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Cempasúchil: tradiciones y oportunidades

    De izquierda a derecha: Benancio Jiménez Gómez, Mateo Pérez Santiz y productores innovadores en una parcela con diversificación de cultivos en Chiapas. (Foto: Gaby Bracamonte / CIMMYT)De izquierda a derecha: Benancio Jiménez Gómez, Mateo Pérez Santiz y productores innovadores en una parcela con diversificación de cultivos en Chiapas. (Foto: Gaby Bracamonte / CIMMYT)

En las laderas de Chiapas, donde con frecuencia la agricultura se enfrenta a significativos retos, una flor de intenso color naranja se abre paso cada temporada de Día de Muertos: el cempasúchil. Este cultivo, tradicionalmente ligado a la celebración ancestral mexicana, es un auténtico emblema de la agricultura sustentable en la región, gracias al trabajo del Hub Chiapas y sus colaboradores, quienes promueven el arreglo de siembra de microrrotación en plataformas, módulos y áreas de extensión.

«En este momento estamos en el tratamiento de franjas de doble hilera con microrrotación«, explica Mateo Pérez Santiz, del equipo técnico del Hub Chiapas. «Al inicio, en la siembra de primavera-verano, se establecieron dos líneas de maíz y dos de frijol, que es donde está actualmente la línea de cempasúchil, y una vez que el frijol se haya cosechado alrededor del mes de julio, inmediatamente se trasplanta el cempasúchil, porque este se germina un mes antes para que la flor salga para Día de Muertos. Porque si se siembra más temprano o más tarde, pues ya no sale para cosechar en flor».

La planeación y el manejo adecuado de los tiempos y espacios en la parcela, señala Pérez Santiz, es esencial para asegurar una cosecha exitosa y para que la producción de cempasúchil esté lista justo en el periodo de mayor demanda: la temporada de ofrendas. Esto se convierte en un “reto tanto para quienes promovemos agricultura sustentable como para el productor, porque de lo contrario el productor se llevaría una desilusión si no se logran los objetivos”, añade el especialista.

La introducción del cempasúchil en las unidades de producción es parte de una estrategia de diversificación de cultivos que beneficia tanto al suelo como al ecosistema circundante. «Aquí la idea de la diversificación de cultivos es que sirva a diversos propósitos», comenta Benancio Jiménez Gómez, coordinador técnico del Hub Chiapas. «Cuando sembramos cultivos diferentes al cultivo principal, también nos sirve como atrayentes de insectos benéficos. Además, las raíces se comportan diferente a las del maíz, entonces, ese es otro beneficio que estamos teniendo».

El cempasúchil, con su color vibrante y su aroma característico, no solo es ornamental, sino que ofrece beneficios agronómicos importantes. Esta flor tiene la capacidad de atraer insectos polinizadores y actuar como una especie de repelente natural de plagas. Además, al integrarse en la rotación de cultivos, ayuda a incrementar la cantidad de materia orgánica que queda en el suelo, un aspecto crucial para mantener la salud del suelo y reducir la erosión, especialmente en terrenos de ladera característicos de la región.

Además de los beneficios ambientales, la incorporación del cempasúchil en los sistemas de producción diversificada abre nuevas oportunidades económicas para los agricultores chiapanecos. “Como es cultivo de flores, también diversificas el ingreso. Puedes sacar maíz para consumo, pero también cultivar flores para la venta. Entonces, ya no solo tu ingreso depende del cultivo principal”, afirma Pérez Santiz, quien resalta que esta estrategia permite a los productores obtener una ganancia adicional sin comprometer su seguridad alimentaria.

Si además de la diversificación de cultivos, que es uno de los elementos básicos de la agricultura de conservación, se añaden prácticas como la Milpa Intercalada con Árboles Frutales (MIAF), entonces los agricultores pueden introducir un mayor número de especies en su parcela, beneficiando así la conservación del suelo y, en el largo plazo, contribuyendo a la resiliencia de la tierra. En palabras de Pérez Santiz, “se pueden diversificar en la medida que el productor lo desee”.

El cempasúchil, cuyo nombre proviene del náhuatl y significa “flor de veinte pétalos”, es una planta con una historia que se remonta a épocas prehispánicas y que, hoy en día, cobra nuevo significado en el contexto de la agricultura sustentable. Con una altura que puede alcanzar hasta un metro y una coloración que oscila entre el amarillo y el naranja profundo, esta flor tiene propiedades

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Hub Meeting Chiapas, un encuentro para escuchar a los productores

Mesas de trabajo durante el Hub Meeting Chiapas. (Foto: Gabriela Bracamonte / CIMMYT)
Mesas de trabajo durante el Hub Meeting Chiapas. (Foto: Gabriela Bracamonte / CIMMYT)

El Hub Meeting Chiapas 2024 reunió a una gran diversidad de actores del sector agroalimentario con un objetivo claro: escuchar a los productores, entender sus necesidades y ofrecer soluciones que les permitan adaptarse a un entorno cambiante. Este esfuerzo conjunto, que involucra a productores, empresas, instituciones de investigación y gobierno, busca no solo mejorar la productividad, sino también consolidar la seguridad alimentaria y fortalecer la resiliencia de los sistemas agrícolas en la región.

El compromiso del CIMMYT y sus colaboradores se centra en llevar la ciencia directamente a los campos, poniendo la tecnología y la innovación al servicio de los productores. Sin embargo, este esfuerzo va más allá de la mera implementación de tecnologías sustentables, es un llamado a escuchar activamente, a comprender los desafíos de quienes trabajan la tierra y a cocrear soluciones que respondan a sus realidades.

Así, durante el Hub Meeting se destacó la importancia de seguir promoviendo tecnologías como la agricultura de conservación y otras para mejorar la calidad del suelo y combatir la compactación —un problema que afecta gravemente a la productividad en condiciones de sequía—.

El trabajo del Hub Chiapas se adapta a las particularidades de cada región, garantizando que cada productor reciba el apoyo adecuado:

  • En Larráinzar, Los Altos de Chiapas, se evaluaron prácticas sustentables en la plataforma de investigación Larráinzar, donde sistemas como la Milpa Intercalada con Árboles Frutales (MIAF) ha mostrado mejoras en la productividad del maíz y en la eficiencia del uso de suelos a través de la diversificación de cultivos.
  • En la Meseta Comiteca, un centenar de productores han participado en módulos demostrativos para evaluar la asociación de leguminosas forrajeras con maíz (canavalia, frijol gandul, crotalaria), mejorando la calidad del suelo al aumentar la disponibilidad de nitrógeno, además de ser beneficiosas para la alimentación del ganado.
  • En la región de Los Llanos, los sistemas de producción de granos básicos se están fortaleciendo con 250 productores que están integrando prácticas de conservación de suelos y tecnologías sostenibles como la siembra de frijol en relevo al maíz, mejorando la resiliencia de sus comunidades.
  • En la Selva Lacandona y Tulijá-Tseltal-Chol, el sistema MIAF ha sido adoptado por cinco mil productores, mejorando la seguridad alimentaria y la resiliencia frente al cambio climático mediante la biodiversificación de cultivos como maíz, frijol, chile y frutas.
  • En Villa Corzo, mil productores han sido vinculados con tecnologías para mejorar la rentabilidad y reducir costos, evaluando genotipos de maíz con tolerancia a enfermedades como la mancha de asfalto, mientras se implementan tecnologías de conservación de suelos para aumentar los rendimientos.
  • En Amatenango del Valle, la producción de elote bajo agricultura de conservación ha alcanzado 45 mil elotes por hectárea con el apoyo de cien productores, quienes han sido capacitados en prácticas como la micro-rotación y el manejo de estrés hídrico.

Además de estos proyectos productivos, el Hub Chiapas impulsa actividades enfocadas en la comercialización y el acceso a mercados. En Los Altos, Meseta Comiteca y Frailesca, se han organizado grupos de productores rurales para agregar valor a productos como tostadas de maíz nativo y frijol certificado, fomentando la estabilidad económica de las familias y su integración en los mercados locales y nacionales.

Otro pilar fundamental es la mecanización a escala adecuada, donde el Hub ha facilitado el acceso a tecnologías accesibles como equipos multiusos-multicultivos. Esto ha permitido a los agricultores de regiones como Tonalá y La Concordia mejorar la eficiencia en la siembra y fertilización, incrementando la productividad y reduciendo costos.

El trabajo del Hub ha sido posible gracias a la participación de diversas organizaciones de todos los sectores, como la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de Chiapas; la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural; el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias; Educampo; FIRCO; TNC; CONANP, así como de iniciativas como AgriLAC Resiliente.

Durante la clausura del Hub Meeting Chiapas 2024, Cinthia Xiomara Lorenzana Borrego, Secretaria de Igualdad de Género de Chiapas, instó a los presentes a impulsar la agenda de las mujeres en el campo, para que cada vez se desarrollen y capaciten más agricultoras líderes en beneficio de sus comunidades.

Así, el Hub Chiapas sigue siendo un ejemplo de cómo la ciencia puede transformar la vida de los agricultores cuando se trabaja desde la colaboración, la escucha activa y el entendimiento profundo de las necesidades del campo. El CIMMYT hace un llamado a todos los actores a seguir invirtiendo en ciencia y tecnología, pero también a escuchar y acompañar a los productores en su camino hacia la adaptación, la seguridad alimentaria y la resiliencia.

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Temperaturas más altas y más lluvias, así se espera junio y julio en Chiapas

El Boletín Agroclimático de Chiapas para los meses de junio y julio ha sido emitido por la Mesa Técnica Agroclimática del estado, ofreciendo proyecciones que subrayan la importancia de prepararse ante condiciones climáticas adversas, exacerbadas por el cambio climático global. Se anticipa que las temperaturas estarán por encima del promedio histórico en la mayoría de las regiones del estado, acompañadas de niveles de lluvia superiores a los normales registradas en el periodo 1991-2020.

Para mitigar los riesgos asociados con el exceso de lluvias, se recomienda a los agricultores realizar la limpieza de drenajes y ajustar las camas de siembra para evitar encharcamientos y pérdidas por inundación. Además, se aconseja sembrar maíz de ciclo intermedio hacia finales de junio, y para variedades de ciclo largo, adelantar la siembra como medida preventiva.

En términos de manejo del suelo, técnicas como la labranza vertical y el uso de camas de siembra equidistantes se destacan por mejorar la infiltración del agua, retener la humedad y favorecer el drenaje, especialmente cuando se complementan con prácticas como la cobertura con rastrojo.

El boletín también proporciona directrices sobre el manejo integrado de plagas y enfermedades, incluyendo estrategias para controlar el gusano cogollero, la identificación temprana de deficiencias nutricionales, y recomendaciones para la fertilización y el tratamiento de semillas. Además, se enfatiza la importancia de la calibración adecuada de equipos agrícolas para optimizar su desempeño durante la temporada.

Este esfuerzo colaborativo involucra a diversas instituciones clave como la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, CIMMYT, el Servicio Meteorológico Nacional de Conagua, la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, así como la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural del Gobierno de Chiapas. También participan la Alianza Bioversity-CIAT, FIRA, la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach), la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), y el Centro Académico Regional Chiapas de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro.

El Boletín Agroclimático de Chiapas no solo ofrece orientación precisa para enfrentar los desafíos climáticos actuales, sino que también promueve prácticas agrícolas sostenibles y resilientes que son fundamentales para garantizar la seguridad alimentaria y el bienestar de las comunidades rurales en Chiapas. Da clic en la imagen para descargarlo.

Boletín Agroclimático de Chiapas, mayo-julio 2024
Boletín Agroclimático de Chiapas, mayo-julio 2024

 

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Haciendo de la agricultura sustentable un negocio exitoso

Recorrido por parcela de Chiapas donde se han implementado innovaciones sustentables. (Foto: Fernando Morales / CIMMYT)
Recorrido por parcela de Chiapas donde se han implementado innovaciones sustentables. (Foto: Fernando Morales / CIMMYT)

En Ocozocoautla, Chiapas, una familia campesina ha logrado un cambio notable en su forma de vida, convirtiendo la agricultura sustentable en un negocio próspero y sostenible. Los Abadías, quienes residen en Espinal de Morelos, compartieron su historia de éxito, marcada por la colaboración con CIMMYT y la iniciativa Agrilac Resiliente del CGIAR.

«Con las capacitaciones hemos hecho de la agricultura un negocio«, afirma la familia Abadías cuyo relato inicia en 2012, cuando un ingeniero de CIMMYT les propuso implementar un módulo de agricultura de conservación en su parcela. Este enfoque innovador les permitió mejorar sus cosechas y demostrar los beneficios a otros agricultores en eventos demostrativos.

La historia de los Abadías es un ejemplo de cómo iniciativas como Agrilac Resiliente, del CGIAR, pueden impactar positivamente en el campo. Este proyecto, por ejemplo, tiene como objetivo principal aumentar la resiliencia, sostenibilidad y competitividad de los sistemas agroalimentarios en América Latina y el Caribe. Busca responder a necesidades urgentes como la seguridad alimentaria, la reducción de riesgos climáticos y la estabilización de comunidades vulnerables.

“Somos una familia campesina que se dedicaba a la maquila (servicio de maquinaria). Luego de que establecimos el módulo hubo buenos resultados y organizamos algunos eventos demostrativos. A raíz de dichos eventos, a las personas a las que les maquilábamos les gustaron los resultados con agricultura sustentable y nos pidieron que hiciéramos el mismo trabajo en sus parcelas”, relatan los Abadías.

La implementación del módulo de agricultura de conservación marcó el comienzo de una serie de transformaciones. El éxito obtenido atrajo la atención de otros agricultores, generando una creciente demanda por los servicios de los Abadías. Para satisfacer esta demanda, invitaron a sus primos a unirse al proyecto, optimizando así las labores agrícolas y ampliando su capacidad de servicio.

«Vimos que la tecnología daba resultados», mencionan. Este impulso los llevó a rentar parcelas adicionales para aumentar su producción y adquirir una trilladora, diversificando sus servicios. Sin embargo, la comercialización era un desafío pendiente.

Con determinación, los Abadías buscaron alianzas con empresas locales, estableciendo convenios de compra-venta que garantizaron la salida de sus productos al mercado. La adquisición de un camión de transporte les permitió superar la última barrera logística, facilitando el traslado eficiente de sus cosechas.

La colaboración con CIMMYT y la participación en capacitaciones técnicas y organizativas de EDUCAMPO fueron fundamentales en este proceso. Estas instituciones no solo brindaron conocimientos prácticos, sino que también fortalecieron el espíritu empresarial de la familia Abadía.

“Gracias a ellos porque nos hicieron cambiar la forma de pensar, nos capacitaron, nos vincularon con otras instituciones y nos unieron como familia. Ahora participan nuestros hijos (incluso dos están estudiando agronomía), nuestras esposas en la administración y en el acopio de grano. Ahora vemos a la agricultura como negocio, y nuestra visión es ser empresarios. Hoy en día, somos una Sociedad de Producción Rural consolidada».

El legado de los Abadías va más allá de los logros económicos. Hoy son un ejemplo inspirador de cómo la colaboración, la capacitación y la visión empresarial pueden hacer de la agricultura sustentable un negocio exitoso.

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Con valentía, ellas son un ejemplo de innovación en el campo

Mujeres y milpa en Chiapas, México. (Ilustración: FMG/OpenAI, 2024)
Mujeres y milpa en Chiapas, México. (Ilustración: FMG/OpenAI, 2024)

Con su enfoque transversal en género e inclusión social, la iniciativa regional latinoamericana AgriLac Resiliente, del CGIAR, muestra cómo a través de la agricultura sustentable las mujeres del campo latinoamericano son pieza fundamental para construir sistemas resilientes e incluyentes.

Uno de los ejemplos más inspiradores proviene del grupo de mujeres indígenas Tzotziles de Tzabaló, en Larráinzar, Chiapas. Estas mujeres han encontrado en el Hub Chiapas una plataforma que les ha permitido contribuir significativamente al desarrollo de sus hogares y entornos.

“Somos un grupo de mujeres que ya tenemos algunos años trabajado con la cría de puercos y de pollos. Desde el 2022 empezamos a trabajar con CIMMYT y con DAI (Desarrollo Alternativo e Investigación AC). Nos ha gustado mucho porque vemos que se interesan por las mujeres, antes no lo hacían y ahora nos dan la oportunidad de aprender, eso nos despierta el interés de trabajar en el campo porque queremos ayudar a nuestros esposos, pero con conocimientos”, relatan.

De acuerdo con sus testimonios, la oportunidad de capacitarse en agricultura sustentable ha sido transformadora. Antes, su participación en actividades agrícolas era limitada. Ahora, con nuevos conocimientos adquiridos, están produciendo alimentos sanos y nutritivos.

“Si solo nos quedamos en la casa no hacemos mucho, pero cuando salimos al campo nos sentimos en libertad, nos despejamos de tantas tareas que hay en la casa y traemos frijol tierno y verduras frescas para la olla. Ahora podemos producir nuestros alimentos libres de tóxicos y guardar nuestro maíz en recipientes herméticos sin productos químicos”, puntualizan.

La experiencia les ha brindado no solo autonomía en la toma de decisiones sobre sus alimentos, sino también un sentido de libertad y propósito al trabajar en el campo donde el poder del trabajo en grupo también ha sido un factor importante en su éxito.

“Siempre es mejor trabajar en grupo que individual, pero es necesario buscar a un buen dirigente o líder que te guie y te enseñé a trabajar. Como grupo hemos obtenido conocimientos que nos compartimos entre nosotras, aprendimos a podar los frutales, ya no quemamos el rastrojo para reciclar los nutrientes, hay más producción y el producto es más grande, y también esperamos una buena producción de frutas”.

Parcela en Chiapas donde se han implementado prácticas sustentables. (Foto: García, Ramírez y Meentzen / CIMMYT)
Parcela en Chiapas donde se han implementado prácticas sustentables. (Foto: García, Ramírez y Meentzen / CIMMYT)

Sin embargo, el camino no ha estado exento de desafíos. La comunidad enfrenta un contexto sociopolítico que dificulta la colaboración entre grupos, aunque estas mujeres persisten y demuestran con sus logros que la participación femenina en la agricultura es fundamental para el progreso comunitario.

“Lo que hacemos, la gente lo ve mal y nos preguntan que por qué nos vamos al campo a aprender algo que no es para nosotras, que nos vamos porque no tenemos quehacer en la casa, pero no nos desanimamos. Cuando ven los resultados del trabajo nos preguntan cómo le hicimos, y les decimos que es lo que aprendimos al no quedarnos solo en la casa y las invitamos a que se unan al grupo”, mencionan, enfatizando en que en el grupo no importa si se pertenece a uno u otro grupo político porque ahí solo importa el conocimiento y las ganas de superarse.

Así, su valentía y determinación no solo ha transformado sus propias vidas, sino que también está inspirando a otras mujeres a unirse y seguir este camino de empoderamiento a través de la agricultura sustentable.

Estos casos de éxito son testimonio del impacto positivo que puede tener la inclusión de las mujeres en el campo. Su voz y experiencia son fundamentales para construir sistemas alimentarios más resilientes y sostenibles, donde la equidad de género y la participación activa de todos los actores sean pilares para un futuro próspero en las zonas rurales de América Latina.

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Flores, aprendizajes y enfoque de género

Doña Juanita, indígena Tzeltal, La Providencia, Ocosingo, Chiapas. (Foto: García, Ramírez y Meentzen)
Doña Juanita, indígena Tzeltal, La Providencia, Ocosingo, Chiapas. (Foto: García, Ramírez y Meentzen)

Para la Iniciativa regional latinoamericana AgriLac Resiliente, el género y la inclusión social es un tema fundamental, de manera que ha seleccionado varias regiones rurales fronterizas de Guatemala y Honduras para desarrollar acciones prioritarias con perspectiva de género.

Para integrar una guía que permita explicar por qué el género y la inclusión social es un tema relevante en sí mismo, así como para incorporar esta perspectiva en todas las demás actividades de los InnovaHubs en Guatemala y Honduras, especialistas en género e inclusión social de Agrilac han implementado un proceso participativo en los hubs hub Pacífico Sur y Chiapas, a fin de recopilar información sobre sus experiencias en el tema y documentar los resultados, facilitando así la replicación del modelo del hub (desarrollado en México por CIMMYT y sus colaboradores) en otros países.

Así, Alejandrina García en Oaxaca, Alejandro Ramírez en Chiapas, y Ángela Meentzen —colíder del equipo de Género e Inclusión Social de Agrilac—, desarrollaron entrevistas individuales y con grupos focales para aprender más sobre cómo los diferentes actores involucrados en los hubs perciben su propia participación: agricultores, hombres y mujeres, colaboradores, gerentes y personal de los hubs, así como aliados en estas regiones, fueron parte de este proceso participativo.

«Hay muchos casos de éxito sobre la participación de mujeres rurales en los hubs de Oaxaca y Chiapas que fueron recogidos en este proceso. Está previsto que estos estudios de caso formen parte de un anexo a la guía para ilustrar por qué la participación de las mujeres rurales es tan importante desde su propia perspectiva”, comenta Ángela Meentzen, quien destaca el caso de doña Juanita, una indígena Tzeltal de la comunidad La Providencia, en Ocosingo, Chiapas.

“Inicié hace cinco años a trabajar con CIMMYT. Antes de conocerlos solo sembrábamos maíz y frijol, pero ya no se daba, las plantas ya no crecían, teníamos muchos problemas de plagas y quemábamos todo el rastrojo. Cuando vinieron los ingenieros nos invitaron a participar con ellos. Al principio como que no nos interesó mucho, pero nos dejamos enseñar. Nos enseñaron a sembrar otros cultivos como el girasol, el cacahuate, otras verduras y los frutales como el limón y las guanábanas”, comenta doña Juanita.

Ahora ya no quemamos el rastrojo, tenemos cultivos durante todo el año, sembramos otras especies, utilizamos muchos productos orgánicos que nos enseñaron a preparar, aumentó nuestra producción y vendemos más cosas en el mercado. Yo y mi hija nos ocupamos de la venta de los productos (frijol, maíz, verduras, calabacitas, elotes y flores); sobre todo la venta de flores nos ha dado muy buen resultado y hemos sacado un buen dinerito”, narra la productora.

“Los beneficios del campo nos permitieron darles estudios a nuestros hijos, algunos ya terminaron su carrera y ahora están trabajando, otros están por terminar, pero a todos les enseñamos el trabajo del campo. Se siente un poco pesado el trabajo, pero yo sostuve las dos cosas, la casa y el campo, no sé cómo le hice, pero lo logré”, dice orgullosa de sí misma doña Juanita, para quien el conocimiento científico generado en plataformas de investigación y módulos del hub se ha traducido en impacto real y positivo para ella y su familia.

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Opciones para el almacenamiento y conservación de granos en Chiapas

Envases de PET reutilizados para la conservación de granos de maíz y frijol, Ejido San Martín Chamizal, Palenque, Chiapas. 5 de febrero 2024. (Foto: Hub Chiapas-CIMMYT)
Envases de PET reutilizados para la conservación de granos de maíz y frijol, Ejido San Martín Chamizal, Palenque, Chiapas. 5 de febrero 2024. (Foto: Benancio Jiménez Gómez)

Para lograr la seguridad alimentaria es prioritario buscar opciones sustentables para la producción de alimentos —que cubra las necesidades de una población creciente— y también mejorar los procesos poscosecha mediante la conservación de la cantidad y calidad de granos básicos.

Como parte de la iniciativa AgriLAC Resiliente, CIMMYT —a través de su Hub Chiapas—promueve el uso de tecnologías sustentables para el manejo poscosecha de granos básicos (maíz y frijol) durante el almacenamiento, entre ellas los contenedores herméticos y polvos inertes —hidróxido de calcio micronizado— para hacer frente a la pérdida de granos por el ataque de plagas de almacén.

Entre las principales plagas de almacén que se presentan en Chiapas sobresalen el gorgojo, el barrenador, la palomilla y los roedores. Estas plagas ocasionan pérdidas de hasta un 40 %, por lo que se hace necesario ofrecer alternativas sustentables que las familias productoras reduzcan o eliminen el uso de productos químicos para el control de plagas de almacén, reduciendo así los riesgos a la salud.

De entre las tecnologías promovidas, una de las de mayor adopción ha sido el uso de recipientes herméticos, cuya principal característica es impedir el intercambio gaseoso entre el exterior y el contenido al interior del recipiente una vez que se realiza el cierre.

Lo anterior hace que el grano almacenado junto con los insectos plaga que quedan dentro al momento del almacenamiento vayan consumiendo el oxígeno disponible en el interior, reemplazando por dióxido de carbono (CO2). Esto ocasiona la muerte de huevecillos, larvas y adultos de cualquier insecto plaga. Además, se inhibe el desarrollo de hongos aeróbicos —que requieren oxigeno—, conservando así la calidad del grano por un periodo largo hasta la apertura del recipiente. Otros beneficios de la tecnología hermética es que se conserva características del grano como color, olor, sabor, peso específico y, sobre todo, libre de productos químicos.

Antes de almacenar los granos se deben cumplir algunos requisitos:

  • En el caso del maíz, la humedad del grano no debe ser mayor al 13.5 % y, en frijol, esta no debe ser mayor al 12 % —para conocer la humedad del grano existen varias opciones como el método del Sol, el método de la sal o el uso de equipos electrónicos determinadores de humedad—.
  • El grano debe estar fresco (no caliente), con buena sanidad y libre de impurezas.
  • Los contenedores deben ser herméticos, de fácil uso, libres de agentes contaminantes y deben estar secos.
  • Contar con un espacio fresco y limpio con condiciones que garanticen la integridad de los recipientes empleados para la conservación de granos básicos.

Uno de los contenedores con principio hermético disponible en la mayoría de las regiones son los envases de PET, los cuales pueden encontrarse con diferentes capacidades y ser reutilizados —previo a una limpieza y secado adecuado— para almacenar y conservar granos.

La señora Crecencia Parcero mostrando el uso de los envases PET para el almacenamiento de grano, en el ejido San Martín Chamizal, Palenque, Chiapas. 5 febrero 2024. (Foto: Benancio Jiménez Gómez)
La señora Crecencia Parcero mostrando el uso de los envases PET para el almacenamiento de grano, en el ejido San Martín Chamizal, Palenque, Chiapas. 5 febrero 2024. (Foto: Benancio Jiménez Gómez)

Para garantizar que los envases de PET se sequen completamente, es recomendable que después del lavado se dejen por cuatro días boca abajo para que se elimine el agua por escurrimiento y, posteriormente, se dejen secar por siete días adicionales boca arriba en la sombra. Esto es muy importante para evitar que el vapor de agua que haya quedado se condense.

Por sus buenos resultados, estas prácticas han sido adoptadas por numerosas familias productoras de la región. En el ejido de San Martín Chamizal (Palenque, Chiapas), por ejemplo, al menos 15 familias han adoptado el uso de envases de PET para almacenar frijol y maíz con fines de autoconsumo ya por más de cinco años.

Otro ejemplo lo constituyen 10 familias del grupo de agricultores de Triunfo Agrarista, del municipio Osumacinta, las cuales lograron almacenar en 2023 un total de 1 885 kg de maíz y 187 kg de frijol destinados al autoconsumo. Esto, después de conocer la tecnología en los talleres implementados por parte de CIMMYT en colaboración con la CONANP y TNC.

En suma, el principio de hermeticidad se puede conseguir con diferentes recipientes, siempre y cuando estén libres de agentes contaminantes, sean de fácil manejo, accesibles y de bajo costo.

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México, Noruega y CIMMYT impulsarán la innovación agrícola en el sur de México y Centroamérica

De izquierda a derecha: Ragnhild Imerslund, Embajadora de Noruega en México; Gloria Sandoval, Directora Ejecutiva de la AMEXCID; y Bram Govaerts, Director General del CIMMYT, durante la firma de la Carta de Intención en la Secretaría de Relaciones Exteriores de México. (Foto: Jenifer Morales / CIMMYT)
De izquierda a derecha: Ragnhild Imerslund, Embajadora de Noruega en México; Gloria Sandoval, Directora Ejecutiva de la AMEXCID; y Bram Govaerts, Director General de CIMMYT, durante la firma de la Carta de Intención en la Secretaría de Relaciones Exteriores de México. (Foto: Jenifer Morales / CIMMYT)

Para impulsar el desarrollo sustentable del campo en el sur de México, Guatemala y Honduras, el Gobierno de México, a través de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID); el Gobierno de Noruega, a través de su embajada en México; y CIMMYT, suscribieron una alianza de cooperación triangular que busca establecer un marco de colaboración cuyas acciones y estrategias permitan mejorar el estado nutricional, económico y social en la región mediante una transición hacia una agricultura sostenible.

La firma del instrumento se realizó en las instalaciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y contó con la presencia de Gloria Sandoval, Directora Ejecutiva de la AMEXCID; Ragnhild Imerslund, Embajadora de Noruega en México; Ulises Canchola, Embajador de México en Noruega; y Bram Govaerts, Director General de CIMMYT.

«Los esfuerzos de cooperación entre Noruega, CIMMYT y México, con esta carta de intención, marcan el inicio de una relación innovadora entre estos tres socios de cooperación que beneficiará a la población del Sur-Sureste de nuestro país y a Centroamérica. La cooperación triangular ofrece una oportunidad única para combinar conocimientos, recursos y experiencias en beneficio de todos», comentó la Directora Ejecutiva de la AMEXCID.

Por su parte, la Embajadora de Noruega en México mencionó que “todos compartimos los mismos retos y compromisos, a mediano y largo plazo, así que necesitamos aumentar la producción local de alimentos, para crear cadenas de valor locales y regionales. Sabemos que colaboración internacional y la participación activa de los centros de investigación internacionales y nacionales es clave para cumplir con nuestros objetivos. Por esto, me emociona mucho la perspectiva de establecer una cooperación trilateral entre México, Noruega y CIMMYT, y quiero felicitar a AMEXCID y a CIMMYT por firmar esta carta de intención para priorizar el trabajo colaborativo en temas agrícolas”.

La propuesta, mencionó el Director General de CIMMYT durante su intervención, “busca construir paz, desarrollo y prosperidad a través del desarrollo agrícola y tiene como base el proyecto de cooperación triangular Avanzando hacia Sistemas Integrados de Innovación Agroalimentaria en Guatemala, Honduras y los estados del sur de México: Chiapas, Oaxaca y Yucatán, de manera que busca desarrollar una iniciativa de sistemas agroalimentarios integrados para aumentar su resiliencia y crear estabilidad social y económica entre la población rural y urbana en situación de pobreza en Guatemala, Honduras y el sur de México”.

Esta alianza estratégica tiene antecedentes en la iniciativa Agricultura para la Paz, de la SRE, la Embajada de México en Noruega, el Centro Nobel de la Paz, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, CIMMYT y diversos colaboradores. Ésta considera que los contextos adversos pueden ser transformados a través de la ciencia colaborativa y por ello promueve alrededor del mundo un modelo de innovación agrícola, denominado Hub, que en México permitió, por ejemplo, impactar positivamente a más de 300 mil agricultores en más de un millón de hectáreas como parte del programa MasAgro-Cultivos para México.

La experiencia de México con la metodología del Hub se ha replicado y se replica con éxito en distintas regiones de África, así como en Guatemala y Honduras, donde CIMMYT y otros centros de investigación internacional del CGIAR desarrollan trabajos como parte de la iniciativa AgriLAC Resiliente.

Con cerca de seis décadas de labor en México y una innovadora Estrategia 2030 orientada hacia un futuro con seguridad alimentaria y nutricional, CIMMYT se suma a esta alianza estratégica con los gobiernos de México y Noruega para impulsar, en un contexto de cambio climático y de sucesivas crisis, ideas, proyectos e innovaciones que permitan multiplicar los beneficios de una paz construida sobre la base de sistemas alimentarios resilientes.

La transición hacia una agricultura sustentable, concordaron las instituciones firmantes, significa aumentar la productividad, rentabilidad y competitividad de los productores para evitar la migración forzada en las zonas afectadas por el cambio climático, el conflicto y el encarecimiento de los alimentos e insumos productivos como el combustible y los fertilizantes, por lo que la relevancia de este instrumento y de esta colaboración es un ejemplo de cómo las alianzas resultan indispensables para lograr la adopción de sistemas de producción sustentables que a su vez refuercen la paz y la estabilidad social.

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Octavo boletín agroclimático para Chiapas

En Chiapas, durante el mes de octubre, y en comparación con el promedio del periodo 1991-2020, se esperan lluvias por arriba de lo normal en porciones de Selva Lacandona, Maya y en la Meseta Comiteca; en cambio, en el resto del estado se esperan menos lluvias, así lo señala el pronóstico del tiempo del octavo boletín agroclimático del estado, correspondiente al trimestre septiembre-noviembre de 2023.

El boletín agroclimático es emitido por la Mesa Técnica Agroclimática (MTA) de Chiapas, un espacio de diálogo y análisis entre actores locales, nacionales e internacionales que busca comprender el posible comportamiento del clima a partir de información científica y el conocimiento empírico. Su finalidad es generar recomendaciones para que los diversos actores del sector agropecuario, particularmente los productores, dispongan de información oportuna y confiable para disminuir los riesgos asociados a la variabilidad climática.

En su más reciente reunión, celebrada el pasado 6 de septiembre, participaron representantes del gobierno federal y estatal, académicos, centros de investigación y productores, quienes, a partir de información del Servicio Meteorológico Nacional, contribuyeron a la elaboración del boletín agroclimático que contempla las 15 regiones socioeconómicas de Chiapas.

Además de fechas de siembra y consideraciones generales para el cultivo del maíz (sobre manejo de malezas y plagas, enfermedades y fertilización, etc.), el boletín recopila recomendaciones para leguminosas como el frijol y el chícharo gandul, del cual, se precisa, el rendimiento puede llegar hasta las dos toneladas por hectárea y es altamente recomendable para consumo humano y aves de traspatio, además de que su follaje es apto para alimento de ganado con un 67 % de proteína digestible.

En la MTA participan la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER); la Comisión Nacional del Agua (Conagua); la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de Chiapas; la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural de Chiapas; el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP); la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach); la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach); el Centro Académico Regional Chiapas de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro; y el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT), el cual —a través del programa de investigación Cambio Climático, Agricultura y Seguridad Alimentaria (CCAFS, por sus siglas en inglés), del CGIAR— también vincula al Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) en alianza con Bioversity International.

Octavo boletín agroclimático de Chiapas. CLIC EN LA IMAGEN PARA DESCARGAR
Octavo boletín agroclimático de Chiapas. CLIC EN LA IMAGEN PARA DESCARGAR
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Cultivos alternativos para mejorar la fertilidad de los suelos

Cultivo de dólicos, 28 de octubre del 2021, en la plataforma de investigación Comitán. (Foto: Rivas, Solís, Espinosa, Márquez)
Cultivo de dólicos, 28 de octubre del 2021, en la plataforma de investigación Comitán. (Foto: Rivas, Solís, Espinosa, Márquez)

La Meseta Comiteca es una región en el estado mexicano de Chiapas que destaca por su diversidad cultural y riqueza natural —allí se encuentra, por ejemplo, la Reserva de la Biosfera Lagunas de Montebello—. En esta región, la agricultura se desarrolla en condiciones de temporal, siendo el maíz y el frijol los cultivos principales cuyos esquilmos o rastrojos suelen quemarse o removerse total o parcialmente, o bien, sirven de alimento para ganado. 

Además de la poca diversidad de cultivos —el maíz y el frijol se establecen regularmente como unicultivos o intercalados—, el hecho de quemar o remover los residuos de cosecha contribuye a la disminución de contenido de la materia orgánica del suelo y, a largo plazo, repercute en la disminución de la fertilidad y la productividad. De hecho, este agotamiento de los suelos constituye actualmente una de las limitantes para la agricultura de la región. 

Para ofrecer soluciones a los productores locales, en la plataforma de investigación Comitán —donde colabora el Instituto Tecnológico de Comitán y el CIMMYT— se evalúan diversos sistemas de producción y tecnologías agrícolas. Recientemente, por ejemplo, se evaluó el aporte de biomasa seca (residuos de cosecha) de distintos cultivos alternativos a fin de identificar aquellos que representen opciones viables para incrementar el contenido de materia orgánica de las parcelas de forma natural.  

Los cultivos establecidos fueron dólicos, chícharo gandul rojo, chícharo gandul negro, girasol, grasss pea, garbanzo y veza. Durante el ciclo agrícola, las condiciones de precipitación que se presentaron en la región afectaron negativamente el crecimiento y desarrollo de las plantas, lo que se manifestó en bajos rendimientos de grano y de biomasa. No obstante, uno de los cultivos que sobresalió en producción de biomasa seca bajo las condiciones prevalecientes fueron los dólicos”, señalan los responsables de la plataforma.  

Los dólicos (Dolichos lablab) son una leguminosa que sirve a diversos propósitos: puede usarse como cultivo de cobertura para controlar la erosión del suelo, como abono verde para incrementar su fertilidad, contribuye al control de malezas, sirve como forraje —permitiendo más de un corte— y crece en suelos de todas las texturas. Además, al ser una leguminosa contribuye a la fijación de nitrógeno en el suelo.  

De acuerdo con los resultados del ensayo, para la región el girasol también es una opción viable, seguido del chícharo gandul. No obstante, mencionan los investigadores, aún es necesario continuar con las evaluaciones de cultivos alternativos para la región.  

La red de plataformas de investigación del CIMMYT y sus colaboradores es una de las redes de investigación agrícola más relevantes a nivel mundial. Es impulsada por proyectos como AgriLAC Resiliente, Agriba Sustentable, Excellence in Agronomy, y otros igualmente importantes.