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Fertilidad integral en cultivo de cebada

Productores y técnicos del proyecto Cultivando un México Mejor, en Guanajuato, México. (Foto: Amador Aguillón/CIMMYT)
Productores y técnicos del proyecto Cultivando un México Mejor, en Guanajuato, México. (Foto: Amador Aguillón/CIMMYT)

La región del Bajío, en México, es una de las zonas productoras de cebada maltera más importantes del país. Allí, los agricultores suelen utilizar diferentes fuentes de fertilizante y se ha detectado que aplican cantidades excesivas de nitrógeno. Esto trae como consecuencia altos costos de producción, emisión de gases que contribuyen al cambio climático y cebadas de baja calidad.

Tomando en cuenta este contexto, el equipo técnico del proyecto Cultivando un México Mejor, de HEINEKEN México y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), sugiere aplicar las denominadas 4R planteadas por el International Plant Nutrition Institute (IPNI), que son cuatro recomendaciones fundamentales para la fertilidad integral, referidos a la fuente, la dosis, el tiempo y el lugar de aplicación correctos.

Los cuatro requisitos del manejo responsable de nutrientes muestran, en términos generales, la importancia de usar adecuadamente los insumos que son aplicados para aprovechar su efecto al máximo. Con esto, se busca que los productores adopten las mejores prácticas de aplicación de fertilizantes para asegurar que su inversión realmente les brinde beneficios. De manera práctica, estos principios son más claros planteándose unas preguntas básicas:

Fuente correcta: ¿Qué voy a aplicar? Es importante conocer las propiedades (físicas y químicas) del suelo para tener datos sobre la disponibilidad de nutrientes, su interacción, así como posibles limitantes del suelo para usar alguna fuente de fertilizante. Esto puede evitar que, aunque sea la dosis adecuada, se presenten inconvenientes por la susceptibilidad del cultivo al nutriente o la fuente. 

Dosis correcta: ¿Cuánto voy a aplicar? Una vez definidas las fuentes de fertilizantes disponibles para el cultivo se requiere hacer un balance con los nutrientes aportados por los abonos orgánicos (compostas, residuos de cultivos). Esto permitirá disminuir la dosis de uno o más nutrimentos a suministrar en el programa de fertilización. El uso de herramientas como los sensores ópticos son útiles para calcular la cantidad adecuada de nutriente para la planta. Asimismo, el análisis de suelo antes de establecer el cultivo es fundamental. 

Tiempo correcto: ¿Cuándo lo voy a aplicar? Para maximizar la toma de nutrientes por parte de las plantas, la decisión del tiempo de aplicación determina el momento en que la planta acepta y utiliza los nutrientes. Por esta razón, para elegir la fecha adecuada es importante conocer cuándo las plantas absorben los nutrientes, es decir, cuál es la demanda por etapa de crecimiento, ya que cada nutriente es requerido en mayor o menor cantidad durante ciertas etapas del cultivo. 

Lugar correcto: ¿Dónde lo voy a aplicar o colocar? La colocación adecuada de los nutrientes se refleja en una mayor cobertura y homogeneidad al proveer fertilizantes. En este sentido, se debe tomar en cuenta el tamaño y dirección del crecimiento de las raíces, así como la variabilidad del suelo pues cada tipo de suelo tiene características específicas, con diferentes capacidades de retención o susceptibilidad a la pérdida de nutrientes.

Para producir cebada de alta calidad es importante implementar prácticas de fertilidad integral que permitan incrementar los rendimientos y hacer más eficientes el uso de los fertilizantes, reduciendo los costos de producción y haciendo más rentable las unidades de producción. Los análisis de suelo, las enmiendas, el uso de sensores ópticos, la fertilización enterrada (particularmente en la siembra y segunda fertilización) y el fraccionamiento del fertilizante nitrogenado (70% a la siembra y el 30% en la segunda fertilización) son recomendaciones útiles para este propósito. 

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Vínculos comunitarios para fortalecer la milpa

Felipe Carrillo Puerto, Q. Roo.- En la Península de Yucatán la milpa es el sistema de producción predominante, el medio de sustento de miles de familias y una fuente de identidad comunitaria. Sin embargo, la pérdida de la biodiversidad, la disminución de la cobertura forestal y el cambio climático son fenómenos asociados a ese sistema productivo y representan importantes desafíos para cualquier iniciativa que busque fortalecerlo.

El proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán —de la Fundación Haciendas del Mundo Maya (FHMM), Fomento Social Banamex (FSB) y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)— ha asumido esos desafíos, obteniendo en pocos años logros importantes que han impactado positivamente en más de 11,000 personas y de 16,000 hectáreas.

Milpa Sustentable en la Península de Yucatán es un proyecto fundamentado en procesos participativos a través de los cuales las comunidades han definido los indicadores de sustentabilidad que consideran adecuados para el sistema milpa, entre ellos la materia orgánica del suelo. Para las comunidades mayas, el suelo no es simplemente un recurso, sino un elemento asociado a una cosmovisión particular, y por eso consideran fundamental disminuir el uso de fertilizantes químicos.

Para lograr este y otros objetivos, el Hub Península de Yucatán —del CIMMYT— ha brindado diversas capacitaciones, varias de ellas directamente en las parcelas de los productores. Recientemente, por ejemplo, en la parcela de don Paulino Poot Chulim —uno de los productores que participan en el proyecto— se realizó un taller para la elaboración de abono orgánico (composta) para fertilizar maíz y cultivos asociados, en el cual además se habló de los beneficios de este tipo de fertilizantes, la forma de aplicación y los momentos y las dosis adecuados.

El uso de abonos orgánicos permite reducir la dependencia de insumos externos, en este caso, de fertilizantes sintéticos. Se trata de una alternativa —económica y sin impactos negativos al medioambiente— que ayuda a mejorar la estructura y la fertilidad del suelo, favoreciendo así el incremento de los rendimientos.

Además de productores de Milpa Sustentable en la Península de Yucatán, en el taller participaron productores del programa Sembrando Vida y becarios del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, ambos del Gobierno federal. En conjunto, los participantes aprendieron a elaborar una composta que aprovecha los recursos locales. Adicionalmente, el taller permitió formar nuevos vínculos comunitarios: los asistentes se organizaron para ir a mover la composta hasta que esté lista (proceso que toma de mes a mes y medio) y se comprometieron a replicar con otros productores lo aprendido.

El compostaje es uno de los aprendizajes del proyecto Milpa Sustentable en la Península de Yucatán y también una de las acciones que a mediano y largo plazo permitirán a las comunidades hacer más rentable la milpa y afianzar prácticas sustentables que aseguren la preservación funcional de la biodiversidad. Por esta razón, es importante apoyar y dar continuidad a los esfuerzos de todos los que hacen posible este proyecto.

¿Quieres elaborar esta composta especial para la milpa? Toma nota.

Se fabrica con restos de hojas de plátano; hojas de huaxim, jabin y tzalam —leguminosas de la región—; hojas de ox —árbol ramón—; hojarasca enriquecida con ceniza; estiércol de vaca; y tierra negra (color que indica que el suelo es rico en materia orgánica).

La composta se hace por capas, en el siguiente orden:

  • Primera: materia seca
  • Segunda: materia verde
  • Tercera: estiércol
  • Cuarta: tierra negra
  • Quinta: hojarasca enriquecida con ceniza

Se debe humedecer cada capa y repetir el orden hasta alcanzar una altura aproximada de un metro. Luego se cubre con bolsas de plástico negras, a las que se hacen orificios para permitir una aireación adecuada durante el periodo de compostaje.

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Ganadería y Agricultura de Conservación: hacia una simbiosis sustentable

Víctor Peña es un productor que busca hacer de la ganadería una actividad sustentable con la ayuda del rastrojo y la Agricultura de Conservación.
Por: Marco Díaz, Divulgación-CIMMYT.
Julio de 2019.

Ahome, Sin.- Víctor Peña Villalobos es un productor sinaloense que ha implementado la Agricultura de Conservación desde 1993. Para él, es la forma de cuidar y valorar la tierra que sus padres y abuelos trabajaron y que ahora es la fuente de su sustento y el de su familia. Consciente de que los suelos son un recurso finito, cuya fertilidad debe cuidarse, Víctor sostiene que “la sustentabilidad es el uso de los recursos de una manera racional, de tal forma que no se acaben, agoten o desperdicien; que se puedan seguir usando durante muchos años; y que quede para las siguientes generaciones. Y a la vez ir mejorando esos recursos, en vez de agotarlos”.

Una de las prácticas que a don Víctor le ha dado mejores resultados es el aprovechamiento del rastrojo (o paja) como cobertura del suelo. El rastrojo, que en muchas ocasiones es considerado basura que debe quemarse, tiene muchas bondades: como cobertura apoya a disminuir la erosión de los suelos —ya que es una fuente de materia orgánica que favorece su fertilidad—, se puede usar o vender como forraje o como sustrato en invernaderos y también es útil para composteo y para la producción de hongos comestibles, papel, cartón, combustibles y materiales de construcción.

Al respecto, don Víctor comenta: “este año decidimos empacar la paja, la mayor cantidad posible; calculo que sacamos 60 o 70% de la paja, pero no más de eso, pues siempre hay que dejar residuos. Aunque todavía no se ven las plantitas, ya están naciendo entre la paja, porque es una buena cobertura. Mientras más paja dejemos es más rápido el proceso de mejoramiento del suelo. Hay maíces que son altos productores de paja, hasta 10 o 15 toneladas”.

Además de mantener la mayor cantidad de rastrojo posible y tratar el suelo con enfoques agroecológicos —con Manejo Agroecológico de Plagas y uso de compostas y microorganismos—, don Víctor aplica la mínima labranza (otro de los fundamentos de la Agricultura de Conservación). Para ello, ha adaptado su maquinaria para sembrar sobre el rastrojo y ha añadido poco a poco cultivadoras, fertilizadoras y desmenuzadoras, todo “con la finalidad de mover lo menos posible el suelo, y cuando haya que moverlo, hacerlo de manera vertical, no horizontal”.

Como la Agricultura de Conservación le ha permitido hacer más rentable su actividad agrícola, ha aplicado algunos de sus conocimientos sobre este sistema a su actividad ganadera. Así como hace rotación de cultivos, rota su ganado para no agotar los pastos: lo lleva a potreros cercados en el monte durante el verano y al hato ganadero (fincas destinadas a la crianza de ganado) durante el temporal de lluvias, y después lo regresa al rancho. También lo alimenta de manera balanceada, aprovechando los residuos agrícolas.

Así, don Víctor invita a otros productores a no quemar los residuos agrícolas sino a aprovecharlos: “yo pico los machos —la parte polinizadora— del maíz semillero y se los doy al ganado junto con pajas de soya, frijol y garbanzo. Así he logrado tener un buen resultado con el ganado, pues es un alimento bastante barato y nutritivo que lo mantiene en buenas condiciones de salud y, por ende, con un índice de preñez alto”.

En su búsqueda por lograr la simbiosis entre ganadería y Agricultura de Conservación y de hacer más rentable el año de trabajo en campo —para brindar empleo todo el año y tener alternativas ante la variabilidad de los precios de los granos—, señala que mantendrá sus vínculos con el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y la Asociación de Agricultores del Río Fuerte Sur (AARFS) —de la cual es miembro activo— para promover la Agricultura Sustentable, pues esta —sostiene— permite que su actividad agrícola y ganadera sea más rentable.

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De la siembra a la cosecha, el agua se aprovecha: conoce #CosechandoAguaGTO

De la estrategia Reto Rastrojo nace, de manera alineada, Cosechando Agua. Sus ejes fundamentales son la conservación del suelo y el mejor aprovechamiento del agua de lluvia con el uso de técnicas sustentables para la producción de granos y leguminosas en las zonas de temporal de Guanajuato.

La agricultura de temporal depende de la lluvia del ciclo primavera-verano, las condiciones del suelo y los cultivos óptimos, entre otros factores. Tomando en cuenta esto, es fundamental realizar una planeación del ciclo con base en propuestas sustentables que los productores implementen.

De manera paralela, es necesario aplicar técnicas que permitan la conservación del suelo para realizar procesos de acondicionamiento que hagan posible la suplementación de humedad y nutrientes. Además, se requiere comprender a qué clima y suelos están adaptados los distintos cultivos y cómo reacciona la planta a condiciones asociadas a estos. Entre las limitantes se encuentran:

  • Precipitación irregular.
  • Temperaturas extremas.
  • Periodos cortos para el desarrollo óptimo de especies agrícolas.
  • Suelos con restricciones físicas y químicas.
  • Baja inversión en los procesos productivos.
  • Tecnología, manejo y especies, con baja productividad.

Los objetivos de las técnicas sustentables propuestas son la reducción de costos en 25%, el aumento de la rentabilidad en 35% y la reducción del trabajo en 60%.

Los pilares para el aprovechamiento sustentable del agua y la conservación del suelo son:

  • Curvas de nivel.
  • Rotura vertical (corrección de la compactación).
  • Agricultura de Conservación (residuos sobre la superficie, rotación de cultivos y mínimo movimiento de suelo).
  • Labranza en banda (movimiento vertical de suelo sobre la línea de siembra).

Las siguientes son propuestas de intervención que complementan a estos pilares.

I. Manejo Agroecológico de Plagas

  • Feromonas para el control de plagas.
  • Monitoreo de plagas en campo (determinación del umbral económico).
  • Tratamientos de semillas (uso de micorrizas y Azospirillum en maíz y sorgo, y de Trichoderma en frijol y garbanzo).
  • Uso de la biodiversidad funcional (enemigos naturales).

II. Manejo Integrado de Malezas

  • Uso de herbicidas preemergentes.
  • Identificación y monitoreo de malezas en campo.
  • Control mecánico.
  • Control químico (calibración de equipo de aspersión, boquilla apropiada, acondicionamiento del agua, dosis correcta y etapa adecuada del cultivo, entre otros aspectos).

III. Fertilidad de suelos (física, química y biológica)

  • Recomendación de mezclas y fuentes con base en análisis de suelo y meta de rendimiento.
  • Abonos orgánicos como fuente de nutrientes (compostas, estiércoles, lixiviados y abonos orgánicos fermentados).
  • Aplicación del fertilizante en momentos adecuados (con uso de las curvas de demanda de los cultivos).
  • Biofertilizantes como fuente de nutrientes.
  • Enmiendas de suelo.
  • Forma de aplicación del fertilizante para optimizar su efectividad: foliar y enterrado manual, mecánico y con yunta.

IV. Semillas mejoradas

  • Mejoramiento de criollos.
  • Variedades adecuadas mejoradas (incluye maíz de polinización abierta [OPV]).

V. Manejo poscosecha

  • Almacenamiento hermético (bolsas, silos o contenedores plásticos).
  • Desgranadora eficiente.
  • Secado del grano.
  • Polvos inertes: cal micronizada, tierras diatomeas y silicio.
  • Uso de feromonas sexuales (control en campo y en almacenamiento).

VI. Obras de conservación de suelo y agua

  • Presas filtrantes.
  • Barreras vivas.
  • Diques, contreo o pileteo.

 

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Impulsan redes colaborativas para innovar las prácticas agrícolas y la cultura sanitaria agroalimentaria de los productores morelenses

La colaboración CIMMYT-Ceprobi (IPN) se encamina a la promoción y difusión de innovaciones para los sistemas de cultivo y al fortalecimiento de la cultura sanitaria agroalimentaria de los productores, colocando más información sobre la producción inocua de alimentos para lograr un intercambio de conocimiento en beneficio de ambos organismos y la sociedad.
Por: ingeniera Tayde Elizabeth Hernández Rojas, formadora MasAgro.

Yautepec, Morelos.- La vinculación entre el Centro de Desarrollo de Productos Bióticos (Ceprobi), del Instituto Politécnico Nacional, y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) se encamina al fortalecimiento, la promoción y la difusión de innovaciones que permitan la sustentabilidad de las actividades agrícolas y promuevan la cultura sanitaria agroalimentaria entre los productores y los estudiantes de postgrado morelenses. Para esto es necesario el uso de los datos y la información generados por ambas instituciones, para favorecer la toma decisiones que contribuyan a generar mejoras en los sistemas de producción agrícola, faciliten la vinculación de los productores al mercado y ayuden a mitigar los efectos del cambio climático y generar bienestar para los pequeños productores de Morelos.

Como parte de la colaboración entre dichas instituciones, el 19 de marzo el doctor Federico Castrejón Ayala y la MC Hilda Elizabeth Flores Moctezuma, investigadores del Ceprobi, impartieron el taller ‘Microorganismos de Suelo’ —con especialidad en Manejo Agroecológico de Plagas y Enfermedades— a productores de la SPR 13 de Septiembre, quienes se dedican a la producción de maíz orgánico desde hace nueve años. Estos productores se encuentran ubicados en el municipio de Yautepec, Morelos, y cuentan con una extensión de siembra de aproximadamente 20 hectáreas de maíz blanco, cuyo destino son las tortillerías locales, y 110 hectáreas de maíz amarillo, destinado a la alimentación de aves; tienen un rendimiento promedio de 11 t/ha.

El evento permitió a los productores conocer la metodología para elaborar bocashi, composta integrada por organismos de montaña y lombricomposta como alternativas de nutrición al suelo y a la planta. Este tipo de alternativas les ayudará a continuar con las actividades orgánicas que ya realizan y adoptar la que mejor le convenga a cada productor, para reducir los costos de producción y mejorar las condiciones del suelo con el paso del tiempo.

La vinculación entre el CIMMYT y el Ceprobi permite el desarrollo de las capacidades de los investigadores, estudiantes y productores. La capacitación es la herramienta principal para la mejora continua de los procesos que involucran a la producción agrícola y el acceso a actualizaciones y nuevas tecnologías. Los datos y la información generados por esta colaboración permiten a los productores contar con herramientas esenciales para la adaptación a sus condiciones específicas de trabajo, contribuyendo a lograr sus metas de rendimiento con el uso eficiente de fertilizantes, disminuyendo los costos de producción y reduciendo el impacto en el medioambiente por la baja utilización de agroquímicos y la implementación de las prácticas sustentables que promueve el CIMMYT, como la Agricultura de Conservación, el Manejo Agroecológico de Plagas, las innovaciones poscosecha y la fertilidad integral, entre otras.

La conformación de redes colaborativas que involucran a estudiantes de posgrado, productores, técnicos e investigadores de las instituciones facilita la transferencia de conocimiento y el uso de la información para que puedan tomarse mejores decisiones y orientarlas a la aplicación de las innovaciones en las parcelas de los productores. De esta forma, las capacidades y las soluciones desarrolladas por las instituciones se suman en un esfuerzo común que promueve el escalamiento de las innovaciones para impactar a más productores y contribuir a mejorar su calidad de vida y a cultivar una Agricultura Sustentable que se proyecte a otras regiones.

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Brindan recomendaciones sobre dosis de fertilización derivadas del estudio de fertilidad integral de la región Valles Altos, Querétaro

Se brindaron recomendaciones para no tener toxicidad en la siembra, se presentaron diferentes dosis de fertilización para alto y bajo rendimiento de acuerdo con las necesidades de la región y se resaltó la importancia de que los productores cuenten con su propio análisis de suelo, para tener mayor precisión en la recomendación.
Por: Paulina Leticia Camacho Ruiz, Coordinadora Hub Bajío.
20 de febrero de 2019.

Amealco de Bonfil, Qro.- El doctor Iván Ortiz-Monasterio Rosas, investigador principal del CIMMYT, llevó a cabo la presentación de los resultados del estudio de fertilidad integral para la región Valles Altos, del estado de Querétaro, principalmente la región de Amealco, ante 50 de los participantes en el muestreo realizado para el estudio en agosto de 2018. Esta actividad de capacitación y muestreo permitió enriquecer la base de datos de fertilidad de la región para generar recomendaciones puntuales de acuerdo con la condición del suelo.

Se desarrolló un espacio de discusión en torno a la información presentada en la reunión, donde también se contó con la participación del doctor Manuel Mora, del INIFAP, quien realiza estudios y acciones de fertilidad dentro de la región y reconoce la importancia de las actividades que realiza el CIMMYT en esta. Con base en la discusión, se brindaron recomendaciones para no tener toxicidad en la siembra, se presentaron diferentes dosis de fertilización para alto y bajo rendimiento de acuerdo con las necesidades de la región y se resaltó la importancia de que los productores cuenten con su propio análisis de suelo, para tener mayor precisión en la recomendación. En la región se han llevado a cabo algunas acciones de remediación de suelos como encalado, pero para hacerlo se requiere contar con el análisis correspondiente.

Dentro de los puntos principales, se destacó que, de acuerdo con el estudio realizado en 2010 (en la misma región), en la mayor parte del terreno el pH está considerado como muy bajo (< 5.7). También se presentó el mapa de la propuesta de sitios de muestreo y el mapa del muestreo real realizado como parte de una capacitación a técnicos y productores de la región.

En contenido de materia orgánica, reflejó que 5% de las muestras tenían contenido alto; 13%, contenido medio; y 82%, contenido bajo. El 100% presentó baja salinidad, lo cual se refleja como baja conductividad eléctrica. La mayoría de las muestras se ubicaron en un rango de 5.1 a 6 de pH, y no se presentó toxicidad por aluminio.

En cuanto a los macro y microelementos, esta fue la información obtenida del muestreo:

 

Elemento Porcentaje bajo Porcentaje medio Porcentaje alto
Azufre 55 17 28
Calcio 37 (moderado) 55 8
Hierro 100
Magnesio 17 37 46
Manganeso 100
Nitratos 77 18 5
Fósforo 72 13 15
Potasio 77 18 5
Zinc 100
Boro 100
Cobre 62 35 3

 

Cuadro 1. Propuesta de fertilización para maíz criollo en la región Valles Altos, Querétaro. Fuente: doctor Iván Ortiz-Monasterio Rosas (CIMMYT).

 

Derivado de estos resultados, el especialista del CIMMYT presentó una alternativa de fertilización, tanto para maíz criollo como para híbrido, con la finalidad de uniformizar las mezclas que utilizan los productores en la región para cubrir la demanda del cultivo y ayudar a la condición del suelo; los agricultores de la región solamente aplican nitrógeno y fósforo, pero los análisis mostraron la importancia de incluir potasio y también algunos micronutrientes.

Los productores mencionaron que es viable el uso de abonos y compostas, y el especialista del CIMMYT que lideró el estudio comentó que es altamente recomendable el uso de estas alternativas para incrementar la materia orgánica (MO) y algunos microelementos del suelo. La única desventaja es que no están estandarizadas, por lo que se desconoce el aporte real de nutrientes, ya que hay variaciones de acuerdo con la calidad del producto. A mayor cantidad de MO, hay menor acidez en el suelo.

El presidente de la organización Productores Campesinos de Amealco, el señor Zenón Garduño, llevó a cabo una breve introducción de la organización y habló sobre las principales necesidades de los sistemas de producción en la región, tanto para temporal como para punta de riego. Enfatizó que una de las dificultades primordiales es el mal manejo de malezas, pues el único manejo que se realiza en algunos casos es de manera química, y eso es un problema generalizado en la región.

También mencionó la necesidad de contar con parcelas demostrativas con el apoyo del equipo técnico del CIMMYT, principalmente para validar materiales híbridos y criollos y contar con un plan integral de fertilización y de manejo de plagas y malezas.

En el caso particular de los maíces criollos, se mencionó que no se hace selección masal. Hay variedades buenas en la región, pero no existe un mejoramiento a través de la selección; y la mayoría de los productores no fertilizan el maíz criollo. Actualmente, la fertilización no se realiza de manera adecuada, ya que se aplican aproximadamente 350 kg/ha de urea en la escarda y nada en la siembra; además, no se aplican otros elementos. Tampoco se cuenta con la maquinaria ni el equipo para la fertilización.

Estas actividades impulsan el compromiso de la organización Productores Campesinos de Amealco y de otros productores de la región para realizar mezclas de acuerdo con el estudio de fertilidad integral. Para ello se llevará a cabo una reunión de seguimiento el 14 de marzo de 2019, donde el doctor Iván Ortiz-Monasterio brindará asesoría a la organización para la elaboración de la mezcla. Sin duda, el trabajo realizado por el CIMMYT en materia de fertilidad integral promueve el uso eficiente de fertilizantes y contribuye a generar ahorros considerables y, sobre todo, a impulsar una conciencia en los productores sobre los impactos positivos que tiene para el ambiente implementar adecuadamente estas recomendaciones.

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Evaluación participativa sobre implementación de agrotecnologías en la región Frailesca

Efectos positivos e intercambio de experiencias entre productores con las agrotecnologías establecidas en el módulo de AC en Villaflores, Chiapas.

Con información de: Fredy Delgado Ruiz y Francisco Guevara Hernández.

28 de julio de 2018.


Villaflores, Chis.- El pasado 28 de julio de 2018 la Red de Estudios para el Desarrollo Rural, AC (RED), en colaboración con el Hub Chiapas del programa MasAgro, organizó un evento en el módulo de Agricultura de Conservación (AC) en el ejido Calzada Larga, municipio de Villaflores, Chiapas, con el objetivo de difundir y evaluar las distintas agrotecnologías que se han implementado para que los cultivos sean rentables y los productores reduzcan costos y mejoren sus sistemas de producción con prácticas sustentables para preservar los recursos naturales. Asistieron 20 productores provenientes de las localidades Calzada Larga, Monterrey, Alcaparrosa y Villa Corzo y pequeños propietarios de los municipios de Villaflores y Villa Corzo, los cuales participaron en una evaluación de las agrotecnologías usadas en otro módulo de AC ubicado en Las Graditas.

Las agrotecnologías evaluadas fueron: bioactivo (ácido salicílico), biofertilizantes (Azospirillum brasilense y micorrizas), bocashi y composta. Además del uso de trampas con feromonas como medida preventiva para el control del gusano cogollero.

Durante el evento, los productores utilizaron sus propios criterios para realizar una valoración de dichas tecnologías. Evaluaron la apariencia del desarrollo de tallos, hojas y raíces; la altura de las plantas; y la resistencia a plagas, entre otras características.

Los primeros comentarios estuvieron relacionados con las condiciones de las plantas, debido a que presentaban buen desarrollo a pesar del periodo de sequía que se vive en la región. Las tecnologías con mayor aceptación fueron los biofertilizantes y el ácido salicílico, debido a la apreciación de un mejor follaje y una mayor resistencia a plagas y a la sequía.

El señor Octavio Cruz Martínez, propietario del módulo, compartió con el grupo su experiencia, “desde los tiempos de mi papá, hace 30 años que no se practica en esta parcela la quema; además, tengo 12 años sin practicar labranza y desde 2014 he incorporado prácticas de conservación de suelos como las presas filtrantes con piedras y ramas, entre otros materiales, y la conservación de 50 a 60% de rastrojo sobre la superficie del suelo, lo que me permitió en este ciclo ahorrarme la preparación del terreno con productos químicos, ya que no apliqué ninguno antes de sembrar”. También sembró plantas de cobertura como la Canavalia, con doble propósito, “mientras fija nitrógeno al suelo, con las vainas que cosecho alimento a mis vacas para obtener mejor rendimiento de leche”.

Por otra parte, algunos productores comentaron sobre el problema de las plagas. Los señores Daniel López González y Orbelín Ruiz Hernández compartieron sus experiencias sobre el manejo y control del gusano cogollero mediante trampas con feromonas atrayentes en su milpa y expresaron que “es importante darle la atención y el mantenimiento a las trampas para que funcionen bien”, y uno comentó “las trampas instaladas con atrayentes realizados de forma casera me han funcionado muy bien, no tengo mucho problema con el gusano cogollero”. A partir de esa reflexión, optaron por probar alternativas como el uso de atrayentes realizados de forma casera, a base de productos naturales, ya que para ellos son más accesibles y de menor costo.

El productor Librado José Pérez reconoció a las prácticas de Agricultura de Conservación como una alternativa de bajo costo y sin provocar daños a la naturaleza. “Lo importante es contagiar para ayudar a los demás vecinos”, enfatizó el productor Manuel de Jesús, coincidiendo con el señor Daniel L. González al decir “nosotros seremos portadores de voz, se trata de extender la palabra y no ser egoístas”.

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Rotura vertical, propedéutico para la siembra directa en el semiárido de Guanajuato

El MC Ramón Aguilar García expuso ante productores los beneficios de esta técnica en el Foro Regional del Norte de Guanajuato “Sistemas de Producción para Aprovechamiento de Agua del Semiárido”.

Por: Ramón Barrera, divulgación MasAgro Guanajuato.

12 de septiembre de 2018.

San Luis de la Paz, Gto.- Cerca de 200 asistentes, entre productores, técnicos y estudiantes del norte del estado, participaron en el evento realizado en el Sitio Experimental Norte de Guanajuato (Sengua), organizado por MasAgro Guanajuato. El evento contó con la participación de los productores Aquileo Vázquez, José Luis Macías, Alejandro González y Juan Montoya, quienes expusieron sus experiencias en rotura vertical y cosecha de agua. Además, los asistentes realizaron un recorrido de campo para intercambiar conocimientos.

Don Aquileo Vázquez, productor de San Miguel de Allende, compartió que antes cosechaba 400 kg en temporal, pero —gracias a que implementó rotura vertical, curvas de nivel, aplicación de compostas y fertilidad integral— ha alcanzado las 54 toneladas en temporal. Por otro lado, antes cosechaba 4 toneladas en riego, y hoy —gracias a la innovaciones adaptadas y promovidas por MasAgro Guanajuato— ha logrado 16 toneladas por hectárea.

Durante su intervención como anfitrión de este encuentro, el MC Ramón Aguilar García, investigador del Sengua del INIFAP, resaltó que previo a la siembra directa y después del diagnóstico in situ del terreno, la técnica de rotura vertical representa una alternativa de labranza de conservación, la cual se puede realizar de manera motorizada o con tracción animal. Además, consideró que esta tecnología debe ser un instrumento de política pública que sirva para solucionar problemas en el semiárido de la entidad.

Al sustentar la ponencia “Agua para sistemas productivos de alta siniestralidad en el semiárido guanajuatense”, el MC Aguilar García dijo que la sequía —entre otras interacciones físicas, químicas y biológicas— altera la estabilidad del suelo, lo cual repercute de manera negativa en la producción de cultivos, disminuyendo la rentabilidad, el rendimiento y la calidad del producto. Por ello, el INIFAP trabaja la rotura vertical desde hace más de 30 años; técnica que sustituye al barbecho convencional y que está diseñada para ser aplicada en suelos semiáridos.

Al adoptarse dicha técnica, se alcanzan varios propósitos, entre los que se encuentran un menor consumo de combustible al usar la maquinaria, mitigación de la erosión y mayor actividad meso y microbiológica, entre otros beneficios.

Lo más trascendente desde el punto de vista hídrico, especialmente en una región semiárida con desmesurada extracción de agua subterránea, es la captación progresiva de agua de lluvia.

El investigador también advirtió acerca de los riesgos que existen en el semiárido del estado a consecuencia de la sobreexplotación de los acuíferos: “esas 80,200 hectáreas de riego en el norte de Guanajuato tienen las horas contadas; las 244,000 de temporal, también. Aquí en el norte tan sólo 1.068 millones de hectáreas son de agrostología, que es actividad pecuaria. Lo dije al inicio, lo que hemos generado en este campo no solamente es para ese millón de hectáreas, le queda chiquito, es para alrededor de 40 millones de hectáreas de semiárido que hay en el país. Yo he insistido en que debe ser instrumento de política pública, y este tipo de foros es para eso: cómo podemos hacer este tipo de sinergias, especialmente que se vayan apropiando paulatinamente de esta técnica”.

Habló de que la rotura vertical tuvo su origen en 1978 en la zona central de Tamaulipas; sin embargo, a partir de 1990, el tema se intensificó y se cristalizó en el Sitio Experimental Norte de Guanajuato. “En esencia, la rotura vertical o cinceleo es una técnica de laboreo del suelo que consiste en aflojar el terreno, pero sin invertir el prisma sintéticamente; sus especificaciones son previo diagnóstico in situ del terreno, profundidad de 20 a 40 cm y separación entre líneas de 40 a 60 cm”. Y descartó que la rotura vertical sea sinónimo de hipermotorización y mecanización, porque se puede hacer con lo que se disponga en cada unidad de producción, incluso, con tracción animal.

Para concluir, expuso que quien se inicia en la rotura vertical debe entender y desarrollar tres atributos: el agua debe entrar al perfil edáfico rápido y profundo, el suelo debe retener la mayor cantidad de agua posible y el suelo debe ceder la mayor cantidad de agua al menor esfuerzo de la masa de raíces que lo explora; el último es el principio más difícil de lograr, pero es factible.

Reiteró que la rotura vertical, como propedeútico para la siembra directa —y más—, tiene un soporte de investigación y adecuación tecnológica superior a 39 años, y debe aplicarse como instrumento de política pública.

Atestiguaron este evento Rito Vargas Varela, subsecretario para el Desarrollo de la Competitividad Agroalimentaria de la SDAyR; Francisco Becerra, director de Innovación Tecnológica Agrícola; y Erick Ortiz Hernández, gerente de MasAgro Guanajuato.

Foro Regional Norte de Guanajuato - MasAgro

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Con el Proyecto Buena Milpa Guatemala, los productores presentan avances en el sistema milpa

Se expusieron avances en la implementación de varias tecnologías en las parcelas de los productores.

Por: Nadia Waleska Rivera, coordinadora de Comunicación del Proyecto Buena Milpa Guatemala.

 

Guatemala.- Productores de las comunidades Mushnán, Lámaca, Tierra Colorada y Máquivil, de San Miguel Ixtahuacán, San Marcos, presentaron el avance de su trabajo en temas de conservación y mejoramiento de maíces nativos, implementación de tecnologías de conservación de suelos y agua y diversificación de cultivos, los cuales están encaminados a mejorar la nutrición de sus familias.

Actualmente, algunas comunidades de este municipio han sido consideradas parte del corredor seco, debido al alto impacto de la sequía que impera en estas zonas.

Durante 2 días, representantes del Proyecto Buena Milpa Guatemala y la Asociación de Desarrollo Integral para el Occidente (Adipo) visitaron las parcelas de varios productores y familias modelo, miembros de la Asociación de Desarrollo Integral de la Familia Miguelense (Difam), una organización local beneficiaria del Proyecto Buena Milpa a través de Adipo.

Visita 1. Caserío Mushnán, aldea El Zapote

Esta comunidad es una de las más lejanas del municipio de San Miguel Ixtahuacán, San Marcos, su cercanía con el municipio de Santa Bárbara, Huehuetenango, es mucha.

El amor a su familia y comunidad hace que estos productores se esfuercen cada día y busquen nuevas alternativas de vida ante la crisis climática, la marginación y el olvido en el que están sumidos. Viven en comunidades aledañas donde el único acceso son estrechas veredas, por las que deben caminar de 1 a 2 horas para llegar a la carretera principal que conduce al pueblo.

Debido a que la agricultura es la única fuente de empleo y vida, ven con preocupación cómo la tierra es cada día más infértil y ya no produce alimentos como años atrás. Con el apoyo de organizaciones locales como Difam, estas familias han logrado recuperar prácticas ancestrales de conservación de suelos y semillas nativas de varias especies; en la mayoría de los casos conservan las semillas de maíz nativo, el cual intercambian con los vecinos y las comunidades cercanas.

En esta visita, los productores expusieron sus avances en la implementación de varias tecnologías en sus parcelas. La primera experiencia fue la historia de éxito de la familia de don Jesús Hernández, considerado un productor modelo por Difam, quien ha realizado una ardua labor para mejorar su producción agrícola; sin embargo, esto ha requerido de mucho trabajo, esfuerzo, creatividad y dedicación de él y de su familia, quienes son apoyados por el Proyecto Buena Milpa Guatemala con la promoción de la soberanía alimentaria a través del mejoramiento de maíces nativos y criollos y la conservación de suelos, la cual permite una mayor calidad en la producción local.

Gustavo Bámaca, representante de Difam-Adipo, indicó que ésta es una parcela integral que se maneja como un ciclo que se va cumpliendo alrededor de la granja, donde intervienen los elementos principales, como la calidad del suelo, el agua, los bosques y las semillas locales. Todo este trabajo sirve de conexión entre el conocimiento ancestral y el científico que se promueve con los técnicos del Proyecto Buena Milpa Guatemala. Esta es una familia exitosa que pretende mejorar rendimientos a través del buen uso de los materiales locales.

Actualmente, esta parcela cuenta con semillas nativas de 1,900 y 2,000 msnm, cultivos de bledo, mostaza, nabo, frijol, maíz, caña, maní, achiote y otras especies que heredaron sus antepasados. Hoy esta familia está transmitiendo y heredando esos conocimientos a sus hijos y nietos, y esperan seguir haciéndolo.

Promueve la agricultura ancestral

Muchos productores de esta comunidad implementan la práctica local de esta familia, debido a que mantiene una estrecha conexión con los conocimientos de la cosmovisión de sus ancestros mames, como utilizar la fase lunar en la siembra de verano todos los años. Los Hernández siempre realizan la siembra del 10 al 22 de marzo, pero, debido al cambio climático y rigiéndose por la fase lunar, este año sembraron el 5 de abril.

 

Visita II. Aldea Tierra Colorada, San Miguel Ixtahuacán. Agricultoras mayas promueven la soberanía Alimentaria

La segunda visita se realizó en la Aldea Tierra Colorada donde se conoció la experiencia de un grupo de aproximadamente 30 mujeres mayas mames agricultoras, quienes promueven la conservación de maíces nativos, diversificación de cultivos a través de huertos familiares, conservación de suelos con abonos orgánicos y producción de semillas nativas de diversas hortalizas. Actualmente estas mujeres emprendedoras están convencidas de la importancia de la soberanía alimentaria por lo que producen semillas nativas de tomate, hierbamora, cebolla, cilantro, haba, bledo, lechuga, apio, remolacha, repollo, brócoli, apazote, y plantas medicinales como sábila, albahaca, ruda, té de limón, altamisa y otros que utilizan como medicina familiar. Con la utilización de abonos orgánicos estas agricultoras obtienen buenas producciones de hortalizas que utilizan para el consumo familiar y el excedente lo venden en el mercado local de San Miguel o con sus vecinos.

Visita III. Aldea Lámaca. Promueven la Agricultura Sostenible a través de tecnologías

Otro grupo de agricultores participantes de Buena Milpa habitan en la Aldea Lámaca, San Miguel. Aquí participan hombres y mujeres quienes han implementado varias tecnologías de mejoramiento de maíces nativos, conservación de suelos y diversificación de cultivos; lo más interesante han recuperado varias razas de maíces nativos locales, los cuales siembran y conservan.

Crean arte a través de la agricultura

La creatividad tanto de los técnicos locales y profesionales de DIFAM ha sido clave en el desarrollo de varias tecnologías agrícolas, muestra de ello es la implementación de una mándala en la cual tienen varias especies de hortalizas (rábano, cebolla, acelga, remolacha, cilantro, apio, zanahoria entre otras), además tienen plantas medicinales de lavanda, ruda, sábila, albahaca las cuales son de utilidad como repelente de insectos en las plantas. También tienen siembra de maíces nativos los cuales han rescatado y ahora conservan e intercambian entre los vecinos.

Cuidan la madre tierra

Aquí solo se utiliza abono orgánico, se tienen varios tipos de plantas medicinales, gracias al apoyo de varias organizaciones se ha logrado recuperar plantas ancestrales que utilizaban nuestros abuelos, ellos nunca recurrieron a una farmacia, la medicina natural no intoxica como los químicos indica don Juan Mejía. Además de conservar semillas y sembrar hortalizas este grupo está convencido de la importancia de cuidar la tierra como un elemento importante para obtener alimentos sanos y nutritivos por lo que hoy, ellos realizan abonos orgánicos lombricomposta y procuran dar una buena conservación de suelos a sus parcelas. Varios agricultores han implementado la técnica de conservación de suelos utilizando las curvas a nivel y barreras vivas, debido a que la textura de los suelos es pedregoso, poco profundos, suelos muy secos; ante esta realidad han adoptado la práctica cultural de colocar un molch en el suelo a manera que no evapore y pierda humedad el suelo.

El molch como es conocido por los agricultores de esta zona consiste en colocar una capa de rastrojo, hojas de árboles (pino, aliso y otras plantas) que ayude a la no evaporación y pérdida de humedad en el suelo. Normalmente se coloca cal y hojas de árbol, 15 días después de la siembra de maíz y frijol, se debe observar una altura de 10 a 15 cms en las plantas para colocar las hojas. Con esta práctica de ponerle una capa de hojas de árboles se procura guardar la humedad para que las plantas se desarrollen.

El apoyo del Proyecto Buena Milpa, ADIPO y DIFAM es brindar asistencia técnica y entregar insumos como cal para tratar de enmendar y corregir la acidez del suelo, porque los agricultores generalmente colocan hojas de pino, estas son ácidas lo que provocan que los suelos se acidifiquen y los cultivos no crezcan. También han sembrado árboles frutales, esta es una nueva técnica que se ha venido implementando en el tema de diversificación de huertos y agroforestería. Estos sistemas agroforestales son productivos porque cumplen la función de cualquier árbol de aportar frutas para alternativas de contribuir a la seguridad alimentaria de la familia.

Promueven los conocimientos endógenos

Las familias de estas comunidades pertenecen a la comunidad lingüística mam, para ellos la tierra es sagrada por ello mantienen una estrecha relación con todos los elementos de la naturaleza. Ellos desde los abuelos han dependido de estos elementos principalmente la tierra, ellos llaman madre tierra, aún se tiene costumbre de incorporar materia orgánica rastrojo, labranza mínima, antes de la siembra realizan, se tiene respeto y cariño a la madre tierra.

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A través de #PROAGROCapacita se elabora composta en Guerrero para un manejo integral de residuos orgánicos

La Capacitación les permitirá aplicar menos fertilizantes químicos, reduciendo así sus costos de producción.

Con información de: Oralia Chona Zavala, asesora técnica PROAGRO Productivo.


Tepecoacuilco de Trujano, Gro.- En el marco del Acompañamiento Técnico PROAGRO Productivo, se llevó a cabo el evento demostrativo sobre elaboración de composta en las comunidades San Vicente Palapa y Tierra Colorada, pertenecientes al municipio de Tepecoacuilco de Trujano. El evento fue de gran importancia porque, en la comunidad, la mayoría de los productores que siembran tienen ganado y no saben cómo utilizar el estiércol generado por vacas, cerdos, chivos, borregos o gallinas. La capacitación fue a solicitud de los productores con la finalidad de darle un uso y manejo integral a los residuos y desechos orgánicos con los que cuentan, pues esto les permitirá aplicar menos fertilizantes químicos, reduciendo sus costos de producción. Además, es la primera vez que los productores beneficiarios del componente PROAGRO Productivo reciben la asesoría técnica en campo. Lo más importante es cumplir con las necesidades de éstos, ya que la esencia de este proyecto es la atención directa al productor, con la tecnología adecuada a sus necesidades y su economía y con un asesoramiento técnico de calidad.

El taller estuvo a cargo de la ingeniera Oralia Chona Zavala, asesora técnica PROAGRO Productivo, quien comenta que el evento fue teórico-práctico. Primero se explicó a los participantes cuál es el objetivo de la elaboración de una composta y los beneficios que aporta su aplicación como abono orgánico, ya que el compostaje no es más que la degradación de toda materia orgánica, la cual es descompuesta por los múltiples organismos y factores que participan en el proceso. Con una explicación breve de los beneficios y funciones que se obtienen de las compostas, se dio la parte teórica en el área de extensión del productor cooperante Bernabé Cruz Villegas en San Vicente Palapa. Además, se mostró que el abono orgánico no deteriora el suelo, al contrario, ayuda a fortalecerlo, ya que aporta nutrientes tanto para los cultivos como para el suelo y ayuda a mejorar las condiciones de éste. El lugar de elaboración de la composta fue en la comunidad de Tierra Colorada, en el patio de la casa del productor cooperante Jorge Morales Gerónimo.

Si se reduce la producción de los desechos podría impactar positivamente en un balance total en la contaminación, Los productores quedaron muy interesados con esta capacitación, tanto que hasta mencionaron la posibilidad de ponerse de acuerdo para la elaboración de la composta, ya que los materiales están al alcance de sus manos.