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Líderes de Crop Trust visitan el CIMMYT

Maíz bajo agricultura de conservación en Malawi (Foto: T. Samson/CIMMYT)

Con muchas tensiones que enfrentan los sistemas alimentarios agrícolas, incluido el cambio climático, las epidemias de enfermedades o las poblaciones en crecimiento, no existe una solución que responda a todos los desafíos. Sin embargo, una parte fundamental de cualquier intento de fortalecer los sistemas alimentarios es el esfuerzo por conservar la diversidad de cultivos. Mantener un conjunto sólido de variedades de plantas sirve como base para desarrollar rasgos favorables, como mayor rendimiento, mayor resistencia a enfermedades y tolerancia a la sequía, entre otros.

Dedicada a conservar la diversidad de cultivos, Crop Trust es una organización internacional sin fines de lucro con la misión de hacer que esa diversidad esté disponible para su uso a nivel mundial, para siempre, en beneficio de todos.

El 3 de abril de 2023, el director ejecutivo de Crop Trust, Stefan Schmitz, y la directora de programas, Sarada Krishnan, visitaron el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) por primera vez para examinar los bancos de germoplasma de maíz y trigo del CIMMYT, con el objetivo de establecer un conjunto de normas para los bancos de germoplasma de todo el mundo. También discutieron futuras colaboraciones entre las dos instituciones que amplificarán mejor las fortalezas de cada organización.

Una parte clave de la misión de Crop Trust es el apoyo a las colecciones de recursos fitogenéticos únicos y valiosos para la alimentación y la agricultura que se encuentran en los bancos de germoplasma.

“El CIMMYT es, y ha sido, uno de los socios clave para garantizar que la diversidad de cultivos sea segura y esté disponible para toda la humanidad”, dijo Schmitz. “Sus bancos de germoplasma de maíz y trigo desempeñan un papel crucial para garantizar la diversidad de cultivos, especialmente en América Latina”.

Muestras de semilla de maíz, banco de germoplasma del CIMMYT (Foto: Xochiquetzal Fonseca/CIMMYT)

Muestras de semilla de maíz, banco de germoplasma del CIMMYT (Foto: Xochiquetzal Fonseca/CIMMYT)

El CIMMYT maneja las más diversas colecciones de maíz y trigo. El banco de germoplasma del CIMMYT, también conocido como banco de semillas, se encuentra en el centro de la investigación de mejoramiento de cultivos del CIMMYT. Este extraordinario catálogo vivo de diversidad genética comprende más de 28,000 colecciones únicas de semillas de maíz y 123,000 de trigo.

Avances en la gestión de los bancos de germoplasma

Los representantes de Crop Trust estaban ansiosos por saber más sobre los esfuerzos del CIMMYT en información de secuencias digitales (DSI, en inglés). El CIMMYT está utilizando DSI para analizar la estructura, las redundancias y las brechas dentro de su propio banco de germoplasma y ahora está trabajando para llevar las herramientas de DSI a los bancos de germoplasma nacionales en América Latina.

Esta visita se basa en el trabajo en curso, como el tercer taller de la Comunidad de Práctica para América Latina y el Caribe sobre el uso de herramientas genómicas y digitales para la conservación y uso de los Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura (GRAA) realizado en noviembre de 2022 .

Entre las iniciativas lideradas por el CIMMYT, Mining Useful Alleles for Climate Change Adaptation del proyecto CGIAR Genebanks, está expandiendo el uso de la biodiversidad mantenida en los bancos de germoplasma del mundo para desarrollar nuevas variedades de cultivos climáticamente inteligentes para millones de pequeños agricultores en todo el mundo.

El Banco Mundial de Semillas de Svalbard

En 2020, el CIMMYT fue el mayor contribuyente al Banco Mundial de Semillas de Svalbard, proporcionando 173,779 accesiones de maíz y trigo de 131 países.

El Banco Mundial de Semillas de Svalbard, administrado por Crop Trust, es una colección de depósito que contiene duplicados de semillas de más de 1,700 bancos de genermoplasma de todo el mundo.

La donación más reciente del CIMMYT al Banco Mundial de Semillas de Svalbard fue en octubre de 2022.

Colegas del banco de germoplasma del CIMMYT prepararon una entrega de 263 accesiones de maíz y 3548 accesiones de trigo. (Foto: Francisco Alarcón/CIMMYT)

“Todo el personal del CIMMYT que conocimos estaba apasionado por su trabajo y nos recibió amablemente, compartiendo generosamente su conocimiento y su tiempo con nosotros. Esperamos continuar nuestra colaboración, fortalecerla y asegurarnos de que las colecciones de cultivos que se encuentran en el banco de germoplasma del CIMMYT estén seguras y disponibles para siempre”, dijo Schmitz.

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CIMMYT, anfitrión del tercer taller de la Comunidad de Práctica para América Latina y el Caribe

Asistentes al tercer taller de la Comunidad de Práctica para América Latina y el Caribe en el exterior de la sede del CIMMYT, México. (Foto: CIMMYT)

Del 14 al 18 de noviembre, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y la Alianza de Bioversity International y el CIAT realizaron el tercer taller de la Comunidad de Práctica para América Latina y el Caribe sobre el «Uso de herramientas genómicas y digitales para la conservación y uso de los Recursos Genéticos para la Alimentación y la Agricultura (GRAA)».

El taller, al que asistieron 33 participantes de 14 países, se realizó en la sede del CIMMYT y destacó temas como el análisis de datos genotípicos derivados de la plataforma DArTseq y el análisis de vacíos de colecciones de germoplasma.

“Fue muy gratificante poder formar esta red Latinoamericana de bancos de germoplasma junto a nuestros colegas de la Alianza de Bioversity International y el CIAT,” afirmó Carolina Sansaloni, curadora del Banco de Germoplasma de Trigo y especialista en genotipado. “La capacitación e intercambio de conocimiento entre bancos de germoplasmas es fundamental para una mejor conservación, exploración y utilización de los recursos genéticos de cada país.”

Algunos de los participantes compartieron los siguientes comentarios y retroalimentación:

  • “Excelente iniciativa, es un apoyo fundamental para el fortalecimiento de los sistemas de conservación de recursos fitogenéticos y la creación de redes internacionales de colaboración. Mil gracias al CIMMYT y la Alianza de Bioversity International y el CIAT por la invitación”. Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), México.
  • “Excelente taller, un espacio muy importante de intercambio de conocimiento y experiencias además permite formar redes de trabajo colaborativo entre instituciones y profesionales de diferentes países con investigaciones afines”. Escuela de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional Costa Rica
  • “Este taller me ha permitido entrar en contacto con compañeros de América Latina y abrir la posibilidad de trabajar juntos para avanzar en la caracterización y contribuir a la conservación de las colecciones que gestionamos”. Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, Argentina
  • “Esta ha sido una semana de mucho provecho para mi como curador del banco de germoplasma de Brasil. Tuve contacto con muchos conceptos y herramientas nuevas que van a generar avances en mi trabajo”. Empresa Brasileira de Pesquisa Agropecuária (EMBRAPA), Brasil.

Este taller no hubiera sido posible sin el apoyo de la Iniciativa de Bancos de Germoplasma del CGIAR, DivSeek International y Analitek– Illumina.

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Combinan tecnologías para combatir aflatoxinas

Granos de maíz con daños por hongos. (Foto: Natalia Palacios/CIMMYT)
Granos de maíz con daños por hongos. (Foto: Natalia Palacios/CIMMYT)

La mayoría del grano de maíz que se produce en México es para consumo humano y animal y, en menor proporción, para otras industrias, incluyendo la producción de almidones, azúcares, etc. Ya que son parte de nuestra alimentación, es muy importante cuidar la sanidad o inocuidad de los granos, es decir, que estén libres de cualquier condición que pueda afectar la salud. 

Durante su cultivo en el campo, el maíz está expuesto a diferentes condiciones ambientales y a la presencia de hongos que se encuentran en los suelos. Uno de estos hongos se conoce como Aspergillus flavus,  del que hay poblaciones con la capacidad de producir unas sustancias tóxicas naturales, o toxinas, llamadas aflatoxinas, las cuales representan una amenaza para la salud y la vida de quien las ingiera, sean humanos o animales. 

Las aflatoxinas, que desafortunadamente no son perceptibles por los sentidos de humanos o animales, pueden inducir algunos tipos de cáncer (de hígado, de páncreas y cervical), afectar nuestro sistema inmunitario y hacernos mas débiles ante enfermedades, impedir la absorción de nutrientes e incluso pueden causar la muerte. Por esto, las aflatoxinas son una amenaza a la salud pública.

Para que el hongo Aspergillus flavus produzca las aflatoxinas se deben dar las condiciones apropiadas en el campo o durante el almacenamiento del grano. Las temperaturas, el comportamiento de la lluvia y humedad o la presencia de insectos facilita que el hongo crezca sobre los granos del maíz y produzca dichas toxinas. No existe una solución única para desaparecer las aflatoxinas; sin embargo, la suma de diferentes tecnologías contribuye a la mitigación o reducción de la presencia de estas peligrosas sustancias.

En el estado de Tamaulipas se ha detectado la presencia de aflatoxinas con una frecuencia cada vez mayor y en mayores proporciones. Por esto, desde hace cuatro años diferentes organizaciones públicas y privadas, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, y el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), han unido esfuerzos para evaluar tecnologías que puedan mitigar o reducir las afectaciones por aflatoxinas.

El trabajo con los agricultores, empresas semilleras y el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) ha sido esencial para realizar estos trabajos que iniciaron con la evaluación en 10 hectáreas en 2019, pasando a 90 hectáreas en 2020 y luego a 500 en 2021. 

Se han obtenido resultados muy positivos y prometedores al combinar germoplasma adaptado; es decir, híbridos precoces y con buena cobertura de mazorca; tecnología adecuada, que incluye recomendaciones de fechas de siembra, frecuencia de riegos y manejo de plagas; buen manejo de los suelos y la utilización de control biológico mediante AF36, una herramienta en el manejo de las aflatoxinas mediante el uso de una particular población del hongo que naturalmente no produce aflatoxinas. 

Con estas tecnologías en el ciclo otoño-invierno 2021 el grano proveniente de solo 10 % de las parcelas sembradas presentaron niveles de aflatoxinas mayores a lo que permite la norma, que es más de 20 ppb (o partes por mil millones, que es la unidad que mide la concentración de una sustancia). Mientras que en las parcelas donde no se aplicaron estas tecnologías más del 90 % del grano salió contaminado con niveles de aflatoxinas mayores a 20 ppb.