Categorías
Noticias

Fertilidad Integral para el Altiplano Cebadero

Toma de muestras de suelo en el Altiplano. (Foto: CIMMYT)
Toma de muestras de suelo en el Altiplano. (Foto: CIMMYT)

La fertilidad del suelo es un factor clave para la productividad agrícola y la sostenibilidad del campo. En el Altiplano cebadero, una región fundamental para la producción de cebada, Grupo Modelo y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) han desarrollado un mapeo de fertilidad sin precedentes, cuyo objetivo es generar estrategias agrícolas mejor fundamentadas y adecuadas a las condiciones específicas del suelo.

«Este es el primer mapeo de la zona con la mayor cantidad de puntos de muestreo y, hasta ahora, el mapeo de fertilidad con mayor cobertura o alcance desarrollado por parte de la iniciativa privada a nivel nacional«, señala Francisco López Olguín, coordinador técnico del Hub Valles Altos del CIMMYT.

La estrategia, financiada por Grupo Modelo en el marco del proyecto Aguas Firmes —el cual contribuye a la recarga del acuífero de Apan, en Hidalgo—, inició en 2024 y ha logrado establecer alrededor de 800 puntos de muestreo en cuatro estados clave para la producción de cebada: Hidalgo, Puebla, Tlaxcala y el Estado de México. Estos puntos están distribuidos en 29 municipios seleccionados por su relevancia en la producción cebadera y porque la transición hacia una agricultura sustentable en ese perímetro tiene el potencial de contribuir a la recarga y preservación del acuífero de Apan, principal recurso hídrico para la agricultura de esa zona.

Puntos de muestreo para la estrategia de fertilidad impulsada por Grupo Modelo y el CIMMYT. (Imagen: Laboratorio de SIG-CIMMYT)
Puntos de muestreo para la estrategia de fertilidad impulsada por Grupo Modelo y el CIMMYT. (Imagen: Laboratorio de SIG-CIMMYT)

«Para lograr esto, generamos una estrategia y metodología en conjunto con Grupo Modelo, obteniendo los permisos y autorizaciones necesarias para la toma de muestras. Parte del proceso incluyó el contacto con ayuntamientos y comisarías ejidales, quienes facilitaron las autorizaciones y la información a los productores», explica López.

La recolección de muestras fue realizada por un laboratorio especializado en análisis agrícola. Para garantizar la representatividad del mapeo, se diseñó una malla de muestreo a una escala que permitió que la distribución de los puntos fuera homogénea en un territorio caracterizado por su heterogeneidad.

El CIMMYT jugó un papel clave en la gestión del muestreo y en el procesamiento y análisis de la información obtenida. Una vez que el laboratorio generó los resultados, el equipo de fertilidad y la unidad de Sistemas de Información Geográfica (GIS, por sus siglas en inglés) del CIMMYT analizaron los datos y elaboraron 21 mapas con 17 parámetros diferentes, abarcando propiedades físicas y químicas del suelo.

La finalidad de estos mapas es proporcionar recomendaciones agronómicas útiles para los productores de la región. «El gran reto es que cada productor requiere un análisis específico de su suelo, lo cual representaría una inversión considerable. Sin embargo, con esta metodología de distribución de puntos, hemos logrado generar recomendaciones regionales y municipales que pueden adaptarse a cada contexto particular», destaca López.

Los mapas permiten clasificar la disponibilidad de nutrientes en cinco categorías: muy bajo, bajo, medio, alto y muy alto. Esta información facilita la toma de decisiones para mejorar la fertilidad del suelo bajo principios agronómicos clave como la fuente correcta, la dosis adecuada, el momento oportuno y el lugar preciso. Estos factores determinan cuán eficientemente los cultivos pueden absorber nutrientes esenciales como nitrógeno, fósforo y potasio.

Además de su utilidad para los productores, estos mapas abren una gran oportunidad para la capacitación de técnicos y agricultores en el manejo de la fertilidad del suelo. Asimismo, representan una herramienta clave para los proveedores de fertilizantes, permitiendo que las mezclas físicas de nutrientes sean formuladas de manera más precisa y adaptada a las necesidades reales del suelo y los cultivos.

El mapeo de fertilidad del Altiplano es una muestra del impacto que puede tener la ciencia aplicada en la agricultura. Con una base de información detallada y estrategias de manejo sustentable, esta iniciativa contribuye a mejorar la productividad del campo y a fortalecer la agricultura sustentable en la región.

Categorías
Noticias

Un recorrido por parcela dice más que mil palabras

Recorrido por parcelas de productores participantes en el proyecto Agriba Sustentable en el Bajío (México) (Foto: Agriba Sustentable)
Recorrido por parcelas de productores participantes en el proyecto Agriba Sustentable en el Bajío (México) (Foto: Agriba Sustentable)

“Agricultores, representantes de la agroindustria, técnicos e investigadores nos dimos cita para recorrer parcelas de trigo donde se ha implementado agricultura de conservación como base para una agricultura sustentable”, comenta Arturo Ortiz, quien brinda acompañamiento técnico a productores del Bajío en el marco del proyecto Agriba Sustentable. 

Agriba Sustentable es una alianza estratégica entre PepsiCo México, Grupo Trimex y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT). Su propósito es impactar positivamente y de manera directa a los productores de trigo del Bajío mexicano que abastecen con su grano a Grupo Trimex, acercándoles tecnologías pertinentes y sostenibles para minimizar el impacto ambiental y reducir sus costos de producción.

“En la parcela del señor Jesús Porras, por ejemplo, lo interesante es que se trata del primer ciclo bajo el sistema de agricultura de conservación, pero en comparación con el resto de sus parcelas con manejo convencional —donde se extraen los residuos de la cosecha del ciclo anterior para venta de forraje y hay un mayor trabajo de suelo — en esa parcela se nota un desarrollo óptimo y podría igualar o mejorar la rentabilidad y el rendimiento con respecto a las otras”.

La agricultura de conservación es un sistema de producción sustentable cuyos componentes básicos son la mínima labranza —que mejora la estructura del suelo—, la cobertura del suelo con rastrojo —para protegerlo de la erosión y conservar humedad— y la diversificación de cultivos. Sus beneficios son notables sobre todo después de varios años de practicarse, pero, como en el caso del señor Jesús, esos beneficios pudieron ser  visibles desde el primer ciclo de haberse implementado. 

“La parcela del señor Marcelino Vázquez tiene más de 10 ciclos ininterrumpidos en el sistema de agricultura de conservación. En los tres recientes, además, se ha incluido la siembra de veza (Vicia sativa) como cultivo de servicio, dando como resultado una tonelada más de grano en la zona del cultivo de servicio”, precisa Arturo Ortiz.

“El señor Juan Solís ya tiene varios ciclos trabajando con agricultura de conservación, él incluso ha adaptado su maquinaria y ha tenido rendimientos en trigo superiores al promedio regional. Y señor Ignacio Guillen, él ha mejorado sus suelos significativamente con agricultura de conservación ya que en su zona hay problemas de sodicidad, suelos delgados y degradados. Incluso había zonas de sus parcelas donde no se desarrollaban los cultivos y ahora ni se notan”. 

Arturo Ortiz explica que este tipo de recorridos permite a otros agricultores observar de forma directa los beneficios de la agricultura de conservación y escucharlos en voz de los productores que participan en Agriba Sustentable. Además, durante los recorridos los datos sobre rendimientos, costos de producción y rentabilidad adquieren otro sentido, al igual que las tecnologías que se promueven en el proyecto y entonces la agricultura de conservación, las curvas a nivel, la fertilidad integral, el manejo agroecológico de plagas, entre otras, dejan de ser conceptos abstractos para reflejarse en resultados concretos. 

Con los agricultores como protagonistas, estos recorridos en el marco de Agriba Sustentable se replican por todo el Bajío mexicano y dan testimonio de la asesoría de calidad que brinda el proyecto. Así, con resultados visibles, otros agricultores pueden darse cuenta de la importancia de realizar una agricultura sustentable que, además de ser amigable con el medioambiente, es más rentable para ellos y mejora significativamente la fertilidad y calidad de sus suelos para la producción agrícola, finaliza Arturo Ortiz.

Categorías
Noticias

Mapas de fertilidad, valiosos instrumentos ante el encarecimiento de los fertilizantes

Productor de Guanajuato, México, mostrando cómo los residuos agrícolas ayudan a retener humedad en su parcela. (Foto: Hub Bajío/CIMMYT)
Productor de Guanajuato, México, mostrando cómo los residuos agrícolas ayudan a retener humedad en su parcela. (Foto: Hub Bajío/CIMMYT)

Rusia es uno de los principales productores de fertilizantes en el mundo y también uno de los mayores proveedores de estos insumos para el campo mexicano. Ante el conflicto entre Rusia y Ucrania y la consecuente interrupción de la logística de transporte marítimo de los fertilizantes rusos, muchos países, incluido México, han experimentado un encarecimiento de los fertilizantes con alzas en el precio de hasta 187% (Grupo Consultores de Mercados Agrícolas, 2022).

Durante la reciente reunión de la Coordinación de Comercialización de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) de Guanajuato con organizaciones de productores de granos de ese estado, el equipo de MasAgro Guanajuato presentó el proyecto de Fertilidad Integral como una alternativa ante la actual crisis por el alto costo de los fertilizantes.

Contar con información sobre el estado de la fertilidad de los suelos es el punto de partida para la toma de decisiones. En este sentido, los mapas de fertilidad ya elaborados por la SDAyR y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) son ideales para que, en este momento de coyuntura, se haga uso del banco o reserva de los nutrientes disponibles del suelo en tanto se realizan acciones para mejorar otros factores que afectan la eficiencia de aplicación de los fertilizantes en el estado.

MasAgro Guanajuato promueve dejar el rastrojo como cobertura del suelo en lugar que quemarlo, una práctica simple y sin costo, pero muy efectiva y útil para mejorar la fertilidad de los suelos ya que, en términos de fertilizantes, el rastrojo aporta al suelo nitrógeno, fósforo, potasio calcio, hierro, azufre, zinc, boro, entre otros nutrientes que, a su vez, se traducen en cantidades significativas de dinero. 

Además de aprovechar el rastrojo, otras recomendaciones de MasAgro Guanajuato para optimizar el uso de fertilizantes son: 

  • Fraccionar el fertilizante. 
  • Usar las fuentes más adecuadas de acuerdo al tipo de suelo. 
  • Hacer un riego eficiente ya que los riegos “pesados” se llevan consigo mucho de los nutrientes del suelo. 
  • Evitar el uso de paquetes de foliares y aplicar solo lo que la planta ocupa (en Guanajuato, de forma general, lo que más comúnmente se ha detectado son deficiencias de zinc, hierro, boro). 
  • Hacer una fertilización enterrada para evitar su pérdida. 
  • Usar productos biológicos. 
  • Aprovechar y aplicar insumos locales como la gallinaza (esta cuenta con 25 unidades de nitrógeno, 20 de fosforo y 20 de potasio). 

El escenario actual es muy incierto y, además del encarecimiento que ya se está traduciendo en una menor rentabilidad para los productores, puede generar un desabasto de fertilizantes. En este sentido, destaca la apertura del equipo de MasAgro Guanajuato para que las organizaciones participantes en la citada reunión puedan acceder a talleres de capacitación y consultar los mapas de fertilidad disponibles, así mismo, para brindarles orientación a quienes preparan sus mezclas y deseen ajustarlas con base en dichos mapas. 

Actualmente MasAgro Guanajuato ya cuenta con los mapas de fertilidad de los municipios de Purísima del Rincón, Salamanca, Valle de Santiago, Salvatierra, Yuriria, Manuel Doblado, Huanímaro y Celaya. Las personas interesadas en el tema pueden comunicarse al teléfono 461 6626500 extensión 8291. 

Categorías
Noticias

Opciones sustentables ante el aumento del costo de los fertilizantes

Purísima del Rincón, Gto.- En meses recientes el costo los fertilizantes ha aumentado por diversos factores. Antes de esto, en El Bajío la fertilización representaba entre el 35 y el 40% del costo total de producción para maíz y cereal de grano pequeño. Hoy en día, la fertilización ocupa hasta el 50% del costo total de producción, señala Francisco Buenrostro, coordinador del área de fertilidad de MasAgro Guanajuato —programa de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—.

Ante este contexto adquieren relevancia los proyectos de escalamiento de fertilidad integral que se desarrollan en el marco del citado programa. El objetivo de estos es que los productores, proveedores de fertilizantes o las sociedades de producción rural dispongan de información confiable —sobre aspectos que permitan mejorar la eficiencia en el uso de fertilizantes, tales como fuente, cantidad, momentos y formas de aplicarlos— para disponer de mezclas de fertilizantes adecuadas para los suelos de una región específica.

En esta estrategia —en la que participan productores, proveedores de fertilizantes, sociedades de producción rural,  investigadores, gobiernos municipales y MasAgro Guanajuato—, el trabajo conjunto de los actores involucrados puede resultar en la implementación gradual de la estrategia de fertilidad integral en nueve municipios en donde ya se desarrollan acciones para optimizar el uso de fertilizantes y, consecuentemente, incrementar la productividad y minimizar los impactos al ambiente. 

La fertilidad integral es un concepto que hace referencia a la administración de los nutrientes mediante un enfoque llamado “las 4Rs” —generado por el Instituto Internacional de Nutrición Vegetal (IPNI)—, es decir, la aplicación de la fuente correcta, en la cantidad, la forma y el momento correctos, ya que este enfoque también se puede abordar desde la respuesta a cuatro preguntas: ¿qué?, ¿cuánto?, ¿cuándo?, y ¿cómo?

Para determinar cuál es la fuente correcta y cuánto, cuándo y cómo es mejor aplicarle, a través de esta iniciativa se realizan análisis de suelos —se capacitan productores y técnicos para tomar muestras de suelo que son enviadas a un laboratorio—, y mapas de fertilidad —científicos del CIMMYT generan mapas de fertilidad que muestran la concentración de nutrientes. Así se identifica qué nutrientes hacen falta (o si hay suficiente o en exceso) y en dónde—. 

Con esta información los proveedores de fertilizantes, con el soporte del CIMMYT, pueden mejorar o adecuar las mezclas para brindar una fuente de fertilización apropiada para cada zona o municipio. Además, junto con el equipo de MasAgro Guanajuato, se generan recomendaciones para corregir y mejorar la fertilidad y, junto con los gobiernos municipales, se capacita a productores y técnicos.

En municipios como Purísima del Rincón y Valle de Santiago se han instalado además parcelas demostrativas en terrenos de productores para validar las recomendaciones . Al comparar el esquema convencional contra la propuesta de fertilidad integral en dichos espacios se ha encontrado que en aquellas parcelas donde se ha implementado la estrategia de fertilidad integral ha habido un incremento de la producción de hasta 15%, lográndose reducir la cantidad de aplicación de fertilizantes entre 30 y 40% por tonelada producida.  

Categorías
Noticias

Cuatro historias de producción sustentable de alimentos 

Texcoco, Edo. Méx.- Agricultura de subsistencia y con variedades nativas abriéndose paso al mercado gourmet, mapas de fertilidad que contribuyen a reducir el uso de fertilizantes hasta en 40%, un bionsecticida con potencial de aumentar la seguridad alimentaria de las familias campesinas de bajos recursos y la difusión de prácticas sustentables que han permitido incrementar 54% la productividad en maíz y ahorrar 24 millones de metros cúbicos de agua anuales son —a grandes rasgos— las acciones que impulsan los proyectos ganadores de la sexta edición del Premio Cargill-CIMMYT a la Seguridad Alimentaria y la Sustentabilidad. 

El pasado 17 de noviembre Cargill México, en coordinación con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), reconoció con 30 mil dólares a los proyectos más innovadores que han desarrollado soluciones para aumentar la producción sostenible de alimentos en México. Helios Escobedo Cruz, José Francisco Romo López, Ángel Lagunes Tejeda y Alma Delia Ruíz Mendoza fueron los galardonados en esta edición, pero ¿quiénes son ellos y cuáles son las historias que dan forma a sus proyectos? 

Helios y la promoción de Agricultura de Conservación para mejorar los medios de vida

Helios, quien ganó en la categoría Líder de opinión, es ingeniero agrónomo fitotecnista y lleva 15 años promoviendo la Agricultura Sustentable; trabaja en el despacho Red_InnovAC, cuya conformación impulsó y desde donde “Hemos articulado esfuerzos con cerca de 8,700 actores clave, principalmente agricultores, estudiantes, técnicos e investigadores. Asimismo, hemos tenido la oportunidad de incrementar la productividad (del maíz en temporal) de 5.5 toneladas (línea base) a 8.5 toneladas, lo cual ha sido un incremento del 54%”, comenta el también técnico certificado en Agricultura Sustentable —programa formativo en el marco de MasAgro-Cultivos para México, iniciativa de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y el CIMMYT en la que también ha colaborado Helios—.

El proyecto que impulsa Helios ha logrado un crecimiento en la escala nacional llegando a más de 20 estados del país con capacitaciones en temas diversos. En la parte de rentabilidad, comenta el técnico, los productores que han implementado las innovaciones sustentables promovidas ahora tienen un ingreso adicional de hasta 35%. Esto es una contribución al mejoramiento de la calidad de vida de esos productores, pero también una contribución notable al medioambiente porque, apunta Helios, con las acciones implementadas en 20 mil hectáreas “hemos logrado ahorrar alrededor de 24 millones de metros cúbicos de agua anuales y también hemos reducido las quemas agropecuarias evitando que se liberen hasta 948 kg por hectárea de gases de efecto invernadero”. 

José Francisco y los mapas de fertilidad que están mejorando la agricultura de Guanajuato

José Francisco, el ganador en la categoría Jóvenes, es parte del equipo técnico de MasAgro Guanajuato —programa de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) y el CIMMYT—. Desde allí promueve una innovadora estrategia de fertilidad integral: “Esto surgió porque como técnicos de la zona ubicamos que uno de los principales problemas de los productores es la sobrefertilización o su aplicación en momentos inadecuados. Primero nos dirigimos con las sociedades de producción rural y luego se sumaron gobiernos municipales, empresas de venta de fertilizantes y otros colaboradores con los que se desarrolló el proyecto de fertilidad integral que actualmente ha impactado en 150 mil hectáreas de nueve municipios de Guanajuato”, comenta José Francisco.  

Además de optimizar el fertilizante, el proyecto que impulsa José Francisco les ha permitido a los productores participantes reducir costos de producción, aumentar su productividad y minimizar los impactos negativos al medioambiente: “se han generado mapas de fertilidad, mezclas de fertilizantes acordes a las características de los suelos de la zona, así como recomendaciones de fertilización muy puntuales para los productores. Los resultados han sido el aumento en 15% de los rendimientos en promedio; y también se logró detectar que es posible reducir hasta 40% el uso de fertilizantes, lo cual es un gran apoyo a la economía de los productores”.

El doctor Ángel y el bioinsecticida de alta efectividad y bajo costo

Ángel, el ganador en la categoría Investigador, cuenta con un posgrado en fitosanidad-entomología y acarología, es especialista en control químico y profesor-investigador titular en el Colegio de Posgraduados (COLPOS) —institución que impulsa, junto con el CIMMYT, una Agricultura Sustentable en el marco de proyectos como MasAgro-Cultivos para México— desde donde ha impulsado la investigación que llevó al desarrollo del Granim, un insecticida ecológico hecho a partir del árbol de Nim (o Neem), el cual es el eje del proyecto que lo hizo merecedor del Premio Cargill-CIMMYT.

“Con los frutos del Nim elaboramos un bioinsecticida que protege significativamente al maíz almacenado del daño producido por los gorgojos. Se fabrica despulpando los frutos y secando las semillas, las cuales se muelen y se agrega polvo abrasivo, polvo higroscópico y cal para obtener un insecticida ecológico que se ha evaluado exitosamente en el campo para combatir a los gorgojos. 5 kg del bioinsecticida protegen 500 kg de maíz, cantidad suficiente para el consumo anual de una familia campesina promedio. Esto se realiza una sola vez en el año y es de bajo costo. Esperamos que su uso contribuya a la seguridad alimentaria de familias campesinas de bajos recursos”, comenta el doctor Ángel. 

Alma Delia, las productoras de la comunidad Mixe y el potencial de la milpa 

Finalmente —pero no menos relevante—, la ganadora en la categoría Productor, Alma Delia, cuenta su inspiradora historia gestada en el seno de la comunidad Mixe: “Represento a un grupo de mujeres productoras del sistema milpa con frutales criollos denominada ‘Los frutos del Kamptunp’. Esta propuesta —que inició con recursos propios del grupo— nació en El Portillo Matagallina, en el municipio de San Pedro y San Pablo Ayutla, Oaxaca, con el objetivo de fomentar la economía local, el arraigo de los y las jóvenes a nuestras comunidades y principalmente de valorar la participación fundamental de las mujeres en el sistema milpa, como guardianas de las semillas nativas, gastronomía y medioambiente”, comenta la galardonada. 

“Esta agricultura denominada de subsistencia, a pesar de los grandes desafíos, ha permitido obtener algunos excedentes que estamos aprovechando de manera eficiente y que ha permitido desarrollar productos para el mercado gourmet y orgánico. Nuestra misión como grupo es valorar esta agricultura desde una perspectiva humanitaria, ambiental y cultural para fomentar la diversidad, la gastronomía y principalmente la seguridad alimentaria para nuestras comunidades”, comenta Alma Delia, quien también ha brindado acompañamiento técnico en diversas comunidades, impulsando el sistema Milpa Intercalada con Árboles Frutales, como parte de la red de innovación impulsada por MasAgro-Cultivos para México.  

Categorías
Noticias

Agricultores de Atenco se suman a la producción sustentable

Atenco, Edo. Méx.- Atenco es uno de los municipios de la zona Oriente del Estado de México ―localizado cerca de la región del lago de Texcoco― que ha conservado, como parte de su identidad, el cultivo de maíz y granos básicos como el frijol, el haba y la avena. Además, sus productores han incursionado en el cultivo de hortalizas por la cercanía del municipio con importantes zonas urbanas. 

Ya que las zonas agrícolas abarcan gran parte de su territorio, Atenco es una lugar de importancia potencial para la producción agrícola; sin embargo, los productores de este municipio han tenido poco acceso a mejores prácticas que les ayuden a elevar su producción y, por ende, sus condiciones de vida. Por esta razón, en el presente ciclo agrícola un grupo de productores de diversas localidades de Atenco buscó nuevas y diversas prácticas que pudieran ayudarles a mejorar sus condiciones productivas.

A través de la Dirección de Fomento Agropecuario de Atenco, este grupo de productores se vinculó con diversas instituciones gubernamentales, educativas y de investigación, entre ellos el Centro de Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) cuyo equipo técnico actualmente colabora en conjunto con los productores para promover el uso de tecnologías sustentables.

Dentro de las diversas tecnologías que se promueven con los productores de Atenco se encuentra el uso de variedades adecuadas de maíz ―donde empresas nacionales e instituciones educativas como el Colegio de Postgraduados (COLPOS) apoyan con nuevos materiales híbridos que puedan probarse y adaptarse a la zona―. Para este propósito, el CIMMYT colabora a través de puntos de maquinaria con el préstamo de una sembradora de precisión que permite establecer mejores densidades de siembra y un mejor arreglo topológico de la semilla ―es decir, la distribución de las semillas en la superficie sembrada―.

También se promueve el uso de herramientas de diagnóstico de nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K), como el análisis de suelo, mediante el cual es posible desarrollar un plan de fertilidad integral para mejorar la nutrición de los cultivos. Además, en conjunto con instituciones de Sanidad Vegetal se promueven enfoques agroecológicos para el manejo de plagas ―incluyendo el uso de hongos entomopatógenos, extractos vegetales y el cambio de ingredientes altamente tóxicos por productos mas amigables con la fauna benéfica―, el uso correcto de insumos, así como el uso de tecnologías poscosecha para la conservación de granos.  

Todas estas prácticas sustentables tienen la finalidad de mejorar las condiciones productivas de los agricultores de Atenco quienes podrán acceder a ellas mediante actividades de capacitación e intercambio de experiencias entre productores gracias al establecimiento de ensayos en módulos y áreas de extensión. En esas parcelas demostrativas ellos podrán, de primera mano, conocer, aprender y decidir qué tecnologías son las más adecuadas para implementar en sus propias parcelas. 

Categorías
Noticias

Alianzas favorecen la agricultura en el semidesierto de Guanajuato

Ocampo, Gto.- En el 43% de la superficie de Guanajuato presenta un clima de seco a semiseco, con un régimen de lluvias que oscilan un promedio anual de 433 milímetros —la precipitación media anual del país es de 777 milímetros—. Ubicada en el norte del estado, este territorio se compone de planicies y lomeríos, características que, sumadas a prácticas de cultivo no sustentables, han favorecido la degradación de los suelos agrícolas. 

Si bien tanto la ganadería como la agricultura son muy importantes para la economía del estado, al desarrollarse en el mismo espacio con prácticas usualmente inadecuadas han tenido efectos sumamente dañinos para la de por sí, reducida fertilidad de los suelos.

A través de MasAgro Guanajuato —programa de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— se han validado tecnologías sustentables que les ayudan a los productores de la zona a contrarrestar las principales limitaciones productivas que se tienen en el lugar y, particularmente, para recuperar la fertilidad del suelo y cosechar agua.

Entre las prácticas y tecnologías promovidas están la definición y trazado de curvas a nivel —líneas perpendiculares a la pendiente— y la construcción de terrazas que permiten, por ejemplo, la formación de barreras que reducen la posibilidad de deslaves del suelo. Esto, además de evitar la erosión, facilita que los cultivos se desarrollen de manera homogénea en la parcela.

La rotura vertical, otra de las prácticas fomentadas, permite sustituir la dañina práctica del barbecho a la vez que permite que el agua de lluvia se infiltre —acción que en esta zona semidesértica se vuelve completamente estratégica—. Con el agua de la lluvia cosechada, los cultivos pueden tener mejores condiciones para su desarrollo y una mejor respuesta ante la presencia de plagas y enfermedades características de las zonas semidesérticas.

Aunado a las prácticas ya descritas, las innovaciones implementadas incluyen prácticas de fertilidad integral con base en los resultados de análisis de suelo, en donde se definen las fuentes y cantidades adecuadas en función de las necesidades del suelo y del cultivo a establecer.

Ya que muchos productores primero desean “ver si funciona”, las prácticas y tecnologías primero son validadas en plataformas de investigación, luego trasladadas a módulos comparativos —en donde la mitad de la parcela se cultiva de forma convencional y la otra mitad se trabaja con innovaciones MasAgro— y, finalmente, a las áreas de extensión, que son parcelas de productores que ya conocieron las innovaciones y sus resultados y desean probarlas en sus parcelas. Estos productores son llamados cooperantes y son fundamentales para que las innovaciones MasAgro tengan mayor difusión.

La participación de los gobiernos y las asociaciones agropecuarias también ha sido muy importante. El Ayuntamiento de Ocampo, por ejemplo, ha sido determinante para la consecución de acciones y actualmente su alcaldesa apoya a productores con las semillas ya probadas en plataforma o módulos. También destaca la vinculación con el Comité Estatal de Sanidad Vegetal de Guanajuato (CESAVEG), así como con otras asociaciones y con proveedores de insumos agrícolas. 

La suma de esfuerzos ha permitido impulsar la Agricultura de Conservación en la región y, en medio de las condiciones adversas del semidesierto guanajuatense, se han tenido importantes logros. Por ejemplo, cuando la producción normal de frijol en la zona es de 800 kilogramos por hectárea, con las innovaciones de MasAgro se ha logrado producciones récord de hasta 2.5 toneladas por hectárea. Esto muestra no solo la pertinencia del programa, sino la importancia de su permanencia y de su continua suma de esfuerzos de todos los sectores. 

Categorías
Noticias

Sensores ópticos, aliados del medioambiente y del bolsillo

Sinaloa es el principal productor de maíz a nivel nacional; sin embargo, bajo condiciones intensivas, la agricultura del estado demanda una gran cantidad de insumos agrícolas (agroquímicos), predominantemente fertilizantes nitrogenados que contribuyen a la degradación ambiental por su uso excesivo, aumentan los costos de producción y ocasionan una disminución significativa de la rentabilidad. 

Las pérdidas de nutrientes de las plantas hacia el ambiente son preocupantes. Estas se originan a través de la lixiviación —proceso por el cual los nutrientes y minerales son arrastrados por el agua— hacia aguas subterráneas y las emisiones a la atmósfera. Además, los nutrientes aplicados a los cultivos y no utilizados constituyen una pérdida financiera para el agricultor y una considerable pérdida económica en el ámbito nacional.

Una de las alternativas para hacer más eficientes las adiciones de nitrógeno es el uso de sensores ópticos. Con ellos, se puede calcular el índice de vegetación de diferencia normalizada (NDVI, por sus siglas en inglés) —que es una estimación del “verdor” de las plantas, es decir, de su actividad fotosintética y su estado de nutrición— y así determinar el requerimiento de fertilizante nitrogenado más adecuado.

Si bien esta tecnología ya se trabaja en algunas zonas de Sinaloa, no hay referencia de la calibración de sensores específicamente para el Valle de Culiacán, de tal manera que mediante la colaboración de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) en la plataforma de investigación de Culiacán —ubicada en los terrenos de la Facultad de Agronomía de la UAS— se trabaja para lograr este propósito. 

Recientemente en parcelas con distintas dosis de nitrógeno —de 0 hasta 350 kg por hectárea— e híbridos de maíz amarillo (DK 1050 y P3201) y blanco (DK 4050 y P 3289) —ocho tratamientos con tres repeticiones cada uno—, se tomaron lecturas con el sensor GreenSeeker® en distintas etapas de crecimiento de las plantas —desde V4 hasta la etapa reproductiva VT, o espigamiento—, se observó su población y su rendimiento.

El objetivo de este estudio es analizar todos los datos que surjan y elaborar un modelo matemático que permita generar recomendaciones de fertilización nitrogenada adecuadas y específicas para los agricultores del Valle de Culiacán. Aunque actualmente se plantea continuar con los ensayos para acumular más datos y desarrollar una mejor calibración del sensor óptico, el estudio ha arrojado datos de utilidad para los productores de la zona. 

Estadísticamente las dosis que oscilan entre los 250, 300 y 350 kilogramos de  nitrógeno por hectárea (kg N/ha) no presentaron diferencias significativas en el rendimiento de grano, aunque el tratamiento con 300 kg N/ha registró el mayor rendimiento en general para los cuatro híbridos evaluados —para el resto de los tratamientos se observaron diferencias significativas conforme disminuyó la dosis de nitrógeno—. 

Con relación al rendimiento de grano se observó que el maíz amarillo DK 1050 obtuvo el mayor rendimiento. Su comportanmiento fue estadísticamente significativo en la mayoría de los tratamientos con diferentes niveles de nitrógeno —incluso en los tratamientos con 0 y 50 Kg N/ha su rendimiento fue aceptable y superior al resto de los materiales (figura 1)—. No obstante, en términos generales, los híbridos amarillos y blancos presentaron comportamientos muy similares, esto significa que se pueden usar los sensores ópticos para lograr una mejor eficiencia en el uso del nitrógeno en ambos maíces sin necesidad de realizar un modelo matemático específico para cada uno.

pastedGraphic.png
Figura 1. Rendimiento de grano obtenido en los diferentes tratamientos e híbridos evaluados

 

Categorías
Noticias

Campo sustentable, aire limpio

La agricultura ocupa el 37% de la superficie en el mundo (FAO, 2020) y se estima que, debido a prácticas inadecuadas, produce 24% de los gases de efecto invernadero que favorecen el cambio climático. Sus efectos en el medioambiente incluyen la contaminación del agua, aire y suelo del planeta.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la superficie agrícola en México es de alrededor de 32 millones de hectáreas (cerca de 16% de la superficie nacional). Guanajuato destaca entre los estados con mayor superficie dedicada a la agricultura, y también por su intensa producción agrícola: en ciclo otoño-invierno 2019-2020, por ejemplo, fue el segundo mayor productor de trigo, con 58,859 hectáreas; y para el ciclo primavera-verano 2020 fue el octavo mayor productor de maíz blanco, con 413,382 hectáreas (SIAP, 2020). 

Las prácticas agrícolas inadecuadas en el estado han contribuido a la degradación del ambiente, particularmente a la mala calidad del aire, a la erosión de los suelos agrícolas y a la incidencia de plagas y enfermedades. Entre las prácticas que contribuyen a esta situación están el uso ineficiente de los fertilizantes agrícolas y la quema de rastrojos que afecta sobre todo la calidad del aire en varios municipios de la zona sur del estado (predominantemente en el ciclo otoño-invierno con la quema de residuos de maíz).

A través MasAgro Guanajuato —programa de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— se promueven prácticas, como la Agricultura de Conservación, para mitigar los efectos negativos de la agricultura.

Para reducir las quemas agrícolas, por ejemplo, se promueve el uso de los rastrojos como mejorador de suelo. Así, con MasAgro Guanajuato se ha logrado reducir entre 80 y 90% las quemas agrícolas en el ciclo primavera-verano y más de 50% en el ciclo otoño-invierno.

Con más de 45 mil hectáreas cultivadas con Agricultura de Conservación en Guanajuato se ha evitado liberar más de 5 mil toneladas de CO2 a la atmósfera. Esto, gracias a que la mínima labranza y la mecanización adecuada de la Agricultura de Conservación permiten ahorrar entre 38 y 42 litros de combustible por hectárea, equivalentes a 112 kg de CO2 a la atmósfera. Lo anterior significa que con las prácticas de MasAgro Guanajuato se usa hasta 70% menos combustible por lo que se libera 60% menos CO2.

Con mecanización adecuada en 2 mil hectáreas se ha logrado optimizar la fertilización nitrogenada y reducir las emisiones de óxido nitroso, uno de los principales gases de efecto invernadero y que además de contribuir al calentamiento global, afecta la capa de ozono. Además, la eficiencia de los fertilizantes nitrogenados se ha incrementado a 30% (cifra relevante si se considera que en México se pierde una gran cantidad de nitrógeno durante su aplicación).  

Paralelamente, MasAgro Guanajuato desarrolla una estrategia de fertilidad integral que actualmente tiene impacto en más de 143 mil hectáreas de la mano de empresas, proveedores y ayuntamientos (Valle de Santiago, Purísima del Rincón, Yuriria, Salvatierra, Coroneo, Huanímaro, Celaya y próximamente Salamanca y Pénjamo). Los pilares de esta estrategia de fertilidad integral son el mapeo de los suelos, la generación de dosis de fertilización adecuadas y la promoción de formas óptimas de aplicación. 

Adicionalmente, con MasAgro Guanajuato se han reducido 40% las aplicaciones de productos altamente tóxicos en los diferentes procesos agrícolas (en control de plagas esta reducción ha sido del 90%), esto es particularmente importante porque beneficia directamente la salud de los trabajadores agrícolas y de los consumidores finales. En otras palabras, con un campo sustentable es posible mantener cielos limpios y estilos de vida más saludables. 

Categorías
Noticias

Una capacitación muy oportuna

Con más de 15 años dedicados a la agricultura (de los 34 que tiene), José Luis Ruiz Delgado es un productor joven con mucha experiencia. Si bien estudió ingeniería industrial, es un agricultor por herencia: desde niño, comenta, “he estado inmerso en el campo, trabajando en siembras de temporal en Tamaulipas con uno de mis tíos”. 

En Querétaro, donde actualmente reside con su mamá, su esposa y sus dos hijos, tiene tres años que comenzó a sembrar, siempre buscando alternativas para bajar costos de producción (que se elevan por la maquila para la preparación del suelo), aprovechar mejor el agua de riego (que cada vez es más escasa) y, en general, hacer más rentable su actividad. 

Sabiendo que José Luis siempre busca mejorar en su proceso productivo, la organización a la cual le compra los insumos y la semilla de cebada lo invitó a una capacitación sobre fertilidad integral a cargo del equipo técnico de Cultivando un México Mejor. Desde ese día se vinculó con ese proyecto que impulsan HEINEKEN México y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) para promover la producción sustentable de cebada. 

La capacitación y el módulo demostrativo (para desarrollar ensayos y promover prácticas sustentables), que se instaló junto con José Luis en una de sus parcelas en el reciente ciclo agrícola, fueron muy oportunos: “justo cuando se comenzaron a implementar esas tecnologías se averió el pozo, provocando un estrés tremendo en las plantas por falta de agua. Al final de la temporada la cebada salió únicamente con dos riegos. Los rendimientos obviamente fueron bajos, pero a pesar de eso, con las prácticas implementadas se lograron cubrir los costos de inversión y se tuvo un pequeño margen de utilidad”, comenta. 

De acuerdo con el productor, hubo una gran diferencia entre su parcela y las de los demás productores: en el área testigo (porción de la parcela trabajada de la forma convencional) a penas se alcanzaron las 3.8 toneladas por hectárea, mientras que en el área de innovación (donde implementó las prácticas sustentables) los rendimientos alcanzados fueron de 4.6 toneladas por hectárea y con menos costos de inversión. 

Con el módulo de exhibición, el productor espera que más agricultores de su zona conozcan las prácticas sustentables que él ha adoptado y se animen a implementarlas. El módulo está ubicado en el ejido de Palo Alto, municipio de El Marqués, en Querétaro, desde donde José Luis Ruiz comparte cómo ha sido su experiencia al estar Cultivando un México Mejor.