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Los beneficios de eliminar las aplicaciones de nitrógeno durante la presiembra

“El nitrógeno es un nutriente muy dinámico en el suelo. En muchos sistemas de producción en México se aplica en forma de urea, una fuente de nitrógeno amoniacal que al entrar en contacto con el suelo, agua y materia orgánica inicia procesos de nitrificación (las plantas absorben mejor el nitrógeno cuando está en forma de nitrato), pero los nitratos también suelen perderse con el agua debido a la lixiviación y escorrentía. El nitrógeno no se queda solo como nitrato, después pasa a un proceso de desnitrificación, donde toma forma gaseosa como óxido nitroso, uno de los gases relacionados con la destrucción de la capa de ozono y uno de los que más contribuyen al cambio climático”, refiere María Elena Cárdenas, del Hub Pacífico Norte del CIMMYT. 

En México el 71% del fertilizante nitrogenado se aplica en los cultivos de maíz, trigo y caña de azúcar. La eficiencia de uso de nitrógeno en cereales a nivel mundial se estima en 33% y, en el país, varios trabajos de investigación en cereales en las zonas intensivas bajo riego reportan valores de eficiencia similarmente bajos (31% para el Valle del Yaqui). 

El nitrógeno que no es absorbido por los cultivos se volatiliza (se estima que en México las pérdidas promedio de nitrógeno por volatilización son de 18%), lixivia (proceso por el cual los nutrientes y minerales son arrastrados por el agua) o percola (pérdida de agua hacia las capas de la tierra). En conjunto, se estima que cerca de la mitad del nitrógeno aplicado termina perdiéndose hacia el ambiente causando importantes problemas de contaminación del agua y aire. 

Se ha documentado incluso que las aguas enriquecidas con nitrógeno que escurren de las parcelas de las zonas productivas de Baja California Sinaloa y Sonora desembocan en el Golfo de California, causando grandes floraciones de algas, relacionadas a su vez con zonas de hipoxia (falta de oxígeno) y pérdida de biodiversidad marítima. 

Además, la fertilización tiende a ser el principal costo de producción en los cereales y la fertilización nitrogenada en México representa alrededor del 40% de los costos de producción. En años recientes el costo del nitrógeno se ha elevado significativamente (para 2021 casi se ha duplicado con respecto a 2017), afectando la rentabilidad del cultivo de trigo. Esto significa que los fertilizantes nitrogenados son de los insumos más caro y que se manejan de manera poco eficiente. 

Si se incrementa la eficiencia de uso de nitrógeno se pueden reducir los costos de producción y de esta manera incrementar la rentabilidad del cultivo para reducir el impacto ambiental. Para lograr este propósito, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y sus colaboradores en la región promueven diversas prácticas y tecnologías derivadas de la investigación científica, entre estas la identificación del momento y la dosis correcta de fertilización nitrogenada, así como la selección de las fuentes de nitrógeno correctas y el lugar de aplicación correcto.

Actualmente el manejo convencional del nitrógeno, para muchos productores del Valle del Yaqui, implica aplicar 55% de la dosis regularmente usada (alrededor de 275 kgN/ha en promedio) durante la presiembra (20 días antes de la siembra), pero gracias a diversos estudios hoy se sabe que las aplicaciones durante la presiembra son muy ineficientes y, de hecho, 30% de lo aplicado en presiembra ya se habrá perdido para el momento de la siembra. 

“Con base en el estudio de la curva de absorción de nitrógeno a través del desarrollo del cultivo de trigo se está proponiendo a los productores cambiar los momentos de aplicación del fertilizante. Esto es, 30% en la siembra, 55% durante el primer riego de auxilio que es cuando se requiere que la planta tenga más el fertilizante para expresar su máximo potencial de rendimiento y 15% cerca de la floración”, comenta la especialista. 

“Eliminar aplicaciones de nitrógeno durante la presiembra contribuye a hacer un uso más eficiente del fertilizante y se ha documentado su efectividad en ensayos con diferentes dosis de nitrógeno (de los 75 a los 300 kgN/ha) en campos de agricultores del Valle del Yaqui. Al eliminar las aplicaciones durante la presiembra no se afectan los rendimientos y la eficiencia del nitrógeno llega a ser de hasta 50% con dosis bajas, a diferencia de las dosis más altas donde la eficiencia del fertilizante es a penas del 30% (ya que el cultivo absorbe lo que necesita y lo demás se pierde). El cambio de los momentos de aplicación del nitrógeno no afectó el rendimiento del trigo y, en cambio, evitar las aplicaciones de presiembra sí favoreció el porcentaje de proteína del grano y por lo tanto constituye una práctica simple y eficiente que los productores pueden implementar”, enfatiza María Elena Cárdenas. 

Con información de María Elena Cárdenas.

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Agriba Sustentable, un nuevo proyecto para impulsar la producción sostenible en El Bajío

Guanajuato.- La alianza entre PepsiCo México, Grupo Trimex y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) promoverá prácticas agrícolas sustentables entre pequeños y medianos productores de trigo en los estados de Guanajuato y Michoacán, así lo anunciaron representantes de estas organizaciones al presentar el proyecto Agriba Sustentable (Agricultura del Bajío Sustentable), con el que la colaboración busca impactar positivamente en diversos aspectos ambientales, sociales y económicos en la región donde operará el proyecto. 

Agriba Sustentable se suma a la estrategia PepsiCo Positivo (pep+), a través de la cual esta organización busca implementar prácticas agrícolas regenerativas en una amplia superficie agrícola a nivel global a fin de obtener sus cultivos e ingredientes clave de forma sostenible. En esta visión, la reducción de emisiones, la optimización del consumo de agua, la mitigación de los efectos del cambio climático y el mejoramiento de los medios de vida de los productores, son fundamentales. 

En el caso de la región de El Bajío, se busca incrementar el número de pequeños y medianos productores de trigo, proveedores de Grupo Trimex, que adopten prácticas de Agricultura Sustentable para diversos productos de Gamesa, ya que el trigo es la materia prima esencial para la elaboración de galletas de esta marca.

La Agricultura Sustentable es particularmente importante para la producción de trigo, un cultivo muy susceptible a los efectos del cambio climático —se estima que cada grado que aumente la temperatura global, se traduce en una pérdida de producción de 5% para este cultivo—. En este sentido, a través del soporte científico del CIMMYT el proyecto promoverá prácticas que incluyen el uso de herramientas de diagnóstico de deficiencias de nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K); fertilización integrada; Agricultura de Conservación (gestión de residuos, labranza mínima, diversificación de cultivos); control de plagas y enfermedades, entre otras. Las tecnologías promovidas son muy amplias y se suman a muchas opciones tecnológicas desarrolladas localmente que mejoran los sistemas de producción. 

La alianza entre PepsiCo México, Grupo Trimex y el CIMMYT contribuirá de forma significativa a impulsar la Agricultura Sustentable de El Bajío, no solo para conservar y regenerar los recursos naturales, sino también para mejorar los medios de vida de los productores de esta región clave para la agricultura nacional. 

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Nunca es tarde para cambiar

Villamar, Mich.- Marco Antonio Yépez Oregel busca alternativas para mejorar sus rendimientos de maíz. Debido a la buena disposición del productor y a la ubicación de sus tierras, se instalará un módulo MasAgro en sus parcelas para que él y su comunidad conozcan los beneficios de la Agricultura de Conservación y la fertilidad integral.

Originario de la localidad San Antonio Guaracha, este productor se dedica a la agricultura en condiciones de temporal desde hace más de 20 años. Durante este lapso, sometió sus tierras a un laboreo excesivo y la aplicación intensiva de agroquímicos con la esperanza de cosechar más, pero lo único que consiguió fue incrementar sus costos de producción y degradar sus suelos.

En su región no se utilizan los residuos agrícolas (rastrojo) como cobertura del suelo y tampoco se practica la diversificación de cultivos, lo cual afecta la fertilidad del suelo e impacta negativamente en los rendimientos.

En 2018 tuvo un primer acercamiento al Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y las prácticas que sus colaboradores promueven a través de MasAgro, programa de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y el CIMMYT. Como producto de esa experiencia, ahora realiza mínimo movimiento del suelo y conserva 60% del rastrojo sobre sus tierras, lo cual le ha permitido obtener resultados favorables.

“Siempre me ha gustado probar cosas nuevas; algunas salen bien, y otras, no tanto. Con la implementación del módulo MasAgro podré contar con una guía para mejorar rendimientos y adoptar tecnologías de producción amigables con el ambiente. La tierra es la herencia de nuestros padres; es nuestro deber cuidar de ella”, afirma Marco Antonio.

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Inoculación de semilla para obtener mejores cosechas

La inoculación es una práctica que busca que bacterias fijadoras de nitrógeno se adhieran a la superficie de las semillas, a fin de que las plantas desarrollen un sistema de raíces más eficiente, capaz de fijar el nitrógeno que requieren. Esta práctica permite incluso lograr un incremento de los rendimientos, pero por diversas circunstancias no es una práctica generalizada entre los productores.

El pasado 15 de junio se realizó la siembra de dos áreas de extensión en el municipio de Zautla, Puebla (en las localidades de Tlamanca y Contla). En ambas parcelas se desarrollaron acciones de fertilización integral mediante la inoculación de semilla de maíz con microorganismos benéficos (Trichoderma asperellum) y el fraccionamiento de la fertilización edáfica (que se hace mediante aplicaciones al suelo).

Normalmente, los productores de la localidad solo realizan una fertilización durante la primera labor, por lo que una fertilización de fondo (es decir, al momento de la siembra) es una innovación a la que no están acostumbrados. No obstante, Eliel Martínez González y Jacinto Hernández Martínez decidieron probar esta nueva práctica de la mano del equipo técnico del Hub Valles Altos, del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

En ambos casos, la siembra se realizó con una sembradora de tiro animal. Debido a que este implemento solo posee un contenedor para la semilla, una persona fue depositando el fertilizante granulado al fondo del surco. Los fertilizantes que se utilizaron fueron DAP (fosfato diamónico) y cloruro de potasio, la inoculación de la semilla de maíz se hizo con micorrizas y se realizó fertilización fragmentada durante la siembra (también se hará durante el desarrollo del cultivo, sobre todo para el caso de los macronutrientes, como nitrógeno [N], fósforo [P] y potasio [K]).

Cabe mencionar que al realizar la siembra asistieron otros productores. No hubo un gran número de personas debido a las restricciones sanitarias, pero quienes asistieron para ver cómo se inocula la semilla y de qué forma se realizó la fertilización de fondo sin la utilización de maquinaria lo hicieron siguiendo las medidas correspondientes. Los productores que acudieron a la actividad de las siembras comentaron que nunca habían utilizado microrganismos benéficos para inocular la semilla y que tampoco fertilizan a la siembra; sin embargo, dado que cuentan con insumos como fertilizantes, micorrizas, foliares y herbicidas, entre otros, implementarán en sus parcelas las innovaciones que presenciaron. Con esto, los insumos de apoyo que reciben los productores serán utilizados de una manera más eficaz.