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El impacto de las quemas agrícolas en el medioambiente y la salud pública

Carlos Beltrán, Presidente de la Junta Local de Sanidad Vegetal del Valle del Évora invitando a sumarse a la campaña Sinaloa no quema. (Foto: Hub Pacífico Norte)
Carlos Beltrán, Presidente de la Junta Local de Sanidad Vegetal del Valle del Évora invitando a sumarse a la campaña Sinaloa no quema. (Foto: Hub Pacífico Norte)

El 7 de septiembre se conmemora el Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul, una fecha establecida por la ONU para crear conciencia sobre la importancia de mantener un aire limpio y reducir la contaminación atmosférica a nivel global. En este contexto, uno de los desafíos más apremiantes que enfrentan muchas regiones agrícolas es la quema de residuos agrícolas, una práctica común pero altamente perjudicial para el medioambiente y la salud pública.

En muchos países, especialmente aquellos con economías agrícolas prominentes, quemar residuos como tallos, hojas y cáscaras es visto como una solución rápida y económica para despejar los campos después de la cosecha. Este método, sin embargo, tiene consecuencias graves. La quema libera una mezcla tóxica de contaminantes al aire, incluyendo gases de efecto invernadero y contaminantes climáticos de vida corta, como el carbono negro, un componente que juega un papel crucial en el cambio climático.

El carbono negro no solo acelera el calentamiento global al absorber la luz solar y calentar la atmósfera, sino que también representa una amenaza directa para la salud humana. Este contaminante puede penetrar profundamente en los pulmones y el sistema cardiovascular, aumentando el riesgo de enfermedades respiratorias, cáncer y otras afecciones graves. Además, las quemas agrícolas generan dioxinas, compuestos altamente tóxicos y cancerígenos que resultan de la combustión incompleta de materiales que pueden contener plaguicidas.

Además de los impactos directos en la salud y el clima, las quemas agrícolas tienen consecuencias locales significativas. Las emisiones contaminantes afectan la calidad del aire en comunidades rurales, donde la exposición a niveles elevados de humo puede causar problemas respiratorios crónicos, especialmente en niños y personas mayores. Además, las quemas reducen la visibilidad en las carreteras, aumentando el riesgo de accidentes de tránsito.

En México, la quema de rastrojos es una práctica arraigada en muchas regiones agrícolas. No obstante, el CIMMYT, en colaboración con socios locales, ha lanzado la campaña «Sinaloa no quema«, con el objetivo de reducir esta práctica en el estado de Sinaloa, una de las principales zonas agrícolas del país.

La campaña promueve los beneficios de mantener el rastrojo en el suelo. El rastrojo, lejos de ser un desecho, actúa como un manto protector que ayuda a conservar la humedad del suelo, mejorar su estructura, y aumentar la fertilidad al descomponerse. Esta práctica, que forma parte de un sistema sustentable conocido como agricultura de conservación, es una de las estrategias clave que el CIMMYT impulsa para lograr una agricultura más sostenible y resiliente al clima.

Las investigaciones científicas apoyan firmemente la eliminación de las quemas agrícolas. Estudios demuestran que los suelos que conservan el rastrojo tienen una mayor capacidad para retener agua y nutrientes, lo que se traduce en rendimientos agrícolas más altos y sostenibles. Además, al evitar las quemas, se previene la liberación de contaminantes atmosféricos peligrosos, contribuyendo a un aire más limpio y a la salud pública.

En este Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul, es crucial reflexionar sobre nuestras prácticas agrícolas y considerar alternativas que no solo protejan el medioambiente, sino que también aseguren la salud de las comunidades rurales. El CIMMYT, a través de iniciativas como «Sinaloa no quema», está comprometido a impulsar este cambio, promoviendo prácticas agrícolas sostenibles que beneficien tanto a los agricultores como al planeta.

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En Sinaloa el rastrojo vale

Productor de Sinaloa muestra el rastrojo de su parcela. (Foto: Francisco Alarcón / CIMMYT)
Productor de Sinaloa muestra el rastrojo de su parcela. (Foto: Francisco Alarcón / CIMMYT)

Sinaloa no quema #EnSinaloaElRastrojoVale es una campaña de concientización orientada a prevenir las quemas agrícolas y dar valor a los restos de cultivo (llamados rastrojos o socas). Promovida por un amplio conjunto de organizaciones, la campaña busca que los productores comprendan que lo mejor es aprovechar el rastrojo, ya que eso genera bondades para sus tierras y las hace más fértiles y productivas.

Si bien la quema de restos de cultivo ha sido una práctica común en Sinaloa, esta altera el medioambiente local y provoca problemas de salud en los humanos. Una mejor opción es aprovechar las socas en lugar de quemarlas.

Al incorporar las socas al suelo se incrementa su contenido de materia orgánica, mejora su estructura física, se reducen costos de aplicación de fertilizantes químicos, se evita la contaminación ambiental y se mejora la actividad biológica del suelo. Es decir, al no quemar se conservan los microorganismos del suelo y su amplios beneficios.

¿Por qué es importante la vida microscópica del suelo? Porque numerosos tipos de organismos microscópicos que conviven en el suelo, como bacterias y hongos, pueden ofrecer grandes beneficios a los agricultores ya que, al participar en la degradación de la materia orgánica y en los ciclos de elementos (como el carbono, nitrógeno, oxígeno, azufre, fósforo, hierro, y otras sustancias que aportan a la fertilidad del suelo), también contribuyen a la formación del suelo.

Se estima que en un centímetro cúbico de suelo sano hay cerca de 600 millones de organismos vivos y en una hectárea de suelo puede haber hasta 1,5 millones de lombrices. Además, muchos de los microorganismos del suelo viven alrededor de las raíces de las plantas e influyen en su crecimiento pues les ayudan a absorber nutrientes y las protegen o evitan el ataque de microorganismos patógenos.

Sinaloa NO QUEMA es una campaña impulsada por SADER, SENASICA, CESAVESIN, SAyG, el Ayuntamiento de Salvador Alvarado, CIMMYT, Junta Local de Sanidad Vegetal del Valle del Évora, Junta Local de Sanidad Vegetal del Valle del Carrizo, Junta Local de Sanidad Vegetal del Valle de Culiacán, Junta Local de Sanidad Vegetal del Valle del Fuerte, AARFS,  AARSP, AARC, SAFINSA y otras organizaciones que se unen a este esfuerzo para hacer que la agricultura de Sinaloa sea más rentable, productiva y sustentable. ¡Súmate!

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Emprenden en Sinaloa campaña para darle valor al rastrojo

Sinaloa NO QUEMA #EnSinaloaElRastrojoVale, es una campaña de concientización orientada a prevenir las quemas agrícolas y dar valor a los restos de cultivo (llamados rastrojos o socas). Promovida por un amplio conjunto de organizaciones, actualmente la campaña se desarrolla en los municipios sinaloenses de Angostura, Guasave, Mocorito, y Salvador Alvarado. 

Rosalinda Cruz Huitrón, coordinadora de Desarrollo Urbano y Ecología del Ayuntamiento de Salvador Alvarado, refiere que la campaña tiene la finalidad de hacer conciencia entre la población sobre las consecuencias de las quemas agrícolas y, sobre todo, la afectación que tienen las tierras de cultivo con estas prácticas. En este sentido, comenta que la intención es que los productores entiendan que lo mejor es aprovechar el rastrojo, ya que eso genera bondades para sus tierras y las hace más fértiles y productivas.

Si bien la quema de restos de cultivo ha sido una práctica común en Sinaloa, esta altera el medioambiente local y provoca problemas de salud en los humanos. Una mejor opción es aprovechar las socas en lugar de quemarlas. 

Al incorporar las socas al suelo se incrementa su contenido de materia orgánica, mejora su estructura física, se reducen costos de aplicación de fertilizantes químicos, se evita la contaminación ambiental y se mejora la actividad biológica del suelo. Es decir, al no quemar se conservan los microorganismos del suelo y su amplios beneficios. 

¿Por qué es importante la vida microscópica del suelo? Porque numerosos tipos de organismos microscópicos que conviven en el suelo, como bacterias y hongos, pueden ofrecer grandes beneficios a los agricultores ya que, al participar en la degradación de la materia orgánica y en los ciclos de elementos (como el carbono, nitrógeno, oxígeno, azufre, fósforo, hierro, y otras sustancias que aportan a la fertilidad del suelo), también contribuyen a la formación del suelo. 

Se estima que en un centímetro cúbico de suelo sano hay cerca de 600 millones de organismos vivos y en una hectárea de suelo puede haber hasta 1.5 millones de lombrices. Además, muchos de los microorganismos del suelo viven alrededor de las raíces de las plantas e influyen en su crecimiento pues les ayudan a absorber nutrientes y las protegen o evitan el ataque de microorganismos patógenos. 

Sinaloa NO QUEMA es una campaña impulsada por SADER, SENASICA, CESAVESIN, SAyG, CIMMYT, AARC, AARFS, AARSP, SAFINSA, Club de Agricultores de Conservación del Valle del Évora, Junta Local de Sanidad Vegetal del Valle de Culiacán, Junta Local de Sanidad Vegetal del Valle del Évora, Junta Local de Sanidad Vegetal del Valle del Fuerte, Junta Local de Sanidad Vegetal del Valle del Carrizo y otras organizaciones que se unen a este esfuerzo para hacer que la agricultura de Sinaloa sea más rentable, productiva y sustentable. ¡Súmate!

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En el Évora no se quema, #EnSinaloa ElRastrojoVale

Sinaloa.- Además de la pandemia por COVID-19, durante este año la agricultura nacional ha tenido que hacer frente a fenómenos como el cambio climático, que en algunos estados se ha manifestado con sequías más severas y prolongadas, como en Sinaloa, una de las entidades más importantes en producción agrícola. 

Una de las consecuencias de que las sequías sean más severas es que se incrementa el riesgo de incendios, particularmente en las zonas agrícolas y periurbanas donde las quemas siguen siendo una práctica común. Durante la primera mitad del año, por ejemplo, los incendios afectaron más de 10 mil 834 hectáreas en esta entidad.

Además del impacto ambiental de las quemas agrícolas, está el impacto en la productividad del campo, pues los suelos afectados por las quemas sistemáticas pierden importantes funciones, hecho que afecta su fertilidad y su capacidad de infiltración de agua, aspecto relevante en un contexto de cambio climático. 

La región del Évora es una de las principales dedicadas a la agricultura en Sinaloa. Para que los productores de los municipios de Angostura, Mocorito y Salvador Alvarado, que se encuentran en esa región, tengan opciones para que eviten las quemas agrícolas y aprovechen el rastrojo para mejorar las propiedades del suelo, se ha puesto en marcha la campaña En el Évora no se quema, #EnSinaloaElRastrojoVale, con la que se busca impactar positivamente en más 97 mil hectáreas de riego y entre siete y ocho mil productores en el Valle del Évora. 

La campaña es impulsada por la Junta Local de Sanidad Vegetal del Valle del Évora (JLSVVE) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), en colaboración con el Club de Agricultores de Conservación del Valle del Évora, diversos Módulos de Riego (74-1, 74-2, V-1, V-2), pequeños propietarios de Angostura y la Asociación de Agricultores del Río Mocorito (AARM).

Además de dar a conocer alternativas y recomendaciones sobre el cuidado del rastrojo para la conservación de suelo y el uso eficiente del agua, la campaña —que se enmarca en el programa MasAgro-Cultivos para México, impulsado por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y el CIMMYT— busca contribuir a mejorar la calidad medioambiental y a impulsar una agricultura regional de alta productividad con sustentabilidad.