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Adaptar las temporadas de cultivo al cambio climático puede aumentar el rendimiento de los cultivos básicos del mundo

El aumento de las temperaturas globales debido al cambio climático está modificando los ciclos de crecimiento de los cultivos en todo el mundo. Registros recientes de Europa muestran que las plantas silvestres y cultivadas crecen antes y más rápido debido al aumento de las temperaturas.

Los agricultores tienden a cultivar cuando las condiciones meteorológicas son más favorables. Al desplazarse estos periodos debido al cambio climático, los calendarios de siembra están cambiando con el tiempo.

A lo largo de miles de años de domesticación y posterior mejoramiento de los cultivos, el ser humano ha conseguido modificar artificialmente la respuesta de las variedades a la temperatura y la duración del día, ampliando así la superficie cultivable. Ahora los agricultores pueden elegir variedades que maduran a ritmos diferentes y adaptarlas a su entorno.

Incluir las decisiones de los agricultores sobre cuándo cultivar y qué variedades cultivar son ingredientes vitales para comprender cómo el cambio climático está afectando a los cultivos básicos en todo el mundo y cómo la adaptación podría contrarrestar los efectos negativos.

En un estudio pionero, un equipo de investigadores del Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático (PIK), la Universidad Técnica de Múnich y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) investigó cómo afectan las decisiones de gestión de los agricultores a las estimaciones del rendimiento futuro de los cultivos mundiales en condiciones de cambio climático.

«Durante mucho tiempo, la parametrización de los modelos de cultivos globales en lo que respecta al calendario y la fenología de los cultivos ha sido un reto», afirma Sara Minoli, primera autora del estudio. «La publicación de calendarios globales de siembra y cosecha ha permitido avances en los modelos de cultivos a escala global y simulaciones de rendimiento más precisas; sin embargo, existe un vacío de conocimiento sobre cómo podrían evolucionar los calendarios de cultivos bajo el cambio climático. Si queremos estudiar el futuro de la producción agrícola, necesitamos modelos que puedan simular no sólo el crecimiento de los cultivos, sino también las decisiones de gestión de los agricultores.»

Mediante simulaciones informáticas y modelos basados en procesos, el equipo proyectó los calendarios de siembra y maduración de cinco cultivos básicos, maíz, trigo, arroz, sorgo y soya, adaptados a un periodo climático histórico (1986-2005) y a dos periodos futuros (2060-2079 y 2080-2099). A continuación, el equipo comparó los periodos de crecimiento de los cultivos y sus correspondientes rendimientos en tres escenarios: sin adaptación, en el que los agricultores siguen con las fechas de siembra y variedades históricas; adaptación oportuna, en el que los agricultores adaptan las fechas de siembra y variedades en respuesta al cambio climático; y adaptación retardada, en el que los agricultores retrasan 20 años el cambio de fechas de siembra y variedades.

Los resultados del estudio, publicado el año pasado en Nature Communications, revelaron que las fechas de siembra condicionadas por la temperatura sufrirán mayores cambios que las condicionadas por las precipitaciones. Los investigadores descubrieron que la adaptación podría aumentar el rendimiento de los cultivos en un 12%, en comparación con la no adaptación, y que el maíz y el arroz mostraban el mayor potencial de aumento del rendimiento de los cultivos, con un 17%. Esto, a su vez, reduciría los efectos negativos del cambio climático y aumentaría el efecto fertilizante del incremento de los niveles de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera.

También descubrieron que en el futuro se necesitarán variedades de cultivos de maduración más tardía, especialmente en latitudes más altas.

«Nuestras conclusiones indican que hay margen para mantener y aumentar la productividad de los cultivos, incluso bajo la amenaza del cambio climático. Desgraciadamente, cambiar las fechas de siembra —una medida de muy bajo costo— no es suficiente, y debe complementarse con la adaptación de todo el ciclo de cultivo mediante el uso de diferentes cultivares», dijo Minoli.

Otro aspecto importante de este estudio, según Anton Urfels, agrónomo de sistemas del CIMMYT y coautor del estudio, es que tiende un puente sobre el espectro GxMxE (Gen-Gestión-Medio Ambiente) utilizando simulaciones de cultivos como herramienta interdisciplinar para evaluar interacciones complejas entre dominios científicos.

«Aunque los cultivos modelizados no representan cultivares reales, los resultados aportan información a los mejoradores sobre la duración del crecimiento de los cultivos (es decir, la necesidad de variedades de mayor duración) que se necesitará en el futuro, así como información agronómica sobre las épocas de siembra y cosecha en los principales regímenes climáticos mundiales. Se necesitarán más estudios interdisciplinarios de este tipo para abordar los complejos retos a los que nos enfrentamos en la transición de nuestros sistemas alimentarios hacia otros más sostenibles y resistentes», afirmó Urfels.

Lea el estudio aquí.

Foto de portada: Mejoradores de maíz del CIMMYT utilizaron modelos climáticos del Programa de Investigación del CGIAR sobre Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS) para fundamentar las decisiones de mejoramiento. (Foto: L. Sharma/Marchmont Communications)

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Fauna silvestre, reto para las familias agricultoras de la Sierra Mazateca

Cultivo de maíz en zona serrana de Oaxaca, México. (Foto: Fernando Morales/CIMMYT)
Cultivo de maíz en zona serrana de Oaxaca, México. (Foto: Fernando Morales/CIMMYT)

Los bosques mesófilos de montaña (o de neblina) son ecosistemas muy ricos en diversidad biológica. El de la Sierra Mazateca de Oaxaca, México, es el hogar de muchas especies, incluidos roedores, conejos, ardillas, armadillos, zorras, águilas, halcones, víboras, etcétera. 

Para algunas poblaciones, ciertas especies de fauna silvestre forman parte de la dieta, mientras que para otras, de acuerdo con la cosmovisión indígena, estos animales representan vidas que conviven con los humanos en el mismo territorio. 

Desde hace algunos años, sin embargo, la modificación del ecosistema ha provocado que para muchas familias agriculturas de la Sierra Mazateca esta convivencia genere dificultades, específicamente porque algunas zonas dedicadas a la agricultura se han convertido en el refugio de varias especies de animales que huyen a causa de los incendios forestales, el incremento del área agrícola y la caza indiscriminada.

Así, para estas familias la convivencia con la fauna silvestre representa un reto cada año. En los municipios de Santa María Teopoxco, San Pedro Ocopetatillo y San Jerónimo Tecoatl, por ejemplo, las aves, conejos y ardillas se han convertido en una amenaza para los cultivos tanto de maíz en los ciclos de primavera-verano, como de haba y chícharo en el ciclo otoño-invierno. 

En algunos casos el abandono de las actividades agrícolas —ya sea por migración o porque la actividad económica principal ahora son los servicios en lugar de la agricultura— ha provocado que crezca el bosque. Aunque esto es positivo en términos biológicos, para los agricultores cuyas parcelas quedan aisladas al ser rodeadas por el bosque, esto representa que muy probablemente no lograrán obtener cosechas pues sus cultivos servirán para alimentar a la fauna silvestre.

La fauna silvestre llega a consumir más de la mitad de la cosecha o, en su caso, más de la mitad de la plantación. Para enfrentar esta situación la población ha recurrido a la caza, a la colocación de trampas, al empleo de venenos sin control y, en algunos casos, al abandono de la siembra. Además, si se considera que la mayoría de estos productores siembra para el autoconsumo y muchas veces obtienen bajos rendimientos debido a la prevalencia de prácticas inadecuadas, entonces la situación se torna aún más difícil.

En el marco de la iniciativa Cultivos para México —de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— la Agencia Mexicana para el Desarrollo Sustentable en Laderas (AMDSL) trabaja en la búsqueda de alternativas para que las familias productoras de la Sierra Mazateca obtengan mejores rendimientos de forma sustentable y no pierdan sus cosechas a causa de la fauna silvestre, pero procurando el menor impacto al ecosistema. 

Para incrementar los rendimientos la AMDSL ha trabajado desde hace algunos años con el sistema milpa intercalada con árboles frutales con buenos resultados. Con respecto al tema de la fauna silvestre, la organización continúa en la identificación de las mejores opciones. A la fecha, se  han colocado cintas de caset y discos reutilizados para que reflejen la luz solar y se ahuyente así a los animales. También, se ha colocado cal en las plantas de las orillas de las parcelas con la finalidad de que al probarlas los animales desistan en su intento por consumirlas.

Todos estos intentos han presentado resultados, sin embargo, aún son mínimos y por eso en las reuniones de la AMDSL con la comunidad se ha acordado que en el siguiente ciclo se probarán otras alternativas y se tratará de identificar a los enemigos naturales de la fauna que está afectando los cultivos. Por supuesto, se trata de un gran reto que implica poner la mirada no solo la parcela y las actividades socioeconómicas, sino también en el entendimiento de que las comunidades forman parte de un ecosistema. 

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Cambio climático obliga a investigar mejores fechas de siembra

Veracruz.- La seguridad regional y nacional alimentaria depende de varios factores, entre los que destacan el mantenimiento y fortalecimiento de un sistema de investigación y desarrollo incluyente, que sea capaz de proporcionar continuas mejoras en todos los aspectos de los sistemas productivos utilizados por los agricultores, que haga frente a la diversidad agroecológica, económica y social de un país, y que sea dinámica para responder a los retos del cambio climático. 

Las zonas productoras de maíz para grano abierto, por ejemplo, son vulnerables a la variabilidad climática, por lo que los cambios en las condiciones climáticas repercuten directamente en la calidad y cantidad de la cosecha. Ante esta situación, muchos productores buscan alternativas más eficientes para sus sistemas de producción o bien cambiar sus cultivos por otros que puedan ofrecerles mayor rentabilidad.

A nivel nacional, sin embargo, cerca de dos millones de productores de pequeña escala siembran maíz sobre todo para autoconsumo. Para la mayor parte de ellos, que además tienen una cultura y economía basada en el maíz, optar por cultivos diferentes no es la mejor opción, por lo que una solución posible es hacer más viable su sistema de producción. 

Para contribuir a este propósito, investigadores de DECOTUX y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) se dieron a la tarea de identificar los métodos de sistematización del proceso de producción del maíz y comprender su relación con los indicadores climáticos en las comunidades de la Sierra de Santa Martha en Veracruz, esto, debido a la necesidad de adaptación de los productores de la sierra veracruzana ante los efectos del cambio climático. 

La investigación referida se realizó en cinco comunidades de Veracruz en 2021: Plan Agrario, Encino Amarillo, Ocotal Texizapan, Ocotal Grande y Ocotal Chico; dentro de los municipios Mecayapan, Soteapan y Tatahuicapan de Juárez, los cuales se encuentran dentro de la Reserva de la Biosfera de los Tuxtlas, en la Sierra de Santa Martha, Veracruz.

A través de esta investigación, que incluyó recorridos y entrevistas con productores, se identificó que los meses de junio y agosto presentaron precipitaciones convenientes para el requerimiento hidrológico del maíz —con una precipitación promedio de 6 mm por día—, lo que los convierte en los meses óptimos para su siembra. De hecho, las parcelas sembradas en este periodo mostraron un mejor comportamiento y un rendimiento de una tonelada promedio, mientras que las parcelas que se sembraron a finales de julio tuvieron un rendimiento inferior.

Otro aspecto relevante que se identificó en la zona fue que, aunque las semillas híbridas tienen un mejor desarrollo en planta y mayor rapidez en crecimiento, su maíz es más propenso a las lluvias y más susceptible a hongos y pudrición, a diferencia de los maíces nativos que tienen una mayor resistencia, pero son muy susceptibles al estrés hídrico, además que hacia el mes de septiembre los vientos del norte hacen que ese maíz caiga debido a que alcanzan una altura de hasta 3 m. Esto propicia que se pierda mucha cosecha, porque el grano no se alcanza a polinizar y las mazorcas quedan incompletas.

Ya que el comportamiento climático sigue cambiando, también es necesario trabajar en la adaptación de los métodos de siembra y la identificación de las mejores prácticas que permitan a los agricultores hacer frente a los efectos del cambio climático. En este sentido, este estudio —realizado en el marco de MasAgro-Cultivos para México— contribuye a la comprensión de las dinámicas agrícolas que, a su vez, permitirán identificar las prácticas más adecuadas para los productores locales.  

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Esto es lo que debes saber sobre la humedad del grano si piensas comercializar maíz

Chiapas.- En muchas zonas de Chiapas están por iniciar las cosechas y surgen preguntas como: ¿cuál es el mejor momento de cosechar?, ¿qué grado de humedad debe tener el grano para ser comercializado?, ¿cómo puedo saber cuánta humedad tiene mi grano? 

El Hub Chiapas del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) recomienda cosechar temprano para garantizar el máximo rendimiento de grano y para reducir pérdidas debido a daños por humedad, altas temperaturas o plagas (insectos, roedores, pájaros, entre otros). 

La humedad máxima en el grano de maíz para la comercialización es de 14% y se puede determinar desde campo empleando equipos portátiles, pero es necesario que estos equipos estén debidamente calibrados para tener datos que le permitan a los productores y técnicos tomar la decisión del momento oportuno para poder cosechar.

SEGALMEX, por ejemplo, recibe granos con un contenido máximo de 13.5% de humedad sin que esto represente deducciones; sin embargo, por cada décima (0.1) en el porcentaje de humedad que supere a este valor se realiza un descuento en el pago equivalente a 1.6 kg de grano por tonelada (factor de deducción). Entonces, si se entrega grano con el 14% de humedad (valor máximo aceptado), el productor tiene una deducción o descuento de $32.530, equivalente a 5.8 kg por tonelada de grano entregado con este contenido de humedad. 

Por su parte, MASECA recibe el grano con un máximo de humedad del 14% sin que este represente una deducción. En caso de que la humedad contenida en el grano que se comercializa fuera mayor a este valor, se realiza un descuento equivalente a 2 kg de grano por tonelada. Es decir, que si el grano que se recibe contuviera un 15% de humedad, el descuento equivaldría a 20 kg por tonelada. 

Considerando estos aspectos, el equipo del hub Chiapas del CIMMYT se dio a la tarea de calibrar los equipos portátiles de medición de humedad en granos. Esto, a través de la vinculación GRUMA-CIMMYT que permitió realizar la gestión y desarrollar esta actividad el 28 de noviembre pasado en las instalaciones de MASECA en Ocozocoautla, Chiapas. 

Con la calibración de los equipos de medición de humedad, los datos que se tomen en campo serán más precisos y permitirán que los productores cosechen con la certeza de que su grano no será rechazado por un alto contenido de humedad.

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Inoculación de semilla para obtener mejores cosechas

La inoculación es una práctica que busca que bacterias fijadoras de nitrógeno se adhieran a la superficie de las semillas, a fin de que las plantas desarrollen un sistema de raíces más eficiente, capaz de fijar el nitrógeno que requieren. Esta práctica permite incluso lograr un incremento de los rendimientos, pero por diversas circunstancias no es una práctica generalizada entre los productores.

El pasado 15 de junio se realizó la siembra de dos áreas de extensión en el municipio de Zautla, Puebla (en las localidades de Tlamanca y Contla). En ambas parcelas se desarrollaron acciones de fertilización integral mediante la inoculación de semilla de maíz con microorganismos benéficos (Trichoderma asperellum) y el fraccionamiento de la fertilización edáfica (que se hace mediante aplicaciones al suelo).

Normalmente, los productores de la localidad solo realizan una fertilización durante la primera labor, por lo que una fertilización de fondo (es decir, al momento de la siembra) es una innovación a la que no están acostumbrados. No obstante, Eliel Martínez González y Jacinto Hernández Martínez decidieron probar esta nueva práctica de la mano del equipo técnico del Hub Valles Altos, del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT).

En ambos casos, la siembra se realizó con una sembradora de tiro animal. Debido a que este implemento solo posee un contenedor para la semilla, una persona fue depositando el fertilizante granulado al fondo del surco. Los fertilizantes que se utilizaron fueron DAP (fosfato diamónico) y cloruro de potasio, la inoculación de la semilla de maíz se hizo con micorrizas y se realizó fertilización fragmentada durante la siembra (también se hará durante el desarrollo del cultivo, sobre todo para el caso de los macronutrientes, como nitrógeno [N], fósforo [P] y potasio [K]).

Cabe mencionar que al realizar la siembra asistieron otros productores. No hubo un gran número de personas debido a las restricciones sanitarias, pero quienes asistieron para ver cómo se inocula la semilla y de qué forma se realizó la fertilización de fondo sin la utilización de maquinaria lo hicieron siguiendo las medidas correspondientes. Los productores que acudieron a la actividad de las siembras comentaron que nunca habían utilizado microrganismos benéficos para inocular la semilla y que tampoco fertilizan a la siembra; sin embargo, dado que cuentan con insumos como fertilizantes, micorrizas, foliares y herbicidas, entre otros, implementarán en sus parcelas las innovaciones que presenciaron. Con esto, los insumos de apoyo que reciben los productores serán utilizados de una manera más eficaz.

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¿Qué es la calidad del grano de maíz?

Por: Natalia Palacios Rojas y Aide Molina, CIMMYT; Gricelda Vásquez, INIFAP.
Marzo de 2017.

Edo. de México.- Definir calidad de grano no es fácil, ya que depende del uso final de éste. El término calidad implica no sólo calidad extrínseca, más relacionada con sanidad del grano, sino también calidad intrínseca, relacionada tanto con la composición física, que determina la textura y dureza, como con su composición química, que define el valor nutricional y las propiedades tecnológicas de procesamiento. De igual forma, cuando el grano se destina para consumo humano, la calidad la definen también las preferencias del consumidor.

Dentro de las características de calidad extrínseca se incluye la humedad del grano, la integridad (granos dañados, manchados, quebrados), la presencia de impurezas y la inocuidad (hongos o toxinas, principalmente). Por su parte, características como dureza de grano, color, tamaño, forma, contenido de proteína, grasa, almidón, carotenos y otros compuestos nutricionales se incluyen dentro de calidad intrínseca.

Para el caso del maíz, en países como México, la demanda de calidad de grano es grandemente influenciada por aspectos socioculturales que hacen del maíz parte esencial de su alimentación, dieta, cultura y hasta religión. Dada la diversidad genética y cultural del maíz en México, existen en el país más de 600 productos alimenticios derivados de éste, utilizándose razas específicas o variedades con propiedades de calidad ya conocidas y específicas para diferentes productos alimenticios (ver tabla).

Características físicas deseadas según el uso del maíz.

Para efectos de comercialización y movilidad del grano en el mundo, la clasificación por clase y grado de calidad del maíz juega un papel fundamental. El conocimiento del grado de calidad de un lote de grano permite un mejor y más justo mercadeo entre compradores y vendedores y da pauta para poder mezclar lotes de granos con el mismo grado o calidad. Sin embargo, es importante determinar el uso final del grano de maíz para así asociar las características de calidad que se requiere cumplir, especialmente de calidad intrínseca, ya que el maíz utilizado en la industria animal tiene diferentes demandas de calidad comparado con el destinado al consumo humano; y dentro de este último, dependiendo del procesamiento que se dé para transformar el grano en producto alimenticio, las características de calidad del maíz serán diferentes. Por ejemplo, para hacer hojuelas de maíz para desayuno se requiere de un grano amarillo, de endospermo duro y grano grande; mientras que para hacer tortillas de la forma tradicional se usa preferencialmente grano blanco, de dureza y tamaño intermedios.

Calidad y poscosecha

La calidad del grano se ve afectada por la genética y por las condiciones ambientales en las que se produce, así como por el manejo agronómico (fecha de siembra, fertilización, disponibilidad de agua, densidad de planta, combate de plagas y enfermedades etc.). Adicionalmente, el manejo después de la cosecha también puede influenciar negativamente en la calidad. Si consideramos las diferentes etapas de lo que conocemos como sistemas poscosecha que incluyen básicamente:

1. Cosecha
2. Desgrane
3. Secado (transporte y distribución)
4. Almacenamiento
5. Procesamiento primario (limpieza, clasificación, desgerminado, molienda, tamizado, etc.)
6. Procesamiento secundario (mezclas, cocción, fermentado, fritura, extrusión, etc.)

Aspectos extrínsecos de la calidad como integridad del grano y presencia de impurezas pueden verse afectados durante la cosecha y el desgrane. La presencia de toxinas puede incrementar por malas condiciones de secado y almacenamiento del grano. Igualmente, debido a malas condiciones de almacenamiento, incluyendo una humedad no óptima, conlleva a reacciones químicas que pueden afectar la palatibidad de harinas y productos finales, tales como la rancidez. Adicionalmente, condiciones no óptimas de almacenamiento pueden llevar a la degradación y pérdida de ciertos compuestos nutricionales sensibles a temperatura, oxígeno o luz, como los carotenos.

Así, el aseguramiento de una buena calidad de grano compete a todas las disciplinas, incluyendo mejoramiento genético, agronomía, entomología, química e ingeniería; y a varios actores de la cadena productiva del maíz, incluyendo agricultores, acopiadores, transportistas, procesadores.

Referencias:

Fernández-Suárez R., Luis A. Morales-Chávez y Amanda Gálvez-Mariscal (2013). Importancia de los maíces nativos de México en la dieta nacional. Una revisión indispensable. Revista Fitotecnia Mexicana 36 (3-A): 275-83.

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MasAgro beneficia el ingreso económico de los productores al noroeste del país

Así lo destacó el director de Apoyos y Servicios a la Comercialización de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca del estado de Sinaloa, Adalberto Mustieles Ibarra, durante la Reunión Estratégica de Actores Clave Hub Pacífico Norte de la iniciativa Modernización Sustentable de la Agricultura Tradicional (MasAgro).

A través de esta iniciativa, que impulsa el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), los gobiernos locales y federales “continuarán alineando esfuerzos para impulsar un país sustentable y productivo”, agregó el funcionario, “además de que la zona de Pacífico Norte produce el 35 por ciento de los granos a nivel nacional, por lo que las acciones de MasAgro en la región son primordiales”.

Cabe mencionar que la reunión, realizada en el Campo Experimental Norman E. Borlaug, en Ciudad Obregón, tiene el objetivo de presentar el trabajo de 2013 de MasAgro en la zona norte del país y de definir estrategias del programa a corto y mediano plazo.

Como resultado de la labor con instituciones y productores, en estos cinco estados se han implementado tecnologías MasAgro en más de 17,301 hectáreas de maíz y trigo, de las cuales 16,193 pertenecen a Sonora, lo que lo coloca como el estado líder en llevar a cabo estas prácticas agrícolas a nivel nacional.

Gerente de la región Pacífico Norte presentando parcelas experimentales del campo Experimental Norman E. Borlaug

Por su parte, el coordinador general del Plan Maestro de Desarrollo Rural Integral del Gobierno de Sonora, Jorge Plascencia Osuna, enfatizó el modelo de innovación en el que MasAgro se basa, así como el desarrollo de tecnologías que promueven el uso eficiente de los recursos naturales. A ello se sumó el representante de la Asociación de Organismos Agrícolas del Sur de Sonora (AOASS), Reginaldo Torres, quien confirmó su compromiso y colaboración “para generar impacto no sólo en la zona norte del país, sino para seguir innovando para todo México”.

La región norte, donde opera MasAgro, cuenta con seis plataformas de investigación —una en Baja California, tres en Sonora y dos en Sinaloa— con el objetivo de atender las problemáticas del campo.

Asimismo, en el área hay 25 módulos demostrativos —seis en Sinaloa, 16 en Sonora y tres en Baja California— cuyo propósito es difundir las prácticas de la Agricultura de Conservación y precisión, como el manejo del agua, técnicas de poscosecha más eficaces, fertilidad y maquinaria.

En el evento, el director de Uso de Tecnologías y Vinculación de Mercados Locales de MasAgro, Bram Govaerts, reiteró el compromiso de trabajar juntos por un México próspero para erradicar la pobreza y elevar la calidad de vida de la población.

“En MasAgro alineamos actividades con la Cruzada Nacional contra el Hambre, como es el caso de Chihuahua, donde se opera el programa estratégico de autoconsumo. Ahí se orienta a los productores para elevar su rendimiento en maíz y se realizan recomendaciones para el uso de tecnologías de poscosecha”, dijo.

Además, destacó la participación conjunta con el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), el Fideicomiso de Riesgo Compartido (Firco), Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), Fundaciones Produce, instituciones, universidades y despachos agrícolas.