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Al mejorar los suelos contribuyen al cuidado del acuífero de Apan

Cultivo sustentable de cebada en el marco del proyecto Aguas Firmes. (Foto: CIMMYT)
Cultivo sustentable de cebada en el marco del proyecto Aguas Firmes. (Foto: CIMMYT)

Aguas Firmes es un proyecto del Grupo Modelo y la Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable (GIZ), implementado por el CIMMYT y diversas organizaciones. Su objetivo fundamental es mejorar la sustentabilidad hídrica de los acuíferos de Calera en Zacatecas y Apan en Hidalgo y por ello promueve la agricultura sustentable como uno de sus pilares.

En la región de los llanos de Apan, en Hidalgo, donde la agricultura es de temporal, el proyecto se enfoca en mejorar la calidad de los suelos agrícolas, ayudando así a mejorar la infiltración. A la fecha, con la participación de 44 productores de los municipios de Apan, Emiliano Zapata, Almoloya y Tepeapulco, el proyecto ha impactado positivamente en más de 856 hectáreas en donde ya se implementan prácticas de agricultura sustentable.

El menú de tecnologías promovidas es amplio. Durante el segundo año de ejecución del proyecto en Hidalgo, por ejemplo, las principales tecnologías adoptadas por los productores participantes fueron la siembra con arreglo topológico en hileras —mediante el uso de sembradoras facilitadas por el mismo proyecto—, seguida del manejo de rastrojo —componente de la agricultura de conservación enfocado en mejorar elementos de la estructura de suelo y conservación y manejo eficiente del agua de lluvia—.

“Para el proyecto es fundamental el desarrollo de capacidades entre los productores, por ello ha brindado capacitaciones en diversos temas: calibración de equipos de siembra para granos pequeños, elaboración de productos orgánicos para el cultivo de cebada, calibración de equipos de aspersión, alternativas de aplicación de insumos, fertilización integral, estimación de rendimiento, manejo de residuos (construcción e instalación de biodigestor), entre otros”, señala el equipo técnico del proyecto.

El proyecto no se limita a mejorar los sistemas de producción de los agricultores participantes, pues al formar parte de un agroecosistema, busca incidir positivamente en el territorio. En este sentido, “se ha trabajado adicionalmente con productores de pequeña escala, se ha involucrado al gobierno municipal de Apan y figuras de organización ejidal para brindar capacitaciones en tecnologías herméticas para la conservación del grano, manejo de los suelos e importancia de los residuos de cosecha, mejoramiento participativo a través del método de selección masal en maíces criollos y conceptos básicos de una fertilización integral”, puntualiza el equipo de Aguas Firmes en Hidalgo.

¿Quieres saber más de Aguas Firmes? Visita el sitio web para más información: https://www.aguasfirmesgrupomodelo.com/es

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Cultivos de cobertura abren la posibilidad de consolidar sistemas sustentables en Hidalgo

Polinizadores y cultivos de cobertura. (Foto: Fernando Morales / CIMMYT)
Polinizadores y cultivos de cobertura. (Foto: Fernando Morales / CIMMYT)

En la región del altiplano del estado de Hidalgo el monocultivo de cebada es uno de los retos principales para lograr un sistema de producción sustentable en el que se propicie la biodiversidad y se den manejos menos erosivos, señala el equipo técnico del proyecto Aguas Firmes en Hidalgo, el cual promueve prácticas de agricultura sustentable para mejorar la sustentabilidad hídrica del acuífero de Apan.

De acuerdo con especialistas del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), el uso de los cultivos de cobertura (individuales o mezclados) brinda un servicio medioambiental en el sistema productivo, ya sea mediante el mejoramiento de la fertilidad del suelo, el control de malezas y plagas, o el incremento de la biodiversidad. Esto representa una oportunidad para brindar soluciones que permitan lograr la sustentabilidad de los sistemas agrícolas en el altiplano cebadero y contribuir así al objetivo de Aguas Firmes en Hidalgo.

Para identificar cultivos alternativos que se adapten a las condiciones de humedad y temperatura en la zona del acuífero de Apan en el periodo de invierno, en el ciclo otoño-invierno 2021-2022 se establecieron algunas parcelas de validación. Los resultados mostraron que el ebo presentó mejor adaptación a las condiciones de poca humedad y bajas temperaturas, en comparación con los otros cultivos evaluados (canola, rábano y girasol).

Aunque aún falta evaluar el efecto de los cultivos de servicio en el rendimiento de la cebada para estar en condiciones de emitir recomendaciones puntuales a los agricultores, la identificación de cultivos de servicio adecuados para la zona es un paso fundamental en la transición hacia sistemas sustentables y rentables en esta zona de Hidalgo donde el proyecto Aguas Firmes sigue difundiendo los beneficios de adoptar sistemas como la agricultura de conservación.

Uno de los componentes de la agricultura de conservación es la diversificación de cultivos, a través de asociaciones, intercalados o rotaciones que facilitan el reciclaje de nutrientes en distintos perfiles de suelo. De igual forma permite romper ciclos de plagas y enfermedades que afectan los cultivos. De ahí la recomendación de realizar más validaciones que permitan conocer a detalle el desempeño y la adaptación de cultivos como alternativa para aumentar la productividad del territorio.

Aguas Firmes es un proyecto impulsado por Grupo Modelo en alianza con la Cooperación Técnica Alemana (GIZ), implementado por el CIMMYT y diversas organizaciones. Su objetivo fundamental es mejorar la sustentabilidad hídrica de los acuíferos de Calera en Zacatecas y Apan en Hidalgo y por ello promueve la agricultura sustentable como uno de sus pilares.

¿Quieres saber más de Aguas Firmes? Visita el sitio web para más información: https://www.aguasfirmesgrupomodelo.com/es

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Alternativas para una agricultura sustentable en el Valle del Mezquital

Agricultores de Hidalgo siendo asesorados por técnicos del Hub Valles Altos del CIMMYT. (Foto: Hub Valles Altos-CIMMYT)
Agricultores de Hidalgo siendo asesorados por técnicos del Hub Valles Altos del CIMMYT. (Foto: Hub Valles Altos-CIMMYT)

El Valle del Mezquital es considerado el granero de Hidalgo. A pesar de ser una zona árida tiene una importante producción agrícola debido a la presencia de canales de riego de aguas residuales provenientes de la Zona Metropolitana del Valle de México.

En esta región alrededor de 60% de la población —con notable presencia de la comunidad otomí— se dedica a la agricultura. Los productores, sin embargo, enfrentan numerosos problemas, como la poca rentabilidad, la pérdida de la calidad de los suelos y la consecuente disminución del tonelaje de producción.

“La agricultura en el Valle del Mezquital se basa en la labranza convencional donde se utiliza una cantidad excesiva de maquinaria debido a la escasez de mano de obra en la región. Esto ha provocado la compactación de los suelos y el incremento en los costos de producción por hectárea cultivada”, comentan los responsables de la plataforma de investigación Francisco I. Madero, en el estado mexicano de Hidalgo, donde colaboran la Universidad Politécnica de Francisco I. Madero y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

Además de la compactación del suelo, el riego en la zona es por inundación —una de las formas de riego donde más agua se desaprovecha— y se utilizan aguas residuales provenientes del Valle de México —lo cual implica riesgos sanitarios potenciales—, así que se unen varios efectos adversos que hacen necesario impulsar una agricultura sustentable para mantener o incrementar el rendimiento, generar el bienestar en la región y conservar los recursos naturales”, enfatizan los responsables de la plataforma.

Para brindar alternativas a los productores a fin de que adopten las prácticas sustentables más adecuadas para sus sistemas productivos, en la plataforma se validan distintas tecnologías. Recientemente, por ejemplo, se evaluó el efecto de la rotación de los cultivos, la práctica de labranza y el manejo del rastrojo.

En el año 2021 el tratamiento que reportó el mayor rendimiento de maíz —16.6 toneladas por hectárea (t/ha)— fue el de la rotación de maíz en primavera-verano y avena en otoño-invierno, con cero labranza y dejando la totalidad de rastrojos sobre la superficie como cobertura; el tratamiento con el menor rendimiento (14 t/ha) fue el de maíz en primavera-verano y un cultivo de cobertura en otoño-invierno, con labranza convencional y removiendo todos los rastrojos.

En el año 2022 los resultados fueron similares, observándose que el tratamiento con la rotación de maíz-avena con cero labranza y cobertura del suelo con rastrojos tuvo un rendimiento de alrededor de dos toneladas por hectárea superior al del tratamiento de maíz con cultivo de cobertura, labranza convencional y sin rastrojos —21.1 y 18.8 t/ha, respectivamente—.

Con estos resultados, los responsables de la plataforma señalan que “la implementación de la agricultura de conservación permite incrementar y mantener el rendimiento del maíz. Dejar los cultivos de cobertura sobre el suelo permite que año con año el rendimiento se mantenga”.

La red de plataformas de investigación del CIMMYT y sus colaboradores —de la que forma parte la plataforma Francisco I. Madero— es una de las redes de investigación agrícola más relevantes a nivel mundial. Es impulsada por proyectos como AgriLAC Resiliente, Agriba Sustentable, Excellence in Agronomy, y otros igualmente importantes.