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Sistemas diversificados para el campo de Iguala

Frijol mucuna. Detalle. (Foto: Fernando Morales / CIMMYT)
Frijol mucuna. Detalle. (Foto: Fernando Morales / CIMMYT)

En Iguala, en el estado mexicano de Guerrero, se estima que un poco más de 74 mil hectáreas se destinan a la agricultura y casi su totalidad se cultiva en temporal (SIAP, 2021). En esta zona, las lluvias son irregulares, se siembra en laderas, sobre suelos con poca fertilidad y erosionados por un manejo convencional del suelo donde predominan prácticas como el monocultivo y la remoción constante y excesiva del suelo.

Así, uno de los principales desafíos al que se enfrentan los agricultores locales es el deterioro de la fertilidad del suelo por pérdida de la materia orgánica. Para buscar alternativas que permitan superar este enorme reto, en la plataforma de investigación de Iguala —establecida en 2012 y donde colaboran Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y CIMMYT— se evalúa el efecto de la labranza, del manejo de residuos y de la rotación de cultivos sobre el rendimiento y rentabilidad del maíz.

En los estudios de la plataforma de 2013 a 2016 “se consideraron tres niveles de labranza: cero labranza, sin remoción o roturación del suelo; labranza mínima, que incluye un paso de rastra (15 cm) y surcado antes de la siembra; y labranza convencional, que consiste en un barbecho con arado reversible de discos (30 cm) y surcado antes de la siembra”, señalan los responsables de la plataforma.

Con respecto a los otros aspectos, “se evaluaron dos manejos de rastrojo: retirarlo todo y parcialmente. En lo que respecta a la rotación de cultivos con maíz, se consideró el cacahuate y la soya, y también la mucuna asociada en el mismo ciclo”.

El rendimiento promedio de grano de maíz de 2013 a 2016 fue mayor en la asociación con mucuna que en monocultivo en los tres tipos de labranza evaluado. La diferencia es notable si se considera que, por ejemplo, en labranza convencional con remoción de rastrojos, el rendimiento en monocultivo fue de 3.4 toneladas por hectárea (t/ha), y en la asociación de maíz con mucuna fue de 4.5 t/ha”.

La rotación entre cultivos es una alternativa que pretende romper con los monocultivos por los beneficios que conlleva en la disminución de plagas y enfermedades, y en la fertilidad del suelo. En la plataforma, además del ejemplo de la asociación de maíz con mucuna, también se obtuvieron mayores rendimientos de maíz en la rotación con cacahuate en los tres tipos de labranza.

Con una reestructuración en 2017, la plataforma de investigación de Iguala incorporó nuevos ensayos que atendieran las necesidades de los productores locales, pero ha continuado con las observaciones sobre el efecto de las rotaciones, confirmando que, el rendimiento de maíz en asociación con otros cultivos permite no solo obtener mejores rendimientos, sino también favorecer la fertilidad del suelo.

La presente información forma parte de los Avances en agricultura sustentable: resultados de plataformas de investigación de los Hubs Valles Altos y Pacífico Centro, México, 2012-2021, integrados en el marco de la iniciativa Excelencia en Agronomía.

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Alimentos más sanos con manejo agroecológico de plagas

El técnico Aldrin Quevedo (al centro) promoviendo el uso de dispensadores de feromonas de confusión sexual con productores de Veracruz, México. (Foto: Francisco Alarcón/CIMMYT)
El técnico Aldrin Quevedo (al centro) promoviendo el uso de dispensadores de feromonas de confusión sexual con productores de Veracruz, México. (Foto: Francisco Alarcón/CIMMYT)

El gusano cogollero es la principal plaga del maíz. Se presenta sobre todo en zonas tropicales, pero debido a los efectos del cambio climático ahora su incidencia es mayor y en más regiones, así que cada vez más agricultores tienen que destinar una buena parte de su inversión a la compra de insecticidas, disminuyendo su rentabilidad y afectando los ecosistemas. 

“Necesitamos recuperar el equilibrio ecológico que con el uso excesivo de químicos estamos destruyendo. El uso de feromonas de confusión sexual es una alternativa que permite que los insectos benéficos se mantengan en la parcela y al tiempo, hacer un mejor uso de los insecticidas químicos”, comenta Aldrin Quevedo Guerrero, técnico que promueve prácticas agrícolas sustentables en la zona sur de Veracruz. 

“Junto con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y PROVIVI® estamos instalando dispensadores de feromonas de confusión sexual específicas para gusano cogollero. Aquí, por ejemplo, tenemos una parcela de cinco hectáreas en la que instalamos dispensadores para evaluar su efecto en este ciclo primavera-verano”, puntualiza Aldrin. 

Los dispensadores constituyen una alternativa innovadora debido a su funcionamiento: “Se colocan 30 dispensadores por hectárea. Cada dispensador libera, por 90 días, el aroma o el perfume que la palomilla hembra del gusano cogollero emite al ambiente para indicarle al macho que ya está apta para reproducirse. Los machos, atraídos por el aroma, y sin poder localizar a la hembra, no logran aparearse y gracias a esta confusión se evita una nueva generación de la plaga”. 

La iniciativa del CIMMYT y PROVIVI® para propiciar un manejo agroecológico del gusano cogollero en maíz “es de suma importancia para el sector agrícola porque con el uso de feromonas ayudamos a disminuir el uso excesivo de sustancias químicas que pueden generar un impacto negativo en nuestros agroecosistemas, en los mantos acuíferos, en el suelo e incluso afectan la salud humana”, menciona Aldrin.

Las evaluaciones en el marco de esta iniciativa buscan recopilar datos del desempeño de la tecnología directamente en las parcelas de los agricultores y considerando todas las variables de sus sistemas de producción, por esto, además de los dispensadores “también estamos evaluando trampas para gusano cogollero que ya existen en el mercado y tenemos igualmente un testigo absoluto sin feromonas. Con estos tres tratamiento queremos ver cómo fluctúa la población de gusano cogollero durante el ciclo agrícola”. 

Los dispensadores PROVIVI FAW® son una herramienta de prevención para el manejo integrado del gusano cogollero que “si se maneja con un enfoque sistémico puede generar un mejor impacto, por lo que se recomienda combinar con otras prácticas, como la biodiversidad funcional y la agricultura de conservación. Con esto podemos contribuir significativamente a la sanidad de la planta, a la calidad del grano y, en este sentido, parte de los impactos que estamos evaluando con el uso de esta tecnología es el ingreso económico del productor al lograr un producto terminado de más calidad”. 

“Otro punto importante es ver cómo se benefician los organismos benéficos como son los insectos depredadores y parasitoides. Así, a través de talleres de capacitación, muestreos consecutivos y colecta de larvas para evaluar el parasitismo natural de gusano cogollero estamos dándole seguimiento al efecto de los dispensadores de feromonas de confusión sexual en el estado de Veracruz. Con estos enfoques podemos proteger la sanidad de la planta y del grano y contribuimos a una producción más sustentable de maíz en México”, finaliza Aldrin. 

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Sin insecticidas “mantienen a raya” al gusano cogollero

El productor Vicente Santiago Arizmendi mostrando un dispensador de feromonas de confusión sexual. (Foto: Francisco Alarcón/CIMMYT)
El productor Vicente Santiago Arizmendi mostrando un dispensador de feromonas de confusión sexual. (Foto: Francisco Alarcón/CIMMYT)

“Aquí en mi parcela estamos encaminándonos hacia un manejo agroecológico de plagas. Estamos usando feromonas de confusión sexual para controlar el gusano cogollero”, comenta Vicente Santiago Arizmendi, productor de maíz de El Aguacate, localidad perteneciente al municipio de Hueyapan de Ocampo, en Veracruz, México.

“Anteriormente yo utilizaba puro insecticida. Cuando la planta alcanzaba la altura de 20 centímetros ya le aplicaba un insecticida porque la población del gusano era mucha. De cinco plantas, tres ya tenían gusano”, recuerda Vicente. 

Caminando entre su parcela, Vicente señala una pequeña banderilla de color negro que está sostenida por un “palito bandera” y se confunde entre las plantas de maíz, las cuales lucen sanas y vigorosas. “Estos son dispensadores de feromonas, funcionan confundiendo a las palomillas macho porque emiten un aroma que los confunde, piensan que es la hembra. Así no se reproducen y las hembras no dejan sus huevecillos en las plantas del maíz”, comenta. 

“La idea es estar confundiendo al macho para que no localice a la hembra y así reducir la población de gusano cogollero. Los dispensadores PROVIVI FAW® se colocaron aproximadamente cada 12 metros sobre el surco y de ahí cada 26 surcos, hasta completar 30 por hectárea. Cada banderita es un dispensador”, precisa Aldrin Quevedo Guerrero, colaborador del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) que, en el marco de esta iniciativa conjunta con PROVIVI®, le brinda acompañamiento técnico a Vicente. 

“Tiene un buen funcionamiento. Es la primera vez que estamos ocupándolas y ya vimos el cambio porque antes las plantas al llegar a una altura de 20 cm ya tenían gusano y ahorita con los dispensadores las plantas ya están casi en los 30 centímetros y no tienen nada de gusano. Hasta ahorita con la altura de planta que llevo no tengo problema con el gusano cogollero, ha disminuido mucho”, menciona el productor. 

Con respecto al ahorro que ha tenido, al aplicar menos cantidad de plaguicidas, Vicente comenta que “antes yo gastaba mucho en insecticidas, ahorita con los dispensadores disminuí toda esa cantidad de gasto que iba a hacer, no estoy aplicando nada de eso. Es un buen ahorro y los gusanos están bajos, casi todas las plantas están limpias y anteriormente no, anteriormente las plantas ya tenían la hoja rayada y tenían el gusano ahí en el cogollo”. 

Cabe mencionar que las feromonas de confusión sexual son una herramienta de prevención dentro del manejo integrado del gusano cogollero y, como tal, deben ser combinadas con otras acciones como el monitoreo permanente de la presión de plaga, para la oportuna decisión de aplicación de insecticidas de bajo impacto ambiental, sobre todo en temporadas de alta presión.

Para Vicente, los dispensadores de feromonas de confusión sexual están contribuyendo a mejorar la seguridad alimentaria de su familia: “Anteriormente yo tenía pérdidas de 70-80 % y ahorita pues la verdad todo va bien. Es el primer ciclo que estamos trabajando con los dispensadores y en rendimiento yo creo que sí voy a tener un buen resultado, por eso estamos haciendo el monitoreo de las plantas para checar cuántas están afectadas y cuántas no. Junto con el ‘inge’ eso lo estamos haciendo cada ocho días”. 

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Con feromonas la incidencia del cogollero puede bajar hasta en 95 %, afirman productores

Dispensadores de feromonas de confusión sexual en parcela de Veracruz, México. (Foto: Francisco Alarcón/CIMMYT)
Dispensadores de feromonas de confusión sexual en parcela de Veracruz, México. (Foto: Francisco Alarcón/CIMMYT)

“El principal problema que nosotros tenemos en nuestras parcelas, en nuestros cultivos, es que el gusano cogollero nos empieza a atacar prácticamente desde la emergencia de la semilla. Si no controlamos eso nos pega en el bolsillo porque nos baja drásticamente el rendimiento”, comenta Humberto Pascual Hernández, productor de maíz de la comunidad El Aguacate, en el municipio de Hueyapan de Ocampo, en Veracruz, México. 

Para Humberto era importante encontrar otras opciones para preservar sus cosechas y disminuir el uso excesivo de agroquímicos: “buscando nuevas alternativas en conjunto con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) llegamos a este material de PROVIVI® que es bastante funcional. Lo hemos visto. Con otros compañeros productores ya lo hemos estado utilizando y evaluando su funcionalidad aquí en campo”. 

“Los dispensadores PROVIVI FAW® se colocan inmediatamente después de la siembra, antes de la emergencia del grano. Su duración es hasta prácticamente el final de la cosecha, 90 días, es decir, tres meses. Y con ello nos hemos dado cuenta que la incidencia de gusano cogollero, que es el que más nos aqueja aquí en nuestro cultivo de maíz, ha bajado radicalmente a partir de que nosotros estamos usando estos dispensadores de confusión sexual y haciendo prácticas de agricultura de conservación”, menciona Humberto. 

Con estos dispensadores nosotros hemos bajado en un 95 % la incidencia del gusano cogollero. Estamos viendo hechos, resultados palpables, podemos ver a simple vista la funcionalidad de esta alternativa agroecológica”, Lo anterior se traduce en una planta menos estresada, más sana y, por ende, una mejor calidad del producto terminado. Además, menciona el productor que usando esta herramienta como parte del manejo integrado del gusano cogollero, “nos beneficia bastante en nuestra economía porque antes, híjole, yo creo que hasta seis aplicaciones —de plaguicidas— hubiera tenido que hacer”. 

La principal ventaja que Humberto como productor ve en esta alternativa es que le ayuda a disminuir el uso excesivo de insecticidas: “Ahora ya no estoy expuesto a los químicos que a la larga pues me estaban dañando, me estaban intoxicando”, comenta. 

Además de disminuir la exposición excesiva de los agricultores a insecticidas, los dispensadores de feromonas de confusión sexual también ayudan a la preservación de los ecosistemas “porque con el control químicos nosotros nos estamos ‘llevando’ (eliminando) a insectos benéficos que también nos ayudan de manera natural al control del gusano cogollero. Y con estos dispensadores, al no estar aplicando químicos, estamos ayudando a mantener a las diferentes faunas benéficas que ya de manera natural se encuentran en nuestro cultivo”, señala Humberto. 

Convencido de que las decisiones que tome en el presente impactarán en sus hijos y en las futuras generaciones, Humberto promueve esta y otras prácticas sustentables —como la agricultura de conservación que permite conservar suelos y agua— en su comunidad y otras aledañas: “Yo invito a los productores que usen estas alternativas y que vean los resultados para que comprueben de manera real que es algo que sí funciona y que a la larga nos va a beneficiar en muchos aspectos: económico, en salud, mantener la biodiversidad, le vamos a dar vida a nuestro campo”. 

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Variabilidad climática causa incertidumbre entre agricultores

Pláticas de sensibilización sobre utilidad del seguro agrícola, en la zona de las Altas Montañas, en Veracruz, México. (Foto: Tecnología Agropecuaria Aplicada al Campo)
Pláticas de sensibilización sobre utilidad del seguro agrícola, en la zona de las Altas Montañas, en Veracruz, México. (Foto: Tecnología Agropecuaria Aplicada al Campo)

En Veracruz, México, las condiciones climatológicas son más extremas cada año. De acuerdo con el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), en promedio, más del 70% de los municipios de este estado presentan un aumento de vulnerabilidad al cambio climático, que se percibe con periodos de sequía cada vez mas prolongados, temperaturas cada vez más altas (o más bajas, dependiendo la temporada) y una escasez de agua cada vez mayor. 

Por supuesto, toda esta variabilidad afecta la producción agrícola ya que en Veracruz predomina la producción de temporal. Así, ahora es más común que cada ciclo los productores de temporal cultiven superficies menores, pues una vez que se siembra el riesgo de pérdida por algún fenómeno meteorológico es alto.

Para buscar y brindar alternativas que les permitan a los agricultores de la zona centro del estado disminuir los efectos de estos fenómenos, Tecnología Agropecuaria Aplicada al Campo (TAAC) promueve la adopción de prácticas y tecnologías como la agricultura de conservación, el diagnóstico de parcela, la mecanización adecuada, la implementación de cultivos alternativos, el manejo agroecológico de plagas, entre otras. 

TAAC es una Sociedad Cooperativa que desde el año 2005 trabaja con productores del centro de Veracruz (la zona de las altas montañas) y desde el 2015 colabora con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) para promover prácticas sustentables en el marco de la iniciativa Cultivos para México, que impulsa la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y el CIMMYT.

Otra alternativa que se ha buscado para contribuir a garantizar la inversión de los productores y que de esta manera tengan una mayor certidumbre para establecer sus cultivos ha sido el seguro agrícola, una opción que brinda respaldo económico en caso de haber siniestros por condiciones climatológicas.

A pesar de que en ciclos anteriores ha habido pérdidas a causa de las sequías y las heladas principalmente, los agricultores de la zona no tienen la cultura del aseguramiento. Su uso, comúnmente, es en superficies acreditadas con algún crédito, en donde el productor ve el hecho de pagar una cobertura más como requisito que como una opción de certeza agrícola.

 A través de la vinculación de TAAC con el Fondo de Aseguramiento Agrícola del Citlaltépetl se trabaja de manera conjunta para concientizar a los productores de la zona para que conozcan los beneficios de un seguro agrícola y si, así lo deciden, en ciclos posteriores contraten una cobertura que les permita establecer sus cultivos con la garantía de que en caso de siniestros por causas externas a ellos (principalmente por efectos climatológicos) puedan recuperar su inversión.

Adicionalmente, en la zona de las altas montañas de Veracruz se ha trabajado conjuntamente en el desarrollo de capacidades (en productores y técnicos) para la elaboración de planes de manejo de los cultivos a establecer, tomando como referencia los resultados de los diagnósticos parcelarios y los escenarios de cambio climático. Esto es importante porque en la zona no se suelen realizar estas actividades que, junto con las prácticas sustentables, permiten avanzar en la mitigación y adaptación al cambio climático. 

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Cambio climático obliga a modificar calendario agrícola

Siembra de maíz en dos fases en el municipio de Mecayapan, Veracruz, México. Foto: DECOTUX
Siembra de maíz en dos fases en el municipio de Mecayapan, Veracruz, México. Foto: DECOTUX

El cambio climático es una realidad. Posiblemente el término aún no sea de uso común en el habla cotidiana de la sociedad, pero sí las referencias a un clima cambiante, a la dificultad para distinguir las estaciones que antes estaban bien definidas, al aumento en el número y magnitud de fenómenos como los huracanes y las sequías y, particularmente, a la irregularidad de las lluvias.

Los cambios en los regímenes de lluvias aumentan las probabilidades de pérdidas de cosechas en el corto plazo, pero también las probabilidades de que se reduzca la producción a largo plazo por la disminución de la disponibilidad de agua en los ciclos consecutivos. Esto no solo afecta a los agricultores, sino a toda la sociedad porque representa una amenaza directa a su seguridad alimentaria. 

La Sierra de Santa Marta, en el estado mexicano de Veracruz, es uno de esos lugares donde el cambio climático se ha manifestado con modificaciones en las lluvias. Los agricultores locales —de los municipios de Tatahuicapan, Mecayapan y Soteapan—, que dependen del temporal, han tenido que modificar sus sistemas de producción, pero en este cambio no todas las prácticas que han adoptado han funcionado como se esperaba, repercutiendo incluso en la conservación del suelo. 

Para brindar a los productores de esta zona mejores herramientas para adaptarse al cambio climático, un grupo de promotores de la agricultura sustentable —Desarrollo Comunitario de los Tuxtlas (DECOTUX)— instaló un módulo de innovación para evaluar y promover, junto con los productores, prácticas agrícolas que buscan reducir el impacto de la escasez de lluvias y asegurar mejores rendimientos en la producción de maíz. 

En el módulo, instalado en el marco de la iniciativa Cultivos para México —impulsada por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—, se trabaja para adaptar las prácticas agrícolas locales y brindar opciones que eviten o reduzcan otras prácticas como la roza, tumba y quema, facilitando la transición hacia una agricultura sustentable.

Por diversas circunstancias históricas, las tierras que eran de uso comunal y con periodos de descanso de hasta cinco años, fueron fraccionadas, delegando a cada agricultor una reducida zona de trabajo. Esto favoreció que los periodos de descanso del suelo se redujeran, los suelos se empobrecieran y aumentaran las quemas sin supervisión adecuada. 

“Han sucedido accidentes de cientos de hectáreas, arrasando varias comunidades entre potreros, cafetales, acahuales, vegetación primaria, fragmentos de vegetación y bosques de pino y encino locales”, menciona el equipo de DECOTUX, poniendo de relieve la importancia de este módulo de innovación, ya que la escasez de lluvias y el incremento de la temperatura aumentan también el riesgo de incendios de grande magnitud.

Además de fomentar el aprovechamiento del rastrojo como cobertura del suelo en lugar de quemarlo, realizar análisis de suelos, evaluar distintas variedades de semillas —nativas e híbridas a fin de identificar las más adecuadas para la zona y las nuevas circunstancias climáticas—, y otras prácticas para mejorar la fertilización y el manejo de plagas y enfermedades, una de las principales acciones que se desarrolla en el módulo es el ajuste de las fechas de siembra y otras labores de acuerdo con las nuevas circunstancias climáticas. 

“Debido a la irregularidad de los periodos de lluvia se ha pasado de un ciclo a dos ciclos productivos. Esto está fundamentado en la información de la estación meteorológica de DECOTUX que permitió realizar el análisis de datos meteorológicos con relación a las fechas de actividades culturales en los predios de siembra”, señala la organización. 

“Con la información obtenida, y en comparación a años anteriores, se ha identificado que algunos de los efectos directos del cambio climático en la zona han sido la modificación del régimen pluviométrico, cambios en la velocidad y ocurrencia de vientos y aumento de horas calor. Esto ha afectado considerablemente el calendario de siembra de los productores quienes tratan de acertar las fechas óptimas para la siembra”.

De entre los métodos que han adoptado los agricultores para reducir las pérdidas está la siembra seccionada. “Esta les permite salvar el 50% de la materia prima en caso de las condiciones climáticas no sean adecuadas en alguna de las fechas de siembra”, mencionan los técnicos de DECOTUX.

A través de este trabajo conjunto se busca ofrecer prácticas y tecnologías probadas que le permitan a las familias productoras mitigar y adaptarse al cambio climático. Esto es además una oportunidad para desarrollar procesos participativos en la construcción del conocimiento, a fin de involucrar a las familias y replicar los aprendizajes dentro de las comunidades. 

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Un girasol para el recuerdo

Cultivo de girasol. (Foto: Fernando Morales/Divulgación-CIMMYT)
Cultivo de girasol en rotación con maíces nativos. (Foto: Fernando Morales/Divulgación-CIMMYT)

Con flores que llegan a rebasar los 30 centímetros de diámetro y tienen la peculiaridad de “seguir al Sol” —propiedad conocida como heliotropismo—, el girasol (Helianthus annuus) es una especie muy llamativa como planta ornamental; sin embargo, sus beneficios agronómicos y ecológicos son igualmente atractivos. 

El girasol es una excelente opción forrajera, es resistente a la sequía, sus flores proveen de néctar a cientos de insectos, sus raíces ayudan a descompactar el suelo y sus semillas sirven para extraer aceite o elaborar harina. 

Como flor de corte, el girasol también brinda oportunidades para los productores. En el municipio de Acultzingo —en la región de las Altas Montañas, en Veracruz, México—, por ejemplo, esta flor está transformando el panorama de la agricultura y el comercio local. 

Aunque cuenta con un clima cálido subhúmedo con lluvias en verano que permite tener cultivos en campo todo el año, en Acultzingo el cultivo principal es el maíz, el cual se establece cíclicamente pues no se tiene (o no se tenía) la cultura de utilizar cultivos alternativos para hacer una rotación.

En la zona hay mercado donde convergen al menos 3 500 personas entre sábado y domingo. Este lugar es regionalmente conocido por su venta de barbacoa y truchas, pero en años recientes se han sumado productores que venden elotes y girasoles, los cuales han tenido buena aceptación por parte de los consumidores quienes llevan la flor como un “recuerdo” del lugar. 

En este municipio veracruzano, Tecnología Agropecuaria Aplicada al Campo —que colabora con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) en la promoción de prácticas sustentables en la región— se ha dedicado a promover el uso de cultivos alternativos, entre ellos el girasol. 

Así, por ejemplo, en la parcela del señor Camerino Cid Palacios, en la localidad de Sierra de Agua del mismo municipio, desde el 2019 se siembra girasol debido a la rentabilidad del producto en la zona. Además, lo cultiva con agricultura de conservación, sistema de producción sustentable que le ha permitido reducir costos manteniendo la calidad de la flor.

Por la alta demanda del producto, por contar con un mercado bien definido, por su corto periodo de producción y su rusticidad —habilidad de sobrevivir a condiciones adversas de crecimiento—, se contempla que la producción del girasol en esta zona de Veracruz aumente, de manera que será importante seguir promoviendo prácticas sustentables para su cultivo. 

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Botellas PET, una alternativa para guardar granos

Productores de San Andrés Tuxtla, en Veracruz, México, muestran su grano almacenado en botellas y garrafones PET. (Foto: Gente Sustentable)
Productores de San Andrés Tuxtla, en Veracruz, México, muestran su grano almacenado en botellas y garrafones PET. (Foto: Gente Sustentable)

El PET (siglas en inglés de tereftalato polietileno) es un tipo de plástico fuerte, flexible y totalmente reciclable. Por su resistencia, por ser una excelente barrera para la humedad y por ser adecuado para su uso en productos que deban estar en contacto con alimentos es usado comúnmente para fabricar botellas de agua y refrescos. 

Las botellas de PET pueden además ser aprovechadas en la agricultura familiar para el almacenamiento de granos con buenos resultados. Con frecuencia, muchas familias productoras no tienen la posibilidad de adquirir un silo metálico hermético —una de las mejores alternativas para el almacenamiento de granos—, o bien, siembran cantidades muy pequeñas, así que los envases de PET pueden ser una alternativa. 

Por ejemplo, en la región de los Tuxtlas, en el estado mexicano de Veracruz, el uso de botellas y garrafones PET ha sido el método de conservación de granos que más aceptación ha tenido como alternativa al almacenamiento en costales de polipropileno y uso de pastillas de fosfuro de aluminio —potencialmente riesgoso para la salud humana—, que es el modo convencional de almacenar las cosechas en la región. 

En la zona, la tendencia de elegir este método de almacenamiento por sobre otras tecnologías que han mostrado buenos resultados —como los silos metálicos herméticos, las bolsas plásticas herméticas y las bolsas plásticas estándar para ensilaje— se debe a que la mayoría de los productores siembran cantidades pequeñas de maíz para el autoconsumo. 

Para ellos es de mayor utilidad ir abriendo envases pequeños que suministren cantidades adecuadas para el consumo en el hogar, permitiendo que el resto del maíz se conserve por más tiempo y sin productos químicos gracias al principio de hermeticidad”, comenta el equipo técnico de Gente Sustentable, organización que colabora con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) para promover prácticas agrícolas sustentables en ese estado. 

En el marco del proyecto MasAgro-Cultivos para México —que impulsan la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y el CIMMYT— se promueven estas y otras prácticas poscosecha para reducir la incidencia de plagas y hongos durante el almacenamiento. No obstante, son las propias comunidades las que al final optan por una u otra tecnología en función de su propio contexto y necesidades. 

“Otro factor que ha hecho que los productores elijan los envases PET es la presencia de aves de traspatio que merodean las zonas de almacenamiento, normalmente las salas o las cocinas de los hogares. Las aves picotean las bolsas y costales y los granos que caen atraen a los roedores. Con las botellas y garrafones PET no sucede esto”, mencionan los técnicos. 

Las tecnologías de almacenamiento tienen efectos sobre la viabilidad de las semillas y los atributos de calidad visibles, pero también sobre aquellas cualidades que no se ven y que influyen directamente en su calidad y propiedades nutricionales. De ahí la importancia de seguir promoviendo tecnologías de almacenamiento adecuadas para cada tipo de productor: “quienes sí tienen excedentes para venta están optando por las bolsas plásticas herméticas debido a su precio accesible y a que brindan buenos resultados para conservar maíz”, concluyen los técnicos. 

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Buscan mejorar la agricultura de las zonas tropicales húmedas de México

Sistema milpa intercalada con árboles frutales en la plataforma San Andrés Tuxtla, en Veracruz, México. (Foto: Consejo de Colonias Populares de Veracruz)
Sistema milpa intercalada con árboles frutales en la plataforma San Andrés Tuxtla, en Veracruz, México. (Foto: Consejo de Colonias Populares de Veracruz)

Las zonas tropicales húmedas y subhúmedas de México poseen un enorme potencial productivo y de mercado, particularmente en lo referente a biocombustibles y cultivos tropicales. No obstante, estas zonas —particularmente en el sureste del país— también concentran gran población en situación de pobreza, tienen comunidades con problemas de seguridad alimentaria, se registra sobreexplotación de acuíferos y vulnerabilidad ante fenómenos extremos derivados del cambio climático.

En materia agrícola, específicamente, las zonas del trópico húmedo mexicano enfrentan retos adicionales: una buena parte de su territorio tiene una geografía accidentada, de manera que la agricultura se realiza en áreas de ladera muy susceptibles a la erosión y de difícil acceso para la maquinaria agrícola. 

Para brindar opciones que permitan a los agricultores de autoconsumo de estas zonas mejorar sus sistemas de producción y lograr la seguridad alimentaria, a través de la iniciativa MasAgro-Cultivos para México —impulsada por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— se han instalado diversas plataformas de investigación a fin de identificar las prácticas agrícolas más pertinentes. 

En la plataforma de San Andrés Tuxtla, en el estado de Veracruz, por ejemplo, se instaló una plataforma dedicada a evaluar el sistema milpa intercalada con árboles frutales, el cual fue diseñado para hacer un uso óptimo del suelo en tiempo y espacio en terrenos de ladera del trópico húmedo de México. 

El sistema milpa intercalada con árboles frutales es una práctica sustentada en los conocimientos de los pueblos originarios mexicanos, fue estructurada por investigadores del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y optimizada por productores innovadores mediante un proceso de integración de ciencia y conocimiento tradicional a través de la red de innovación que impulsa el CIMMYT.

En la plataforma, donde colaboran el Consejo de Colonias Populares de Veracruz y el CIMMYT, actualmente se investiga el tema de bajos rendimientos por sequía, los componentes tecnológicos de difícil adopción del sistema milpa intercalada con árboles frutales y, en un experimento de cinco años, se busca determinar la eficiencia relativa de la tierra para esta zona.

Como alternativa a la labranza convencional de la zona —la cual consiste en remover el suelo con un implemento local llamado “Champion”, jalado por un caballo— en la plataforma también se evalúan prácticas de agricultura de conservación, como cero labranza, conservación de residuos agrícolas en la superficie, y rotaciones de maíz y frijol de mata.

Adicionalmente se evalúa el uso de trampas con feromonas para el control del gusano cogollero —plaga que en la zona puede causar daños por arriba del 50% de la producción—y se imparten talleres a los productores. Entre las temáticas de estos están: poda de frutales, aplicación de fertilizantes y propagación de cítricos por acodo, que es una técnica que consiste en formar nuevos ejemplares a partir de una rama de una planta madre, pero sin separarla de esta. 

Los conocimientos que se van generando en esta plataforma de investigación han contribuido a que los productores locales optimicen sus recursos y tengan mejorías en la producción de sus frutales. De acuerdo con los productores que han participado en los talleres, se espera que en la próxima cosecha la calidad del fruto sea mejor, además de que con el taller de acodo aéreo podrán obtener material para reponer los árboles muertos.

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Los beneficios de las tecnologías herméticas poscosecha para los productores de autoconsumo

Seguimiento del módulo poscosecha instalado en la casa del productor Efraín Castillo Hernández, en el municipio de Tihuatlán, en Veracruz, México. (Foto: Citricultores Tihuatecos Asociados)
Seguimiento del módulo poscosecha instalado en la casa del productor Efraín Castillo Hernández, en el municipio de Tihuatlán, en Veracruz, México. (Foto: Citricultores Tihuatecos Asociados)

La Huasteca es una región multicultural de México que comprende parte de los estados de Tamaulipas, Veracruz, San Luis Potosí, Hidalgo, Querétaro y Puebla. En sus valles y montañas conviven diversas etnias, entre ellas teneek o huastecos, nahuas, pames, tepehuas, otomíes y totonacos. 

La Huasteca Totonaca —al norte de Veracruz y una pequeña porción de Puebla, donde se encuentran comunidades que comparten rasgos culturales tanto de la cultura totonaca como de la huasteca, y a la vez poseen rasgos característicos y condiciones geográficas e hidrológicas particulares— ocupa una superficie aproximada de más de cuatro mil kilómetros cuadrados y abarca unos quince municipios veracruzanos. Cerca del 90% de ese territorio se destina a actividades agropecuarias, siendo el maíz el cultivo más representativo con una superficie cercana a las 70 mil hectáreas. 

En la zona, los agricultores se enfocan a la producción de maíz para comercializar, e incluso exportar el totomoxtle (hoja que cubre la mazorca), así como para el autoconsumo; sin embargo, una de las principales problemáticas para este propósito es el alto índice de pérdidas poscosecha, las cuales pueden llegar a ser de hasta el 40%.

Insectos como el gorgojo (Sitophilus zeamais), el barrenador de los granos (Rhyzopertha dominica), la palomilla (Sitotroga cerealella) y roedores como la rata común (Rattus rattus) destacan entre las plagas que afectan las cosechas de los agricultores de esta zona.

Debido a las considerables pérdidas poscosecha, más de la mitad de los productores de la Huasteca Totonaca desgranan y venden cerca del 70% de su producción al precio que esté en el mercado —sin importar que sea bajo— a fin de evitar su pérdida. El restante lo destinan para autoconsumo; sin embargo, esto solo alcanza para cubrir un par de meses, lo que los orilla por varios meses más a comprar grano en el mercado o con los vecinos de las localidades aledañas, con frecuencia a precios elevados. 

Para reducir el alto impacto económico y social de esta situación, la iniciativa MasAgro-Cultivos para México —impulsada por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— promueve en la Huasteca Totonaca el uso de tecnologías herméticas para reducir las pérdidas poscosecha. 

Así, a través de la colaboración entre la cooperativa Citricultores Tihuatecos Asociados y el CIMMYT se están identificando aquellas tecnologías que les permitan a los agricultores conservar la calidad del grano por más tiempo y asegurar, a la vez, un alimento saludable.

En la nave de almacén de la cooperativa —ubicada en la localidad de Sebastián Lerdo de Tejada en Tihuatlán (Veracruz, México)— se instaló una plataforma de investigación poscosecha a fin de comparar las tecnologías herméticas con las prácticas convencionales de almacenamiento de maíz que prevalecen en la región. 

Lo que se busca es mantener la calidad de los granos, mejorar la productividad durante las siguientes temporadas y tener una mejor conservación de las semillas nativas de la región. Además de que estén libres de pesticidas químicos que pudieran afectar la salud de las personas”, comentan los responsables de la plataforma. 

De igual manera se han instalado módulos poscosecha donde los mismos productores participan en la evaluación de las tecnologías. En Poza Azul de los Reyes, también en Tihuatlán, por ejemplo, el productor Efraín Castillo Hernández usó cien kilogramos de maíz nativo blanco hojero para almacenar la mitad de la forma convencional, es decir, en un costal de polipropileno, y la otra mitad en una bolsa plástica hermética con cierre.

Cinco meses después de haber almacenado el grano, el productor y el equipo que le ha brindado acompañamiento técnico se reunieron para abrir los dos tratamientos. No lo hicieron solos, sino en presencia de un grupo de productores de la comunidad interesados en conocer los resultados. Así, la comunidad pudo observar una marcada diferencia a favor de la innovación: mientras que con el costal de polipropileno 58% de los granos presentaron daños, con la bolsa plástica hermética esta afectación solo fue del 2%.