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CGIAR y la empresa pública brasileña Embrapa estrechan vínculos para fortalecer su contribución a la reforma de los sistemas agroalimentarios

Brasilia/Lima, 7 de julio de 2023. Esta semana, al final de una visita de una delegación del CGIAR encabezada por el Director Regional para América Latina y el Caribe, Joaquín Lozano, a la sede de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa) en Brasilia, ambas instituciones acordaron fortalecer sus vínculos para ampliar la colaboración en favor de la reforma de los sistemas agroalimentarios a través de la investigación, la tecnología y la innovación.

CGIAR y Embrapa destacaron la amplia gama de posibles sinergias y metas compartidas entre ambas instituciones y se comprometieron a establecer un mecanismo interinstitucional de colaboración estratégica, el cual se definirá y formalizará en los próximos meses.

Embrapa es una empresa pública establecida por el gobierno federal de Brasil en 1973. Tiene un impresionante historial de logros en materia de investigación agrícola e iniciativas de cooperación Sur-Sur y triangular. La visita tuvo lugar en un momento muy oportuno, solo unos meses después del inicio de nuevo gobierno de Lula y unas semanas después del nombramiento de la nueva presidenta de Embrapa, Silvia Massruhá.

La presidenta de Embrapa, Silvia Massruhá, y el Director Regional para América Latina y el Caribe del CGIAR, Joaquín Lozano. ©CGIAR

“Ella es la primera mujer que encabeza esta institución emblemática, además de ser una investigadora altamente experimentada, lo cual facilitó mucho el diálogo con ella y sus equipos. La unión de nuestras capacidades y talentos institucionales impulsará en gran medida la muy necesaria reforma de los sistemas agroalimentarios, especialmente en América Latina y el Caribe”, dijo el Director Regional para América Latina y el Caribe del CGIAR, Joaquín Lozano.

El mecanismo interinstitucional CGIAR-Embrapa les permitirá a ambas instituciones fortalecer su colaboración en áreas prioritarias comunes, algunas de las cuales ya se identificaron en la reunión: el mejoramiento del trigo tropical, la criopreservación, los bancos de germoplasma, la innovación digital, los sistemas de producción, los modelados y el análisis de datos – con la gran ambición de crear métricas e indicadores estándares – los paisajes multifuncionales y la inocuidad de los alimentos.

Ambas instituciones aclararon que esta lista no es exhaustiva y que, con el tiempo, se podrían profundizar o ampliar estas áreas de colaboración.

Las delegaciones del CGIAR y Embrapa mantuvieron fructíferos debates durante la visita. ©CGIAR

Las delegaciones del CGIAR y de Embrapa resaltaron la importancia de la cooperación Sur-Sur y triangular dentro y fuera de América Latina y el Caribe, especialmente con África. En este sentido, el CGIAR propuso aprovechar su mecanismo de Capacidades Compartidas para el Desarrollo (Capacity Sharing for Development, o Capsha).

Otra área potencial de colaboración se refiere al monitoreo y la previsión de indicadores clave de las tendencias que afectan los sistemas agroalimentarios a nivel regional y global. Con respecto a ello, el CGIAR presentó la iniciativa Visión [Foresight Initiative], una de sus iniciativas temáticas globales actuales, e invitó a la Embrapa a hacer parte de ella.

La red de investigación agropecuaria global también ofreció apoyo técnico y científico para la presidencia del G20, que Brasil ostentará en el año 2024 y para la COP 30, que el país albergará en 2025.

Embrapa y el CGIAR han sido instituciones clave en el campo de la investigación e innovación agropecuarias desde los años 1970. Durante estas décadas, ha habido acuerdos bilaterales o puntuales entre Embrapa y algunos centros del CGIAR. En 2011 se firmó un memorando de entendimiento con el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT, ahora parte de la Alianza Bioversity International-CIAT), el cual se ha renovado hasta 2027. También se han realizado algunos proyectos de colaboración entre Embrapa y el Centro Internacional de la Papa (CIP) en cuestiones relativas al camote, la certificación y los bancos de semillas, el desarrollo de programas informáticos, la preservación de recursos genéticos y la gestión ambiental en la cuenca del Amazonas.

“Ahora, Embrapa y CGIAR desean ampliar su colaboración y darle un carácter más integral y sistémico. Este ha sido el motivo de la visita, la cual ha abierto nuevas posibilidades de asociación entre nuestras instituciones”, dijo Lozano.

El acuerdo previsto facilitará una cooperación más intensa entre Embrapa y los centros de investigación del CGIAR, especialmente aquellos cuyo trabajo se enfoca más en América Latina.

Los miembros de ambas delegaciones exploraron juntos las instalaciones de Embrapa. ©CGIAR

La delegación del CGIAR incluyó precisamente a representantes de los tres centros del CGIAR con sede en la región: Vania Azevedo, quien dirige el Programa Biodiversidad para el Futuro y el banco de germoplasma del CIP; Wendy Francesconi, Científica Sénior en Servicios Ecosistémicos e Impactos Ambientales en la Alianza Bioversity—CIAT; y Diego Pequeno, Científico Asociado en el Programa de Modelado de Sistemas de Cultivo de Trigo en el CIMMYT. Participó también Hector Zevallos, Asesor del Director Regional para América Latina y el Caribe del CGIAR.

La delegación de Embrapa fue encabezada por su presidenta, Silvia Massruhá y estuvo conformada por Clênio Nailto Pillon, Director de Investigación e Innovación; Maria Cleria Valadares Inglis, Directora General de Recursos Genéticos y Biotecnologí; Jorge Lemainski, Director General de Embrapa Trigo; Cristina Maria Monteiro Machado, Gerente General para Proyectos de Investigación, Desarrollo e Innovación; Sabrina Castilho Duarte, Gerente General para Cooperación en Investigación, Desarrollo e Innovación; Pedro Machado, Investigador de Embrapa Arroz y Frijol y representante de Brasil ante el Consejo del Sistema del CGIAR; Sibelle de Andrade Silva, Asesora de la Presidenta; Roselis Simonetti, represente del Director de Negocios Estragéticos; Maria Jose Amstalden Sampaio, del Departamento de Políticas Globales; y el Jefe Adjunto de Relaciones Internacionales de  Embrapa, Paulo Roberto Galerani.

“El CGIAR agradece a Embrapa y a la presidenta Massruhá su hospitalidad, la agenda sumamente productiva y los resultados alentadores de este crucial encuentro,” concluyó Joaquín Lozano.

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México y Estados Unidos buscan generar sistemas agroalimentarios resilientes

Representantes de secretarías agrícolas de Estados Unidos y México posan para la foto en la sede del CIMMYT. (Foto: CIMMYT)

El Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) recibió la visita de los subsecretarios de Comercio y Asuntos Agrícolas Extranjeros de Estados Unidos (USDA), Ted McKinney, y de Agricultura de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), Miguel García Winder, así como de representantes de secretarías estatales del ramo en Estados Unidos.

El objetivo del encuentro fue establecer un diálogo para identificar líneas de cooperación entre México, Estados Unidos y el CIMMYT para enfrentar tres desafíos convergentes que impactan la producción agrícola: el cambio climático, el crecimiento demográfico y los recursos naturales limitados.

El panorama del cambio climático amenaza los sistemas agroalimentarios en todo el mundo con inundaciones, sequías severas, enfermedades en los cultivos y otros escenarios que derivarían en sistemas alimentarios insostenibles que propician hambrunas y alientan la migración, así como conflictos bélicos.

Ante este panorama, el CIMMYT presentó a los visitantes el impacto del quehacer científico y de su estrategia de innovación llevada a manos de los productores, con el propósito de lograr la sustentabilidad de los sistemas agroalimentarios para generar bienestar.

Se trata de una estrategia de generación colectiva de conocimiento, de innovación técnica y social que integra la participación de diferentes actores con intereses distintos y el conocimiento científico y empírico para crear soluciones relevantes en contextos reales donde ocurren procesos agrícolas

El 60 por ciento de todas las variedades de trigo de EE. UU. provienen del CIMMYT. Todo parte de la biodiversidad resguardada en su Banco de Germoplasma, que envía más de 600 mil paquetes de semillas a 600 colaboradores anualmente.

Este banco de semillas contiene casi 28 mil colecciones únicas de semilla de maíz y 150 mil de trigo de más de 100 países. Las colecciones también se estudian y se utilizan como una fuente de diversidad para mejorar los caracteres esenciales, tales como la tolerancia al calor y la sequía, la resistencia a plagas y enfermedades, el rendimiento y la calidad de grano.

Durante la visita, Ted McKinney conoció los impactos de la estrategia que el CIMMYT implementa a nivel global y casos de éxito como MasAgro, el programa de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo.

A casi una década de haber iniciado operaciones, sus resultados hablan por sí mismos e impactan generando bienestar para los productores agrícolas, para el ambiente y la conservación de los recursos naturales.

Como resultado de este trabajo, más de 500 mil agricultores en más de 1.2 millones de hectáreas se han beneficiado de los productos de la investigación de excelencia en materia de conservación, aprovechamiento y mejoramiento de maíz y trigo, agronomía, maquinaria agrícola, tecnologías de información y comunicación y opciones de almacenamiento poscosecha, entre otras áreas de interés para el desarrollo agrícola sustentable.

Kevin Pixley, director del Programa de Recursos Genéticos del CIMMYT, muestra el germoplasma del Centro de Recursos Fitogenéticos Wellhausen-Anderson. (Foto: CIMMYT)

Ted McKinney destacó que para su país es importante la relación con el CIMMYT y la Secretaría de Agricultura porque su trabajo tiene un impacto significativo en la producción de trigo y sus productores.

El subsecretario Miguel García Winder, destacó el impacto de MasAgro y la estrecha colaboración entre Agricultura y CIMMYT, fundada en la investigación científica, y que distingue a México como un país innovador.

MasAgro no sólo incrementa los rendimientos de los productores, por su enfoque social y ambiental también ha contribuido al desarrollo de las comunidades rurales y la preservación del medioambiente, la biodiversidad, el desarrollo de variedades de maíz resistentes a la sequía y al calor para una agricultura resiliente, refirió.

El director global de Desarrollo Estratégico y Representante para las Américas del CIMMYT, Bram Govaerts, enfatizó que la colaboración entre el CIMMYT y USDA genera impactos para la resiliencia de los sistemas agroalimentarios con beneficios globales y locales, en la que destaca la inversión que Estados Unidos hace en investigación de trigo, de entre seis y siete millones de dólares en CIMMYT, generando beneficios para agricultores estadounidenses, de entre 140 a 180 millones de dólares anuales, un retorno sobre la inversión de más de 32.

Destacó el impacto de USDA Climate Smart Hubs que contribuyen a la metodología MasAgro y a consolidar una Agricultura Sostenible Adaptada al Clima (ASAC), una metodología integradora para abordar estos desafíos interrelacionados de la seguridad alimentaria y el cambio climático.

La confluencia de visiones entre la USDA, la Secretaría de Agricultura y el CIMMYT se encamina a impulsar colaboraciones internacionales que repliquen modelos de innovación como MasAgro y planes estratégicos como Maíz para México, con un enfoque global, para lograr un mundo más sano y próspero, lo que se busca con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el año 2030 y 2050.