Trituración de residuos de cosecha previo a siembra de materiales híbridos de maíz amarillo en camas permanentes, en el ciclo otoño-invierno 2017-18, en la plataforma de investigación Culiacán, en Sinaloa, México. (Foto: Jesús Ignacio Madueño/UAS)
Trituración de residuos de cosecha previo a siembra de materiales híbridos de maíz amarillo en camas permanentes, en el ciclo otoño-invierno 2017-18, en la plataforma de investigación Culiacán, en Sinaloa, México. (Foto: Jesús Ignacio Madueño/UAS)
Con una superficie aproximada de 500 mil hectáreas de maíz, Sinaloa es el principal productor de esta gramínea en México. La mayoría de esta superficie se siembra con maíz blanco, variedad que llega a ocupar hasta el 99 % del área sembrada con maíz, mientras que solo el 1 % se siembra con maíz amarillo.
El maíz blanco se usa principalmente para el consumo humano, mientras que el maíz amarillo está destinado a la alimentación de animales o usos industriales. La preferencia de sembrar maíz blanco provoca que en algunos años los productores tengan problemas para asegurar la venta de su cosecha. En contraste, la industria local prefiere el maíz amarillo, principalmente para satisfacer sus necesidades de materia prima para la elaboración de alimento forrajero.
La agricultura que se practica en la región donde se encuentra la plataforma de investigación Culiacán —donde colaboran la Universidad Autónoma de Sinaloa y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— es intensiva, con uso de semillas mejoradas, un alto consumo de insumos —lo que provoca altos costos de producción y afectaciones al medioambiente— y con sistema de riego, pero con un abastecimiento de las presas de riego inseguro.
Por lo anterior, es necesario buscar cultivos que usen menos agua. Si se pueden encontrar materiales amarillos con un buen rendimiento, entonces se tendría una opción para ciclos con menos disponibilidad de agua.
Así, en la plataforma de investigación se han establecido diferentes ensayos, entre ellos, la evaluación de híbridos de maíz amarillo con alto potencial de rendimiento —en camas permanentes y dejando el rastrojo en la superficie—, o el ensayo de la validación del sensor GreenSeeker® para el diagnóstico de una fertilización más eficiente y sustentable, principalmente con relación al uso de los fertilizantes nitrogenados.
Aunque aún es necesario seguir evaluando materiales por más tiempo para determinar los más rendidores, derivado de estos ensayos se ha observado que el rendimiento de los híbridos de maíz amarillo demuestra que sí existen materiales en el mercado capaces de competir con los híbridos de maíz blanco. Además, dado que los materiales de maíz amarillo de la región suelen ser hasta 25 días más precoces que los blancos, es posible disminuir un riego.
Con respecto a los costos de producción, en la plataforma de investigación se lograron buenos rendimientos en camas permanentes, comparables a la media regional. La utilidad promedio de todos los materiales de maíz amarillo en camas permanentes fue de un poco más de 16 mil pesos (16 413 MXN) por hectárea. Además, el mayor rendimiento se logró en el tratamiento de más baja densidad de semilla (93 100 semillas por hectárea), mientras que el costo por este concepto fue el más bajo en este tratamiento.
El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) se complace en anunciar un nuevo híbrido élite de maíz para los subtrópicos para su comercialización en las alturas medias de México y zonas agroecológicas similares. Instituciones miembros de los Sistemas Nacionales de Investigación Agropecuaria (SNIA) y empresas semilleras están invitadas a solicitar y obtener una licencia para la comercialización de este nuevo híbrido, con el objetivo de llevar los beneficios de semillas mejoradas de maíz a un mayor número de comunidades rurales.
La fecha límite para enviar las solicitudes y ser considerados en la primera ronda de asignación de productos y licencias es el 15 de agosto de 2022. Las solicitudes que se reciban posterior a esta fecha serán consideradas para la siguiente ronda de asignación de productos.
El nuevo híbrido de maíz, CIM20LAPP2B-2, se identificó a través de un riguroso proceso de evaluación de distintas etapas que culminó en ensayos de evaluación de etapa 5 en el año 2020 por parte del programa de mejoramiento subtropical de medias alturas de Latinoamérica del CIMMYT (LA-PP2B). Si bien cada producto de maíz variará, el perfil de producto LA-PP2B tiene como objetivo el desarrollo de híbridos con las características que se describen en la siguiente tabla:
Perfil de Producto
Caracteres básicos
Caracteres deseables / emergentes
Perfil de Producto de Latinoamérica 2B (La-PP2B)
Madurez media, granos amarillos, alto rendimiento, tolerancia a sequía, y resistencia a pudrición de tallo por Fusarium, Mancha gris por Cercospora, y pudrición de mazorca.
Tizón foliar por turcicum y Complejo de Mancha de Asfalto
La información sobre el nuevo híbrido de maíz del CIMMYT disponible del Programa de Mejoramiento de Latinoamérica, instrucciones para solicitarlo y otros materiales relevantes están disponibles en el Catálogo de Productos de Maíz del CIMMYT y en los enlaces provistos al calce.
La agricultura es uno de los cinco principales sectores emisores de gases de efecto invernadero en los que se pueden encontrar innovaciones para alcanzar las emisiones netas cero, según el nuevo documental y miniserie de diez partes «Solving for Zero:La búsqueda de la innovación climática«. El documental cuenta las historias de científicos e innovadores que se apresuran a desarrollar soluciones como el cemento bajo en carbono, el transporte mundial con energía eólica, la generación de electricidad por fusión y la arena que disuelve el carbono en los océanos.
Tres científicos del CGIAR aparecen en el documental, hablando de las contribuciones que está haciendo la investigación agrícola.
Mientras que todos los sectores de la economía mundial deben contribuir a lograr las emisiones netas cero en 2050 para evitar los peores efectos del cambio climático, las innovaciones agrícolas son necesarias para los agricultores que están en primera línea del cambio climático.
El mejorador del CIMMYT, Yoseph Beyene, habló con los cineastas sobre el uso del mejoramiento molecular para predecir el potencial de rendimiento. (Imagen: Wondrium.com)
Cultivos climáticamente inteligentes
«El cambio climático ha sido un gran desastre para nosotros. Cada día es peor», afirma Veronica Dungey, una agricultora de maíz de Kenia entrevistada para el documental.
En todo el mundo, 200 millones de personas dependen del maíz para su subsistencia, mientras que el 90% de los agricultores de África son pequeños agricultores que dependen de las lluvias y se enfrentan a sequías, olas de calor, inundaciones, plagas y enfermedades relacionadas con el cambio climático. Según el CGIAR, la agricultura debe proporcionar un 60% más de alimentos para 2050, pero sin nuevas tecnologías, cada 1°C de calentamiento reducirá la producción en un 5%.
«Las semillas son básicas para todo. Toda la familia depende de los productos del campo», explica Yoseph Beyene, Coordinador Regional de Mejoramiento de Maíz para África y Mejorador de Maíz para África Oriental del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT). Como hijo de una familia de pequeños agricultores sin acceso a semillas mejoradas, Beyene aprendió la importancia de seleccionar la semilla adecuada de año en año. Fue en la escuela secundaria cuando Beyene vio la diferencia entre las variedades mejoradas y las semillas cultivadas localmente, y decidió seguir una carrera como mejorador de cultivos.
Yoseph Beyene examina las líneas mejoradas. (Imagen: Wondrium.com)
En la actualidad, el programa de maíz del CIMMYT ha lanzado 200 variedades de maíz adaptadas a las condiciones de sequía en el África subsahariana, llamadas híbridas porque combinan líneas de maíz seleccionadas para expresar rasgos importantes a lo largo de varias generaciones. Junto con otros centros de investigación del CGIAR, el CIMMYT sigue innovando con enfoques de mejoramiento acelerado para beneficiar a los pequeños agricultores.
«Actualmente utilizamos dos tipos de mejoramiento. Una es la mejora convencional y la otra es el mejoramiento molecular para acelerar el desarrollo de variedades. En el mejoramiento convencional hay que evaluar el híbrido en el campo», dijo Beyene. «Con los marcadores moleculares, en lugar de la evaluación fenotípica en el campo, estamos evaluando el material genético de una línea concreta. Podemos predecir, basándonos en los datos de los marcadores, qué material nuevo es potencialmente bueno para el rendimiento».
Este tipo de innovaciones son necesarias teniendo en cuenta la rapidez y la complejidad de los retos a los que se enfrentan los pequeños agricultores debido al cambio climático, que ahora incluye al gusano cogollero. «El gusano cogollero es una plaga reciente en los trópicos y ha afectado a muchos países», dijo Moses Siambi, Representante Regional del CIMMYT para África. «El aumento de las temperaturas tiene un impacto directo en la producción de maíz debido a la combinación de la temperatura con la humedad, y después tienes estas altas poblaciones de insectos que conducen a un bajo rendimiento».
La resistencia al gusano cogollero se incluye ahora en los nuevos híbridos de maíz del CIMMYT junto con muchos otros rasgos, como el rendimiento, la nutrición y la resistencia a múltiples enfermedades y factores ambientales.
Ana María Loboguerrero, Directora de Investigación de Acción Climática de la Alianza de Bioversity International y el CIAT, habló sobre el trabajo del CGIAR centrado en el clima de las comunidades. (Imagen: Wondrium.com)
Aprovechar el legado climático del CGIAR
Ana María Loboguerrero, Directora de Investigación de Acción Climática de la Alianza de Bioversity International y el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT), habló a los realizadores sobre el trabajo del CGIAR centrado en el clima de las comunidades, que incluye las Aldeas y Valles Climáticamente Inteligentes. Lanzados en 2009, estos proyectos en curso abarcan el Sur global y tienden un puente eficaz entre la innovación, la investigación y los agricultores que viven la crisis climática a sus puertas.
«Las innovaciones tecnológicas son fundamentales para la transformación del sistema alimentario», dijo Loboguerrero, que fue investigador principal del Programa de Investigación de CGIAR en Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS). «Pero si no se tienen en cuenta los contextos locales, incluso las mejores innovaciones pueden fracasar por no responder a las necesidades de los beneficiarios».
El impresionante legado del CCAFS —en cuanto a investigación, influencia en las políticas e información de 3.500 millones de dólares en inversiones climáticamente inteligentes, entre otros muchos logros— está siendo aprovechado ahora por una nueva cartera de iniciativas del CGIAR. Varias iniciativas se centran en la creación de una resiliencia sistémica frente al clima y en la ampliación de la acción climática iniciada por el CCAFS, que contribuirá a un futuro de carbono neto cero.
Loboguerrero señaló otras innovaciones que se adoptaron porque respondían a las necesidades locales y eran culturalmente apropiadas. Entre ellos se encuentra la adopción de nuevas variedades de trigo, maíz, arroz y frijoles desarrolladas por los centros de investigación del CGIAR. El sabor, el color, la textura, el tiempo de cocción y la demanda del mercado son fundamentales para el éxito de las nuevas variedades. No basta con que sean resistentes a la sequía o tolerantes a las inundaciones.
Los Comités Técnicos Agroclimáticos Locales, otra innovación del CCAFS que se está aplicando actualmente en 11 países de América Latina, proporcionan eficazmente información meteorológica en las comunidades agrarias de los trópicos. Los agricultores locales dirigen estos comités para recibir y difundir información meteorológica para planificar mejor cuándo sembrar sus semillas. «Este éxito no habría sido posible si los científicos no hubieran salido de sus laboratorios para colaborar con los productores en el campo», dijo Loboguerrero.
Soluciones de adaptación al clima
En todo el CGIAR, que representa a 13 Centros y Alianzas de Investigación, y una red de socios nacionales y del sector privado, el objetivo es proporcionar soluciones de adaptación al clima a 500 millones de pequeños agricultores de todo el mundo para 2030. Este trabajo también abarca la reducción de las emisiones agrícolas, el impacto medioambiental e incluso la posibilidad de capturar carbono al tiempo que se mejora la salud del suelo.
¿Quiere saber más? El documental «Solving for Zero:La búsqueda de la innovación climática» está disponible en Wondrium.com junto con una miniserie de 10 partes que explora el esfuerzo actual para hacer frente al cambio climático.
En las últimas décadas, los mejoradores de maíz han avanzado considerablemente en el desarrollo y despliegue de nuevos híbridos. Éstos ofrecen un mayor rendimiento en comparación con las variedades más antiguas y reducen los riesgos a los que se enfrentan los agricultores debido al clima cambiante y las nuevas amenazas de plagas y enfermedades. Pero, para que los pequeños agricultores adopten a gran escala los nuevos híbridos de maíz mejorados, resistentes al clima y al estrés, primero deben estar disponibles y ser accesibles, y sus beneficios deben ser ampliamente comprendidos y apreciados. Aquí es donde las vibrantes industrias nacionales de semillas pueden desempeñar un papel importante.
Antes de la década de 1990, las agencias gubernamentales solían desempeñar el papel principal en la producción y distribución de híbridos. Desde entonces, se espera que el sector privado —en particular las pequeñas empresas de semillas de propiedad local— produzca híbridos de maíz y los distribuya a los agricultores. Cuando tienen éxito, las industrias locales de semillas son capaces de producir nuevos híbridos de calidad y comercializarlos eficazmente entre los agricultores, de manera que los nuevos híbridos sustituyen a los más antiguos en los almacenes de los agrodistribuidores en periodos de tiempo relativamente cortos. Si las pequeñas empresas de semillas carecen de capacidad o de incentivos para comercializar agresivamente los nuevos híbridos, los beneficios obtenidos por el fitomejoramiento no se materializarán en los campos de los agricultores. Mediante el seguimiento de las ventas de semillas, los mejoradores del CIMMYT y de otros lugares, así como los propietarios de empresas de semillas, obtienen información sobre las preferencias y demandas de los pequeños agricultores.
Una reciente publicación en Food Security evalúa la capacidad de 22 pequeñas y medianas empresas de semillas en México para producir y comercializar nuevos híbridos de maíz. El estudio se basa en la experiencia del proyecto MasAgro, un desarrollo de una década de duración mediante el cual el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), en asociación con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) de México, se comprometió con docenas de empresas de semillas de propiedad local para ampliar su cartera de híbridos de maíz.
Los autores, dirigidos por el economista sénior del CIMMYT Jason Donovan, destacan el papel fundamental que desempeñó el proyecto MasAgro en la revitalización de las carteras de semillas de maíz producidas por pequeñas y medianas empresas. MasAgro «llenó un vacío que había existido durante mucho tiempo en los programas de mejoramiento con apoyo público» al proporcionar un fácil acceso a nuevos cultivares, disponibles para las empresas locales de semillas sin regalías ni condiciones de marca, y sin necesidad de certificación de semillas. Las empresas, por su parte, mostraron una capacidad notablemente alta para adoptar nuevas tecnologías de semillas, lanzando 129 productos comerciales entre 2013 y 2017.
«Sin duda, el proyecto MasAgro puede considerarse un éxito por su capacidad de introducir nuevo germoplasma de maíz en las carteras de productos de las pequeñas empresas de semillas de todo México», dijo Donovan.
Los autores también profundizan en los retos a los que se enfrentaron estas empresas de maíz al tratar de ampliar las nuevas tecnologías en un mercado competitivo que ha estado dominado durante mucho tiempo por las empresas de semillas multinacionales. Observaron una falta de acceso al capital físico, que a su vez evidenciaba una falta de capital financiero o de acceso al crédito, así como conocimientos técnicos de comercialización limitados y capacidad para integrar las innovaciones de comercialización en sus operaciones. Aunque la mayoría de las empresas de maíz identificaron la necesidad de ampliar las ventas de nuevos productos comerciales, «los signos de innovación en la comercialización de semillas eran limitados» y la mayoría de ellas dependían en gran medida de las ventas a los gobiernos locales y estatales.
Según Donovan, «la experiencia de MasAgro también demuestra que es necesario centrarse en el lado de la demanda de los sistemas formales de semillas si se quiere que los programas de mejoramiento tengan un mayor impacto en menos tiempo. Esto implica prestar más atención a la forma en que los agricultores deciden qué semillas comprar y a la forma en que las empresas y los minoristas de semillas las comercializan entre los agricultores. También implica una fuerte coordinación entre el sector público para hacer de la construcción de la industria local de semillas un imperativo nacional».
Más allá del contexto mexicano, las conclusiones del documento pueden ser de especial interés para las organizaciones de desarrollo que pretenden abastecer a las industrias locales de semillas que se enfrentan a la fuerte competencia de las empresas regionales y multinacionales. Un ejemplo es el esfuerzo por apoyar a las pequeñas empresas de semillas de Nepal, que se enfrentan a la fuerte competencia de empresas de India más grandes con un largo historial de participación en los mercados de semillas nepalíes. También hay lecciones importantes para los responsables políticos de África oriental y meridional, donde los estrictos controles sobre la liberación y la certificación de semillas pueden dar lugar a mayores costos de producción y a un menor ritmo de introducción de nuevos productos por parte de las empresas locales de semillas de maíz.
Imagen de portada: Agricultores de México asisten a un taller organizado por el CIMMYT para aumentar su capacidad de producción de semillas. (Foto: X. Fonseca/CIMMYT)
Beatriz Mendoza, asistente de investigación del Programa de Valles Altos, explica las actividades que realiza actualmente el programa de mejoramiento genético de maíz para ambientes de Valles Altos. (Foto: Alberto Chassaigne/CIMMYT)
El 14 de octubre de 2021, se realizó el Día de Campo en Valles Altos sobre Mejoramiento Genético y Producción de Semilla de Maíz en la sede del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) en El Batán, Texcoco, Estado de México. La última edición de este evento se llevó a cabo en 2019, sin embargo, en todo este tiempo, las actividades de investigación continuaron con las medidas de protección pertinentes, manteniendo la misma pasión que siempre nos ha caracterizado.
En esta ocasión, asistieron representantes de empresas semilleras y de la Universidad Autónoma de Chapingo en dos grupos y con horarios diferentes para mantener la distancia social. Los recorridos iniciaron con la bienvenida de Arturo Silva Hinojosa, líder de sistema de semillas de maíz para Latinoamérica, y después, con información sobre el programa de mejoramiento genético de maíz para Valles Altos a cargo del Félix San Vicente, coordinador regional y mejorador de Trópicos Bajos – Latinoamérica. Beatriz Mendoza, asistente de investigación del Programa de Valles Altos, realizó el recorrido por las parcelas demostrativas iniciando con el maíz nativo raza Chalqueño, y posteriormente, con poblaciones, pooles, líneas e híbridos, con el propósito de mostrar cómo a partir de la diversidad del maíz se puede llegar a genotipos uniformes como los híbridos para atender las necesidades de los agricultores para nichos específicos de Valles Altos, y a su vez, disponer de maíces nativos como fuentes de resistencia o tolerancia a factores bióticos y abióticos.
Participantes del evento recorren las parcelas demostrativas respetando el distanciamiento social y todas las medidas de protección a la salud aplicables. (Foto: Alberto Chassaigne/CIMMYT)
Alberto Chassaigne, especialista en sistemas de semillas de maíz para Latinoamérica, mostró las parcelas en donde se hacen las caracterizaciones de variedades de maíz con fines de registro en el Catálogo Nacional de Variedades Vegetales del Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (SNICS) y dió el recorrido por las parcelas demostrativas con híbridos del Colegio de Postgraduados (COLPOS) y del Instituto de Investigación y Capacitación Agropecuaria, Acuícola y Forestal (ICAMEX). En seguida, Ubaldo Marcos, asistente de investigación del área de sistemas de semillas de maíz, mostró las parcelas para la investigación en producción de semillas (SPR por sus siglas en ingles) de híbridos, resaltando la importancia de esta actividad en la selección de híbridos que no sólo deben satisfacer los requerimientos de productores de grano, sino también ser rentables en la producción de semilla.
Finalmente, los participantes del evento aprovecharon la oportunidad para preguntar sobre la nueva forma de obtener los productos del mejoramiento genético de maíz del CIMMYT, del Consorcio IMIC-LatAm, del programa Maíz para México y de One CGIAR, y pudieron obtener respuestas precisas a cada una de sus inquietudes, despejando dudas y preocupaciones sobre la continuidad de estas actividades. Después de dos años de no poder visitar nuestra sede, les quedó claro que no volvimos porque nunca nos fuimos.
El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) ofrece a sus socios un nuevo conjunto de híbridos de maíz mejorados de élite para su comercialización en las tierras bajas tropicales de América Latina y zonas agroecológicas similares. Se invita a los sistemas nacionales de investigación agrícola (NARS) y a las empresas de semillas a solicitar licencias para comercializar estos nuevos híbridos, con el fin de llevar los beneficios de las semillas mejoradas a las comunidades agrícolas. En algunos países, dependiendo del marco normativo aplicable a las semillas comerciales de maíz, es posible que los solicitantes seleccionados deban primero patrocinar los productos a través del proceso nacional de registro/liberación antes de su comercialización.
La fecha límite para presentar las solicitudes que se considerarán durante la primera ronda de asignaciones es el 10 de septiembre de 2021. Las solicitudes que se reciban después de ese plazo serán consideradas en la siguiente ronda de asignación de productos.
La información sobre los nuevos híbridos de maíz del CIMMYT del programa de mejoramiento de América Latina, las instrucciones de solicitud y otro material relevante están disponibles en el Catálogo de Productos de Maíz del CIMMYT y en los enlaces que se proporcionan a continuación.
De maduración temprana, blanco, de alto rendimiento, tolerante a la sequía, resistente a MLB, complejo de la mancha de asfalto y podredumbre de la mazorca
Las solicitudes deben ir acompañadas de un plan de comercialización propuesto para cada producto solicitado. Las solicitudes pueden presentarse en línea a través del Portal de Licencias de Maíz del CIMMYT en inglés o español.
Alternativamente, las solicitudes pueden ser enviadas por correo electrónico a GMP-CIMMYT@cgiar.org utilizando los formularios PDF disponibles para su descarga en los siguientes enlaces. Cada solicitante deberá completar una copia del formulario A para su organización, y para cada híbrido que se solicite, una copia separada del formulario B. (Por favor, asegúrese de utilizar estas versiones de los formularios de solicitud).
León, Gto.- La producción agrícola de León, Guanajuato, se ubica principalmente en el sur del municipio, con una superficie aproximada de 33 mil hectáreas que equivalen al 26% del territorio municipal. Allí, los cultivos de maíz y sorgo ocupan la mayor superficie que se siembra bajo condiciones de riego y, debido a la importante actividad ganadera del municipio, es importante atender la producción de maíz forrajero.
En 2019, el rendimiento promedio de maíz forrajero en León fue de 64.2 toneladas por hectárea (t/ha) (SIAP, 2020). Sin embargo, el potencial de producción de la región es mayor, pero para incrementar la producción es necesario identificar variedades con un mayor potencial de rendimiento.
Para identificar las mejores variedades, en la plataforma de investigación de León —la cual forma parte de la red de plataformas de MasAgro Guanajuato, programa de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— se evaluaron 15 diferentes variedades de maíz forrajero cultivados con prácticas de Agricultura Sustentable. Esta evaluación estuvo a cargo de Carlos Agustín Aguilar Ruiz y Marcelo Espinosa Beristáin, académicos de la Universidad De La Salle Bajío.
Una vez establecida la vitrina de maíces forrajeros, se realizaron varios muestreos al azar de las diferentes variedades, tomando datos como altura de la planta, altura de la mazorca, diámetro del tallo, ancho de las hojas, peso de la mazorca y peso total. La cosecha final se hizo con una máquina ensiladora.
Cabe mencionar que se registró tanto el rendimiento en verde (de los elotes, de las plantas y en total), como el rendimiento en seco (cuadro 1) —el porcentaje de materia seca es un buen indicador de calidad del ensilaje de maíz y un parámetro de gran importancia para estimar cómo se conservará el forraje en el silo—.
Así, el rendimiento de materia seca de la planta completa fluctuó de 37.1 a 28.4 toneladas por hectárea (t/ha), mientras que la producción de forraje verde fue de 85.9 a 121 t/ha. El híbrido 921W obtuvo el mayor rendimiento de forraje fresco, con una producción de 121 t/ha, mientras que los híbridos Samurái y 307Y obtuvieron la mayor producción de materia seca con 38.1 y 38 t/ha, respectivamente. La mayor producción de elote la obtuvo el híbrido 307Y con una producción de 21.3 t/ha.
Si se considera además que la producción de forraje verde fue de 108 t/ha (en promedio de todos los híbridos), significa que hubo un incremento de 44.7% con respecto al rendimiento promedio en la región. Esto confirma que existe un amplio potencial para incrementar la producción de forraje verde en el municipio de León, Guanajuato.
Cuadro 1. Rendimiento de forraje de 15 híbridos de maíz en la plataforma León, ciclo primavera-verano 2019.
Los agentes agrícolas del distrito escuchan los comentarios de un agricultor de maíz que cultiva MHM4070 en condiciones de sequía. (Foto: UAS-R)
Los pequeños productores de maíz amenazados por las lluvias irregulares en el estado de Karnataka, India, que adoptaron un nuevo híbrido de maíz resistente a la sequía y al calor, están cosechando casi una tonelada más de grano por hectárea que los agricultores vecinos que siembran otras variedades de maíz.
El híbrido resistente al clima MHM4070 fue desarrollado en 2015 por la Universidad de Ciencias Agrícolas de Raichur (UAS-R en inglés), Karnataka, como parte del proyecto Maíz Tolerante al Calor para Asia (HTMA en inglés). Fue comercializado en 2018 por Maharashtra Hybrid Seeds Company (Mahyco) en zonas cálidas y secas de Karnataka, donde los cultivos se riegan exclusivamente con lluvia.
«Este híbrido está hecho para nuestras áreas propensas al estrés, ya que ofrece rendimientos garantizados en un mal año y es inferior a ninguno bajo buenas condiciones de lluvia», dijo Hanumanthappa, un productor de MHM4070 en el distrito de Gadag. «En los años malos, no solo puede alimentar a mi familia sino también a mi ganado», agregó, refiriéndose al rasgo del híbrido «stay-green”, que permite el uso de las hojas y tallos como forraje para el ganado, después de cosechar las mazorcas.
Un paquete de semillas MHM4070 comercializadas por Mahyco.
Las sequías y las altas temperaturas son un problema recurrente en Karnataka, pero faltaban variedades de maíz adecuadas para proteger los rendimientos y la pérdida de ingresos en las agroecologías propensas al riesgo del estado.
Mahyco comercializó unas 60 toneladas de semillas híbridas de MHM4070 en Karnataka en 2018 y, alentado por la abrumadora respuesta de los agricultores, aumentó la oferta de semillas a 140 toneladas — suficiente para sembrar alrededor de 7 000 hectáreas.
Una encuesta de agricultores de 2018 a 2019 que puso en contraste al distrito de Gadag —con poca lluvia— y al distrito de Dharwad —con buena lluvia— mostró que los agricultores en Gadag que cultivaron MHM4070 cosecharon 0.96 toneladas más de grano y obtuvieron 190 dólares de ingresos adicionales por hectárea a diferencia de los vecinos que no adoptaron el híbrido. En Dharwad bajo lluvia óptima, MHM4070 se desempeñó a la par con otros híbridos comerciales.
Además de proporcionar rendimientos superiores bajo estrés, MHM4070 tenía granos más grandes que otros híbridos en condiciones de sequía, trayendo consigo un mejor precio para los agricultores que venden su grano.
Agentes agrícolas y científicos de la Universidad de Ciencias Agrícolas observan el desempeño de MHM4070 en un campo afectado por la sequía en el distrito de Gadag de Karnataka, India. (Foto: UAS-R)
Liderado por el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), en colaboración con programas nacionales de maíz, universidades agrícolas y compañías de semillas, y con fondos de la Iniciativa Feed the Future de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), HTMA se lanzó en 2012 para desarrollar híbridos de maíz resistentes al estrés para las condiciones climáticas variables y calor extremo y sequía de Bangladesh, India, Nepal y Pakistán.
Las semillas de maíz tolerantes a la sequía desarrolladas a través de asociaciones globales y locales a largo plazo en África están mejorando la seguridad nutricional y alimentaria en el norte de Uganda, una región rodeada de conflictos y lluvias impredecibles.
El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) trabaja con la Organización Nacional de Investigación Agrícola y Alimentaria de Uganda (NARO, por sus siglas en inglés) y con compañías locales de semillas para desarrollar y difundir variedades de semillas de maíz mejoradas tolerantes al estrés. Bajo los proyectos de Maíz Tolerante a la Sequía para África (DTMA en inglés) y Maíz Tolerante al Estrés para África (STMA en inglés), los agricultores utilizan variedades como el híbrido UH5051, conocido localmente como Gagawala, que significa «hacerse rico».
Durante dos décadas, la mayor parte de la población en el norte de Uganda ha vivido en campamentos internos de personas desplazadas y dependía de la ayuda alimentaria y otros recursos de ayuda para su subsistencia debido a la rebelión del Ejército de Resistencia del Señor (LRA en inglés).
Durante los últimos años, Gulu, uno de los distritos afectados, se encuentra en proceso de recuperación. Con la paz imperante, Geoffrey Ochieng’ y su esposa ahora pueden cultivar de manera segura sus 4.5 acres de tierra para cultivar maíz y otros productos básicos. Pueden alimentar a su familia y vender productos para satisfacer otras necesidades del hogar.
Sin embargo, los agricultores de esta región, en la frontera con Sudán del Sur, se enfrentan a lluvias más erráticas y la aparición incierta de las mismas. Gracias a las nuevas variedades de maíz tolerantes a la sequía y resistentes a las enfermedades, la familia Ochieng’ puede adaptarse a este clima variable y asegurar una buena cosecha de maíz incluso en temporadas poco confiables.
Geoffrey Ochieng’, un pequeño agricultor del norte de Uganda planta la variedad UH5051 en su parcela. (Foto: Joshua Masinde/CIMMYT)
La tolerancia es clave
“La popularidad de esta variedad tolerante a la sequía ha crecido entre los agricultores gracias a su buen rendimiento y confiabilidad incluso con lluvias escasas y por su resistencia a enfermedades foliares comunes como el tizón norteño de la hoja y la mancha gris, además de una buena resistencia al virus del estriado”, explicó Daniel Bomet, un mejorador de maíz de NARO. «Con una maduración de poco más de cuatro meses, Gagawala puede producir de dos a tres mazorcas de maíz, lo que atrae a los agricultores».
Ochieng’ ha plantado maíz UH5051 desde 2015. Antes de adoptar el nuevo híbrido, Ochieng’ cultivaba Longe 5, una variedad de polinización abierta popular que es menos productiva y poco resistente a las enfermedades.
«Lo que me gusta de UH5051 es que incluso con bajo estrés de humedad, crecerá y cosecharé algo», dijo Ochieng’. En condiciones óptimas, Ochieng’ cosecha alrededor de 1.2 toneladas métricas de grano de maíz en un acre del híbrido UH5051.
Con la antigua variedad Longe 5, solo cosechaba 700 kg. «Si las lluvias se retrasaban o no lluvia mucho, tenia suerte de obtener 400 kg por acre con el Longe 5, sin embargo, ahora obtengo el doble con el híbrido», explicó Ochieng’.
Gracias a esta variedad tolerante, Ochieng’ puede pagar la escuela de sus hijos y proporcionar un excedente de grano a sus familiares.
Un trabajador de la planta de producción de Equator Seeds en Gulu muestra paquetes de semillas de maíz UH5051. (Foto: Joshua Masinde/CIMMYT)
Fuera lo viejo, dentro lo nuevo
«Una estrategia clave para mejorar los medios de vida de nuestros agricultores en el norte de Uganda es reemplazar gradualmente las variedades antiguas con variedades nuevas que puedan hacer un mejor frente al cambio climático, las plagas y las enfermedades», dijo Godfrey Asea, director del Instituto Nacional de Investigación de Recursos Genéticos (NaCCRI, por sus siglas en inglés) en NARO. “Longe 5, por ejemplo, se comercializa desde hace más de 14 años. Ha cumplido su parte y necesita dar paso a nuevas variedades mejoradas como UH5051″.
La empresa Equator Seeds, con sede en Gulu, ha sido el centro de la transformación agrícola en el norte de Uganda. De 70 toneladas métricas de semillas producidas cuando comenzó a operar en 2012, la compañía alcanzó una capacidad anual de aproximadamente 7 000 a 10 000 toneladas métricas de semillas certificadas de diferentes cultivos en 2018. Trabajando con productores dedicados como Anthony Okello, quien tiene un terreno de 40 acres, y 51 cooperativas de pequeños agricultores, Equator Seeds produce semillas de maíz híbrido de polinización abierta y otros cultivos, que llegan a los agricultores a través de una red de 380 agro-distribuidores.
«El 80% de los agricultores en el norte de Uganda todavía usan semillas recicladas o almacenadas en granja, por lo que se les considera nuestra principal competencia», comentó Tonny Okello, Director Ejecutivo de Equator Seeds. “Actualmente, alrededor del 60% de nuestras ventas son en semillas de maíz. Esta parte debería aumentar al 70% para 2021. Planeamos reclutar más agro-distribuidores, establecer más parcelas de demostración, principalmente para los híbridos y de esa manera, alentar a más agricultores a adoptar nuestras variedades resistentes de alto rendimiento».
Los disturbios de dos décadas desanimaron a las compañías de semillas a aventurarse en el norte de Uganda, pero ahora ven su enorme potencial. «Para ayudar a su recuperación, hemos recibido un gran apoyo del gobierno, las organizaciones no gubernamentales, las Naciones Unidas y las agencias humanitarias para comprar semillas y distribuirlas a los agricultores en el norte de Uganda y Sudán del Sur”, dijo Okello.
Godfrey Asea (a la derecha), director del Instituto Nacional de Investigación de Recursos Genéticos (NaCCRI), y el mejorador de maíz de la Organización Nacional de Investigación Agrícola y Alimentaria de Uganda (NARO) y Daniel Bomet, visitan una parcela de maíz mejorado en la estación Kigumba de NARO, en el centro de Uganda. (Foto: Joshua Masinde/CIMMYT)
Impacto social
El sector de semillas de Uganda es dinámico gracias a las asociaciones eficientes público-privadas. Mientras NARO desarrolla y prueba nuevas líneas parentales e híbridos en sus instalaciones de investigación, ahora se han aventurado en la producción y procesamiento de semillas en su Granja Kigumba de 2 000 acres en el oeste de Uganda a través de NARO Holdings, su órgano comercial.
«Debido a que la demanda de semilla mejorada no siempre se satisface, NARO Holdings comenzó a producir semilla certificada, pero el enfoque principal está en la producción de semilla de generación temprana, que a menudo es un cuello de botella para el sector de semillas», dijo Asea.
Aniku Bernard, gerente de granja, examina una mazorca de maíz en la granja de semillas de la fundación ubicada dentro de las instalaciones de la prisión de Lugore. (Foto: Joshua Masinde/CIMMYT)
Otra colaboración innovadora ha sido trabajar con los establecimientos del Servicio de Prisiones de Uganda (UPS en inglés) para producir semilla de maíz. «Cuando comenzamos esta colaboración con UPS, sabíamos que tenían algunas ventajas comparativas, como tierras de cultivo, mano de obra, equipos de mecanización y buen aislamiento, que son importantes para la producción de semillas de maíz híbrido de alta calidad», explicó Asea. La instalación de UPS en Lugore, Gulu, que tiene 978 hectáreas de tierra, produce semillas de base de UH5051.
«Las cárceles ofrecen un gran potencial para apoyar la creciente industria de semillas», dijo. “Junto con el CIMMYT, debemos desarrollar aún más la capacidad de UPS para producir semillas de fundación y certificadas. Proporciona ingresos muy necesarios para las instituciones. Los reclusos, además de ser remunerados por el trabajo agrícola, participan en actividades positivas al aire libre. Esta habilidad es útil para su futura reintegración en la sociedad».
Nontoko Mgudlwa, una pequeña agricultora que sembró maíz TELA por primera vez desde que éste fue liberado en Sudáfrica. Foto: B.Wawa/CIMMYT
Provincia Oriental del Cabo, Sudáfrica (CIMMYT) – Los pequeños agricultores de Sudáfrica ya pueden adquirir y sembrar nuevas variedades de maíz con resistencia transgénica al barrenador del tallo, la plaga más perjudicial del maíz.
Colaboradores del proyecto Maíz Eficiente en el Uso del Agua para África (WEMA) –una iniciativa público-privada de fitomejoramiento que ayuda a los agricultores a contrarrestar los efectos de la sequía y la infestación del barrenador del tallo en África– generaron semilla de maíz modificada genéticamente bajo el nombre de “TELA”, que fue liberada y cedida, sin pago de regalías, a compañías semilleras sudafricanas que la venden a los agricultores a precio accesible.
TELA (palabra derivada del latín Tutela, que significa “protección”) contiene un gen de la bacteria Bacillus thurigiensis (Bt) que ayuda al maíz a resistir el daño causado por importantes barrenadores del tallo, con lo cual los agricultores obtienen mejores rendimientos. Cinco compañías semilleras –Capstone, Jermat, Monsanto, SeedCo y Klein Karoo– están vendiendo la semilla a los pequeños productores.
El proyecto WEMA ayuda a los pequeños agricultores a enfrentar dos de sus grandes problemas, gracias a los híbridos de maíz resistentes a insectos y tolerantes a sequía. Participan en WEMA colaboradores de los sectores público y privado, como el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), Monsanto y cinco organizaciones nacionales de investigación agrícola de Kenia, Mozambique, Sudáfrica, Tanzania y Uganda, coordinados por la Fundación Africana de Tecnología Agrícola (AATF).
En los países en desarrollo, los barrenadores del tallo causan pérdidas a la producción de maíz en cerca de 30 millones de hectáreas, ya que se alimentan principalmente de las hojas, los tallos y las mazorcas, y esto reduce drásticamente el rendimiento de grano.
En África oriental y austral, dos barrenadores –Busseola fusca y Chilo partellus– son las plagas más perjudiciales. En Sudáfrica, se reportan pérdidas anuales de rendimiento de maíz de entre 10 y 75%. Las pérdidas de rendimiento de maíz y sorgo como resultado de la infestación de Chilo partellus son de más del 50%.
Durante el último ciclo de producción de 2016, Nontoko Mgudlwa fue una de las pequeñas agricultoras elegidas para participar en un ensayo del híbrido de maíz TELA.
“Nuestro agente de extensión me dio un paquetito de TELA, y la sembré en esta pequeña parcela el 9 de diciembre de 2016″, relata Mgudlwa. “No hay espacio suficiente en la parcela para, además, sembrar mi maíz criollo, pero estoy contenta al ver que el híbrido está creciendo bien, pese a que en las plantas de los bordos se notan los estragos que causan los barrenadores del tallo”, continúa Mgudlwa, y señala las plantas severamente dañadas que fueron sembradas con semilla refugio como grupo de control junto a TELA.
El maíz TELA (izquierda) en la finca de Mgudlwa mostró buena resistencia a la infestación de barrenador del tallo, en tanto que las plantas de la parcela refugio de maíz no TELA en la misma finca muestran las típicas perforaciones que hace el barrenador al alimentarse. Foto: B.Wawa/CIMMYT
A los agricultores que establecieron ensayos se les entregó un paquete de dos kilogramos de maíz TELA como parte de las demostraciones para dar a conocer la variedad y ayudar a los agricultores a evaluar su comportamiento. El paquete contenía también un sobrecito de semilla de maíz no Bt llamada semilla refugio que se siembra en la orilla de la parcela principal. Este maíz no Bt brinda protección que permite que los barrenadores susceptibles sobrevivan y por tanto retarda el surgimiento o propagación de barrenadores capaces de vencer la resistencia del maíz Bt.
En el lugar donde vive Mgudlwa, en Nqatu Great Palace, son frecuentes las infestaciones de barrenadores, que la mayoría de los agricultores controlan con insecticidas. Como parte de este ensayo, Mgudlwa no aplicó químicos, pese a la fuerte invasión de las plagas en su finca y los grandes estragos que causaron en el cultivo refugio.
“Es sumamente importante que los agricultores entiendan las condiciones y el procedimiento para sembrar maíz TELA y la semilla refugio que se encuentra en una bolsita dentro del paquete de semilla TELA”, advierte Kingston Mashagaidze, coordinador del proyecto WEMA en Sudáfrica. “Los extensionistas han recibido capacitación para sembrar TELA y semilla refugio, y, por tanto, pueden ayudar a los agricultores a sembrar el maíz de manera correcta”.
Recientemente, en Mozambique, así como en Kenia, Tanzania y Uganda, se establecieron ensayos confinados en campo (CFT) de maíz modificado genéticamente. Los CFT son importantes para generar datos del comportamiento del maíz Bt y de los híbridos convencionales comerciales infestados con barrenadores del tallo y así respaldar la solicitud de liberación de híbridos TELA en los otros cuatro países que abarca WEMA.