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El lado humano de MasAgro Guanajuato

Comonfort, Gto.- Mi nombre es Diego Guadalupe Cárdenas García y, orgullosamente, soy agente técnico de MasAgro Guanajuato —programa de la Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural (SDAyR) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—, asignado a los municipios de Comonfort y San Miguel de Allende. 

Soy originario del municipio de San Luis de la Paz, al noreste del estado, y he visto de cerca la manera de producir alimentos y los grandes retos a los que día con día se enfrentan los productores agrícolas, eso me motivó a estudiar la carrera de agrónomía en la Universidad Autónoma Chapingo, donde me especialicé en parasitología agrícola.

Promover prácticas sustentables para producir alimentos implica un gran esfuerzo porque, si bien la formación académica es importante, para un proyecto que fomenta la innovación, como MasAgro Guanajuato, es necesario que desarrollemos otras capacidades y por ello recibimos capacitación teórica y práctica de manera constante, dirigida al desarrollo de habilidades y conocimientos para la toma de decisiones con soluciones basadas en la ciencia que le permitan a los productores alcanzar una mayor productividad haciendo uso eficiente de los recursos, con la menor degradación posible del suelo y preservando el medioambiente.

Para respaldar las prácticas y estrategias que sugerimos a los productores y otros actores clave vinculados a la cadena productiva, contamos con plataformas de investigación donde se ensayan y validan las diferentes tecnologías, adaptadas a las necesidades y retos de la región. Posteriormente, junto con los productores, se establecen parcelas llamadas módulos demostrativos, donde se implementan tanto las innovaciones propuestas por MasAgro (en una fracción del terreno) como el manejo convencional del agricultor (en otra fracción del terreno, al lado de la innovación y a manera de “testigo”), para que al final del ciclo se puedan evaluar y comparar. 

También están las áreas de extensión, que son las superficies donde las innovaciones son implementadas por los agricultores con los que trabajamos directamente, y áreas de impacto, que son las parcelas donde se adopta alguna innovación sin intervención directa de un agente técnico. 

Toda esta estructura toma sentido y se materializa desde que proponemos al agricultor realizar un diagnóstico de parcela, el cual consiste en una evaluación inicial de las condiciones físicas y químicas de su suelo —por ejemplo: nivelación, drenaje, compactación, dureza, materia orgánica, textura, equidistancia de surcos o camas, profundidad de raya, cobertura y cantidad de rastrojo, pH e infraestructura del colaborador—. Dependiendo de este análisis podemos determinar si es posible implementar inmediatamente Agricultura de Conservación o son necesarios trabajos de manera gradual (a estos trabajos previos se les denomina año cero). 

Agradezco a la SDAyR y al CIMMYT que, en colaboración con el Gobierno de Guanajuato, me han dado la oportunidad de participar en este proyecto siendo un recién egresado y así compartir mi conocimiento. También agradezco a quienes han sido mis mentores durante el proceso de inducción y a mis compañeros con quienes comparto el entusiasmo de contribuir, a través de MasAgro Guanajuato, a que la actividad agrícola en el estado sea más productiva y, sobre todo, a que sean los propios productores quienes se fijen nuevas metas, alcancen objetivos, sean innovadores, hagan uso eficiente de los recursos, optimicen sus procesos y preserven su mayor patrimonio que es “su tierra”: el suelo. 

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Análisis de parcela, la base para un campo más productivo y sustentable

San Luis Potosí.-  La Agricultura de Conservación es un sistema de producción sustentable que ofrece amplias ventajas a los agricultores —permite tener ahorros considerables en los costos de producción, permite conservar el suelo y optimizar el uso de agua, entre muchos otros beneficios—, sin embargo, cuando no es manejado o implementado adecuadamente puede no dar los resultados esperados y esto puede desalentar a los productores a seguir con él. De ahí la importancia de un diagnóstico de parcela.  

El diagnóstico de parcela consiste en determinar si la parcela tiene o no las condiciones previas para el establecimiento de la Agricultura de Conservación y, en cualquier caso, brinda información útil para determinar cómo se debe proceder, es decir, los datos recabados en la parcela permiten diseñar un plan agronómico, que no es otra cosa que el plan de acción en las parcelas a intervenir. Este diagnóstico es particularmente útil en el llamado año inicial o año cero, en donde se prepara la parcela para tener las condiciones adecuadas para su establecimiento. 

Dada la importancia de este paso para la adecuada implementación de la Agricultura de Conservación, en San Luis Potosí se desarrollaron en mayo pasado talleres de diagnóstico de parcela. En estos participaron técnicos y productores de diversos programas —como Producción para el Bienestar y Sembrando Vida—, instituciones —como la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) e instituciones académicas— y técnicos independientes del estado. 

Los talleres, impartidos en el marco de MasAgro-Cultivos para México —de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—, tuvieron la finalidad de brindar una formación práctica a los participantes para que estos aprendieran a realizar diagnósticos agrícolas y desarrollar planes de cultivo pertinentes.

A través del diagnóstico de parcela se pueden identificar los factores que limitan la producción. Por esta razón, durante las prácticas se realizaron o, en su caso, se identificaron aspectos como la frecuencia de abonado, la infraestructura de riego y fertilización, el relieve del terreno, los cultivos establecidos en ciclos anteriores —así como rendimientos previos—, las plagas y enfermedades, los plaguicidas utilizados, el muestreo de suelo para análisis de fertilidad, la toma de muestra de agua para análisis, así como otros referentes a la nivelación, el drenaje de parcela, la compactación y textura del suelo, las malezas presentes, la cobertura del suelo, etcétera. 

Las prácticas se desarrollaron en tres regiones del estado: Centro, Media y Altiplano, programándose visitas a diversas parcelas donde, en algunos casos, se lograron acuerdos con productores para priorizar acciones derivadas del diagnóstico e incluso para la compra de materiales e insumos. Los talleres, además, permitieron que varios de los técnicos y productores de los diferentes programas iniciaran la planeación de las actividades del ciclo primavera-verano 2021 con base en estos diagnósticos. 

Finalmente, un tema surgió como prioritario a partir de los distintos diagnósticos fue la necesidad de implementar acciones inmediatas para mitigar los efectos de la sequía que se presentó en la zona en 2020. En este aspecto, en condiciones de temporal limitado, se ha observado consistentemente que la roturación del suelo con arado de cinceles de tres ganchos (a una profundidad de 45 cm), junto con el 100% de cobertura del suelo con residuos del ciclo anterior, permite conservar más humedad en el suelo y ayudando así al desarrollo del cultivo.

En términos generales, estos talleres también permitieron observar que en la zona será conveniente adoptar prácticas como el Manejo Agroecológico de Plagas, la roturación vertical —para permitir una mayor infiltración de agua— y el establecimiento de curvas a nivel. 

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Cambio climático hace que agricultores de SLP busquen nuevas formas de cultivar

Villa de Arista, SLP.- Los efectos del cambio climático ya son notorios en el estado de San Luis Potosí. En el municipio de Villa de Arista, por ejemplo, recientemente se han presentado periodos de sequía más severos y extensos. Estas nuevas circunstancias climáticas han motivado a varios productores de la zona a buscar y probar nuevas formas de cultivar. 

A través de la vinculación entre técnicos del programa “Servicios de extensionismo en el territorio de un Centro de Apoyo al Desarrollo Rural (Cader)” el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), en Villa de Arista se han impartido cursos de capacitación a productores. Don Leno, productor de este municipio, comenta que se enteró que se estaban promoviendo prácticas de conservación de agua y suelo para facilitar la adaptación a las nuevas condiciones ambientales y decidió asistir. 

Fue durante un taller sobre Agricultura de Conservación dirigido a productores que don Leno propuso hacer una visita a su parcela ese mismo día. Aprovechando esa disposición, en el terreno del productor se realizó un diagnóstico de parcela, un plan agronómico y se estableció un módulo demostrativo. 

En el ciclo primavera-verano 2020, en el nuevo módulo demostrativo, se implementaron variedades adecuadas de maíz, se aplicaron agentes biológicos, se instalaron trampas con feromonas para el control del gusano cogollero y, debido al gusto del productor por los árboles frutales, se aprovecharon las terrazas ya existentes para sembrar frutales y nopal tunero. 

Después de un año se pudo observar cómo la siembra en el módulo establecido con don Leno presentó un mejor crecimiento y producción en comparación con las parcelas vecinas. Debido a estos resultados visibles, un grupo de productores se acercó al señor Leno para manifestarle su interés por participar con el CIMMYT, de manera que para este ciclo agrícola primavera-verano 2021 se buscará establecer más parcelas con prácticas sustentables que hagan más eficiente el uso de los recursos naturales, particularmente del agua. 

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Más productores de San Luis Potosí adoptan la Agricultura de Conservación

Por medio de las vinculaciones del programa MasAgro —de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— con diversos programas de extensionismo del Gobierno federal y de San Luis Potosí, se han acondicionado parcelas para su año inicial con Agricultura de Conservación.

Para un correcto establecimiento de la Agricultura de Conservación —sistema que tiene por componentes básicos la cobertura del suelo, la diversificación de cultivos y la mínima labranza—, se parte de un año inicial o año cero, en el que se prepara la parcela para tener las condiciones adecuadas para el establecimiento de este sistema.

A fin de saber qué necesita el terreno para el establecimiento de la Agricultura de Conservación, se realiza un diagnóstico de parcela, el cual consiste en un análisis directo del suelo para conocer aspectos como drenaje, pendiente, dureza, fertilidad y contenido de materia orgánica, malezas y plagas comunes en la parcela y el manejo agronómico de años anteriores. Estos datos permiten diseñar un plan agronómico o plan de acción.

Mediante el uso de esta herramienta, en los meses pasados se inició la planeación de las actividades del ciclo agrícola primavera-verano 2020 para las parcelas que asesoran los técnicos de la estrategia Granos Básicos de Extensionismo Estatal y de ‘Servicios de extensionismo en el territorio de un Centro de Apoyo al Desarrollo Rural (Cader)’.

En los diagnósticos de parcela participaron tanto los técnicos como los productores, quienes al observar las características de sus terrenos comprendieron la necesidad de realizar acciones para incrementar el contenido de materia orgánica (carencia que fue más visible durante los estudios).

Los análisis se realizaron en los municipios de Cárdenas (región Media), Axtla de Terrazas (región Huasteca), San Luis Potosí (región Centro) y Venado (región Altiplano). Por medio de esta práctica, fue posible identificar mejor las actividades necesarias para implementar Agricultura de Conservación. En algunos casos, los técnicos y los productores involucrados llegaron a acuerdos para la compra de materiales e insumos, así como para el establecimiento de tiempos para el correcto desarrollo de las actividades por realizar en las parcelas.

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Alumnos de bachillerato aprenden a realizar diagnósticos de parcela en beneficio de los productores de su localidad

Alumnos del Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario no. 190 (CBTA 190), de Ocuituco, Morelos, participaron en el taller Diagnóstico de Parcela, impartido en el marco de la vinculación académica entre esa institución de educación media superior y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT). La finalidad de la práctica fue que los alumnos aprendieran a realizar diagnósticos agrícolas para desarrollar planes de cultivo pertinentes y sustentables que permitan incrementar la productividad de las parcelas de la institución educativa y las de los productores de la zona.

El diagnóstico agrícola es una herramienta para el análisis del suelo, el agua de riego y el material vegetal de una parcela. Recopila gran cantidad de datos sobre el cultivo y sus condiciones agroclimáticas —como el tipo de sustrato y su acidez o alcalinidad (pH), la frecuencia de abonado, la infraestructura de riego y fertilización, el relieve del terreno, los cultivos y rendimientos previos, las plagas y enfermedades, los plaguicidas utilizados, etcétera— con el objetivo de conocer el estado actual de una parcela y, posteriormente, optimizar los procesos agrícolas.

Ya que en el rendimiento y la calidad de cualquier cultivo influyen muchos factores que interactúan constantemente, el diagnóstico de parcela es fundamental para tomar decisiones sobre acciones específicas para mejorar los sistemas de producción. En el caso del CBTA 190, el diagnóstico permitirá identificar el potencial que tiene la parcela estudiada para diversificar cultivos en ella; esto permitiría que los residuos de unos cultivos se conviertan en insumos para otros, aprovechando al máximo los recursos de la parcela.

Además de beneficiar directamente la vida académica de la institución educativa, la capacitación tiene un impacto social favorable, pues al ser un estudio centrado en el diseño de una parcela demostrativa, permite que —con la colaboración de alumnos y docentes— los conocimientos se pongan al alcance de los productores de la zona a través de visitas para explicar la importancia y el impacto económico de este tipo de estudios.

El diagnóstico de parcela que se realizó en el marco de la vinculación entre el CBTA 190 y el CIMMYT es, en suma, un punto de partida para futuras acciones que permitan a los productores locales tomar las mejores decisiones en favor de ellos, sus parcelas y sus comunidades.