Categorías
Noticias

Construyendo sistemas agroalimentarios con perspectiva de género

Fidelia González facilitando la actividad de entretenimiento para niños mientras sus madres participaban en el taller de diagnóstico para el diseño de investigación agrícola en Cuautempan Puebla, México. (Foto: CIMMYT)
Fidelia González facilitando la actividad de entretenimiento para niños mientras sus madres participaban en el taller de diagnóstico para el diseño de investigación agrícola en Cuautempan Puebla, México. (Foto: CIMMYT)

En las plataformas de investigación del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y sus colaboradores la cocreación de la investigación se promueve desde el diagnóstico del sistema de producción agrícola que se realiza antes de empezar la investigación, donde se reconoce que la opinión de los actores locales es relevante para entender los problemas de los sistemas de producción y las posibilidades de solucionarlos.

En el año 2016, por ejemplo, con un grupo pequeño de técnicos y productores —principalmente hombres— la plataforma de Cuautempan, Puebla inició su investigación donde los temas a evaluar estaban relacionados en incrementar la productividad del cultivo de maíz —principal cultivo del sistema de producción local— y por ello se evaluaban aspectos como el uso de semilla nativa e híbrida, dosis de fertilización y arreglo topológico con base en agricultura de conservación.

“Después de siete años se concluyó esa primera fase de investigación, dando oportunidad para implementar una nueva investigación enfocada a promover sistemas agroalimentarios resilientes. Además, en el transcurso de este periodo hubo una sensibilización del equipo de investigación para comprender que la complejidad del manejo de los sistemas locales se asocia a las dinámicas del contexto social, lo cual incluye los roles de género, la migración y la participación de las mujeres en la conservación, manejo y uso de la agrobiodiversidad local”, comentan los responsables de la plataforma.

Así, durante los años 2022 y 2023 el equipo de investigación del CIMMYT se fortaleció con conocimientos para incluir metodologías con perspectiva de género en el diseño de investigación —cursos del Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI, por sus siglas en inglés) y de la iniciativa Excellence in Agronomy (EiA), del CGIAR, e investigadores de la Universidad de Makerere, de Uganda—.

Derivado de lo anterior, en la plataforma se decidió desarrollar un nuevo diagnóstico para obtener una mejor comprensión de los factores limitantes del sistema de producción de la zona e identificar los temas de investigación con perspectiva de género a corto, mediano y largo plazo, de acuerdo con las productoras, productores y otros actores clave de la región para.

“Entonces se hicieron grupos focales separando a hombres de mujeres a fin de explorar si las necesidades de investigación podrían ser diferentes entre ellos. Y, efectivamente, los resultados fueron diferentes. Por ejemplo, los hombres solo mencionaron las siembras de monocultivo entre ciclos usando varios cultivos de relevo, e hicieron únicamente referencia a las variedades locales de maíz, pero no de otros cultivos. Las mujeres resaltaron los sistemas diversificados en los ciclos, e hicieron mención del sistema milpa y los árboles frutales”, comenta el equipo técnico de la plataforma.

Sobre las prácticas agrícolas también se observaron diferencias: los hombres mencionaron el manejo químico para control de plagas y fertilización. Las mujeres también lo mencionaron, pero hicieron énfasis en el manejo manual y prácticas alternativas.

Ya casi no hay trabajadores hombres, se van a trabajar a la ciudad, a veces, si no hay hombres nos organizamos entre nosotras y vamos deshierbando las parcelas entre nosotras. Si le metimos frijol es cuando se requiere más trabajo manual, en cambio sí metemos sólo maíz para matar las hierbas ya hay químicos que venden”, comento al respecto una de las agricultoras.

Sobre la jerarquización e identificación de las principales problemáticas que limitan la producción local fueron similares, pero la percepción del impacto de los problemas fue diferente: los hombres atribuían los problemas a poco apoyo del gobierno para los campesinos y, por el contrario, las mujeres discutían sobre el efecto de los problemas en la falta de alimentos y salud para sus familias.

Como resultado de este taller, señalan los responsables de la plataforma, se resolverán problemas que afectan la producción al tiempo que se implementaran prácticas y tecnologías que faciliten las labores agrícolas como la evaluación de bioinsumos en el desarrollo y rendimiento de maíz nativo, densidad de siembra en el sistema milpa —maíz, frijol y calabaza— y equipos de mecanización para deshierbe, siembra y cosecha adecuados para mujeres.

Entre otras experiencias positivas del taller, destaca la implementación de actividades de entretenimiento dirigidas a los pequeños, donde el personal del CIMMYT diseñó juegos tradicionales —memorama, loterías y serpientes y escaleras— con temática agrícola. “Esto facilitó el entretenimiento de niñas y niños mientras sus madres participaban en el taller. Estos juegos didácticos son una buena estrategia para que las mujeres de la comunidad participen activamente”, concluye Fidelia González, responsable de la plataforma.

Categorías
Noticias

Innovación con perspectiva de género

Taller con productoras de Cuatempan, Puebla. (Foto: Galilea Vicuña / CIMMYT)
Taller con productoras de Cuatempan, Puebla. (Foto: Galilea Vicuña / CIMMYT)

Cuautempan ​ es uno de los 217 municipios del estado mexicano de Puebla. Se localiza en el norte de la entidad, en la Sierra Norte, donde las pendientes pronunciadas y la producción de maíces nativos para el autoconsumo son características de la agricultura local. Allí, se encuentra la plataforma de investigación Cuautempan, donde investigadores del CIMMYT y sus colaboradores evalúan y promueven innovaciones agrícolas pertinentes para la región.  

“Aquí en Cuatempan, en Tetela de Ocampo, y en toda la región de la Sierra Norte de Puebla, muchos de los hombres que normalmente trabajarían el campo tienen que migrar o están desempeñando otras labores, entonces las mujeres son quienes se han hecho cargo de las tareas agrícolas, muchas de ellas son quienes toman las decisiones de lo que se hace en el campo y, en ese sentido hemos trabajado en generar, a través del conocimiento, empoderamiento con perspectiva de género”, refieren colaboradores del Hub Valles Altos del CIMMYT.  

“A través de la iniciativa Excellence in Agronomy buscamos hacer transversal el conocimiento, donde los sistemas de escala baja, como lo que vemos en esta plataforma, interactúan y se retroalimentan con otros, a veces muy diferentes a ellos, como los de alta productividad del Bajío o el norte del país. Esa es la ventaja de formar parte de una red de investigación más amplia”, comentan los investigadores de la plataforma.  

Junto con las productoras y productores locales “desarrollamos un taller para reflexionar sobre qué tanto los tratamientos agronómicos que tenemos en la plataforma siguen siendo vigentes para atender las problemáticas y necesidades actuales, y lo hicimos desde la perspectiva de género porque estas productoras también son amas de casa, se encargan de los niños, crían gallinas, borregos y otras labores, entonces desde la ciencia aplicada al campo tratamos de dar respuesta a esas dinámicas locales, eso puede hacer la diferencia cuando la producción se va al autoconsumo o sirve de fuente económica alterna, así que verse involucradas y tomando decisiones para mejorar su sistema, eso contribuye a su empoderamiento”.  

Por el contexto de la región el enfoque de la plataforma ha sido investigar el sistema milpa: “actualmente estamos investigando maíces criollos —se ha observado que los de la región son resistentes a enfermedades y con hojas bien cerradas que evitan la pudrición en los meses más lluviosos— y aspectos como el arreglo topológico, porque anteriormente aquí se sembraba de metro por metro y se ponían hasta seis semillas por golpe. Actualmente en el sistema se está modificando y hemos logrado buenos resultados con 75 cm entre surco y 60 cm entre mata, impactando favorablemente en el rendimiento”, comenta Fidelia González, responsable de la plataforma.  

“Aquí a las señoras les gusta echar tortillas con el maíz criollo porque tiene mayor elasticidad y rinde más, así que el objetivo es seguir mejorando este maíz en aspectos de selección masal —mejoramiento basado en la selección de los mejores ejemplares—, identificando los maíces más precoces y bajar los portes porque las milpas llegan a medir de tres hasta seis metros y aquí en temporada de lluvias hay mucho aire y eso nos afecta en los rendimientos. Eso es lo que estamos haciendo junto con la comunidad, mejorando los maíces criollos que tenemos”, menciona Fidelia, quien agrega que también hace falta un banco de semillas porque muchos productores están perdiendo sus maíces nativos.  

Sobre el aspecto de género, Fidelia señala que “aquí hay mucha migración temporal, las señoras se quedan solas, los hombres se van al norte a trabajar dos o tres meses, por ello estamos incluyéndolas en las capacitaciones. Afortunadamente hablo náhuatl, soy originaria de aquí, entonces les hago reflexionar mucho sobre la importancia de que tengan maíz para su consumo, de que ya no tengan que comprar para sus animales, y aparte que diversifiquen con otros cultivos, eso les ayuda a ahorrar y a que dispongan de más alimentos para su familia”.  

La capacitación de mujeres en agricultura puede disminuir los efectos negativos en tiempos adversos: “desafortunadamente con la pandemia los hombres no tenían trabajo y en muchos lugares no había maíz, entonces la mujer tenía que ver la manera de cómo alimentar a la familia.  Eso lo que me ha motivado a seguir trabajando con las señoras, porque ellas son clave para lograr la seguridad alimentaria”, sostiene Fidelia.  

“Aquí vienen mujeres jóvenes, mujeres de treinta años en adelante, y hasta las abuelitas porque quieren aprender, quieren innovar. Es gratificante encontrar señoras que ya te preguntan y que se preocupan de alguna forma por querer cambiar su sistema. Ya han probado y puesto en práctica lo que ven en los talleres de capacitación en donde te dicen «inge, antes yo no podía producir en mi suelo porque estaba pobre y ahora que dejo todo el rastrojo logré cosechar mejor maíz que en otros años». Así, entre ellas se platican sus experiencias; y ese es el propósito de la plataforma, facilitar el intercambio de experiencias”, concluye Fidelia.  

Categorías
Noticias

Catalizadoras del cambio

Catalizadoras del cambio: mujeres líderes en la ciencia
Catalizadoras del cambio: mujeres líderes en la ciencia

“Alguna vez me dijeron que si usaba falda quizá sería más exitosa. También me han dicho «por qué no mejor te vas a tu casa y cuidas a los niños». Persisten estas ideas, estos estereotipos de lo que las mujeres deben hacer”, comentó Yvonne Ochoa Rosellini durante su participación en la apertura del ciclo “Catalizadoras del cambio: mujeres líderes en la ciencia”, una serie de seminarios organizada por el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) para visibilizar a mujeres líderes.

De acuerdo con las Naciones Unidas, las mujeres representan un 33,3 % de las plantillas de investigadores existentes en el mundo; sin embargo, persisten los estereotipos de género y muchas niñas siguen sin sentirse alentadas en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas. Por esta razón, para el CIMMYT es importante brindar más oportunidades para visibilizar modelos a seguir porque, socialmente, estos representan y amplían lo que es posible, y demuestran las mentalidades y los comportamientos sobre cómo crecer.

En la organizaciones científicas actualmente hay modelos limitados de mujeres líderes. Esto es parte del círculo vicioso que instituciones como el CIMMYT busca romper desde el laboratorio y hasta la parcela. Así, esta serie de conversatorios busca “resaltar a mujeres líderes en todo tipo de actividades, pueden ser líderes de familia, de un negocio, de su comunidad, de un club… hay líderes en todo tipo de capacidades, campos y disciplinas y es importante escuchar sus trayectorias, lecciones e ideas”, sostuvo Bram Govaerts, director general del CIMMYT durante la inauguración del ciclo.

Yvonne Ochoa, la primera líder invitada a participar en el ciclo, es experta en estrategia empresarial y finanzas, cuenta con más de una década de experiencia en gestión empresarial en Convixión, una firma de consultoría que fundó en 2007 y que ha asesorado a directores generales de empresas públicas y privadas en México, Estados Unidos, Argentina y España en una amplia gama de sectores que van desde las finanzas hasta la biotecnología y la agricultura.

“Cuando dicen «necesitamos capacitar a las mujeres para que trabajen», yo digo no, lo que necesitamos es ir a casa e incluir a los hombres en las actividades del hogar, de las familias. La sociedad no se construye en los trabajos, la sociedad se construye en la casa”, mencionó Yvonne, para quien la inclusión es ese valor de respeto a todos que, en cualquier lugar u organización, puede transformarse en un auténtico catalizador del cambio.

Yvonne ha sido Directora Financiera (CFO) de Grupo Coppel, de Finanzia —la división de crédito al consumo de BBVA México—, es miembro del Consejo de Uniken —dedicada a la ciberseguridad—, del Consejo de Administración de Keat —empresa de salud de la cual es cofundadora— y de diversas organizaciones y proyectos; no obstante, para ella el proceso para lograr cambios “nunca provino desde lo que yo hacía, sino desde quién soy, donde las personas han podido confiar no en los negocios, en las finanzas, sino en mí, porque solo se puede ser catalizadores del cambio siendo personas completas, íntegras, felices, que llegamos a trabajar y traemos ideas de innovación y de cambio que provienen desde lo que somos”, concluyó Yvonne.

“Catalizadoras del cambio: mujeres líderes en la ciencia”, es una serie de seminarios que inició el 4 de julio y periódicamente  presentará nuevas invitadas para dialogar con la comunidad del CIMMYT y de todos quienes se sumen a las transmisiones —la programación se estará compartiendo en las redes sociales institucionales—. Este primer diálogo se puede ver completo a través de nuestro canal de YouTube.

Categorías
Noticias

CIMMYT lanza nuevo programa para promover la igualdad de género en la investigación agrícola

El CIMMYT está listo para implementar una serie de cursos que aumentarán los conocimientos y la sensibilidad en el tema del género en la investigación agrícola para el desarrollo.
Por: Matthew O’Leary
8 de marzo de 2017.

El Batán, México.- Con el fin de reforzar la igualdad de género en la agricultura, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) impartirá una serie de cursos destinados a promover el conocimiento y el análisis de género en la investigación para el desarrollo.

“El género es un factor determinante en la agricultura e influye en muchas áreas, como por ejemplo, la posesión de los recursos y la adopción de nuevas tecnologías”, opina Marion Büttner, especialista en género del CIMMYT. “Estos cursos ayudarán a los investigadores a entender la importancia de las funciones, las relaciones y las normas del género en la agricultura, y a integrar el análisis de género en su trabajo, para reforzar los resultados de la investigación agrícola para el desarrollo.”

Aunque las mujeres constituyen 43% de la fuerza laboral agrícola en los países en desarrollo, son 30% menos productivas que los hombres, según datos de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de las Naciones Unidas. Esto se debe principalmente al acceso poco equitativo que tienen a los servicios de extensión y a recursos como la tierra y semilla mejorada.

Pese a esto, la investigación agrícola no suele incluir el análisis de género en los proyectos, y opta, más bien, por utilizar un método que no toma en cuenta dicho análisis y que omite las funciones importantes y las diferentes necesidades que tienen las mujeres y los hombres, y las oportunidades que encuentran en la agricultura, continúa Büttner. “Los cursos son un paso importante para eliminar esta diferencia”, señala.

El Programa Fortalecimiento de Capacidades fue creado en colaboración con el equipo de capacitación en género del Instituto Real Tropical (KIT, por su sigla en holandés) y Cultural Practice, LLC. Las sesiones se impartirán a partir de abril a investigadores y personal de apoyo en las oficinas de CIMMYT en África, Asia y América Latina.

El principal objetivo de la agricultura para el desarrollo es investigar los aspectos biofísicos de introducir nuevas tecnologías y prácticas agrícolas. Esto a menudo desvía la atención del análisis social que revela el contexto humano en el que las nuevas tecnologías y prácticas son introducidas, asevera Franz Wong, asesor sénior en asuntos de género de KIT que será uno de los facilitadores del curso.

Cuando no se entienden los asuntos de género en un contexto local específico, es probable que se obtengan resultados contrarios a los que los investigadores pretenden lograr, augura Büttner. Por ejemplo, la mecanización de una actividad agrícola podría reducir el trabajo pesado que realizan las mujeres. Sin embargo, ese mismo proceso podría dar como resultado que los hombres se encarguen ahora de estas actividades, lo cual cambiaría la dinámica de poder entre hombres y mujeres y, probablemente, aumentaría las desigualdades que ya existen.

“Para obtener la mayor cantidad de conocimientos y generar los mayores impactos de las iniciativas de la agricultura para el desarrollo, los investigadores tienen que considerar el impacto que sus intervenciones tendrán tanto en hombres como en mujeres”, recalca Büttner. “El concepto de género suele confundirse con simplemente incluir a las mujeres al elaborar una estrategia, pero no es así de simple. Se trata de atender las necesidades y limitaciones que tienen tanto los hombres como las mujeres y cambiar las relaciones con el fin de mejorar la situación para todos”.

Büttner se refiere a la investigación sensible al género, que está diseñada para que tanto las mujeres como los hombres se beneficien de sus intervenciones. Analiza y toma en cuenta cómo las relaciones de género influyen la capacidad de hombres y mujeres para acceder y adoptar las tecnologías agrícolas, que incluyen nuevos conocimientos y nuevas prácticas, así como la manera en que las políticas y otras intervenciones afectan a las mujeres y a los hombres de distinta forma.

Grandes donadores como la Fundación Bill & Melinda Gates, la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Corporación Alemana de Cooperación Internacional (GIZ, por su sigla en alemán) piden que se haga investigación sensible al género, y esto es parte de la razón por la que el análisis de género debe convertirse en un proceso que los investigadores realizan normalmente, agrega Büttner.

El objetivo del programa es establecer el análisis de género como un proceso de rutina en todas las etapas de la investigación. Los diferentes módulos del curso ofrecen una introducción a la investigación sensible al género, que incluye crear e implementar proyectos que integren el análisis de género y establecer indicadores para medir los resultados de género.

“Conocer los beneficios que el análisis de género tiene en la agricultura para el desarrollo es la mejor manera de lograr que éste se incluya en la investigación”, opina Maitrayee Mukhopadhyay, asesora sénior en asuntos de género del KIT que ayudó a preparar el programa.

“Muchos investigadores de la agricultura para el desarrollo no se percatan de la relevancia del género en su trabajo, porque no tienen la preparación adecuada ni experiencia en el análisis y conocimiento de género”, añade.

El año pasado, en octubre, se llevaron a cabo en la sede del CIMMYT talleres piloto del programa que fueron muy bien recibidos, ya que los participantes reportaron que aumentó su sensibilidad a los asuntos de género, así como su conocimiento de métodos prácticos para integrar el género en los proyectos.

Los investigadores están dispuestos a integrar el género una vez que entienden cómo la investigación sensible al género ayuda a evaluar cómo está organizada la agricultura en una comunidad, y cómo ayuda a diseñar y distribuir tecnologías agrícolas relevantes que complementen los papeles de hombres y mujeres o que los transformen para que haya más igualdad”, añade Wong.

Tanto Büttner como Wong opinan que la capacitación en temas de género fue diseñada con el fin de que sea práctica e interactiva y que los participantes puedan aplicar los métodos en sus áreas de especialización.

El programa comenzará en abril en Etiopía y, posteriormente, se impartirán sesiones en las oficinas del CIMMYT en Kenia, Zimbabwe, Bangladesh, India, Nepal y México.

Categorías
Noticias

Inclusión de género en proyectos de intensificación sustentable

Por: Víctor López Saavedra. Programa de Intensificación Sustentable, CIMMYT.
7 de marzo de 2017

Edo. de México.- Los procesos inclusivos en general, y la inclusión de género en particular, son intervenciones promovidas por la estrategia de Intensificación Sustentable del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT). En lo que se refiere a México, en 2016, más de 7,500 mujeres fueron registradas en la Bitácora Electrónica MasAgro (BEM) como productoras, lo que equivale a 32% del padrón de productores registrados en este sistema de captura, monitoreo, y análisis de datos de sistemas productivos. De esta forma, prácticamente uno de cada tres productores registrados en MasAgro y otros proyectos alineados es una mujer que trabaja en el campo.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en América Latina y el Caribe, entre 8% y 30% de las explotaciones agropecuarias están a cargo de una mujer. En México, la cifra se sitúa en 16% . Esta proporción aumenta progresivamente, lo que dota a las mujeres de mayor autonomía y bienestar. Las mujeres del agro en América Latina y el Caribe producen aproximadamente 45% de los alimentos que son consumidos en el hogar, especialmente granos básicos y hortalizas; no obstante, esta labor se percibe como una extensión del trabajo doméstico y generalmente no es remunerado. Siguen siendo asignaturas pendientes el acceso a la tierra (sobre todo a terrenos de calidad), así como el acceso a crédito, a asistencia técnica y a capacitación. En este contexto, las cifras de cobertura que arroja la BEM son altamente satisfactorias. En lo que se refiere al desarrollo de la estrategia de capacitación para actores clave de MasAgro (incluyendo investigadores, formadores, técnicos y colaboradores varios de los nodos de innovación), alrededor de 25% de los asistentes en 2016 fueron mujeres; de forma similar, en el programa de capacitación más completo de MasAgro, Técnico Certificado en Agricultura Sustentable, se está dando también una creciente incidencia en lo relativo a la presencia de mujeres.

“Al día de hoy tenemos un avance diferenciado en relación a los esfuerzos de inclusión social que estamos haciendo en diferentes proyectos. Algunos son sensibles a la diversidad social (definida por el género y la edad entre otros) e incluyen a las mujeres cuando juegan un papel importante en las prácticas agrícolas. En dichos proyectos se ha comenzado esfuerzos para medir indicadores que hablen de su participación. En otros, estamos desarrollando estrategias para incluir no sólo a las mujeres, sino también a los jóvenes y a los grupos indígenas de una manera más activa, lo que se traduce en acciones concretas no sólo de participación, sino de toma de decisión y empoderamiento”, expresó la doctora Carolina Camacho, investigadora del Programa de Socioeconomía del CIMMYT, institución que, desde su punto de vista, “influye en las dinámicas sociales a partir de las tecnologías y prácticas que promueve y que debe decidir si direcciona dicha influencia hacia alcanzar la equidad social”. Según Camacho, “MasAgro tiene un papel crucial a la hora de incidir en procesos territoriales de escalamiento, de forma que sean lo más inclusivos posible”.

La desmitificación del concepto de género respecto a una perspectiva de dualidad (hombre/mujer), y la adopción de conceptos que lo aborden desde una visión más integral (como el de “interseccionalidad”), considerando factores como la edad o la etnia, son el resultado de enfoques que buscan entender y promover el rol de la mujer como el actor clave que es en lo que se refiere a seguridad alimentaria, reducción de la pobreza y desarrollo rural.

En el Día Internacional de la Mujer felicitamos a todas las mujeres que dedican su trabajo y esfuerzo a mejorar las condiciones del campo en México.

Guadalupe Mata

Gerente de MasAgro Guanajuato

¿Cuáles son los retos que como mujer enfrentas en tu trabajo?

Justamente, ha sido ganar un lugar dentro de redes que generalmente funcionan con mayoría de hombres. Con los productores también ha sido ganarnos su confianza… Nos ha ayudado nuestro profesionalismo, contar con datos muy concretos, ser coherentes con las propuestas y darles seguimiento. Todo esto nos ha ayudado a posicionarnos.

¿Cómo consideras que MasAgro está promoviendo la inclusión de género?

Creo que MasAgro está trabajando sobre todo en la parte del personal. Cuando empecé a trabajar en el CIMMYT, una de las cosas que me causó alegría durante el primer recorrido de campo que hice, fue ver que la mitad de mis compañeros eran mujeres.

También hemos trabajado un poco con la sensibilización de nuestros colaboradores, técnicos, entre otros, porque a veces nos basamos en nuestros supuestos, como por ejemplo, que si hablamos de un productor o un extensionista, nos referimos a un hombre; también hay mujeres productoras y mujeres extensionistas. Debemos tener cuidado con estos supuestos para evitar sesgos

¿Qué es lo más satisfactorio de tu trabajo?

Pienso que estamos en este proyecto porque creemos que contribuimos a un fin loable, que es la seguridad alimentaria y que los productores sigan siendo competitivos.

Silvia Hernández

Gerente Hub Bajío

¿Cuáles son los retos que como mujer enfrentas en tu trabajo?

Hasta ahora, me siento satisfecha de poder trabajar en un esquema hombres-mujeres. Podría decir que, al principio es difícil trabajar con algunos productores, pero también creo que si demuestras que le das seguimiento a lo que escuchas del productor y hablas con él o ella, poco a poco te vas posicionando.

¿Cómo consideras que MasAgro está promoviendo la inclusión de género?

En mi hub asisten de 25 a 27% de mujeres a los eventos, y siempre estamos muy atentos, porque las señoras sí participan, hablan, preguntan. Por tanto, creo que lo que nosotros debemos hacer es hacer más promoción para que haya más participación de mujeres.

¿Qué es lo más satisfactorio de tu trabajo?

Cuando veo que alguien aprende más y hace las cosas mejor, me da mucho gusto. En esta parte sí creo que los hubs tenemos una política muy clara de promover el desarrollo de capacidades de mujeres, jóvenes o quien desee participar.

Tania Casaya

Gerente Hub Valles Altos

¿Cuáles son los retos que como mujer enfrentas en tu trabajo?

El productor, de primer momento, se sorprende el ver que una mujer está liderando a un equipo (…).  Por lo general, en los productores hombres, ellos se sienten más cómodos siguiendo a otro hombre.

Algo que los convence mucho es que miren que uno no viene a decir cuál es la solución o la píldora mágica, es decir, (…) el estar abierta a escucharlos, el estar abierta a pedirles su opinión, a reconocer ese valor que tienen, en ese momento ya no me ven como la que me viene a mandar, me ven como la que quiere escuchar o saber de mí o yo también quiero saber de sus propuestas.

¿Cómo consideras que MasAgro está promoviendo la inclusión de género?

Yo creo que desde el momento en el que, como institución, somos neutrales (…) es decir, cuando nos toca revisar el historial de las personas que aplican para el curso de Técnico Certificado, entra quien cubre con el perfil y con las capacidades.

Para el tema de técnicos, yo creo que hoy en día en el mercado, las agrónomas y los agrónomos tienen las mismas oportunidades, pero para el tema del trabajo con los productores, sí nos falta un poco.

¿Qué es lo más satisfactorio de tu trabajo?

Lo que más me llena de satisfacción es cuando un productor, cuando voy a una parcela o vienen a visitarnos, me cuenta emocionado algo que le dio resultado de cualquier intervención que hicimos.

Yo creo que en nuestro trabajo o como reto de los hubs está el fortalecer esas redes de vinculación, esa capacidad de cambio, esa capacidad de analizar juntos la problemática. Cuando se reconoce eso, cuando veo que los productores o los técnicos lo reconocieron, eso es muy satisfactorio para mí.

Categorías
Noticias

Imparten curso de sensibilización sobre la perspectiva de género en Guanajuato

Uno de los compromiso inmediatos de las y los participantes en el curso, fue el hacer uso de lenguaje incluyente de género en todas y cada una de las actividades que realicen

21 de abril de 2015.


Integrantes del equipo MasAgro Guanajuato, participaron en el curso – Sensibilización sobre la Perspectiva de Género hacia el empoderamiento – que tuvo como objetivo identificar la importancia de la perspectiva de género y sus responsabilidades desde el ejercicio profesional cotidiano, para detonar la igualdad entre mujeres y hombres en la Agricultura de Conservación.

Encabezados por la M.C. Guadalupe Mata García, Gerente de MasAgro Guanajuato, los integrantes del equipo, ampliaron sus conocimientos sobre el tema y participaron en las dinámicas impartidas por las instructoras Gabriela Monsalvo Velázquez y Tania Hernández Guerrero.

Los temas que se abordaron en el curso fueron: introducción a la perspectiva de género para la igualdad entre mujeres y hombres vinculados a la Agricultura de Conservación, marco conceptual y normativo sobre perspectiva de genero, sistema sexo-género, equidad – igualdad y empoderamiento, mujeres en cifras (marco internacional, nacional y sectorial).

Las dinámicas del curso en la que participaron las y los integrantes del equipo MasAgro fueron:

  • Lo que más me gusta de ti es: dinámica que sirvió para romper el hielo y conocer más a profundidad a los compañeros de trabajo.
  • Bailando: pinta tu raya: reconocer la diferencia entre sexo-género y equidad e igualdad.
  • El mundo de AC al revés: reconocer la importancia del trabajo en equipo desde la perspectiva de género a través de identificar la división sexual del trabajo.
  • La sinfonía del acuario: identificar sus responsabilidades como profesionistas y servidoras-es públicas-os.
  • La silla empoderada: acerca de la importancia de la construcción de roles tradicionales y estereotipos de género.

Uno de los compromiso inmediatos de las y los participantes en el curso, fue el hacer uso de lenguaje incluyente de género en todas y cada una de las actividades que realicen.

Categorías
Noticias

Especialistas en género del CGIAR hablan del Día Internacional de la Mujer

El Día Internacional de la Mujer no es simplemente una fecha para mostrar solidaridad, sino también para recordarnos que tenemos que renovar nuestros compromisos.

10 de marzo de 2015.


En reuniones celebradas en El Batán, México, del 26 de febrero al 1 de marzo, especialistas en equidad de género del CGIAR definieron los pasos a seguir en un estudio global comparativo en campo sobre normas de género, perspectivas e innovación agrícola. Este año el grupo de investigadores principales de los programas de maíz y trigo llevarán a cabo más de 70 estudios de caso en distintos países.

Dina Najjar (DN) de ICARDA; Amare Tegbaru (AT) de IITA; y Anuprita Shukla (AS) de la Universidad Caledonia de Glasgow (RU) hablaron de los pormenores del estudio global, del Día Internacional de la Mujer y de los derechos de la mujer en el campo y en el lugar de trabajo.

¿Por qué creen que se sigue conmemorando el Día Internacional de la Mujer y por qué sigue teniendo relevancia?

AT: Esta conmemoración es uno de los más grandes hitos—es un clamor por justicia, por imparcialidad, por igualdad (como nosotras lo expresamos), respaldada por los estados miembros de las Naciones Unidas. El Día Internacional de la Mujer no es simplemente una fecha para mostrar solidaridad, sino también para recordarnos que tenemos que renovar nuestros compromisos —lograr que el trabajo y la investigación que hacemos sea más relevante para las mujeres, quienes constituyen más del 75% de la fuerza laboral en la agricultura. Es una forma de hacer una reflexión sobre lo que hasta ahora hemos hecho y lo que tenemos que hacer en el futuro.

¿Qué obstáculos existen para las mujeres en la agricultura?

AS: Todavía no empiezo a hacer trabajo de campo, pero por las experiencias que tuve en el Sureste de Asia, donde trabajaré de nuevo, puedo decir que la sociedad es patriarcal. La discriminación estructural de las mujeres será el problema más difícil de resolver y quizá tenga que pasar algún tiempo antes de que las mujeres adquieran conciencia de que tienen derecho a los mismos productos y servicios que tienen los hombres. En esto radica la importancia de crear un espacio para el diálogo. Las mujeres han sido relegadas en conjunto en la sociedad. Si existen oportunidades para fomentar el diálogo, las mujeres exigirán sus derechos.

¿El género tiene que ver solo con las mujeres?

DN: Es muy importante incluir a hombres y mujeres cuando se hacen estudios de género. Los hombres tienen aceptación social en las comunidades y si, por ejemplo, damos cursos para mujeres pero el marido no les permite ir, entonces tenemos un problema. En muchas de las regiones donde trabajamos son los hombres quienes tienen el poder y toman decisiones. Tenemos que incluir a los hombres si queremos empoderar a las mujeres. No basta con que queramos trabajar con mujeres, pues todo depende de la generación y clase social a la que pertenezcan. Por ejemplo, una mujer divorciada tiene necesidades y aspiraciones totalmente diferentes a las de una mujer que tiene niños, una que es soltera, una que tiene niños que van a la escuela o niños que no van a la escuela. No es tan sencillo, no se trata de una sola mujer.

¿Han notado cambios en cuanto a las mujeres que incursionan en el campo de la ciencia o la agricultura?

AS: Existían numerosos factores que les impedían integrarse a estas áreas, pero hoy en día pueden hacerlo. En el pasado no había cupo ni incentivos para ellas.

¿A quién considera una súpermujer en las áreas de maíz y trigo?

DN: Conozco a súpermujer en el área de trigo; se llama Nafisa y vive en el Alto Egipto. Consiguió un terreno después de que su esposo murió; tiene dos hijos. Siembra trigo y ella misma administra su parcela. Por esta razón la eligieron como miembro de comités y ahora toma decisiones en su comunidad. Desempeña un papel totalmente nuevo.

Es una mujer admirable por el simple hecho de sobreponerse y por mantenerse firme ante la oposición de su familia y sus vecinos. Nadie le dio ayuda pero no se dio por vencida; la sostuvo su deseo de forjar un mejor futuro para sus hijos. Además, si no siembra la parcela, se la quitan; si casa de nuevo, se la quitan. Esto es algo inaudito en una comunidad conservadora donde suele ser demasiado peligroso que una mujer se encargue de sembrar y cuidar una parcela. Es una pionera, una mujer decidida y emprendedora. Muchos la describirían como una guerrera. En lo personal, admiro su perserverancia y valor. Definitivamente, Nafisa es una heroína en el área de trigo.

¿Creen que la equidad de género tendrá más cabida en la agenda de la fase 2 del CRP?

AT: Sí, debería. En primer lugar, porque existe apoyo político y no solo porque los donadores lo piden, lo exigen así e invierten más recursos en ello, sino también porque ahora no solo hablamos del asunto y hemos empezado a tomar medidas al respecto. Hay resultados —el número de estudios que hemos hecho en más de 70 sitios nos darán la pauta para integrarlos en la siguiente fase del CRP. ”