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Factores que influyen en el secado del grano

Maíces criollos secados al sol, en Larráinzar, Chiapas (México). (Foto: Fernando Morales/CIMMYT)
Maíces criollos secados al sol, en Larráinzar, Chiapas (México). (Foto: Fernando Morales/CIMMYT)

El secado, es decir, el proceso de eliminación de la humedad del grano, es necesario para mantener la calidad de los granos durante el almacenamiento, ya que evita el crecimiento de bacterias, hongos, insectos y ácaros. 

Los granos se secan cuando el agua que contienen se vaporiza. En términos generales se considera que hay dos tipos de agua en el grano: el agua libre y el agua ligada. El agua libre se encuentra en las capas externas del grano y se elimina fácilmente; el agua ligada está unida a la estructura de los granos y es más difícil eliminarla. El proceso de secado permite remover el agua libre y una parte del agua ligada.

Hay distintos métodos de secado. Uno de los más comunes, a nivel industrial, es el secado mediante la aplicación de aire caliente. Sin embargo, para la mayor parte de los productores de pequeña escala es secado al sol el método más comúnmente utilizado. 

Entre los factores más importantes para un buen secado está el contenido inicial de humedad en el grano y la temperatura y la humedad relativa del aire de secado. Estos dos parámetros están relacionados y son determinantes de la velocidad y del tiempo de secado: cuando mayor es la temperatura, más rápida es la evaporación de agua y el secado. Además, a mayor humedad en el aire (alta humedad relativa), el agua en el grano se evapora a menor velocidad.

En otras palabras, para secar granos al sol es preferible elegir un día soleado y evitar los momentos cuando la humedad relativa es alta, como justo después de una lluvia. Un día cálido permite una mejor evaporación del agua, pero si el aire ya contiene mucha humedad (o está saturado de agua) no secará correctamente. En estas circunstancias un aire seco en un día menos soleado es mejor para el secado que un día muy soleado y muy húmedo.

También es importante considerar las características físicas del grano: dos variedades de maíz diferentes (por ejemplo, una dura y otra más suave), con el mismo contenido de humedad inicial y secadas al mismo tiempo, con el mismo aire de secado, no se secarán de la misma manera. Serán necesarios diferentes tiempos de secado para alcanzar la misma humedad final.

Además, la velocidad del aire de secado influye: a mayor velocidad del aire de secado, menos tiempo se necesitará para secar el grano. Esto quiere decir que, para el caso de un secado de granos al sol, lo más conveniente es un día soleado y ventoso, pero no mucho para evitar dispersar los granos. 

Esta información se comparte en el marco del proyecto ‘Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche’, que promueven el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y Walmart Foundation.

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El papel del secado de grano en el almacenamiento hermético poscosecha

Secado de maíz nativo en plataforma de investigación del CIMMYT en Chiapas, México. (Foto: Gerardo Torres)
Secado de maíz nativo en plataforma de investigación del CIMMYT en Chiapas, México. (Foto: Gerardo Torres)

Con frecuencia se habla de tecnologías herméticas para contrarrestar las pérdidas de granos, pero ¿qué son estas tecnologías herméticas poscosecha y qué papel juega el secado de grano en su funcionamiento?

Un ejemplo de tecnología hermética son los contenedores que se sellan para crear una atmósfera modificada en su interior, es decir, un ambiente sin oxígeno que ayudará por lo tanto a controlar las plagas que pudieran acompañar a los granos al momento de almacenarlos. Dentro de este tipo de tecnología están los silos metálicos herméticos y las bolsas plásticas herméticas. 

Las tecnologías herméticas poscosecha funcionan a través del principio de hermeticidad (ausencia de oxigeno), pero para que sean efectivas es importante secar los granos y bajar la humedad a un nivel adecuado para el almacenamiento (13 % por lo menos), ya que los granos con alto contenido de humedad son más vulnerables a plagas como los barrenadores. 

El secado es uno de los pasos más importantes en la poscosecha, ya que determina el contenido de humedad del grano para su almacenamiento. Un buen manejo del secado es importante para asegurar la conservación de los granos a corto y largo plazo. Secar los granos en la casa o en el lugar de almacenamiento, es una mejor opción que secarlos en el campo.

Se sugiere secar los granos y las semillas tan pronto que sea posible después de la cosecha para:

  • Permitir un mayor tiempo de almacenamiento del grano sin pérdidas significativas.
  • Conservar la calidad de la semilla y obtener un mayor porcentaje de germinación en los próximos ciclos.
  • Disminuir el contenido de humedad de los granos a un nivel por debajo del 13% (base húmeda) para evitar ataques de insectos y hongos.

Esta información se comparte en el marco del proyecto ‘Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche’, que promueven el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y Walmart Foundation.

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Cosechando a tiempo 

Si bien el rendimiento del maíz (y en general de todos los cultivos) ya no se altera una vez que la planta alcanzó su madurez fisiológica, es necesario sacar la producción del campo oportunamente para mantenerla hasta su consumo o comercialización. No hacerlo significa un deterioro en la cantidad y calidad del grano. Por esta razón, la cosecha es muy importante.

La cosecha es el proceso que permite separar las mazorcas de la planta. Se recomienda que los granos se cosechen tan pronto como lleguen a su madurez fisiológica (cuando el grano llega a su máximo contenido de materia seca) y que se apliquen métodos de secado porque en ese momento los granos siguen estando demasiado húmedos (alrededor de 35% en el caso del maíz) y requieren alcanzar niveles seguros de humedad para ser almacenados.

Además, dejar los granos en el campo durante mucho tiempo los hace más vulnerables a las pérdidas por plagas, daños causados por aves u otros animales, lluvias inesperadas que favorecen el desarrollo de hongos, e incluso pérdidas por robo. 

Se debe tomar en cuenta que las plantas deben permanecer el mayor tiempo posible en el campo antes de cosecharlas (de tal modo que se produzca un secado natural del grano a través de una pérdida gradual y uniforme de humedad), pero considerando que la cosecha debe hacerse antes de que los granos se sequen demasiado y haya pérdidas por desgrane. Si cosechan demasiado tiempo después de la madurez fisiológica los granos estarán más secos, pero tendrán muchos daños causados por insectos, aves, hongos, roedores, etc. 

Por lo anterior, es importante identificar la madurez fisiológica de los granos. En el caso del maíz, se puede observar que ha llegado a su madurez fisiológica porque la planta se vuelve color paja (marrón claro) y las hojas que cubren la mazorca se secan. También se puede identificar este momento porque algunas de las mazorcas se caen y en la base de los granos (donde se conectan con el olote) se forma una capa negra.

El trigo llega a su madurez cuando la planta cambia su color verde por el blanquecino o amarillento, hay una pérdida completa del color verde de las glumas (hojitas que rodean las espiguillas) y el grano es duro, firme y no es posible partirlo transversalmente con la uña. En el caso del frijol, este llega a la madurez fisiológica cuando el color de la planta cambia de verde a amarillo; las vainas se vuelven amarillas, quebradizas y las hojas inferiores empiezan a caerse. 

Otras recomendaciones son cosechar en un momento soleado, colocar las mazorcas y las vainas de frijol sobre lonas limpias o directamente en costales (para evitar la absorción de humedad del suelo, la generación de manchas o el crecimiento de hongos) y doblar las plantas de maíz para evitar la entrada de agua en las mazorcas en caso de que la cosecha se retrase por la lluvia (aunque es muy importante no dejar las plantas en esta condición durante mucho tiempo y cosechar lo más pronto posible después de la lluvia).

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Opciones accesibles para asegurar la alimentación de las familias productoras

Pochutla, Oax.- Incidir directamente en el almacenamiento de maíz para reducir las pérdidas, ya sea por plagas u otros factores, es el principal propósito de la plataforma de investigación de granos de maíz en San Pedro Pochutla, Oaxaca. 

En esta plataforma, ubicada en la costa oaxaqueña, se desarrollan actividades para impulsar el proyecto Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche, de Walmart Foundation y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT). 

“En la zona actualmente se produce poco grano, por eso es importante tener un buen almacenamiento para asegurar primeramente la alimentación del productor y su familia”, afirma Omar Francisco Sánchez Ríos, técnico colaborador del Hub Pacífico Sur del CIMMYT.

Desde hace tres años en esta plataforma de investigación de manejo de granos, Omar evalúa seis tratamientos: maíz azul y blanco, dos diferentes tipos de cal y con una bolsa plástica hermética.

San Pedro Pochutla es un municipio costero que se ubica a 220 kilómetros de la ciudad de Oaxaca. Las personas se dedican al comercio, la pesca, el turismo y al trabajo en el campo, pero a nivel local los suelos son “muy pobres”, un punto en contra para la productividad del maíz que se conjuga con la escasa precipitación pluvial.

Esos dos factores hacen que por cada hectárea sembrada el rendimiento esperado vaya de una tonelada a tonelada y media como máximo, lo que varía “dependiendo de la zona y la comunidad”.

En este contexto, el colaborador del CIMMYT en Pochutla se ha avocado a evaluar tecnológicas herméticas que pueden ser con una bolsa plástica hermética de tres capas, una botella de plástico, un garrafón o hasta un tinaco tricapa, cualquier contenedor que garantice el principio de hermeticidad.

Lo que se busca es “evitar que haya un intercambio de gases del exterior con el interior y conservar el grano por más tiempo”, lo que, conjugado con el uso de polvos inertes como la cal o la tierra de diatomea, brinda mejores resultados de conservación.

Ese conocimiento probado es el que Omar trata de socializar con los productores a través de cursos de capacitación en comunidades como San Miguel Figueroa, Santa María El Limón, San Isidro Apango, El Encierro, San Isidro Limón, la propia cabecera municipal de San Pedro Pochutla y otros municipios aledaños.

En cada capacitación explica cómo usar un silo hermético o una bolsa plástica hermética como nuevas alternativas de conservación de granos y disminución del uso de productos químicos.  

En la evaluación se incluyó una variedad de maíz blanco y otra de azul “con la posibilidad de atender también a los pequeños productores que siembran maíz nativo y necesitan también estas alternativas”.

Por ser un proyecto de evaluación a seis meses los resultados están por tenerse, ya que se están levantando los datos de pérdidas, porcentajes de humedad y granos sanos, para que con datos estadísticos se puedan ofrecer nuevas alternativas que permitan al productor contar con opciones a corto plazo, económicas y que estén a su alcance para garantizar alimentos de buena calidad.

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Buscan mejorar sus ingresos con grano en buenas condiciones

Atenco, Edo. Méx.- La pérdida de granos por plagas poscosecha es una las diversas problemáticas que año con año enfrentan los productores del Estado de México. El gorgojo, el barrenador, la palomilla y diversos hongos que se desarrollan en los granos almacenados generan pérdidas que van desde el 10 al 40% del total de la producción. 

Los productores suelen hacer frente a estas plagas con métodos que no siempre dan resultado, tal es el caso del uso de la pastilla de fosfuro de aluminio, la cual ayuda en el control de insectos, pero no detiene el avance de los hongos y, en cambio, modifica las propiedades organolépticas del grano —características físicas que pueden percibir los sentidos, como sabor, textura, olor, etcétera— y representa un potencial riesgo a la salud humana. 

En el municipio de Atenco, en particular, los productores cosechan de diciembre a enero. Las mazorcas se dejan almacenadas para la extracción de hoja para tamal en los meses posteriores y, después, se da el desgrane y almacenamiento del grano en tambos o costales, hecho que deja vulnerable al grano al ataque de plagas como el gorgojo, la palomilla y diversos hongos. El manejo convencional de las plagas de almacén en este municipio es el uso de pastillas de fosfuro de aluminio. 

Debido a esta problemática, productores de Atenco se han acercado a instituciones como el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) para aprender diversas prácticas o tecnologías que mejoren sus condiciones de producción. En el caso de la poscosecha, el equipo técnico del CIMMYT ha establecido, junto con colaboradores, módulos y áreas de extensión donde los productores conocen de primera mano el manejo de tecnologías como el silo metálico hermético, la bolsa plástica hermética tipo ziploc, y la cal micronizada.

En el módulo Atenco estas tecnologías recientemente fueron comparadas con un tratamiento testigo, es decir, grano almacenado de la forma convencional —se almacenaron 160 kg de grano en un tambo metálico y se uso 1/8 de pastilla de fosfuro de aluminio— en un ensayo que tuvo una duración de cuatro meses, esto es, de marzo a julio del presente año, lapso durante el que se almacenó grano de maíz de la cosecha 2020. 

En julio, cuando se hizo el levantamiento del módulo poscosecha, los productores pudieron constatar los resultados: primeramente, se abrió el tratamiento testigo, encontrando el grano en buenas condiciones y sin daño aparente de insectos, pero con más presencia de granos dañados por hongos. Cabe mencionar que en este tratamiento los productores pudieron observar que no es necesario elevar las concentraciones de los productos, ya que el uso de las dosis adecuadas puede dar buenos resultados, aunque, por supuesto, es preferible optar por alternativas más seguras, como las tecnologías herméticas poscosecha. 

Con las tecnologías herméticas poscosecha —silo metálico hermético y bolsa plástica hermética— el grano almacenado se encontró en muy buenas condiciones de sanidad, sin daño aparente de insectos y daño moderado de hongos. Estas tecnologías son de gran interés ya que el grano no se mezcla con algún producto adicional si no que las plagas se controlan debido a la ausencia de oxígeno, permitiendo que el grano se pueda consumir sin ningún problema. 

Por último, se abrió el tratamiento de grano con cal micronizada en costal de polipropileno. En este tratamiento la cal, que es un polvo inerte molido de manera muy fina, ayuda a eliminar la presencia de insectos y detener el desarrollo de hongos en el grano almacenado. Este método fue el que más llamo el interés de los productores debido a que es una práctica fácil, de bajo costo y accesible para su implementación ya que solo se necesita una dosis de 4 kg de cal micronizada —que en la zona tiene un costo aproximado de $90— por tonelada de grano.

A través de estos módulos poscosecha los productores pueden observar la importancia de conocer los diversos métodos de conservación de grano,  así como la regla básica para almacenarlo, es decir, que el grano debe estar sano, seco, limpio y freso en un lugar igualmente seco y fresco. Esto facilita la implementación de las diversas tecnologías de almacenamiento y mejora las prácticas de conservación de grano en el almacén, lo que se traduce en una mejora de sus ingresos por la venta de grano en buenas condiciones.

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Sin oxígeno, no hay plagas

El manejo poscosecha de granos incluye prácticas de control de plagas, acondicionamiento y almacenamiento. Convencionalmente, el almacenamiento se hace con bolsas de plástico, costales de polietileno y botellas de PET, a los cuales ―una vez llenos de grano― se les suelen aplicar insecticidas como el fosfuro de aluminio o Graneril, un producto económico y efectivo que ―sin embargo― contamina los granos y causa efectos a largo plazo en la salud de los consumidores.

Si hay un almacenamiento inapropiado (mal secado, enfermedades o sobrepoblación de insectos), las pérdidas de la semilla o el grano se aceleran. Las pérdidas poscosecha anuales de maíz, trigo y frijol en México se estiman entre 5 y 25%, pudiendo llegar a ser de hasta de 40% ―e incluso más― para algunas regiones. En la Mixteca Alta de Oaxaca, por ejemplo, las pérdidas poscosecha oscilan entre 40 y 60%, aunque hay casos en los que diferentes plagas de almacén han hecho que se pierda hasta la totalidad de las cosechas.

Para ofrecer alternativas a esta problemática, Fondo para la Paz (FPP) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) desarrollan capacidades en comunidades rurales vulnerables de la Mixteca Alta de Oaxaca para que, a través de las tecnologías herméticas, minimicen la pérdida de granos durante el almacenamiento (el silo metálico hermético, la bolsa plástica hermética o las lonas flexibles son ejemplos de estas tecnologías que son altamente eficientes, siempre y cuando se utilicen adecuadamente).

En el marco del proyecto ‘Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche’ ―impulsado por Walmart Foundation y el CIMMYT―, en esa región de Oaxaca se han desarrollado diversos ensayos para evaluar distintas tecnologías de almacenamiento poscosecha. Asimismo, en los municipios de San Antonino Monte Verde y Villa de Chilapa de Díaz se ha capacitado a 350 productoras y productores en diversos temas de manejo poscosecha.

 

La importancia de los ensayos en distintos contextos

De los diferentes ensayos, destaca un análisis de almacenamiento de granos de alverja (Pisum sativum) ―una leguminosa resistente a la incidencia de plagas― que puso de relieve la importancia de las tecnologías herméticas con relación al tiempo y los propósitos del almacenamiento. Los resultados del ensayo mostraron que el peso del grano al inicio y final del periodo de almacenamiento (tres meses) usando costales de polietileno (forma convencional) y silos metálicos herméticos (innovación) fue similar.

Lejos de significar que las tecnologías herméticas no son útiles o necesarias, el ensayo acentuó su importancia en función del tiempo y el tipo de grano que se desee poner a resguardo: a diferencia del maíz, los productores locales cultivan la alverja en bajos volúmenes ―principalmente porque es para autoconsumo―, por lo que el periodo de almacenamiento es mucho menor (de tres a seis meses) en comparación con el que se estima para la comercialización de los granos de maíz (de ocho a nueve meses), cultivo para el que las tecnologías herméticas poscosecha ofrecen amplias ventajas al reducir las pérdidas hasta en 40%.

Cabe mencionar que en el ensayo realizado en costales se pudo encontrar una larva de polilla que ―aunque supone un daño minúsculo para este caso particular― podría llegar a desencadenar afectaciones mayores si se tratara de otro grano o de un periodo de almacenamiento más prolongado, de manera que asegurar la hermeticidad del almacenamiento es primordial.

Este tipo de ensayos permite ofrecer a los productores el contexto para que tomen las mejores decisiones con base en sus necesidades, expectativas y posibilidades, ya que para muchas familias de la Mixteca Alta de Oaxaca un silo metálico hermético ―cuyo precio es de aproximadamente $2,000― representa un gasto considerable, pero también amplias posibilidades para el almacenamiento y la comercialización de sus excedentes.

Por: Fondo Para la Paz (FPP).

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La ASERCA y el CIMMYT firman pacto para promover la productividad, la competitividad y el ordenamiento del mercado de granos en México

En el marco de la feria México Alimentaria 2017 Food Show, que se desarrolló del 7 al 9 de diciembre en el Centro Citibanamex de la Ciudad de México, el maestro Alejandro Vázquez Salido, director en jefe de la Agencia de Servicios a la Comercialización y Desarrollo de Mercados Agroalimentarios (ASERCA), y el doctor Bram Govaerts, representante regional del CIMMYT para América Latina, firmaron este viernes una carta de intención que tiene como objetivo promover la productividad y ordenamiento del mercado de granos, a través del impulso y adopción de tecnologías de agricultura sustentable que ayuden a los productores a elevar sus niveles de ingreso y reducir los costos de producción en maíz, trigo y cultivos asociados.

La iniciativa es producto de la colaboración entre la Aserca, de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), organismo internacional líder en investigación agrícola para el desarrollo rural sostenible.

“El objetivo es trabajar de forma conjunta para orientar la investigación y el desarrollo tecnológico hacia la generación de innovaciones aplicadas al sector agroalimentario para mejorar la productividad y crear sinergias que permitan a los productores de maíz desarrollar capacidades para operar y administrar centros de almacenamiento, identificar oportunidades de negocio y proteger el medio ambiente y sus comunidades”, señaló Alejandro Vázquez Salido, “el proyecto aprovechará la transformación generada a través de proyectos como MasAgro, reconocido a nivel mundial”.

Por su parte, Bram Govaerts informó que el compromiso del organismo internacional es colaborar con la Aserca para promover en México la productividad y el desarrollo de la cadena de valor del maíz. “Vamos a impulsar la adopción de prácticas y tecnologías agrícolas sustentables para la producción de maíz, trigo y cultivos similares, mediante la investigación y el desarrollo de capacidades para elevar el ingreso y reducir los costos de producción de los productores”, aseguró el representante del CIMMYT.

El acuerdo de colaboración que conjuntará los recursos y acciones de la ASERCA y el CIMMYT se enmarca dentro del Proyecto “Almacenamiento de Granos y Servicios de Información para la Competitividad Agrícola”, suscrito entre la SAGARPA, la ASERCA y el Banco Mundial, y que busca desarrollar las capacidades comerciales de los pequeños y medianos productores de maíz, mediante el almacenamiento de granos, la capacitación para la operación y administración de centros de almacenamiento, el cuidado de la calidad del grano, la vinculación comercial y el desarrollo de sistemas de información de mercado.