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Todo empezó a mejorar al no quemar

Con un terreno accidentado a más de mil 700 metros sobre el nivel del mar, Tapalapa es uno de los municipios de la zona montañosa del norte de Chiapas con mayor altitud. Allí, en el Cerro de Gallo —en el tramo carretero San Antonio—, un grupo de productores que solía quemar sus parcelas hoy da testimonio de cómo conservar el rastrojo y diversificar cultivos les ha dado mejores resultados. 

“Antes quemábamos mucho, antes hacíamos la rozadura y luego se quemaba, yo creo que por eso se daba la erosión de la tierra, ya no daban los frutos del maíz. Entonces ahorita ya no se quema, ahorita ya es diferente toda la plantación, todo lo que va quedando lo dejamos ahí para que se nutra el suelo que prácticamente está mejorado hoy en día”, comenta el señor Macario Díaz Rodríguez.

“Yo anteriormente lo chaporreaba —cortar con machete— y lo quemaba, y sembraba así nomás por costumbre, pero después de que vino el ingeniero del proyecto con Walmart y el CIMMYT ya nos dieron un poco de orientación de como trabajar el rastrojo, y pues la verdad hay cambio”, menciona al respecto el señor Félix Orquín Rodríguez

Macario y Félix son dos de los productores de Tapalapa que participan en el proyecto Fortalecimiento del Acceso a Mercado para Pequeños Productores de Maíz y Leguminosas en Oaxaca, Chiapas y Campeche, impulsado por Walmart Foundation y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT). 

El proyecto que impulsan Walmart Foundation y el CIMMYT se basa en el desarrollo de capacidades, en la transmisión de conocimientos, tecnologías y prácticas sustentables para que sean los propios productores quienes transformen sus sistemas de producción de forma integral. 

Antes aplicábamos herbicida, pero desde que recibimos la capacitación ya no lo usamos; hemos aprendido a colocar el manojo de rastrojo para que ahí se genere lo que es el abono. Hemos aprendido muchas cosas en los talleres,  y no solamente sobre el campo”, comenta Benjamín García Vázquez, otro de los productores participantes en referencia a los temas de asociatividad que también promueve el proyecto.

Además del aprovechamiento del rastrojo como cobertura del suelo y la diversificación de cultivos —dos de los componentes básicos de la Agricultura de Conservación—, los técnicos del proyecto brindan a los productores un acompañamiento constante, compartiéndoles otras prácticas asociadas —como los enfoques agroecológicos y el compostaje— para mejorar sus sistemas. 

Los aprendizajes que estos productores han obtenido a través del proyecto con Walmart y el CIMMYT les han permitido incluso aprovechar de mejor manera algunos programas gubernamentales y, sobre todo, tener la certeza de que esos aprendizajes benefician directamente a sus familias. 

“Muchas de las veces el producto no era muy bueno, no nos daba mucho, era muy poco el tonelaje en realidad. Entonces ahorita con los ingenieros vamos superando todo eso, es mejor el producto ahorita, es de mejor calidad. Por eso agradezco por darnos la enseñanza para la plantación de muchas cosas en los cultivos”, concluye el señor Benjamín García Vázquez. 

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#ChiapasNoQuema reinicia actividades en 2022

Los escenarios de cambio climático para México muestran que Chiapas es uno de los estados que está siendo y será más impactado por este fenómeno: los periodos de sequía más severos y extensos serán más recurrentes en toda la entidad, por lo que es conveniente promover prácticas sustentables y reducir así el riesgo de fenómenos catastróficos, como los incendios forestales. 

En promedio, Chiapas tiene 6,600 incendios cada año. Por lo anterior, es considerada una de las entidades con mayor incidencia en ese rubro (en 2015, 2018 y 2019 Chiapas fue la entidad con más incendios en todo el país) y —en consecuencia— una de las que más contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero y que más cobertura arbórea pierde a causa de los incendios.

A través del programa MasAgro-Cultivos para México —iniciativa de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y el Centro internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—, este año se ha implementado nuevamente la campaña #ChiapasNoQuema, impulsada de forma conjunta por el Hub Chiapas del CIMMYT, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP) de Chiapas; la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural (Semahn) del mismo estado; los ayuntamientos de Ocozocoautla, Venustiano Carranza y Villa Corzo; entre otras organizaciones. 

Cabe mencionar que #ChiapasNoQuema se desarrolla en sintonía con la iniciativa nacional #MiParcelaNoSeQuema, coordinada por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural en la que participan el CIMMYT, la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) y otras organizaciones para mitigar las quemas y ofrecer alternativas sustentables. 

El objetivo de #ChiapasNoQuema es la reducción de las quemas mediante la prevención y el ofrecimiento a los productores de alternativas como la Agricultura de Conservación, que es un sistema de producción sustentable que aprovecha el rastrojo (residuos agrícolas que son objeto de las quemas) para usarlo como cobertura del suelo. Además de mejorar la estructura y calidad del suelo —y retener humedad—, el aprovechamiento del rastrojo permite a los productores tener ahorros significativos en sus costos de producción.

Cabe mencionar que la campaña contempla acciones de difusión y capacitación orientadas a productores, técnicos y otros actores del sistema agroalimentario en diversos municipios de Chiapas. Mediante estos eventos de capacitación se presentarán las ventajas de las siembras con rastrojo y su manejo, con el objetivo de que los productores eviten las quemas agrícolas y sean conscientes de que #ElRastrojoVale más como cobertura del suelo.

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#ChiapasNoQuema suma voluntades

Chiapas.- El tiempo de recuperación de los suelos siniestrados por el fuego es muy variable. Hay praderas que recuperan su estructura (aunque no toda su funcionalidad) de una temporada a otra, pero los ecosistemas más complejos, como bosques y selvas, pueden tardar periodos superiores a 500 años en recuperar su equilibrio original (FAO, 2015). Hay efectos —como la reducción de la capacidad de absorción y retención de agua— que se mantienen por años, lo cual dificulta la recuperación del suelo y aumenta significativamente el riesgo de erosión.

En promedio, Chiapas tiene 6,600 incendios cada año. Por lo anterior, es considerada una de las entidades con mayor incidencia en ese rubro (en 2015, 2018 y 2019 Chiapas fue la entidad con más incendios en todo el país) y —en consecuencia— una de las que más contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero y que más cobertura arbórea pierde a causa de los incendios.

El 22 de enero pasado, a través del programa MasAgro —de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) y el Centro internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT)—, se lanzó la campaña #ChiapasNoQuema, impulsada de forma conjunta por el Hub Chiapas —del CIMMYT—; The Nature Conservancy (TNC); Rainforest Alliance; la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural (Semahn) de Chiapas; y la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP Chiapas).

El objetivo de la campaña es la reducción de las quemas mediante la prevención y el ofrecimiento a los productores de alternativas como la Agricultura de Conservación, que es un sistema de producción sustentable que aprovecha el rastrojo (residuos agrícolas que son objeto de las quemas) para usarlo como cobertura del suelo. Además de mejorar la estructura y calidad del suelo —y retener humedad—, el aprovechamiento del rastrojo permite a los productores tener ahorros significativos en sus costos de producción.

La quema de residuos, además de contribuir a la liberación de gases de efecto invernadero, tiene un efecto negativo sobre los rendimientos de los cultivos (en la figura 1 se muestran los resultados de una evaluación de la quema en comparación con el rastrojo como cobertura). En cambio, la Agricultura de Conservación permite incrementar los rendimientos, y sus efectos se potencializan con la implementación de otros sistemas integrados, como el Manejo Agroecológico de Plagas y la Milpa Intercalada con Árboles Frutales (particularmente útil para suelos con pendientes, como gran parte de los de Chiapas).

A poco más de un mes del inicio de la campaña #ChiapasNoQuema, se han sumado nuevos e importantes actores, como los Ayuntamientos de Villaflores, Villa Corzo, Venustiano Carranza y Tuxtla Gutiérrez; técnicos independientes; la Secretaría de Protección Civil; y la Secretaría de Economía del estado. Con estas vinculaciones, en 17 municipios de Chiapas se ha capacitado en temas referentes a la campaña a más de 1,100 personas, de las cuales más de 70% son productores.

Cabe mencionar que en los eventos de capacitación se presentan las ventajas de las siembras con rastrojo y su manejo, con el objetivo de que los productores eviten las quemas agrícolas y sean conscientes de que #ElRastrojoVale más como cobertura del suelo.

Si quieres saber más sobre esta campaña, obtener consejos para el manejo de los rastrojos y conocer los lugares de próximas capacitaciones, síguenos en redes sociales o búscanos con el hashtag #ChiapasNoQuema.

Figura 1. Efecto de la no quema sobre el rendimiento del cultivo de maíz, Ocosingo, Chiapas. Ciclo primavera-verano 2019.
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Chiapas combate el fuego del cambio climático

El planeta ha padecido recientemente el embate de diversos incendios de gran magnitud. En Australia estos afectaron 10 millones de hectáreas (aproximadamente la superficie del estado de Oaxaca), y en agosto del año pasado, en el Amazonas se perdieron 2.5 millones de hectáreas de selva. De acuerdo con el Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonía (IPAM, por sus siglas en portugués), el desastre en aquella región se debió —además de a la variabilidad climática— a las quemas provocadas para deforestar áreas de selva a fin de convertirlas en áreas de pastoreo o de cultivo.

Este hecho hace inevitable pensar en la situación de México, particularmente en la de Chiapas, por ser el segundo estado con más bosques en el país y la entidad que más incendios registró en 2019, 2018 y 2015 —con un promedio de 6,600 al año—, en su mayoría causados por quemas agrícolas. Esto es preocupante porque 57% de las emisiones de gases de efecto invernadero son producto de la degradación y la deforestación, seguido de las actividades agropecuarias (la ganadería y el uso de fertilizantes agrícolas aportan 19%).

En Chiapas, además, se encuentra la Selva Lacandona, uno de los últimos grandes bosques tropicales del hemisferio norte (es el hogar de alrededor de 3,500 especies de plantas y más de 1,600 especies de animales, algunas endémicas y muchas en peligro de extinción, como el quetzal y el jaguar). De hecho, es la entidad con mayor superficie de bosque mesófilo de montaña (bosque nublado), ecosistema que ha funcionado como refugio para algunas especies durante los cambios climáticos de los últimos miles de años.

Sin embargo, la cobertura forestal en el estado ha disminuido notablemente. De acuerdo con la organización internacional The Nature Conservancy (TNC), ha perdido 55% de sus bosques, principalmente por deforestación para realizar actividades agropecuarias (la producción de café y maíz y la ganadería ocupan un tercio de su superficie).

La ampliación de la frontera agrícola en la entidad incrementa el riesgo climático en todo el país y aumenta la vulnerabilidad de amplias áreas de bosque tropical. Tan solo la Selva Lacandona ha perdido cerca de 73% de su extensión original (tenía una superficie de un millón 800,000 hectáreas, pero hoy solo tiene 500,000). La mayor parte de la deforestación en esta selva sucede en sus bordes, y avanza hacia su interior por la apertura de nuevas parcelas o áreas de pastoreo.

Este tipo de agricultura que le arrebata terreno a los bosques tiene una peculiaridad —además de estar basado en el sistema de roza, tumba y quema—, y es que, a falta de recursos o mecanismos para contrarrestar el agotamiento natural del suelo, en pocos ciclos abandona las parcelas que se vuelven improductivas e infértiles. Esto —además de incentivar la apertura de nuevas parcelas a través de la deforestación— favorece el empobrecimiento de la población (76.4% de los chiapanecos vive en pobreza extrema).

Los niveles de producción de esta agricultura migratoria muchas veces son tan bajos que apenas proporciona alimento al productor y su familia. De acuerdo con el Coneval, 52.2% de la población de Chiapas está en alguna situación de inseguridad alimentaria, por lo que es importante promover acciones para reducir el riesgo climático desde la agricultura, ya que los riesgos por la variabilidad climática y la inseguridad alimentaria forman parte de una misma problemática.

Gran parte de los suelos de cobertura forestal que fueron convertidos en tierras para la actividad agrícola y ganadera presentan un alto nivel de degradación. Un ejemplo de esta afectación es la zona de la Frailesca, donde diversos estudios muestran que sus suelos están gravemente deteriorados —presentan compactación y pérdida total de materia orgánica—, lo que ha tenido por consecuencia una significativa disminución de la producción de granos básicos.

La implementación de sistemas integrados de prácticas sustentables como la Agricultura de Conservación —la cual aprovecha el rastrojo, en lugar de quemarlo, para mejorar la estructura y calidad del suelo— o la Milpa Intercalada con Árboles Frutales (MIAF) —particularmente útil para evitar la erosión en terrenos de ladera, como los que hay en gran parte de Chiapas— es un ejemplo de acciones que, desde la agricultura, reducen el riesgo climático y contribuyen a lograr la seguridad alimentaria de las comunidades.

Los escenarios de cambio climático para Chiapas indican que los periodos de sequía más severos y extensos serán más recurrentes en toda la entidad, por lo que es conveniente promover prácticas sustentables y reducir así el riesgo de fenómenos catastróficos, especialmente en aquellos municipios donde se registra mayor número de incendios (como Venustiano Carranza, Ocosingo y Villa Corzo).

#ChiapasNoQuema es una acción en favor del medioambiente de ese estado y, por consecuencia, del planeta. Se trata de una iniciativa conjunta del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) —a través del Hub Chiapas—; The Nature Conservancy (TNC); Rainforest Alliance; la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural (Semahn) de Chiapas; y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), que a través de MasAgro —programa que impulsa junto con el CIMMYT— ha hecho posible que en el país un poco más de 200,000 hectáreas que antes se quemaban ya no sean objeto de esa práctica.

Sigue de cerca esta campaña y súmate a las acciones que promueve para que —con prácticas sustentables— el campo de Chiapas sea más rentable y ya no sea necesario ampliar la frontera agrícola (lo cual contribuye a la deforestación y el aumento de riesgos climáticos).

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Chiapas promueve la no quema de rastrojos en campos agrícolas

El rastrojo es uno de los tres ejes principales de la agricultura de conservación, una práctica agrícola sustentable que MasAgro promovió en Chiapas por segundo año consecutivo con la campaña Chiapas No Quema.
Por: Carolina Domínguez y Benancio Jiménez, Intensificación Sustentable para América Latina del CIMMYT.
24 de mayo de 2016.

Chiapas.- Por segundo año consecutivo el Hub Chiapas implementó la campaña Chiapas No Quema, iniciativa que promueve MasAgro para promover la agricultura de conservación (AC) en esta región del país. La campaña, que inició el 23 de febrero y concluyó el 17 de mayo, estuvo dirigida a productores, técnicos y colaboradores del hub, para concientizarlos sobre los efectos devastadores que acarrea la quema de rastrojo y los posibles incendios que puede ocasionar.

La AC es una práctica agrícola sustentable y rentable que busca la protección del ambiente, así como brindar un soporte a los agricultores para la reducción de costos de producción y mano de obra mediante de tres principios: reducir al mínimo el movimiento del suelo (sin labranza), practicar la rotación de cultivos y, el eje principal de la campaña Chiapas No Quema, dejar el rastrojo del cultivo anterior en la superficie del terreno para que forme una capa protectora que permita una mayor infiltración del agua, menor erosión del suelo, así como menor cantidad de malezas nocivas para los cultivos, entre otros beneficios.

Entre las acciones para llevar a cabo esta campaña destacaron la elaboración de notas para el Boletín EnlACe, la difusión de mensajes en redes sociales, el diseño de lonas alusivas a esta problemática, que fueron colocadas en lugares estratégicos para ser vistas por los productores, así como capacitaciones para el correcto manejo de rastrojos.

En algunas regiones de Chiapas, como en Ocozocoautla de Espinosa, los productores, aprovechando la humedad que guarda el rastrojo de maíz, siembran sorgo en relevo y para uso forrajero, para lo cual emplean una sembradora de tiro animal, una práctica que está siendo replicada en otras zonas del estado, como Villaflores y La Frailesca.

Algunos productores interesados en experimentar con la AC han elaborado su propia reformadora de camas (como es el caso de agricultores de Frontera Comalapa) con piezas de objetos obsoletos. Asimismo, otras iniciativas de los productores en la zona centro han sido utilizar técnicas como el acordonado del rastrojo en franjas para sembrar en doble hilera y evitar gran pérdida de tiempo en la siembra manual.

¡Conoce los mensajes que compartimos durante esta campaña! Busca en Facebook y Twitter el hashtag #ChiapasNoQuema.

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De la quema del rastrojo a la cobertura del suelo: el caso de Noel Alvarado

Los beneficios en la parcela después de ocho años de no quemar.
Con información de Fidel Ochoa, colaborador del Hub Chiapas.
26 de abril de 2016.

Frontera Comalapa, Chiapas.- “Algo muy importante sucede cuando dejamos el rastrojo en la superficie: devolvemos la fertilidad al suelo de forma gradual y permanente, ciclo a ciclo”. Las anteriores son palabras de Noel Osvaldo Alvarado, un productor que desde hace ocho años no quema rastrojo y que en esta ocasión nos cuenta sobre el proceso que siguió para decidirse a dejarlo como cobertura de sus cultivos.

Lo primero que hizo Noel en su parcela fue incorporar el rastrojo al suelo con la rastra, y hace tres años comenzó el manejo de la paja en la superficie gracias a la propuesta de innovación de MasAgro. A partir de ese momento, el primer año se implementó una parcela testigo con el manejo tradicional de incorporación, y en la parte de innovación se dejó el residuo en superficie.

El segundo año fue decisivo para manejar la parcela de innovación propuesta como hasta ahora, lo cual le ha ayudado a resolver problemas como el uso excesivo de herbicidas y la utilización de maquinaria para las labores comunes de la región, como el arado y la rastra. También se ha logrado disminuir de 11 a ocho riegos en la siembra de ciclo otoño-invierno, lo cual reduce además el gasto de mano de obra.

Para Noel, la difusión del conocimiento a otros productores ha sido un punto clave para evitar las quemas en su zona. “En el módulo y parcelas que manejo se ha capacitado a mis hijos, hermanos, compañeros productores de la comunidad, de otros ejidos y de muchas partes de la región, que han asistido a eventos, recorridos guiados, al igual que a técnicos de programas como PIIEX y PIMAF. Calculo que más de 200 productores han visitado el módulo y coinciden en que los beneficios están a simple vista”.

Son diversas las ventajas que Noel ha visto en su parcela, como menor pérdida del suelo por efecto de vientos, la lluvia o agua de riego; mejor retención de humedad, menor gasto en herbicidas, menos uso de maquinaria, suelo más fértil y menor contaminación al medio ambiente, principalmente por la no quema y la disminución de uso de agroquímicos para control de malezas.

“Veo mayor respuesta a las fertilizaciones que realizo; eso me dice que mi suelo está más fértil y he reducido los pases de maquinaria al grado de solo reformar surcos por ciclo y a veces una vez por año. En resumen, hemos logrado beneficiar al medio ambiente con no quemar, usar menos la maquinaria y los agroquímicos, eficientar el uso de agua de lluvia y riego porque el suelo guarda mejor la humedad estando cubierto con el rastrojo y, a la vez, economizamos en mano de obra y combustibles”, finaliza Noel.

No te pierdas la campaña #ChiapasNoQuema en redes sociales. Busca en Facebook y Twitter más experiencias de productores innovadores sobre beneficios del rastrojo.

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Falta de maquinaria y quemas involuntarias en la parcela, entre algunas limitantes para usar el rastrojo como cobertura

Al implementar el sistema de AC con productores en el Hub Chiapas, nos hemos dado cuenta de que salen a la luz áreas de oportunidad para manejar el rastrojo en la parcela. Algunos casos reales a los que nos hemos enfrentado son:

1. Uso del rastrojo para alimentación animal. Éste es uno de los grandes limitantes al implementar módulos o parcelas con el sistema de AC, ya que la gran mayoría de los productores cuenta con ganado bovino principalmente, donde la dieta en la época seca es a base de rastrojo seco como pastoreo o el uso de pacas en casos de semiestabulado. Dentro de las acciones implementadas con algunos productores se encuentran:

A) Empacado de 50 % del rastrojo y el resto usado como cobertura en varias parcelas de AC; empacado de 100% de rastrojo de uno de los tres ciclos de cultivo en la zona centro del estado, caso específico con productores de maíz para elote; y pastoreo controlado como el del señor Pedro López, en Villacorzo, y Enrique Abadía, en Ocozocoautla de Espinosa, por mencionar algunos.

B) Establecimiento de pastos, como Brachiarias, en potreros para incrementar la producción de alimento, y más nutritivos en comparación con el rastrojo de maíz, en Villaflores, en trabajos realizados por colaboradores del INIFAP. En Ocozocoautla de Espinosa, aprovechando la humedad que guardan los vertizoles con ayuda del rastrojo de maíz, se está estableciendo sorgo en relevo empleando sembradora de tiro animal para uso forrajero donde antes se empacaba, esta práctica ya se empieza a implementar en otras zonas del estado. Otro de los cultivos que se está estableciendo por parte de algunos productores para uso forrajero es la caña de azúcar y canavalia, este último es más generalizado en la Frailesca, ya que tolera la sequía y es bueno para la rotación de cultivos. Por esta razón, la plataforma de investigación de Villaflores se ha dado a la tarea de establecer cultivos leguminosas forrajeros, como duolichos y canavalia, y pastos de corte como el maralfalfa y el pasto cubano, o de pastoreo, como la brizanta, el insurgente y el mulato.

2. La falta de maquinaria especializada para AC. Los productores interesados en implementar el sistema lo han hecho elaborando su propia maquinaria, como es el caso de los productores de Frontera Comalapa, quienes armaron su reformadora de camas con piezas de implementos obsoletos. Otra opción que encontraron los productores de elote de la zona centro es el acordonado del rastrojo en franjas, ya que siembran a doble hilera, lo que facilita la operación. Esta actividad se hace de forma manual y, dentro de las ventajas que han visto, está el ahorro de tiempo en siembra manual y la reducción del número de riegos. Esta práctica de acomodo también es usada en las zonas de ladera, donde se practica la MIAF (milpa intercalada con árboles frutales), como en Montecristo de Guerrero, Rayón, y recientemente en Pantelho, dende ayudan a la retención de residuos y evitan la erosión.

3. Por ultimo tenemos las quemas involuntarias. Varios de los productores que han visto ya los beneficios del rastrojo tienen parcelas situadas en medio de otros productores que practican la quema, en este caso, el agricultor ha optado por enterrar el rastrojo con un paso de rastra.

Con esto concluimos que cuando el productor ve los beneficios que aporta el rastrojo a su sistema de producción, el medio para su manejo es adecuado y adaptado por ellos mismos.

Busca en Facebook y Twitter el hashtag #ChiapasNoQuema para que conozcas más recomendaciones para uso del rastrojo en la agricultura.

Con información de Benancio Jiménez, coordinador técnico del Hub Chiapas.

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Arreglo topológico del maíz para el manejo de residuos de cosecha

Para facilitar la reformación de camas de siembra y aplicar dos principios de la Agricultura de Conservación, como son el mínimo movimiento de suelos y la retención de rastrojos en la superficie, se está realizando la siembra de maíz a doble hilera sin aumentar la densidad de siembra a 50,000 semillas/ha, la cual que se recomienda cuando el cultivo es para venta de elotes.

Esta idea nace del productor Rigoberto Corzo Ruiz, quien coopera con MasAgro, como una estrategia de dejar el rastrojo en su parcela, esto por no contar con maquinaria de Agricultura de Conservación, situación que comparte con otros productores de la unidad de riego “La Noria”, en el ejido Ignacio Allende, del municipio de Chiapa de Corzo, Chiapas.

Es así como al realizar la siembra a doble hilera, se facilita el acomodo del rastrojo del cultivo anterior, cortándolo con machete a 30 cm de altura y dejándolo sobre la cama de siembra, con lo que se facilita su reformación cuando no se cuenta con una reformadora de camas con discos cortadores de rastrojo.

En Chiapas, MasAgro realiza arreglos topológicos para el manejo de residuos de cosecha desde 2013, en los ciclos primavera-verano y otoño-invierno, con productores de la unidad de riego, quienes han comprobado que al dejar el rastrojo, los intervalos de riego van de 14 a 16 días, comparado con los cuatro a seis días donde practican la agricultura tradicional; además se aplica menos herbicidas para el control de malezas. Con este manejo se están realizando de dos a tres siembras por año, y por cada siembra queda un promedio de 8.4 toneladas de rastrojo en la superficie, el cual, sin duda, beneficia las características de los suelos de cultivo.

Para conocer más sobre los beneficios y manejo de rastrojo, sigue en Facebook y Twitter el hashtag #ChiapasNoQuema.

Con información de Juan Diego López Durante, colaborador de MasAgro en Chiapas.

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Reunión interinstitucional para la atención a incendios forestales 2016

Se presentó la campaña Chiapas No Quema ante representantes de instituciones relacionadas con la atención a incendios.

Con información de José Moisés Rodríguez Castellanos.

1 de marzo del 2016.


Palenque, Chiapas.- La reunión interinstitucional para la atención de incendios forestales 2016 tuvo como finalidad convocar a organismos de Palenque y la región para tratar asuntos relacionados con el combate de incendios forestales en esta temporada. En la sala de juntas de Protección Civil de la entidad se dieron cita representantes de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, Conanp; la Comisión Nacional Forestal, Conafor; SAGARPA estatal, Bomberos, Protección Civil, la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, CDI; y MasAgro.

Durante la participación de MasAgro se dieron a conocer los resultados de las acciones sobre Agricultura de Conservación que se están llevando a cabo en la región de Ocosingo, y de la difusión de no quema y su efecto en el incremento de rendimiento del maíz bajo el esquema milpa.

Para ello se presentó la campaña Chiapas No Quema, a través de la cual se busca concientizar a productores y extensionistas sobre los efectos devastadores que acarrea la quema de rastrojo y sobre los riesgos de que aparezcan incendios originados por esta práctica, además de presentar opciones y beneficios para el uso del rastrojo en la parcela.

Cabe destacar que entre las estrategias que se están realizando para promover la campaña de Chiapas No Quema se encuentran capacitaciones a productores sobre los beneficios del rastrojo en la agricultura y pláticas con comisariados ejidales. Agradecemos a los colaboradores del Hub Chiapas que ya están difundiendo la campaña con productores y otras instituciones: ingeniero José Antonio López, formador MasAgro; ingeniero Moisés Rodríguez, de Can’Chix Ocosingo; ingeniero Marcos López, de INIFAP; ingeniero Homero Aguilar, de Cofinde; ingeniero Jesús Ovando, de RED AC, y el ingeniero Fidel Ochoa, colaborador de Comitán.

Conoce en redes sociales más detalles sobre esta campaña a favor del uso del rastrojo y la no quema en la agricultura a través del hashtag #ChiapasNoQuema.

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¡No quemes el rastrojo! Déjalo en la parcela

Mayor filtración y volumen de agua disponible, y un aumento en la materia orgánica para los cultivos que tienen rastrojo.

Con información de Benancio Jiménez Gómez, coordinador técnico del Hub Chiapas.

8 de marzo de 2016.


Diversos estudios científicos han demostrado que la retención de residuos en la superficie del terreno ayuda a mejorar las características físicas, químicas y biológicas del suelo. En ese sentido, las investigaciones del equipo de Intensificación Sustentable para América Latina en el tema de Agricultura de Conservación (AC), han arrojado que la estructura de los suelos donde se elimina el rastrojo o que se laborean es generalmente débil como consecuencia de la labranza. A esto se suma la acción destructiva de las gotas de lluvia, que hace que las partículas del suelo se dispersen, se tapen los poros y se compacte la superficie, lo que impide la infiltración del agua. Por el contrario, en los sistemas de AC, donde hay mínimo movimiento de suelo, los residuos permanecen en la superficie y la protegen, con lo cual aumenta la actividad biológica, hay una mayor cantidad de poros y, en consecuencia, mayor infiltración de agua.

Los residuos protegen el suelo no sólo del impacto de las gotas de lluvia, sino también de los rayos solares que evaporan el agua de la superficie del suelo y de la deshidratación a causa del viento. Por eso, normalmente se encuentra tierra húmeda debajo de los residuos. Éstos, al mejorar la infiltración, estimulan una mayor penetración de agua en el subsuelo. Asimismo, hacen que sea más lento el escurrimiento superficial. La combinación de estos dos factores reduce significativamente el efecto de la erosión hídrica. Los residuos también protegen el suelo del viento y cuando deja de ser removido por la labranza durante la aplicación de las prácticas de AC, hay una marcada disminución de la erosión eólica.

En la AC, si se dejan los residuos en la superficie del suelo, se genera una fuente constante de alimento y un hábitat para los organismos del suelo, que propicia además un aumento en su población. Muchos de estos organismos crean poros en el suelo o destruyen plagas que atacan los cultivos. Cuando se practica la agricultura convencional, únicamente el cultivo está presente: no hay fuentes de alimento para los organismos del suelo, ni hábitat para los insectos benéficos. En la AC, cuando se combinan la retención de residuos y la aplicación de herbicidas en tiempo, disminuyen las poblaciones de malezas, ya que los residuos funcionan como una barrera que restringe su germinación y crecimiento.

En resumen, mediante la cobertura del suelo se logra una mayor filtración y volumen de agua disponible para los cultivos; una menor evaporación del agua y erosión hídrica y eólica del suelo; temperaturas moderadas del suelo; mayor actividad biológica y un aumento en la materia orgánica disponible para los cultivos. Asimismo, se ha demostrado que la cobertura del suelo es un elemento clave para que funcione la AC, ya que sin cobertura, la labranza mínima genera menores rendimientos que la labranza convencional.

Sigue éste y otros temas en Facebook y Twitter con el hashtag #ChiapasNoQuema.

Fuentes:

Thierfelder, Christian; Wall, Patrick, La retención de residuos, México, CIMMYT.

Reyes-Muro; Camacho-Villa, T. y Guevara Hernández, F. (coords.). (2013) Rastrojos. Manejo, uso y mercado en el centro y sur de México. Aguascalientes, México, INAFAP. Libro técnico número 7.