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Suma de esfuerzos para apoyar el campo mexiquense

Texcoco, Edo. Méx.- Este 29 de julio Mercedes Colín Guadarrama —titular de la Secretaría del Campo del Estado de México (SECAMPO)— y Mario López Rodríguez —director de investigación de Instituto de Investigación y Capacitación Agropecuaria, Acuícola y Forestal (ICAMEX)— visitaron las instalaciones del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), donde se reunieron con el equipo del Programa de Desarrollo Integrado para explorar oportunidades de colaboración y así fortalecer la producción sustentable de cereales de grano pequeño, maíz y cultivos asociados en la entidad.

La visita de la titular de SECAMPO refuerza la colaboración de esa dependencia con el CIMMYT en el Estado de México, entidad que alberga la sede internacional de dicho organismo internacional y donde el Hub Valles Altos tiene un amplio trabajo en la promoción de prácticas sustentables a través de campañas como #AcciónPorElSuelo y donde, a pesar de la pandemia, en 2020 mantuvo una red activa de dos plataformas de investigación, nueve módulos demostrativos, 133 áreas de extensión y 470 áreas de impacto.

La visita se enmarca en los trabajos de un convenio que unirá los esfuerzos y acciones de ambas partes con el propósito de fomentar la transferencia y difusión de tecnologías agrícolas sustentables que permitan mejorar la productividad y contribuir al desarrollo rural de la entidad. 

A través de este convenio, el CIMMYT brindará soporte científico al campo mexiquense, ofreciendo a sus productores un amplio menú de tecnologías y prácticas sustentables que han sido previamente estudiadas y validadas en plataformas de investigación. Para acercar estos conocimientos directamente a quienes trabajan el campo, el convenio contempla un importante impulso a la capacitación de técnicos y productores, así como el establecimiento de módulos demostrativos —parcelas donde los productores reciben acompañamiento técnico y comparan lado a lado las prácticas convencionales y las innovaciones— que ayudarán a consolidar una comunidad de aprendizaje en torno a la Agricultura Sustentable.

En el menú tecnológico propuesto por el CIMMYT destacan prácticas como la Agricultura de Conservación —que permite reducir costos de producción y conservar recursos naturales—, el uso de variedades adecuadas, tecnologías herméticas poscosecha —que permiten minimizar las pérdidas durante el almacenamiento de granos—, la diversificación de cultivos —como una vía para que los productores accedan a nuevos mercados— entre otras prácticas.

Además del plan de capacitación y el menú tecnológico, el convenio marco contempla la elaboración de mapas de fertilidad en diversas zonas del estado —lo cual permitirá que los productores hagan un uso más eficiente de los fertilizantes, beneficiando su economía y contribuyendo a restaurar la fertilidad de los suelos—, así como la instalación de mesas técnicas agroclimáticas que permitirán a los productores disponer de recomendaciones claras y oportunas para que tomen las mejores decisiones en sus tierras de cultivo con respecto a los efectos del cambio climático.

De acuerdo con la maestra Tania Casaya, gerente del Hub Valles Altos del CIMMYT: “las líneas estratégicas que engloban a este convenio marco derivarán en actividades específicas a favor del desarrollo territorial rural del estado y fortalecen la relación del CIMMYT con diversas instituciones de la entidad, por eso se presentaron además los avances que tenemos a la fecha producto de la vinculación que ya hay con diversas direcciones de la Secretaría del Campo del Estado de México y con ICAMEX”. 

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La importancia de la rotación de cultivos en la calidad del rastrojo

San Miguel Tlacamama, Oax.- La producción constante de un solo cultivo en un mismo terreno disminuye la capacidad productiva del suelo en el corto tiempo. De igual manera, en terrenos de ladera la capa fértil se pierde si no se implementan medidas de protección. ¿Qué medidas pueden ayudar a la conservación y la de fertilidad de los suelos en laderas para mantener una buena producción por mucho tiempo?

Hay algunas prácticas que aportan beneficios en la protección y fertilidad de los suelos. El rastrojo, por ejemplo, al dejarse sobre la superficie del suelo tiene la función de una capa protectora contra el efecto erosivo de la lluvia, conserva la humedad, brinda protección a los microorganismos y al descomponerse libera nutrimentos. Sin embargo, para lograr una buena salud del suelo —caracterizada por contener una gran diversidad de microorganismos, una buena estructura y producir buenos rendimientos—, es necesario conocer la cantidad y calidad adecuada del rastrojo.

La calidad del rastrojo está determinada en un primer momento por la relación carbono-nitrógeno (C:N), la cual puede tener un efecto significativo en la descomposición de los rastrojos, la cobertura del suelo y el ciclo de nutrimentos (predominantemente nitrógeno). 

¿Por qué es importante esta relación? Porque se trata de los dos elementos esenciales para la nutrición de cualquier organismo, pero su disponibilidad y proceso de degradación en el suelo es algo complejo. Si los residuos son ricos en carbono y pobres en nitrógeno, por ejemplo, la fermentación podría ser lenta y el carbono se podría perder en forma de CO2. O en el caso contrario, si las concentraciones de nitrógeno son altas este se podría transformar en amoníaco, afectando la adecuada actividad biológica.

Así, materiales como el rastrojo de maíz tienen una relación de carbono y nitrógeno (C:N) de 60 a 1 (60:1), en cambio, el follaje verde de leguminosas como el frijol mucuna tienen una relación de 15 a 1 (15:1). Esto significa que la descomposición de materiales ricos en carbono, como el rastrojo del maíz y otros cereales, será lenta, lo cual conlleva a una inmovilización del nitrógeno y para evitar que haya competencia por este elemento entre los microorganismos y la planta, será necesario la aportación de fertilizantes nitrogenados. 

Por el contrario, cuando se incorporan materiales ricos en nitrógeno, la descomposición será rápida, provocando la mineralización del nitrógeno. Lo ideal es lograr una relación de carbono y nitrógeno (C:N) de 30 a 1 (30:1), para que los microorganismos residentes puedan descomponer fácilmente los rastrojos y dejen nutrimentos para las plantas.

En terrenos de ladera, por la función múltiple del rastrojo, se requiere de materiales con una relación de carbono y nitrógeno (C:N) mayor de 30 a 1 (30:1), pues es esencial que esos rastrojos se descompongan para liberar los nutrimentos, formar la materia orgánica y mantener cubierto el suelo por alrededor de 60 días, mientras los cultivos establecidos producen cobertura viva.

En cuanto a la cantidad, es un factor que está en función del tipo de rastrojo (cultivo). Lo ideal es dejar el 100% de rastrojo para lograr la mayor cobertura del suelo; sin embargo, en muchas unidades de producción parte del rastrojo se destina para los animales. Para evitar competencia por los residuos entre el suelo y los animales, se puede optar por establecer cultivos forrajeros. 

Con los resultados de cuatro años de investigación en la plataforma de investigación San Miguel Tlacamama, en Oaxaca, se ha observado que no es suficiente dejar los residuos, sino también diversificar los cultivos. En la figura 1, por ejemplo, se muestra el comportamiento del rendimiento del maíz Tuxpeño amarillo, establecido en monocultivo continuo y en rotación con ajonjolí, calabaza y diferentes abonos verdes.  

Comparación del rendimiento de maíz
Figura 1. Comparación del rendimiento de maíz en grano en rotación vs monocultivo continuo, durante cuatro años de evaluación en La Catalina, San Miguel Tlacamama, Oax.

En los cuatro años de evaluación, el maíz en rotación supera el rendimiento del maíz en monocultivo, de igual manera se observa la disminución paulatina del rendimiento en el monocultivo. Se puede considerar que la rotación o el dejar rastrojos de diferentes cultivos favorecen la calidad del rastrojo, lo cual influye en el rendimiento. En síntesis, es importante poner atención a la calidad y cantidad de material dejado sobre el terreno, las asociaciones aportarán una cantidad mayor de biomasa y las rotaciones, calidad; sin olvidar que un ciclo del plan de rotación debe ser con una leguminosa.

Nota: esta texto forma parte de las ponencias impartidas durante el simposio Diálogos para una Agricultura Sustentable, desarrollado en noviembre de 2020 por el Hub Pacífico Sur del CIMMYT y que se puede ver completo aquí.



 

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Promueven el arraigo social con proyecto de fertilidad de suelos

El Bajío guanajuatense es una llanura fértil considerada históricamente una de las zonas agrícolas más importantes de México. No obstante, la producción intensiva de los sistemas agrícolas en esa región ha ocasionado la degradación física, química y biológica de los suelos. Como consecuencia de esa degradación se han agudizado los problemas de malezas, plagas y enfermedades de los cultivos, incrementando los costos de producción y afectando directamente a los agricultores.

El municipio de Salamanca es parte del Bajío guanajuatense, está ubicado en el centro del estado y cuenta con una superficie agrícola de más de 50 mil hectáreas. Siendo el municipio con más porcentaje de superficie de riego con respecto a los demás municipios de la región —destacan sus cultivos de maíz y sorgo en el ciclo primavera-verano y trigo y cebada en el otoño-invierno—, es importante implementar medidas que aseguren la fertilidad de sus suelos. 

A través de un muestreo sistemático, el proyecto “Programa de fertilidad integral de suelos agrícolas para el municipio de Salamanca” busca conocer el estado actual de los suelos del municipio, identificar los minerales que están ocasionando excesos y deficiencias nutrimentales, proponer estrategias de remediación de suelos y diseñar formulaciones de fertilización específicas para cada cultivo y cada zona.  

Con la puesta en marcha de este proyecto de fertilidad integral —que impulsa el gobierno de Salamanca y se desarrolla en el marco del programa MasAgro Guanajuato, de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— se busca impactar más de 50 mil hectáreas agrícolas de Salamanca.

El proyecto busca restaurar la fertilidad del suelo y está alineado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Organización de las Naciones Unidas: ambientalmente permitirá reducir la emisión de gases de efecto invernadero y la contaminación del agua y el suelo; social y culturalmente se arraigará a la población rural, impulsando el empoderamiento de los productores con pleno respeto a sus tradiciones y, además,  permitiéndoles incrementar sus ingresos.

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Plan de fertilidad de Guanajuato innova y se expande 

Huanímaro, Gto.- Actualmente el estado de Guanajuato es uno de los principales productores de granos básicos del país, destacando en el cultivo de maíz y trigo. El municipio de Huanímaro se ubica en la región más productiva del estado; sin embargo, la producción intensiva del sistema maíz-trigo que se realiza en El Bajío guanajuatense ha generado una erosión muy significativa, propiciando la pérdida de fertilidad de los suelos.

Debido a esta situación es importante desarrollar acciones que impulsen la fertilidad integral y sustentable de los suelos de Huanímaro. A través de la estrategia “Mapeo de fertilidad para un campo sustentable” —que forma parte del programa MasAgro Guanajuato, de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— se está conociendo la situación actual de los suelos agrícolas del municipio. 

La estrategia de fertilidad de MasAgro Guanajuato está orientada a generar información y herramientas confiables para elaborar planes de fertilidad considerando: dosis adecuada para el cultivo, fuentes de fertilizante ideal, momento adecuado de aplicación y la forma más adecuada de hacerlo. El objetivo es no sobre dosificar fertilizante, mitigar pérdidas por lixiviación o evaporación (para disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero), evitar la contaminación de mantos acuíferos y aumentar la rentabilidad del sistema. 

A través de la estrategia “Mapeo de fertilidad para un campo sustentable” de MasAgro Guanajuato se puede mejorar la calidad física, química y biológica de los suelos mediante enmiendas y prácticas de conservación de los suelos, atendiendo directamente la problemática por alto contenido de sodio, suelos alcalinos, pérdida de materia orgánica, bloqueo de nutrientes, etcétera.

Cabe mencionar que además de los gobiernos municipales, la estrategia involucra a empresas locales (las cuales podrán ofrecer un servicio confiable y de calidad a los agricultores). En Huanímaro el tamaño estimado del área agrícola beneficiada es de 10,319 hectáreas en el corto plazo, en donde haciendo un buen manejo de fertilización la productividad se puede incrementar del 10 al 30% y beneficiar a alrededor de dos mil productores en el mediano plazo.

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Una década produciendo trigo con Agricultura de Conservación

Valle del Yaqui, Son.- Nacido en la colonia Irrigación (hoy municipio Benito Juárez) en 1951, Carlos Preciado Moreno cuenta con más de 35 años de experiencia en la agricultura y lleva casi una década produciendo trigos harineros y cristalinos con Agricultura de Conservación. Además, en Villa Juárez es uno de los promotores más importantes de las prácticas agrícolas sustentables y uno de los productores con mayor experiencia en este tipo de agricultura.

El señor Carlos ha incursionado en el cultivo de maíz, trigo, sorgo y cártamo, aprovechando con gran éxito los residuos de cosecha del cultivo anterior. Los ahorros que ha tenido aplicando este componente básico de la Agricultura de Conservación —la cobertura del suelo— le han permitido comprar maquinaria especializada para la siembra de trigo y granos grandes, como el de maíz.

Buscando mantener la fertilidad y la estructura de sus suelos en excelentes condiciones, este productor también construyó un lombricario para obtener humus y lixiviados de lombriz que utiliza año tras año en sus terrenos. Su familia se encarga directamente de mantener el lombricario en condiciones de sanidad adecuadas para obtener una lombricomposta de calidad.

La combinación de prácticas de Agricultura de Conservación (como la cobertura total del suelo con rastrojo) y la utilización de lombricomposta por varios años le han brindado al productor buenos resultados en sus suelos, disminuyendo la erosión eólica e hídrica y la compactación del horizonte de siembra y, al mismo tiempo, incrementando la vida microbiana benéfica.

Durante los años que lleva practicando Agricultura de Conservación, su producción de granos se ha mantenido con buenos rendimientos, aun ante los embates de la variación climática que la región ha padecido en años recientes.

Carlos Preciado cuenta con la experiencia de producir trigo en grandes superficies (que van de las 300 a las 400 hectáreas) tanto con labranza convencional como con Agricultura de Conservación, lo cual le ha permitido comparar ambos sistemas. Al respecto, menciona que la Agricultura de Conservación le ha permitido obtener buenos resultados y ahorrar en costos de producción.

Con respecto a los rendimientos, el productor comenta que con Agricultura de Conservación eran ligeramente menores (entre 100 y 150 kilos) que con labranza convencional durante los primeros años, pero fueron iguales o mejores a partir del segundo año, con la ventaja adicional de que desde un inicio le permitió reducir sus costos de producción.

Las recientes alzas en los precios de los insumos para la agricultura (como diésel, agua y fertilizantes), así como el aumento en los costos de la mano de obra y las operaciones de maquinaria —y desde luego las variaciones en los precios de los granos—, han convencido a Carlos Preciado de que la Agricultura de Conservación es una de las prácticas agrícolas más pertinentes para mantener la rentabilidad, cuidar los recursos naturales y permanecer competitivos en el mercado.

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Quemar el rastrojo daña la salud y el medioambiente

Guanajuato.- En Guanajuato la quema de los esquilmos o rastrojos de los cultivos provoca graves daños a la salud y el medioambiente; además, es un delito que se castiga con multas. La Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR), a través del programa MasAgro Guanajuato, orienta y apoya a los productores para que aprovechen el esquilmo a su favor y lo reutilicen para restaurar la fertilidad del suelo.

MasAgro Guanajuato cuenta con un equipo especializado en prácticas sustentables que capacita a los productores en técnicas de siembra y manejo de fertilizantes nitrogenados. Con estas capacitaciones, se busca eliminar las quemas de rastrojos. Este es el punto principal de la estrategia No Quema ―implementada en la zona sur de Pénjamo y enmarcada dentro del mismo programa―, con la que se han dejado de quemar más de 1,000 hectáreas en el ciclo agrícola primavera-verano 2019.

La estrategia consiste en la regionalización de la zona con mayor incidencia de quemas agrícolas mediante el uso del sensor MODIS ―de la Comisión Nacional para el Uso de la Biodiversidad (Conabio)―, el cual permite identificar zonas críticas de quema. Después de identificarlas (y antes de que ocurran las quemas), se da apoyo acercando equipos de maquinaria —como rastrillos, reformadoras, desmenuzadoras, sembradoras y fertilizadoras especializadas— para que los productores puedan manejar el rastrojo después de la cosecha.

En meses próximos, esta estrategia de MasAgro Guanajuato se implementará en dos zonas nuevas de Pénjamo y en la región Ciénega Prieta del municipio de Yuriria. Los objetivos son los mismos: eliminar las quemas de rastrojos, restaurar los suelos agrícolas de Guanajuato y crear sistemas agroalimentarios sostenibles y rentables para los productores.

La SDAyR, a través de MasAgro Guanajuato, promueve el desarrollo de capacidades para que los productores tomen conciencia de los amplios beneficios de mantener el rastrojo como cobertura del suelo (protección del suelo contra la erosión de la lluvia y el viento, incremento de la materia orgánica y la fertilidad del suelo ―los sobrantes del cultivo se descomponen y se convierten en abono para la próxima siembra―, apoyo en el control de malezas ―se forma una capa que evita que estas crezcan totalmente―, mejora de la infiltración del agua y reducción de la pérdida de agua por evaporación, entre otros).

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Conocer los suelos es la clave para nutrirlos

En el estado de Zacatecas, resultado de su amplio territorio y variedad de climas ―donde la precipitación media anual varía desde menos de 200 milímetros en el norte hasta más de 700 milímetros en la región de los cañones―, hay una gran diversidad de suelos, los cuales presentan importantes variaciones de pendiente, profundidad, textura, salinidad, etcétera. También el tipo de erosión que sufren es diverso, y mientras la erosión eólica predomina en las grandes planicies del estado, el sobrepastoreo y las prácticas agrícolas inadecuadas afectan parte del territorio (Semarnat, 2015). Por esto, es urgente establecer medidas preventivas y correctivas de conservación de suelos para asegurar que la población mexicana tenga acceso a los alimentos que necesita.

Para promover en la entidad prácticas sustentables que permitan preservar ese recurso y establecer medidas adecuadas y pertinentes para recuperar su fertilidad y calidad, en el marco del programa MasAgro —de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— se impartió el curso Interpretación de Análisis de Suelos.

Este curso se llevó a cabo en instalaciones de la Secretaría del Campo (Secampo) de Zacatecas —mediante la vinculación con la Subsecretaría para la Conservación de Suelos y Agua, presidida por el ingeniero José Rodríguez— y fue impartido por el doctor Prometeo Sánchez ―investigador y académico del Colegio de Postgraduados (Colpos)―, quien enfatizó la importancia de realizar análisis de suelo para establecer los mecanismos de remediación más adecuados según el tipo y proceso de degradación. “Conocer nuestros suelos es la clave para nutrirlos de manera equilibrada y oportuna. Los suelos pueden ser iguales por su origen pero diferentes por su manejo”, señaló el investigador.

Con esta articulación de esfuerzos que impulsa el CIMMYT a través de MasAgro, se capacitó a poco más de 50 agrónomos, entre ellos técnicos de la SADER y Secampo y actores clave de la agroindustria, los cuales coincidieron en que es urgente desarrollar medidas preventivas y correctivas de conservación de suelos para asegurar la disponibilidad de alimentos y la preservación de los recursos naturales durante su producción en el campo.

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Los beneficios del frijol mucuna

Con el paso del tiempo, el manejo convencional de los cultivos (quemas agrícolas, monocultivo, constante movimiento del suelo, etc.) genera impactos negativos en la fertilidad de los suelos, erosionándolos y volviéndolos cada vez menos productivos (este efecto es particularmente notorio en zonas de lomeríos y laderas). Sin embargo, hay diversas prácticas que ayudan a revertir esta situación; entre ellas está el establecimiento de cultivos de cobertura.

El frijol mucuna (Mucuna pruriens) —también llamado frijol terciopelo (por sus vainas con vellosidad) o frijol nescafé (porque sus semillas tostadas se usan como sustituto de café)— es un cultivo de cobertura que, en rotación o de relevo con el maíz, funciona como un abono verde, debido a la cantidad de follaje que produce. Estas grandes cantidades de biomasa contribuyen a mejorar el suelo, evitar la erosión hídrica, conservar la humedad e impedir la emergencia de malezas.

Gracias a que es una leguminosa, tiene la capacidad de capturar el nitrógeno (elemento esencial para el crecimiento de las plantas) del aire y fijarlo al suelo gracias a las bacterias Rhizobium que se desarrollan en sus raíces. Sus vainas, follaje y semillas se usan en algunos casos para la alimentación animal, mientras que el consumo humano es mucho menos frecuente (no solo porque su cocción toma mucho tiempo, sino porque contiene sustancias que pueden ser tóxicas, como la L-dopa, precursora de la dopamina).

Se trata de una planta que se adapta bien a las regiones tropicales; por eso, productores del municipio de San Felipe Jalapa de Díaz, en Oaxaca, han comenzado a realizar siembras de relevo con esta leguminosa —estableciendo el cultivo cuando el maíz ya se encuentra doblado y listo para cortarse—, obteniendo buenos resultados.

Para los productores de este municipio el cultivo del frijol mucuna es una forma natural de mejorar la fertilidad de sus suelos, y representa además una alternativa para disminuir la inversión realizada en fertilizantes (sobre todo porque la producción en esta zona es de dos ciclos agrícolas). Su apuesta por esta leguminosa, de hecho, se ha comenzado a replicar en parcelas de municipios vecinos.

Es importante mencionar que la sola implementación del cultivo de mucuna no basta para mejorar la calidad y fertilidad del suelo. Para que esta leguminosa haga su trabajo, se deben realizar además otras prácticas sustentables a nivel de parcela, tales como la mínima labranza, la rotación de cultivos, la cobertura del suelo o el Manejo Agroecológico de Plagas.

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Reporte independiente concluye que MasAgro está listo para salvar las selvas tropicales mayas de la deforestación

MasAgro introdujo la Agricultura de Conservación (AC) para mejorar la fertilidad del suelo y la disponibilidad de agua en los campos.
Divulgación CIMMYT.
16 de noviembre de 2017.

Texcoco, Edo. de México.- De acuerdo con un reporte independiente comisionado por la Alianza México REDD+ y The Nature Conservancy (TNC), detener la deforestación en la península de Yucatán —al incrementar los rendimientos del maíz y mantener la frontera agrícola a raya— es uno de los logros de MasAgro, dentro de la visión del Gobierno de México, coordinado por el CIMMYT y apoyado por cientos de colaboradores.

Hace poco más de un año, el CIMMYT empezó a colaborar con la organización Pronatura Península de Yucatán en la implementación de la estrategia de intensificación sustentable de MasAgro en Hopelchén, una pequeña comunidad en Campeche donde productores indígenas y menonitas cultivan maíz con base en prácticas agrícolas tradicionales. Décadas de labrar los campos para producir el mismo cultivo todos los años y de aplicar agroquímicos para controlar plagas en las parcelas tecnificadas más grandes, han degradado los suelos de Hopelchén. Como resultado, los productores son proclives a convertir áreas adicionales de selva tropical en campos de cultivo para lidiar con el decreciente rendimiento de los cultivos.

MasAgro introdujo la Agricultura de Conservación (AC) para mejorar la fertilidad del suelo y la disponibilidad de agua en los campos de los primeros cinco productores participantes. “A menos de un año de desarrollar el proyecto, un momento clave fue cuando los productores vieron los beneficios del sistema de Agricultura de Conservación después de dos meses de sequía. Los productores que no llevaron a cabo esas prácticas obtuvieron mazorcas más pequeñas, mientras que los que practicaron conservación lograron mazorcas más desarrolladas”, señalan las conclusiones del estudio de caso de MasAgro presentado en el reporte “Experiencias de desarrollo rural sostenible y conservación de la biodiversidad en la península de Yucatán”.

Cincuenta productores más, de comunidades aledañas, están entusiasmados por participar en MasAgro, dijo el gerente de Agricultura Sustentable de Pronatura, Carlos Cecilio Zi Dzib. “MasAgro ha sido muy exitoso en la península”, señaló Bram Govaerts, representante regional del CIMMYT para América Latina. “En el transcurso del segundo año de implementación, MasAgro ha establecido una plataforma de investigación y 20 módulos demostrativos en campos de productores, y ofrecido entrenamiento a 150 productores que han asistido a 14 eventos organizados en colaboración con TNC y el INIFAP (Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias)”, añadió.

“Este trabajo es un esfuerzo para documentar experiencias de algunas iniciativas y proyectos rurales sustentables que contribuyen a reducir la deforestación en la región, y que así hacen su contribución a la conservación y manejo sustentable de la selva maya en la península de Yucatán”, explican los autores del reporte, Carolina Cepeda y Ariel Amoroso.

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En Oaxaca se utiliza el descanso mejorado de las tierras en condiciones de ladera

En lugar de usar el descanso de la tierra sin cultivo por más de 5 años, mejorar el descanso con rotación con leguminosa.
Por: Columba Silva Avendaño y Bernardo Carlos Solano, AMDSL SC.

fSanta María Teopoxco, Oax.- Con la finalidad de recuperar ciertos niveles de fertilidad —dar fuerza a la tierra, como lo llaman los productores—, la plataforma de investigación Santa María Teopoxco propone que, en lugar de descansar la tierra por más de 5 años, como se hacía en el sistema roza, tumba y quema, se cultive alguna leguminosa como chícharo, haba o frijol ayocote. Esto a partir de las problemáticas identificadas en la región: las constantes lluvias y la humedad durante el ciclo de producción, que contribuyen a la acidificación de los suelos; la remoción de los suelos como una práctica de preparación para la siembra de cultivo, que fortalece la sedimentación de los suelos y aumenta las pérdidas de materia orgánica; prácticas como los largos periodos de descanso y de uso; y la poca disponibilidad de ingresos por parte de los productores para la compra de insumos mejoradores de los suelos.

Por ello, las tecnologías MasAgro son clave para contrarrestar dichas problemáticas. La alternativa con base en Agricultura de Conservación es el uso de coberturas, ya que estas proporcionan abono, favorecen la fijación de nitrógeno (elemento que le proporciona fertilidad al suelo), rompen el ciclo de las plagas y, además, las familias pueden consumir parte del cultivo y vender el excedente. Por ello, los investigadores de la Agencia Mexicana para el Desarrollo Sustentable en Laderas SC pusieron en práctica la rotación de cultivos con leguminosas que se desarrollan en la comunidad: el frijol mateado negro (Phaseolus vulgaris) y el frijol ayocote (Phaseolus dumosus); este último tiene un buen desarrollo de la planta y buen follaje, que contribuye a la generación de materia orgánica y disminuye el impacto de la lluvia.

Durante el ciclo PV 2017 se compararon los beneficios que trae la rotación de cultivos aprovechando el descanso. En la plataforma de investigación se cultivó el frijol ayocote (Phaseolus dumosus) en tratamientos con rotación de cultivos o también llamado descanso mejorado. El frijol ayocote es una planta de gran follaje; adaptada a suelos ácidos y altitudes mayores a los 2,000 m; produce una flor blanca; necesita tutorado; su ciclo es de 240 a 260 días; se cosecha en vaina seca; la semilla es mediana y de color café claro, por eso, localmente lo llaman frijol bayo; y su rendimiento aproximado es de 1 t/ha en la región. Su precio oscila entre $20.00 y $25.00 el kg y se siembra como cultivo solo o en asociación con maíz; la desventaja es que, por ser una planta grande, tiende a tirar las matas de maíz.

Al ser un cultivo conocido y adaptado a la región, se espera tener buenos resultados que favorezcan la confianza de los productores para que lo sigan implementando ahora dentro de los ejes de la Agricultura de Conservación.

La experiencia muestra que se utilizan elementos de la tecnología tradicional de los productores; sólo hay que fortalecer algunos componentes, partiendo del principio del doctor Ángel Ramos Sánchez: “si le sirve a la gente, le sirve al suelo”.

Por lo tanto, si la implementación de coberturas ha llegado a las parcelas de los productores, quiere decir que la investigación va por buen camino, ya que las prácticas MasAgro han permitido conformar al productor para mejorar su producción, su calidad de vida y conservar los recursos naturales.