Categorías
Noticias

Vínculos comunitarios para fortalecer la milpa

Felipe Carrillo Puerto, Q. Roo.- En la Península de Yucatán la milpa es el sistema de producción predominante, el medio de sustento de miles de familias y una fuente de identidad comunitaria. Sin embargo, la pérdida de la biodiversidad, la disminución de la cobertura forestal y el cambio climático son fenómenos asociados a ese sistema productivo y representan importantes desafíos para cualquier iniciativa que busque fortalecerlo.

El proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán —de la Fundación Haciendas del Mundo Maya (FHMM), Fomento Social Banamex (FSB) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— ha asumido esos desafíos, obteniendo en pocos años logros importantes que han impactado positivamente en más de 11,000 personas y de 16,000 hectáreas.

Milpa Sustentable en la Península de Yucatán es un proyecto fundamentado en procesos participativos a través de los cuales las comunidades han definido los indicadores de sustentabilidad que consideran adecuados para el sistema milpa, entre ellos la materia orgánica del suelo. Para las comunidades mayas, el suelo no es simplemente un recurso, sino un elemento asociado a una cosmovisión particular, y por eso consideran fundamental disminuir el uso de fertilizantes químicos.

Para lograr este y otros objetivos, el Hub Península de Yucatán —del CIMMYT— ha brindado diversas capacitaciones, varias de ellas directamente en las parcelas de los productores. Recientemente, por ejemplo, en la parcela de don Paulino Poot Chulim —uno de los productores que participan en el proyecto— se realizó un taller para la elaboración de abono orgánico (composta) para fertilizar maíz y cultivos asociados, en el cual además se habló de los beneficios de este tipo de fertilizantes, la forma de aplicación y los momentos y las dosis adecuados.

El uso de abonos orgánicos permite reducir la dependencia de insumos externos, en este caso, de fertilizantes sintéticos. Se trata de una alternativa —económica y sin impactos negativos al medioambiente— que ayuda a mejorar la estructura y la fertilidad del suelo, favoreciendo así el incremento de los rendimientos.

Además de productores de Milpa Sustentable en la Península de Yucatán, en el taller participaron productores del programa Sembrando Vida y becarios del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, ambos del Gobierno federal. En conjunto, los participantes aprendieron a elaborar una composta que aprovecha los recursos locales. Adicionalmente, el taller permitió formar nuevos vínculos comunitarios: los asistentes se organizaron para ir a mover la composta hasta que esté lista (proceso que toma de mes a mes y medio) y se comprometieron a replicar con otros productores lo aprendido.

El compostaje es uno de los aprendizajes del proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán y también una de las acciones que a mediano y largo plazo permitirán a las comunidades hacer más rentable la milpa y afianzar prácticas sustentables que aseguren la preservación funcional de la biodiversidad. Por esta razón, es importante apoyar y dar continuidad a los esfuerzos de todos los que hacen posible este proyecto.

¿Quieres elaborar esta composta especial para la milpa? Toma nota.

Se fabrica con restos de hojas de plátano; hojas de huaxim, jabin y tzalam —leguminosas de la región—; hojas de ox —árbol ramón—; hojarasca enriquecida con ceniza; estiércol de vaca; y tierra negra (color que indica que el suelo es rico en materia orgánica).

La composta se hace por capas, en el siguiente orden:

  • Primera: materia seca
  • Segunda: materia verde
  • Tercera: estiércol
  • Cuarta: tierra negra
  • Quinta: hojarasca enriquecida con ceniza

Se debe humedecer cada capa y repetir el orden hasta alcanzar una altura aproximada de un metro. Luego se cubre con bolsas de plástico negras, a las que se hacen orificios para permitir una aireación adecuada durante el periodo de compostaje.

Categorías
Noticias

¿Qué es una evaluación agrotécnica?

La siembra es una actividad crucial para obtener buenos rendimientos en la producción de maíz. El tiempo y esfuerzo que esta toma impactan en el desarrollo del cultivo: se tiene conocimiento de casos donde la siembra manual de 1 hectárea toma más de 50 horas de trabajo (López y Van Loon, 2018). Por eso es importante brindar opciones que permitan reducir el esfuerzo de los productores que, como en gran parte de la Península de Yucatán, realizan su siembra de forma manual.

Una evaluación agrotécnica es una valoración de diversas máquinas y herramientas agrícolas con el fin de identificar las más funcionales para las actividades en el campo. A través del proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán, se promueven estas evaluaciones con la finalidad de que los productores de la región identifiquen alternativas pertinentes a su sistema de producción (en la región predomina el sistema milpa) y acordes a su economía.

El proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán es una iniciativa conjunta de la Fundación Haciendas del Mundo Maya (FHMM), Fomento Social Banamex (FSB) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT). Entre sus objetivos están fortalecer el sistema milpa y preservar los recursos naturales. Por esta razón, las tecnologías y prácticas que se promueven han sido debidamente seleccionadas para no afectar el delicado equilibrio ecológico de la zona.

Sembradoras diseñadas por la Unidad de Mecanización del CIMMYT, tractores de dos ruedas y otros equipos y aditamentos —tanto comerciales como adaptados— son parte del equipo que ha sido evaluado en diversos lugares y momentos. En estas evaluaciones, la participación de los productores es fundamental, pues son ellos —con la guía del equipo técnico del CIMMYT— quienes determinan la funcionalidad, facilidad de uso, precisión y eficiencia en campo de las herramientas.

También es la voz de los productores la que permite difundir los aprendizajes del proyecto. Recientemente, por ejemplo, en la comunidad de Kimbilá, en el municipio de Tixmehuac, Yucatán, se realizó un recorrido por la parcela del señor Felipe de Jesús May Couoh —uno de los productores que participa en Milpa Sustentable en la Península de Yucatán—, donde se han usado sembradoras adaptadas a un motocultor y se mantuvo un testigo, es decir, una parte del terreno donde la siembra se hizo de la forma convencional (con xul).

Después de escuchar a don Felipe y ver los resultados que ha obtenido en su parcela, los visitantes señalaron que las ventajas de una mecanización adecuada son evidentes: menor tiempo de siembra, mayor número de plantas (y mejor distribuidas), ahorros considerables en los costos de producción y —por supuesto— menos desgaste físico. Debido a lo anterior, solicitaron al equipo del CIMMYT que los considere para una capacitación sobre este tema.

Las evaluaciones agrotécnicas son uno de los aprendizajes del proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán y también una de las acciones que a mediano y largo plazo permitirá a las comunidades hacer más rentable la milpa y afianzar prácticas sustentables que aseguren la preservación funcional de la biodiversidad de los maíces nativos. Por esta razón, es importante apoyar y dar continuidad a los esfuerzos de todos los que hacen posible este proyecto. #MilpaSustentable

Categorías
Noticias

Los productores mayas y el mejoramiento participativo de maíz nativo

Chankom, Yuc.- En la Península de Yucatán la milpa es el sistema de producción agrícola más extendido y también el que ha permitido la conservación de diversas variedades de maíz nativo. Para preservar esta biodiversidad y además potenciar el sistema milpa, un grupo de productores mayas se capacitó para mejorar sus materiales nativos a través del método de la selección masal estratificada, que es una forma de mejoramiento participativo del maíz completamente natural.

La capacitación se realizó como parte de las acciones que impulsa el proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán —de la Fundación Haciendas del Mundo Maya (FHMM), Fomento Social Banamex (FSB) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— y estuvo orientada a brindar a los productores los conocimientos y las habilidades para que ellos mismos realicen el mejoramiento en sus parcelas con base en criterios definidos no solo para mejorar los rendimientos, sino para obtener semillas que toleren más las condiciones adversas del clima.

El evento se llevó a cabo en la parcela del señor Gonzalo Caamal Chay —uno de los productores que participa en el proyecto— e inició con la teoría y continuó con la parte práctica de la metodología, que en un primer momento requiere que el productor seleccione y marque las plantas con las características deseadas (como grosor del tallo, sanidad de la planta y tamaño).

Convencionalmente, en la zona la selección de semillas se hace eligiendo las mazorcas sin tomar en cuenta la calidad o las características de la planta. Por eso es importante difundir opciones como el mejoramiento participativo, ya que —a mediano plazo— este método permite mejorar las variedades locales y a la vez mantener la diversidad genética.

Cabe mencionar que esta capacitación se desarrolló en diversos momentos, pues en cada etapa de desarrollo del cultivo se requiere hacer procedimientos particulares, como la eliminación de la flor masculina de los ejemplares no deseados, la selección de mazorcas de las plantas marcadas, etcétera.

El mejoramiento participativo es uno de los aprendizajes del proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán y también una de las acciones que a mediano y largo plazo permitirán a las comunidades hacer más rentable la milpa y afianzar prácticas sustentables que aseguren la preservación funcional de la biodiversidad de los maíces nativos. Por esta razón, es importante apoyar y dar continuidad a los esfuerzos de todos los que hacen posible este proyecto.

Categorías
Noticias

Ecotecnologías para la agricultura en la milpa

Mérida, Yuc.- El uso excesivo de pesticidas es muy peligroso para la salud humana y el medioambiente. De acuerdo con un informe de la Organización de las Naciones Unidas (Elver y Tunkak, 2017), cada año mueren aproximadamente 200,000 personas por envenenamiento agudo debido a la exposición crónica a los pesticidas (algunos pueden persistir en el ambiente por décadas).

El uso excesivo o incorrecto de pesticidas contribuye a la contaminación del suelo y el agua, favorece la pérdida de biodiversidad —pues eliminan tanto plagas como insectos benéficos— y reduce el valor nutricional de los alimentos. Además, elevan considerablemente los costos de producción en la agricultura.

Para evitar el uso de plaguicidas en el sistema milpa, el Hub Península de Yucatán —del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— impartió un taller de Manejo Agroecológico de Plagas dirigido a productores de Xkobenjaltun, Oxkutzcab y localidades vecinas.

La actividad se realizó en el Centro de Capacitación Kaxil Kiwik y forma parte de las acciones que se desarrollan con el proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán, de la Fundación Haciendas del Mundo Maya (FHMM), Fomento Social Banamex (FSB) y el CIMMYT.

En el taller, los participantes aprendieron a elaborar o instalar diferentes ecotecnologías para el manejo de plagas (en particular para el gusano cogollero, una de las plagas que más afecta al cultivo del maíz), como las trampas con feromonas, la melaza con piña o el extracto del árbol de neem. También les enseñaron a elaborar bocashi, un abono orgánico que ayuda a reducir la presencia de agentes que causan enfermedades en los cultivos.

Es importante señalar que estas opciones agroecológicas no afectan a la población de insectos benéficos presentes en el área de cultivo y tampoco representan una amenaza para la salud humana. Los productores que ya las han implementado han obtenido resultados satisfactorios.

Categorías
Noticias

Con plantas mejor distribuidas, mayores rendimientos

La poca disponibilidad de agua durante el crecimiento del maíz puede afectar su desarrollo y el llenado de grano; también la distribución de las plantas y el arreglo de la parcela influyen significativamente en el rendimiento del cultivo. Tomando en cuenta lo anterior, a través del proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán (MSPY) —que impulsan la Fundación Haciendas del Mundo Maya (FHMM), Fomento Social Banamex (FSB) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—, se promueven diversas prácticas que permiten asegurar las cosechas de los productores, incluso en tiempos de sequía.

Recientemente, el Hub Península de Yucatán —del CIMMYT— organizó un recorrido por la parcela de don José del Carmen Chi Nah, uno de los productores que participa en el proyecto MSPY. Él ha implementado diversas innovaciones en su milpa, entre ellas el arreglo topológico, el manejo de rastrojo y la aplicación de fertilizante en momentos adecuados.

Al recorrido asistieron productores de la localidad de Nacuché y otras localidades cercanas, los cuales escucharon de voz de don José los detalles de las prácticas que ha adoptado en su terreno. Los resultados no requirieron ser señalados, pues saltan a la vista, ya que el productor mantiene un área testigo; es decir, sigue trabajando un fragmento de su parcela de la forma en que antes lo hacía (la práctica convencional que predomina en la región) para que quienes lo visiten puedan comparar y observar claramente los beneficios de adoptar prácticas sustentables en sus milpas.

A los productores que visitaron la milpa del señor José del Carmen les sorprendió que pese a la poca disponibilidad de agua que tuvo el maíz en sus primeras etapas de crecimiento, este haya logrado tener un buen llenado de grano. Él les explicó que esto se debió a que ahora aprovecha el rastrojo para cubrir el suelo, y esto le ha ayudado a conservar la humedad.

Para don José, uno de los mayores beneficios que ha obtenido al participar en el proyecto MSPY son los aprendizajes que ahora pone en práctica, como el arreglo topológico (la adecuada distribución de las plantas en la parcela, que permite incrementar el rendimiento de grano como consecuencia de disminuir la competencia entre plantas por luz, agua y nutrimentos).

José del Carmen Chi Nah compara el maíz que produce en la sección con innovaciones con el del testigo (con menor desarrollo vegetativo), y no duda en recomendar a los otros productores que también adopten prácicas de Agricultura Sustentable. Como él lo manifiesta, con los cambios que ha hecho en su milpa ahora logra mayor producción en menor cantidad de mecates que siembra, y esto ayuda a su economía familiar.

Categorías
Noticias

Milpa con un toque de limón

Además de maíz nativo, calabazas, camotes, cacahuates y frijoles, en la milpa del señor Claudio Canul Canul también hay naranjas, toronjas, mandarinas y limones. Esta diversidad y asociación de cultivos no es algo común en su zona, pues la mayoría de los productores trabajan la milpa con menor número de especies vegetales, y en caso de tener cítricos, estos son monocultivos. El señor Claudio Canul, sin embargo, es un productor que optó por innovar en su milpa y hacerla más productiva y rentable para ya no tener que arrebatarle al bosque nuevos espacios que después de un tiempo se vuelven improductivos (haciendo que esta práctica se repita).

Claudio participa en el proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán —de la Fundación Haciendas del Mundo Maya (FHMM), Fomento Social Banamex (FSB) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— y, a través de él y gracias a su dedicación y ánimos de aprender, ha logrado establecer una milpa ejemplar (que funciona como un módulo demostrativo de las prácticas sustentables que promueve el proyecto). A ella acuden con regularidad otros productores a quienes les llaman la atención las prácticas innovadoras, el arreglo de la parcela y el manejo agronómico que hace Claudio.

Recientemente, en su parcela —ubicada en la localidad de Cuch holoch, del municipio de Halachó, Yucatán— se realizó un recorrido al que acudieron productores de comunidades vecinas y en el que estuvo presente el técnico especializado en Agricultura Sustentable que lo asesora. Los asistentes escucharon de voz del productor cómo adaptaron a su milpa el sistema Milpa Intercalada con Árboles Frutales (MIAF) —práctica estructurada por investigadores del INIFAP y mejorada por productores innovadores mediante un proceso de integración de ciencia y conocimiento tradicional a través de la red de innovación que impulsa el CIMMYT— para hacer un uso más intensivo, a la vez que sustentable, del terreno.

Los visitantes pudieron observar los árboles frutales intercalados, los cultivos hortícolas asociados y el cultivo de maíz establecido, que ―como se comentó durante el recorrido― es producto de un esfuerzo de reinserción de semillas nativas (que se han perdido por diversas circunstancias) que el CIMMYT apoya, proporcionando material que tiene bajo resguardo para que los productores lo reproduzcan y obtengan así semillas para el siguiente ciclo agrícola. Asimismo, se les explicó cómo los cultivos rastreros protegen el suelo y reducen la evaporación (ayudando a mantener la humedad para los cultivos), y también observaron detalles como el espacio entre cultivos para que estos no compitan por luz o nutrientes.

Finalmente, los visitantes conocieron las prácticas agroecológicas con las que Claudio Canul está manejando las plagas (como las trampas con feromonas para el gusano cogollero). En conjunto, todas estas prácticas sustentables resultaron ser del interés de los productores, los cuales declararon: “así ya no tenemos que tumbar más monte, porque se tiene producción todo el tiempo”.

Categorías
Noticias

Se propagan los aprendizajes del proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán

Los productores del proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán (MSPY) —de la Fundación Haciendas del Mundo Maya (FHMM), Fomento Social Banamex (FSB) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo— han obtenido diversos aprendizajes sobre Agricultura Sustentable. Algunas de las parcelas que se han trabajado con estos productores se han constituido como módulos de exhibición para difundir prácticas agronómicas innovadoras y pertinentes para la región.

Recientemente, se realizó un recorrido por un módulo ubicado en el municipio de Tizimín, Yucatán. En él participaron 27 productores y técnicos locales, los cuales observaron directamente los beneficios de realizar un arreglo topológico adecuado —es decir, una distribución óptima de las plantas— y de aplicar los fertilizantes en los momentos precisos.

Debido a que en la zona el temporal fue errático y la falta de agua afectó a los cultivos en la región, los productores y técnicos que visitaron el módulo de exhibición se mostraron sorprendidos por el buen desarrollo que tuvo el área de innovación de la parcela en comparación con el área testigo. Y comentaron que lo más sorprendente fue que las plantas tuvieron un llenado de grano muy bueno.

Don Timoteo Rosendo Baak Dzib, dueño de la parcela y uno de los productores del proyecto MSPY, mencionó que —para él— el principal cambio fue que con un mejor arreglo de la parcela ya no tuvo que utilizar cinco o seis semillas por postura, sino solamente dos (del mismo maíz nativo), obteniendo así un mejor desarrollo de la planta, con tallos más gruesos y mazorcas de mayor tamaño.

Los visitantes también observaron la vitrina de maíces nativos que se estableció en la parcela de don Timoteo. Actualmente, a través del mejoramiento participativo se están evaluando el desarrollo y las características de estos materiales (altura, floración y acame de las plantas). La intención de esta iniciativa es reforzar el sistema milpa en la región y preservar (y en algunas ocasiones recuperar) la diversidad genética de los maíces nativos con la participación de los propios productores.

Al finalizar el recorrido, incluso los productores más escépticos se mostraron convencidos de la necesidad de adoptar nuevas y mejores prácticas agronómicas que, validadas desde la ciencia, permitan reforzar la tradición de la milpa en Yucatán.

Categorías
Noticias

Hacia el rescate de las semillas nativas de Yucatán

La sandía amarilla, el makal de guía (una especie de tubérculo), el palbox (fruta parecida a la guanábana) y veinte especies vegetales más que antes se sembraban en la Península de Yucatán ahora ya no se cultivan (además de otras especies que se siembran en poca superficie o por muy pocas personas).

Ante esta realidad que pone en riesgo la nutrición y la seguridad alimentaria de muchas comunidades, en el marco del proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán, el Instituto Tecnológico de Tizimín (ITT) y el Hub Península de Yucatán —del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— llevaron a cabo el conversatorio ‘Diversidad y resguardo de semillas criollas en el oriente del estado de Yucatán’.

El objetivo de este fue propiciar el intercambio de ideas y experiencias sobre estrategias para la conservación de semillas y para asegurar la diversificación de cultivos en la milpa maya, con productores, estudiantes, investigadores e instituciones educativas en la zona oriente de Yucatán.

Procedentes de diversas localidades de los municipios de Chichimilá, Espita, Mérida, Panabá, Sucilá, Temozón y Tizimín, los 49 participantes —entre estudiantes, productores, docentes y algunos funcionarios locales— identificaron tanto los cultivos de hace veinte años, como los actuales, incluyendo sus tendencias y amenazas.

Considerando la superficie en la que se siembran y el número de personas que lo hacen, los asistentes al conversatorio identificaron 47 cultivos que se siembran actualmente aunque 35 de ellos son cultivados por pocas personas o en poca superficie y 23 más que ya no se siembran.

Entre las causas de la pérdida de la biodiversidad identificadas están el cambio climático —principalmente por sequías prolongadas, fenómenos naturales más devastadores y la aparición de nuevas plagas y enfermedades—, la prevalencia del monocultivo y otras prácticas agrícolas inadecuadas, la ganadería extensiva, el abandono del campo, los problemas asociados a la rentabilidad de la milpa y la pérdida de las semillas nativas, entre otros.

Del mismo modo, se generaron diversas propuestas para preservar y conservar las semillas. Algunas de ellas fueron aprovechar el banco de germoplasma del ITT y crear otros, fortalecer el intercambio de semillas, establecer parcelas de conservación y reinserción, fomentar cadenas de valor justas y mercados para la diversidad de cultivos y —principalmente— crear espacios intergeneracionales para aumentar la participación de los jóvenes en temas del campo.

Como destacó Eduardo Tovar, gerente del Hub Península de Yucatán —del CIMMYT—, el conversatorio fue producto de la suma de esfuerzos de muchas instituciones y personas que trabajan motivadas por un fin común: lograr la seguridad alimentaria y la rentabilidad de los sistemas productivos de la población mediante la preservación de sus recursos naturales y de la biodiversidad.

Así, con la participación de instituciones como el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) —que se comprometió a fomentar la realización de ferias de semillas con productores de la zona— y el Instituto Tecnológico de Tizimín —cuyo director, José Antonio Canto, refrendó el compromiso de la institución para hacer un buen resguardo de las semillas de las comunidades—, el proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán se enriquece. Este proyecto es de la Fundación Haciendas del Mundo Maya (FHMM), Fomento Social Banamex (FSB) y el CIMMYT. Y a través de él se desarrollan diversas acciones para impulsar la resiliencia de la milpa maya, como los conversatorios, los cuales no son solo debates públicos, sino foros para generar soluciones colectivas.

Conversar no es simplemente hablar, sino compartir ideas y escuchar al otro. Por eso los conversatorios son herramientas de encuentro que permiten focalizar la reflexión de un tema prioritario en una región determinada. Producto de este que se realizó, por ejemplo, se logró identificar actores y sitios (productores locales e instituciones) que aún conservan semillas susceptibles de rescatarse o reinsertarse en las comunidades.

Con este ejemplo de colaboración, agradecemos a todas las instituciones, organizaciones y personas que hicieron posible la operación de Milpa Sustentable en la Península de Yucatán durante el año que concluye. A todos les deseamos felices fiestas y esperamos contar nuevamente con su entusiasmo y compromiso en 2020 para hacer de la Agricultura Sustentable el motor del crecimiento económico y sociocultural de nuestras comunidades y nuestro país. ¡Enhorabuena!

Categorías
Noticias

Experiencia Milpa, un recuento de logros y nuevos desafíos para Milpa Sustentable en la Península de Yucatán

Ver, oler, caminar y sentir la milpa —aunque sea por breves instantes— es una experiencia que vale la pena vivir. Ayuda a comprender el valor de ese sistema milenario y la importancia de preservar su riqueza biocultural. Experiencia Milpa fue un recorrido que hizo posible esta interacción. En él participaron miembros del Consejo de la Fundación Haciendas del Mundo Maya (FHMM); productores; familias; colaboradores; y el equipo del Hub Península de Yucatán, del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

El recorrido se realizó en la parcela (módulo demostrativo) de don José del Carmen Chi, productor beneficiario del proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán. El objetivo fue dar a conocer de manera didáctica y resumida los principales impactos y aprendizajes que este proyecto ha generado gracias a la inversión de la FHMM y Fomento Social Banamex (FSB) y al trabajo de toda la red de innovación que —en este caso— estuvo representada por el doctor José Castillo, profesor investigador de la Universidad Autónoma de Yucatán, colaboradora fundamental del Hub Península de Yucatán.

El recorrido buscó crear una experiencia a través de la cual los participantes pudieran conocer qué es la milpa, tanto la trabajada de manera convencional con el sistema de roza, tumba y quema como la que usa las innovaciones agrícolas sustentables que se han promovido, adaptado y adoptado de manera secuencial conforme el ciclo agrícola avanza.

Para tal efecto, se establecieron cinco estaciones dentro de la parcela para mostrar la milpa convencional; las innovaciones de arreglo de siembra; la Agricultura de Conservación; la fertilidad integral; el Manejo Integrado de Malezas; el Manejo Agroecológico de Plagas; el resguardo de semillas nativas; el manejo poscosecha; el mejoramiento participativo; la vinculación de los productores a mercados; y las estrategias de desarrollo de capacidades, inclusión social y fortalecimiento de la red de innovación que se han implementado y han evolucionado durante el avance del proyecto.

Fue de la voz de los productores y sus familias, protagonistas del evento, que Milpa Sustentable en la Península de Yucatán fue descrito como un proyecto integral y de suma importancia por sus logros y su impacto. El programa ha beneficiado de manera directa a más de 2,000 productores con innovaciones tecnológicas en sus sistemas de producción, impactando de forma positiva en sus familias y en los actores que conforman la red de innovación regional (que abarca desde estudiantes e investigadores hasta consumidores y Gobiernos locales).

Una característica importante de este proyecto es que no solo contribuye a la seguridad alimentaria de la población rural, sino que trabaja fuertemente por conservar el medioambiente a través de sus actividades. Este año fue reconocido por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) como una de las soluciones locales más destacadas e innovadoras para hacer frente al cambio climático y fomentar el desarrollo sustentable de las comunidades rurales y los grupos indígenas.

Por otra parte, los consejeros de la FHMM hablaron sobre el impacto positivo que se ha generado (tanto a nivel agronómico como de desarrollo humano) como consecuencia de abordar de forma integral sistemas complejos como la milpa. Asimismo, se resaltó la importancia de dar seguimiento y apoyo a iniciativas como Milpa Sustentable en la Península de Yucatán, que son medibles y trazables, para mantener sistemas de producción dentro de la línea de la sustentabilidad.

A partir de Experiencia Milpa, los participantes reflexionaron sobre cómo la milpa, su estudio, su protección y su fortalecimiento contribuyen a mejorar la calidad de vida de las personas. Los participantes concluyeron que aún quedan desafíos; sin embargo, se tienen las herramientas, la metodología y la motivación de los actores involucrados (desde los productores hasta los donantes). Lo anterior se suma a los procesos de mejora continua y el trabajo colaborativo que han enmarcado a este proyecto, los cuales —por supuesto— serán fundamentales para dar continuidad al mantenimiento de la milpa como estilo de vida y como sistema de producción sostenible.

Categorías
Noticias

Una agricultura diferente para tiempos diferentes

“Nosotros trabajamos como nos enseñaron los abuelos, pero eran tiempos diferentes, las lluvias y las tierras eran distintas: se lograba la cosecha. Ahora, con las sequías que hay tenemos dificultades para sacar la cosecha, y lo que hoy vimos en este evento nos ayudará a mejorar la milpa”, fueron las palabras de uno de los productores que asistieron al recorrido por la plataforma de investigación Yaxcabá —ubicada en la localidad de Yaxunah, en Yucatán—, donde colaboran la Universidad Autónoma de Yucatán (UAY) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

Los productores que participaron en la actividad forman parte del proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán, impulsado por la Fundación Haciendas del Mundo Maya (FHMM), Fomento Social Banamex y el CIMMYT. En las parcelas demostrativas que recorrieron pudieron conocer diversos beneficios de la Agricultura de Conservación para el sistema milpa y observar vitrinas de maíces criollos y leguminosas, así como el funcionamiento de prácticas sustentables como el Manejo Agroecológico de Plagas (MAP) y la rotación de cultivos.

Durante la actividad se contó con las intervenciones de algunos de los especialistas que colaboran en la plataforma de investigación, entre ellos el doctor José Castillo, responsable científico; Eugenio Telles, coordinador técnico del Hub Península de Yucatán —del CIMMYT—; y Julio Cohuo, responsable técnico. También se contó con la asistencia de Martín Dzul, representante de Desarrollo Rural del Ayuntamiento de Yaxcabá, y de alumnos de la UAY que estudian carreras relacionadas con el ámbito agrícola.

Ya que varios de los asistentes estaban familiarizados con la Agricultura Sustentable y el modelo de trabajo del Hub Península de Yucatán, el recorrido fue una oportunidad para exponer dudas concretas y compartir casos de éxito de otras parcelas. “Lo que vimos acá tenemos que hacerlo en nuestras milpas, como el control de las plagas; podemos hacer otras cosas que no afecten a la naturaleza”, comentó uno de ellos.

A través de las investigaciones realizadas en las plataformas de investigación, se desarrollan y validan prácticas agrícolas más amigables con la naturaleza. La finalidad de estos estudios y del proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán es, entre otras cosas, fortalecer el sistema milpa y evitar prácticas convencionales que no le favorecen, como las quemas agrícolas. “Como dice don Francisco: él lleva 12 años trabajando la misma parcela con Agricultura de Conservación y ahora ve que el suelo da mejor sin que lo queme. Nosotros podemos hacerlo también para no tumbar más montes”, mencionó uno de los asistentes.