y se expuso acerca del manejo del equipo, su funcionalidad y los beneficios futuros que pueden obtenerse en materia de fertilización.

Los productores mencionaron la importancia de implementar estas tecnologías y realizar eventos de este tipo, en los que se pueden observar los beneficios obtenidos en el cultivo en el que se están evaluando dichas tecnologías, el ahorro económico que puede obtenerse, la forma en la que estas alternativas podrían mejorar su producción en cuanto a rendimiento y la disponibilidad en el suelo de los nutrientes que serán captados por la planta para llevar a cabo su desarrollo, lo que al final se verá reflejado en el rendimiento/costo de producción. Por otra parte, técnicos y estudiantes mostraron interés en adquirir los conocimientos necesarios para realizar la transferencia de estas innovaciones tecnológicas.

Por: Carlos Augusto Tapia Moo, Viridiana Yurai Sel Soberanis, Mauricio Rafael Jasso González y Vladimir Nikolai May Tzun, técnicos de Agroenlace Campeche y colaboradores del Hub Península de Yucatán.

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Alianzas que impulsan el desarrollo del campo yucateco con Técnicos Certificados en Agricultura Sustentable

Como parte de la estrategia de intensificación sustentable para la Península de Yucatán que impulsa el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), 11 profesionales fueron acreditados con el grado de técnico certificado en Agricultura Sustentable durante la primera ceremonia de graduación del Hub Península de Yucatán 2017-2018. Estuvieron presentes el ingeniero Raúl del Rivero Quintero, subsecretario agrícola, en representación del secretario de Agricultura y Desarrollo Rural del estado de Campeche, Ignacio España Novelo; la maestra Eugenia Correa Arce, directora de Sustentabilidad del Ayuntamiento de Mérida; el ingeniero José Manuel Bolio, en representación del gobernador del estado de Yucatán, Mauricio Vila Dosal; el maestro Quetzalcóatl Uribe, en representación del subsecretario de Agricultura, Miguel García Winder; el ingeniero Ignacio Alberto Vadillo Coral, director de Comercialización; el maestro Eduardo Tovar López, gerente del Hub Península de Yucatán; y el doctor Bram Govaerts, director global de Innovación Estratégica y representante regional para las Américas del CIMMYT.

Los técnicos certificados son aliados, promotores y agentes de cambio para que la Agricultura Sustentable sea el sistema de producción más rentable y competitivo. Se espera que ellos ayuden a encontrar las soluciones a las barreras o limitantes que enfrenta el productor a través de la innovación en el campo, ya que, en la actualidad, la agricultura enfrenta muchos y variados retos, como la degradación de los suelos, el cambio climático, la distribución del agua, el aumento en el precio de los insumos, la baja rentabilidad, la disminución en la productividad y otras situaciones que han provocado el abandono del campo. La Península de Yucatán enfrenta además la baja productividad por hectárea, que es uno de los factores que incentivan la apertura de nuevas áreas de cultivo a costa de áreas de selva; por lo que la implementación de una estrategia de intensificación sustentable es prioritaria para esta región.

Ante este panorama, las actividades de la estrategia de intensificación sustentable buscan obtener rendimientos más altos y estables de maíz y cultivos asociados, como soya o sorgo en los sistemas mecanizados y frijol y calabaza en los sistemas milpa, a través de prácticas agronómicas sustentables que incrementen el ingreso de los agricultores y produzcan alimentos de mayor calidad —contribuyendo a mejorar los niveles de seguridad alimentaria— y reduzcan el efecto de sus actividades en el medio ambiente, como una estrategia de mitigación y adaptación al cambio climático, respetando la identidad de cada región.

Dadas las condiciones de los sistemas de producción existentes en la Península de Yucatán, durante el curso se desarrolló un enfoque integral que da respuesta a las necesidades, tanto de los sistemas mecanizados enfocados a la producción para el mercado como de los sistemas milpa, cuya orientación principal es el abasto familiar, tomando en cuenta las particularidades de ambos sistemas.

El curso Técnico Certificado en Agricultura Sustentable fue posible gracias a MasAgro, que es una iniciativa que encabezan la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), antes Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) —del Gobierno de México— y el CIMMYT.

Está enfocado en colaborar, principalmente, con pequeños productores que cultivan en condiciones de temporal y no tienen o han tenido un acceso limitado al proceso de innovación tecnológica y a la información de mercados. No obstante, también trabaja con medianos y grandes productores que cuentan con sistemas de producción mecanizados y tecnificados y que tienen mayor grado de vinculación e integración con las cadenas de valor.

El TC-AS es un curso intensivo de formación que dura un año, en el que los participantes asisten a sesiones regulares teórico-prácticas impartidas por expertos nacionales e internacionales. Su objetivo es contribuir al desarrollo de capacidades y habilidades en los técnicos, potenciando su papel como agentes de cambio de la estrategia de intensificación sustentable para América Latina.

Graduación TC-AS del Hub Península de Yucatán

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Productores reciben capacitación sobre MAP a través del proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán

Se realizó un taller de preparación de té de neem para el manejo agroecológico del gusano cogollero en el sistema milpa.

Por: Carlos Nemias Cámara Caballero, técnico del proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán.

15 de septiembre de 2018.


Espita, Yuc.- A través del diagnóstico de necesidades, se determinó realizar acciones que les permitan a los productores implementar el Manejo Agroecológico de Plagas (MAP), en específico, del gusano cogollero (Spodoptera frugiperda). Por lo tanto, el pasado 15 de septiembre en la comisaria ejidal de Espita, Yucatán, se llevó a cabo el taller de preparación de té de neem, a cargo de Carlos Nemias Cámara Caballero, técnico del proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán (MSPY). La importancia del evento radica en que esta es una zona agrícola en donde la mayoría de los productores siembra la milpa para autoconsumo, y de eso dependen los integrantes de su familia. Esta localidad es una zona que tiene rezago tecnológico por la falta de capacitación. A pesar de contar con buenos recursos naturales, muchas veces su producción se ve mermada por agentes bióticos como el gusano cogollero, que es posible controlar con prácticas de manejo adecuadas; sin embargo, es un problema que sigue afectando los cultivos del productor debido a la falta de técnicas de manejo adecuadas a su condición económica y social.

El evento fue desarrollado con la ayuda de productores cooperantes, los cuales son difusores de innovaciones locales y agentes de cambio. Al inicio del taller se habló acerca del daño que causa el gusano cogollero, su ciclo de vida y su relación con la fenología del cultivo. Después se habló sobre el manejo oportuno y las técnicas para la identificación de su daño en primeros estadios.

Posteriormente, se habló sobre el té de neem, su modo de preparación y el ingrediente activo que contiene. Para la práctica, se invitó al productor José Guadalupe Ac Moo para que realizara y explicara en lengua maya cómo preparar el té; gracias a esta acción, muchos productores se unieron a la preparación.

El taller cobra importancia al desarrollar actividades que atacan estos problemas de raíz y permite que la aplicación de prácticas sustentables tenga un impacto en la localidad, para lograr un avance en la economía al conseguir una mayor producción con insumos de bajo costo y tener un menor impacto ecológico al realizar prácticas sustentables que le permitan al productor seguir realizando sus prácticas agrícolas y, de este modo, seguir mejorando su calidad de vida.